Era otro dia normal en la mansion Phantomhive. Ciel era despertado de una forma algo diferente a
a la acostumbrada.
-Bochan, es hora de levantarse-quito las colchas que tapaban el cuerpo en desarrollo del conde.
-5 minutos mas, Sebastian-volvio acomodare.
-Hoy tiene una agenda apretada, bochan. Hoy bendra la senorita Elizabeth-san para
tomar el te con usted-volvio a insistir.
-como molestas, Sebastian-lo miraba enojado mientras que este lo miraba idiferente.
La tarde llego en el despacho del conde, que rebisaba los documentos que Sebastian habia de-
jado en su escritorio. Escucho que tocaban la puerta.
-Adelante-espero ver a Sebastian pero grande fue su sorpresa al ver a Meirin.
-Bo..bochan, la senorita Elizabeth-san acaba de llegar.
A suerte de Ciel, la tarde paso rapida al probarse varios trajes que le trajo su prometida
de Francia. Ya en la noche, Ciel esperaba a su mayordomo que no vio en todo el dia (cosa que
molesto)
Escucho como tocaban la puerta despues de un "adelante", el viejo mayordomo de los Phantomhive
se hizo presente.
-Bochan, creoq ue le tengo malas noticias-dijo serio Tanaka-san.
-?Que ocurre?
El mayordomo extendio su brazo hacia el conde. En su mano enguantada sujetaba una carta que
llevaba su nombre en cursiva.
-"Es la letra de Sebastian"-penso al tomar la carta que leyo en sillencio.
"Ciel, cuano leeas esta carta yo ya estare lejos de ti. Me harte de ser el mayordomo
de un nino arrogante y orgulloso como tu. El contrato sera eliminado al salir el sol
en la manana. Espero no volverte a ver."
-Sebastian Michael
Las cejas del conde comenzaron a juntarse fomrando una exprecion de odio, humillacion y
rencor, pero, en los ojos zafiros de Ciel se reflejaba tristeza.
-Tanaka-san, mandale un comunicado a la renia, digale que nesecito a un nuevo mayordomo-rom-
pio la carta en mil pedazos.
-Yes, my lord-salio de la habitacion.
-Esto apenas es el comienzo, Sebastian-juro ante la ventana en donde entraban los rayos blancos
de la luna.
Muy a lo lejos de la mansion, un pequeno pueblo habitaba. En una de las tantas casas pequenas, se podia ver
a una pareja en intimidad.
-Ah ah Sebastian!!- gimio la mujer.
Al dia siguiente.
Ciel se removia en la cama incomodo, su cara se encontraba banada en sudor y reflejaba miedo.
-"No, no por favor, dejenme !Ayuda! Por favor alguien ayudenme-gito Ciel que era sujetado por
4 hombres en cada extremidad.
-No te muevas nino-apreto mas la muena del joven.
Un quinto hombre se acercaba con una daja en mano el levanto en drente de el.
-Llego tu turno-su rostro era tapado por una capucha.
-!Noooooo!-desperto agitado".
-Bochan, ?esta bien?-entro Meirin a la habitacion.
-Si, estoy bien-trataba de reagulizar su respiracion.
-Bochan, le informo que la reina a contestado a la carta que se le mando ayer por la noche,
mando a uno de sus mejores mayordomos que le sirve-comenzo a debestir al conde para poder
cambiarlo.
-?Alguna informacion de el?
-Solo sabemos que se llama Ash Black es norteamericano-acomodo el saco de Ciel.
-Muy bien, lleven mi desayuno al despacho y me avisan cuando cuando llegue el mayorodmo-salio de su
habitacion.
-Claro, bochan-dijo Meirin atras de el.
Una carroza se dirigia a la mansion. Un hombre alto 1.89 se encontraba mirando por
la ventana.
-Falta poco para vernos, Ciel.
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