Let Her Go
"Mirando fijamente al techo en la oscuridad, el mismo viejo sentimiento de vacío en tu corazón porque el amor viene despacio y se va tan rápido."
Sehun estaba acostado encima de su cama. Su brazo cubría sus ojos rojos, sus pálidas mejillas estaban marcadas por lágrimas recientes. A un lado suyo, estaba la fotografía de Luhan, su Luhan. El chico que ahora estaba camino al aeropuerto para regresar a China.
"Bien, solo necesitas la luz cuando se está consumiendo, solo echas de menos el sol cuando empieza a nevar, solo sabes que me quieres cuando me dejas marchar. Solo sabes que has estado bien, alto, en una buena racha, cuando te sientes de bajón."
Esas eran las palabras que Luhan le había dicho en su última, y estúpida, discusión que tuvieron antes de que Luhan empacara todas sus cosas y se marchara gritándole a Sehun.
El timbre del departamento sonó. Sehun abrió la puerta, encontrándose con Yixing, el mejor amigo de Luhan. Lay era el mejor amigo de Luhan desde la niñez. Sehun admitía que el chino no parecía muy contento con el menor.
Sehun suspiró y dio paso al chico, quién pasó como si fuera su propia casa.
— Luhan me llamó, Sehun. Y se escuchaba muy alterado, lastimado, herido.
Sehun pasó su mano por su cabello. — ¿Cómo lo sabes? Yixing bufó
— Claro, cada pelea estúpida que tenían eran por TI. Siempre por ti.
— ¡Vale, ya capté! — le gritó. Se arrepentía mucho —. Fui un idiota está bien.
— ¿Entonces... — Yixing se veía herido, rendido y cansado por su mejor amigo —, esto es todo para ustedes?
El corazón de Sehun se apretó en un puño ante las palabras del chino. No quería dejar a Luhan. No deseaba terminar con Luhan. Lo amaba demaciado para dejarlo ir. El simple hecho de pensarlo, hizo que sus ojos se cristalizaran.
Yixing negó, escribió la dirección del aeropuerto y la sala donde Luhan estaría esperando a abordar el avion. Dejó el papel en la mesita de la sala y volvió a suspirar. Queria mucho a Luhan, pero era un asunto donde sólo él y Sehun debian arreglar sus diferencias y discuciones absurdas.
— Sala cuatro. Avion 2865. Luhan se va de Seúl en dos horas y media, Sehun.
El chico agarró el papel y lo miró con dolor y duda. — ¿Por qué me das esto? Yixing sonrió
— Porque mi amigo te ama. Yo sé que tú lo amas. Entonces no sé qué vas a hacer, pero está en tus manos.
Yixing dio media vuelta y se encaminó a la puerta. Sin esperar que Sehun lo siguiera para aclararle algo. Sehun parecia estar clavado al piso, con la mirada perdida en la nada. Murmuró algo intentendible para el coreano y salió de su departamento dejandolo con sus pensamientos.
Rercordó cuando él y Luhan se conocieron en un engaño del destino. Chocando en varias ocaciones. Sehun recordó la primera vez que besó a Luhan, en una fiesta de cumpleaños. Cuando se hicieron novios, cuando se mudaron a vivir juntos. Muchas primeras veces que no deseaba cambiar por nada del mundo.
Mas sin embargo, allí estaba él; sentado en el sillón individual con su mirada perdida en la nada. Una lágrima recorrió su mejilla antes de poder frenarla. Luhan era todo lo que Sehun queria. Era lo único que deseaba tener de por vida.
Decidio, se levantó del sillón y se apresuró a tomar un abrigo delgado, apesar de que afuera estubiera lloviendo levemente. Agarró un gorro y su juego de llaves saliendo a paso apresurado del departamento.
Corrió hasta llegar al estacionamiento. Entró a su auto y arrancó, saliendo del estacionamiento en un segundo. Al salir a la calle, observó que la lluvia se había detenido y sólo quedaban los primeros copos de nieve, empezando a blanquear las calles y el cofre de su auto.
"Solo odias la carretera cuando echas de menos tu casa, solo sabes que lo quieres cuando lo dejas marchar, y lo dejas marchar."
Sehun repetía aquello en su cabeza vez tras vez. Mirando las calles con autos transitando por montones. Recordó aquello una vez más; odiaba conducir y alejarse de su casa, el único lugar donde estaba en paz con Luhan.
"Mirando fijamente el fondo de tu vaso, esperando el día en que hagas durar un sueño, pero los sueños llegan despacio y se van tan rápido."
Aquello le hizo recordar las veces en que había observado a Luhan al dormir. El cómo sus pestañas parecian acariciar sus pomulos redondos y blancos. Sus labios de color rosa pálido se fruncian ante la presión de la almohada contra la mejilla de Luhan.
"Lo ves cuando cierras los ojos, tal vez un día entenderás por qué todo lo que tocas, de seguro que se muere."
Sehun se recordó aquello. Quizas y había puesto mucho empeño con lo de Luhan que al ultimo momento nada de aquello funcionaria y el chico terminaria marchandose y dejandolo solo. De pensar aquello su pecho se oprimió hasta doler como nunca.
"Bien, solo necesitas la luz cuando se está consumiendo, solo echas de menos el sol cuando empieza a nevar, solo sabes que lo quieres cuando lo dejas marchar."
— Que idiota fui al no darme cuenta de esto — masculló para sí mismo en su auto.
"Sólo sabes que lo quieres, cuando lo dejas marchar"
— Ahora compendo lo que me querias decir con ello, Luhan.
El viaje rumbo al aeropuerto duró menos de media hora hasta que Sehun aparcó su auto frente a lugar. Aunque estubiera en el lugar, estaba lejos de la sala cuatro. Desesperado, miró a cada lado. Corrió hasta la recepcionista.
— Señorita, ¿dónde está la sala cuatro? — la chica lo miró confundido por unos segundos antes de parpadear.
— La-la sala cuatro esta por allí — le señaló la derecha. Sehun asintió y la chica volvió a hablar —, el vuelo 2865 está por salir en veinte minutos.
Sehun negó, aterrado al saber que le quedaba menos tiempo para detener a Luhan del que esperaba. Dio las gracias y salió disparado a donde la chica le había dicho. Pidiendo disculpas por cada persona que quitaba de su camino o por las maletas que tiraba en su camino.
Sehun no se detuvo hasta que vio el cartel que decia "Sala cuatro". Lejos de relajarse, volvió a mirar todo el lugar, buscado la cabellera amielada de Luhan. Nunca alcanzó a ver al chico.
"Solo sabes que has estado bien, cuando te sientes de bajón."
Repetía esas palabras en su mente. Siempre se había sentido comodo con todo lo que hacía, porque Luhan siempre estaba a su lado, acompañandolo y aconsejandolo. Reprendiendolo cuando le era necesario. Sin Luhan, Sehun no sabría que hacer.
"Solo odias la carretera cuando echas de menos tu casa."
Cierto, Luhan amaba estar en casa. Sehun odiaba dejarlo solo. Por ello odiaba salir a la calle solo, sin Luhan. Sehun odiaba la carretera porque lo hacía recordar su acogedor departamento, donde Luhan estaba esperándolo.
Sehun siempre odió salir a la calle sin Luhan. "Pasajeros del vuelo a Shanghái, China, favor de abordar el avión 2864" Sehun volvió a mirar, quedandose congelado en su sitio...
Sehun esperó, y espero, y esperó a ver a Luhan pasar por las puertas de abordaje, pero nunca lo vio. Así que, después de todo, Luhan subió al avion para huir de él lo antes posible. De sólo pensar aquello su pecho se oprimió más.
— Bien, lo has perdido, Sehun. ¿Qué vaz hacer sin Luhan ahora?
Impotente, observó al avion cerrar las puertas y emprender el viaje a China. Sin esperar ser retendidas más tiempo, sus lágrimas comenzaron a recorrer sus mejillas. Parado ahí en medio de la sala, cerró los ojos, proyectando una imagen de Luhan.
"Bien, la ves cuando te quedas dormido, pero nunca para acariciar y nunca para quedarse, porque la quisiste demasiado y te zambulliste demasiado profundo."
La imagen de Luhan, con lágrimas en su rostro y una maleta a su lado. Eso era lo que su mente le proyectaba en esos momentos, burlándose de él y de su dolor. No sólo durmiendo se imaginaba a Luhan, con el simple hecho de cerrar los ojos en cualquier lugar podía verlo. Sonriendo, con sus pucheros, su bello rostro molesto, sonrojado...
— ¿Sehun?
Sehun salió de su ensoñación al escuchar tal voz conocida. Dulce y suave. Se giró, con miedo a que fuera una ilusión en su burlona mente. Al volverse, se encontró frente a frente con Luhan y su pronunciado ceño fruncido.
Luhan llevaba un gorro color rojo, el cual tapaba una gran parte de su cabello color miel, una sudadera negra; apesar del frío y de la nieve que empezaba a caer, a Luhan nunca le simpatizó el hecho de vestirse con ropas gruesas.
— Sehun, qué haces aquí — su voz sonó dolida. Sehun se odió por ello.
— Necesito decirte...creí que tú...el avión que partió...Yixing me dijo... — Sehun balbuceaba, mientras Luhan lo miraba divertido y con una media sonrisa en sus labios. Bastó para iluminar el día de Sehun.
"Bien, solo necesitas la luz cuando se está consumiendo, solo echas de menos el sol cuando empieza a nevar."
Cada vez entendía mejor el significado de aquellas palabras. Las cuales se estaban repitiendo muchas veces en todo el transcurso de su día. Tomó aire y aclaró sus ideas en su lugar.
— Cuando saliste del departamento, me sentí un idiota, pero luego Yixing me dijo que regresabas a China. Me senti a morir por ello — se acercó y acarició las mejillas del mayor —. Creí que te habías ido en aquel avion. Luhan enarcó una ceja.
— ¿Y?
— No te puedes ir. Te necesito mucho. Te amo mucho como para dejarte ir.
— ¿Y?
— Quiero que te quedes conmigo, porque...porque no soy nada sin ti. Luhan guardó silencio por un rato. Mirando a Sehun, impersionado de sus últimas palabras.
— ¿Eso es todo lo que querias decirme?
Sehun entendió la gran metida de pata que había cometido. Era normal que Luhan no deseara quedarse a su lado con él. Entendía bien lo que había hecho. Ahora tenía que dejarlo ir.
"Solo sabes que lo quieres cuando lo dejas marchar."
— Sí, era todo lo que te queria decir — se acercó a Luhan. Abrazandolo y aferrandose a su cintura, por última vez queria oler el aroma de su cabello —. Sólo queria decirte que te amo.
"Solo sabes que has estado bien, cuando te sientes de bajón. Solo odias la carretera cuando echas de menos tu casa, solo sabes que lo quieres cuando lo dejas marchar."
— Adiós, Luhan.
Lo dejas marchar...
— Sehun... — Sehun lo miró, sin escuchar.
Lo dejas marchar...
Sehun dejó caer su mano. Inmovil hasta que su poca resistencia, para no caer de rodillas en medio de la sala, lo hizo empezar a caminar de vuelta a la entrada. Dejando atrás la voz de la chica indicando abordar el avion a Beijing.
"Porque solo necesitas la luz cuando se está consumiendo, solo echas de menos el sol cuando empieza a nevar, solo sabes que la quieres cuando la dejas marchar. Solo sabes que has estado bien, cuando te sientes de bajón. Solo odias la carretera cuando echas de menos tu casa, solo sabes que lo quieres cuando lo dejas marchar."
Entendía muy bien aquello. Tenia su razon para ser feliz y la perdio como todo un tonto. Unos brazos lo envolvieron desde la espalda. El calido aroma de Luhan lo hizo volver en sus sentidos.
— Idiota, Sehun, eres un verdadero idiota.
Sehun sonrió. — Dime algo que Yixing no me haya dicho ya.
— Te amo — susurró —. Yixing no te pudo decir aquello, porque sólo yo puedo hacerlo.
— Y tu eres mi luz, mi sol, mi casa. Tu eres todo lo que necesito para estar bien. Y jamas te dejare ir.
Dio media vuelta para encontrar a Luhan con una sonrisa picara y una ceja enarcada
— ¿A sí? Sehun asintió
— Claro que sí — ambos se fundieron en un profundo beso.
— ¿Cómo?
— Bueno, pues vamos a casa y allí te muestro como — sugirió. Luhan sonrió.
— Idiota — sonrieron y se volvieron a besar.