Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

La Puerta Del Frente por tomateconlechuga

[Reviews - 110]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola :c he vuelto, y con mucha tristeza u.u

 

 -Bueno, bueno, ¿qué tenemos aquí?

 

  ¿Han notado que no soy buena para comenzar los capítulos? Y es que siempre la historia debe comenzar con algo desagradable, por ejemplo, el hecho de que Melanie esté aquí y ahora parada en frente de mi pupitre, siendo que ahora estamos en clases distintas, ¿no puedes dejarme en paz, verdad? No, claaaro que no, tan típico de los alemanes.

 

 

-¿Hoy es el día internacional alemán de molestar a la persona que te odia?-Pregunto con desgano, un día, sólo un día tranquilo y juro que nunca más diré groserías o tendré alucinaciones.

-No, sólo quería venir y hablar con mis amigas-Y señala a Samantha y a esas tipas que fueron con la lista de Halloween el año anterior-Y por casualidad te vi aquí y decidí venir a hablarte.

-… ¿en qué momento pensaste que sería una buena idea?

-Me sonríe de forma así como que… “ya lo verás” y sólo se fue riendo hacia su grupito ese. Es idea mía, ¿o Samantha me miró con pena? ¿Alguien más tiene un mal presentimiento?

 

-¡Hola!-Aparezco… yo, literalmente, al frente mío, sonriéndome y moviendo la mano. Ay Anais, ¿por qué debes ser tan positiva y opuesta a mi personalidad amarga?-Wow, pero qué cara de mierda tienes.

-¿Te sorprende?

-¿Recuerdas cuando te dije que te aplicaras para poder dormir más?

-Eeehm…-Intento recordar, exprimiéndome el cerebro-Sí… hay algo, creo que tal vez posiblemente debiste haberlo mencionado en algún punto indefinido del pasado.

-No tienes remedio.

-En realidad, la alemana esa me amargó un poco viniendo a joderme-Y la señalo ahí, riéndose con su grupito.

-Mira el lado positivo, no tienes que aguantarla en clases, ¿por qué debía tomar mis mismos ramos?-Y mira atentamente-¿No crees que Samantha está un poco triste?

-Eeeehm…-Bueno sí, la tipa parece tan apagada que ni siquiera ese cabello tan lindo que tenía tiene luz en alguna parte, parece muerto-¿Sabes por qué podría ser?

-Ni idea. Ah-Y suena la campana, ¡genial! Laboratorio… Por favor, nótese el sarcasmo-Tengo historia, ¡no te quedes dormida!

 

 

  Cinco minutos después.

 

 

  Y mientras se suponía que debía observar la sustancia bajo el microscopio, me dedicaba a dejar toda babeada la mesa de trabajo y a soñar con el dulce, suave, sabroso y tan hermoso cuerpo de Katherine y a recordar hasta el último detalle de todo lo que sentí, toque, besé o mordí, de cada expresión y aaaah… sueños eróticos con esta niña. Aaaaah, no me muerdas así, Jesús santísimo pero que pasa con esta niña pecadora y lujuriosa que no me deja ni en mis-

 

-¡WOTTON!

-¡Paf! Directo al suelo, caigo de cara, como siempre… como si tuviese un imán en ella que el suelo atrae instintivamente-Aaaah… ¿Presente?

-¡SALGA DE MI SALÓN AHORA!

 

 

 -Okey, ¿por qué ninguna me dijo que estaba haciendo gemidos mientras dormía? Díganme-Le pregunto frustrada a Melissa, en la hora de almuerzo.

-Bueno, la verdad era difícil…-Se excusó.

-¿De verdad estabas gimiendo?-Me pregunta Alicia.

-Al parecer sí.-Digo enojada-¡Y nadie dijo nada!

-¿y qué era eso que soñabas que te hizo gemir, eh? ¿No era algo relacionado con mi hermana pequeña e inocente, verdad, inglesa?-Me pregunta enojada Catalina.

-Aaaah…

-Cata, no la molestes-Uy, si eres tan encantadora, linda, hermosa, preciosa, te amo tanto, tanto, tanto-¿Qué hiciste después de que te sacaran?

-Aaah… sí, dormí.-Digo incómoda, comiendo de su espagueti.

-¿Nunca aprendes?-Me reprime Anais.

-¿Aprender, qué es eso, tomate con lechuga, fideos?-Las amo a todas.

-Creo que está comenzando a llover otra vez…-murmura Katherine a mi lado, dándose vuelta hacia las ventanas.

-¿Quieres otra dosis de historias de terror?-Le murmuro de vuelta, todas las demás, sigan en lo suyo, nosotras estamos bien.

-No, no realmente-No sabes lo mucho que me encanta tu risita-Estaba pensando en lo que pasó ése día… estaba lloviendo y tenía mucho frío-Aaaah… amo tu risita-¿Trajiste paraguas?

-Eeeeh… nop-Soy tan olvidadiza.

-¡Siiiiií!-Y me abraza… ok, qué felicidad, me mojaré entera, eres la mejor novia del mundo entero-¡Ahora tengo una excusa para irme contigo, compartiremos paraguas!

-¡Waaaa!-Y la abrazo y comienzo a besarle todo el rostro una y otra vez-¡Eres absolutamente la mejor novia del mundo!

-Sigo aquí.-Dice enojada Catalina.

-¡no me importa!-Y le sigo dando besitos y mordiscos a su labio hasta que suena la campana y debemos volver a clases, ¡química, iré por ti!

 

 

 

  Cinco minutos después.

 

 

  Es que la superficie de mi pupitre es tan suave y tentadora que, francamente, es tan difícil resistirse y caigo rendida para arrojarme a los brazos de mi buen amigo Morfeo, ¿a quién le importa química? A mí no, Lalala. No me importa ninguna de sus materias más que mi querida y amada física, con su interpretación y sus leyes que rigen el orden de los universos enteros, con la energías y las longitudes de ondas y su teoría de cuerdas, ¡física, voy por ti!

  ¿Qué es eso, una campana? ¿De verdad acaba de terminar la hora de clases? ¿De verdad dormí durante más de una hora? Soy una muy mala estudiante… Oh, no, esperen… de hecho soy tan mala estudiante que ya no queda ni un alma en todo el salón.

 

-Bueno, pos ni modo…-Digo resignada, guardando mis cosas.

-Gabriela…

-¡Ay, la puta madre!-Y doy un salto, ¿¡Emilia la niña fallecida hace 70 años, eres tú!? Ah… no, es sólo Samantha. Uy, qué linda que era esta niña, ¿por qué tan triste, por Dios?-Hola, hola.

-Quería pedirte un favor…-Siento que me contagias la tristeza que emanas por cada poro de tu cuerpo-¿Me acompañas al laboratorio? Es que a ti te va bien, y quería que me explicaras una cosa…

-Eeeh, claro. Pero deberías sonreír un poco más-Y levanto sus labios en una sonrisa forzada con mis dedos, pero ella vuelve al estado de tristeza natural-Ya, ya, sólo vamos…

 

 

  Bueno, tal vez el clima le afecte. La verdad es que el día está bastante feo, con la lluvia cayendo furiosamente como misiles alemanes y las nubes casi negras que hacen parecer al día casi sin luz o vida en general, el viento helado golpeando en el rostro, no es un día especialmente bonito. Pero estoy tan, tan feliz ahora mismo, por mi hermosa chica francesa, que debe estar esperándome para compartir un paraguas juntas, que podrían caer verdaderos misiles rusos y no importarme nada.

 

 

-Bien… ¿qué es lo que quieres sa… ber?-Me doy vuelta en su dirección, pero sólo veo la puerta del laboratorio cerrándose y… ¿acaba de dejarme encerrada dentro del laboratorio?-Okey, okey, qué buena broma, ahora déjame salir.

-Gabriela, realmente… realmente lo siento mucho-La escucho susurrar a través de la puerta. Juro que no entiendo nada.

-¿Soy parte de la decoración?

-¡Ay, por Jesús santísimo!-Y creo que pego el quinto salto del día y me doy vuelta y… Oh, Melanie… ¿¡Por qué!? ¡¿No pueden dejarme en paz y dejarme tranquila?! ¡Déjenme ir! Tengo realmente el peor de los presentimientos que he tenido en mi vida-Melanie, sea lo que sea que planeas, ni me hace gracia ni voy a ser parte de algún juego maquiavélico que estás planeando-Intentaba sonar ruda, pero ella sólo se me acercaba más y más, con esa sonrisa plasmada en su rostro que era imposible no odiar, realmente, quiero golpearla o irme de aquí-Melanie, ya basta. Abre la puerta.

-Está cerrada.

-No jodas, que no lo había notado, por eso te pido que la abras.-Esta chica es retrasada.

-Ay, Gabrielita, ¿de verdad no lo entiendes?-¡No te saques la corbata! ¡Detente de acercarte!

-Lo que entiendo es que podría dejarte el ojo morado otra vez… Aléjate-Y de un manotazo quito su sucia mano de mi hombro y retrocedo. Me siento como un… aaaaah… ratón. Y bastante acorralado.

-Hay algo que realmente no he entendido desde que hiciste esa gran escena el primer día del curso anterior-Detente. De. Acercárteme.-¿Por qué alguien tan linda como tú…-No me alagas-no quiere estar con alguien tan linda como yo?

-Podría darte fácilmente unas 500 razones, pero con decirte que tu narcisismo me da asco es suficiente. ¿Serías tan amable de salir?

 

  Y boom. Así, sentí el contacto de unos labios tan ajenos a los míos, tan sucios, irreconocibles, dudo que humanos, asquerosa boca y saliva, dientes, lengua, era un toque que me daba arcadas. Melanie besándome. Melanie besándome. Y yo intentando resistirme con todas mis fuerzas, ¿por qué de la nada es más fuerte que yo?

 

-¡Suéltame! ¡Déjame!-Pero no, sólo me mordía, tan fuerte que debía tener el labio lleno de sangre, lleno de su saliva-¡Suélta-!

 

 

  Así que sentí de repente un ruido pesado, y sentí a Melanie sonreír de por medio y soltarme, me di vuelta hacia la puerta para salir de ahí, huir, como siempre, de todo lo que podría causarme problemas.

  Pero entonces todo mi mundo colapsó. Era como si dos universos estuviesen interactuando, dos dimensiones colapsando y cayéndose a pedazos. Katherine en el marco de la puerta. No, Dios mío, no te atrevas a mirarme de esa forma en que puedo ver tu alma destrozarse a través de tus ojos, no te atrevas a hacer esto, Katherine, sabes que sería incapaz de hacer esto. No te quedes muda, no sueltes esa lágrima que rueda por tu rostro, por favor deja de mirarme de esa forma, por favor no, no lo hagas…

 

-Katherine…-No, no, no, no, no soporto esa mirada, no me hagas desviar la mirada, no me des esa mirada, no.

-Pero Melanie me rodea por detrás. Siento que ya ni siquiera es mi cuerpo, no puedo moverme o reaccionar o resistirme, gritar, siquiera explicarle porque… realmente, no soporto esa mirada-¿Qué pasa, ratoncita?

-Vete…-Murmuró. Retrocediendo. No, no, no, no, no, no, no, no, no…-Vete a la mierda.

 

 

  Y la vi darse media vuelta y salir, desaparecer, la puerta se me antojaba un  cuadro con un espacio vacío en el que debería haber estado su cuerpo. Tal vez fueron unos diez segundos estática, como roca, sin saber qué hacer y luego… correr, por el pasillo y las tres escaleras mientras mis fuertes pasos se confundían con el golpeteo de la lluvia y luego ir hacia la salida, buscándola, llamándola, no te vayas, por favor.

  Entonces un golpe. Caigo de cara contra el húmedo, pero duro concreto puro, áspero, mientras las gotas de lluvia golpeaban todo mi cuerpo. Todo pasaba tan rápido, ¿cómo pasaron estas cosas en tan poco tiempo? Entonces alguien me tiraba de los cabellos de la nuca fuertemente y después estrellaba mi rostro contra el concreto. Una, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete… y luego perdí la cuenta. La sangre y el dolor y la lluvia resbalándome por todo el rostro mientras sentía que la conciencia se apagaba a cada golpe. Recuerdos intercalados del Instituto en Inglaterra, el dolor y las risas, la sangre, el vidrio, la cicatriz, el llanto, no, el llanto no, no estaba llorando, sólo era la lluvia, sólo la lluvia.

  Y entonces todo se detuvo y me recosté de lado; mi nariz sangrando, mi boca, el aire escapándoseme de los pulmones, atrapada en ese recuerdo de hace años que me marcó por siempre. Katherine, ¿dónde estás? No me dejes atrapada aquí, no puedo salir de este lugar sola; detrás del edificio, el vidrio, el dolor y la sangre, la cicatriz… por favor no me dejes atrapada aquí, no puedo salir de aquí.

 

 

 

-¿Quieres jugar otra vez?

-¿Qué?

 

  No, esperen. Techo blanco y sábanas suaves, ¿es que siempre debo terminar en la enfermería de la escuela?

 

-¿Cómo te sientes?

-Yo…

 

  Mareada, adolorida pero a la vez relajada, preocupada, ¿Katherine?

 

 

-Soy Anais, Anais, ¿me escuchas?

 

 

  No, no, Katherine me odia, realmente me odia ahora mismo. Tengo que explicarle, decirle, sabes que sería incapaz de hacerte esto. Ni con ella, ni con nadie.

 

-Hey, quédate en la cama… ¡Gabriela, te dije que te quedes en la cama!

-No, Katherine…

-Está en su apartamento.-No me interesan tus respuestas tajantes-Tienes que recuperarte y…

-No me importa recuperarme, no me importa nada más que ella ahora.

-Ahórrate las cursilerías, no te dejaré…-No puedes forcejear con alguien tan débil como yo-Levantarte. Bien, ahora quédate ahí.

-¿Qué pasó?

-Pues, Melanie ahora está en el despacho de la directora con sus padres, creo que van a expulsarla… tienes suerte de que-

-Katherine.

-Ella… me llamó hace unas horas. Yo le dije lo que había pasado y blah, blah, blah… Gabriela-Parecía que yo fuese una retrasada mental a la que intentan explicarle matemática-Sé que ahora quieres intentar explicarle todo y quieres verla. Pero por favor, por favor… hazte a un lado por-

-No.

-¡Déjame terminar mierda! Hazte un lado… por su bien.

 

 

 

  Miraba por la ventanilla del tren a la lluvia. La lluvia de esta ciudad que siempre me había puesto tan contenta, la lluvia que este mismo día me puso feliz, compartir un paraguas con Katherine parecía tan normal y fantástico hace sólo unas horas. ¿Por qué debía pasar esto? Siento que la imagen de su alma destruyéndose se grabó en mi retina como la luz del sol cuando miras directamente a él. Está ahí de manera tan fija y persistente. No puedo resistirlo, deja de darme esa mirada, por favor, ya no lo soporto…

 

-¿Qué sientes?-Me preguntó Anais.

-Las gotas chocaban contra el vidrio y contra todo, incesantes, persistentes, obstinadas-Dolor.

-Sí, tienes la nariz y el rostro en general bastante destruido.

-No. Dolor, dolor de verdad. Como si me hubiesen desprendido de algo a lo que siempre he estado atada-La miré fijamente, suplicante-¿Qué es esto?-Sólo quiero saber qué debo hacer.

-Ver el gris de sus ojos chocando con el mío como si me viese a un espejo era lo más desquiciante-Eso es… amor.

-¿Y cómo lo paro?

-No lo sé.

-Duele.

-Tal vez.

-No sé qué hacer.

-Lo sé.

-Duele.

-Gabriela…

-Duele mucho, demasiado, a un punto que nunca había conocido antes. No viste sus ojos, su mirada, su expresión, era tan doloroso verla.

-Cálmate-No estoy llorando, no estoy llorando, no estoy llorando-Todo va a solucionarse eventualmente, lo prometo-No, estás mintiendo.

 

 

-Ya era hora-Ese era mi padre esperando a Anais en la sala de estar-Estaba empezando a preocuparme.

-Estoy saliendo con Katherine.

 

 

  Desde hace mucho, mucho tiempo. Tanto que ya ni lo recuerdo, mi padre me dirigió la mirada. Sorprendido tal vez porque de verdad había olvidado mi existencia o el hecho de ser novia de la vecina lo chocó un poco.

  ¿Por qué de todos los días posibles debía decirle ahora? Justamente hoy, con todo el rostro masacrado y mi corazón roto en mil pequeños pedazos. Pero ya no podía soportarlo, algún peso debo quitarme de encima. Debo solucionar las cosas con este hombre, dejar de huir, lo único que debo hacer es dejar de huir.

 

 

-¿Estás qué?-Dios, qué raro se sentía escuchar esa fría voz dirigiéndose a mí y no a mi hermana.

-Gabriela…

-Sssh.-Ya no voy a huir de esto-Estoy saliendo con Katherine, era necesario decírtelo.

-Ajá…-Sopesa mis palabras lentamente, mientras se pone de pie y comienza a pasearse por toda la sala de estar como un tigre en una jaula, hambriento, listo para luchar. Hasta que se detiene, se para en seco, alto, serio y distante, sentía que poco a poco él volvía a formar parte de mi mundo y eso nunca terminaba bien. Mi padre solía destruir mi mundo cuando volvía a entrar.-Nos mudamos a otra ciudad, es más-Nooo, se estaba enojando de veras-A otro continente, para que los tres-¿Tres?-Pudiésemos respirar un aire nuevo, conocer a gente nueva y comenzar nuestras vidas de nuevo. Las traje a un edificio, a una ciudad nueva, hice todo lo que su madre siempre quiso-Ese reflejo de dolor aún se ve en los ojos de todos-Y tú de la nada decides arruinarlo todo de nuevo, convenciendo a la hija de nuestro vecino a estar contigo y arrastrarla a ése mundo tan raro e idílico, ¿qué esperas que le diga a su padre ahora?

-Nada. Él ya lo sabe.-Jaque maque.

-¿Lo sabe?-No, eso no era sorpresa, sólo seguía enojándose más-Lo sabe. Bien, pues yo no lo apruebo.

-Mamá lo hubiese hecho-¿Por qué insisto en golpearlo donde más le duele?

-Mamá no está aquí.-Uy, ése fue un golpe muy, muy bajo-Sólo somos tú, Anais y yo, y tú insistes en arruinarlo todo siempre.

-Papá…

-Silencio Anais.-Puta madre, ya nos morimos todos.

-Yo no arruiné esta familia-Nop. Ahora sí que todos van a morir, si quieres que me enoje, lo haré y con ganas. Ya no me importa nada-Tú decidiste odiarme, no hablarme, fingir que tu propia hija no existía-Uuuh, daño devuelto-Tú nos arruinaste a los tres, ¿crees que hiciste lo que mamá quería? No. Sólo eres egoísta. Sólo no sabes cómo ser un buen padre, ¿qué diría mamá si te viera ahora?

-¡ELLA ESTÁ MUERTA!

 

 

  Bueno, lamentablemente eso era cierto. Hace años, la verdad. Qué familia tan patética y destrozada. Un silencio sepulcral entre los tres, en un apartamento ajeno a nosotros. Llévenme a Londres, a nuestra casa, con mamá, sin heridas y siendo una niña pequeña, ¿cuándo fue que todo se volvió tan jodidamente difícil?

  Los sollozos de Anais rompían el silencio mientras lloraba en mi hombro y mi padre jadeaba. No lloraré, no lloraré, no necesito llorar. Te extraño, realmente te extraño.

 

-¡DEJA DE LLORAR!-Okey, papi está enojado-¡MUERTA, ENTERRADA, YA DEBE SER UN ESQUELETO! ¡YA SUPÉRENLO, NO VOLVERÁ, NO VOLVERÁ JAMÁS! ¡NADA DE ESTO FUE MI CULPA! ¡DEJEN DE CULPARME DE ESTO!

-Me hubiese gustado que hubieses sido tú-Y es así como despido totalmente a mi piedad-Tú en lugar de ella.

-Creo que pude ver el momento exacto en que su corazón se rompió en pequeños pedazos-Sí…-Murmuró. Wow, he roto a mi padre-Sí, yo también hubiese querido eso…

-¡Basta!-Anais, no grites tú también-¡Deténgase los dos! ¿¡Por qué hacen esto!? ¡Dejen de culparse de una vez por todas! ¡Dejen de odiarse! ¡¿No podemos volver a cómo éramos antes?! ¡Éramos felices! ¡Yo también la extraño! ¡Todos la extrañamos! ¡¿Cómo pueden ser tan egoístas ustedes dos?!-No llores hermanita, no llores-Yo también la extraño…

 

 

  Agh, no soporto esto. Odiémonos, no pienso compartir el dolor con alguien como él, no voy a ser parte de este cuadro familiar roto y vacío. No lo necesito, ¿Por qué tenías que irte? Las cosas hubiesen sido más fáciles contigo cerca. Los recuerdos vuelven a mí: mirando los edificios, corriendo por el parque, persiguiendo a ese perro; mi madre en el hospital, en la camilla, la palidez y las ojeras, sus labios secos y cómo perdía de a poco la conciencia. No puedo soportar tantos recuerdos, ver cómo todo fue muriendo de a poco y con el tiempo desapareciendo, cómo fue evolucionando y empeorando, ¿cuándo todo se volvió tan difícil?

 

-TE ODIO.

 

 

 

  Pegué un portazo y corrí por las escaleras hasta tropezar, caer, quedar tendida en el piso mientras volvía a correr la sangre por mi rostro. Quiero retroceder en el tiempo, arreglar todo, volver ahí, rebobinarlo una y otra vez. Sola. Me siento tan sola, ¿es así cómo me he sentido siempre? Llenando el vacío con alcohol y con cualquier persona. Sí, tal vez. Soy todo un cliché, un paradigma, una caja llena con el paquete de catástrofes. ¿Cómo no podría estar en el fondo irremediablemente sola?

 

 

-Please, please come back…-No, el suelo y las escaleras se están desvaneciendo de nuevo, qué tibia es mi sangre y qué horribles punzadas siento en mi tobillo, tal vez me lo he roto, quién sabe-I need you here so much…

-Sentí un peso en mi estómago y unos bigotes haciéndome cosquillas en el rostro, ¿gato? ¿Gabriela?-¿Miau?

-Ya no hablas, ¿eh?-Creo que terminaré desmayada otra vez-¿Qué haces acá, bola de pelos?

-La sentía ronronear y hacerme cariño en las manos, en los brazos y en el rostro, como si me diera fuerzas. Okey, okey, intentaré seguir consciente, respira tranquila e intenta ponerte de pie. Uno, dos, tres… Bien, ahora siéntate en el escalón… Sí, eres muy buena en esto, levantándote de todo, sólo necesitas un pequeño empujoncito-Qué tierna que eres, realmente me agradas.

-¡Ay, aquí estás!-Y entonces me quitan a Gabriela del regazo esas manos tan pequeñas y cálidas que amo y extraño, y veo los ojos oscuros y profundos que me quitan el aliento. Si sabía que me mirarías de esa forma, me hubiese rendido a la inconciencia-Nosotros… nosotros escuchamos gritos y… papá quería saber qué pasaba-Si veo el rastro de tus lágrimas en tu rostro no puedo pensar con claridad. Por favor déjame huir de una vez por todas-Y Gabriela salió corriendo escaleras abajo.

-Ajá…-Verte me hace perder las fuerzas poco a poco, cada vez me cuesta más respirar. Por favor, déjame perderme una vez más. Estoy tan, pero tan jodida-Yo… le dije a mi padre que estábamos saliendo… Si es que aún lo estamos.

-Se sentó junto a mí, mirando al vacío-Creo que nunca nada me había dolido tanto en toda mi vida.

-Katherine, no hagas eso…

-No.-Jamás te había escuchado tan cerca pero a la vez tan distante y nebulosa-¿Sabes cómo me sentí? Verte ahí, con ella, de entre todas las personas, con ella… Juntas, besándose, mordiéndote. Era… es…-No puedo soportar verte llorar, no puedo, no puedo, no puedo. Déjame huir, por favor.-¿Cómo pudiste?

-Es un horrible juego de Melanie, es sólo un horrible juego de Melanie para molestarte, molestarnos. Sabes que no podría hacerte esto.-Me agarro la cabeza e intento volver a la realidad, los recuerdos me dan estacadas por todas partes, flashes de todo lo que creí olvidar-Sabes que sería incapaz de hacerte esto.

-Pero lo hiciste…-Me desgarras, me estás desgarrando-Lo hiciste.

-No lo hice yo, sabes que no lo hice yo, no dejes que te manipule-Es difícil hacerte entrar en razón mientras yo misma me desvanezco-Mírame a los ojos y dime si crees que te estoy mintiendo-La tomo del rostro, no te resista, no me esquives la mirada, no finjas que no me crees-Mírame.

 

 

  Pero tus ojos me destruyen lentamente. Ese choque tan característico entre gris y negro; una explosión de emociones; de odio y amor y rencor  ganas de dejarme llevar por la sensación de huir de todo, pasar de todo e ir a dónde sea que los recuerdos quieran arrastrarme. ¿De verdad estoy llorando? No, Dios, ¿por qué me haces llorar? Hace tanto que no lloro, no recuerdo lo que era sentir el amargo y salado sabor de las lágrimas, se me hace un nudo en la garganta, ¿qué clase de dolor es este?

 

 

-Por favor… créeme-Le ruego, imploro.

-Lo piensa y me mira fijamente, ¡deja de atravesarme con la mirada!-No…

Notas finales:

yayayayaya, estoy colapsando con clases, no se nota? :D


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).