Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Entre cocteles y programas de sonidos por Marianema Fuseneco

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Holissssh aquí otra vez reportándome yo. Bue creo que me exagere un poco con el descanso más que descanso fue otra cosa y todo por culpa de la maldita escuela, la net de mierda, el internet asqueroso, la pachorra (Toma yogurisimo energía total y decidle chau a pachorra XD), y mi falta de creatividad extensa pero bueno que se le va hacer. En fin volví otra vez a pasar un poco el plumero y la aspiradora porque esto está lleno de mugre y telarañas como la mismísima mierda ya que fue tan larga mi ausencia que ni ya me acuerdo como me llamo jijijiji. Bueno será mejor que deje de parlotear y comience a con esto de una buena vez. ¿Cómo están? Como se encuentran? Va no sé a quién le pregunto si ni siquiera sé si me siguen leyendo y todo es por mi culpa; idiota (Se golpea incansablemente la cabeza contra la pared) pufff mierda bueno mejor les dejo tranquilamente que lean (Si es que me siguen leyendo, claro XD). Nos vemos abajo…

CAPÍTULO 6

SUEGROS para la cena y de postre el CAOS”

Al fin, otro maldito día concluyo con mi cuerpo totalmente sudado y cansado; con mi cabeza hecha un bombo de tanto utilizarlo en la pocilga llamada oficina. Ya falta poco Jay, ya falta poco murmura mi subconsciente. Correcto, ya falta muy poco para que deje esta mierda murmure mirando el edificio.

Abandono el estacionamiento de la compañía y parto rumbo hacia el colegio “Cadenas legendarias” a buscar a Kaito, quien ya finalizo sus actividades escolares hace media hora. Doblo la esquina entrando en el terreno de la escuela y me aproximo a la entrada, freno y con un bocinazo llamo a Kai para que venga. Él voltea y despidiéndose de sus amigos corre hacia el coche.

—. Hola señor Jason— saluda el pequeño pelirrojo entrando al auto.

—. Hola hijo, vamos? —Él asiente y conduzco dejando el colegio atrás; —. Y cómo te fue hoy?

—. Mmm como siempre, aburrido—responde tranquilamente, se despoja de sus zapatillas y se sienta en posición de indio; —. Traje tarea de literatura, naturales, música, contabilidad y economía—cuenta revisando su mochila.

—. Así y que pasa—cuestiono frenando suavemente delante de otra escuela, donde los estudiantes infantiles salían corriendo.

—. Yo… necesito de su ayuda porque no entiendo estos ejercicios—exclama pasándome un fotocopia llena de ejercicios de registros contables y de descuento e intereses. Un tema completamente avanzado para un chico de 11 años; —. Usted entiende estas cosas, no?

Sonrío y asiento, ante tal afirmación él suspira aliviadamente, recostándose.

—. Menos mal por un momento pensé que…

—. Yo no iba a saber de estas cosas? —concluí su oración, Kai asiente.

—. Si eso jajaja.

Carcajeo y continúo conduciendo.

—. Estas cosas son sencillas para mi Kai, si tienes algún problema referido a la matemáticas, contabilidad o economía no dudes en decírmelo yo con mucho gusto te voy a ayudar—expreso acicalando su lacia cabellera roja, él ríe.

—. De acuerdo pero… me da algo de pena pedirle estas cosas—confiesa avergonzadamente.

—. Kai escucha ahora vives con nosotros es decir conmigo, Roy, Axel, Aurora y Draven, no tiene por qué darte pena el pedirme estas cosas. Sabes perfectamente que todos te vamos a dar una mano mi pequeño angelito— prorrumpo mirándolo, sus mejillas se coloran y sonríe; —. Ahora llevas mi apellido como el apellido de Roy y eso te convierte en mi hijo a partir de este momento.

—. Lo dice enserio — expresa observándome feliz, asiento.

—. Sí y dentro de la guantera hay algo que confirmara tu puesto en la familia — revelo apuntando a dicho lugar.

—. Aquí —apunta él, asiento. Kai lo abre dejando al descubierto un papel, lo coge y lee. Luego de unos segundos dos gotas de agua caen por su rostro finalizando en su camisa escolar.

—. Te gusta —cuestiono limpiando el agua salada de sus mejillas, asiente y me abraza fuertemente.

—. Muchas gracias… señor Jason — masculla besándome en la cara.

—. De nada ahora… me puedes soltar —declaro mirando el semáforo el cual ya dio el pase para que siga adelante.

—. Oh lo siento —murmura soltándome, se acomoda y vuelve a revisar el papel.

Después de tres largos meses de espera, con la ayuda de Casandra y Farrell pudimos reafirmar la nueva acta de identidad del pequeño pelirrojo denotando su nuevo apellido.

—. Robinson-Farrell, Kaito —recita el acta con felicidad el pelirrojo, sonrío; —. Esto…esto es lo más hermoso que alguien ha hecho por mí —exterioriza limpiándose las lágrimas.

—. ¿Enserio? Uau jajaja.

Ambos reímos y dejamos que la música metalera de Farrell sonara en todo el coche mientras marchábamos a casa. Que nunca nadie ha hecho algo así por él quien lo hubiese imaginado bueno viviendo en un lugar tan desagradable como ese orfanatorio decadente nadie es capaz de hacer algo gentil como eso.

—. Y bien que tienes que hacer para literatura hijo —pregunto, él revisa su mochila y saca tres libros medianos.

—. Tengo que leer estas tres novelas y hacer un informe sobre lo leído.

Agarro los libros y examino. El escorpión y la rana, 7 Minutos para la medianoche y Los ojos del perro siberiano son los títulos de dichas novelas.

—. Estas novelas yo ya las leí hace mucho tiempo, me… sé exactamente las tramas de estas novelas —confieso entregándole los libros.

—. De verdad —asiento; —. Valla, yo tengo que leerlas los tres para mañana y hacer los resúmenes aparte tengo que hacer lo de matemática y contabilidad…ah, mierda ahora también recuerdo que debo terminar mi maqueta y practicar estas notas con la guitarras pero tengo un problema no tengo una guitarra para poder ensayarlo, mierda como lo are…

Protestaba mi pequeño pelirrojo husmeando su mochila, sonrío y prosigo acercándome al puente que conectaba Gardenia con San Fernando.

—. Oye ya cálmate.

—. Cómo quieres que me calme si tengo muchas cosas que hacer para mañana y no sé cómo terminarlas aparte tengo que conseguir una guitarra y no sé dónde voy a sacarla.

—. Oye, oye basta no te mortifiques —digo acariciando su cabeza; —. Hace rato te dije que todos te vamos a ayudar con respecto a tus problemas con la escuela, estamos? —él asiente.

—. Pero…

—. Nada de peros ahora haremos esto, yo te voy ayudar con tus trabajos de matemáticas, contabilidad y lengua y con respecto a tu maqueta creo que Draven te podrá ayudar — dicto traspasando el puente.

—. Enserio —asiento; —. Okey pero que hay de música, donde vamos a conseguir la guitarra —cuestiona jugando con sus manos.

—. De eso no te preocupes, conozco alguien quien tiene una guitarra —confieso, él sonríe y entusiasmado grita.

—. ¡¡De verdad!!

—. Shhh —silencie; —. No grites que me dejaras sordo enano.

—. Lo siento —se disculpa.

—. No te preocupes cuando se trata de cosas sencillas debes dejármelas a mí, estamos —Kai vuelve a asentir.

—. Gracias… papá.

Sonrío.

—. No hay de que pequeño.

Miro para el frente oteando el camino, el silencio nos envolvió a ambos mientras la camioneta continuaba tragando kilómetros de aquella imperiosa cinta gris el cual nos llevaba a casa. Ansió poder volver ya a casa y acostarme a hacer cucharita con Roy, poder besar y recorrer cada tramo de su aterciopelada piel con mis manos.

[…..]

—. Me alegro al fin conocerte Roy —dice amablemente una mujer de tez pálida, cabellos castaños y ojos verdes. Tenía puesto una camisa rosada abierta mostrando la remera blanca que tenía debajo, una larga falda verde con lunares atado con un cinturón y sobre los pies tenía unos zapatos plateados; —. Mis hijos me han contado mucho de ti —comenta sonriendo.

¿Sus hijos? Un momento su rostro, ese rostro se me hace muy familiar… Oh por dios, dime que esto no puede ser cierto. Es… e-es la madre de Jason.

—. Disculpe pero usted es —ella asiente; —. Uau yo….

Ella sonríe al igual que su acompañante la cual recuerdo perfectamente quien es.

—. Nos permites pasar querido —pide gentilmente la señora Robinson.

—. Ahh… sí, si claro pasen, por favor—expreso abriendo la puerta, ella sonríe y despacio entra seguido por Melody.

—. Permiso —murmuran las dos entrando a la casa.

—. Pasen y siéntanse cómodas por favor — articulo cerrando la puerta; —. Disculpen por estas fachas y por el bochinche, pero es que estaba limpiando y jugando a la vez con mi bebe —declare quitándome el delantal.

Me acerco al reproductor y bajo el volumen ya que estaba extremadamente fuerte.

—. No te preocupes Roy —exclama la rubia; —. Y dime dónde está mi hermano —pregunta mirando por todas partes.

Sonrío.

—. Por el momento Jason no se encuentra ya que está trabajando pero no tardara en venir—contesto sentándome en el sillón, en eso Axel ingresa al living sin remera junto con logan.

—. Y este pequeño hermoso, ¿Quién es? —inquiere mirando a mi hijo, sonrío y lo cargo.

—. Él es Axel, es mi bebe.

Ambas mujeres sonríen.

—. Es muy lindo —glosa encantada la chica rubia.

—. Es un poco parecido a ti o me equivoco?

Sonrio y asiento.

—. Exacto se parece a mí cuando tenía su edad — afirmo acariciando a mi copia infantil.

—. Papi, ¿quiénes son ellas? —curiosea Axel viendo a las mujeres.

—. No lo sé hijito, yo también quiero saber.

Madre e hija ríen.

—. Como, Jason acaso nunca les conto sobre nosotras —indaga la rubia. Niego, aunque si sabía perfectamente quienes eran; —. Seguro —vuelvo a asentir; —. Qué clase de hijo criaste mamá.

Río y deposito a Axel en el suelo.

—. Tu eres Melody, me acuerdo exactamente de ti —digo mirando a la chica, esta sonríe; —. Y usted es Morgana Castañeda.

—. Asique sabes perfectamente quienes somos.

Asiento.

—. Así es, Axel —él voltea; —. Ella es tu abuela y ella tu tía, salúdalas hijo— declaro, Axel vira hacia las mujeres y sonriendo se acerca a ellas.

—. Hola —saluda extendiendo su manito a Melody.

—. Ohhh que lindo eres —expresa Melody apapachándolo cariñosamente, Axel ríe y corresponde al cariño.

—. Gracias —murmura mirando detenidamente a la rubia.

—. Cuantos años tiene—pregunta mi suegra acariciando al pequeño.

—. Tiene dos años—contesto; —Disculpen pero, les gustaría beber algo.

Ambas asienten.

—. Café o té o jugo.

—. Jugo—responden al mismo tiempo las mujeres. Sonrío y camino hacia la cocina a servir dicho brebaje.

No puedo creerlo la madre de Jason está aquí al igual que su hermana, esto es tan insólito e increíble. Pero porque Jay no me aviso hoy que ambas vendrían a visitarnos. Oh Jason, el hermoso golpe que te espera cuando vuelvas a casa.

[…..]

—. Ah ya veo entonces a eso se refiere el título de la novela verdad? —cuestiona interesado Kai. Asiento.

—. Exacto a decir verdad 7 minutos para la medianoche se refiere al reloj del apocalipsis

—. ¿Reloj del apocalipsis?

Vuelvo asentir.

—. Es decir que tan cerca del extermino estamos; —la expresión de su cara cambia a asustado; —. Los científicos crearon eso para algo que tenga que ver sobre las armas nucleares o algo así no me acuerdo pero a lo que se refiere realmente es que… va yo que se a decir verdad es un porquería ese libro, no tiene ninguna trama interesante—concluyo doblando la esquina.

Ambos reímos y llegamos a la casa.

—. Oye papá dime de quién es ese auto—pregunta apuntando a un Audi negro que estaba estacionado delante de la casa. Ese auto se me hace muy familiar.

—. Mmm no lo sé pero algo se me hace que Farrell tiene visitas—argumento  entrando al garaje.

Bajamos de la camioneta y salimos de  la cochera.

—. Señor Jason—me llaman, esa voz, volteo y observo a mi antiguo chofer.

—. Travis—exclamo abrazándolo, sonríe y corresponde a mi afecto; —. ¿Cómo has estado amigo? hace tiempo que no te veía.

—He estado muy bien señor y lo mismo digo, ha cambiado mucho desde la última vez que nos vimos.

Sonrío y volteo a ver hacia mi antiguo transporte.

—Traje a la señora y a su hermana, señor. Espero que no se moleste—dice inclinándose. Sonrío y niego.

—Para nada, ven pasa—llamo; —Seguramente debes de estar sediento.

—No descuide la señora me dijo que…

—Olvida lo que mi madre te haya dicho, no quiero que te quedes aquí solo esperando. Vamos adentro a beber algo—opino empujándolo. Ríe y entra forzadamente a la casa junto a mí y Kai.

 Ya dentro oímos voces y risas que provenían del living, caminamos y hay estaban. Mi madre, mi molestosa hermana, mi dulce Roy y mis hijos quienes carcajeaban estrepitosamente.

—Ya me parecía raro que hubiese ese olor a jazmines—comento asiendo contar mi presencia en la sala, todos voltean.

—Papi—gritan los gemelos corriendo hacia mí.

—Hola mis cachorros—expreso cargando a los dos; — ¿Cómo están?

Los mellizos sonríen.

—Mira papi, vino la abuela a visitarnos—glosa Aurora apuntado a mi madre. Sonrío.

—Lo sé hija, hubiese puesto agua bendita en la entrada para espantar a las brujas, no lo crees?

Los niños y Farrell ríen.

—Ja, ja, ja muy gracioso Jason—exclama sarcásticamente mi hermana; —Mamá mira como nos trata este nabo, nos dijo brujas a los dos.

Mi madre ríe y voltea verme.

—Yo hubiese traído un cascanueces así te cortaba esas dos cosas que se te cuelga hay abajo hijo.

—Si quiere yo con mucho gusto le doy suegra, pero eso si me deja participar también a mí—suelta Farrell, mi madre voltea y sonríe.

—Claro eso sería maravilloso.

—Gracias Farrell pero en vez de iniciar conmigo porque no empezamos con vos después de todo, tú casi no las usas.

Él ríe.

—Mira Jason no es para que te ofendas pero tus cositas junto con tu sardinita ya hace mucho tiempo que no sales de la latita —Mi madre, Melody, Travis, y Kaito carcajean; —Debe estar ya como media rancia, yo que vos la corto y se la doy a logan aunque pensándolo bien no quiero que mates a nuestra única mascota con tu mísera jajaja.

—Quédate tranquilo cariño que él único que come esta cosas y que le encanta comerlas, eres tú asique silencio—él ríe y me saca la lengua.

Bajo a los niños y me acerco a mi mamá, ella se levanta y me saluda.

—Hola ma, me alegro el poder volver a verte—murmuro abrazándola despacio.

—Lo mismo digo pero—se aparta y me observa de pies a cabeza; —Te ves súper distinto, tienes más músculos que antes y estas más grandote.

—Si lo sé, eso es por el gimnasio y la comida saludable que me suministra Farrell  todos los días.

—Me parece bien—voltea a ver a Travis; — ¿Travis?

—Descuida mamá yo le dije que entrara y bebiera algo—Me acerco a él; — Como puedes ser tan cruel en dejarlo haya fuera solo sin un poco de agua—exclamo abrazando al hombre.

—Bueno es para que cuidara el coche de los delincuentes.

—De eso no tiene de que preocuparse—declara Roy atándose su larga y lacia cabellera negra; —Conozco a la perfección este barrio, aquí no hay delincuentes va los hay pero ellos hacen sus fechorías en las afuera y no aquí, aparte todos me conocen y dudo que hagan algo como eso.

—Estás seguro —comenta dubitativa mi madre. Roy asiente.

—Cien por ciento seguro señora Castañeda—mi madre sonríe.

—No me llames así solo llámame Morgana, querido—mi ojiazul asiente y voltea observándome. Me guiña un ojo y me fulmina con una miradita llena de travesura y lujuria haciendo que me sonrojara a full; —Jay, te encuentras bien hijo—pregunta preocupada mi madre mirándome.

—Eh… sí, sí, ehhh amor puedo hablar contigo un segundito en privado—ordeno apuntando  hacia la cocina.

—Claro—dice levantándose.

—Ehh… Travis siéntate amigo enseguida te traigo un poco de jugo—él asiente.

Ingreso al comedor y espero a Farrell quien después de unos segundos entra tranquilamente meneando de un lado para otro su cabello.

—Que pasa Jay—me pregunta un tanto rijoso, gruño y despacio la acorralo contra la pared sujetando sus muñecas.

—Que estas tramando mocoso.

Él ríe.

—Yo no estoy tramando nada Jason y tú— pregunta mordiéndose el labio inferior. Sonrío y arreglo su flequillo dejando al descubierto su frente.

En estos tres meses el cabello de Roy ha crecido constantemente hasta por encima de sus nalgas. Me acuerdo que una vez le pregunte el por qué no se quería cortar y él simplemente me respondió;  “Pues quiero recuperar mi antiguo estilo, es decir volver a tener esas melenas traviesas menearse de un lado para otro dándome una pinta rebelde y sexy”. ¿Rebelde y sexy? Jajaja no hay necesidad de que te dejes crecer el cabello Farrell para mí siempre serás súper sexy y candente.

—Si no estuviese mi madre y mi hermana te arrancaría todo estos trapos y te montaría ahora Farrell —susurre mordisqueando su oreja. Él gime.

—Ummm eso me hubiese encantado Jason —gimotea acariciándome la cara; —Dame un Kiko.

—Si eso es lo que quieres mi lobito—murmuro mirándolo fijamente.

Ríe y acerca su rostro al mío ofreciéndome con anhelos un cálido beso que se intensifico y profundizo, haciendo que mi corazón se acelerara acuciosamente. Lo empujo suavemente contra la mesada y sigo besándolo desenfrenadamente sintiendo como ambos comenzábamos a excitarnos rápidamente. Él baja su mano hasta nuestros miembros ya despiertos y empieza a sobajearlo lentamente por encima de nuestros pantalones.

—Coff…coff… coff.

Nos separamos y con el rostro completamente rojo, volteamos en dirección de la puerta donde estaba una maldita Melody cruzada de brazos mirándonos humorísticamente.

—Perdón que los interrumpa muchachos pero — nos hace un gesto para que nos acercáramos; —Ohh, primero lávense las caras para apaciguar un poco sus erecciones y luego vengan, estamos—avergonzados asentimos. Sonríe; —Okey, mientras ustedes se serenan yo llevare esto— exclama llevando un jarra de jugo y tres vasos hacia el living dejándonos solo a los dos con nuestras vergas duras bajo nuestros pantalones.

—Jajaja que vergonzoso—exclama escondiéndose en mis pectorales, sonrío.

—Voy a matar a esa entrometida.

Él ríe y se acerca a mí.

—Tú eres igual a ella, Jay—declara besándome en la cara.

—A qué te refieres, Farrell? —vuelve a reírse y abandona la cocina; —Ehh?

Me encojó de hombros y verifico si el gran Jason ya se durmió. La dureza y presión que sentía en mis partes bajas desapareció por completo eso significa que se fue a dormir. Perfecto.

Suspiro y aliviado salgo al living donde vi a mi madre charlando con Farrell mientras que Kai, Aurora y Axel jugaban con Melody y Travis.

— ¿Jason? —me llama mi madre, volteo; —Ven hijo.

Me acerco a ellos.

—Que pasa—cuestione abrazando a Roy; —Sucede algo malo?

Mi azabache niega y voltea hacia los niños. La mirada de Farrell era un poco distante y fría.

—Esta noche quiero que lleves a Farrell a la casa—declara mi madre mirando su bolso. Crispo los ojos. ¿Llevar a Farrell a la boca del lobo?

—Para qué si se puede saber.

Ella sonríe.

—Creo que tenemos de asuntos importantes de que hablar tú, yo, tu padre junto a alguien muy especial—responde clavando sus fieros ojos aceitunados en mí.

— ¿De qué?

— ¿Tú sabes bien hijo a lo que me refiero, asique los espero a ambos a las nueve de la noche, estamos?

Frunzo el ceño.

—No.

— ¿Qué?

—Que no, yo no…

—Jay —volteo; —Tranquilo, está bien.

—Pero Farrell.

—Descuide iremos los dos, quédese tranquila.

Mi madre sonríe y se acerca a Melody, le susurra algo.

—Okey—dice mirándome, sonríe; —Bueno niños fue un gran gusto conocerlos, mañana vendremos otra vez, okey?

Los niños consienten y la abrazan.

—Bueno hijo nos vamos, nos veremos esta noche —murmura caminando hacia la entrada junto a Travis.

—Bueno Jas cuídate y nos vemos en la cena —exclama abrazándome; —No te preocupes hermanito todo va estar bien, mamá y yo no lo vamos a permitir —me susurra, se aleja y se despide de Roy y luego camina hacia afuera.

Que mierda quiso decir con eso y porque Roy está completamente serio. Todos salimos a fuera y nos despedimos de mi mamá, Melody y Travis.

—Jason —cuchichea Roy, volteo. Estaba triste; —No.

—No ¿qué?

Niega y voltea a ver hacia el Audi negro el cual se perdía en el horizonte.

—Roy ¿qué sucede? Que fue lo que te dijo mi madre

Suspira y forzadamente sonríe.

—Vamos a dentro niños —decreta. Los peques asienten y corren al interior de la casa dejándome a mí solo en pórtico. Que fue lo que paso ahí dentro, ¿Por qué Farrell esta triste? Y ¿Qué quiso decir Melody con que no lo va a permitir? Ohh ahora caigo. Ya me cayó la ficha.

[…..]

—Muchas gracias, Casandra —digo abrazándola. Ella sonríe y corresponde a mi cariño.

—No tienes por qué agradecerme Roy yo siempre voy a estar a tu disposición — declara; —Sabes, te deseo lo mejor de la suerte —murmura arreglándome el cuello de mi camisa. Asiento y volteo a ver hacia los niños, quienes estaban mirando la televisión.

—Oye Casandra.

—Sí, dime.

Suspiro.

—Tú… tú sabias más o menos sobre la situación de Jay.

Ella asiente.

—Así es —sopla y arregla mi flequillo rebelde; —Sabes de todas las personas con quien anduvo Jason, tú eres él que más tiempo estuvo en cada momento y yo quiero decirte que él jamás te va a dejar ni aunque su padre le esté apuntando con un arma, él te ama y yo sé que tú también lo amas.

—Lo sé, aunque —vuelvo a suspirar; —Jason es el mejor hombre que he conocido y tengo miedo de perderlo.

—No debes pensar en esas cosas Roy, él no te va a dejar nunca y más ahora que le diste esto — musita mirando a los niños. Sonrío; —Tranquilo.

Consiento en eso Jason se acerca arreglándose la manga del saco. Las ropas formales de tinte oscuro se le asientan muy pero muy bien a su cuerpo resaltando el tono de su piel y de sus ojos.

Tenía puesto saco cerúleo con líneas blancas que hacia juego con su pantalón azul marino, unas camisas añil y una corbata gris. Su cabello lo tiene corto con el copete hacia la derecha y su rostro bien refinado, absolutamente afeitado.

—Uau—declara boquiabierta Casandra observando detenidamente a mi novio; —Rrr, Jason te vez… delicioso —expresa relamiéndose los labios.

—Atrás bruja él es mío y de nadie más —berreo abrazando a Jason.

Ambos ríen.

—Calma Farrell, yo estoy felizmente casada — expone mostrándome el anillo dorado que descansaba en su dedo. Sonrío; —Muy bien caballeros les deseo lo mejor y diviértanse aunque pensándolo bien, más que divertirse cuídense mutuamente.

—Lo sé Casandra y tú también —exclama apoyando sus manos en mi hombro; —Cuida a mis bebes, por favor.

—Jason no seas torpe quieres.

Ambos sonríen y voltean a verme.

— ¿Qué bien te ves cariño? —me sonrojo.

—El cabello largo hace que se vea más atractivo y más con ese atuendo, me dan ganas de formar un trio con los dos  ahora—comenta la rubia. Carcajeo.

Mi vestuario consistía en una camisa blanco cascaron adornado con una corbata azul por encima un chaleco con cierre y por debajo un pantalón neutro y para concluir mis adorables e inseparables John Foos. Mi cabello lo tenía absolutamente suelto la mayoría de el por detrás de las orejas pero algunos mechones por delante en los cuales esas mechas estaban bien lisas.

—Muy bien andando ya van a hacer las nueve y todavía seguimos dando vuelta en la casa — concreto entrando al living. Los niños voltean y Kai seguido por Draven me silban de forma coqueta.

—Uau Roy estas que arde —declara moviendo de arriba abajo sus cejas, sonrío.

—Gracias Draven, bien nosotros queríamos decirles que ya nos vamos.

—Exacto no hagan  caso a Casandra, pórtense mal y pueden ir a dormir a la hora que quieran —bromea Jason agachándose hasta la altura de los jóvenes. Estos gritan y saltan.

—Jason!! — le grito; —No hagan caso lo que les dice su padre bueno hagan todo lo opuesto a lo que dijo él, estamos?

—Ahhh.

—Nada Ahhh, si me llego a enterar de que cometieron  alguna travesura los castigare a los cuatro, estamos —todos asienten; —Bueno dulces sueños y pórtense bien los cuatro, los amo.

—Nosotros también papi —responde conjuntamente los niños.

—Vamos Jason.

Él asiente y agarra las llaves de la 4x4. Salimos afuera contemplando el cielo oscuro rodeado de estrellas y la enorme luna llena. Entramos en la Suzuki roja y partimos rumbo hacia la magnífica y pomposa mansión de los Robinson.

Cogemos la interestatal 1O a toda velocidad en silencio. El estado de ánimo de Jason es casi perceptible y parece cambiar; su buen humor se disipa poco a poco cuando tomamos rumbo al oeste. Lo veo pensativo, mirando por el parabrisas, y soy consciente de que se aleja de mí. ¿Qué estará pensando? No se lo puedo preguntar.

 En el camino no he dejado de pensar en las palabras que me dijo la madre de Jay. “Tú eres el chico indicado para estar al lado de mi hijo pero, debes saber que hay algo que va interferir con su relación”. Durante toda la tarde, esas palabras me han martillado en la cabeza generándome angustia y preocupación. ¿Algo que va interferir con nuestra relación? ¿Qué quiso decir con eso? En eso otra cosa se me viene a la mente. “Se te advirtió, no te queda más tiempo, si no quieres que Jason te lastime debes alejarte de él lo más pronto posible”  ¿lastimarme? “Sí que sabes elegir muy bien a tu pareja Jason, pero lástima que este pobre chico está destinado a sufrir estando a tu lado”… “Muchacho te recomiendo que te alejes de él, este hombre ya tiene su destino escrito y tú solo interfieres” Destino escrito, interferir. ¿Qué quera significar todo eso?

Mis reflexiones intrínsecas no me animan mucho. Miro por la ventanilla y el paisaje ha cambiado. Cruzamos uno de los puentes, rodeados de una recóndita oscuridad. La noche opaca refleja mi estado de ánimo anímico, circunvalándome, ahorcándome.

—. Roy, ¿estás bien mi amor?—pregunta, me sobre salto y volteo a verlo; —. ¿Qué sucede, te duele algo?

Niego y volteo a ver hacia el vidrio.

—. No Jay estoy bien—viro y sonriendo digo; —. Tranquilo solo estoy algo nervioso.

—. Okey—susurra adentrándonos a toda velocidad en la noche con rumbo al distrito 17 de gardenia.

—. Y asustado—susurro entre dientes.

El transcurso de nuestra casa a la mansión de Jason duro aproximadamente quince minutos. Quince minutos de inquietud para mí. Tranquilo Roy, todo va estar bien, calma dice mi conciencia;  solo respira y exhala que todo va ir de maravilla. Sonrío y giro observando la enorme galga asfáltica de la carretera.

Son las nueve y cuarto cuando la Suzuki gira por el camino de entrada a una gran mansión de estilo gótico. Sorprendente, hasta las rosas que rodean la entrada.

Siempre pensé que la residencia donde vivía Jas no sería tan grande pero valla que me equivoque es extremadamente gigantesca; el terreno debía medir más o menos tres canchas de futbol o más. El largo camino que conectaba la mansión con la avenida estaba decorado con una hilera de floraciones de cerezo en ambas partes, delante de esta floresta había una gran fuente bien iluminada y decorada con jazmines y magnolias.

—Bien llegamos al infierno—murmura Jason apagando el coche. 

Asiento y abro la puerta pero antes de que salga, él me detiene.

— ¿Estás seguro de esto? —Me pregunta Jay observando la imponente puerta principal.

¿Qué si estoy seguro? Bonita pregunta Robinson, la respuesta es súper difícil. Yo realmente no quiero entrar pero tu madre nos pidió cara a cara que fuéramos.

—Y bien—insiste, suspiro y volteo a ver la casa. Una extraña sensación recorre mi columna vertebral generándome algo de escalofríos acompañado al pánico y a la inseguridad.

 Asiento con la cabeza y él me aprieta la mano otra vez para tranquilizarme.

—Si Jason, entremos—respondo saliendo. Respiro hondo tragando el dulce aroma de la hierba recién podada y la del rocío nocturno.

—Ven—dice.

Cierro la puerta y oigo el sonido de los seguros trancarse seguido por el de la alarma. Caminamos hacia la puerta donde al pisar el porche otra ola de pánico vuelve a azotarme.

—Acaso te estas mordiendo el labio Farrell?

Me sonrojo e inconscientemente comienzo a empapar mi camisa con mi sudor, una línea de agua salada baja por mi cara y desemboca en mi chaleco. Tengo miedo, ciento que si entro ahí algo malo va a suceder.

—Jason—lo llamo, él voltea; —Yo… yo, tengo miedo.

Él agarra mis manos y las besa.

—Tranquilo cariño no voy a dejar que nadie te haga daño aparte ya llegamos hasta aquí, ya no hay marcha atrás— declara besándome en los labios.

—Lo sé —musito.

—Calma —asiento y volvemos a caminar parándonos delante la puerta; — Voy a tocar timbre —dice, vuelvo a afirmar. Sonríe y estira su mano hasta el pequeño botón pero antes que lo presionara la puerta se abre suavemente.

La señora Castañeda nos espera en la puerta. Llevaba puesto un hermoso vestido color verde brillante acompañado con un lavanda por el escote, unos tacones morado oscuro y brazalete dorados en ambas muñecas dándole un aire refinada y espurios. Detrás de ella está el señor Robinson. Alto, castaño y tan guapo a su manera como Jason.

—Roy, ya conoces a mi madre, Morgana. Este es mi padre Carlos.

—Señor Robinson, es un placer conocerlo.

Sonrío y le estrecho la mano que me tiende de manera abrupta y hostil.

—El placer es mío—dice apretando los dientes. Su expresión era de aborrecimiento y furia. Creo que no le caigo bien.

Suelta mi mano y voltea a ver a Jason.

—Esperaba más de ti hijo—dice largándose hacia las escalera.

¿Qué quiso decir con eso?

—Púdrete—dice a regañadientes Jay. Lógico no le caí bien al padre de Jason. Maldición.

Triste bajo la cabeza y apretó los labios.

—No le hagas caso, es solo un imbécil—murmura Jay asiendo mi rostro —. Solo ignóralo—sonrío y asiento

—. Tranquilo Roy, todo está bien—murmura Morgana.

Sus ojos verdes son dulces y cariñosos.

—. Por cierto me alegra que estén aquí— mi suegra me envuelve en un cálido abrazo—. Pasen, que la cena ya se va a servir.

Entramos al interior y quizás sea impresión mía pero se puede percibir el aire como frío y hostil en todo el lugar.

Observo detenidamente el enorme vestíbulo, el suelo es de madera delicada y moquetas antediluvianas, con una escalera de caracol que lleva al segundo piso.

—. Hola, cariño —dice mientras besa a Jason en ambas mejillas.

Él le sonríe cariñoso.

Nos dirigimos al salón de la estancia súper vasta, decorada con gusto en tonos crema, gris y celeste claro, cómoda, discreta y con mucho estilo. Melody y un chico muy guapo están acurrucados en un sofá, con sendas copas de champaña en las manos. Melody se levanta como un resorte para abrazarme.

—. ¡Hola, Roy! —saluda entusiasmada Melody —. Hola hermano —le saluda, con un gesto cortés de la cabeza.

—. Hola Amaya —la saluda Jason igual de sensato.

Volteamos a ver al chico, moreno, ojo avellano y atlético. Debe ser de mi edad.

—. Él es Trevor Knight, mi novio— dice mirando encantada al morocho; —. Amor, él es mi hermano Jason y su novio Roy— nos presenta.

Los tres sonreímos y cálidamente estrechamos nuestras manos.

—. Es un placer conocerlos— expresa con voz gruesa y elegante Trevor.

—. El placer es nuestro—respondo soltando su agarre.

—. Asique novios ¿eh? —exclama Jay mirando a su hermana, esta se sonroja y asiente.

—. Así es— responde el moreno asiendo la mano de Melody.

—. Bien por ustedes— suelta.

Jason se sitúa a mi lado y me pasa el brazo por la cintura. Me pone la mano en la cadera y, extendiendo los dedos, me atrae hacia sí. Todos nos miran.

—. Que lindos se ven los dos— murmura agasajada. Sonreímos.

—. La cena ya está casi lista— comenta Morgana apareciendo al lado de un hombre cuya mirada seria se clava en mí y en Jas —. Por cierto hay alguien quien quiere volver a verte hijo.

¿Alguien quién quiere volver a verte? Me pregunto quién será.

—. Ven pasa querida— llama a alguien, la puerta se abre mostrando a una chica pelirroja, ojos celestes, y curvilínea. Tenía puesto una blusa rosada encima una chaqueta celeste, falda rosada oscura atada con un cinturón morado y zapatos celestes; —. ¿Te acuerdas de ella hijo?

Jay frunce los ojos.

—. ¿Matilda? —dice. La mencionada sonríe y asiente.

—. Hola Jason, me alegro volver a verte.

—. Lo mismo digo— contesta soltándome, ambos se abrazan fuerte y cariñosamente, causándome un poco de celos; —. Como has estado.

—. Bien, bastante bien. Dentro de muy poco voy a terminar mis estudios y tú, ¿Cómo te ha ido?

—. Pues bien también, trabajar y no hacer otra cosa que estar con mi familia—declara observándome, sonrojado volteo a ver hacia la pequeña mesa del living; —. Farrell ella es Matilda, una vieja amiga mía.

Se nota que son amigos por la forma que se abrazan y se besan. Me hace recordar a alguien, dice mi subconsciente sentado en posición de loto. Déjame.

—. Es un gusto—digo extendiendo mi mano, ella sonríe y la estrecha.

—. Lo mismo digo—responde estirando el rictus.

—. La cena esta lista— anuncia molesto el señor Robinson.

Todos asentimos. Melody y Trevor salen de la habitación detrás del señor Robinson y de Matilda. Yo me dispongo a seguirlos, pero Jason me agarra de la mano y me para en seco.

—.Quiero que tengas cuidado Farrell— me advierte.

—. Pero de qué.

—. Solo ten cuidado, estamos?

Asiento y entramos al comedor donde una lámpara de araña de cristal cuelga sobre la mesa de madera noble y en la pared hay un inmenso cuadro cincelado y muy amueblado. La mesa está puesta con un mantel de tela lavanda y una escudilla con rosas de colores rojos y amarillos en el centro. Precioso.

—. Ven siéntate conmigo— ordena estirándome hacía el lado izquierdo de la mesa. Obedezco y me siento a su lado, enfrente de nosotros estaba Melody y Trevor sonriéndose, se ve que se aman. Al lado del padre de Jay quien se encontraba sentado en la cabecera estaba Matilda y junto a nosotros estaba Morgana.

  —.Bien que entre la comida— grita la señora Robinson. De la puerta que estaba detrás de nosotros varios hombres vestidos de blanco ingresan cargando charolas de comidas. Las depositan en la mesa y caminan devuelta hacia la cocina.

—. Bon apetite— dice el chef siguiendo a sus ayudantes.

—. Bueno que esperamos a comer — decreta Melody relamiéndose los labios, en eso el otro hermano de Jason ingresa, con la misma expresión en su estúpida cara; —. Oh no pero miren quien es.

—. Cierra la bocaaaa — dice arrastrando la A cuando en eso voltea a verme junto a Jason. La expresión seria cambia a boquiabierta; —.Vaya y este milagro. Farrell.

—. Hola— saludo de mala gana a mi jefe.

—. Oh y no está solo— voltea a ver a Jas; —. Hola hermanito.

Jason le responde con gruñido.

Jack sonríe y se acerca  lentamente a la mesa sin quitar aun la maldita expresión de su cara estúpida.

—.Y cómo has estado Roger.

—.Ya te dije que me llamo Roy no Roger, idiota— desentono apretando mis pantalones.

—.Ten cuidado con lo que dices Farrell, recuerda que soy tu jefe.

—. ¿Jefe? ¡Cómo que tu jefe! — inquiere intrigado Jay.

—. ¿Cómo? Nunca se lo dijiste Farrell jajaja. Qué bárbaro, que clase de pareja eres.

Gruño.

—. A ti que puta te importa infeliz.

—. Farrell que te acabe de decir en la forma que me tratas, soy tu jefe.

—. Sí, lamentablemente pero—. Sonrío; —. Eso muy pronto va a acabar.

El Robinson mayor tuerce la ceja.

—. ¿Cómo que eso muy pronto va a acabar?

—. Pues— bebo un poco de agua y aclaro mi garganta; —. Hace una semana atrás recibí unos llamados de viejos compañeros de la facultad.

—. Valla asique fuiste a la facultad, ¿Qué extraño? — suelta sarcásticamente el señor Carlos metiéndose en la conversación.

Cierros los ojos y libero un gran bufido.

—. Como te estaba diciendo recibí unas llamadas de viejos colegas de la facultad diciéndome que necesitaban trabajadores para una estación de radio y para una televisora.

—. Y tú… que le dijiste.

—. Pues— vuelvo a beber el agua; —. Pues dije que sí, claro.

El frunce el ceño y se cruza de brazos. Creo que no le gusto la propuesta que le dije, me da igual. Idiota.

—. Para serte sincero yo te quería decir esto en privado el día de hoy pero no pude ya que— volteo a ver a Melody; —. Tuve visitas asique ahora que tengo la oportunidad de verte, te lo diré personalmente delante de todos— me pongo de pie y con voz autoritaria suelto; —. Renuncio.

Él crispa los ojos al igual que los demás.

—. Al fin tus malditos días de andar acosándome se acabaron Jack.

—. ¡¿A-acosarte?! — Balbucea sorprendido y furioso Jason. Ups! Creo que hable de más.

—. Como que, acosarte— cuestiona mirándome con los ojos cargado de ira.

Carajo, creo que metí la pata en grande bueno tarde o temprano Jason tenía que saberlo no podía seguir ocultándolo aunque Jack nunca me intimido sino solo hablo conmigo de una manera tan convencional. Furioso vira clavando sus fieros ojos castaños en Jack quien tenía la misma mirada pero enfilada en mí. Creo que la cena no va a terminar bien que digamos.

Notas finales:

Y que les pareció, horrible cierto? Bueno si les gusto o no comenten cualquier cosa (menos groserías, claro). En fin adiós y púdranse XD.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).