The Puppeteer por NBN

-¿Soy un enfermo sin cura, verdad?
Preguntó por décima vez, pero él lo sabía sólo que no quería creerlo.
Aquel niño frente a él era la razón de su felicidad y si aquel niño era infeliz, él sería infeliz también,
así que como siempre prefirió callar.
-Dime. Contesta. ¿Por qué siempre callas?
-A veces no es necesario contestar todo lo que las personas preguntan. A veces es mejor callar
-Pero yo necesito que me respondas
-No es necesario, créeme.
-Soy yo quien está encerrado las 24 horas del día en una habitación con paredes blancas sin hacer
nada, sin que nadie me visite, sin poder ver lo que hay más allá de las murallas, sin poder visitar a
mi familia...Yifan, en serio necesito que me contestes
-Su corazón se partió nuevamente en mil pedazos. Todo lo que aquel chico decía era cierto. Tantas
veces deseó cambiar su situación mas nunca pudo y jamás iba a poder- ...Yixing, escucha, aún no
puedo darte una respuesta –No había necesidad de destruir sus esperanzas-
-Hace años que me dicen lo mismo
-Lo siento
-Eso también lo escuché muchísimas veces. No lo sientas, odio que todos se compadezcan de mí.
Sólo quiero salir de aquí y volver a ser feliz -Se levantó despacio mirando al piso y se dirigió hacia
la puerta con la intención de irse a su habitación y encerrarse allí una vez más pero Yifan corrió y
frenó su paso-
-No me hagas esto. Sabes que intento ayudarte
-Todos quieren ayudarme y nadie puede. ¿Sabes? Sería de más ayuda que me ahogues mientras
duermo hasta que ya no respire y pueda ser feliz en el cielo.
-No digas esas cosas. Sabes perfectamente que no podría hacerte daño
-Es lo que yo quiero, no lo que tú quieres. Si quieres ayudarme...asesíname. Déjame ser feliz
porque yo solo no puedo -Sin más, apartó al doctor de su camino, abrió la puerta y se fue-
Yifan estuvo toda la tarde pensando en lo que su paciente de hace ya 9 meses le había dicho.
Yixing jamás encontraba otra solución que su homicidio, pero jamás el suicidio. Los pacientes con
esquizofrenia solían querer suicidarse. Su enfermedad los llevaba a la ruina de su propia
mentalidad, de su estabilidad, haciendo que terminen queriendo lastimar o lastimarse a ellos
mismos al punto de acabar con su vida o la de los demás pero Yixing se describía como alguien no
tan valiente como para lastimarse por su cuenta hasta ya no respirar, por lo que siempre pedía por
otra persona para que lo hiciera en su lugar y poder acabar con su triste y vacía vida aunque en la
inconsciencia nunca se sabe de qué se es capaz.
El 2 de enero de ese año, Wu Yifan había entrado a la institución mental "Oiwan Guo" de
Changsha como médico especializado en psiquiatría infanto-juvenil y psicopatologías.
Le encargaron el sector D en el cual se encontraban muchos niños y adolescentes con trastornos
mentales, alimenticios y diferentes anomalías psíquicas, pero de los 40 chicos de ese sector, el
único que llamó su atención fue Zhang Yixing, un adolescente de 13 años, pelo negro, de altura
mediana, ojos negros, cansados, tristes, perdidos. ¿Por qué había llamado su atención? No lo
sabía, pero lo averiguaría.
Transcurridos 2 meses en el establecimiento, Yifan se había acercado bastante a Yixing.
Al principio Yixing era tímido y no le contaba mucho a Yifan sobre lo que le pasaba pero luego de
un tiempo, trataba distinto a su "mejor amigo" como él mismo le había dicho una vez.
Yifan se alegró al ver que ya no lo trataba como a un extraño o a un profesional más y que podía
confiar en él pero eso sólo logró que su afición por el muchacho alcanzara niveles que ni él creía
posibles.
Pensó que había enloquecido una noche cuando despertó de un sueño en el que su paciente había
besado sus labios y le había dicho que lo amaba.
Se propuso tantas veces como fueron necesarias dejar de pensar en el chico como alguien a quien
podría algún día llegar a amar, hasta intentó cambiar de sector y olvidar por completo a Zhang
Yixing pero nunca pudo.
Yixing se volvió su adicción, una dolencia, un mal del que no quería escapar pero que poco a poco
iba acabando con su vida sin que se diera cuenta.