Es casi la una de la madrugada cuando el celular de Minseok comienza a sonar sobre su mesita de noche. Con ese estúpido ringtone que él había programado para su propio número.
Ugh.
Minseok se remueve incómodo sobre su cama y por más que intente resistirse, termina contestando. Y sí, se trata de él. Su profunda voz y la manera en la que pronuncia de manera suave cada palabra. Quiere que vaya a verlo, justo ahora. Minseok está cansado y sabe de antemano que clase de llamada es esta. Él de seguro sólo está aburrido y quiere divertirse un poco con Minseok.
Pero incluso eso no es suficiente para detener a Minseok de salir de su cómoda cama, encontrar su abrigo y calzarse para salir de su apartamento. No es necesario cambiar su ropa porque al final, lo que vista es lo que a él menos le importa. De todos modos, tampoco es como que vaya a tener la ropa puesta por mucho tiempo.
Son necesarios sólo unos pasos para que Minseok se encuentre frente a su apartamento, tocando a la puerta. Él no tarda en atender.
Le deja entrar, tomando su abrigo y guiándolo hasta su habitación, cómo si Minseok no se supiera el camino de memoria.
Tan pronto como la espalda de Minseok toca el suave colchón, él comienza a repartir besos por todo su cuello y clavículas. Le quita su delgada playera y continua llenándole de besos hasta donde se encuentra el elástico del pantalón de su pijama. Él está susurrando todas las cosas que a Minseok le gusta escuchar justo en momentos como estos.
Palabras falsas de cariño.
Cumplidos forzados.
E incluso eso no logra hacerle sentir mejor acerca de su estúpida decisión de atender a aquella llamada pero cierra sus ojos y se concentra en lo placenteros que se sienten los labios de Kris sobre su cuerpo.
Son las 4 de la mañana cuando Minseok deja el apartamento, el cielo ya casi está completamente iluminado y él se siente un completo imbécil por quedarse más tiempo del estrictamente necesario. Ahora tendrá que llegar a tomar una siesta para recuperar un par de horas de sueño.
Minseok cree que sus amigos no saben nada. La realidad es que ellos lo saben pero, ¿cuál es el punto de hablar con alguien que hace oídos sordos? Su hermana no deja de echarle en cara que debería de valorarse más. Minseok cree que quizás ella debería de intentar estar con alguien como Kris y probar si es que ella sí es capaz de ignorar esas llamadas, decirle que no a aquella profunda voz. Aunque, pensándolo bien, Minseok no querría que su hermana pase por algo como esto. Jamás.
Esto lo está destruyendo, Minseok lo sabe.
Quiere acabar con todo pero, no es tan sencillo. Kris es su ex-novio, lo que significa que alguna vez estuvieron juntos y Minseok aún alberga sentimientos de cariño hacia él. Hubo un tiempo en el que Kris no sólo quería sexo.
Por supuesto, el hecho de que alguna vez ellos estuvieron juntos y su relación era bastante seria, no justifica en lo absoluto las acciones de Minseok.
Un día, un amigo cercano a Minseok, Jongdae, le confesó que estaba enamorado de él. Y Minseok no tenía idea de cómo lidiar con ello incluso si él sentía lo mismo.
Kris le llama noches después y Minseok contesta. Mira el reloj sobre su mesita de noche y nota que no es siquiera media noche pero bueno, está lo suficientemente obscuro y Kris le necesita.
Cuando Kris le abre la puerta ya se encuentra sin playera y sus ojos están llenos de nada más que cariño. Cariño para Minseok y Minseok siente su corazón oprimirse dentro de su pecho y ese no es para nada un buen sentimiento.
Le parece tremendamente hipócrita por parte de Kris que se atreva a mirarle de esa manera, siendo que minutos después le estará follando cual prostituta.
Kris le ofrece su mano y Minseok da un paso hacia atrás.
ㅡ Esto… esto ya no se siente correcto. ㅡ La voz de Minseok suena como un suave susurro. Gira sobre sus propios talones e ignora la voz de Kris llamándole.
Minseok está huyendo de ahí.
Huyendo para jamás volver.
Kris no le había llamado desde hacía un par de días y Minseok está perfectamente bien con ello hasta aquella noche, son casi la 1 y escucha ese estúpido ringtone sonar a lo lejos.
Se remueve entre las sabanas y estira su brazo para alcanzar el aparatito y le pone en espera, antes de contestar. Observa el nombre en la pantalla y traga saliva, él en serio está considerando si debería contestar. Entonces su celular cae al suelo, siendo remplazado por una mano delgada y unos dedos que se entrelazan con los suyos.
ㅡ No contestes. ㅡ El dueño de aquella mano le susurra al oído, con su voz pastosa debido al sueño. ㅡ Estás conmigo ahora, no contestes. ㅡ Dice para después envolverle en un cálido abrazo.
Minseok siente su cuerpo estremecerse. Se gira para poder acurrucarse en su pecho, dejando un beso en las clavículas del contrario y susurrando con una sonrisa en su rostro. ㅡ Buenas noches, Jongdae.