Mi amado Sumiso.
Como era de esperarse, volví en extremo cansado de la oficina, no puedo negar que llevar mi trabajo como dueño de la empresa más grande de Konoha, que es Uzumaki's inc. Es sencillamente agotador. Desde que mi papá murió no m ha quedado mas que seguir adelante y todo ese cuento de que yo era el JR de papá se acabo. En esa época podía hacer lo que quisiera y cuando quisiera. Aunque ser el dueño de todo trae grandes beneficios.
Avente mis cosas en el sofá de mi despacho, a pesar de que ya había salido de la oficina tenía que seguir haciendo cotizaciones para las empresas extranjeras sobre nuestra maquinaria para la producción de piezas de autos, mas aparte solucionar el problema de plagas que tenía nuestro viñedo en París, dándole también importancia a la demanda de exportaciones sobre nuestros nuevos celulares que han resultado todo un éxito.
-Siento que cada día me vuelvo mas viejo. -Saque mi computadora y comencé a enviar los emails pendientes a mis asesores, contadores, proveedores, etc.
-Apenas tienes vipeinticinco Usuratonkachi. -Era Sasuke, quien me miraba desde la entrada de mi despacho. -¿Mucho trabajo?
-Creí que ya estabas dormido, son las 11 de la noche. -Mire el reloj digital de mi muñeca. -Deberías estar durmiendo, sabes que no puedes estar fuera de la cama a estas horas.
-No debería, pero tu me obligas a ello. -Se acercó hasta mi escritorio y se sentó en una silla donde mis clientes suelen sentarse. -Me siento solo.
Es peculiar ver a Sasuke aquí, si últimamente he estado muy ocupado y no he podido ponerle atención, es un poco difícil tener la vida del dueño de una empresa multimillonaria y de amo también.
La relación que tenemos Sasuke y yo va mas a allá de los novios comunes, lo conozco desde que tenemos trece años, desde ese entonces a mi, me da la manía por manipular todo lo que haga y deje de hacer Sasuke, me inquietaba cuando hacia cosas a mis espaldas, o como el simple hecho de que tuviera amigos que yo no aprobara, llegaba hasta controlar lo que comiera y siempre vigilaba que hiciera el ejercicio necesario. Sonara raro, pero si no tengo control en su vida, no puedo tenerla en la mía.
Si nosotros no somos comunes, al paso del tiempo cuando cumplimos dieciocho años, me le declare, y declare también que no quería que nadie que no fuera yo compartiera una vida con Sasuke. Le confesé todo acerca de mis presencias hacia el sexo, que amaba el BDSM y directamente se lo dije.
Flashback
-Se mi sumiso.
-¿PERDON? ¿Naruto estás hablando enserio?
-Ya te lo dije Sasuke, no quiero verte con alguien mas y si no es suficiente con eso, déjame decirte que desde pequeños lo haz sido, solo que ni tu ni yo eramos conscientes de esa sumisión.
-Touche.
-Quizá, suene egocéntrico de mi parte, pero también me amas Sasuke, no dejemos pasar mas el tiempo y hagamos esto formal.
-... -Suspiro hondo -No niego que te amo Naruto, tampoco niego el hecho de que soy tu sumiso desde hace tiempo, ¿pero que no me dice que después me dejaras por alguien mas? No soy tan obediente...
-Ya se que no eres obediente... -saco una caja un poco grande de la mochila que llevaba- pero te enseñare a obedecer y no te iras a ninguna parte, por que tu eres el único con el que quiero compartir mis placeres sexuales. -Abrió la cajita y dejo ver un collar de cuero negro con diamantes.
-¿Es... Esa tu proposición? ¿Cuanto le sacaste a tu papá esta vez?
-Malditasea lo que le haya tenido que sacar no es de tu incumbencia, además quizá se llame el duro trabajo de vender galletas en la universidad. Es algo que quice hacer por mis propios medios y no por el dinero sencillo de mi padre.
-¿Por eso... Las galletas?
-Si carajo... Quería que valiera la pena y no creyeras que solo eres un trofeo para mi.
-Viéndolo de eso modo supongo que si. -Se acercó a Naruto para poder besarlo, paso sus manos por su cuello y lo beso de una manera apasionante. -Me das el valor y el respeto que me merezco.
-No eres un simple y sucio sumiso, eres Sasuke Uchiha, mi novio de por vida.
Fin Flashback
A partir de ese momento nuestra relación cambio para siempre, nos las arreglamos para vivir solos y como podía me puse a trabajar, como lo hice antes quería darle valor a la relación que tenía con Sasuke, no solo un trato y ya, conforme me pagaban y le pagaban íbamos comprando nuestros utensilios de sado. Nuestra primer compra fue un kit de castigo, mancuernillas, látigo, arnés para la boca, un antifaz y una cuerda. Fue una experiencia bastante placentera he de admitir.
Si antes era un JR fue cuando no estaba con Sasuke y la vida era tan sencilla que las cosas me las daban en bandeja de plata, admito que tuve varias novias antes de Sasuke, ya que socialmente esta mal visto que estén juntos dos hombres, pero ninguna cubría mS espectacular como lo hacia Sasuke. Vale mas la pena luchar por alguien que tenerlo por el dinero que lo podría comprar, aunque claro esta, Sasuke nunca aceptaría un centavo mío.
-Naruto... ¿Me estas escuchando? -Me hablo Sasuke, me había sacado de mis recuerdos, buenos recuerdos.
-Lo siento mucho... Solo me acordaba de algo. Dime ¿Por qué te sientes solo? -Volvi a mi computadora.
Si es cierto que desde que soy el dueño de la empresa me ha costado mucho trabajo mantener la misma relación que tenía con Sasuke, mas que nada el sexo ha disminuido y no por que quiera, si no simplemente el trabajo me deja agotado y solo llego a dormir o simplemente como hoy, llego a trabajar mas. Sasuke también trabaja, no la misma intensidad que yo pero lo hace. El entiende mi situación, la ha comprendido muy bien, pero a veces me da miedo que me deje por mi exceso de trabajo.
-No nada. -Se paro del asiento e iba en dirección a la salida. -Solo... Me siento así. -Cuando iba saliendo de la habitación, dejo caer su bata de satin roja, estaba completamente desnudo y así se fue hasta la habitación.
Comienzo a saber por donde va esto y me esta agrando, si bien como dije antes, casi no tenemos sexo por el trabajo y bueno yo en estos momentos necesito un buen y merecido descanso y que mejor que eso que un buen sexo acompañado de un gran y delicioso orgasmo.
Cerré mi computadora, el trabajo podía esperar, después de todo, soy yo el director y puedo hacerlo cuando quiera.
Cuando salí al pasillo, pude ver que Sasuke ya tenía todo planeado, había dejado un rastro de rosas hasta nuestra habitación, encantador, el sabe lo mucho que me gustan las rosas, detalles lindos de sui parte. Tome su bata y camine sobre el rastro, para cuando entre a la habitación, estaba sirviendo unas copas de vino espumoso.
-Creí que no vendrías. -Me dio la copa
-Solo no quería que te sintieras solo. -Choque copas con el y tomamos al mismo tiempo, un poco mal de nuestra parte al beberlo todo de un golpe.
Lo avente a la cama y a besarlo apasionadamente, mientras pasaba mis manos por todo su cuerpo, su piel nívea me pone como loco y me hace que caiga a sus pies, pero como el Amo que soy no puedo dejar que vea esa debilidad. Tome con ambas manos sus pezones, los retorcía lentamente y podía escuchar como gemía bajo mi cuerpo, su voz es lo que mas me excita.
-Párate. -Le ordene, me hizo caso y yo me senté en la orilla de la cama. Abrí el cajón de mi mesa de noche, donde se encontraba el collar que le había dado. -Incado. -Me obedeció de nuevo y le coloque el collar, tome la correa del mismo lugar de donde había sacado el collar y se la coloque. -Tu amo, ha estado muy cansado y necesita unas buenas atenciones. ¿Me harías el honor? -Con ambas manos, bajo mis pantalones con mi ropa interior, acaricio mi pene y se lo engullo todo en la boca, emitiendo esos sonidos de succión y hasta a veces parece que se ahoga.
Después de tantos años, entrenar a Sasuke fue una cosa difícil, pero al fin lo entendió, sabía exactamente que era lo que quería y como lo quería, principalmente cuando llegaba de trabajar, la mejor manera en la que el me podía recibir era con una mamada y dejando que yo me corriera en su boca, claro no todo fue miel sobre ojuelas, latigazos y golpes por cada repongo que oía de su boca, el peor trato se lo llevaba su trasero, contadas veces llegaba a sangrar, digamos que eso lo hacia mas excitante y me costaba aun mas trabajo parar de pegarle, claro que cuando acaba el castigo, trataba sus heridas. Algunas veces cuando yo me salía de control llegaba hasta golpearle la cara, cosa preciada para el, pero siempre le decía. "Esto es por tu bien Sasuke, debes aprender, la disciplina es importante"
-Mas... Mas... No seas lento. -Le tome el cabello y comencé a moverlo justo al ritmo que yo quería - ¿No te ha quedado como me gusta, perra? -hacia que mi pene entrará en toda la boca de Sasuke, el con fuerAs intentaba no ahogarse, pero bueno, ya tiene la experiencia suficiente para ello. -Me voy a correr en tu boca y mas vale que lo disfrutes. -Fuertemente jale del cabello de Sasuke, conjunta con mi orgasmo contenido de hace días, no lo solté por ningún momento y el solo veía hacia mi cuando me corrió, el lo disfrutaba al máximo. Saque mi pene y observe como se relamía los labios, era una escena bastante excitante.
-Delicioso, Amo mio. -le acaricie la cabeza, me pare de la cama y jalándolo de la correa lo lleve hasta mi lugar favorito. -¿Potro amo?
Cuando al fin comenzamos a ganar un poco mas de dinero, nos dispusimos a hacer algo que ambos disfrutaríamos. Queríamos tener un cuarto especial para nuestras actividades nocturnas.
Compramos todo lo necesario, instrumentos, aparatos y juguetes, el cuadro era blanco, muy estilizado, nos gustaba a ambos y por supuesto el mismo día que quedo lo utilizamos, y mi favorito obvio fue el potro, tener su culo al aire y con un placer de golpearlo con una pala que tiene mi nombre.
-Potro Sasuke. -Le indique que subiera y se puso en posición. Amarre sus piernas a cada lado y ambas manos también, podía notar lo excitado que estaba, estaba llenando todo,el cuero de preseminal.
Le acaricie el trasero y ya tan solo quería penetrarlo hasta lo mas profundo de su ser, pero aun me daba n ganas de lastimarlo un poco mas. Tome una vela, roja para variar, adoro el aroma de canela y mas cuando se deshace en la piel de Sasuke.
-¿Me va a quemas amo? -Me dijo entre jadeos
-Lo haré... Haz sido un chico muy malo tentándome, mientras debo trabajar... -Acerque la vela a su trasero.
-Si amo lo se... -Comenzaba a temblar, ya esperaba que cayera la primera gota de cera.
Pasaron por lo menos 10 segundos de la espera, cayó la gota y Sasuke se empezaba a retorcer en el potro de dolor, es una vista exquisita para mi, suena desviado e incluso enfermo, pero es este tipo de placer que me gusta sentir, pero no con cualquiera, si no es con Sasuke no es con nadie. Vaya he de decir que sus gritos de dolor y cuando llora solo provoca que me excite mas.
-¿Duele? -Me acerque a su oído, el solo atinaba a quejarse y lloriquear, le di una nalgada para que sintiera el dolor, muchas veces el trabajo de un amo no es fácil.
-Lo... Lo siento amo, es que... Yo lo deseo... ¡Ahhhhh!
-¿Cuanto?
-No se imagina cuanto... LO QUIERO DENTRO.
-Vaya, si que te he dejado necesitado.
Aleje la vela de su trasero, se lo sobe un poco y entre las sobadas le daba fuertes nalgadas, su trasero rojo y palpitante me incita mas. Abrí su trasero y escupí un poco en su entrada, se retorció un poco e introduje uno de mis dedos hasta el fondo y hasta donde podía alcanzar, chocando justamente en su próstata.
-Niño malo. -Hacia mis embestidas más rápidas con mis dedos.
-Ahhh ahhhh si si soy un niño malo, castígame con tu reata Naruto!
-Que sucio... -Saque mis dedos sin piedad y abrí aun mas para poder meter mi pene. En u. Solo movimiento lo penetre, haciendo que el soltara un sonoro grito combinado con un gemido en extremo excitante.
Sasuke trataba de agarrarse de algo, pero ya que estaba boca abajo en el potro era algo un poco imposible, mientras sostenía el ritmo de las estocadas profundas y duras, le daba un par de nalgadas, tanto que se marcara mi mano en su blanco trasero. Amo a este hombre, llamó y nunca lo dejaría por nada del mundo.
-Ma... Mas Naruto... -Reconocía ese tono en su voz, estaba a punto de venirse. Le solté las manos y las piernas, lo jale sin salirme de el y rápidamente me senté al filo de la cama. -Ahhhh!!Amo! Esta muy profundo.
-Ya se... Correte Sasuke hazlo!! Es una orden. -Sin dejar de moverme golpeaba justo en su punto más sensible, mis gemidos eran ya gruñidos, lo sostenía con una llave que mantenía sus brazos en la espalda, mordía lo que podía de su espalda... Estaba a punto de correrme.
-Na...Naruto ¡Me corro! ¡Ahhhhhhh DIOS! -En un fuerte espasmo y un fuerte apretón en su entrada, me corri dentro de el y desde mi posición podía ver como todo su semen volaba hasta caer en el suelo. -Amo... Amo... -jadeaba, ese sonido me encantaba oírlo.
-Límpialo... -Lo levante y al instante bajo al piso a lamerlo, lo hacia mientras me veía y yo me deleitaba -Termina y vienes aquí. -Me hizo caso y se acercó a mi, lo jale para recostarnos y lo bese lentamente. -Perdoname por hacerte sentir solo.
-Solo no lo vuelvas a hacer, se que estas muy ocupado, pero no puedes dejarme así como así. ¿Entiendes? -Me causa una gracia que mientras estamos en el sexo es muy respetuoso y cuando acabamos vuelve a ser el mismo teme de siempre.
-Si mi amor, de ahora en adelante, todas las noches serán de sexo, no te fallare. -Le bese la frente.
-Pequeño gran idiota. -Se acurrucó en mis brazos.
-Y procura hacerme ese tipo de detalles para llamar mi atención.
-Ni que tuvieras tanta suerte. Ya duérmete.
-Te amo.
-Y yo a ti.
Seremos Amo y Sumiso, pero esos tipos de actos no le quitan lo hermoso a esta relación, ojalá pudieran tener una así, pero es muy difícil y créanme, yo no la cambio por nada.