Estaba en clases de Historia Universal, sentada en el último banquito del salón, con Melisa escribiendo al pie de la letra todo lo que esta señora habla sobre el periodo entre guerras, con todas mis compañeras en un silencio absoluto y…
-Pss… Gabriela-Ignórala, dejará de molestarte en cualquier momento-Pss… Gabriela… Gabriela… Pss-Y me llega una bola de papel al rostro y pierdo los estribos.
-¡¿Qué carajo quieres, Melanie?!-Pregunto, gritando en un susurro, enojada, tomando el maldito pedazo de papel, dispuesta a lanzársela de vuelta.
-¡No!-Me susurra-Ábrelo…-Y me levanta el pulgar y se da vuelta hacia el pizarrón, déjenme clavarle un cuchillo, por favor.
Sé que no debería estar hablando con ella. Me refiero, si hubiese un botón de “bloquear”, en la vida real, la verdad lo usaría con Melanie. A parte de que es una alemana jodidamente engreída y con unos pechos gigantescos… Digamos que la niña a la que literalmente ¡amo!, la odia y desprecia con todo su hermoso y lindo corazón, a parte de que Alicia la odia y Melisa la odia… y gran parte de la clase la odia… Dios, ¿por qué sigo haciendo esto?
“Estoy aburrida, quieres hablar? :)” Grrr… sal de aquí, maldita sea esta alemana… ¿no hay un repelente de alemanes psicópatas o algo? Como un insecticida… pero nooo, tiene que estar obsesionada conmigo, que estoy enamorada de su archirecontra enemiga. Los mataré a todos, de alguna forma, los mataré a todos.
Arrugo el papel, y lo dejo en una esquina de mi escritorio, e intento concentrarme en la voz de la señora que hace clases y… ¡Okey, vamos a dormir! Me echo sobre mi escritorio y cierro mis ojos, estoy tan cansada… no he dormido nada desde el día en que Katherine casi me be… sa…
-¡Me quiero morir!-Digo, removiéndome en mi asiento, agarrándome la cabeza y cerrando con fuerza los ojos-¿Por qué tienes que hacerme esto…?
-¿Por qué tienen que hacerte qué?-Y ahí está Alicia, haciéndome pegar un salto y asustándome-¿Siempre hablas sola?
-Eh… no, a veces hablo con mi consciencia o con mi voz lesbiana.
-Se me queda viendo con una expresión de: ._. e inclina su cabeza confundida-Bieeen… eso fue raro… ¡Ah, se me olvidaba!-Dice feliz-Kathy quería almorzar contigo hoy, dijo que se podían juntar en la… can… ¿Gabriela?
-¡Ahí se ven!-Grito en la puerta, corriendo con mi almuerzo hacia la cancha, buscando a esa pequeña y linda niña que me tiene completamente loca, sólo pregúntenle a mi consciencia.
Y llegando a la cancha, llena de niñas usando el maldito mismo uniforme, sentadas en el suelo, jugando con un balón, caminando porque sí y yo ahí, activando mi sensor de chicas francesas, como el radar de un submarino, buscando a esa niña llamada Katherine, tan pequeña, tan linda, tan besable… casi me besa… casi me… ¡Ya, terminen de una vez! Katherine Castillo… ¿dónde rayos estás? Mi radar no está funcionando, hay demasiada interferencia, demasiada… ¡oh, ahí está! Apoyada en ésa pared, mirando a todas partes, ay si me la comería con chocolate y crema batida…
-¡Gabriela!-Dice emocionada cuando me ve.
-¡Crema batida! Digo, ¡chica francesa!-Y le doy un apapacho.
-Eh… ¡Gomitas de oso!
-¡Malvaviscos!
-¡Tengo hambre!
-Ah, lo siento… comamos-Y ambas vamos a una banca y abrimos nuestros potes de comida. Wow, fideos… qué sorpresa.
Pues bien, entre comidas y risas todo era feliz y amigable. Con corazones, ponnys, arcoíris y algodón de azúcar. Rodeadas de felicidad infinita. Si alguien hubiese traído un gatito bebé, acostado en una cama y haciéndose bolita, sería la descripción literal de lo bien que estábamos nosotras… ¿Ya entendieron el punto? Pues entonces aparece ella, ¡pam, pam, pam! Y todo se va a la puta mierda en picada.
“¡¿Y quién es ella?!” Se preguntarán ustedes… espero. Me refiero a esa masa de carne que sostiene unos pechos enormes y una cabellera rubia tan brillante como lo es el sol y esa expresión de cinismo y sonrisa falsa increíble y la encarnación de… sí, sí, sí, es Melanie, pero había que exagerarlo un poco.
¿Y por qué es tan terrible? Principalmente, el hecho de que ella se quede viendo a ¡mi! chica francesa hace que el botón de “te arranco la puta cabeza”, se active instantáneamente. Y también por el hecho de que Katherine la odia y le está lanzando una mirada de fulgor increíble.
Y, como siempre…
En medio…
Estoy…
Yo.
Como las odio.
-¿Qué pasa con la rubia?-Le pregunto, con fideos en mi boca.
-Nada.-Dice cortante, sin dejar de mirarla con ira, mientras Melanie a lo lejos la miraba con burla.
-Tu mirada de “voy a clavarle esta cuchara en la garganta”… no dice lo mismo-Y tomo la cuchara que aprieta fuertemente con su mano-Relájate… en serio, ¿qué pasa con ella?
-¡Agh, te dicen que nada!-Y me mira molesta, y yo me siento mal, y dos segundos después se arrepiente, y yo… quiero… saber qué pasa con la rubia-Lo siento… no quiero hablar de ella. Ay, viene para acá, ¿podemos irnos?
-Eh…-Pero no, ja, y me toma del brazo y me arrastra a cualquier otra parte. Oye, ¡mis fideos! ¡No los dejes, soldados caídos, mayday! ¡Noooo!-Dios, cálmate, ¿en serio es tan malo que se acerque?
-Lo es.-Dice sin dejar de mirar hacia adelante.
Y entonces… ¡¡BOOM!! Katherine choca contra Melanie sin darse cuenta. Pareciera que estoy viviendo dentro de Mortal Kombat, siento las energías de ambas al momento de quedar una enfrente de la otra, mirándose entre sí. Entonces, ¡Melanie aprovecha su estatura y adopta una expresión altanera! Pero, ¡boom, Katherine se enoja y con un fuerte empujón la hace un lado para seguir caminando! Pero, ¡oh no, Melanie la toma del brazo para detenerla!
-¿Por qué huyes de mí, ratoncita?-Le pregunta. Hey… suelta su puto brazo, perra rubia.
-Suéltame ahora.-Uy, eso sonó rudo. Por eso la amo tanto. Pero Melanie no la suelta… ¿nunca han tenido la sensación de que cuando gente se pelea cerca de ti, estás en un ring? Seeeh… así me siento ahorita-¡Te digo que me sueltes!
-¿Para qué, quieres estar a solas con tu novia?-Alguien, por favor, quien sea… ¿puede clavarle una cuchara en el cuello?
-Pero Katherine sólo se enoja más… y ya veo una pelea a golpes, así que…-Es suficiente, Melanie, ya déjala.
-¡Aw, y te defiende y todo!-¡¿Dónde está mi puta cuchara?! Déjenme golpearla…-Gabrielita-¡AAAAAAAAGH!-¿Cómo puedes estar con una ratoncita como ella? Me tienes a mí-Y me guiña un ojo y a mí me dan ganas de arrancárselo.
-Eres una maldita rubia narcisista y metrosexual, arrogante y presumida, altanera y engreída… Lee mis labios: nuca, jamás… estaría contigo…-Y me acerco a Katherine, y le susurro a su oído:-Acción evasiva en tres, dos…
-¿Qué?-Dice confundida.
-Uno… ¡Acción evasiva!-Y evadimos a la rubia esa, la tomo del brazo y corremos a la salita en la que una vez planeamos una segunda cita… ¿por qué deben aparecer rubias malvadas y arruinarlo todo?-Bueno, eso salió mejor de lo que esperaba y…-Y su rostro da miedo-Okey, ¿qué hice esta vez?
-Te conoce y te dije que no hablaras con ella, ¡¿por qué lo hiciste?!-Es como ver a una tetera pequeña explotar.
-Ah, disculpa, me reservo a mí misma el derecho de elegir con quién hablo y con quién no.
-¡Pero ella es… Agh, ¿cómo pudiste hacerlo?!
-¡Dios, tal vez porque, en serio, tú sólo la ves con ira y odio! ¡Pero yo no sé por qué es así! ¡Ella sólo me habló y yo le hablé! ¡Y ya! ¡Ni siquiera es mi amiga! E incluso si lo fuera, ¡no tienes derecho a impedírmelo! ¡Siquiera a estar reclamándomelo ahora!-Y ahora yo parezco un hervidor explotando-¡Es que, Dios! ¿¡En serio es tan terrible hablarle!? ¡No explotará el mundo si lo hago!-Enojo, enojo everywhere.
-¡Tú no lo entiendes!
-¡¡¡No, no lo hago!!!-Gabriela hace: boom-¡Tú no me lo explicas, Alicia no me lo explica, nadie me lo explica! ¡Es agotador, es frustrante! ¿¡Por qué te molesta tanto!? ¡Dime, eh, hazlo!-Pero ella sólo se queda callada mirando al suelo, apretando sus puños-¡Vamos, ¿quieres que lo entienda o no?!
-¡Deja de gritarme!-Es como si estallara, pero de una forma diferente-¡Ella hizo algo horrible!, ¿entiendes? Algo muy malo. Ella es… ella es una muy, muy mala persona…-¿Qué tienes, 6 años?-Y, ah... ¿en serio no notaste cómo te miraba? Quiere tener algo contigo sólo para molestarme…
-Wooow-Imagínense un wow sarcástico-Qué importante eres para ella, no puede estar conmigo porque, no sé… tal vez me encuentre linda o algo, ¿cierto?-¿Qué estoy diciendo y por qué lo hago?
-No quise decir eso…-Y mira nuevamente al suelo, apenada-Es sólo que yo… ella… yo… tú…-Esto es como una clase de pronombres personales-¡Ah, olvídalo!-Y va camino a la puerta.
-Pero no, y ¡bam! Cierro la puerta justo a tiempo, con un fuerte golpe. Ahora, imagínense la escena de ella dándose vuelta y apegando su espalda a la puerta, mientras yo, una inglesa alta y enojada, la encierro con mis brazos contra ésta-Tú… en serio eres confusa. A veces actúas como mi novia, a veces te pones celosa, a veces confías en mí y otras no. A veces eres coqueta, otras eres inocente. A veces actúas como mi amiga, a veces en serio pareciera que te gusto. A veces eres cariñosa, otras eres cortante como cuchillo carnicero. Te hago la simple pregunta de: ¿qué pasa con la rubia? Y es como si te transformaras. La ves y es como si te transformaras. Mencionan su nombre y es como si te transformaras. Te molesta que hablemos. Te molesta que tal vez quiera algo conmigo. Y en serio que ya estás empezando a cansarme…-Y me acerco a su rostro, y ella traga saliva y se pone toda colorada-¿Serías tan amable de explicarme ahora mismo qué es exactamente lo que pasa?
Son muy pocas las veces en que realmente soy seria, en que no sonrío o me río, en que en serio, en serio… doy mucho, demasiado miedo. Dejando de lado el gran amor que le profeso, mi enojo ganó la contienda, y mi lado serio y aterrador… salió a la luz. Mi lado dominante, acorralador, interrogador y mayor. Tal vez, no sé… mi lado verdaderamente gótico.
Do I wanna know? Tengo el presentimiento de que realmente no quiero saber qué es lo que está pasando. Pero por otra parte… ¿qué es lo que pasa detrás del brillo en esos oscuros, oscuros ojos? Esas dos luces que no dejan de mirarme desde abajo. ¿Qué pasa detrás de esos dedos que rasguñan la madera? ¿Su cuerpo que no deja de apretarse contra la puerta? Esta niña es desesperante…
-¿Lo que pasa…?-Balbucea-Lo que realmente pasa es… yo…-¿En serio te es tan difícil decirlo?-Vampiro.
-¿Qué?-¡¿Quién vaginas la entiende?!-¿De qué hablas?
-Vampiro… para la fiesta, quiero disfrazarme de vampiro para ir a juego con… tigo…
-Eh…-Y ahora yo soy la que balbucea, eso vino literalmente de la nada. ¿En serio era eso lo que estaba detrás de sus ojos?-¿En serio quieres… disfrazarte de vampiro…?-¿Te gustan el tomate con lechuga?
-Sí, quiero decir… sería lindo ir a juego, ¿verdad? Y como el otro día lo mencionaste, yo…-Y se me queda mirando con sus ojitos brillando y… Dios, ¿cómo lo haces?, ¿cómo le haces para cambiarme el ánimo tan rápido? Deja de mirarme de esa forma, por Dios…
-Take that look from off your face-Le susurro… esperen, por favor díganme que no me estoy acercando a su rostro otra vez.
No, no, no, nooo, nooo, nooo, ¡nooo! ¡No lo hagas! ¡Pésima idea! ¡Horrible idea! ¡No lo hagas! ¡No quieres besarla! ¿Quiero besarla? ¡Quiero besarla! ¡Dios, cuánto quiero besarla! ¡Sólo sentir al menos un pequeño roce ínfimo! ¿Quiero besarla? ¿Voy a besarla? ¡No voy a besarla! ¡No quiere besarme! ¿Quiere besarme? ¿En serio, en serio existe la mínima posibilidad…?
-¡Bésala, idiota!-Suenan mi voz lesbiana y mi consciencia al unísono, ambas golpeándome en la cabeza.
-No puedo, no puedo hacerlo…
-¿De qué hablas?-Y escucho su voz, y vuelvo a la realidad, odiosa realidad-Gabriela… el recreo ya terminó… y tengo matemática, ¿podemos…?
-¿Qué? Ah, sí…-Y me alejo, y ella abre la puerta, es como si esto fuera una obra de teatro, siento como si el segundo acto hubiese terminado.
Y esto no fue algo realmente significativo hasta después de la escuela, no le tomé verdadero peso hasta que estuve con Anais, a solas en mi habitación, tratando de estudiar química, cuando, de repente…
-¡WAAAAAA!-Grito, agarrándome la cabeza, acostada de cabeza en mi cama y ¡boom! Me caigo de ella y ruedo por el suelo, quedando tendida mientras miro el techo-¿¡Qué fue lo que pasó hoy!?
-Pues… tuviste tu primera pelea matrimonia, felicidades-Dice sin prestarme atención, escribiendo algo en su cuaderno.
-¡Hablo en serio! ¡Estuve a punto de besarla! ¡Estuvimos a punto de besarnos! ¡¿Por qué?!
-¿De qué te sorprendes, honestamente? Es obvio que esto pasaría eventualmente, y ya pasó en su segunda cita. Hey, o tú eres muy buena, o ella es muy fácil… ¡Auch!-Y le lanzo un zapato a su cabeza-¿¡Qué pasa contigo!?
-¡No la llames así!-Y me vuelvo a recostar en el suelo-Esto está superándome de sobremanera…
-¿No quieres hablar de química?
-¿Es que por qué debe ser tan complicado?
-Nop, definitivamente no quieres hablar de química…
-En serio que ya la habría besado si no fuera tan confusa. Hace cosas y luego otras completamente distintas. Y todo ése asunto con Melanie… ¿en serio ella es tan horrible?
-Oh, qué lindo el atardecer, los pajarillos, las nubes…
-Pero vamos, ella es tan linda, es encantadora, creo que es la primera vez que me enamoro de alguien en serio. Y en serio suena tonto.
-Hoy tuvimos Historia, debería empezar a estudiar para el próximo examen…
-Y a veces simplemente quiero tomarla y preguntarle si le gusto aunque sea un poco…
-Creo que Catalina debe estar soportando esta misma tortura…
Mientras tanto, en la puerta del frente…
-… Entonces no la entiendo, porque siento que cuando me trata como si le gustara, es como trata a todos los demás. Tal vez simplemente es muy amable, no lo sé. Sólo quiero estar segura al 100% de que le gusto. Pero no sé si ella me gusta, no creo que me guste. Sólo me gusta estar con ella, es divertida y me gusta escucharla hablar. Pero no sé si realmente me guste. Pero me enojó tanto lo que le dijo Melanie hoy, en serio. Aunque tiene razón, ella puede hablar con quien quiera, pero es tan horrible que sea con Melanie. No sé… siento que estoy siendo egoísta y ya y… ¿Me estás escuchando?
-Ni una palabra.-Me dice Cata, mientras lee un libro, recostada en su cama-Aunque me hago una idea de que hablas de tu enamorada.
-Cata… en serio no sé qué hacer, y hoy cuando se me acercó tanto, sentí que iba… no sé… sólo quería que hiciera algo…
-¿En serio no sabes hablar de otra cosa? Diciéndomelo no vas a cambiar nada, querías que te besara y ya, ¿en serio es tan difícil que lo entiendas, Kathy?
-Siento el rubor en mis mejillas-¡No es cierto!-Y abrazo con fuerza el almohadón, ocultando mi rostro en él-Esto no es normal… ¡Ella no me gusta!
-¡Ay, por favor!
Se escuchan sonidos de patitas en la alfombra y Gabriela se sube a su cama, acercándoseme desde arriba para hacerle cariño. La acaricio detrás de la oreja y la siento ronronear. Es tan tierna y tan parecida a Gabriela, con sus ojos grises, sus movimientos… ¿qué estoy diciendo? Ella no puede gustarme, ambas somos niñas, no es normal.
-¿Le pones a tu gata el nombre Gabriela y dices que no te gusta?-Me dice confundida-En serio, ¿qué es lo que te molesta tanto?
-Que ambas somos niñas…
-Deja su libro y me mira arqueando una ceja-¿En serio eso es lo que te preocupa? Después de que has visto a tantas niñas juntas, no debería molestarte… ¿crees que están haciendo algo malo?
-No, no…-Y aprieto aún más el almohadón-No es que sea algo malo, sólo es… nuevo. Es extraño…
-Tengo una idea-Se levanta y me toma del brazo, arrastrándome hasta la puerta-Tú y Gabriela en serio necesitan hablar, cruza el pasillo, toca su puerta y hablen de esto, no pueden seguir así, ¡y yo tampoco! De todas las personas, ¡yo tu confidente!
-¡No, suéltame!-Intento zafarme, pero ella sólo me agarra más fuerte.
Cuando abrió la puerta, vimos a Gabriela siendo empujada por Anais, en el marco de su propia puerta. Esto… es… raro, aunque de alguna forma me lo esperaba. Se nos quedan viendo sorprendidas y sin moverse. Es raro ver a Gabriela y Anais juntas, es como ver el otro lado de Gabriela, un poco más femenino. Y aun así, ¿qué tiene Gabriela? ¿Por qué me gusta tanto? ¿Por qué todo es tan confuso?
-Aja… yo ya me iba adentro-Dice Gabriela, dándose media vuelta, pero el brazo de Anais se lo impide-¡Vamos!
-¿Puedo ir a tu apartamento para que me ayudes con mate?-Esas palabras salen de mi boca casi de forma automática, ¿qué pasa conmigo?
-Se me queda mirando sorprendida. Creo que me estoy sonrojando de nuevo, ¿por qué siempre hace eso?-Ah… Seguro… Trae tus cosas-Da media vuelta y entra a su apartamento, ¡¿por qué me siento así?!
La primera vez que la vi fue algo extraño. No fueron maripositas, sólo fue… extraño. No sé cómo describirlo. Es agradable estar con ella, eso no significa que me guste, ¿verdad?, ¿entonces por qué a veces me pongo tan celosa? ¡¿Por qué debe pasar esto?! ¡No lo entiendo!
-Hey, Katherine, Katherine… Katherine… Kaaaaatherine… ¡Oye!-Siento como si me estuvieran agitando.
-¿Qué pasa?-Era Gabriela zamarreándome por el hombro, ¡¿por qué tengo que ponerme así?!
-Eh… yo estaba intentando enseñarte ecuaciones fraccionarias y tú estabas mirando al infinito, ¿encontraste algo interesante?-¿Por qué haces esto?, ¿¡por qué me haces reír siempre!?
-No, yo… Gabriela, ¿qué opinas de la homosexualidad?
Tal vez se lo pregunté en mal momento, creo que casi se ahoga con su jugo cuando le pregunté eso, ¿es una mala pregunta? Pero ella sólo se limpia los restos de jugo de su rostro, de sus labios… y me mira arqueando una ceja, no lo hagas más difícil de lo que ya es…
-Eh… homosexualidad, claaaaro… homosexualidad es…-No sé si es la segunda o tercera vez que la veo tan sonrojada y nerviosa-¿En serio no se te ocurrió preguntarle a alguien más?
-Creí que eras la más adecuada-¿Qué estoy diciendo?-Me refiero… ¿en algún momento te sentiste rara?
-Mmmh…-Le da un sorbo a su vaso-No fue algo repentino, sólo se “desarrolló” con el tiempo. Quiero decir… Okey, ¡esto es difícil de explicar! No fue algo chocante como: “¡wow, me gusta una niña!” Mientras tengas en claro que no haces nada malo… no te sientes tan mal contigo misma-Me quedo pensando en su respuesta durante mucho tiempo-¿Por qué la pregunta?, ¿está empezando a gustarte alguien que no debería?
-No, bueno… no sé. Es complicado, se siente raro. Es… ¿pero nunca creíste que era algo así como… raro?, raro que te gustara una niña.
-Aaaaah…-Deja su vaso a un lado-Ya veo el problema aquí: hablamos del eterno debate de que no es normal, ¿a que sí?
-Sí…algo así…
-Mira…-Se sienta a mi lado, apoyando su cabeza en su cama y me toma la mano, ¿¡pero, por qué!?-No sé si esto te pasa a ti o a alguien que conozcas. Pero si quieres mi opinión, creo que sí existe la “normalidad”, pero es dinámica, sólo que cambia a lo largo del tiempo. Hace tres siglos era “normal” que una mujer no votara, por darte un ejemplo. Sólo va cambiando. Bueno…-Sonríe mirando el suelo y siento como si su mano apretara la mía con más fuerza-Si quieres una explicación romántica y cursi, creo que no es un pecado querer a alguien. Quién sea. Si lo sientes, lo sientes… no puedes evitar sentir, no puedes luchar contra eso, tampoco puedes fingirlo, o cambiarlo. Si quieres a alguien en serio, creo que luchas contra cualquier barrera de la racionalidad humana y sólo… no sé, sientes. No somos sólo cabezas, no puedes matar a un sentimiento con tu raciocinio, tus sentimientos matan a tu raciocinio y… bueno sí, actúas como tonta cuando te gusta alguien, pero creo que lo que verdaderamente nos hace humanos es esa tendencia a elegir sentir antes que pensar…
Nos quedamos en silencio y yo apoyo mi cabeza en su hombro. Estoy tan agotada… Siento cómo me rodea en una especie de abrazo y acaricia mi cabeza, ¿por qué siempre hace estas cosas? Siempre termino tan confundida, ¿en serio sólo debería dejar de pensarlo tanto?, ¿o sólo tengo que esperar a que ya no me importe lo que pase? No quiero confundirme ni equivocarme. ¿Me gusta?, ¿le gusto? ¿Por qué tiene que ser tan difícil?
-¿Te ayudé en algo?-Me pregunta, haciéndome cosquillas en el estómago.
-No puedo evitar reírme-No, la verdad es que en nada…-Inflo las mejillas y ella me mira molesta, para luego hacerme cosquillas-¡No, no!-No puedo evitar reírme, ¡cosquillas no!-¡Nooooo!, ¡cosquillas no!
-Se detiene, y siento sus labios dándome un besito en mi cien, abrazándome por la cintura. Creo que parezco una tetera hirviendo. Apoya su mentón en mi cabeza y me rodea por el hombro con su brazo-Katherine Castillo, no pienses tanto las cosas…
“Katherine Castillo, no pienses tanto las cosas”… esa frase quedó resonando en mi cabeza una y otra vez en un eco que se apagaba de a poco. Pero aún me quedaba la sensación de escucharla tan cerca de mí, con su voz y su tono.
-Perdóname-Digo inconscientemente.
-¿Por qué?
-Por todo. Por lo de hoy, principalmente. Perdón por ser tan confusa siempre y por ser tan egoísta e inmadura. No debí gritarte ni reclamarte, estaba siendo injusta-Sin querer tomo su mano y la aprieto-Dijiste que no iba a explotar el mundo si hablabas con ella, pero el mío sí-¿Nadie va a detenerme?-Sé que no lo entiendes y la verdad no quiero que lo hagas, no quiero que entiendas las razones, no es algo de lo que me guste hablar, igual que a Cata y Alicia. Puedes hablar con ella, no soy nadie para impedírtelo, y en serio que estoy luchando horriblemente, porque sé lo chantajista que sería pedirte elegir entre ella y yo. No voy a pedírtelo, sólo… necesito que confíes en mí y que aguantes no saber mis razones para llevarme tan mal con ella y no soportar verte con ella, ver a cualquiera que… quiero, estando con alguien como ella… Pero lo siento por haber sido tan injusta hoy y siempre…-¿Lo mejor sería alejarme y ya? Porque no quiero hacerlo-¿Nunca has sentido que no puedes averiguar qué es lo que alguien espera de ti?
-¿Por qué siempre hará estas cosas? Siento su aliento golpeando mi oreja y erizando la piel en mi cuello-La verdad… todos los días desde que te conozco.