Cap 6
Ese día al salir del colegio estaba Edric esperándonos a mí y a Ardiett para llevarnos a mi casa, no es algo fuera de lo común que le haga ese tipo de favores, para mí era más cómodo ir en auto que caminar a mi casa que estaba un tanto lejos, además de que odiaba tomar el autobús de la escuela, allí todo actuaban como locos e idiotas desenfrenados, cuando llegamos a mi casa, el peliblanco se despidió y se marchó, Ardiett y yo entramos, la primera habitación era mi sala, donde predominaba el color celeste, ya que era el color favorito de mi mamá y papá.
“entonces ¿Qué quieres hacer primero?” le pregunte intentando posponer lo inevitable por el tiempo posible.
“no sé, ¿Qué tal una película?” asentí para dar a entender que me pareció una excelente idea, camine a la TV de la sala para buscar entre la colección de DVD de mi papá alguna que yo no haya visto, cuando la hallé le mostré mi sugerencia al invitado, este tampoco la había visto por lo que son sentamos a ver, cuando termino nos decidimos por ir a mi habitación a ver que se podía hacer antes de ponernos a hacer la tarea, por lo que decidí empezar a conversar con el del tema acordado, tal vez no sería fácil al principio, pero ¿Cuánto apuestan a que termina gustándole el Yaoi?
“bueno… ¿ahora qué hacemos?” dijo al verme buscar entre los cajones de ropa, él no lo sabía pero era las mangas que tanto apreciaba.
“pues quiero que veas algo” le pase la más suave que tenía, pero no por ello deja de ser una de las mejores.
“¿Qué es esto?”
“dale una ojeada, si te llama la atención puedes leerla” me hizo caso, se dio la libertad de leer la primera hoja y luego cerro la misma.
“parece interesante” entonces tome la última que había conseguido, una bastante explicita, se la di, pero la cara que puso esta vez no fue tan neutral como la otra, no sé cómo describir su rostro, tal vez… consternado o asustado.
“¿Qué te parece?”
“¿es-esto es lo que hacen… los chicos?”
“oh, pues si, a eso vinimos ¿no? Es raro, pero ambos tenemos la mente abierta ¿verdad?”
“¿y te lo meten por ahí?” obviamente aun no lo superaba, pero que lento ¬¬
“si, eso hacen, pero de lo que decía…”
“pero parece tan doloroso… ¿Por qué? ¿Cómo se supone que entra? ¿Y si la tiene grande? ¡Me voy a partir!” con cada pregunta subía el tono de su miedo y de su voz, se veía que empezaba a temblar y sus nervios lo hacían encogerse.
“¡calma!” lo tome por los hombros y lo sacudí “para entender debes llevarte el tomo y leerlo entero, del inicio al final, esta es solo un tomo así que cuando termines te responderé tus preguntas, antes de eso no te diré nada y no dejare que saques conjeturas apresuradas” me veía algo confundido, pero se calmó muy rápido y asintió al fin, dando por terminado el tema.
“bien...”
“bueno, creo que mejor hacemos la tarea para mañana y luego te vuelves a tu casa que se va a hacer tarde”
“ok... déjame guardar esta manga en mi mochila…” cuando lo hizo bajamos al comedor para hacer los deberes, una vez finalizados hablamos de tonterías por un rato, haciendo de lado todos los nuevos acontecimientos un tanto complicados de nuestras vidas, al final se fue a su casa solo, pues cuando llego mamá, más temprano de lo que tenía planeado no me dejo acompañarlo de regreso.
Solo pude revisar las cámaras para asegurarme de que el estaría bien al final del día, una vez en su casa puso su mochila a un lado y se sacó la chamarra que traía, entonces yo sintonice las cámaras que habían en su habitación, una en el aire acondicionado, otra en el espaldar de su cama, pero del lado que daba a la pared, por lo cual no se notaba, otra en su escritorio, etc. El asunto es que no había puntos ciegos significativos, se tiró un rato en cama mirando el techo, reviso un par de veces el celular, pero luego se decidió a leer el manga que le había prestado, sentado al borde de la cama, página tras página, vio como la relación de dos apuestos muchachos se desarrollaba hermosamente, hasta llegar a la parte cúspide, donde toda la acción que espera una fan se concentra de manera artística, se tomó su tiempo para contemplar tomo tras tomo, hasta más del necesario, entonces haciendo un cuidadoso zoom pude notar algo que tal vez no debía haber notado, pero cierto señorito se estaba poniendo erecto, me sonroje y no pude parar de mirar que haría después, para nuestra edad todos habíamos recibido la charla, por lo que él sabía bien que le pasaba y cómo afrontarlo, deslizo su mano entre sus prendas, desabrochándolas del todo, yo vi que serró la puerta con seguro antes desde que llego, por lo que él no debía preocuparse de ninguna intromisión, veía como su mano lentamente subía y bajaba y él tomaba un color carmesí en las mejillas, de vez en cuando soltaba algún suspiro acalorado, junto con la velocidad de los masajes propinados a su intimidad el sonido de su voz inundo suculentamente la habitación, llego a un punto, segundos antes de acabar, que se notaba que se contenía con esfuerzo para no ser escuchado por su madre y su padre que estaban abajo viendo TV, entonces yo escuche algo que Ardiett no, alguien tocaba el timbre, revise las cámaras de la sala para ver a su mamá abrir la puerta y poder saber quién era, como sospechaba era un peliblanco que estaba algo desesperado por pasar su justo tiempo con su novio, la señora Pardy lo dejo entrar y pasar a la recámara de su hijo con total libertad, según sus conocimientos Edric era algo así como un hermano mayor, pero no tenía idea de lo equivocada que estaba.
Estando Edric en la planta superior puse la cámara del cuarto de Ardiett para ver qué pasaría, el seguía con lo suyo, sin poner la mínima atención a su alrededor, en los segundos previos a su orgasmo cerro los ojos y echo la cabeza con delicadeza asía atrás, dejando flotar más allá de sus labios un gemido delatante demasiado alto, estaba segura de que el invitado lo noto más claro que el agua, pues ese fue el momento en el que tocaron la puerta, el castaño casi grito, se acomodó como pudo, se limpió la mano con lo que había y corrió para abrir la puerta, la cámara de la mochila de Ardiett me daba una vista desde la posición de Edric, pero unos centímetros más abajo.
“E-Edric… ¿Qué haces acá? Ya es algo tarde ¿no crees?”
“en realidad no lo es, pero veo que tu si estabas ocupado” señalo los pantalones de Ardiett, sip había una manca de líquido en la tela, delatando su apuro por aparentar que nada pasaba y su inexperiencia para hacer esas cosas sin dejar rastro, su semilla dejada en la ropa lo había delatado de manera cruel y eficaz.
“¡Ah! Esto… no es lo que tú crees, yo este…” intento inventar algo, pero nada lo ayudaría en esta ocasión.
“¿Qué estabas viendo? Y lo más importante ¿Por qué no me llamaste para que te ayudara?”
“¿Qué?” estaba claro, si se salvaba de las garras de Edric esta vez sería solo por la presencia de sus progenitores, ahora el peliblanco lo tenía en la mira y no aceptaría escusas.