Había sido un mes horrible; la preparación del nuevo álbum estaba llegando a su fin, y ''PSYCHO MONSTERS'' por fin vería la luz el próximo día veinte de agosto. Esto implicaba mañanas enteras de sesiones fotográficas, grabaciones, arreglos, rodaje del PV y un sin fin de cosas más que no me habían dado tregua en los últimos meses. Apuré mis últimos cigarrillos; no podía más.
–Byou, vamos, tenemos que coger el coche.–Manabu me apuró y metí mi cartera y mi teléfono en la bolsa
–Vamos.–la colgué de mi hombro y me hice paso hasta la puerta
Intenté conciliar el sueño en el asiento trasero, teníamos un viaje largo por delante; estábamos en plena promoción del álbum y nos dedicábamos a recorrer el país dando eventos para las fans en las tiendas que venderían nuestro trabajo. Día nueve de agosto; Tsutaya Ebisubashi. Íbamos a pasar un par de días en Osaka para algunos instores y de paso haríamos nuestra aparición en el programa de Buzz Rock Radio junto a Sadie el lunes.
Intenté distraerme mirando por la ventana. A veces me pregunto por qué no soy feliz a pesar de todo lo que he conseguido en estos ocho años. Las fans, los lives, todo es genial, sí...Pero es demasiado trabajo, demasiada presión, demasiado... Demasiado para alguien como yo...alguien que... tampoco vale mucho, ¿no? Después de todo ni siquiera se me da bien la gente. No soy Kazuki, no soy Rui, cuando me hablan me cuesta reaccionar, me cuesta ser amable...No estoy hecho para esto.
–Byou, Byou...–esta vez fue Kazuki el que me distrajo de mi ensoñación–Ya hemos llegado.–
–Sí...–
Traté de sonreír durante todo el evento, aunque sabía bien que no resultaba para nada creíble. Más tarde me despellejarían en los tablones de mensajes en los que se dedican a inventarse estupideces sobre mi vida privada. ''Oh, qué falso es Byou, ha estado todo el rato con cara de asco, nos ha estropeado el evento'' Me hice músico para hacer música, no para jugar a las preguntas con niñas hormonadas de quince años. Si os fijáis más en si os miro las tetas que en lo que he dicho sobre el nuevo álbum las enfermas sois vosotras, no yo. Íbamos ya de vuelta al hotel cuando recibí una llamada inesperada:
–¿Byottaro?–el simple tono de su voz me hizo curvar los labios
–Mao-niichan...–
–Sí, ¿estás en Osaka ya?–
–Sí, sí, hemos llegado esta tarde.–me apresuré a contestarle
–¿Quieres que vayamos a cenar por ahí?–
–¡Claro!–todos se dieron la vuelta y me miraron con sonrisas fraternales, debía tener cara de idiota
–Si estás cansado lo dejamos para mañana eh.–
–Nono, voy voy, estoy bien Mao-nii...de verdad.–le aseguré
–Bien entonces quedamos donde siempre.–
–¡Sí! En seguida llego.–
–Adiós.–me colgó él
–Qué, ya te ha llamado Mao-nii, eh~–Rui se burló de mí–''El que estaba cansado y solo quería dormir en el hotel'' Si es por Mao vas haciendo el pino si hace falta.–
–Calla.–
Intenté arreglarme un poco antes de salir, pero sabía que por mucho que me maquillara Mao iba a notar que estaba cansado. Cuando llegué a la puerta del restaurante él ya estaba esperándome; puntual como siempre.
–Mao-nii...–mi voz salió más baja de lo que esperaba, pero aún así se dio la vuelta para mirarme y me ofreció una de esas sonrisas que curan corazones
–Byottaro...–me abrazó y lo levanté un poco al estrecharlo entre mis brazos, sé que le molesta que haga eso–Ay bájame–se indignó
Entramos al local entre risas y cenamos de la misma forma. Restaurante familiar, nada ostentoso; algo divertido. Pero por supuesto Mao-nii estaba al tanto de todo:
–¿Y bien?–me preguntó ya en la sobremesa, con su café en la mano, se encontraba receloso a tomar alcohol estos días
–¿Mm? ¿Y bien qué?–
–Qué pasa por esa cabecita tuya. Dímelo.–me miró de reojo
–Ya sabes...álbum nuevo...se me hace pesado todo el trabajo…y luego cuando salga tendremos el tour y...puf...–
–Y te pondrás malo porque no pararás quieto.–
–Eso es...–
–Bueno, eso es ley de vida.–puso su mano encima de la mía–Tómatelo con calma, ¿vale, Byottaro?–me miró a los ojos
–Sí... –
¿Está mal que lo quiera besar? Porque quiero. A ver, Mao y yo ya no somos niños...está claro que algo hay entre nosotros... Pero es una de esas situaciones de ''nos hacemos tanto bien el uno al otro que mover un ápice nuestra relación desestabilizaría todo lo que tenemos''. ¡Pero me muero por besarle! Y más cosas. Cosas que hacían a Byottaro despertarse a media noche sudando y erecto. Y claro, Mao-nii vive en el culo de Japón y aunque viviera en frente de mi edificio no vendría a calmar mis ansias. Qué asco.
–Byottaro, te has vuelto a perder.–
–¿Ah?–ladeé un poco mi cabeza–Perdón...–
–Ven anda.–acercó nuestras sillas–Necesitas un poco de Mao-nii que lo sé yo.–me abrazó–¿Quieres echar unas lagrimitas~?–me acarició la cabeza
–No Mao no.–aún así me abracé a él, tonto no soy
–Te acompaño al hotel, anda, que mañana madrugas...–
Me da igual lo pronto que me tenga que despertar; solo quiero un poco más de tiempo...Tiempo. Eso es lo que quiero. Que los días tengan cuarenta horas, poder trabajar y descansar...poder hacer más viajes a Osaka para ver a Mao...
–Bueno, aquí te dejo.–
¿Ah? ¿Cuándo hemos llegado? No, no te vayas.
–Esto...Mao-nii... ¿no quieres pasar?–
Hizo un movimiento para mirar la hora en su reloj de muñeca.
–Bueno, solo un poco, yo también me levanto temprano mañana.–
Pasé la tarjeta para poder abrir la puerta y los dos entramos a la habitación; nos acomodamos en los sillones individuales con un par de copas del minibar en la mano.
–Cómo lo haces para convencerme siempre.–tomó un trago largo de su vaso–Yo que no quería beber.–
–Si vomitas yo te sujeto el pelo.–ambos nos reímos y después nos quedamos en silencio unos segundos
Cuando conoces tanto a una persona los silencios dejan de ser incómodos; piensas en tus cosas... Es probable que ambos estéis pensando en lo mismo... Ojalá, porque solo estoy pensando en hacérselo sobre la cama... ¿Cómo lo hará Mao-nii? Me pregunto si será escandaloso...si le gustará dominar o que le dominen... ¿La tendrá grande? ¡Dios, Byou, tantos años y no te has fijado ni una triste vez en cómo es Mao desnudo! Claro que con lo cortados que somos los dos para esas cosas llega a pillarme mirándolo y hubiera sido un momento muy incómodo, aunque lo hubiéramos resuelto riéndonos tontamente y haciendo alguna broma de ''Byottaro no mires el pene de tu niichan''
Seguíamos en silencio y me estaba perdiendo otra vez mirándolo; sus ojos, su nariz...los labios, joder. Gruesos y mulliditos, como a mí me gustan. Sus antebrazos descubiertos... ¿soy la única persona del mundo que se ha fijado en ellos? Siempre que está cruzado de brazos se me van los ojos automáticamente ahí.
–Byottaro...–me llamó desde su sillón–¿En qué piensas ahora...?–
Ese. Ese era el tono que ponía cuando estábamos divagando sobre el mismo asunto.
–Mao-nii...–respiré hondo–¿Nunca has pensado en nosotros? Ya sabes, juntos.–
No hubo ni un solo segundo de silencio.
–Lo he hecho.–estábamos cada uno mirando hacia un punto distinto de la pared–¿Tú también?–
–Mao me gustas...–
–Sabes que tú a mí también...pero la cosa está complicada.–
–¿Porque vivimos lejos?–
–No, porque se supone que estamos solteros para las fans.–
–Claro, como que nunca te has echado una novia.–le recriminé–Que las he conocido a todas.–
–¡Byou!–se avergonzó
¿Veis lo que os decía? Como para intentar nada.
–Mao-nii–
Te quiero en mi cama esta noche. Venga Byottaro, con las chicas no te cuesta tanto. Bueno sí pero ellas son peores que yo así que no pasa nada, me siento seguro.
–¿Sí?–
–¿Podríamos...?–
–Ah...Espera...¡¿Perdón?!–
Menos mal que nos comunicamos sin palabras.
–Que si...eso.–
–... ¿Sexo?–
La palabra resonó como si la hubieran dicho por megafonía en la habitación. Solo faltaba Kazuki golpeando las paredes diciendo: ¡Venga a follar ya que quiero dormir!
–...eso mismo.–madre mía como estemos así cuando lo hagamos no sé cómo va a acabar esto –Ya es curiosidad–me reí para aliviar la tensión
–¿Lo es?–me miró directamente, oh dios mío
–...–nos levantamos a la vez y me agaché un poco para besarle
–Mm...–metió sus manos por debajo de mi camiseta y me apresuré a hacer lo mismo–¿No es mejor la cama para esto?–me sonrió
–Vamos.–pero antes le quité la camiseta
Nos sentamos en la cama y volvimos a besarnos; bajó su mano a mi pantalón y lo desabrochó. Acabé con la mano de Mao-nii debajo de mis boxers tocándome como no lo habían hecho en años. Hacía demasiado que no lo hacía con nadie así. Yo por mi parte me dediqué a morderle el cuello.
–Ah...–gimió en mi oído
–Es una lástima que no pueda dejarte marcas...–arañé su pecho dejando ocho líneas rojas con mis uñas que descendían hacia su abdomen
–Deja lo que te de la gana.–me recostó en la cama y bajó mis pantalones y ropa interior del tirón–¿En qué estaba yo? Ah, sí...–empezó a lamer mi miembro de arriba abajo, despacio, sin metérselo en la boca aún
Dios, yo he soñado con esto. Eché mi cuello hacia atrás cuando su lengua pasó por la punta de mi glande y se quedó ahí lamiendo durante un rato; me sentía tan bien que no sabía ni qué hacer con mis manos.
–¿Todo bien, Byottaro?–me preguntó, parecía preocupado, volvía a ser el Mao-nii normal
–Sí...todo bien...–me incorporé
¿Sería de mala educación preguntar si quería que yo se lo hiciera a él o hacérmelo él a mí? ¡Esto era jodidamente incómodo! No sabía qué quería y no quería de repente ponerme a....''hacerle cosas'' y que me mandara a la mierda.
–Oye...–hablamos los dos a la vez y nos reímos
–¿Qué prefieres?–fue él quien me preguntó finalmente
–Me es indiferente...–le sonreí, ahora era yo el avergonzado
–Te cedo los honores–volvió a besarme–Solo por esta vez.–
–¿Esta vez?–desabroché sus pantalones–¿Habrá más?–cambié de posiciones para quedar encima de él y dejarlo desnudo
–Claro.–yo no me demoré en meter su miembro en mi boca, lo haría lo mejor que pudiera–Mm...–su mano en mi nuca–Me has pedido salir, ¿no?–
¿Alguna vez os habéis atragantado con un pene en la boca? ¿No? Pues yo sí. Tosí un poco y lo miré.
–¿Ah?–
–Bueno indirectamente pero lo has dicho, ¿no?–se dio la vuelta en la cama para quedar de espaldas a mí
–Pero habías dicho que era muy complicado.–me dediqué a morder sus hombros
–Claro, como que nosotros somos chicos fáciles.–se rió y apoyó su cabeza sobre los brazos como si fuera a dormir–Mm...–respondía con pequeños jadeos a mis besos y mordiscos en su espalda
–¿Soy tu novio ahora?–acaricié sus caderas
–Si no quieres serlo suelta mi culo ahora mismo.–volvimos a reírnos ambos
–Entendido niichan.–
–¿Seguirás llamándome así?–levantó un poco sus caderas para mí
–¿No quieres?–me posicioné frente a su entrada–Voy, ¿sí?–
–No seas bruto, eh.–mordió la almohada
¿Puede volverse esto más sexy? Porque me gustaría verlo.
–Entendido.–eché mis caderas hacia delante despacio–Ah...eso es...–
–Mm...–apretó los puños en la almohada también
–¿Duele?–me quedé sobre él, dándole besitos en la nuca
–Un poco incómodo.–
–¿Estabas tenso, Mao-nii?–mordisqueé de nuevo su hombro
–Cállate.–se contrajo en torno a mí
–Ah...–no pude evitar moverme un poco más hacia delante para llegar bien profundo dentro de él
–¡Ah!–empezó a moverse él–Eso es...un poco más rápido...–me indicó
–Sí...–le hice caso y levanté un poco más sus caderas para poder penetrarlo de rodillas en la cama–¿Así está bien?–
–Eso es...mm...–bajó una de sus manos a su entrepierna para masturbarse
–¿No es un poco...incómodo para ti así?–no pude evitar reírme al verle con la mejilla apoyada en la almohada dejando todo el peso de su cuerpo sobre ella porque tenía las manos ocupadas
–Tócame tú y me pongo a cuatro patas...–
–Sí señor.–me detuve un momento para dejar que se acomodara y aproveché a embestirlo fuertemente cuando estuvo colocado
–¡Aah!–todo su cuerpo se fue hacia adelante–Joder, Byottaro...–
–¿Sí, niichan?–deslicé mi mano derecha hasta su entrepierna para empezar a tocarlo
–Ah...eso es...–echaba sus caderas hacia atrás cuando terminaba de moverme hacia delante, haciendo que las mías chocaran contra sus nalgas, creando ese sonido tan característico de película porno
Ni siquiera recuerdo el resto del sexo; solo tengo una nítida imagen del momento de mi orgasmo, en el que siempre pienso que podré controlarlo todo, pero cuando eyaculo pierdo la noción de mi cuerpo, es un momento de liberación demasiado extraño para ponerlo en palabras...
–Ah...–Mao se dejó caer sobre la cama haciendo que saliera de él y me tumbé a su lado–¿Qué día es, Byottaro...?–
Miré el reloj de la mesilla, ya pasaban de las doce.
–Ya es diez de agosto...–
–Feliz aniversario entonces.–puso una sonrisa de satisfacción, y lo abracé
–El primero de muchos.–nos besamos por última vez antes de dormir