Una vez más en Anteiku la tienda se llenaba, estaba sentado esperando a mi mejor amiga de la vida Hinami para poder terminar el trabajo que se nos había asignado, a pesar de que somos cercanos y que tengo un sentimiento de protección muy grande hacía ella me lleno de incertidumbre con respeto a su vida y es que jamás se junta con nuestra clase inventando diversas excusas que la ha dejado como una “solitaria”, está bien quizás no se siente muy a gusto con nosotros, pero sigue siendo extraño que una chica tan joven prefiera estar encerrada en casa en vez de salir con chicos de su edad. Pero ya que, ella tendrá sus motivos y ahora que lo pienso debería estar aquí. El sonido de la campanilla me hizo girarme observando como la pequeña Hinami entraba apresurada, le sonreí burlonamente al ver como intentaba arreglarse el cabello sin resultado alguno.
-Parece que alguien olvido colocar la alarma, mira nada mas como vienes –dije soltando un bufido de burla-
-No te burles, mira que mi hermano mayor quería venir personalmente para ver si estábamos haciendo el trabajo… -su rostro se coloco rojo, probablemente por lo bochornoso que sonaba-
-hmm… tu hermano sí que es sobreprotector, se que estamos en una constante guerra con los ghouls pero no por eso te debe dejar encerrada todo el tiempo –opine mostrando mi descontento al saber que la pobre estaba constantemente vigilada por aquel “hermano mayor” que estaba a cargo de su custodia hasta la mayoría de edad- ¿estás segura que ese muchacho no te está haciendo nada malo? –pregunte directamente, todo esto me tenía angustiado sentía que aquel chico era tan solo un maniático que quería dañar a Hinami-
-Él no es así, tan solo quiere que este a salvo, no es como te lo imaginas Kouhei –dijo ella finalmente sentándose y viendo el menú-
-Pues si me lo presentaras quizás podría entender a que te refieres, pff ¿Cuándo decías que volvería Touka-chan? –Entrecerré los ojos imitandola buscando algo en el menú que me apeteciera, estaba decidida a obligar a probar a Hinami la tarta de fresa, una de mis golosinas favoritas-.
-Volverá cerca de esta semana, ella aun sigue en su viaje de estudios para buscar una buena universidad –me respondió levantando la mano y llamando a Nishio-sempai, es tan popular y atractivo pero para mi mala suerte él ya tiene una pareja estable de la cual estaba sumamente enamorado- quisiera un capuccino por favor, ¿ y tu Kouhei-kun?
-Yo quiero una tarta de fresa y un jugo de manzana –sonreí amablemente devolviéndole la carta de menú-
-Se los traeré en un momento, por cierto Hinami ¿Cuándo vuelve Touka? –Pregunto casualmente sempai, mientras se dirigía a paso lento a la barra-
-Muy pronto, así que no te preocupes créeme que estarás libre de esta semana a la otra –guiño el ojo Hinami ganándose un susurro de “eso espero” por parte de Nishio-sempai, es increíble que para alguien tan poco sociable como Hinami se le sea tan fácil hablar con un chico tan cotizado como él, pero como es de esperarse ellos solo tienen una relación de hermano-hermanita gracias a la carismática Touka-chan-
-Hey mocosa esta vez no tendrás excusa que valga, hoy probaras la deliciosa tarta de fresas que te habla el otro día y no aceptare un no como respuesta –dije rápidamente antes de que escuchara el “pero” de ella-
-Pero… -estaba a punto de decirme algo cuando una vez más escuche el sonido de la campana, esta vez entro un muchacho de cabello negro con unos ojos serios y apagados pero por alguna razón no pude aparta mi mirada de él, se notaba a leguas que estaba buscando a alguien y fue entonces cuando nuestras miradas se encontraron, pero al contrario de lo que esperaba en esta situación él tan solo camino hasta donde me encontraba, comencé a hiperventilar y mi rostro se puso sonrojado-
-aquí estas –dijo aun sosteniendo la mirada sobre mi-
-¿eh?- exclame desorientado, pero el puchero de molestia de Hinami me despertó a la realidad-
- Onii-chan ya te dije que no quería que me siguieras- fue entonces que lo logre entender, ese muchacho era el tipo que no dejaba salir a Hinami a ninguna parte, el muchacho del cual hace unos minutos me estaba quejando, aquel “hombre” trabajado y sereno hermano de Hinami..-
- Kouhei-kun … Kouhei, ¡KOUHEI! –El grito de Hinami tomo mi atención, yo no sabía que sucedía-
-¿perdón, que me has dicho pequeña? –pregunte avergonzado al no estar atenta y tener pensamientos nada sanos con aquel chico de al frente-
-¡KOUHEI!, vaya este chico sí que está perdido, bueno como te iba diciendo él es mi tutor y sobreprotector hermanito Kaneki Ken- dicho esto el peli negro extendió su mano en forma de saludo-
-así que tu eres el gran amigo de Hinami, es un gusto conocerte al fin- dijo sin emoción alguna, me sentí un poco fuera de lugar él me ponía los pelos de punta con solo tocar su mano-
-para mí también es un gusto, Hinami me ha hablado mucho sobre ti… -fue entonces que por primera vez note una pizca de emoción en su rostro, el cual estaba entre sorprendido y abochornado- no te preocupes jejeje, no eran cosas tan terribles… -le conteste en forma de broma, pero al parecer para él no fue para nada divertido, tanto así que con un gesto obligo a Hinami salir un poco para conversar, yo en tanto solo esperaba que no sucediera nada malo, tenía un mal presentimiento pero no quería parecer paranoico-
-Oh mi Dios, siento que hice algo malo pero no logro entender que fue ese cambio drástico de humor –murmure mientras miraba fuera de la ventana, el olor al capuccino de hinami hizo que volteara y viera de pie a Nishio-sempai con la orden-
-¿qué ha pasado con Hinami?, ¿Dónde está? –Pregunto curioso buscándola con la mirada-
-al parecer en este momento está siendo regañada por su tétrico hermano mayor –respondí sin pelos en la lengua y al percatarme de que lo había dicho sin pensar tape mi boca con ambas manos- no le digas a nadie que dije eso –dije rápidamente-
- jajajajajajaja…. –la carcajada del mayor solo hizo que me apenara aun más- si que tienes agallas para decir algo tan acertado y cierto, pero será mejor que no dejes que te escuche porque si no dudo mucho que deje a Hinami juntarse con alguien que cree que él es tétrico…tu orden –me entrego mi torta de freza con el jugo de manzana-
-Gracias dije llevándome un trozo a la boca- así pasaron unos 20 minutos donde aun no había señales de vida de Hinami y por un instante creí que el extraño tutor de ella se la había llevado a su casa, observe a mi alrededor y lentamente deje el dinero sobre la mesa cerca del capuccino aun no consumido. Llegue hasta la puerta de afuera y no encontré nada, ni un solo rastro de ninguno de los dos, confundido intente llamar a Hinami pero justo cuando lo iba hacer un mensaje apareció en la pantalla del celular.
“perdón por no poder avisarte, surgieron complicaciones y tuve que irme con mi hermano a casa espero que pronto podamos juntarnos otra vez para terminar el trabajo pendiente. No te molestes con él yo fui la que acepto irse, por favor no te enojes y llega temprano a casa no quiero que nada malo te suceda.
Con cariño Hinami.
Cariño y tus mentiras, cuando será el día en que dejes de ser tan misteriosa pequeña… supongo que ya no se puede hacer nada, será mejor que vaya a casa ya está oscureciendo –camine sumido en mis pensamientos dejando de lado todas las preguntas que invadían mi mente, escuchaba atenta el sonido de la noche al caer y sin darme cuenta estaba en un callejón que jamás había visto- Genial, lo que me faltaba perderme justo en la noche en un lugar para nada agradable… -decidí dar media vuelta para llegar a casa pero el chirrido de un metal me puso alerta, los gritos de un hombre me congelaron por completo, no podía ser, no podía ser que de todas las personas que podía toparme hoy tenía que ser con un ghoul… -oh por Dios, voy a morir, voy a morir –escuche unos pasos acercándose a donde me encontraba y en un intento desesperado intente ocultarme pero solo logre que aquel monstruo llegara más rápido hasta mi-
Pero mira nada más que lindo banquete, una chico solo y asustado no podría pedir algo mejor –río como un maniaco mientras su Kagune salía de su espalda, sude frío y como si fuera por arte de magia mis piernas y mi cuerpo entero libero una cantidad grande de adrenalina donde me sirvió para escapar, jamás creí haber corrido tan rápido en mi vida, pero no ayudo en nada ya que aquel ghoul no le tomo mucho tiempo en alcanzarme y lanzarme al suelo. Su aliento estaba muy cerca del mío, quería vomitar-.
-Tus ojos son hermosos, ese color miel te hace ver como un felino que no le teme a nada, pero al parecer este minino ya encontró a algo a quien tenerle susto, sabes… creo que te vería mejor sin uno de ellos… -sus dedos se acercaron a mi ojo izquierdo y sin pensarlo mucho comenzó a sacarlo, mis gritos y lagrimas no hacía justicia de todo el dolor que estaba sintiendo, creía que en cualquier momento podía desfallecer y es que el desgraciado en vez de asesinarme de una estaba disfrutando al sacarme órgano por órgano, podía escuchar claramente como estaba de emocionado al ver que mi ojo pudo ser sacado en “buenas condiciones”-.
-MALDITO…. –chille alterado- ¡QUE TE JODAN A TI Y A LOS DE TU ESPECIE! –una cacheta logro que me callara, y tomándome del mentón el monstruo me dijo-
-Idiota, no importa lo mucho que me maldigas nunca acabaran con nosotros pero aun no se dé que te quejas tanto si después de todos no somos tan diferentes como crees, ustedes matan a animales para sobrevivir y se alimentan de su carne, dime ¿qué tan diferentes somos entonces? –Intente reclamarle nuevamente, pero la verdad de sus palabras y la pérdida de sangre me tenían agotado, quería que todo acabara ya, no tener que estar escuchando sus palabras y no tener que sufrir con mi cuerpo- Eres tan tierno e idiota a la vez, supongo que lo único que me queda es devorarte, pero a mí me gusta mucho jugar con mi presa y créeme que este ojo –dijo sosteniéndolo entre sus dedos- es solo el comienzo… -termino la frase comiéndolo de un bocado, no pude evitar sentirme indefenso en estos momentos solo deseaba encontrar alguna esperanza alguien que me pudiera ayudar, fue entonces cuando-.
-¡HEY TU! –todo se volvió negro cuando escuche ese grito, ya no importaba si alguien me salvaba o no, mi cuerpo no soportaba más. Estaba por perder por completo el conocimiento cuando una fría mano con una extraña y viscosa sustancia me tocaba el rostro, quería decir algo pero era imposible en mis condiciones-
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Mi cuerpo se sentía liviano, por un instante creí estar volando pero eso era algo imposible a menos que realmente haya muerto tras el ataque del ghoul. Mire a mi alrededor y solo encontré un puente deteriorado y viejo, camine lentamente buscando una salida pero al parecer este camino no tenía fin, fue entonces cuando vi a lo lejos una niño de unos 7 años, estaba subido en la baranda de aquel puente y tenia claras intenciones de querer saltar, quería decirle que se detuviera pero al parecer él no me escuchaba. Una fuerte brisa soplo y fue entonces que el chico salto sin mirar atrás, mi garganta estaba seca pero sacando fuerzas de quien sabe donde grite…
-¡KANEKI-KUN! –
Una melodía triste sonó tras gritar el nombre del hermano de Hinami, era extraño ya que yo no lo conocía por lo que no lograba entender como era que sabía que ese pequeño era él.
Todos mis problemas se escapan
de ti y veo
Todos los ángeles caer y mirarte
Eres todo, pero hoy no
Seguí la voz suave hasta terminar por fin aquel puente, vi a unos pasos de ahí un río donde seguramente cayó aquel muchacho, corrí a una velocidad impresionante pero al entrar en aquel río mis pies se llenaron de sangre, toda esa zona estaba rodeada de sangre, flores blancas y rojas.
-¿pero qué es todo esto? –Me pregunte a mí mismo, tomando entre mis manos aquel flujo de sangre-
-Es mi mundo, aquí a veces suelo venir para saber que mi vida no volverá hacer la misma de antes, que será un lugar de muerte y oscuridad donde nadie me podrá salvar –la voz del niño llamo mi atención, se encontraba entre las flores blancas pero cogía una roja en su mano-
-Tú… -quise decirle algo, pero su tierna voz siguió cantando aquella canción de hace unos momentos atrás-
Estoy tan decaído y fuera de mi
porque sin ti hay algo mal
Cuando no estás
solo la sombra y la lluvia cae
Espera hasta mañana
Esperaré
Un escalofrío recorrió mi cuerpo, pude ver como aquel niño se iba dividiendo en tres. Por una parte estaba el pequeño, luego una versión un poco más grande de él solo que ahora con un parche en uno de sus ojos y finalmente en un hombre de cabello blanco vestido totalmente de negro. Iba a decir algo en busca de explicaciones pero los tres me miraron detenidamente para continuar con la canción.
Solo quiero estar contigo
Solo contigo
Siempre contigo
Eras tan bella para mi
Es cierto
Asombrado por ti
Creo que estoy enamorándome
-Kou… ayúdame- dicho esto, todo aquel lugar comenzó a desmoronarse, intente auxiliarlos pero fue en vano, el río comenzó a absorberme y todo se volvió negro-
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Me desperté sobresaltado, me encontraba en una habitación de hospital, me levante cuidadosamente y es que mi rostro dolía demasiado. Lleve mi mano asustado hasta mi ojo izquierdo y al sentir un parche gigante en él comprobé mis sospechas, una lagrima de impotencia rodo por mi mejilla al saber que jamás lo recuperaría pero tenía que ser positivas al menos me encontraba vivo.
-Veo que ha despertado joven Kouhei, ¿Cómo se siente? –pregunto un hombre viejo con bata blanca-
-Bien, supongo –dije susurrando desanimado- ¿qué sucedió?
-Ataque ghoul, fue atacado por uno de ellos la trajo un agente especial de la CCG. Fue muy afortunado jovencito –mientras decía aquello comprobó que todo estuviese bien en mi-
-Créame doctor no puedo dejar de sentirme extraño tras lo sucedido, ¿está seguro que no paso nada mas?- pregunte directamente necesitaba saberlo ya que por extraño que parezca sentía que algo mal iba conmigo, era un presentimiento… uno muy malo-
-¿Se siente raro?, pues debe ser el medicamento por ahora solo tome una siesta mañana podrá ser dada de alta, pero deberá venir para curar su perdida durante un mes, tranquilícese lo peor ya paso… -sonrió saliendo de la habitación y dejándome con un sabor amargo en la boca, no… nada estaba bien-
Como había dicho el doctor antes fui dada de alta al día siguiente, mis padres fueron a buscarme por la tarde, ambos estaban asustados al enterarse de todo pero con comprensión y tiempo estaba segura que lo superarían. No he vuelto a soñar con aquel chico de pelo negro/blanco, tampoco he visto a Hinami ni me he acercado a Anteiku.
-Todo es gato encerrado, siento una molestia en mi corazón pero no logro comprenderlo… ¿Kaneki Ken, eh?… -cerré mis ojos cansado de pensar en él, pero estaba segurísimo que él era la respuesta a mi extraño sueño y presentimiento, distraídamente busque mi celular marcando a Hinami pero no me atreví a llamar- maldita sea…
Pasó exactamente una semana antes de querer volver a entrar a Anteiku, pero cuál fue mi sorpresa al darme cuenta que aquel local estaba deshabitado y destruido, no lo entendía ¿qué sucedió ahí?, ¿sería aquel el mal presentimiento que sentía?. Le pedí a la señora del negocio de al lado que me dijera que había pasado, y ella solo me respondió cosas entrecortadas como ghoul, CCG, balas, mucha sangre; Ese día camine a casa muy angustiado y con ganas de llorar, ¿acaso un ghoul ataco a Touka-chan?, ¿nishio-sempai?, ¿el anciano? o… - ¿Hinami? … no, no puede ser –me recosté en mi cama dejando que unas lagrimas traviesas cayeran desahogándome de todo aquel ambiente de muerte. Primero fui atacada por un ghoul, luego soñé con el hermano de Hinami pidiendo ayuda y finalmente para rematar Anteiku fue aniquilado sin dejar rastro de los muchachos que trabajaban ahí- Hinami… por favor no estés muerta… -cerré mis ojos y deje que el sueño hiciera de mi lo que quisiese-.
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Unas sombras estaban apoyadas en lo alto de un edificio, cada una de ella con unas mascaras extravagantes que ocultaban su identidad.
-Ya es hora –ordeno el de cabello blanco colocándose una capucha siendo imitado por los demás-.
-…por favor Kouhei-kun no me odies… - susurro la pequeña niña mientras saltaba junto con el resto de ellos-