Cap. 2# Convivencia
Trabajar un 26 de diciembre es una pesadilla, ahora traer un mocoso exasperante mientras conduces hacia tu trabajo es…
-¡deja de tocar todo!- grite, me distraía el que curioseara todo como si nunca se hubiera subido a un auto antes (en realidad es una camioneta, algo familiar, no soy muy fanática de los autos perdón).
-lo siento- dijo rápidamente juntando sus manos como si estas fueran las que se movieran solas.
-eres desesperante- resople
-y usted muy desesperado- musitó inocentemente
-¿qué fue lo que dijiste?- pregunte molesto -…- suspire con pesadez mientras me estacionaba -bien, vendré hasta la hora del almuerzo, quédate aquí- dije sin ánimos
-¿puedo ir con usted? No me gustaría quedarme aquí solo
-no- baje del auto
-pero, no estorbare, palabra, ni siquiera notara mi presencia- bajo conmigo
-dije que no, ahora sube- ordene
-por favor- me miró esperanzado a una respuesta positiva de mi parte
-¡dije que no!- comencé a caminar hacia el elevador que me llevaría hasta el piso de mi oficina y él pareció por fin entenderlo…
No me lo creía ¿cómo ese mocoso logro convencerme?
“¿ya sabes qué harás?”
“sí ^^… estuve pensando, conseguir un trabajo y pensé en que… quizá usted podría, contratarme”
“vaya, que mala idea, búscate otra”
“pero es muy buena idea, yo podría ser su sirviente, no puede negar la idea de que necesita alguien que mantenga aseada su casa, lleve su ropa a la lavandería, cocine”
“siquiera ¿sabes cocinar?”
“… puedo, aprender”
Y después de gran parloteo en el que yo me negaba y el insistía termine cediendo, la verdad sí necesito a alguien que haga eso, yo únicamente puedo encargarme en mi día de “descanso”, el elevador se abrió, me dirigí a registrarme y luego a mi oficina mientras veía los rostros de todos agobiados, deberíamos estar con nuestras familias, de vacaciones, no trabajando.
El tiempo hasta la hora del almuerzo se me paso de lo más rápido, baje al estacionamiento, el mocoso rubio seguía ahí en el asiento del copiloto, abrazado a sus rodillas realmente parecía aburrido, pobrecillo… moví mi cabeza de un lado a otro, no podía compadecerme de él, ese fue mi primer error y ahora, mírenme.
-regrese- dije en cuanto subí al auto y lo encendía para ir a algún lugar a comer, me pareció extraño que no dijera nada -¿qué quieres comer?
-…
-¿qué te pasa?
-no… no me gustaría… ir a comer… vestido así- dijo casi en un susurro pero logre entenderle
-vamos a comer no a una pasarela- le había prestado mi ropa el día anterior después de que se dio un baño, por lo que ahora lucia bastante holgado
-aun así me siento extraño
-en la hora de la comida iremos a comprarte ropa, deja de ser tan delicado- dije molesto, me estacione enfrente en un restaurante económico –vamos, baja ya
-no vestido así
-hace rato querías bajar conmigo a mi trabajo- le recordé molesto
-es diferente- dijo defendiendo su postura cual niño pequeño
-ya estas bastante grande para esto ¡baja ya!
-¡no quiero!- se cruzó de brazos
-no cederé a tus caprichos ¡baja de una buena vez!- Salí dando un portazo, él continuo con su actitud infantil, abrí la puerta del copiloto –baja o te bajo- advertí
-no quiero- pensándolo bien, él es peor que un niño pequeño, también en eso se parece a ella y yo siempre caía ante sus caprichos, me molesto considerablemente, sin pensarlo dos veces lo tome del brazo para sacarlo -¡no quiero!- forcejeamos un rato pero al final la ventaja de mi fuerza ganó, logre sacarlo sobre mi hombro
-¡que no quiero! ¡bájame!- seguía forcejeando
-¡ya no voy a ceder ante tus caprichos!- robando la atención de todos los ahí presentes (gracias a él) me deslicé por el lugar escogiendo una mesa, lo baje obligándolo a sentarse
-es un monstro- me dijo entre dientes completamente sonrojado
-tú lo quisiste así- seguía molesto, a mí tampoco me gusta ser el centro de atención
-¿q-qué desean ordenar?- preguntó una mesera nerviosamente, ordene una hamburguesa y papas para el mocoso y otra orden igual para mí.
Él miró un poco su hamburguesa antes de dar su primera mordida
-¡deliciosa! ^^
A mi parecer era una simple y común hamburguesa… alto
-¿nunca antes habías comido una?- pregunte incrédulo
-no ^^ es la primera vez que lo hago- dijo en tono natural, sólo pude mirarle cual bicho raro -¿qué?- dijo inocente al sentir mi mirada
-no nada- comencé a comer, después de todo no era un lujo el llegar unos minutos tarde.
Terminamos y regresamos.
-¿ahora si puedo ir con usted?- preguntó entusiasmado
-¿con esa ropa?- le regrese el golpe, baje pero apenas di unos pasos mi pierna quedo inmóvil -¿¡qué rayos crees que estás haciendo!?# -se había abrazado a mi rodilla
-¡no quiero quedarme aquí!- lo dicho, todo un mocoso
-suéltame- intente caminar pero con su peso apenas pude mover mi pierna unos centímetros -¡suéltame!
-¡no quiero!
-¡suéltame!
-¡no!
-¡dije que me sueltes!
-¡no lo hare!
-¡mocoso!
-¡lléveme!
-¡ya, suelta!
-¡no quiero quedarme aquí solo!
…
…
Suspire con pesadez al tiempo que revisaba unos papeles
-su oficina es pequeña, sin embargo es más grande que la de sus compañeros que están en cubículos- dijo sentado mientras se daba vueltas en la silla (giratoria) en frente de mi escritorio, si, había ganado él, estúpido mocoso
-…
-¿por qué no tiene fotos o algo que personalice su espacio? Hasta sus compañeros de los cubículos lo hacen
-…- trate de ignorarlo
-su oficina luce gris…
-… ¿¡quieres cerrar la boca!?- grite ¡me estaba volviendo loco!
-¡¡…!! Lo siento- dijo y bajó la mirada
Suspire con pesadez, esto es más difícil de lo que siquiera imagine.