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La Puerta Del Frente por tomateconlechuga

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Notas del capitulo:

-Hooooolaaaa, ¿cómo han-?

-¡Aaaaaah!-Mi voz lesbiana me golpea en el vientre-¡Maldita irresponsable!!!

-Al menos déjame explicarme-Mi vientre duele.

-¡NO! ¡Sólo dales el capítulo!

-Okey TT-TT

  La campana resuena en mis oídos como trompetas del cielo. Guardando el maldito cuaderno de matemática y…

 

-Alto ahí, señorita Wotton-Maldito profesor que me odia-Parece bastante ansiosa de comer, ¿eh? Pues, venga al pizarrón y resuelva este ejercicio, luego podrá comer…

-Estoy comenzando a enojarme-La campana, profesor, ya sonó, no puede obligar-

-La clase termina cuando yo lo decido, señorita Wotton… ahora, venga al pizarrón.

 

  De mala gana me pongo de pie y voy al frente. Bien, ¿quiere jugar con fuego? Juguemos. Tomo la maldita tiza y veo el ejercicio escrito ahí. Ecuaciones, pfff, deme algo más difícil.

  Me quedo ahí viéndola, con la tiza a mitad de camino, mientras escucho el silencio de mis demás compañeras y, la telepatía de gemelas: “No hagas nada malo…” No lo haré, aún no le pateo ese estúpido rostro, ¿no?

 

-Tal parece que no puede hacerlo, señorita Wotton… Debería poner más… atención…

-Ahí está su maldita respuesta-Le lanzo la tiza, que ni siquiera alcanza a recibir, mirando sorprendido el pizarrón-Ahora déjeme ir a almorzar…

-¿En qué momento…?-Susurró, aún sin poder entender cuándo lo hice y cómo lo hice tan rápido.

 

  No importa, mi estómago ruje y muero de hambre. Saco de mi bolso un pote con… fideos, que se ven bastante apetitosos… Y me los devoro rápidamente mientras todas mis compañeras pasean sus miradas de mí, el pizarrón y el maldito profesor ése feo, matón ¡Esto era precisamente lo que quería evitar! Maldito seas tú y toda tu descendencia.

  Poco a poco, todas comienzan a ponerse de pie y sacar sus almuerzos, yéndose por la puerta para comer en los pasillos o en el casino. No importa, vayan… yo estoy bien aquí… no necesito compañía…

 

-Gabriela…

 

  ¡Te dicen que no quiero compañía!

 

-¿Sucede algo?, Melisa-Pregunto con la boca llena de fideos. Es que… están ricos…

-Quería saber si podíamos almorzar juntas… afuera-Me muestra su pote de comida… bastante más completo y nutritivo que el mío.

-Ah… por supuesto…-Me pongo de pie, con mi hermoso pote de fideos-¿Quieres ir al pasillo? O podemos ir al césped… o a la cancha…

-El césped… está bien…-¿Esta niña siempre baja la cabeza para todo? Es más tímida que yo.

-No necesitas bajar la cabeza-Sonrío amigablemente, palmeándole el hombro-No muerdo, no a menos que quieras, y dudo que quieras…

 

  Nos sentamos a la sombra de un arbolito, en el césped verde y un poco húmedo. Yo ataco inmediatamente mi pote de fideos, mientras ella, con mucha decencia, come con cuidado y lentitud esa carne que se ve bastante deliciosa… ¿sería demasiado maleducada pedirle que me dé un poco? Quiero decir, es la mejor forma de conocer a alguien, ¿nunca han visto La Dama y el Vagabundo? Ella es la señorita y yo soy el callejero ése que come fideos como perro… funciona.

 

-Lo que hiciste con el profesor Esteban fue…-Comienza, con la cabeza gacha-Nunca nadie…

-¡Le diste una elección a ese tonto!-Y, desgraciadamente, aparece Alicia detrás de Melisa, dándole unos golpecitos en la espalda, asustándola-¿Puedo sentarme con ustedes? Tengo hambre.

-Le dirijo una mirada glacial-Si vas a proyectar a un fantasma, prefiero que no-Y vuelvo a comer como cerda mis fideos.

-Ooh… ¿Sigues enojada? Ven, yo sé lo qué te hará sentir bien-¡Hey, me está tocando! ¡Me está tocando! ¡Me está acosando! ¡Ah, está sobre mí! ¡Quítenmela de encima!

-Mis pechos, está tocando mis pechos-¡¿Dónde carajos crees que estás tocando?! ¡Maldita acosadora italiana pechugona!-Forcejeo todo lo que puedo, pero ¡agh! ¡Esta niña es fuerte!-¡Suéltame pervertida!

-No digas que no te gusta…-Dice divertida, ¡mi virginidad! Ah, cierto, ya no la tengo… ¡Mis pechos!

-¡Suéltame de una vez!-De una patada voladora la saco de encima, está empezando a gustarme esto de las patadas voladoras-Estás loca…

-Puede ser, pero soy feliz-Me hace el signo de la paz, sentándose junto a mí, abriendo su pote de comida, que sólo tiene…

-¿Tomate… con… le… chuga?-Pregunto incrédula.

-Soy vegetariana-Me saca la lengua-¿Algún problema?

-No, en lo absoluto…-Sigo comiendo disimuladamente mis fideítos…-No vives de ensa-la-da… no vives de ensa-la-da…

-Melisa se ríe y Alicia me saca la lengua, escupiéndome en el rostro-Oh, no… ahí está la reina…

 

  Veo en la dirección en que apunta su dedo, detrás de mí. Mi mirada y la mirada de Melisa se dirigen al patio techado, en uno de los pilares está una niña que no debe pasar de séptimo grado, acorralada contra él, mientras la imponente figura de… Oh, esperen… es Melanie acorralándola ahí. Parece un león acorralando a una cría de cebra pequeña e indefensa. ¿De verdad nadie hace nada? ¿Por qué?

  La niña parece asustada, encogiéndose, tratando de hacerse bolita y quedar en modo defensa, mientras esa paliducha mano de Melanie acaricia ese rostro pequeño y asustado.

 

-¿Qué le está haciendo…?-Pregunto enojada.

-¿Qué crees que le está haciendo?-Me responde con amargura Alicia-Siempre hace eso con las que acaban de entrar, va por ahí todo el día acosándolas una a una… ahí la tienes, y nadie hace nada-La mirada fría y azulada, como si fuese invocada, de Melanie se dirigió a nosotras-Mierda, está mirando hacia acá. Actúen natural, Gabriela… ¿Dónde estás?  

 

  Pero yo ya estaba caminando inflando el pecho en dirección a ella. Con el ceño fruncido y enojada hasta la coronilla. Sus figuras se hacen cada vez más grande. Hasta que parece que Melanie nota mi insignificante existencia y me dedica una sonrisa glacial, congelando mi enojo por unos segundos…

  … Que volvieron, cuando tomó del mentón a esa niña que apenas podía moverse de lo paralizada que estaba.

  Con un sólo movimiento, aparté el rostro de Melanie del de esa tipa, que aprovechó de salir corriendo como alma que lleva el diablo.

 

-Me miró con amargura-Gabriela ha llegado para salvar el día, ¿eh?-Y ahí va de nuevo… acercándose más de la cuenta a mi espacio personal vital.

-No realmente, vi que esa niña no tenía muchas ganas de estar contigo de ese modo y… detesto que fuercen las cosas-Digo con igual amargura.

-¡Ah, qué alma tan buena tienes!-Maldito sarcasmo, queda mejor en mí-Pero ese es mi problema, ¿no crees?

-Cualquier cosa que uno vea, pasa a ser problema propio, ¿no? No puedo evitar ver las cosas, evitarlas sería un poco cobarde…   

 

  ¡Auch! Y ahí va Gabriela de nuevo metiéndose donde no debe, terminando contra la fría pared del pilar, acorralada por el cuerpo y el fuerte agarre del cuello de mi blusa, con una rubia bastante aterradora y fría…

  Bien Gabriela, eres un genio… Gracias consciencia, gracias cerebro… voy a morir.

 

-Mira, te explicaré cómo funcionan las cosas: aquí hago lo que quiero, con quien quiera, y nadie lo va a cambiar, ¿entiendes, linda? Tienes un rostro bonito y me dan ganas de devorarlo-¿Dijo… devorarlo?-Así que no lo arruines metiéndote en mi camino…-Me soltó y se alejó feliz de la vida.

 

  ¿Qué rayos con esta escuela?

 

  Como una ausente volví a donde estaban Melisa y Alicia, mirándome expectantes, mientras yo sólo podía pensar… Esa rubia, con pechos y ojos azules de 1,70… ¿dijo que le daban ganas de devorar… mi rostro? ¿El mío? ¿Qué rayos con la rubia?

 

-¿Y bien? ¿Qué pasó?-Preguntó Melisa.

-¿Y me dices loca? ¿Crees que puedes ir y enfrentarte con-?

-¡Hola!-Y aparece esa figurita encantadora llamada Katherine, hermosa, preciosa, apretable, abrazable, esponjosa y cariñosa-¿Qué pasa con este ánimo?

-Yo…-Balbuceo, mirando esos ojitos lindos y negros-Hola, chica francesa…

-Wow, wow, wow…-Interrumpe Alicia-¿Chica francesa? ¿Qué es esto? ¿El Titanic? “¡Oh, Jack, dibújame como a una de tus chicas francesas!”-Y hace la pose, acostada en el sofá mientras Jack la dibujaba-“¡Oh, Jack, ¿por qué tan serio?!” “¡Oh Ja-!”

-Voy a matarla, déjame matarla-Le digo a Katherine, que está toda sonrojada a mí lado-Algún día voy a matarte, italiana pechugona cabeza de cerdo…

-Jajaja…-Se pone de pie, limpiándose la falda y extendiendo los brazos-¡Kathy!-Mi tímpano explotó.

-Y llega y la abraza como si nada y comienza a darle besitos en la cara-¡Kathy!

-Voy a matarte…

-Ya, ya…-Dice atrapada por esa pechugona-Gabriela no la mates, y ya, Alicia, suéltame… no puedo respirar…

-Oh, tranquila, ya crecerán las tuyas…-Le acaricia la cabeza, consolándola.

-Gabriela, mátala.

 

  Lo hubiese hecho, pero el ataque de risa que me vino después de ese cambio tan rápido fue inevitable. Al igual que el de Alicia, que la soltó para permitirse las carcajadas a mi lado. Matándonos de la risa, medio abrazándonos, medio apoyándonos en el hombro de la otra, mientras las lágrimas salían de nuestros ojos.

 

-No le veo el chiste…-Murmura molesta Katherine.

-Yo tampoco.-Digo de forma cortante y seria-¿Y qué te trae a esta tierra de locas?

-Ah… eh… ¿Podemos hablar?

-Estamos hablando.

-Sí, pero podemos hablar en privado…

-Pero estamos en un lugar público.

-¡Ve a hablar con ella!-Me grita Alicia.

-Ya, ya, vamos…

 

  Creo que a esta niña se le volvió una costumbre tomarme de la mano para guiarme a dónde sea. No es que me moleste, sólo me confunde, es que… ¿qué piensan ustedes si una niña que les gusta hace eso? Además de causar un cortocircuito y una discusión mental entre mi consciencia y mi voz lesbiana, y entremedio estoy… yo.

 

-We love you-Dice mi voz lesbiana.

-Es por tu bien-Dice mi consciencia.

-Las odio.

 

  Entiendo que en una escuela, durante el receso del almuerzo no se puede hablar en términos de “hablar en privado”, considerando que hay niñas en cada maldita esquina. Pero nunca había notado que en esta escuela había un subterráneo, una salita con las paredes sin pintar, el suelo sucio y, prácticamente no había nada más que la puerta en toda esa “habitación”.

 

-Te tomaste en serio lo de “en privado”,  eh…

-Ay, si se sonroja hasta cuando le dices hola-Es que no quería que Alicia empezara a… cómo decirlo…

-Acosarnos sexualmente, hacer bromas en doble sentido, comenzar a tocar mis pechos, masajearlos y casi triturar mis pezo-

-¿Ella hizo… qué?-Uy, esa frase salió tan fría como una corriente de aire en el ártico.

-Oye, tranquila… con lo fría que estás, parece que vas a congelarme como en la película de Frozen- ¡Libre soy! ¡LIBRE SOY!-Tú la conoces más que yo… ¿no es eso algo común?

 

  ¿En qué planeta es común masajear los pechos de alguien como si nada? Porque si existe, estaría encantada de ir.

 

-No, no es común… es común abrazar a alguien, darle besitos en la mejilla y esas cosas…-¿Eso no es ser novias?-Pero hacer eso… no.-Y se da la vuelta, cruzada de brazos, completamente indignada.

-¡Pppfffaajajaa!-Carcajadas, ¡libres son!-Okey, okey… no tienes que parecer tan indignada y celosa… Esto se parece a Caso Cerrado, “¡que me ha engañao, doctola!” 

-¡No estoy celosa!-Y se da vuelta de nuevo-Sólo no me gusta que te haga eso…

-Aja… eso es estar celosa ¿Te he dicho lo linda que te ves celosa? Me dan ganas de apretarte los cachetes-Y se los aprieto y estrujo-Sabes, cuando te pones celosa, pareces mi novia. Y eso es muy triste, porque me ilusionas haciendo parecer que tengo una oportunidad contigo y luego me confundes y ¡boom!-Digo, ¡BOOM!-Y me pierdo en el espacio-tiempo y quedo atrapada en la segunda dimensión… Las cosas serían más fáciles si, ya sabes… si pudiese estar 100% segura de que de verdad tengo una oportunidad…

 

  Esos horribles momentos en que simplemente desconectas tu cerebro y nunca piensas lo que dices, simplemente lo haces y luego esperas a que el desastre multi-nuclear ocurra. Quiero decir, con una mujer, nunca puedes estar segura de lo que va a pasar, un día puede ser un osito cariñosito tierno y apretable y al otro día puede ser un cruce entre Medusa y el chupacabras. Entonces, ¿por qué rayos siempre hacemos las cosas y luego las pensamos…?

 

-O sea… no, me refería a que… ¡Ah, corre por tu vida!-Y salgo corriendo en dirección a la puerta.

-¡Hey, no!-Y esta pequeña niña del porte de un insecto me agarra del brazo como si de Hulk se tratase-Realmente sólo quería decirte si podíamos ir este sábado a la tienda de mascotas…   

 

  Y también están esos horribles momentos en que te sientes una completa estúpida cuando dices algo y se estaba hablando de otra cosa. Como cuando en clases un profesor te pregunta: “Y… 2+2, ¿es igual a…?” y tú, de lo más confiada del mundo dices: “¡Claro que es 5!” y todo el puto mundo se ríe de ti. O como cuando tus amigos están hablando de tomates, y tú dices: “claro, me encanta las zanahorias”. O como cuando le dices “mamá” a tu profesora en la primaria. O como cuando le dices “mamá” a tu profesora en la preparatoria… no, quiero decir… eso nunca me ha pasado.

  Están esos horribles momentos en que dejas de pensar cuando estás con la chica que te tiene medio loca o loco, y simplemente dices lo que realmente has querido decir en un tiempo…

 

  Pero claro, ella sólo quería hablarte de una tienda de mascotas.

 

-Ah… sí, claro, el sábado…-Loading… completed process-Quiero decir, ¡claro! ¡Sí! ¡Segunda cita!-Y levanto las manos en ademán triunfal-Será un placer…

-A veces pienso que dices las cosas y luego te das cuenta de que lo hiciste…-Dice con una encantadora sonrisa.

 

  ¿Qué? ¿Yo? ¿Ser impulsiva? Pfff… sí. Y mucho. A veces dan ganas de clavarme un cuchillo en el cuello y dejarme desangrando en mitad de la Plaza Central por las idioteces que hago todo el santo día.  

 

 

-Lo siento… ¿a qué hora debo estar en tu apartamento?-Pregunto un poco ida, mientras nos vamos a la puertecita para subir.

-No lo sé… ¿a las cinco te parece bien? La tienda está un poco lejos, y quería ver si podíamos ir a alguna parte antes, no al centro comercial, sino… un lugar más abierto-Mmmm… abierto… cosas malas pasan por mi cabeza.

-¿Como tus pier- digo, como un parque?-Cosas malas pasando por mi cabeza todo el tiempo.

-¡Sí! Hay uno muy bonito, el Parque Intercomunal, podemos tomar el bus que va al Parque de Diversiones, ¿quieres?

-Quiero, quiero… ¿Puedo hacerte una pregunta? ¿Por qué era necesario hablarlo en un… subterráneo?-La pregunta del millón, ¡¿cuál es la respuesta?!

-Ah… lo que pasa es…

 

  Y ese maldito sonido, descrito con la onomatopeya de “¡riiiiing!”, de la campana, evita su respuesta, y le produce una sonrisa triunfal. Malditas coincidencias.

 

-Salvada por la campana-Le doy un besito en la mejilla, eso es raro, no suelo darlos-Tengo Historia Universal, no puedo llegar tarde, si no es Matusalén, es la profesora la que me dice con esa vocecita de: “Wotton… no ordenaste tu papeleo anoche…”, que llegué tarde, voy corriendo, ¡nos vemos!-Y subo la escalera hacia mi salón para encontrarme con…

 

-Wotton… otra vez tarde-Esa maldita vocecita de Matusalén que tengo que escuchar cada vez que subo aquí.

-Ay Dios santo… mire, apenas acaba de sonar la campana y ya estoy frente a mi salón, ¿puedo entrar y tener mi último periodo de clases sin encontrarme con usted?

-Me dirigió una mirada glacial-De hecho, Wotton, quería hablar contigo…

-Pero al mismo tiempo no quiere que llegue tarde, bastante contradictorio, ¿no?

-El profesor Esteban me habló de tu comportamiento en el periodo pasado… ¿Qué significa eso?

-Que… él me pidió hacer un ejercicio en el pizarrón y yo lo hice… ¿is that something bad, miss?-Maldito inglés y maldito acento londinense.

-Él me dijo que fuiste bastante insolente…

-I only did, what he want me to do… please forgive me, miss, I’m going now… excuse me…

 

  Y con un movimiento ninja, entro a mi salón, cerrando la puerta detrás de mí. Bueno, es un poco raro que todas mis compañeras estén sentadas, también es un poco raro que estén todas tan calladas… y es aún más raro que todas me estén observando… y es una horrible señal también.

 

 

-Wotton… otra vez tarde.

-Ay Dios santísimo…

 

  ¿Por qué? ¿Por qué?, fuerzas del universo superiores a los humanos ¿Por qué me hacen esto? ¿Por qué deben existir tantas viejecitas con voces de secretarias en cada maldita puerta que se abre? ¿Por qué no todas las puertas me pueden llevar a distintas versiones eróticas de Katherine dispuestas a complacerme y ser complacidas? Qué fácil sería la vida…

 

-Let me explain you… i was… having a little talk with, eh… may I sit down? I’m sure we have… plenty things to do… don’t we?-¿Por qué siempre te pones a hablar en inglés cuando no debes hacerlo?

-Eh...-Dice desorientada, sólo le falta poner los ojos bizcos-Vaya a su asiento, Wotton… no quiero más retrasos…

-There won’t be another time; i give you my word…  

 

 

  Voy a presentarles lo que Gabriela hace durante las “entretenidas” clases de Historia Universal… nada. No hay nada que hacer, hoy les presento…. La Segunda Guerra Mundial.

  Oh, wow… por supuesto, comenzó con la invasión a Polonia en 1939… ¿Qué tomaron Polonia en casi un mes? ¡No me diga! Todo esto ya lo sé, maldición… en Londres es bastante simple saber este tipo de cosas…

  ¿Qué cuál fue el gran error de Alemania? ¿Tratar de invadir la URRS? ¡No me diga! ¿A qué me recuerda esto…? A un pequeño personaje llamado Napoleón… Alemanes, pobres ingenuos…

 

  Pues bien, pude haber seguido burlándome del pobre intento de la viejita esa para enseñarme cosas de las que estoy bastante enterada… o bien… me puede llegar, a través de mi compañera sentada delante de mí, una notita… Hubiese deseado que fuese de Melisa en vez de la alemana ésa de Melanie…

 

  “Hello… my english girl…” (Hola, mi chica inglesa c:)

 

  Agh, sólo yo, puedo decir la nacionalidad de alguien y agregarle el “chica”, no esa arpía con deliciosos pechos y prenunciado escote y… grandes pechos y… pronunciado… pechos…

 

 

“Don’t call me like that, Melanie” (No me llames así, Melanie.)

 

  Eso, eso… sé cortante. Aún no entiendo como las niñas entre nosotras soportan estar mandando papelitos todo el santo día. Aún no entiendo por qué me está escribiendo en inglés.

 

  “How rude! You’re breaking my heart, babe” (¡Qué cruel! Me rompes el corazón, nena)

 

  Y tú rompes mi consciencia al saber que no debería estar hablando contigo y que cuando Katherine se entere quera matarme con un cuchillo de carnicero clavándolo en mi pecho una, y otra… y mil veces más.

 

“What do you want? I’m trying to concentrate in the class” (¿Qué quieres? Trato de concentrarme)

 

  Bueno “concentrarme” en la clase, es difícil cuando la viejita esa sólo repite las cosas que ya sé.

 

“Oh! I wanted to ask you something… what kind of relationship do you have with… that little girl of the eighth grade, ah?” (Oh, quería preguntarte algo c: ¿Qué clase de relación tienes con esa pequeña niña del octavo grado, ah?)  

 

  Mierda, mierda, mierda… okey, okey, no entres en pánico… Todo está bajo control, no hay necesidad de apretar el botón de autodestrucción o de lanzarte desde el segundo piso por la venta que está a sólo un paso de ti. No pierdas la calma y… ¡Puta madre, voy a morir!

  ¿Por qué… cómo es posible que esta alemana pechugona tenga alguna relación con el amor de mi vida? Quiero decir… conejitos pequeños y esponjosos no andan por ahí tomados de la ala de arpías con miradas glaciares y… pechos grandes.

 

  “I do not know what you’re talking about” (No sé de lo qué hablas) Eso, eso, cortante y desentendida, no hay nada de malo en eso… Pero la espera a la respuesta a ése último mensajito se está haciendo algo horripilante ¿Lo hace a propósito? Posiblemente ¿Es para molestarme? Claro que sí, y funciona de maravilla.

 

  “Yeah… you know exactly what i’m talking about… that cute and little girl, who’s also your neighbor… what a coincidence, isn’t it?” (Sí, sabes exactamente de lo que hablo, esa pequeña y tierna niña, quién también es tu vecina, qué coincidencia, ¿no?)

    Hasta puedo imaginármela diciendo eso, con su tonito sarcástico y su cínica sonrisa con dientes perfectos y tan blancos y brillantes que tienes que mirarlos con lentes de sol.  

 

  “Just as you said… we’re neighbors… that’s all you need to know… now, may l ask: why did you have that suddenly interest in my relationships?” (Tal como tú dijiste, somos vecinas, esos es todo lo que debes saber c: ahora, puedo preguntar: ¿por qué tuviste ese repentino interés en nuestra relación?) Digamos que tengo derecho a saber por qué una pechugona rubia está tratando de inmiscuirse en mi vida, ¿no?

 

-No-Me dice mi voz lesbiana-Quiero decir, si una alemana se te ofrece en bandeja de oro, tú no comienzas a preguntarle cosas y ser cortante. Cariño, le diría hasta la clave de mi cuenta bancaria para tener sexo con ella…

-Y es por eso que prefiero escuchar a mi consciencia…

-Gracias-Dice cansada.

-Oh… a mi instinto.

-Siempre gano, perras.

 

  “Because you two are… interesting people, and… i have curiosity to know why you fell in love with her…” (Porque ustedes dos son bastante interesantes… y tenía curiosidad por saber por qué te enamoraste de ella c:)

  “You damn… how could l possible fall in love with her? She’s littlely a dwarf, and… maybe you don’t know this, but she’s not a lesbian, she’s not even my type! I wouldn’t ever fall in love with her! Don’t be ridiculous!” (Tú… ¿cómo podría siquiera enamorarme de ella? Parece literalmente una enana, y tal vez no lo sepas, pero no es lesbiana, ¡ni siquiera es mi tipo! :c  Nunca me enamoraría de ella, ¡no seas ridícula!)

 

 ¿Por qué? ¿Por qué mentir? Es lo único que se me ocurre, quiero sacarme a esta maldita alemana de encima. Pero no, te recuerdo que tú fuiste la maldita impulsiva que se le ocurre  seguirle el juego, sabiendo que no debías, ¿por qué nunca sigues las instrucciones que te dan?

 

-Porque cuando la leche dice abra aquí, la abro en otro lado-Dice mi voz lesbiana.

-Si dan ganas de matarte…

 

  Maldición, ¿que no es mi tipo? ¿Que nunca podría enamorarme de ella? ¡Nada menos cierto! Es mucho más fácil mentir cuando escribes las cosas, en vez de decirle a esa alemana, mientras la miro a esos ojos azules: “Hey, ella no podría gustarme, es pequeña, plana, enana, ¡ni siquiera es mi tipo! ¿¡Cómo se te ocurre!?” ¿Cómo se me ocurre siquiera pensar en mentir de esa forma?

 

  “Well… i guess it was my crazy idea. Sorry… I won’t insist” (Bueno, supongo que era una loca idea mía, lo siento… no insistiré)

 

  Bueno, al menos me la saqué de encima.

 

  Y… media hora después…

 

-¡Que dejes de joderme! ¡No me gusta!-Trato de bajar rápido las escaleras para ver si Katherine sigue ahí-¡Me dijiste que te había quedado claro!

-¿Entonces por qué tratas de escapar?-Maldito tono burlón de alemana rubia.

-Mira-Me doy media vuelta y ¡Ah! ¡Ahí está a menos de medio metro mío!-¡Quieres dejar de hacer eso! Me das miedo.

-¿Por qué…? ¿Soy muy hermosa para ti?

-Te odio.-Doy media vuelta y sigo bajando.

-Del odio al amor…

-Hay una maldita Muralla China de por medio, déjame tranquila-Y salgo hacia el portón y ¡genial! Ya no está.

-Y me quedo ahí de pie mientras todas las demás niñas se van a sus hogares, con una expresión de: “mi vida ya no tiene sentido”-¿Qué? ¿Tu amor de la vida ya se fue? ¡Vente conmigo!

-Melanie…-Me doy vuelta en su dirección-Preferiría ser una pobre judía, sedienta y demacrada, que aceptaría caminar con Hitler con la condición de que él me diera una gota de agua cada dos horas, mientras me golpea constantemente en el estómago, para luego llevarme a un campo de concentración, donde los más probable es que muriera de alguna enfermedad y terminara con un inevitable destino horrible y mórbido… antes que irme contigo.-Y con toda la dignidad posible, me fui hacia el portón y salí del maldito instituto.

 

  No sabría decir si es algo bueno o malo que me demore tanto en llegar a casa. Aunque me alegro de no tener que caminar tanto desde la estación, el hecho de que sean 17 estaciones tampoco es que me haga mucha justicia. Lo bueno es que hay una jungla de personas, nunca sabes quién es el que puede entrar por esas puertas.

  Me siento en los asientos (dah) de a cuatro y recuerdo ese genial sábado, de noche, con el reflejito de Katherine en la ventana. Apoyo mi cabeza en ella y dejo que los rayos anaranjados del sol cubran mi rostro.

  No, no… esperen, se acaba de subir una niña con una croquera… esperen, se sentó justo frente a mí… okey no, esperen… se está poniendo a dibujar… ¡Es un pene! ¿Qué? No, oh… era un pájaro. No, no… Dios, esta niña dibuja… oh wow… eso fue rápido, ¿¡cuándo le hizo las patas!? ¡Hace los trazos muy rápido!

 

-Let me see it…-Y se lo arrebato de un golpe-I’m totally impressed, where did you learn to draw like this?-Me mira aún con el lápiz en la mano y con expresión de: ¿Qué mierda contigo? Y sí, ¿qué mierda conmigo?-Oh, i’m sorry…. I haven’t introduced myself… Gabriela Wotton, a pleasure to meet you-Le extiendo la mano. No me devuelve el saludo-Well, I’m sorry, I just wanted to see it, you’re a good drawer, and I wanted to see your draw, that’s all…

-Ah… ¿Qué?-¡¿Nadie en este país entiende inglés?! 

-Nada… yo… Hola-Le vuelvo a extender la mano. Sigue sin contestarme –Le muestro su dibujo-Es muy bueno, muy bueno… Eres muy buena dibujante-Le devuelvo la croquera.

-Ajá…-Se levantó y salió corriendo antes de que las puertas del vagón se cerraran.

-¡I was only trying to be polite!-Grité mientras el tren avanzaba.

 

  Llegué al departamento alrededor de las seis y lo primero que hice fue dirigirme a la cocina y abrir el refrigerador. Hola, hermoso y sensual jugo de naranja hecho por mí y sólo para mí. Tomo directamente de la botella y después me dirijo a mi habitación. Hola, hermosa y sensual habitación sólo para mí y que no comparto con mi gemela, ¿me estabas esperando?   

  Oh, sí, claro que sí… ¿dónde has estado todo el día?

  Oh… por ahí, cosillas por aquí y por allá.

  Ya no te creo nada, ¿con quién estabas?

  ¿Qué clase de pregunta es esa? Sabes que sólo tengo ojos para ti.

  Es que ya no es lo mismo…

 

-Estás taaaan mal-Me dice esa diablita llamada voz lesbiana-Fingiendo hablar con tu habitación.

-¡No estoy fingiendo! ¡Estoy hablando con ella! Oh, no la escuches cariño…-Acaricio la pared-Todo saldrá bien, saldremos de esto juntas… ¿Cómo que no estás segura? Juntas hasta que la muerte nos separe… ¿Qué cuándo dije eso? ¡No te atrevas a olvidarlo! Yo…

-¿Deberíamos detenerla?-Le pregunta mi consciencia a la voz lesbiana.

-La pregunta es si podemos detenerla, ¡nosotras ni siquiera existimos!

-Habla por ti… todo el mundo tiene consciencia…

-Sí, pero no todos la usan… Todos tienen una voz lesbiana… Bueno, casi… Pero los que la tienen estoy bastante segura de que la usan…

-Todas las que son ninfómanas las usan, más que voz lesbiana, pareces una adicta al sexo…

-¡No me insultes! Por lo menos yo tengo acción, tú sólo dices: “Haz esto”, “haz esto otro”, “analiza esto”, “piensa esto otro”, “deberías hacer esto”, “o esto otro”, eres aburrida.

-¡Bueno, perdón por asegurarme de tomar las decisiones correctas para Gabriela!

-¡Oh, la decisión correcta es darle un beso a esa niña de una vez! Consciencia, ¿me vas a decir que no te das cuenta de lo mucho que esa niña se muere por eso?

-Claro que sí, ahora trata de convencer a esa loca que nos creó para ayudarla…

-¿De qué hablan?-Les pregunto mientras sus agudas voces se gritan a través de mis hombros.

-Oh, nada cariño…-Dice mi voz lesbiana-¿Qué pasó con la habitación?

-Ñe, no importa… ya volverá… Escucharé a los Goo Goo Dolls mientras tanto.

 

 

  Mala. Mala idea, con todas sus canciones de, eras el amor de mi vida, te amaba tanto, ¡eras toda una mentira! No podía dejar de pensar en todas las… ¿“relaciones”? que he tenido. Por ejemplo, aún recuerdo a esa niña que conocí en la cafetería de la escuela, le derramé la leche en el uniforme y me golpeó el rostro… Al día siguiente le rogaba por sexo. O esa niña que conocí en el autobús, siempre se sentaba en el último asiento de la izquierda, con sus audífonos amarillos y los ojos cerrados. Recuerdo que la primera vez que le hablé, abrió sus ojos y eran de color verde, ése mismo día fui a su casa. O esa loca que quería encadenarme a la cama con unas esposas, hasta tenía el látigo y todo… O esa tipa que trabajaba en una sex shop y me regaló ese conjuntito de látex… Ah… tantos recuerdos.

  Y por supuesto, cómo olvidar a Melanie… la primera, y la única novia seria que he tenido… si salir con alguien durante dos semanas cuenta como algo serio. Realmente no la considero el amor de mi vida… o un amor siquiera… sólo… la primera, y ni siquiera especial, sólo… la primera.

  Wow… 16 años y Katherine es la primera niña de la que me enamoro… más aún, la única niña con la que he dado tanto para gustarle también. Esto es un milagro.

  Me recuesto en la cama, de cabeza, poniéndola en el suelo, mientras todo mi cuerpo se recuesta en ella. Ah… la sangre viniendo a mi cabeza mientras el sonido de la voz de Johnny Rzeznik entraba por mis oídos “Hey! You! Look it around, can you hear that noise? It’s a rebel sound!”

  Tomemos el tiempo de analizar las diferencias y semejanzas entre Katherine y las niñas con las que he estado… Diferencias: físico, forma de ser, color de ojos, estatura, contextura, forma de reírse, forma de enojarse, lo malditamente difícil que es conquistarla… Muy bien, ahora las semejanzas…

 

  Error 404

  Semejanzas no encontradas

  (Intente no volver a buscarlas)

 

  De acuerdo, me rindo. Sea lo que sea que tenga esta niña, me encanta y no quiero averiguar qué es…

 

 

-Entra Anais, ¡genial!-Gabriela, me ayudas con la tarea de matemá… ¿qué haces? ¿Por qué estás de cabeza?

-Escucho a los Goo Goo Dolls para deprimirme un poco… You know l loved the girl, who said that l could change de world, if only l was brave enough, to live the life in front of me, these memories are fading fast they’re scattered like a broken glass, will they be mended? Or as easily just swept away?... Oh, my friend… this is not the end, just look around ‘cause this is right were you and l belong! Y estoy de cabeza porque así pienso mejor…

-¡Genial! ¡Ayúdame con matemática entonces!

-Más tarde, por favor… Hablando de algo nada que ver… este sábado iré con Katherine primero al Parque Intercomunal a pasar el rato y después a una tienda de mascotas a buscar un gatito…

-Mi pequeña hermanita está avanzando en su relación, qué tierno…

-Fuera.

-Ya, ya… pero después me ayudas-Cierra la puerta detrás suyo, a la par que mi celular vibra, ¡uy, me hablan!

 

  “Hola! Sólo quería decirte que está confirmado, el sábado puedes buscarme a las cinco… que tengas una buena tarde n.n”

 

  Pues bien, imagínense a mí, feliz de la vida, de cabeza en la cama, escuchando música, tranquila, serena morena… mientras que por dentro estoy…

 

-¡Alerta, alerta! ¡Fuego bajo el agua! Repito, ¡fuego bajo el agua!

-¡Capitana, rápido! ¡El submarino está en llamas!-Le dice el soldado, con toda la ropa chamuscada.

-¿Cómo es eso posible? Solo abran la escotilla y dejen pasar el agua.

-Capitana, estamos a una profundidad de 150 metros, las paredes no resistiría la diferencia de presión y nos mataría a todas.

-Pues abran la ventana-Se dirige a la claraboya y la abre como si nada.

-¡No, maldita idiota!-Es tragado por el agua…como todo lo demás.

 

  Es que… agh. No debo entrar en pánico, es malo saltar de la ventana. Pero ¡ah!

  ¡Auch! Okey, me acabo de caer de la cama, mi cuerpo contorsionado se mueve lentamente tratando de volver a una posición humana.

  ¿Dónde está mi brazo? Ah, aquí está… okey, pásalo por debajo del izquierdo, no, no… agh. Mierda…

 

 

  Dos horas después…

 

-Anais, no, réstale dos… no, joder, la raíz cuadrada… bien, ahora se la sacas de nuevo… ya, ahora factoriza por… no, eso no… joder, que factorices… ¡Joder, cómo es posible, somos gemelas!

-¡Pero, ¿no sabes explicar o qué!?-Me grita lanzando el lápiz-¡Pero claro, si fuera la Kathy, joder que tendrías paciencia!

-Ella debe estar apenas viendo ecuaciones de primer grado…

-¡Dijiste que esto era fácil!

-¡Lo es!

-¿¡Entonces!?

-¡Tú no eres precisamente Jimmy Neutrón!

-¡Agh, me rindo!-Lanza el cuaderno-¡Odio a esa profesor!

-Bienvenida al club…

 

  Nos quedamos en silencia, sentadas alrededor de mi escritorio, con el cuaderno y el lápiz en el suelo, con la lamparita de mesa encendida sobre la superficie café de la madera. Miro de reojo a Anais, con su perfil idéntico al mío, con sus ojos idénticos a los míos, okey ya, idéntica a mí… con una expresión preocupada. No, eso no es normal, la conozco, si se rinde con matemática, no se preocupa por ellas, ¿qué?

 

-Estás preocupada por algo, ¿qué es?-Le digo apoyando mi mano en su hombro, haciendo que se sobresaltara.

-No pasa nada, estoy distraída…-Dice en un susurro.

-Claro… y yo soy Batman…-I’m Batman…-Ya en serio, ¿qué sucede?

-No es nada, en serio…-Recoge las cosas del suelo y se va hacia la puerta-Gracias por la ayuda…

-No, Anais…-Y cierra de un portazo-Mierda…

 

  ¿Por qué es tan necesario que Anais sepa tanto de mi vida y yo no sepa nada de ella? Muy bien, Gabriela… es tiempo de ser sociable, ve tranquilamente a la habitación de tu hermana y trata de saber qué le pasa, no puede ser difícil… Pierna derecha, muévete.

 No.

 ¿Qué no? Hazlo.

 No quiero.

 ¡Joder! ¿Tengo que pelear con cada maldita consciencia que existe en mi cabeza?

 

-No, sólo me tienes a mí, los demás son productos de tu-

-No hables.

 

  ¡Piernas, se los ordeno, muévanse! Bien, así me gusta… primero la derecha y luego la izquierda, derecha… izquierda…

 

-Toco su puerta suavemente, abriéndola-¿Me puedes decir…? Ow…-Tiene su cabeza hundida en su almohada, iluminando su habitación sólo por las luces colándose por su ventana-“No, Gabriela, no pasa nada”-Entro a su habitación y me siento en su cama-Vamos… dile qué te pasa a tu tía Gabriela…

-¿Recuerdas…-Dice con su rostro pegado con La Gotita a la almohada-A la tía Elizabeth? Cuando éramos pequeñas y nos sentaba en sus piernas, y acercaba demasiado su rostro al nuestro y nos preguntaba: “How are my beutiful nieces today, how are you?” y nosotras nos poníamos a llorar…

-Sí… pobre tía Elizabeth, cuando su perrito Henry murió nunca volvió a ser la misma…

-¡Ese perro! ¿Recuerdas cuando le tirábamos de la cola y ella salía corriendo con una escoba en su mano para golpearnos?

-Y la vez que papá trató de detenerla y lo golpeó justo en la cabeza-Lo siento padre.

-¡Sí!-Suelta una risita-Extraño Londres…

-Lo sé…

-Extraño a mamá…

-Lo sé…

-Extraño a la tía Elizabeth…

-Lo- ¿Qué? ¡No! ¡Estaba loca!

-¡Pero nos daba dulces!

-Oh, cierto… Me gustaban esos dulces…-Nos quedamos en silencio, mientras ella poco a poco levantaba su rostro, con restos de lágrimas en él-Vamos, cuéntale a tu gemela lo que sucede…

-Gemela, no sucede nada… Oye, papá dijo que mañana debíamos ir a solucionar algo con los permisos de permanencia o algo así, tenemos que irnos juntas, ¿de acuerdo? Iremos después de la escuela.

-Bien, bien… Ahora, ¿por qué no dormimos juntas hoy? Como cuando pequeñas-Mi rostro al decir eso es… :D

-¿No estamos  grandes para hacer eso?

-Oh, tonterías…

 

  Una hora después…

 

-Saca tu pierna de entre las mías…

-¡No me abraces! ¡Me da calor!

-¡Saca tu cabello de mi rostro!

-¡Saca tu rostro de mi cabello!

-¡Me estás rasguñando! ¡Córtate las uñas de los pies, quieres!

 

  Treinta minutos después…

 

-Anais, ¿estás despierta…?-No hay respuesta-Anais… ¡Auch!-Me dio un manotazo en el rostro-¡Oye! ¡No finjas estar dormida maldita sea! ¡Me estás dejando sin sábana!

 

  Otros treinta minutos después…

 

-El sonido de los ronquidos de Anais apenas me dejan pegar un ojo-Anais… deja de roncar… Anais… Ay Dios santísimo, ¿en qué momento se me ocurrió que esto era una buena idea?-El resto de la noche me la pasé durmiendo en el suelo con una mantita y una almohada, congelándome.

 

  Para el día siguiente, en la clase de educación física, apenas podía abrir los ojos de lo muy cansada que estaba. Lo más cabreante, era que Anais estaba feliz de la vida dándole golpes al balón de voleyball, mientras yo apenas atinaba a darle unos patéticos golpes para pasarlo al otro lado de la malla.

  Me siento en una de las bancas del gimnasio, soltando un gran bostezo y viendo a mis compañeras jugar. Ahí está Alicia, dando un muy buen pase a esa niña que creo que se llama Francisca, la recibe, se la devuelve y ¡boom! ¡Punto! Genial… Y ahí está Melisa, me esperaba que no fuera muy buena en los deportes, pero que ni siquiera pueda dar un buen pase, o recibirla… de acuerdo… Genial, y además está jugando contra Melanie, la rubia esa con cuerpo fornido y sensual (nunca dije sensual, nunca), que lanza el balón como si fuese la cosa más fácil del mundo.

  Cierro los ojos y me relajo un momento, el sueño comienza a vencerme… cada vez me desconecto más de la clase, de los balones y de las alemanas de 1,70 con ojos azules y pechos grandes… creo que esa es su mejor cualidad.

 

-¡Gabriela, cuidado!-Escucho.

-¿Eh…?

 

  Después sólo sentí un golpe, vi el techo y luego sólo pude ver, ponys, arcoíris y elefantes rosados y voladores… después creo haber quedado inconsciente.

 

  -Creo que ya está despertando…-¿Esa es la enfermera?-Tengo que atender unos asuntos, ¿puedes quedarte y cuidarla un poco?

-Seguro-¿Esa es Katherine?

 

  No, esperen, ¿qué?

 

-¿Katherine…?-Abro los ojos y me encuentro con el techo de la enfermería.

-¡Estás despierta!-Dice emocionada a mi lado.

-¿Enfermería…?

-Anais me dijo que estaban en educación física y te llegó un balón al rostro y te desmayaste, ¡deberías estar más atenta!

-Sí, bueno… trata de dormir con Anais y luego dímelo…-Me siento en la cama y me observo en el espejo al frente de mí, genial, tengo un ojo morado-Oh, mierda… ahora tengo que taparme ambos lados del rostro, pareceré Samantha otra vez…

-Gabriela…-Se agita incómoda en el asiento a mi derecha-Te he querido preguntar… y ya que sacaste el tema, ¿por qué te cubres la mitad del rostro?

-Eh… verás… Cuando nací, vino un mago malvado llamado Voldemort, que asesinó a mis padres, pero los poderes mágicos de mi mamá lo detuvieron y en vez de matarme me dejó una cicatriz y-

-¿Siempre tienes que inventar historias?

-No la inventé yo, fue idea de J. K. Rowling, pero digamos que se basó en mí para escribirla…-Me mira seria-Okey, sí tengo una cicatriz… sólo que no me la hizo Voldemort.

-Déjame verla…-Se me acerca para correr mi cabello.

-No, no…-La aparto e insiste-Joder, que no…

 

  Bien, no tiene sentido oponerse. Me corre los mechones y los deja detrás de mi oreja. Me incómoda y me molesta, detesto que la vean. Una horrible cicatriz desde el inicio de mi ceja, casi tocando mi ojo, pasando por el lado de él hasta literalmente el final de mi oreja. No como una cicatriz que hace un gato cuando te rasguña, una verdadera cicatriz, rugosa, con relieve y desesperante. Maldita cicatriz.

  Puedo sentir su mirada sobre mi rostro, ¡no me mires, soy horrenda! Ya, ya, lo sé… pasa su dedo por sobre la cicatriz y siento que muero, tranquila, cálmate.

  ¡No me digas que me calme! ¡No me digas que no te diga que nos calmemos! Okey, ya, ya… Genial, y ahora comienza a acariciar mi rostro, ¡deja de provocarme, joder!

 

-¿Qué tal? Es más grande que la de Harry Potter, supongo…-Me río incómoda, mientras tomo su mano para que la quite de mi rostro.

-Lo siento, no sabía…

-Nadie sabe, descuida-Me pongo de pie. No, esperen, algo está mal-¿Por qué… dónde… dónde está mi sudadera?

-Ah…-¿¡Por qué rayos se sonroja!?-La enfermera dijo que necesitabas aire…

-¡¿Aire?! ¡¡¿¿Aaaaaaireeee??!! ¡Respiro por la nariz, no por los pechos o mi estómago!-Miro a todas partes-¿¡Dónde está mi sudadera!?

-Ya, cálmate…

-¡No me digas que me cal-! Oh, aquí estaba…-La tomo desde la propia cama y me la pongo rápidamente, levantándome y yendo hacia la puerta-Tú no has visto nada…   

-¡Oye! Hoy… ¿nos vamos juntas?-Pregunta con ese brillito en los ojos…

-Ah… casi, perdón, tengo que salir con Anais… Pero descuida, el sábado podemos estar juntas todo el tiempo que quieras… y hacer lo que quieras, bye, bye…

-Ah, nos vemos… 

Notas finales:

Hola, vengo a decirles buenas canciones de los Goo Goo Dolls, ejem... aquí van:

 

-Big Machine 

-Slow It Down

-What a Scene 

-Here Is gone

 

  Disfrutenlas n.n


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