Cap12# De vuelta a casa
Por la tarde mi familia volvió y todos partimos de regreso a nuestros respectivos hogares (la cabaña la utilizábamos únicamente en fechas especiales) pero claro, antes hubo una tediosa despedida, lo normal, mis padres pidieron que los visitara (también se lo pidieron al mocoso rubio), los abuelos dijeron algo de “no hacerlo sin protección”, Tomoyo me pidió que llevará a Fye a visitarla, ámense a Eliot (nunca le daré el gusto de llamarlo Eriol) y me despedí de Seishirou, su mocoso y su cuñada, ah, y de mi prima, lo normal.
Nos pusimos en marcha como a las 05 de la tarde, Fye seguía algo enfermo, mmm o al menos no lucía muy bien, seguía algo sonrojado y durmió la mayor parte del camino, eso me preocupaba, para cuando llegamos a casa era demasiado tarde como para llevarlo al médico, así que sólo lo lleve a la recamara, cheque su temperatura, afortunadamente había bajado, entonces pude irme a dormir más tranquilo.
…
…
Me estire, abrí mis ojos, él seguía acostado pero se encontraba mirándome fijamente…
-¿te sientes mejor?- fue lo primero que le dije
-un poco- dijo con voz suave
-mnm iremos al médico, arréglate- dije incorporándome, Fye lo hizo poco después, lucía algo demacrado, me apresure a cambiarme, cuando él lo hizo no me quedo más remedio que cargarle hasta el auto.
El médico le hizo algunos chequeos, nos dio una receta, y enseguida fuimos en el auto a buscar una farmacia para poder surtir sus medicamentos.
-…- suspire con pesadez –espérame aquí y ahora regreso
-no quiero- dijo cual crio
-no te puedo llevar, será más rápido si voy solo
-pero…- hizo un puchero, ya me parecía demasiado bueno el que no hubiera hablado en todo el camino
-ya, después iremos a comprar algo para el almuerzo- dije esperando que funcionara y él accediera a dejarme ir solo, por lo que me dispuse a salir del auto
-¡no me deje!- me tomó por el brazo, me miraba con ojitos de cachorrito…
-no ¬.¬ -aparte su mano y me fui
Me adentre en la farmacia y pedí el medicamento de la receta, uno de los encargados me dijo que esperara mientras los buscaba, volví a suspirar, no me gustaba esperar, pero ni hablar.
-¿Kurogane?
…
…
-¿eres tú?
…
…
Me gire lentamente, esa voz…
-Yen- susurre, mis ojos se perdieron en aquellos azules
…
-…
…
¿por qué? ¿por qué mi corazón se acelera? ¿por qué no tengo palabras? ¿por qué no puedo apartar la mirada? ¿por qué a pesar de todo lo que me hizo…?
-yo…
-¿terminaste? Estas tardando y me quiero ir ya- dijo Fye apareciendo de la nada, ocultándose en mi pecho
-¿¡eh!?- de pronto me abrazaba, no pude pensar en más que: -¡te dije que te quedaras en el auto!- le reprendí
-estabas tardando mucho- dijo quejándose levemente, sin muchas energías aun abrazándome…
-te sientes mal, no debiste venir- lo reprendí de nuevo
-lo siento
En eso llegó el encargado, pague las medicinas y cargue al mocoso entre mis brazos –hay que volver
-mhm- dijo levemente mientras pasaba sus manos alrededor de mi cuello y ocultaba su rostro ahí, se mantuvo así hasta que volvimos al auto -¿q-quién era… ella?
-¿¡eh!?- me sorprendí, ¿acaso… lo notó?
-la mujer de haya adentro
-… no era nadie
-no parecía ser “nadie”
-¡¡dije que no era nadie!!- dije molesto
-…
-… lo siento, no quería gritarte- me disculpe
-…- no dijo nada y se limitó a mantener la mirada baja
Suspire con pesadez, encendí el auto para ir a casa, estaba molesto conmigo mismo, por mi reacción delante de ella y también la que tuve con el mocoso, no quería gritarle.
Cuando llegamos Fye bajo del auto solo.
-te ayudo- me apresure a decirle
-puedo solo
Genial, ahora el mocoso esta sentido, lo que me faltaba.
-acuéstate en la sala, ahora traigo agua para tus medicinas
-…- no me respondió pero obedeció
Me apresure a traerle el agua y una manta para abrigarlo, luego lo deje solo mientras iba a preparar algo para el almuerzo, me obligaba a no pensar en aquello pero era imposible, era imposible no pensar en lo que pasó, tenía tanto que no la veía… ¿por qué me quede en blanco? ¿por qué no puede reaccionar?... Yen.
Prepare una especie de caldo de verduras, mmm, al menos eso parece, serví y le lleve al mocoso para que comiera, para mi sorpresa no estaba donde lo deje, puse la charola con la comida sobre la mesa y subí al cuarto a buscarle.
-¿mocoso? La comida está…- me detuve en seco al verle sobre la cama mirando una fotografía -¿de dónde sacaste eso?- pregunte con voz fría
-sabía que ya la había visto en alguna parte- dijo bajito
-¡dame eso!- le arrebate la fotografía, en ella estábamos Yen y yo, la tomamos cuando parecía que… ambos éramos felices
-La encontré la otra vez mientras buscaba una receta, venía en su libro, entre las hojas- me explicó
-… ya veo- dije en tono serio –el almuerzo está listo
-¿ella fue… s-su… novia?
-eso ahora ya no importa- mi voz se hoyo gélida, y es que “ella” seguía siendo un tema difícil de abordar para mí, fue por ello que la sepulte entre lo más profundo de mis recuerdos pero ahora, sin más, regresaba
-¿qué paso?- preguntó con dificultad
-¡¡eso no te importa!!- dije perdiendo el control por completo -¡¡no quiero qué te metas en mis asuntos!!- salí, no me sentía tranquilo, la ira aumentaba, todo, todo fue por ella, porque el dolor de sentirte traicionado es uno difícil de superar porque, irónicamente, sólo personas cercanas a ti te pueden traicionar.
Salí de la casa dando un portazo, subí al auto y conduje sin rumbo, olvidar, yo sólo quería poder olvidar, sacarla de mi mente como si nunca hubiera existido en mi vida, por qué no podía simplemente borrar todo lo que pasó, por qué tengo que seguir sintiendo esto…
Flash Back
-ahh… ahh… más… más
-…- sus manos viajaban por aquel deleitoso cuerpo desnudo teniendo cuidado de no lastimarla, era su tesoro más grande, la amaba y era suya
-¡ahh!
-…
-te amo- dijo entre sus brazos, ambos cubiertos sólo con la sabana
-y yo a ti, Yen
-hm- se estiró y le besó apasionadamente –amor, vivamos juntos
…
-¿por qué compramos tantas cosas?- preguntó cargando barias bolsas
-nuestra casa debe verse bonita ^^
-me parece un desperdicio gastar en esto
-por favor- sus azules orbes le miraron suplicantes
-…- y él no pudo resistirse a aquella mirada –está bien- sonrió
-¡¡gracias!!
…
-Kurogane, basta
-…- él la ignoró y siguió besando su cuello por la espalda cariñosamente
-ya, Kurogane- pidió mientras se removía
-…- él continuó dándole mimos
-¡¡basta!! Déjame en paz- ella se alejó abruptamente y salió de la habitación muy molesta dejándolo a él muy confundido
…
-lo siento, no fue mi intención gritarte- pidió la mujer, apenada
-no hay problema- el moreno le besó dulcemente sobre la frente
-te amo- lo abrazó
-y yo a ti- dijo acariciando sus cabellos con suma ternura –más que a nada en este mundo
-…
…
-mn… mghm… sí… así- decía él con voz ronca
-…- Yen daba expertos besos en su cuello, se encontraba sentada sobre sus piernas y sobre aquella extremidad que comenzaba a hacerse notar
-mghm… ahh… Yen
-hoy voy a consentirte ¿estás listo?- preguntó seductoramente
-ahh…
…
End Flash Back
… si tan sólo aquellos “te amo” hubiesen sido verdaderos, todo habría sido diferente…
Flash Back
-¡ya basta! Ya te lo dije mil veces, lo nuestro acabo
-¿y qué hay del amor que nos teníamos? ¿los recuerdos? Yen, no me hagas esto, yo te amo y tú a mí, lo sé- rogaba destrozado al borde del llanto
-basta ¡¡tú arruinaste lo nuestro!! Nuestro futuro juntos
-¿qué?- preguntó confundido
-lo sabes bien, todo hubiera sido perfecto
-no puedo aceptar el trabajo en los Ángeles, mi familia y mi vida están aquí
-¡¡exacto, y esa es una vida miserable!!
-y eso qué importa, mientras estemos juntos…
-¡lo ves! Eres mediocre- dijo con desprecio
-Yen, basta, regresa conmigo, volvamos a casa
-¿¡cómo diablos hago para que me dejes en paz!?- decía molesta
-no, no es cierto todo esto, lo sabes- su voz se quebraba cada vez más
-lo que no es verdad es que alguna vez te ame
-¡¡…!! N-no, mientes
-¡no miento! Nunca te amé, acéptalo de una vez y sal para siempre de mi vida
-pedirme eso es como pedirme que muera
-¡entonces muérete!
-…- una lagrima escapó y recorrió su mejilla tortuosamente, el dolor en su pecho crecía cada vez más, no lo creyó posible pero ahí estaba, sangrando por dentro de manera lenta, de haber podido se hubiese arrancado el corazón del pecho y entregado a su dueña, porque era suyo, su corazón le pertenecía a ella y a nadie más, tomó valor y formuló una última pregunta -¿en verdad… no te importo?
-…- una perversa sonrisa se formó en sus labios –nunca me has importado
…
End Flash Back
Mi mano fue a mi pecho… ahí seguía, latiendo a lentos pasos, aún dolía pero seguía vivo a pesar de lo mucho que en ese entonces deseé estar muerto…