Cap 4
El viernes por la mañana llegue a la escuela, estaba decidida a conseguir el permiso para ir a casa de Ardiett, rara vez iba a su casa, a él no le gustaba que vieran su habitación, además pensaba que su hermano iba a ser una molestia, cada vez que me lo encontraba no paraba de molestar a Ardiett, según Brian estamos destinados a quedar juntos, pero no es así, ahora lo sé y también él lo sabrá muy pronto.
Cuando el castaño llego al salón se veía como en cualquier otro día, su pelo, su rostro y su constitución física, hasta su olor particular y debo decir agradable era el mismo, pero había algo diferente, algo que a todos nos cambia cuando tenemos suerte en ese amplio y peligroso mundo que es el amor, sus pupilas, aunque tenían el mismo color lila de todos los días brillaba como la explosión de una estrella, su sonrisa se veía más honesta, más transparente y tenía oculto algo de lo que muy pocos están conscientes para disfrutar al cien por cien, estaba llena de sentimientos verdaderos, aparentemente esto lo notaron todos aparte de mí, todas las chicas, no puedo mentir, inmediatamente un grupo de descerebradas se le acercaron a hablarle, estuvieron en la misma clase con él por más de diez años y era la primera vez que se dignaban a presentarse, ahora que Ardiett tenía a su Edric no permitiría que nadie destruya esa relación, dos chicas estaban pasándose de la línea, de los saludos algo más insinuadores a pedirle su número, me pare de mi lugar y camine a donde se hallaban.
“hola chicos, ¿Qué hacen?” dije mostrando mi enojo.
“ah, Sol, solo estamos acá hablando con Ardiett, espero que no te moleste ¿o es que acaso son novios o algo así?”
“pues sí, de hecho, somos novio, perdón si no es obvio, lo que pasa es que él es demasiado inocente como para darse cuenta que ustedes le están coqueteando, por lo que les pido con mucha amabilidad y respeto que se vayan a la putisima mierda” sonreí sínicamente, tapándole la boca a mi amigo para que no protestara, tal vez fue el método menos efectivo, pero alejo a esas dos y a las demás de manera definitiva.
Cuando pude arrastrar a Ardiett a su asiento para que pudiera quejarse sin que nadie le prestara mucha atención le solté la boca.
“¡¿Por qué le dijiste eso?!”
“Por qué impedían preguntarte lo que paso ayer con Edric, ¿lo viste verdad? ¿Acaso quieres contarles a ellas también?”
“pues no, la verdad si lo vi, pasamos la tarde en mi casa como todas las veces anteriores, no hablamos mucho y juagamos videojuegos”
“¿solo eso? ¿No hablaron del tema para nada?”
“si hablamos del tema, realmente creo que ahora soy… bueno él es mi…”
“¿novios?” sonreí como un niño resabiendo un regalo de navidad, por mucho que lo haya visto todo yo, ver la cara sonrojada del castaño al admitirlo, era delicioso.
“eso”
“waaa! Qué lindo, no te abrumare pidiendo detalles, ¿pero estas feliz no?”
“siendo honesto, si, mucho, es que, creo que si él no se me hubiese declarado habría terminado gustándome igual, me hace muy feliz que él me quiera también y que estemos juntos” ¿a poco no es lindo? Es tan inocente que ni se da cuenta lo graciosas y tiernas que son sus palabras, las cuales claro que tenia grabadas por las cámaras en su chaqueta y alguna navidad cuando sea descubierta en mis travesuras (que ojala este muy lejos) le daría la grabación a Edric como regalo.
“me alegro mucho, ah y no te dije algo, mi mamá me dio permiso para ir a tu casa esta tarde, tuve que hacer las tareas de la casa y un montando favores para que me dejara, pero al fin cedió, ¿no es genial?”
“¡claro que lo es! Pero esta tarde creo que Edric estará en casa, ¿no te molesta?”
“es lo contrario, su presencia será increíblemente gratificante” por supuesto que lo seria, si les daba un tiempo a solas tal vez los pillaría haciendo algo, ahora que tenía una aplicación en el celular para ver lo que graban las cámaras tal y como lo aria en una computadora, claro que no queda guardado en el celular, pero en la computadora si, solo que puedo vigilar mis cámaras por mi teléfono y eso es muy práctico.
“bien, entonces nos iremos a casa juntos hoy”
“afirmativo” entonces llego el profesor y tuve que sentarme y atender en clases, me adelantare a la salida, una vez llegamos a casa de Ardiett y efectivamente el que abrió la puerta era su novio, me vio confundido.
“ella es Sol, mi mejor amiga, te hable de ella ¿recuerdas Edric?”
“si, lo recuerdo, un gusto”
“igualmente” aunque con la seriedad que tenía inspiraba algo de miedo, como ya mencione antes era un chico con una apariencia ruda y de mal genio, era muy apuesto, ahora que podía verlo en persona y de cerca eso se notaba más.
“bueno, no se queden afuera, además esta es tu casa Ardiett” ¿Qué era eso? ¿Dónde quedaba el mi amor? ¿Acaso se avergonzaba?
“ja, no te preocupes, ella lo sabe todo, es de total confianza para mí, le conté toda nuestra historia” le dijo mi amigo acercándose a su novio y viéndolo, el mayor le sacaba una cabeza y media, me vio y luego se agacho para tomar al castaño por los hombros y comenzar si, a comérselo a besos freten a mí, Ardiett no sabía qué hacer, solo luchaba por mantener los ojos abiertos y se agarraba a la ropa de Edric, a mí y por poco me empieza a sangrar la nariz y no podía quitar mi cara de cierta alegría y sorpresa.
Cuando acabo de introducir su lengua hasta la garganta del menor se puso de pie y me vio, sonrió y se fue a la cocina a quien sabe qué hacer, mi amigo me vio todo rojo y esperando un reacción de mi parte.
“etto… te juro que no pensé que hiciera eso, yo…” me acerque y lo jale a su cuarto, una vez allí cerré la puerta para que Edric no escuchase nada
“¿Qué haces?” me reclamo.
“¡pero si tu novio es un amor!” me abrace a él y comencé a zarandearlo, realmente estaba emocionada, esta trayectoria metiche en su vida sería muy interesante.
“¿enserio lo crees?”
“¡claro! Más te vale que hagas que dure”
“no te preocupes, no pienso hacer que acabe” vaya, vaya, mi pequeño Ardiett sí que está muy enamorado… de repente Edric lo llamo y él bajo a ver que quería, yo entonces coloque las cámaras donde creí que no las notarían, además eran pequeñas y tendrías que buscar para poder dar con una, cuando la recámara se vio sin puntos ciegos salía ver a los chicos en la sala, solo hablaban, según lo que captaba el micrófono de la chaqueta del menor hablaban del beso, mi amigo no estaba reglamente molesto, pero no le hallaba un sentido a que lo hubiese hecho, el peliblanco se negaba a dar una explicación, yo apenas podía plantearme una hipótesis, tal vez solo quería probar que no estaba enamorada de Ardiett, seguramente con la cara que puse se dio cuenta de que no, o solo está loco y pues necesitado en “ese sentido”.
Cuando notaron mi presencia dejaron de lado su charla, Edric había preparado algo para comer, solo tres sándwiches muy sencillos, intente comer lo más rápido posible para poder levantarme de la mesa y dejarlos comiendo, fingí estar dando un vistazo a las decoraciones de la sala mientras colocaba más cámaras, cuando tuve todos los cuartos que quería vigilados y ellos habían terminado de comer decidieron jugar en la consola, yo puedo decir amo los juegos, por lo que no me resulto problema seguirles el paso en el call of duty, como a las seis de la tarde tenía que regresar a mi casa, entonces el peliblanco se ofreció a llevarme, pero Ardiett tuvo que quedarse en casa, mientras se quedaban discutiendo un rato en la puerta y yo estaba dentro del vehículo aproveche para también colocar cámaras en él, cuando llego el dueño del auto arranco sin decir muchas palabras, yo vivía un tanto lejos, al cabo de unos minutos me hablo.
“y eres amiga de Ardiett desde hace mucho ¿cierto?”
“pues sí, desde que éramos niños en la primaria”
“¿Cómo se conocieron?”
“lo recuerdo bien, estábamos en el recreo del primer año de primaria, él no tenía amigos, yo me daba cada vez más cuenta de que al menos las chicas que me rodeaban eran insoportables, así que me aleje del grupo de niñas a caminar un rato por mi cuenta, patee una roca y por accidente le pego a un niño en la cabeza, cuando corrí a disculparme, vi sus grandes ojos morados, no pude evitar sonreírle, cuando me respondió la sonrisa, lo invite a jugar en los columpios y desde ese día somos mejores amigos”
“linda historia, parece que él es importante para ti”
“lo es, de todas formas es mi más querido amigo”
“me lo imaginaba, ¿tú tienes novio o algo Sol?” ¿Es que acaso estaba celoso? Esa pregunta si que era rara.
“no, realmente no encuentro a nadie que me guste, entre otras cosas, como que últimamente estoy muy ocupada”
“no me digas, ¿ocupada con qué?”
“pues, estoy practicando con las cámaras de video, mi sueño es ser cineasta y se me presento la oportunidad de grabar algo increíblemente interesante”
“que bien que tengas suerte, creo que ya estamos cerca de tu casa… así que espero verte pronto de regreso, pero antes de que te vayas me gustaría aclarar algo, no intento ser descortés o parecer raro, pero que este en claro que Ardiett es mi novio”
“lo sé, lo sé, y te aseguro que los ayudare a los dos en lo que pueda”
“se me hacía que dirías algo así, bueno esta es la dirección que me dijiste, adiós” efectivamente era mi casa, baje del auto y me despedí antes de cerrar la puerta y entrar en mi hogar, correr a mi computadora para revisar las cámaras con mejor resolución, mejor audio y asegurarme de que las nuevas funcionaban, de que no habían muchos puntos ciegos y que grabaran como se debe.
Después del tiempo en el que calcule le tomaría al peliblanco llegar devuelta con el menor revise las cámaras del auto, no eran más de tres, una a los asientos traseros una a los asientos delanteros y una al parabrisas para saber dónde iba.
Cuando llego Ardiett salió y entro en el auto, aparentemente Edric no tenía planeado quedarse mucho más tiempo, pero siempre se verían al día siguiente, cuando estaban en el vehículo solo charlaban sobre mí, sobre las impresiones que les había dado, era como la tercera vez que iba a esa casa y primera vez que veía el cuarto de mi amigo, eran más chismosos con esos detalles que las chicas de mi salón, pero cuando deje de parecerles interesante hubo un corto silencio, en el cual el mayor aprovecho para acercarse y besar a Pardy, el eco de sus bocas danzando lleno el silencio, ambos se abrazaban con fuerza y cerraban los ojos, cuando paraban por oxigeno sus respiraciones estaban muy agitadas, ninguno parecía pensar en la situación solo se dejaban llevar por el ritmo que aumentaba, al igual que la temperatura, cosa que se hacía obvia hasta para la cámara que se encargaba de grabarlos para mí, cuando me di cuenta Edric había reclinado el asiento del copiloto en el que estaba su joven acompañante y estaba cernido sobre el posesivamente.