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The Puppeteer por NBN

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5 de Octubre. 10:45 a.m.

Yifan entró en la habitación 456, en la cual se encontraba Yixing acostado en su cama con los brazos a los lados de su cuerpo mirando fijamente al techo sin decir una palabra, sin siquiera moverse pero eso no impresionó al mayor, Yixing siempre estaba así.

-Buenos días -Dijo Yifan acercándose a su paciente y sentándose a su lado en la única silla de la habitación-

-Buenos días -Dijo Yixing sin moverse o mirarlo siquiera-

-No dormiste, ¿Cierto?

-No lo hice -Afirmó-

-Deberías hacerlo

-No puedo

-¿No te administraron somníferos?

-No

-Entiendo. ¿Quieres que te los inyecten hoy en la noche?

-No

-¿Por qué?

-No quiero dormir. Prefiero estar despierto

-¿Por qué?

-Cuando duermo sueño y soñar no es bonito

-¿Qué tiene de malo?

-Tú lo sabes

-Sigues teniendo pesadillas -Aunque no formuló la pregunta, más bien fue una afirmación, Yixing contestó-

-Si. Y cada vez son peores

-¿Quieres contarme?

-Mi última pesadilla fue la más horrible que he tenido en días y... ¿Sabes qué es lo peor? Estabas en ella

-...Dime que ocurrió en ella

-Yixing se sentó en su cama, apoyó su espalda en el respaldo de ésta y miró fijo a Yifan. Su mirada a veces lastimaba pero él no quitaría la suya de su médico- Me encontraba solo en un espacio vacío, no había nada, no había nadie...como siempre -Suspiró y prosiguió- De repente el suelo comenzó a desvanecerse y caí con él en un océano profundo. Sentí que me ahogaba pero logré salir a la superficie. Miré a todos lados...no había dónde nadar pero igual lo hice. Creo que me dirigí al norte pero la corriente me llevaba hacia atrás. Más avanzaba, más retrocedía. De repente pude sentir como alguien envolvía sus brazos en mi cintura y me tiraba hacia abajo del agua otra vez. No llegué a ver su cara pero créeme que pude distinguir su tacto tan familiar...

-¿Quién era?

-Eras tú

-Yifan desvió la mirada repentinamente. Los ojos de Yixing eran tan profundos. Su mirada era tan atrayente pero hacía daño- ¿Cómo sabes que era yo?

-Lo sentí. Pero ese no es el punto...luego de que forcejeara por mi vida, sentí que ya no tenía más oxígeno y me desvanecí. Desperté en una calle oscura iluminada sólo por la luna. No había nadie, nuevamente estaba solo. Me levanté y comencé a caminar. Empezó a llover, pero no era agua lo que caía de aquel cielo, era otra cosa. La sustancia era viscosa y tenía un color bordó. Parecía sangre pero no le di importancia y seguí caminando. En un momento choqué contra una pared, no la vi, era invisible pero detrás de ésta el camino seguía, solamente que estaba iluminado pero igual no había nadie allí. Traté de pasar aquella pared. Quise escalarla, romperla, pero no pude y de repente ahí estabas, detrás de ella sonriéndome y te grité para que me ayudaras, no quería estar solo, pero simplemente seguías allí sonriéndome sin hacer nada. Cerré mis ojos, estaba cansado y cuando los abrí ya no estabas, la lluvia no caía, la pared no estaba y volvía a estar en otro lugar. Estaba atado a una cama de hospital. Había algo conectado a mi cabeza y otra cosa inyectada en mi antebrazo. La puerta de la habitación se abrió y ésta vez no eras tú, era yo. Me vi a mí mismo, con una almohada entre las manos y esa cosa se aproximaba hacia mí con una sonrisa en su cara y los ojos totalmente negros. No había pupilas, no había iris...sólo dos agujeros negros que me veían. Apoyó su almohada en mi rostro y ya no pude respirar más. Intenté soltarme, intenté respirar y no pude, pero la almohada dejó de asfixiarme y te vi a ti, acariciando mi rostro, mirándome fijo como si no me conocieras.

-¿Por qué dices que fue el peor sueño que has tenido en días si hubo peores, Yixing?

-Tu cara estaba rasgada, como si hubieran pasado un cuchillo por ella. Tus labios, tus ojos...todo sangraba. Estaba asustado. Te pedí que me soltaras y agarraste mí cuello con fuerza, ahogándome. Tenía miedo, Yifan...tenía miedo de que tú también me lastimaras. Eres lo único en lo que confío, eres lo único que tengo...no quiero que me lastimes tú también

-Sabes que nunca lo haría

-¿Y qué si mis sueños se hacen reales una vez más?

-Es imposible que ese sueño se haga real

-Pero no es imposible que me asesines

-Si lo es. Jamás lo haría. Deja de pensar esas cosas

-¿Por qué no quieres lastimarme?

-¿Por qué habría de querer hacerlo?

-Todos quieren hacerlo. Nadie me quiere a su lado, Yifan

-Pues yo si.

-...Sólo te haría daño

-Tu no podrías dañarme, Xing.

-Bajó su cabeza y asintió-Si no puedo dañar a nadie... ¿Por qué sigo aquí?

-Yifan suspiró. Se levantó de su asiento y tomó la mano del chico- ¿Quieres ir afuera?

-Quiero ir a casa -Respondió mirando el agarre de sus manos-

-No puedes -Contestó triste-

-Lo sé -Dirigió su mirada a la de Yifan, se levantó de su cama y abrazó al más alto. No era la primera vez que lo hacía ni tampoco la última, porque lo quería demasiado como para alejarse de él y permitirse jamás volver a abrazarlo- Gracias

-Yifan sonrió y acarició la cabeza de Yixing que yacía apoyada en su pecho- Vamos

-Yifan

-¿Si?

-Tu corazón late fuerte

-Oh... ¿Sí?

-¿Por qué?

-Mmm...No lo sé

-¿Es por mí?

-Yifan miró al pequeño con confusión- ¿Por ti?

-¿Me quieres?

-Xing...

-Tú...me -De repente la puerta de la habitación se abrió dando paso a 2 enfermeras. Una con una jeringa en sus manos y otra con una charola con comida y dos vasos pequeños. Uno contenía agua, el otro, píldoras.-

-Doctor...es hora de su medicina -Dijo la enferma con la jeringa en sus manos refiriéndose al niño-

-Está bien, yo se la daré.

-Bien, señor. Aquí está tu comida -Dijo mirando al chico-

-Gracias -respondió Yixing-

-Buenos días -Dijeron las dos enfermeras al unísono para luego irse-

-¿Por qué me quieres inyectar tú esa cosa?

-No lo quiero hacer. No la necesitas aún. Ven...vamos afuera.

A Yixing le gustó esa idea. No era muy amante de las agujas, además de que sangraba más de lo debido cada vez que ésta salía de su piel.
Yixing seguía los pasos de su querido gigante. Cuando por fin salieron al enorme parque delantero del hospital, corrió a sentarse en el pasto y palmeó un lugar vacío a su lado para Yifan mientras sonreía. No era algo de todos los días ver ese hoyuelo en su carita. Su amado Yixing no siempre sonreía ya que según él, no tenía razones para hacerlo.

-¿Te pone feliz salir?

-Es lindo. Aun que preferiría pasar las murallas -Dijo recostándose en el suelo-

-Algún día lo harás -Dijo sin pensarlo mirando su carita con una sonrisa formada en su rostro por la felicidad que le daba verlo bien-

-¿Eso crees?

-Lo prometo

-No prometas algo que no vas a cumplir -Dijo Yixing cerrando los ojos poniendo sus brazos detrás de su cabeza. Yifan se sintió mal por lo que había dicho pero no hizo más que guardar silencio y sentarse a su lado mirando las puertas gigantescas de metal que se extendían delante de él y marcaban el límite entre la asquerosa vida que nadie merecía tener en aquel instituto mental y la vida después del lugar, una vida normal, una vida.-
Era normal ver a Yifan acompañado de sus pequeños pacientes. Aunque no estaba permitido tener tanto acercamiento con los internados, se le había concedido a Yifan el poder de hacer eso luego de que presentara varias charlas y documentos sobre lo bien que le hace a los pacientes que aún pueden ser tratados, el poder comunicarse así con sus doctores y lo mucho que mejoran al poder tener una relación más íntima con éstos.
En sus 27 años, Yifan había ayudado a muchos niños y adolescentes a salir a la vida nuevamente y poder reacomodarse en la sociedad tratando sus enfermedades mentales. Con 5 años de carrera, jamás había sentido algo tan profundo por ninguno de sus pacientes pero allí estaba Yixing, deseando que su vida volviese a la normalidad y él se propuso hacer que eso ocurriera.
Esa noche Yifan dejó el instituto a la 1 de la madrugada para ir a su casa con 3 documentos de niños diferentes apoyados en el asiento del copiloto para así ojearlos antes de dormir.
Llegó a su casa, vacía, como siempre. Entró, tiró las llaves en algún lado y subió a su habitación. Prendió el velador, puso música suave y entró en la bañera. Cuando salió, agarró los documentos y se dispuso a leerlos. Cosas normales para él, trastornos que trató durante sus 5 años de médico en diversos hospitales psiquiátricos, nada nuevo. Dejó a un lado los archivos, apagó el velador y la música y se acostó intentando dormir, mas no pudo. Volvió a sentarse y se dio cuenta de que la única luz que alumbraba su habitación era la de la luna. Se levantó, abrió las cortinas de su balcón y luego abrió las puertas para ir fuera y admirar mejor la hermosa luna llena que se encontraba en el cielo oscuro lleno de estrellas. Recordó inmediatamente a Yixing.
Unas noches atrás, el pequeño le había dicho que no recordaba cómo era la luna y quería hacerlo. Nunca lo dejaron salir por la noche sino que le administraban los somníferos para que pudiera dormir ya que no lo lograba por sí solo, pero él sólo quería volver a ver la luna. Eso puso muy triste a Yifan, como todo lo que el niño le confesaba.
Se propuso ir en la noche al día siguiente y sacarlo a Yixing a ver la luna y así lo hizo.
Notas finales:

Gracias a las que comentaron antes y a los que leyeron, espero que les esté gustando. Se va poniendo más interesante a medida que avanza lo prometo jaja 

Saludos!


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