Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

La Puerta Del Frente por tomateconlechuga

[Reviews - 110]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

AVISO DE UTILIDAD PÚBLICA-AVISO DE UTILIDAD PÚBLICA-AVISO DE UTILIDAD PÚBLICA.

 

No, no me voy de vacaciones ni nada (de hecho apiadanse de mí, aún tengo clases), sólo estoy demasiado emo y deprimida y cuando eso me pasa, la verdad me cuesta mucho más  escribir que de costumbre. Y eso... tal vez me demore demasiado en lo que queda hasta que... no sé, me sienta mejor XD lo cual es bastante difícil... de antemano me disculpo y pido su comprensión y un buen año 2016, mejor que su 2015... beshitos *3* 

    Eran las 04:00 am… O al menos eso marcaba el reloj de mi celular, porque sentía que el tiempo se deslizaba perezosamente como el día lunes de exámenes lo haría. Las luces de mi habitación seguían encendidas, el sonido de ladridos lejanos, el sonido de autos, el sonido de Anais moviéndose inquieta en su cama en la habitación del lado… todo eso se me antojaba casi inaudible, como si fuese capaz de bajar el volumen de todas las cosas que usualmente me molestan y subirle el volumen de mis propios pensamientos sobre Katherine, sobre Melanie, sobre Catalina, sobre mi padre y sobre el señor Ignacio… La simple idea de que él pudiese cortarme una parte del cuerpo que no tengo se me antoja divertida. Peeero, por otra parte, la idea de que esté dispuesto a lanzarme platos en un número de 30 veces se me hace posible… y aterrador, nunca he sido buena esquivando platos voladores… creo que nunca he tenido la oportunidad.

  Pero todo eso se desvanecía en el aire como una pompa de jabón, que explota cuando la tocas con el dedo, y el resto del líquido cayendo hasta el suelo dejándolo un poco húmedo. Porque… ¡Es mi novia! ¡Apenas puedo creerlo! ¿Ustedes pueden? ¿Alguien puede? ¡Pensé que este día nunca realmente llegaría, pensé que estaba destinada a morir sólo con un pececito dorado llamado Steve que moriría en mi demencia senil cuando se me olvidara alimentarlo! ¡Pero no! ¡Ahora Katherine cuidara de ese pequeño Steve imaginario del futuro! ¡Felicidades Steve!

 

-Aaaah… la vida es bella-Digo descansada, con mis manos en mi nuca, recostada en mi cama y apagando la luz de mi mesita de noche y cierro los ojos, abandonándome al sueño.

-Aunque…-Escucho una pequeña voz en mi cabeza. Extrañamente, no es Consciencia, ni mi voz lesbiana, es una voz que nunca había escuchado antes-Aún está el asunto de decirle a tu padre, ¿verdad?

-Bueno, sí…-Me revuelvo incómoda en mi cama-Pero eso puede esperar, tenemos muchas cosas que hacer antes de eso.

-Oh, sí… por supuesto-Dice la voz poco convencida-En qué estaba pensando. Será… buenas noches.

-¡Espera, espera!-Digo a la nada, ¿alguien más cree que perdí el juicio?-¿Por qué lo dices?

-Bueno, como al parecer su relación se volvió más seria, ella estaría esperando que le dijeras a tu padre de una vez por todas.

-Oh… sí… tienes un buen punto-Digo comprensiva, fijando un punto en el techo para sentir que le estoy hablando a alguien concreto-Pero ella dijo que no me presionara…

-Oh, claro que lo dijo-Dice con impaciencia-Pero, ¿tú crees que de verdad es así? ¿Crees que le gusta tener que ocultarlo? ¡Desilusión  que debe llevarse!, ¿no?

-¡Okey, ¿quién eres?! ¿Yago intentado convencer a Otelo de que Desdémona le es infiel o qué?-Le grito al aire, agitando mis manos en la nada-¡Ella no me obligaría a decirle!-¿O sí?-¡No!

-Yo no he dicho nada-Dice inocente la voz.

-El hecho de que te escuche hablar en primer lugar…-Digo cabreada, sujetándome la cabeza.

-Bueno, si estás tan confiada, no tengo nada más que hacer… Yo me retiro-Y de la nada se van todos los sonidos, exceptuando mi corazón y mi respiración y mi mano intentando acuchillar a alguien en el aire.

-Pedazo de imaginación inútil…-Me recuesto de lado intentando volver a caer dormida.

 

 

  El día siguiente, en el Subterráneo…

 

 

-Gabriela… ¿te está tiritando el párpado?-Me pregunta Anais mientras intenta tocarlo. Una mirada fulgurante de parte mía la detiene-Andas hecha una fiera, ¿qué pasó anoche?

-Ayer no dormí nada…-Digo a regañadientes, mientras intento parar con mi mente el tic en mi párpado, ¡agh!-Al principio estaba pensando en la felicidad infinita de que Katherine al fin es mi novia. Luego una voz en mi cabeza me metió la idea de que Katherine quiere que le diga a nuestro padre de una vez por todas sobre esto… y entonces se fue y ¡agh! ¡Empecé a pensarlo mucho! Luego recordé muchas cosas y tuve muchos Flash-backs de cuando le dije la primera vez y ¡ta-dá! ¡Adivina quién no durmió absolutamente nada de nuevo!

-Tú…-Dice cansada, frotándose el rostro.

-¿Cómo adivinaste?-Bufo molesta-Esto en serio que es desquiciante, es como si todos estuviesen en mi contra.

 -No.-Y me pone el índice en la frente, apretando-Tú estás en contra de ti misma, todo pasa en tu cabeza y crees que a la par pasa en el mundo real, ¿te ha insinuado Kathy que le digas a papá sobre esto?

-… Me contó sobre que si algún día su papá veía a alguien propasándose con ella le iba a cortar su-

-¡Wow, wow, wow!-Me dice deteniéndome-¿Qué le pasa a ese hombre? ¿Se las da de carnicero acaso? Reláaaaaajate, hermanita querida. A su papá le agradas, no creo que quiera cortarte una parte del cuerpo si te ve con tu mano bajo sus bragas-Me dice giñándome el ojo.

-Anais, creo seriamente que no estás entendiendo el punto aquí…-Digo con mi tic aumentando considerablemente-¡Y yo no he-!  ¡Quiero decir-! ¡No he tenido sexo con Katherine!

 

  Lo grité tan fuerte que gran parte del vagón se me quedó mirando de forma extraña. Bueno, la palabra sexo saliendo de la boca de una niña con uniforme escolar, aparte de que en esa misma oración está el nombre de otra niña… Bueno, se entendió el malentendido. Una abuelita con cara de haber comido un limón me miró feo con sus anteojos ya por el final de su nariz, tentando caerse. Un oficinista me frunció el ceño y rápidamente se dio vuelta de nuevo para murmurar algo que no alcancé a entender. Y un niño pequeñito con uniforme de Kinder garden se me quedó mirando curioso, como si el hecho de gritar hubiese sido más importante que lo que decía ese grito.

  Bueno, al menos alguien me apoya.

 

-Bien, ya que terminaste con el drama griego…-Murmura Anais, acercándoseme-Cálmate un poco, Gabriela. Ahora estás en una relación con Kathy, deberías estar feliz de la vida dando brinquitos y diciendo esas frases raras que tanto te gustan, ¿qué es lo que te pasa?

-Este asunto con su padre y con el nuestro…-Digo de mala gana-Es como si el universo se esforzara en poner una puta pared de cemento sólido en frente de mí y sólo me da un cepillo de dientes usado para romperla, ¿qué puedo hacer contra el universo si me odia tanto?

-Eeeh… ganarle, daaah-Me dice como si fuera lo más obvio del mundo-Y dejar de pensar esas cosas durante la noche, tienes todo el día para pensar estupideces y te da por pensarlas justo cuando deberías estar descansando, ¿qué pasa contigo?

-Mmmmh…-Pienso en que tengo alucinaciones, escuché a una gata hablar, tengo un serio tic en el ojo…-Honestamente, a mí también me gustaría saberlo… Pero es que nuestro padre, Anais…

-Él… está aquí-Y vuelve a presionar su índice contra mi frente-Sólo aquí, nada más que en tu cabeza, Gabriela.

-¿En serio?-Digo incrédula-¿Nuestro padre nunca fue real y sólo es otra alucinación mía? Oh, gracias a Dios…

-No, idiota-Me dice molesta-¿Y a qué te refieres con “otra” alucinación?

-Ah… nada, eso no tiene importancia… ¡Anyway!-Digo aún más molesta-¿A qué vaginas te refieres entonces?

-Tú lo haces parecer lo más difícil del mundo, es sólo una persona común y corriente, no es nada del otro mundo.

-Siempre pensé que venía de Saturno…

-Ya concéntrate-Me golpea en la cabeza-Tú misma te convences de que es imposible hablar con él, tú misma haces que no te  hable, tú te cierras y tú te generas miedo a ti misma.

-Hey, hey, hey…-La detengo-¿Miedo? Yo no tengo miedo, él no es nadie para que le tenga miedo, ¿entendido?

-¿Oh, de verdad?-Me dice burlesca y busca su celular, buscando algo y luego pasándomelo-Toma, ¿por qué no llamas a papá y le dices tú misma que él no es nadie para que le tengas miedo?

-Aaaah…-Tomo el celular incrédula y veo el contacto de nuestro padre. No le tengo miedo, puedo tenerle miedo a las abejas, a los hombres lobo, a los Gigantes y al chupacabras… pero no a este hombre. Aquí voy…  Sólo debo presionar la pantalla y llamaré a mi padre… Sólo llamarlo… Qué hermosa tecnología es esta la del táctil, debió ser muy innovadora…-Soy tan cobarde…-Digo apenada, devolviéndole el celular.

-No, sólo tienes mucho miedo y eso te impide ser valiente-Me dice mientras sostiene mi rostro en alto.

-… ¿te das cuenta de que acabas de decir lo mismo que yo pero de forma distinta?

-Seeep, lo hice… pero fue porque no encontré las palabras adecuadas…-Dice incómoda.

-Ah, por Dios…-Tomo mi bolso para bajarme del tren y salir del Subterráneo. ¡La escuela! ¡Qué emoción!

 

  Seguimos avanzando en silencio en dirección a la escuela. Nada mejor que un lunes con doble ración de tareas y exámenes menos ocho horas diarias de sueño. ¿Alguien más siente que sus escuelas los están explotando de sobremanera? ¿No, nadie? Yo podría estar disfrutando de películas con Katherine en mi apartamento, con palomitas, besos… y manos… y… ¡No, no! Debo controlarme, debo evitar de todas las formas posibles tocarle aunque sea un sólo cabello. Porque, honestamente, no tengo intención de perder mi mano cuando su padre entre a su habitación y me vea sobre ella… ¡Agh, imágenes en mi cabeza están haciendo que mi temperatura llegue tan alta que rompa el termostato! Debo aprender a controlar mis deseos carnales con esta chica… Debo dejar de pensar en ése tan deseable y mordible cuello, en sus lindas y delgadas piernas, dejar de imaginarme esos tiernos pezones y… Aah, ¿en qué iba? Ah, sí… ¡Agh, estoy haciendo precisamente lo que no debería! Pero sus orejas, quiero morderlas…

 

-Gabriela, estás babeando…-Me codea Anais-¿En qué estás pensando? ¿En el cuerpo de Kathy?

-¿Cómo rayos puedes saber en lo que estoy pensando y yo no?-Le pregunto frustrada mientras limpio el hilillo de baba-¿No se supone que debería ser recíproco?

-¡Ja!-Dice burlesca-Son años de práctica… También, no se necesita ser tu gemela para saber en lo que estás pensando, eres demasiado predeci… ble…-Creo que se arrepintió de eso cuando vio mi rostro echando chispas y la mirada de Medusa.

-Yo… no… soy… predecible.-Digo con el tic en mi párpado-Y… ¡es que ella es irresistible! Digo, ¿qué harías tú si la chica que te gusta se sube a tus piernas mientras te besa?

-No lo sé… ninguna chica me ha gustado y mucho menos se ha subido a mis piernas mientras me besa…

-Sí, sí, sí-Le quito importancia-Pero dime, ¿cómo te sentirías?

-Caliente.

-Exacto. Y te encantaría seguirlo, ¿verdad?

-Obviamente.

-¿¡Entonces por qué no puedo hacerlo!?

-Porque tiene 14, tú tienes 17, ella es muy inocente y pura y, ah, sí… su padre te mataría.

-O peor, me cortaría la mano.

-O la lengua.

-Sí, creo que las dos ya entendimos el punto-Digo pensando en el dolor que me produciría perder mi hermosa lengua-Cortar a Lamedora…

-¿Lamedora…?-Pregunta asqueada-Dios, eres una ninfómana.

-¡Exacto! ¿¡Cómo esperan que me concentre en no hacerle nada entonces!?-Llegamos al salón de clases y no separamos.

-Arréglatelas…-Me responde resignada antes de irse al otro extremo del salón.

 

  Echo mi bolso sobe el pupitre cabreada y me siento fuertemente. Controlarme… debo aprender a controlarme. Debo evitar a toda costa imaginármela en su cama debajo de mí, evitarlo a toda costa… ¡No, no, no! Me cubro los ojos fuertemente, intentando borrar esa imagen de mi cabeza.

  Ahora, por otra parte, debo evitar a toda costa pensar en algún tipo de imagen fetichista. Como Katherine cubierta de helado de chocolate, o a Katherine usando un traje de marinara, o a Katherine usando un traje de policía sexy, o a Katherine usando… Aaah, la puta madre, me está sangrando la nariz de nuevo.

  Es que es tan difícil, en serio que es demasiado difícil concentrarme en no pensar en estas cosas, porque simplemente sigue saliendo, ¡sólo salen! ¡Yo no puedo hacer nada contra ellas! Sólo aparecen en mi cabeza y no puedo detenerlas, ¡en serio que lo intento! Pero mientras más pienso en no pensar que las estoy pensando entonces termino pensando que lo que debería pensar en no pensar que las estoy pensando pero eso termina haciendo que las piense mientras intento no pensar que las pienso, ¿entienden?

 

-No.-Dice mi voz lesbiana-¿Siquiera tú lo entendiste?

-Eeeh… no, claramente. ¿Crees que me queda algo de capacidad mental como para no pensar en algo que no sea Katherine o cualquier cosa relacionada con ella?

-Sí, buen punto-Dice comprensivamente.

-Con un ¡puf! Aparece mi conciencian con sus brazos en jarra-Es increíble, inconcebible, inaudito, inmaduro que…

-¿Hay algún otro “in” que quieras agregar a las características y adjetivos que se supone debería poseer?-Digo molesta-¿Qué quieren? Ambas.

-Yo… vengo a pasar el rato…-Dice mi voz lesbiana.

-Yo vengo a aconsejarte-Dice mi consciencia.

-Uy, qué novedad.

-Lo que necesitas es una dosis de sueño.

-Una dosis de Katherine es lo que necesita.

-Gracias, al fin alguien que me entiende.

-¡Hey!-Reclama mi consciencia molesta-Debes aprender a controlarte de una vez por todas, hay muchas cosas en juego aquí, ¡y lo sabes!

-Veo mi mano con detenimiento, principalmente mi dedo anular y corazón-Tienes razón, sin estos dedos no soy nada…

-¡Gabriela!

-Ya, ya… esfúmense durante un rato, por favor.

-Nos vemos, cariño-¡puf!

-Más te vale controlarte-¡puf!

 

 

 

  Me recuesto en mi pupitre mientras la profesora suplente de matemática, escribe algo sobre funciones que no presto con mucha atención. Sí, creo que ha pasado el tiempo suficiente para que hayan notado que no presto especial atención a las clases que dan mis profesores. Es que en serio que siento que los peores dilemas de la vida me vienen durante la noche y siento el peor sueño del mundo justamente cuando me están dando clases. Aun así, es matemática y no debo de qué preocuparme. Lo único que me importa es física y con eso seré feliz. Con las leyes que le ponen orden a este mundo y a todos los posibles mundos que existan. Desmentiré al destino mismo y visitaré a una versión mía sin alucinaciones y tal vez hétero, ¿quién sabe? Todo puede pasar en estos múltiples universos que se forman a cada momento. Un universo en el que  no tenga ninguna cicatriz. Un inverso en el que esa tipa del Instituto no me la hubiese hecho. Un mundo en que mamá estuviese viva y en fin, muchos mundos mucho más prometedores que este, tal vez hasta ya haya tenido sexo con Katherine en un universo paralelo…

 

  Si eso, de alguna forma, sirve de un patético consuelo.

 

  No es como que esté muriendo por hacerlo con ella, no es lo único que busco de ella, ¿en qué están pensando? ¿Por quién me toman? Puedo ser una persona mentalmente desequilibrada que tiene alucinaciones y escucha voces, además de malos hábitos de sueños, pero nunca… jamás, buscaría sólo sexo de esa niña hermosa y preciosa con sus ojos negros y sus margaritas y su voz y su risa y sus palabras alentadoras y… Aaaaah…

 

-Tienes cara de idiota enamorada-Escucho una voz al frente de mí y, ¡oh! Ahí está Melanie mirándome socarronamente. Genial-¿Es que te gusta esa ratoncita?

-Katherine-Digo molesta, ¿a alguien más le rechinan los dientes?-Se llama Katherine, y déjame en paz, ni que fuera tu problema-Me pongo de pie al notar que había empezado el receso. Melanie me puso su dedo índice en el pecho y de un sólo empujón me había vuelto a sentar en mi pupitre, echando la mesa a un lado, parándose en frente de mí sin ninguna barrera para detenerla, ¿eeeeh… mencioné que aún no saca su dedo de mi pecho?, ¿no? Bueno, ¡pues aún lo tiene!-¿Qu-qu-qué quieres ahora?-No es como que esté nerviosa, en lo absoluto.

-Puedo leerte como a un libro, ¿no lo sabes?-Esa media sonrisa como que entre me gusta y me desagrada a la vez, ¿qué? ¡No! ¡Esta tipa no me gusta, por Dios! ¡Iugh!-Y sé que estabas pensando en esa ratoncita-

-Ya deja de decirle así-Digo irritada, okey… estoy volviendo a la normalidad, ¿sus ojos hipnotizan o qué?-¡Y ya suéltame!-Intento quitar su dedo de mi sensual pecho, pero ella sólo lo desliza hacia arriba, pasando por todo mi cuello, dándome un estremecimiento un tanto placentero… ¿Khé? No, no, no, no, no, ¡no!

-Aaaaah…-Dice triunfal-Eso te gustó, ¿verdad que sí?-¿Soy la única que quiere golpearla?-causo esa impresión en las personas-Un-pero bueno…-Puto-Dudo que haya sido realmente sólo por eso-Bate-Así que estabas pensando en Katherine-Ahora.

-¿Te importa?-Digo molesta. A nadie le gustaría que ella tuviese su puto dedo en sus pechos-¿Podrías… ya sabes, dejar de tocarme?-Que me derrite como ácido.

-¿Te molesto?

-¿Y lo dudas?

 

  Se me queda mirando con una media sonrisa y ojos así como de… fuego. Qué ojos tan azules tiene, por Dios. Me impresionan también los rasgos que tiene, son muuuy marcados y su cabello es demasiado rubio, también. ¿Pero a quién le importa? Yo sólo quería salir del salón y ver a Katherine, pero se me hace muy difícil cuando su némesis, con su increíble fuerza, no me deja ni levantarme de mi asiento. ¿Recuerdan que el universo pone paredes de cemento en frente de mí? Bien, ahora puso a Melanie. Y que quede claro que eso es mil veces peor.

 

-Como quieras…-Bufa y me saca el cochino dedo de encima, ¡libre!-Aún no entiendo cómo la prefieres a ella antes que a mí.

-Tengo más de 100 razones para hacerlo…-Murmuro deslizándome a su lado y saliendo del salón en busca de Katherine, ¡un milagro!

 

   Esperen… ella debe estar en ese pequeño escondite que me mostró la última vez… bueno, si a eso se le puede llamar escondite. Así que fui para la supuesta puerta escondida detrás de su pabellón y la abrí con cuidado. Y aw, ahí estaba mi dulce chica francesa que me hacía olvidar todos los desagrados de las últimas horas. Desde la voz en mi cabeza hasta el toque tóxico del dedo de Melanie, podía todo barrerse como la suciedad de una casa con una linda y pequeña escoba francesa… Aunque suene raro.

 

-Un intruso en mi escondite…-Dice divertida, sentándose correctamente en el sofá-¿Querías compañía?

-Quería la tuya, más específicamente-Le digo dándole un laaaaargo beso en sus tan lindos labios, mientras me siento cansadamente a su lado-Ayer no dormí…

-¿Tuviste que estudiar otra vez?-Me pregunta sacándome unos mechones de la frente, ¡agh, mi cicatriz no!

-No, sólo eran… cosas sin importancia-Murmuro-¡Vine por amoooor!-Y me abalanzo sobre ella, llenándola de besitos por toda su cara mientras ella se reía, repitiéndome algo sobre que le daba cosquillas, pero apenas escuchaba, ¡ah, Katherine!

 

  Paré durante unos segundos y me le quedé observando. Tan contenta, tan delicada, tan… blanca, la verdad. En ese momento me di cuenta de que tenía mi rodilla en su entre pierna y así como que me puse toda roja y me incliné para besarla lenta, tan lentamente, en sus delgaditos labios. Una sucesión de imágenes pasaron por mi cabeza, las mismas imágenes que han pasado todo el santo día y que me están volviendo loca, ¡ah, su boca está tan tibia! Siento sus manos en mi espalda que me empujan hacia ella y yo más o menos muero con esa incitación. Así que un poco tímida, sólo un poco, con mucho cuidado, como todo cirujano lo haría, abro un poco, sólo un poco más mi boca y doy una pequeña, tímida lamida. Y fue como si el mundo explotara cuando unos segundos después recibí una de vuelta. Así, simplemente: boom. Y todo mi cuerpo se puso automáticamente en marcha; me acerqué más a su rostro y la estreché más fuerte, me incliné un poco y rocé con cuidado su entrepierna y recibí un temblor como respuesta, junto con sus manos apretando aún más fuerte mi espalda. Aaaah… quería pasar de sus labios a su cuello, ¡en serio que quería! ¡Pero es que era tan, tan difícil saber si ella me dejaría! Pero aaah… su entre pierna tan cercana a mi rodilla, su respiración tan rápido, sus besos y… ups, le mordí el labio y escuché un jadeo. Bien, con eso basta.

  Me acomodé mejor y apreté aún más con mi rodilla, apartó su rostro todo rojo y cerró los ojos fuertemente mientras soltaba un suspiro. Su cuello estaba libre y lo miré como un vampiro lo miraría. Me acerqué con mucho deseo y respiré en él. Retrocedí un poco para ver su reacción; ojos cerrados, respiración acelerada, dulces suspiros, ¿placer? Sí, y también sentía algo húmedo contra mi rodilla. Así que volví a su cuello… Y le di un pequeño beso, y otro, y otro, y lo llené de besos hasta que decidí que el cuello no era suficiente. Quité un poco de su cabello de su oreja que estaba muy roja y me relamí los labios. Ella inclinó su cabeza, dejándome aún más espacio para disfrutar. Bueno, si así lo quieres, ¿quién soy yo para negarme?

  Así que me acerqué con desquiciante lentitud, porque sabía que eso la mataría, a su oreja, roja como un tomate, y muy suavemente la mordí. Creo que le provoqué una descarga eléctrica, su cuerpo se agito y sus uñas por un momento tentaron a clavarse en mi espalda. Así que Gabriela presionó aún más su rodilla, Katherine debía estar muriendo.  Gabriela estaba bastante a gusto con esto, hasta que su propia mente la detuvo cuando sintió la voz del padre de Katherine en su cabeza, o más bien detrás de ella, como en un recuerdo muy, muy lejano, diciendo y rebotando en las paredes de su cerebro: “Hola, Gabriela”

 

-¡Aaah!-Y terminé de alguna extraña forma cayendo al césped.

-A Katherine le costó un tanto darse cuenta de lo que había pasado. Aunque creo que sólo lo notó porque dejó de haber una presión en su entrepierna… Algo es algo-¿Qué te pasó?

-¡No puedo hacer esto!-digo enterrando mi rostro entre mis manos-¡Mi subconsciente no me deja! ¡Mi consciencia tampoco! ¡Escuché a tu padre y tuve que detenerme! ¡Tuve que hacerlo!-Creo que estoy a punto de llorar.

-Sí, tienes razón, pero… ¡¡¿¿No lo pudiste haber pensado antes??!!-Me grita molesta, cubriéndose todo el cuerpo-¡¡Ya sabes, así como para ahorrarme las expectativas!!

-¿Expectativas?-levanto el rostro intrigada-Ooooh… ¿a Katherine le estaba gustando, eh?-Pregunto pícara mientras me pongo de pie.

-Su sonrojo aumentó considerablemente-N-n-n-n-no  no necesariamente…

-¿Segura?-Digo inclinándome sobre su rostro, mirándola curiosamente-¿Ni un poco? Te vi bastante entretenida ahí, eh.

-B-bu-bueno, ta-tal vez s-sí, tal vez n-no…-Evade mi mirada y empieza a rasgar la cubierta del sofá como si fuese lo más entretenido del mundo.

-Oooh, vamos, chica francesa, no hay de qué avergonzarse-Le doy un beso en su frente cariñosamente, mientras le acaricio el rostro-lo siento, realmente no quiero arruinar esa pureza que tienes…

-No es como que me contamines, Gabriela-Me dice acariciando mi cabello de vuelta. Aaaaaaah…-No voy a cambiar enteramente si tú y yo… bueno, ya sabes…

-¿Qué sé yo? Anda, dilo…-Bueno ya, tal vez quiera escucharlo de sus propios labios.

-Si tú y yo tenemos sexo…-Murmura resignada.

-Sí, tal vez no pierdas tu pureza… aunque tal vez yo pierda mi mano-La miro de palmo a palmo, imaginándome a su padre cortándomela.

-No me le recuerdes…

-La próxima semana… la próxima semana quiero decirle a mi padre-Le digo con determinación. Aunque siendo sincera, se me acaba de ocurrir.

-¿Estás segura?-Me pregunta cautelosamente, acariciándome el rostro-Sabes que no te estoy presionando.

-Sí… pero una pequeña voz en mi cabeza sí-Digo dándome unos golpecitos-¿Qué es lo peor que podría pasar, de todas formas?

-Tú eres la que debería saberlo, ¿no?

-Realmente no quiero pensar en ello…

-Está bien-Me da un beso en la frente sujetándome el rostro-No pienses en eso, vamos a clase…

 

 

 

  Miren, ella es muy especial. Y en serio la quiero, y créanme, estoy cagándome en los pantalones en este momento por el hecho de saber que tendré que hablar con mi padre. Ni siquiera es que me imagine una escena en que nos gritamos mutuamente, no. Eso pasará cuando el señor Ignacio me lance platos. Creo que simplemente se quedará ahí escuchándome sin decir nada y luego se irá y yo seré ignorada de nuevo, ¿por qué tengo la sensación de que absolutamente nada más va a cambiar? Todo va a ser exactamente igual a tooooodo y yo seguiré sin tener amor fraternal.

  ¡Genial!

 

  Terminé yendo al apartamento de Katherine. Porque esta tarde mi padre estaba al fin en el apartamento para descansar del agobiaaaante trabajo de ser un doctor homofóbico. Siendo sincera, estaba tan, pero tan decaída, que ni siquiera era capaz de enseñarle matemática correctamente, ¿saben lo que pasa cuando no puedo concentrarme en matemática…?

 

-Y… la raíz cuadrada de este número más la cabeza de Hitler junto con la mitosis en células pi es…

-Gabriela…-Me dice un tanto preocupada-Eso… no tiene ningún sentido, y te lo dice alguien que apenas entiende matemática, ¿qué sucede…?

-Eeeh…-Quería decir alguna frase chistosa, la que se me ocurriera en el momento, quería decir que no importaba, quería tener una discusión con imaginaciones, pero ellas al parecer se fueron a Marte y abandonaron completamente mi cerebro. Fue como si me hubiese rendido-Abrázame…-Me recuesto sobre ella como un peso muerto y siento su manita acariciando mi nuca.

-¿Qué sucedió?-Me levanta el rostro y saca el cabello de él, mostrando mi cicatriz.

-No, no…-Me vuelvo a poner el cabello, cansada-La cicatriz no…

-No tiene nada de malo, ¿sabes?-Me dice tratando de sacarme el cabello otra vez.

-Es horrenda y protuberante y me trae malos recuerdos-Digo volviendo a ponerme el mechón de cabello… y ella vuelve a sacarlo-Que me lo dejes.

-No.-Me lo saca.

-Que sí.-Me lo pongo.

-Que no.

-Que sí.

-Que no.

-Que no.

-Que sí.

-¡Jaaa!-Digo triunfal.

-¡Rayos!-Me reprime molesta-No te ves mal, no es molestosa y no es nada de lo que debas sentirte mal, en serio.   

-Tomo mucho aire y me recuesto sobre ella, apoyando mi espalda en su pecho y mi cabeza en su hombro, mientras ella me acariciaba los brazos, ¿alguien siente de alguna forma los papeles se intercambiaron?-Cuando iba en el Instituto en Inglaterra yo… yo no caía especialmente bien entre el grupo de populares de mi clase, ¿okey? Y eeeeeh, bueno, el punto es que eso se llevó a un nivel mucho mayor cuando una vez, a mis 14 años, iba saliendo de clases cuando ese maldito grupito me arrastró hasta la parte de atrás del Instituto y, aaaah… me hicieron esto con un pedazo de vidrio-Me apunto la cicatriz por sobre el mechón de cabello-Esa es mi historia… bastante reducida, la verdad.

-Se queda callada mientras me sigue acariciando ensimismada-Cuando…-Murmura lentamente-Cuando… mis papás se divorciaron, nos sentaron en la mesa y nos explicaron que eso debía ser lo mejor y que intentarían hacerlo lo más rápido posible… Pero no lo fue, discutieron mucho y durante mucho tiempo, siempre los escuchábamos gritar, Cata siempre iba a mi cuarto y nos quedábamos dormida abrazadas en mi cama, porque era horrible escucharlos… y entonces mi mamá se fue-Dice monótonamente-Sólo… se fue, no sé dónde está, no sé, yo…

-Está bien…-Le acaricio las piernas y le doy un beso a su mano, acariciándola con mi nariz. Somos como dos monitos acicalándose entre ellos.

-Papá no sabe, pero antes de que nos lo dijeran, los escuché una vez gritando y… aaaah, mamá lo engañó.-Creo que se enojó un poco-Y papá tampoco sabe que sé que se juntaron, después de que mamá se desapareciera, para hacer legales los papeles del divorcio y…-Suspira cansada-Darle a él la custodia completa de ambas…

-Me doy vuelta y ella me abraza rápidamente, hundiendo su rostro en mi hombro. Creo que escucho sollozos y aaah, genial, está llorando-Está bien, tranquila cariño, tranquila…

-El año pasado…-Murmura con su voz ahogada en mi camisa de colegio-Querías entender, porque no soporto a Melanie, ¿verdad?-levanta su rostro que está todo húmedo y sus mejillas todas rojas, ¡no soporto verte llorar!    

-Si no quieres decirme…

-¡Quiero hacerlo!-Me grita mientras le salen más lágrimas, que caen desde su ojo, viajan por su mejilla, tantean su quijada y caen sobre el suelo en un sonido sordo-Quiero decírtelo, porque nunca he podido decirle a nadie…-Hipa y aprieta sus manos fuertemente-Cómo se sintió de verdad… -Toma una gran bocanada de aire-El año pasado entré a la escuela y un día estaba vagando por la cancha, Melanie se me acercó de esa forma en que… siempre lo hace con todas y ¡es que no me dejaba elección! ¡No me dejaba tranquila! Me seguía a todas partes y yo me sentía…-Suspira agitada, por favor no llores…-Me sentía como si me estuviesen acorralando y estaba… Dios, acongojada, ¿sabes cómo era que me llamaba cada vez que empezaba con sus frasecitas, creyendo que podía hacerme lo que quisiera?

-Ratoncita…-Mascullo enojada, alguien estará muerta.

-Sí…-Dijo mirando un punto en el piso-Hasta que llegó un día en que lo llevó a otro nivel. Yo… ella… Dios, yo no pude detenerla, era más fuerte que yo, ella… ella…-Estaba empezando a temblar y a apretar sus ojos, como si quisiera sacar una visión de su cabeza-Por favor dime que sabes a qué me refiero para no tener que decirlo…

-Te… violó…-Así como que quiero volar hasta donde esté esa tipa y matarla.

-Lo intentó… Llegó bastante lejos como para casi sacarme las bragas…-Se ríe amargamente-Hasta que Alicia entró… Nunca la había visto tan enojada, o a alguien dar tantos golpes…

-Pero, por qué…-Digo confundida-Por qué, Dios…  Y hoy en la escuela, Katherine…-Le digo recordando lo que había intentado hacer-Dios, lo siento, yo…

-No me molesta contigo…-Me dice bajito, recostándose en mí-Con ella fue horrible, estaba asustada, me sentía tan… impotente y sentía tanta rabia y… Agh, papá no lo sabe; sólo son tú, Alicia y Cata, nadie más, pero no puedo expresar cómo…-Sólo se echa a llorar.

 

  Sólo eso, las lágrimas son prácticamente agua un tanto salada que sale por el lagrimal y por gravedad se desliza por todo el rostro hasta hacer un sonido sordo contra el suelo. Simple. Pero escuchar ese sonido sabiendo que provenía desde sus ojos, esos ojos tan bellos, oscuros y brillantes. Cambiaba completamente la perspectiva racional. No era agua cayendo de sus ojos hasta el suelo, era la expresión de un año entero teniendo que soportar ver a Melanie, tener ese recuerdo en su cabeza, sabiendo que no puede sacarlo de ahí.

  Así que por cada lágrima que caía sordamente, era una especie de martirio, sabiendo que no podía detenerlo, porque no podía borrarlo, cambiarlo, o retroceder en el tiempo para hacer que desapareciera.

  Sólo abrazarla.

  Fuerte.

  Lo más fuerte que pueda.

 

-Todo está absolutamente mal…-Digo de la nada. Eres una puta genia.

-¿Qué…?-Pregunta con su voz ahogada y sorbiéndose la nariz.   

-Bueno, sería bastante tonto decirte que todo está bien, porque es claro que no lo está-Murmuro-Así que tranquila… todo está absolutamente mal y si debe ser así, pues que así sea. No intentes ocultarlo o minimizarlo, déjalo salir todo de la forma más apasionada posible, deja que todo se sienta absolutamente mal. Tu chica inglesa te abrazará, te limpiará las lágrimas, el rostro y hasta lo mocos, ¿okey?

-¿Y se quedará conmigo?-Me pregunta con su rostro todo mojadito y rojo, con sus ojos que me sonreían ahora todos mojados.

-Sí, se quedará contigo-Le doy un beso en la frente-Siempre…

 

  Esa fue la primera vez que me quedé a dormir en su apartamento.

  Bueno, casi. Se estaba haciendo oscuro, creo que ya eran las nueve y media y nosotras nos había recostado debajo de las sábanas de su cama. No sé cuánto había llorado, pero no me importaba. De un momento a otro le escuché un último sollozo y eso fue todo. Cayó dormida junto a mí y ahí me quedé. Con mi brazo atrapado bajo ella y sin poder conciliar el sueño. Tanto, había pasado tanto en un sólo día…

  En un momento su padre tocó despacio la puerta y un rayo de luz entró en la oscuridad de su habitación. Se asomó con cuidado y nos vio a ambas. Digamos que me puse nerviosa, pero después intenté poner una expresión de: “por favor comprenda” y me puse el índice sobre los labios, para indicarle que no hiciera ruido y que estaba dormida. Pareció entender completamente, porque asintió y me pidió que saliera de la habitación, ¿tengo que?

 

-Aaaah, sé que querrá una explicación, pero no creo que sea buena idea preguntarle…-Le digo mientras lo sigo a su sala de estar.

-Siéntate un momento Gabriela, creo que deberíamos hablar…-Me dice echándose en un sofá, con un vaso lleno de… ¿whisky?

-Are you drinking, Sr.?-Pregunto incrédula. Nunca me lo hubiese imaginado, en serio.

-Aaaah… No suelo beber, perdona-Deja el vaso a un lado-Pero hoy era una fecha que me hace un poco… nostálgico, ¡bueno! Hay algo de lo que tengo que hablar contigo-Ve que pongo una mueca de miedo-Oh, tranquila no es nada malo. Conozco a mis hijas, Gabriela. Son mi gran tesoro… y sé cuándo una de ellas está muy enamorada de alguien, ¿no crees?

-Aaaah, yo…

-Es muy pequeña, lo sé-Me aclara rápidamente-Me sorprende, sí… Pero ya lo sabía…

-Aaaaah-Sigo balbuceando-¿Desde… desde cuándo?

-Creo que… no sé, desde la fiesta de Halloween, cuando la vi salir del apartamento…

-Aaaah… ¿va a lanzarme platos?

-Lo pensé hace unos días…-Dijo pensativo-Pero sé que eres una buena niña… Y sé que cuidarás de ella, ¿verdad?

-Por supuesto-Digo con determinación.

-Bien. Ahora…-Se pone serio. Oh, genial-Si algún día las veo en alguna situación-

-¡No, no haré nada!-Digo enojada, recordando la conversación que habíamos tenido-No lo haré, no si ella no quiere, no voy a forzarla, ¡no voy-!

-Wow…-Dice sorprendido-Esperaba una reacción diferente… Pero suenas convincente. Por favor, Gabriela, tengo fe en ti…

-Por supuesto…-Siento que de alguna forma, mi esfínter se está relajando y ya no tengo necesidad de hacerme en los pantalones de miedo-¿Puedo volver a su cuarto, señor?

-Me mira despectivamente. Aaaah, la puta madre-Sí, puedes…

 

  Así que de manera bastante taciturna, casi como si fuese un maniquí que mágicamente adquirió la capacidad de moverse pero apenas sabe caminar, me tambaleaba por el pasillo hacia la habitación de Katherine ¿De verdad acababa de pasar lo que acababa de pasar? ¿Están todos seguros de que de verdad existió esta conversación?

  Me quedé de pie frente a la puerta de su habitación, sin atreverme a entrar… Era su hija, no era mi novia, era su hija… su hija…

 

-Entro con mucho cuidado y descubro a Katherine medio sentada en su cama, en medio de la oscuridad-¿Qué sucedió? Ven aquí…-Golpea al lado suyo de la cama con pereza.

-Aaaaaah…-Pienso en una respuesta-Aaaaaah…-Sigo pensando en una respuesta-Eeeeeh…-Estoy empezando a tener un corto circuito-Aaaaah…

-Si vas a decirme las vocales, al menos ven a mi lado…-Dice quejándose-Estaba muy cómoda…

-Sí, yo también…-Le digo mientras me echo debajo de las sábanas a su lado, abrazándola. Creo que nunca me aburriré de esto-Eeeeh… hablé con tu padre…

-Hasta en la oscuridad, pude ver que sus ojos se abrían bastante, sorprendida-¿Y… pasó algo malo?

-Aaaah…-Vuelvo a tener un  corto circuito-Aaaaah… no exactamente.

-¿Cómo?

-Bueno, me dijo que ya sabía que me querías y que yo te quería… y que no estaba enojado, pero que me portara bien… algo así… Creo que se me olvidó mencionarle que estamos saliendo…

-¿De verdad?-Pregunta un poco confusa-¿Olvidaste el detalle más importante?

-¡Fue tan repentino! ¡Creí que estaba viendo la luz al final del túnel!

-Mmmh…-Y se acurruca contra mí. Aw-Podemos decirle mañana en la mañana…

-¿Vamos a dormir así?-Pregunto, o sea… yo aún estoy con uniforme, y ella igual…

-Shí… Así que duerme.-Me dice como si fuese el fin de una discusión.

-Aaaaaaaaaah… Buenas noches, chica francesa…

-Buenas noches chica inglesa…-Creo que ya se durmió. 

Notas finales:

Feliz año nuevo a todos ustedes, descansen, corran, enamorense, rompanle el corazón a alguien, he escuchado que es genial, o que alguien les rompa el corazón, vivan su vida al máximo, salten de un acantilado o tengan un gato con garras largas y afiladas ;-; con mucho amor, Tomate con Lechuga <3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).