Siendo las tres de la mañana con dos minutos, Suho sale del interior de Yixing después de la tercera ronda de sexo.
Sí, leyeron bien.
¿Cómo habían llegado a eso?
Todo empezó aquel día en el que KyungSoo y Kris tuvieron su “cita”. Yixing fue a la casa de Suho para que le ayudara a estudiar. De alguna manera terminaron hablando de unicornios y otros seres fantásticos por más de dos horas.
Ese día, Yixing se dio cuenta que tenía muchas cosas en común con Suho.
Se volvieron a juntar cuando sucedió lo de la fancam de Kai, ésta vez fueron a ver una película sobre dragones que les encantó a ambos. Como había mucha gente, Suho tomó la mano de Yixing y le pidió que no se alejara de él ya que podían separarse y no reencontrarse nuevamente. Esa misma noche, cuando Suho dejó a Yixing en su departamento el chino lo besó y el mayor (Suho) le correspondió.
Gracias a San Siwon, la tía de Yixing no se encontraba por lo que pudieron quitarse las ropas entre gemidos sin problemas. Suho acarició partes del cuerpo de Yixing que él jamás creyó que pudieran entregarle tanto placer (porque, ¿Cómo era posible que el simple y cálido tacto de las manos de Suho sobre sus caderas le hiciera gemir como puta?).
Yixing había visto porno, y sabía lo que se avecinaba.
El mayor le quitó la polera, los pantalones y los bóxers con total maestría antes de quitarse su propia ropa. Lo preparó entre besos húmedos y finalmente lo penetró reiteradas veces hasta que ambos se corrieron.
Desde aquella vez, ambos se reunían en la mansión de Suho a tener sexo sin compromiso. A ambos les gustaba y se atraían lo suficiente como para que fuera todo un placer rozar su cuerpo con el del otro. Ellos prácticamente estaban haciendo lo que Chanyeol quería con Baekhyun, mantener la relación de amistad puertas afuera y la relación sexual como un secreto entre ambos.
Porque nadie sabía que Yixing había perdido la virginidad con Suho, todos pensaban que se juntaban a hablar de unicornios, dragones, y otras criaturas fantásticas, no a tener sexo como conejos.
Y no sólo eso.
Yixing se volvió tan pervertido que le pidió a Suho que comprara juguetes sexuales, látigos, esposas, vendas, entre otras cosas. Sus sesiones se sexo se alargaron hasta una hora de juegos sexuales antes del coito pero era tan placentero para ambos que no les importaba. Tenían que aprovechar el tiempo antes de que Suho entrara a la universidad y no tuviera tanto tiempo para mantener una vida sexual activa como la que tenía actualmente.
El chino había decidido que dejaría todos los talleres extracurriculares que tenía (excepto sus clases con Kyungsoo, que el mayor había decidido mantener a pesar de haber salido del instituto para no perjudicar el rendimiento de Yixing) para estar desocupado en las tardes y poder reunirse con Suho a penas pudieran.
Yixing de alguna manera se había vuelto adicto al sexo. Le daba miedo tener relaciones con otra persona por lo que siempre acudía a Suho cuando estaba caliente, siendo siempre bienvenido por parte del mayor ahora que tenían vacaciones. No era ninfómano pero las maravillosas sensaciones que el sexo le daba le hacían querer más y más.
Por otra parte, si Yixing se hubiese puesto a pensar porque Suho siempre lo recibía, se hubiera dado cuenta de que Suho se estaba enamorando de él.
Por esa razón lo invitó a tener citas. Por esa razón tuvo sexo por primera vez con él. Por esa razón siempre lo recibía, a cualquier hora, en cualquier ocasión.
Y era doloroso para Suho, porque a él le gustaría ser correspondido pero sabe que Yixing no cree en el amor, porque cuando penetra a Yixing quiere hacerlo con paciencia, amándolo por cada rincón y no rápido y duro como se lo pide el menor, porque cuando termina quiere abrazarlo y besarlo, amarlo y no aparentar satisfacción completa esperando a que el chino se caliente otra vez para caer en el círculo vicioso.
Era horrible, pero así era el amor.
Suho podía comprender, de alguna manera, porque Kai y Kyungsoo querían dejar de amarse. Él mismo había pensado en dejar su carrera para pasar más tiempo con Yixing y poderse ganarse su amor pero luego lo pensó mejor y decidió no poner a juego su futuro por algo que podría ser más bien temporal, por mucho que le doliera. Era lo mismo que le sucedía a Kai.
Kai sabía que siendo bailarín viajaría mucho, de hecho, en sus épocas de trainer le ofrecieron salir del país en un par de ocasiones para unos conciertos pero él declinó con las excusas más creíbles que se le ocurrieron, siendo el verdadero motivo el temor a dejar a Kyungsoo solo y que éste volviera a sentirse solo o abandonado. Después se dio cuenta que su relación no lo dejaba liberarse como bailarín porque no quería quedarse hasta tarde practicando, por mucho que amara bailar, también era placentero pasar la noche junto a su novio, acurrucados uno junto al otro. Porque estar con Kyungsoo significaba no alejarse demasiado y no alejarse demasiado significaba perder las alas para bailar.
Y Kyungsoo también quería crecer, quería dejar de depender de su niñito para ser feliz. Quería recordar lo feliz que era sin conocer a JongIn, pero no olvidarlo, no olvidarlo porque los recuerdos juntos eran la mayoría hermosos. Kyungsoo también quería crecer como persona, dejar de depender del amor para ser feliz, quería convertirse en un exitoso chef y quizás tener su propio restorán en algún futuro.
Eso significaba que no pensaba en ocupar su futuro acompañando a JongIn a todos lados.
Por el bien de la felicidad futura de ambos, el KaiSoo decidió separarse. Porque de pronto habían crecido demasiado rápido y las cargas de los adultos jóvenes se avecinaban. Porque antes de hacerse daño el uno al otro preferían cortar de raíz y mantenerse como amigos o simple conocidos.
Suho ahora comenzaba a entender aquello. Él no estaba dispuesto a gastar su tiempo de estudio en alguien quién solo quería sexo de él. Si Yixing hubiera estado enamorado de él, si Yixing hubiese correspondido sus sentimientos tal vez hubiera decidido ocupar su tiempo libre exclusivamente en pasar tiempo con el chino, pero como no era el caso, Suho le aclaró al chino que una vez que comenzaran las clases en la universidad no se podrían ver tan seguido y que también tenía que respetar que Suho tenía vida social y quería mantenerla.
Como alguna vez le dijo Baekhyun a Chanyeol “Sería una mierda cuando alguno de los dos se enamorara”
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Pastillas, pastillas y más pastillas. Además de conversar con el psiquiatra.
Más o menos así era la terapia a la que Minseok se estaba sometiendo.
Al comenzar tuvo bastante miedo pero Luhan estuvo a su lado en todo momento. Luhan fue como un ángel caído del cielo para Minseok ya que por mucho que JongDae fuera su amigo más cercano en mucho tiempo, fue con Luhan con quién pudo abrirse por completo.
Quizás su conciencia mala sabía que sentía atracción por JongDae inconscientemente, y por eso le hacía actuar de la manera en la que lo hacía, alejándose sin poder evitarlo. Quizás siempre le había gustado y su propia mente le mentía diciendo que aquello que sentía era amistad y que no debía confundirse.
Pero ¿Y si estaba en lo correcto?
¿Y si realmente lo que siente por JongDae no es amor? ¿Y si realmente aquella conciencia mala tenía razón y la buena solo era un distractor de la realidad? ¿Y si solo estaba perdiendo el tiempo y dinero con unas pastillas que no servían de nada?
De pronto se encontró a sí mismo confundido, y supo que la conciencia mala estaba haciendo de las suyas otra vez.
Con la música de Dong Bang Shin Ki sonando en sus oídos suspiró antes de disponerse a perderse entre la música nuevamente.
Sólo me queda llorar, llorar y llorar.
¿Podré olvidarte?
Ok, quizás no fue la mejor canción que pudo haber elegido.
No importa cuánto tiempo este a tu lado
Mis sentimientos no se harán realidad
Esa tampoco fue la mejor elección que pudo haber hecho.
¿Por qué tuve que enamorarme de ti?
No importaba el tiempo que pasara
Pensé que estarías siempre a mi lado
Pero elegiste un camino diferente
Aunque amara esas canciones con su corazón, mente y alma (¿Se nota que Minseok es Cassiopeia?), las letras en japonés cuyas traducciones al coreano se sabía de memoria le lastimaban su corazón.
Decidió que mejor dejaba de escuchar música y se ponía a dibujar a JongDae.
Además de DBSK, algo que le encantaba a Minseok era dibujar a JongDae. Le gustaba dibujar especialmente su sonrisa que era tan particular, igualita a la boca de un gato. Y le gustaban también sus ojos que eran siempre tan amables con todos.
Ocupó carboncillo para dibujar a JongDae, le gustaba ese material. Ensució un poco sus manos mientras hacía trazos, sombras entre otros pero no le importó porque era su querido JongDae a quién estaba dibujando. En menos de diez minutos tenía la mitad del dibujo hecho y tuvo que detenerse cuando la doctora le llamó para que entrara a su consulta semanal. Se apresuró a guardar todo y saludó a la mujer con una leve reverencia.
La consulta fue similar a las anteriores, tuvo que decir que su conciencia mala se hacía presente más de lo habitual y la doctora solo le dijo que mantuviera la dosis de las pastillas ya que los efectos no serían de inmediato, y que quizás su mente se había dado cuenta y por eso la conciencia mala le intentaba convencer de que su terapia no servía de nada.
Conversaron por poco tiempo más.
Al salir de su terapia con la psiquiatra, Minseok se sorprendió al encontrar a JongDae esperándolo sentado en uno de los asientos. Estaba sorprendido porque a pesar de hablar por Kakao Talk no se habían visto desde la vez en la que Minseok le confesó a JongDae sobre las voces que existían en su cabeza, en aquella cafetería que siempre frecuentaban en un pasado algo lejano.
-Hola- Saludó JongDae con su sonrisa gatuna.
-Hola… ¿Cómo llegaste aquí?- Preguntó Minseok confundido y aún sin creerse que el otro estuviera ahí.
-Luhan, él me mandó la dirección de éste lugar, me dijo la hora en la que saldrías y por eso estoy aquí- Explicó JongDae.
-No entiendo- Dijo Minseok.
-Quería verte. Solo eso- Aclaró JongDae poniendo sus manos en los bolsillos del pantalón.
Las palabras de JongDae calentaron el corazón de Minseok. Por un momento pensó que le diría algo como que se había enamorado de otra persona o que ya no le quería, pero resultó ser lo contrario. La voz buena en la cabeza de Minseok se burló de la voz mala al tener la razón.
A pesar de que se hubieran distanciado, a pesar de que JongDae alguna vez dijo que no volvería a ser amigo de Minseok, a pesar de que Minseok tuviera un problema en su mente, aún querían reencontrarse, aún querían saber del otro.
Por un momento sus ojos se reencontraron como aquellas veces en las que no decían nada y solamente disfrutaban de la presencia del otro. Eso momentos en los que los demás desaparecían y parecía el momento perfecto para compartir un beso que ambos deseaban. Minseok no pudo evitar morderse el labio para contenerse de saltar sobre JongDae y mandar todo a la mierda con un beso, pero JongDae cortó el contacto visual para desilusión de Minseok, sin saber que el otro lo cortó para no hacer lo que él estaba pensando: besarse.
No podían hacerlo, por lo menos eso sentía JongDae. Él se había sentido lastimado un montón de tiempo por culpa de Minseok y aunque la actitud del otro estuviera justificada médicamente su corazón seguía resentido por todas las veces que fue dejado de lado.
Se debían una larga charla, una para reconciliarse como amigos.
Pero no era el lugar ni el momento.
-Pasé las audiciones- Dijo JongDae cuando su mirada volvió a reencontrarse con la de Minseok.
-¡Eso es genial! ¡Te felicito!- Dijo Minseok genuinamente –Serás un gran cantante-
-Aún me falta mucho- Dijo JongDae rascándose la nuca. Entonces recordó el mensaje que le había llegado en la mañana. -¿Irás a la junta de Kyungsoo?-
-Sí, no, no lo sé. Yo creo que… Sí, no, espera, creo que no puedo, ¿O sí? ¿O no?- Respondió Minseok –Genial, ahora soy bipolar- Bufó.
-No lo eres- Rió JongDae – Luhan irá, ya me lo dijo-
-¿Y tú? ¿Irás?-
-Por supuesto-
-Entonces iré-
Ambos sonrieron.
-Vamos, te invito un helado- Ofreció JongDae a lo que Minseok aceptó.
Caminaron uno al lado del otro, mientras aquel extraño sentimiento que había entre ambos volvía a aparecer como si nunca hubiese desaparecido. Estaban cómodos al lado del otro, pero ambos dudaban si tomar la mano del otro era muy apresurado.
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A veces Tao creía que por mucho que lo intentara, el amor simplemente no era para él
Tao era un chico amoroso, tierno, lleno de buenos sentimientos, era inteligente, no se consideraba feo y vestía bien, tenía buen cuerpo gracias a las artes marciales y otros encantos propios de él, sin embargo, a parte de Sehun, nadie ha parecido interesarse amorosamente en él.
Kris no contaba, porque simplemente no lo hacía, para Tao Kris sólo fue una pérdida de tiempo. Si tan solo hubiera olvidado aquella hermosa promesa de retorno que le hizo Kris cuando se hacía llamar Wu Yifan, quizás una bella historia de amor habría surgido desde algún lado.
Pero no, tuvo que desperdiciar años de su juventud en esperar a un chico que ni siquiera se acordaba de su existencia.
Tao solo quería tener un novio y vivir una romántica aventura, entre otras cosas.
A Tao le dolía que nadie se interesara en él amorosamente. Era un golpe muy fuerte a su autoestima, incluso Xiumin quién era más bien reservado y tímido había tenido más novios que él (había tenido dos antes de fijarse en JongDae).
Y él, en esos momentos, estaba viendo como un sonrojado Leo se le declaraba a Ken, su compañero de grupo. Para colmo de Tao, Ken correspondió los sentimientos de su amigo. El chino quiso por un segundo que Leo fuese rechazado para que ambos compartieran el dolor del amor.
Porque Tao sufría, sufría y no sabía a quién decírselo, ni como decírselo.
La falta de pretendientes le afectaba, especialmente cuando sus amigos tenían cierta popularidad entre chicos y chicas, por ejemplo Kyungsoo, quién había sido seleccionado como el primer amor de todo el instituto o Baekhyun quién siempre hacía que las personas lo voltearan a ver, o Yixing quién encantaba con su hoyuelo, o Chanyeol que parecía modelo o Sehun quién era extremadamente guapo, o Kai que a pesar de lo idiota que era seguía siendo atractivo. Incluso sus amigos no tan guapos atraían con sus personalidades divertidas
La falta de pretendientes le afectaba porque se sentía feo, sin gracia y destinado a vivir solo con un millón de gatos. Y aquello le dolía mucho, el que más quería amar parecía destinado a vivir sin amor correspondido.
Fingió una sonrisa cuando Leo lo miró e hizo un ademán de que se marcharía antes de comenzar a caminar aguantándose las lágrimas. Quería llorar mucho, quería llorar hasta que aquel dolor en su corazón desapareciera.
Entonces caminó, primero con la mirada en alto, orgulloso a pesar de que temblaba de puras ganas de llorar, después, poco a poco su mirar comenzó a nublarse hasta que pestañó y cayeron las primeras lágrimas.
Se las limpió con rabia.
Siguió caminando, odiando desde el fondo de su corazón a todos, odiando a su familia, odiando a sus amigos, odiando a todo el mundo, odiándose a sí mismo. Tanto odio provenía del amor que todos recibían pero que pocas veces le daban a Tao.
Tao era un chico cariñoso, le gustaba dar abrazos, besos en el rostro y repetirles a sus amigos lo mucho que les importaba, sin embargo este comportamiento a pesar de ser bien recibido no era precisamente recíproco.
Porque, exceptuando a Sehun en la época en la que eran novios, la única persona que le abrazaba y le daba besos cariñosos era Kai, porque él también era cariñoso con sus amigos. Pero había una gran diferencia: Kai era amado, Kai había conocido el amor por mucho tiempo en cambio Tao solo podía soñar con ello.
Tao no pedía un novio cariñoso, solo pedía un poco de amor porque le cansaba demasiado, le cansaba sonreír todo el tiempo, le cansaba ser comprensivo, le cansaba dar su cien por ciento al expresar su cariño y recibir un mínimo porcentaje de vuelta. Tao pedía un novio que lo quisiera.
Y no que lo quisiera como Sehun lo quiso, Tao pedía un novio como lo fue Daehyun para Baekhyun, quien brilló por amor por mucho tiempo, o el KaiSoo quienes se amaron con locura a pesar de no demostrarlo mucho en público (Tao presentía que en privado tenían las historias más bonitas de amor).
Entonces fue demasiado para Tao, quién comenzó a llorar desconsoladamente por la concurrida calle, sin importarle mucho que lo miraran al pasar, sin importarle chocar con un pecho firme y sin importarle que unos brazos fuertes lo envolvieran en un cálido abrazo.
-Tranquilo, estoy aquí-
E irónicamente, era Kris el que le estaba abrazando, pero Tao estaba demasiado lastimado como para intentar separarse de su incómodo abrazo.
Si tan sólo ese abrazo hubiera venido años atrás habría sido bien recibido. Era demasiado tarde para Wu Yifan como enamorado, ahora Tao prefería pensar en Kris como un amigo.
Kris era el que conoció hace poco, el chico primo de la modelo a la que le devolvió su cartera robada, el que era amigo de Kyungsoo, Yixing y Kai. Wu Yifan era el hijo de puta que no cumplió su promesa de volver. A Tao le parecía justo.
-Lo siento, estoy ensuciándote- Se disculpó Tao entre hipidos a lo que Kris negó levemente.
-No importa, pero no llores más Tao, ¿Qué te pasó? ¿Puedo ayudarte?- Le preguntó con las mejores intensiones del mundo, sinceramente. Tao negó pero Kris insistió en que le dijera para que juntos encontraran una solución.
-Es sólo que… Me gustaría tener a alguien que me hiciera sentir amado- Murmuró Tao contra el pecho de Kris.
-¿Ese tal Leo te dejó?- Preguntó Kris ignorante de la situación de Leo y Ken.
-Nunca estuvimos juntos, finalmente, a él le gustaba otra persona y me pidió ayuda para conquistarlo- Sollozó Tao alejándose de Kris -¿Cómo has estado?-
-Estaba bien hasta que te vi llorar- Respondió Kris con simpleza. Aquella mañana había acompañado a Kyungsoo en su departamento y jugando con Dory mientras Sehun salía con Chanyeol y Yixing, ya había dejado de desear a Kyungsoo y ahora solo lo veía como a un amigo. Encontrarse a Tao llorando en la calle no era algo que le gustó ver. -¿Quieres sentarte y contarme mejor tu problema?-
-No gracias, debes estar ocupado- Negó Tao.
-Para nada, para ti tengo todo el tiempo del mundo- Le dijo algo coqueto el mayor guiñando un ojo. Tao ni se inmuto, tenía mucha pena y las lágrimas seguían cayendo por sus ojos.
-Está bien, te lo diré- Murmuró Tao intentando calmarse –Yo… creo que jamás llegaré a ser amado por alguien, mi primer novio no me quería como las parejas lo hacen y el otro prospecto que tenía me olvidó. Estoy jodido.- Dijo sonriendo. A pesar del dolor, Tao fue capaz de sonreír.
-No es así- Murmuró Kris haciendo que Tao dejara de llorar –Yo… Yo sé que mi nombre chino es Wu Yifan y jamás te olvidé, solo fingí hacerlo pero jamás pude olvidarte, jamás podría olvidar esa semana que pasamos juntos-
>>Cuando fui a China mi prima Li me obligó a ir a una fiesta, hasta ahí todo iba bien, había gente ebria pero nada grave. Entonces, no me di cuenta cuándo o cómo pero metieron droga a mi bebida y después de tomar algunos tragos no recuerdo que sucedió, sólo sé que desperté con dos chicos y una chica desnudos en la misma cama<<
>>Estaba tan avergonzado, no sabía cómo decirlo, ni siquiera sé si perdí la virginidad en esa ocasión o no. El punto es que cuando me enteré que volvería a Corea quise volver a encontrarte pero no tenía la valentía para confesarte esto. Yo quería que mi primer beso fuese contigo, que mi primera vez fuese contigo pero algún bromista lo hecho todo a perder y no sabes cuánto lo lamento<<
>>Jamás tuve un accidente, sólo mentí para no tener que decirte esto, porque pensé que me olvidarías y de no ser así yo te olvidaría. Yo estoy demasiado avergonzado por todo esto y pensé que no te merecía, sé que quizás para ti es estúpido pero realmente pensé que la solución que sería mejor para todos es que ambos nos olvidáramos y para hacerlo más fácil, pensé que la típica historia de la pérdida de memoria a partir de un accidente funcionaría<<
>>Así que no pienses que el amor no es para ti, porque justo frente a ti tienes a un tonto que no supo cómo proteger a la persona que más le importa. Aún sabiendo todo esto… ¿Te gustaría empezar de nuevo?<<
Tao lo miró con ojos grandes, sorprendidos por aquella confesión
-Sólo… -Dijo Tao en shock. Por supuesto, era difícil tragarse toda esa historia que era, según Kris, la verdadera. Tanto que sufrió, tanto que lloró, tanto que quiso no haberlo esperado para que ahora le dijera que nunca lo había olvidado, todo esto hacía que Tao tuviera una respuesta definitiva a lo que Kris le proponía- Vete a la mierda-
Y se fue.
Tao se marchó furioso, con ganas de hacer artes marciales como nunca. Necesitaba golpear algo o alguien en ese mismo momento y no dudaría en tirarse sobre la primera persona que lo provocara.
Por otro lado, Kris suspiró sintiéndose el idiota más idiota del mundo.
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Era una trampa, pero ellos no lo sabían.
Sehun le pidió a JongIn que fuera temprano en la mañana a su hogar porque tenía algo muy importante que decirle, algo que no se podía decir por teléfono o por mensaje, tenía que ser cara a cara. JongIn, como buen amigo, después de haber trabajado pre-grabando las presentaciones de TaeTiSeo se dirigió a su casa para bañarse y cambiarse de ropa, para más tarde ir al departamento de Sehun.
Y como era una trampa planeada por Chanyeol, al digitar la contraseña y entrar al departamento solo se encontró a Kyungsoo quién veía la televisión acostado en el sillón mientras comía fruta.
-Hola, con permiso- Saludó mientras se adentraba al departamento sacándose las zapatillas.
-Adelante- Dijo Kyungsoo mirándolo curioso -¿Qué te trae por aquí?-
-Sehun me dijo que viniera temprano porque tenía que decirme algo importante- Dijo Kai mirando a su alrededor-¿Dónde está Dory?-
-Dory está durmiendo en mi cama. Sehun no ha vuelto desde anoche, se iba a juntar con Chanyeol a beber, lo más seguro es que esté con resaca- Informó Kyungsoo- ¿Vienes de trabajar?- El moreno asintió –Ve a acostarte a mi cama y duérmete en lo que llega Sehun, te despierto cuando el puto llegue-
-No quiero ser una molestia… -
-¿Me estás tomando el pelo? No eres y nunca serás una molestia- Dijo Kyungsoo –Para tu suerte sigues siendo mi niño favorito-
-¿Me sigues amando? Porque tengo algo que confesarte con respecto a eso… - Dijo JongIn.
Lo que JongIn había descubierto es que podía vivir con el dolor que el amor por Kyungsoo le daba, porque su amor por bailar se había vuelto tan fuerte que sus sentimientos por el mayor quedaban opacados. Le seguía importando mucho su ex novio y le quería bastante, pero amor… Kai se prometió no volver a hablar de ello ya que no llegaba a nada.
-¿Sabes? El amor que solo te podía dar a ti ha desaparecido. Ya no te amo.- Confesó Kyungsoo, siendo él el primero siempre. El primero que se acercó, el primero que lo abrazó, el primero que le tomó de la mano, el primero pedirle ser novios, el primero en besarlo, el primero en insinuar dar el siguiente paso, el primero en darse cuenta que algo estaba mal, el primero en caminar lejos y el primero en mentir sobre su corazón.
Kyungsoo seguía amando a JongIn, pero al igual que éste había descubierto que podía vivir con el dolor que esto conllevaba. Ya había planeado lo que iba a ser en su futuro cercano y solo dos de ellas incluían a JongIn, y por un corto período de tiempo. Ahora tenía otras prioridades, como cuidar de Sehun, sus estudios en la universidad y conquistar a Luhan a quién de a poco le iba agarrando más gusto.
-Mi amor por ti también se ha ido. No he conocido a nadie, pero mi corazón ya no tiembla al verte.- Lo último era verdad, pero JongIn seguía sintiendo ese algo por Kyungsoo.
Ninguno notó que el otro mentía. Siguieron fingiendo que no podían sentir sus corazones frustrados. Pero seguir juntos no era una opción, por lo menos no para ellos.
Y la forma en la que se miraban los delataba, pero aún así, ellos sabían que una hermosa amistad podría surgir de todo aquello.
-¿Abrazo?-
-Abrazo-
JongIn caminó hacia Kyungsoo quién se incorporó antes de que se fundieran en un apretado abrazo, un abrazo que marcaba el comienzo de un nuevo ciclo para ellos, uno en el que ya no se amaban con locura, uno en el que podían mirarse sin que sus corazones se aceleraran, uno en el que podrían ver al otro junto a alguien más y no sentir una opresión en el pecho.
-Iré a dormir- Anunció Kai cuando se separaron. El mayor asintió y le murmuro un “descansa” antes de que el menor se alejara lo suficiente como para no escucharlo.
JongIn sonrió levemente antes de dirigirse al dormitorio de Kyungsoo mientras se sacaba la chaqueta, dejándola sobre Dory quién dormía al medio de la cama y al sentir la chaqueta sobre ella se sobresaltó despertando de inmediato. JongIn se disculpó riendo levemente mientras tomaba a la gatita y la acariciaba en el cuello provocando que Dory ronroneara. La dejó en la cama suavemente antes de desabrocharse los pantalones y sacárselos, dejándolos tirados en el suelo. Se metió bajo las sábanas con solo polera y bóxers para estar más cómodo y posicionó a Dory al lado de él.
-¿Por qué eres tan tierna?- Le preguntó a la mascota mientras la acariciaba –Debes ser una buena hija con Kyungsoo hyung, él te ha cuidado bien- Murmuró antes de bostezar -¿Quieres dormir conmigo?- Le preguntó mientras tapaba a Dory con las sábanas –A dormir, dulces sueños Dory- Murmuró antes de quedarse dormido por todo en cansancio acumulado.
Horas después, fue despertado por Kyungsoo con la sorpresa de que era hora de almorzar, y para su alegría el mayor le había llevado una bandeja con comida para que los dos comieran en la cama. La cama de Kyungsoo era matrimonial, por lo que ambos cabían perfectamente uno al lado del otro sin rozarse las piernas como antes, cuando eran novios, lo hacían.
-Sólo lo hago porque eres mi niño favorito- Aclaró Kyungsoo al ver la mirada embobada de JongIn sobre la comida.
-Vamos a tener como cincuenta años y vas a seguir llamándome niño- Dijo JongIn divertido antes de probar la comida del mayor -¡Está delicioso!- Exclamó después de tragar.
-Obvio, lo hice yo- Dijo Kyungsoo en broma. –Hablando de comida, tu mamá me pidió que hiciera el pastel de cumpleaños de JinSoo, además de toda la comida que habrá, así que estaré en la casa de DoHee el viernes, sólo para que no te asombres al verme-
-Es genial que vayas, te contaré algo… A JinSoo le gusta una niña- Comenzó JongIn pero fue interrumpido por Kyungsoo.
-¿Le gusta alguien? ¿Cómo se llama? ¿Cuántos años tiene? ¿Es bonita?- Preguntó Kyungsoo emocionado por la idea.
-¡No sé, no la conozco!- Dijo JongIn encogiéndose de hombros –El punto es que la invitó a su cumpleaños y para impresionarla va a cantar “Good Boy” de G-Dragon con Taeyang con su mejor amigo, entonces me pidió que yo y Taemin seamos sus bailarines para quedar como rey con ella-
-¿Y de quién hará JinSoo?-
-G-Dragon, obviamente- Respondió JongIn. -Así que estaba pensando en pedirle a los chicos ayuda para que seamos más bailarines y más gente y que sea perfecto para que mi sobrino termine con novia al final de su cumpleaños… ¿Por qué Sehun no llega?- Murmuró JongIn.
-Ni idea, quizás se olvidó de ti- Dijo Kyungsoo antes de tomar algo de jugo.
-Tengo que juntarme con Krystal en una hora cerca de aquí- Murmuró JongIn antes de bostezar –La muy idiota está tan desesperada por amor que se metió a un sitio de citas a ciegas y ahora tiene una cita en una cafetería. Voy a acompañarla y merodear por ahí para asegurarme que nada malo le pase-
-Que tierno eres con ella- Dijo Kyungsoo sonriendo.
-Es mi mejor amiga, no puedo hacer menos por ella- Dijo JongIn estirándose -¿Y cómo vas con Luhan?-
-No llevo nada, él se está enfocando en su terapia y en su futuro trabajo, empieza en tres semanas y está muy nervioso por ello. Pero tengo un plan maléfico para que caiga a mis pies, quiero llevarlo de vacaciones y en eso entras tú- Dijo Kyungsoo apuntando a JongIn.
-¿Yo?-
-Sí, tú- Afirmó Kyungsoo –Quiero que todos vayamos de vacaciones juntos a la playa por una semana, y con todos me refiero a todos: Luhan, Baek, JongDae, Yixing, Kris, Tao, Chanyeol, Suho, Minseok, Sehun, tú y yo-
-¿Doce personas?- Kyungsoo asintió -¿Y dónde nos quedaríamos?-
-En alguna casa en la playa que Suho tenga por ahí- Respondió Kyungsoo con simpleza.
-¿Y cómo nos iríamos?- Preguntó JongIn algo inseguro de la idea de Kyungsoo.
-En auto; Yo, JongDae, Baekhyun, Suho y Kris tenemos auto, así que no hay problema en ello- Respondió Kyungsoo –Será genial, sólo piénsalo, será nuestra última semana de vacaciones antes de que vuelvas al instituto y antes de que yo entre a la universidad. Estaremos todos ocupados así que ¿Por qué no aprovechar el tiempo que tenemos juntos y divirtiéndonos?-
-Me gusta la idea, si se confirma la salida pediré permiso a la agencia- Respondió JongIn.
-La junta que organicé es para eso, además quiero que todos se conozcan, Baekhyun y Chanyeol aún no conocen a Luhan- Dijo Kyungsoo.
-Oye… ¿Tú crees que Baekhyun hyung esté saliendo con Taeyeon?- Preguntó JongIn – Taeyeon noona no me cuenta nada, pero se sonroja mucho cuando le hablo del tema-
-Yo creo que sí, sólo que no lo puede decir- Dijo Kyungsoo. –Me pregunto si Sehun estará bien… -Murmuró en voz baja.
-Le quieres mucho- Dijo JongIn sonriendo.
-Es lo más importante que tengo ahora, sin ofender- JongIn le quitó importancia con un gesto –Quiero cuidarlo y protegerlo, pero no quiero que me termine odiando por hacerlo-
JongIn abrazó a Kyungsoo, porque sabía que era un tema sensible para el mayor. Sehun se había convertido en su todo, lo que más quería proteger y lo que amaría (como familia) hasta que su vida se acabara. Le daba miedo que la persona que más le importaba lo odiara como él odió a su madre y a su padre por mucho tiempo, un odio que poco a poco se volvió en aceptación.
-No lo hará, hyung… No lo hará- Murmuró como si fuera una promesa.
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Una parte del trato que Kai y Kyungsoo firmaron decía que una vez que hubieran superado su mutuo amor botarían los regalos que se habían regalado a lo largo de su relación.
Mientras que las parejas normales se regalaban peluches, cartas, chocolates, ropa, entre otras cosas, el KaiSoo se regalaba (además de lo mencionado anteriormente) las cosas más ridículas e innecesarias que una persona podría tener.
Por ejemplo, Kai le regalaba a Kyungsoo las tabs de aluminio de las latas que bebían, Kyungsoo robaba las cucharas (que eran gratis, pero lo normal era sacar una por persona y Kyungsoo sacaba dos o tres) y se las regalaba a su novio, y entre ambos se regalaban las etiquetas de la ropa de pareja que se compraban.
Entonces, Lee Taemin tenía entre sus manos una caja llena de cucharas plásticas, etiquetas, cartas, boletas con sus nombres escritos por encima, clips, manualidades, entre otras cosas, algunas románticas y otras que no tenían gran utilidad. Kai llevaba otra caja llena de las mismas cosas.
Obviamente Kai guardó los inútiles regalos que Kyungsoo le daba, a pesar de ser un chiste interno entre ellos dos en los que se regalaban lo primero que tenían en el bolsillo, eran cosas que ambos apreciaban, porque sentían que no importaba lo material, sino el hecho de estar juntos y en buenos términos. Por eso, Kai guardó cada minúsculo regalo de Kyungsoo en dos cajas decoradas (que Kyungsoo le regaló) y las mantuvo en su armario hasta que otro regalo llegaba.
-Son la peor pareja que conozco- Dijo Taemin caminando.
-Fuimos la peor pareja que has conocido- Le corrigió su amigo –Avanza más rápido o se hará tarde-
Kai había decidido tirar sus regalos en una colina a las afueras de Seúl a la que alguna que otra vez había visitado con Kyungsoo. Eligió ese lugar porque a los pies de la colina botaban escombros de edificios viejos que demolían para luego alzar en ese mismo lugar otro más alto y más moderno. Kai quería hacer algo similar con su vida, volver a alzarse y perfeccionarse como bailarín, sin Kyungsoo o alguna otra persona a su lado (amorosamente hablando), sólo él y él mismo.
En esa colina Kyungsoo le había confesado que no creía que su amor por él (Kai) fuera a ser eterno, pero que sin embargo lo sentía de esa manera. Kai le había dicho algo similar, que no creía que aquel amor adolescente sería eterno pero que el tiempo que habían pasado juntos había sido maravilloso, y que no lo cambiaría por nada.
Y aquello fue verdad, porque ya no se amaban con locura.
El amor ya no los movía como para estar juntos, ellos podían seguir viviendo con aquel dolor de la separación, podían proyectar sus sueños, sentir atracción por otra persona, y más cosas que el compromiso no les permitía.
Ahora que el amor por Kyungsoo no lo dominaba, Kai estaba listo para dejarse encantar por su primer amor: Bailar.
Pero antes…
-¡Kyungsoo hyung, ya te he olvidado! –Exclamó el moreno hacia la nada, simplemente quería dejar ir todo, completamente todo -¡No te amo, ya no te amo! ¡Me convertiré en el mejor bailarín de Corea, viajaré mucho, conoceré mucha gente y no me pondré celoso cuando me presentes a tu nueva pareja! ¡Me casaré con el baile y seré un forever alone…! –
-Kai, eso no es bueno- Lo interrumpió Taemin.
-Cállate, no he terminado- Le regañó Kai -¡Seré un forever alone, pero seré feliz! ¡Y tú también serás feliz y todo seremos felices en un mundo feliz! –Kai suspiró -¡Y ahora botaré todo lo que me has regalado mientras éramos novios! ¡Porque ya te superé, porque ya no te amo y estoy listo!-
Y con esto, JongIn tiró colina abajo la caja con sus regalos, con sus recuerdos de felicidad, con lo material que lo ataba a Kyungsoo. Taemin hizo lo mismo con su caja y ambos vieron como todo rodaba hasta perderse entre los escombros.
-Ya está hecho- Murmuró Taemin.
-Sí… -Dijo Kai – ¿Sabes? Me siento más liviano.
-Me alegro por ti, yo sé que es difícil pero estoy orgulloso de que hayas podido superar esta etapa, que en mi opinión es una de las más complicadas en la separación-
-Gracias- Ambos se abrazaron por un rato –Ahora vámonos, se nos hará tarde-
Después de haberle dicho a Kyungsoo que lo había superado (que en el fondo de su corazón, eso seguía siendo una mentira) cada paso que daba era más ligero. Sentía que se hubiere quitado un peso fantasma sobre los hombros, el peso del compromiso, de estar juntos, de amarse y dejar los sueños de lado.
Aquel lazo que lo unía a Kyungsoo se debilitaba con cada acción, con cada paso, con cada mirada que carecía de los sentimientos que antes había. Ahora podía dar un paso a un lado sin que nada lo atara a Kyungsoo. Eso era muy bueno, muy bueno para Kai.
Y se sentía tan feliz por aquello, como un niño que descubría una experiencia nueva y la disfrutaba al máximo. Creía que podía llorar de la felicidad, porque era felicidad eso que venía hacia sus ojos, que le anudaba la garganta y vaciaba su pecho.
Y entonces Kai se dio cuenta de algo.
-Un momento- Murmuró el moreno haciendo que Taemin se detuviera –No estoy listo… ¡No estoy listo! ¡Mierda! ¡Taemin, no estoy listo!-
-¡¿Qué?!- Exclamó el universitario.
-¡Qué no estoy listo!- Exclamó el moreno antes de devolverse corriendo hacia la colina y mirar sus regalos allá abajo. Taemin pronto estuvo a su lado, sin poder creer lo que estaba sucediendo.
-Ya es muy tarde, los has tirado- Dijo Taemin intentando convencerlo para que se marcharan –No podrás recogerlos tu solo-
-Tienes razón, no puedo hacerlo solo- Murmuró Kai.
Y de una patada ninja, Taemin cayó colina abajo. Kai se tiró segundos después.
-¡Y no saldremos hasta que estén todos!- Exclamó JongIn.