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La Puerta Del Frente por tomateconlechuga

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Notas del capitulo:

Sé que me detestan con todos sus corazones, pero aunque ustedes no me crean, las clases absorben toda mi vida personal y en general... de verdad, me llenan de exámenes, informes, presentaciones y demases y debo confesar que cuando tengo tiempo libre... decido dormir ._. ha sido así por tres años y lo será por dos más y nadie lo siente más que esta ensalada .-. también quiero que sepan que de verdad lo siento por demorarme tanto en actualizar, pero no tengo la salud mental o todo el tiempo que me gustaría :c

 

 Los quiero a todos <3

de verdad lo siento mucho <3

todo me male sal </3

-Por favor, echen el agua destilada-Escuchaba a mi profesora-500 ml. serán suficientes.

-Bueno…-Dice Melissa a mi lado-Tú échale… Oye, pero, Gabriela eso es mucho, Gabriela ya, oye, no, no, ¡no!

 

 

  Y esa es la historia de cómo incendié el vaso precipitado.

  

  Ahora, no pueden culparme. Me siento como la mierda, Katherine no me habla, Catalina no me habla, me duelen las costillas, el pie, el ojo y el corazón roto en pequeños pedacitos esparcidos por el mundo. Así que salí todavía con los lentes protectores y la mascarilla, los guantes y el delantal y fui al baño para mojarme el rostro.

 

-Okey, cariño-Y veo a mi voz lesbiana reflejada en el espejo, sobre mi hombro izquierdo-Todo este asunto con Katherine ya se está volviendo tedioso, ¿no? Tal vez ella simplemente no es para ti, ¿y si nos vamos de putas?

-¿Es tu solución para todo?-Aparece en un ¡puf! mi consciencia sobre mi hombro derecho, mirándola despectivamente-La palabra “conversar”, ¿tiene algún significado para ti?

-Ya cállense las dos-Digo cansada, echándolas de mis hombros, mientras ellas se echan a un lado y flotan alrededor mío-Son un dolor de cabeza…

-No, ése es el dolor de tu ojo.

-¿Quieres morir?

-Volviendo al tema de las putas, el sexo, el alcohol, los juegos de azar y mujerzuelas, la nooooche, los clubes, las luces moviéndose y la masa de gente saltando y tocándose…-Uuuuy, qué tentador suena todo eso-¡Vamos Gaby! ¡Tu tiempo es ahora! No es momento de llorar, podrías tener a quién quisieras con tu mano entre sus piernas, I know you want it…-Dice codeándome.

-Sí, sabes, no he ido a un club en mucho tiempo…-Digo pensativa.

-Gabriela no.-Me corta mi consciencia-Estás cayendo en la tentación de escapar de tus problemas y ahogar las penas en alcohol, es tiempo de enfrentarte a la realidad…

-¿Y habrá vodka?-Pregunto esperanzada a mi voz lesbiana.

-Litros.-Dice complaciente.

-¿Y mujerzuelas?

-Cientos.-Dice entretenida.

-¡Oh, sí, Gabriela volverá al juego, nena!

 

 

  Y mientras decía esto, hacía mis pasos de baile frente al espejo, mi baile de cortejo para las mujeres de la disco, el alcohol y las nenas, Uuuuh sí…Un pasito para adelante, otro para atrás, media vuelta, mueve la colita así, así, así, y ¡boom! Ya eres mía.

 

-Qué lindo baile.

 

 

  Y ahí es cuando todo se va a la mierda, ¿recuerdan mis tres minutos de gloria en que podía hacer mi baile de cortejo sensual? Sí, bueno, todas esas ganas incontenibles se fueron a la puta mierda en Marte cuando vi a Katherine parada frente a mí con los brazos cruzados mirándome entre risa y odio. Auch, esa mirada fría y vacía duele, nena.

 

-Es mi baile de cortejo-Digo moviendo las caderas en su dirección-¿Te cortejé?

-Ni un poco.-Dice ignorándome, yendo a sacar papel higiénico.

-Oooh… ¿Sigues enojada conmigo, eh?-¿De dónde viene toda esta iniciativa? Siento que mataré a la población de Chernóbil en cualquier momento-¿Aún no tienes intención de entrar en razón y hablar las cosas?

-No hay nada de qué hablar-Dice intentando ir a los baños, pero me cruzo en su camino-Déjame pasar.

-No hasta que hablemos, vamos, chica france-

-No vuelvas a llamarme así.-Auch… De acuerdo, ¿eso? Dolió-Y déjame pasar.

-¿Y qué tal si no quiero hacerlo?-Soy tan ruda y tan idiota e impulsiva a la vez.

-Te golpearé.-Uuuy, qué ruda-Muévete.

-Oblígame, no serías capaz de golpearme.

 

*Cinco minutos después*

 

 

-Okey…-Digo tirada en el suelo con la nariz sangrando-No diré que no me lo merezco en cierto sentido…-Creo que estoy a una micro pulgada de perder el conocimiento-Agh, ¿ahora me odias? Gran parte de ti sabe que esto es una broma de Melanie. Aún me amas, no lo niegues.

-Se inclina sobre mi rostro, mirándome de forma inexpresiva, limpiando mi nariz de una forma, sospecho, casi automática, considerando que después quitó el papel rápidamente. Me tomó del mentón y levantó un poco mi cabeza-¿Eres mía?

-Me quedé choqueada por un par de segundos, mirando la oscuridad de sus ojos por lo que pareció una infinidad dentro de medio minuto-¿Qué soy tu…?

 

 

 

  Pero ella ya se había levantado e ido del baño, dejándome sola, tendida en el frío suelo, con la sangre aún corriéndome por el rostro para abajo, ¡Dios, que sabe golpear! ¿Cómo alguien tan pequeño puede tener tanta fuerza? ¿Y cómo una sola persona puede tener tanto impacto en mí? “¿Eres mía?” Lo pensé así, recordé la canción “Are you mine?”, lo pensé en todos los idiomas o combinaciones posibles mientras seguía tendida hasta que sonara la campana y tuviera que limpiarme y salir disimuladamente sin que nadie pensara que otra vez la maldita inglesa se andaba peleando con la alemana esa de nuevo y hubiese una guerra de nacionalidades como si fuese la Tercera Guerra Mundial.

  “¿Eres mía?” Dos palabras que me ponían de cabeza. Recordé sus “¿En qué piensas?” cada vez que yo perdía la vista en el infinito y ella me mostraba sus ojos de curiosa. “¿Eres mía?” Creo que lo recordaba todo con mucho detalle, el efímero destello de sus ojos, sus labios moviéndose lentamente para pronunciar dos palabras, dos simples palabras apelativas que destrozaban mi mundo en pequeños pedazos de incertidumbre desparramados por la sangre de mi nariz.

  Sentía que pasaba de la incertidumbre al análisis, y no importaba cuántas vueltas le diese, carecía totalmente de sentido, ¿de dónde vino y a dónde fue? ¿Cuánto había analizado ella misma todo lo de hace un par de días como para llegar a preguntarme aquéllo? Y entonces pasé del análisis al enojo, porque: ¿No me habla por prácticamente una semana, no me dirige la mirada, la palabra, el mensaje o algo parecido y luego de la nada viene con esa pregunta? Estoy cansada de las incertidumbres, el tira y afloja entre el amor y el odio, la comprensión, la frialdad y la calidez, una dualidad desquiciante.

 

   Realmente, estaba empezando a perder la paciencia.

 

 

-Ya, ya, ya, ya, ya…-Dice mi voz lesbiana-Relájate, Sherlock. Y ya déjate de metáforas, que mareas. La cosa es muy sencilla, es-

-No digas mujerzuelas.-La corta mi consciencia.

-Uy, qué pesada que eres-Dice ella sacándole la lengua.

-¿Dirán algo útil?-Las interrumpo.

-Sí-Responde mi consciencia-Iba a decir, conoces a Katherine, simplemente ha pensado mucho las cosas y llegó a su propia conclusión.

-Podrías ser tan amable de iluminarme y decírmela, ¿sí?

-Tal vez tenga un cuarto lleno de juguetes sadomasoquistas y quiere pegarte latigazos y correazos-Dice mi voz lesbiana mientras yo y mi consciencia nos la quedamos mirando-¿Qué? Es una posibilidad.

-Saliendo de las 50 Sombras de Gray…-Continúa mi consciencia-Tal vez… te quiere.

-Eso ya lo sé, pero ahora mismo me odia.-Al grano, por favor.

-Tal vez te desea sexualmente.

-Ay, por favor…

-Okey, esa hipótesis parece factible, continúa-Le digo emocionada.

-Bueno, la misma pregunta de si eres suya lo indica, ¿no crees? Ella no está segura de que tú la quieres de la misma forma en que ella te quiere a ti. Tal vez siente que estabas jugando con ella, que sólo querías tener sexo y ya. Tal vez se acostumbró mucho a tus intentos y a tu cariño, pero necesita la certeza de que tú también la necesitas, necesita un sentido de pertenencia, tranquilidad, estabilidad. Siente que se lo arrebataste al besarte con Melanie.

-Sabes…-Dice dubitativamente mi consciencia-Por primera vez, estoy de acuerdo con la voz lesbiana, al fin ha dicho algo sensato.

-Y quiere que la azotes duro con su fusta.

-Y… lo arruinó.

 

 

 

  Así que me quedé pensando en esa posibilidad. Qué gracioso que ella sólo quiere certeza cuando lo único con lo que me quedo es una incertidumbre horrible. “¿Eres mía?” ¿Eres mía mañana, o sólo hoy? Tal vez lo fui ayer, o tal vez desde el primer momento en que te vi, tal vez desde que llegué al mundo en el momento en que salí gritando envuelta en sangre y placenta. ¿Quién sabe? Yo no, pero… “¿Eres mía?” No me lo podía sacar, lo repetía en mi mente mientras se suponía que debía estar prestando atención a la clase de Biología. Qué interesante eso sobre los nervios, ajá, ajá. Debería tener una materia en la que aprenda el comportamiento de las Katherine’s salvajes y cómo capturarlas en las pokebolas. Poder llevarlas siempre conmigo y que no me dejen en la incertidumbre.

 

-¿Está prestando atención, Wotton?-Escucho de repente.

-¿Eh? ¿Ah? ¿Qué? ¿Botones? ¿Vaginas?-No, vaginas no-Quiero decir, sí, por supuesto que sí-Qué miedo esta profesora, ojos que se clavan en ti y es como si vieran a través de tu distracción y saben que no has prestado ni puta madre de atención, ¿nervios?

-Supongo entonces que podrá explicarme qué es el hipotálamo, ¿verdad?

-De poder puedo.-Joder, qué capacidad para cagarla tanto-Ahora, de que quiera hacerlo…

-Fuera del salón.

 

 

 

-Y esa es la historia de cómo me sacaron de la clase de biología-Le explico calmadamente a la directora, que se me ve con un tic en el ojo con ganas de asesinarme o cortarme la lengua, lo que pase primero.

-Wotton… Por Dios, ¿no puedes controlarte un poco?

-De poder puedo…

-Bien, ya basta-Dice levantándome la mano como si estuviese manejando el tráfico-No suelo ser consejera de parejas, no estudié cinco años en la universidad, sacado dos títulos y un doctorado para resolver problemas amorosos de mis estudiantes, pero…-Suspira resignada-¿Qué ha ocurrido entre usted y la señorita Castillo?

-Aaahm… Sí, bueno, esto es incómodo…-Digo mientras me rasco la nuca-Verá, Melanie…

-No diga más…-Dice aún más resignada-¿Qué hizo ahora?

-Pues, me besó, ¡y yo me resistí! Pero Katherine casualmente no logró ver esa parte, sólo logró ver el momento en que “nos besábamos”-Y hago las comillas en el aire-Y se marchó, y no me habla y bueno… ¡he recibido dos palizas por Dios! ¡Y es que ya me cansa! Porque, hoy llegó y de la nada sacó un “¿Eres mía?” ¡Y es que no la entiendo!-Siento que al fin puedo hablar con una persona adulta, sensata, real y no un producto de mi imaginación, que sabrá explicarme qué rayos está pasando-Sólo el tira y afloja está empezando a ser tedioso, la dualidad entre el amor y el odio está hartándome-Y me cruzo de brazos.

-¿Tiene 4 años?-Pregunta.

-¿Es una pregunta retórica?

-Lo que usted está haciendo es un berrinche.-Puntualiza-Y en lo respecto a la señorita Castillo, ella está al tanto de lo que sea que haya hecho Melanie al respecto, y-

-¡¿Que ella qué?!-Pregunto levantándome del asiento y gritando.

-Siéntese y coma una galleta, Wotton-Me indica amable pero a la vez severa, y yo me siento y como la estúpida galleta (que está deliciosa), pero como si tuviese un berrinche de niña de 4 años.-El día en que a usted la golpeó, llevé a Melanie y a la señorita Castillo a mi oficina para que se explicaran la situación, y le explicó todo. Sé que está molesta-Dice adelantándose al huracán que se veía en mis ojos-Pero debe entender a la señorita Castillo, tal vez sabe lo que pasó, pero no significa que le duela menos-Y suena la campana de cambio de periodo-Vuelva  a clases, y resuelva esto de manera más civilizada, no toleraré más peleas en este instituto.

 

 

  Así que tuve que irme con la estúpida viejita de física para aprender la estúpida mecánica con ejercicios y números y ecuaciones y fórmulas y letras y aaaah… qué linda es la física. Y por primera vez en el día, logro relajarme y concentrarme en lo que realmente importa en el  mundo entero: física. Oh sí, qué linda fórmula, Uuuuh, sí, mira esos números, mira ése ejercicio…

 

-William… William… William…

-Es Wotton, profesora-Le susurran.

-¡Eso!, como sea, ¡Wotton!

-¿Sí, profesora?-Es que no pueden dejar de joderme.

-¿Dónde está tu informe?

-¿Informe, qué informe?-¿Qué es eso, se come? Mierda…-Oh, ése informe…-Okey, no entres en pánico, no entres en pánico, no entres en pánico-Eh, sí… verá…

-¡Riiiiiiing!

-¡SÍ!-Digo triunfal-Quiero decir… Mañana en la mañana, profesora-Y salgo corriendo con mi  bolso hacia la salida, epic win! Superen esta, perras. Aaaah… ¿informe, qué informe?

 

 

  Bien, no entremos en pánico y concentrémonos en lo importante: terminar un informe en apenas unas horas. Sentada en mi escritorio escribiendo con los dedos de Flash en mi computadora, como si mi vida dependiera de ello… no, esperen, sí lo hace, no quiero jamás que vuelvan a llamarme por el apellido William otra vez. Así que un poquito de fórmulas por aquí, y un poquito por acá. Un poco de blah, blah, poder de distracción por aquí, chispeza por allá…

 

 

-Este es el peor informe del mundo…-Dice mi voz lesbiana, leyéndolo con recelo, sujetándose sus anteojos a la altura de la nariz-Tienes muy mala redacción, trama pobre, malos personajes…

-Es un informe de física, no un fanfic… ¿qué estás leyendo?

-Ah, no te decía a ti, le hablaba a la autora de esta cosa-Dice como si fuese lo más obvio del mundo-Personajes predecibles, mucho diálogo, poca acción, redundancia… ¡Qué asco de fanfic, realmente! Además, la autora tiene nombre de ensalada, pienso seriamente que nadie debería leer esto, qué poco confiable, ya ves…

 

 

  (Bueno, todos necesitamos autocrítica de cuando en cuando)

 

 

-¿En qué iba?-Dice Gabriela leyendo su libreto-¡Ah, sí!-Y golpea su cabeza contra el escritorio repetidas veces hasta que cae al suelo-Las mayores palizas que he recibido en mi vida, han sido a causa de este fanfic…

-Nock, nock-Me dicen a través de la puerta-Adivina quién es…

-¿Jesús, que viene a llevarme al reino del señor para dejar atrás esta mundana vida?

-No, Catalina-Y hay un silencio incómodo-Sí, ésa Catalina, la hermana de tu novia, ¿me dejas pasar?

-Dime la contraseña-Le digo mientras camino a la puerta, con la mano en el seguro.

-¿Vaginas?-Pregunta confundida.

-Sólo porque sea lesbiana, no significa que la contraseña sea vaginas-Silencio incómodo-Okey, la contraseña sí es vaginas… ¡Pero no porque sea lesbiana!-Y le abro la puerta, invitándola a pasar-¿Así que aún es mi novia? Pensé que técnicamente ya no lo éramos.

-Sólo porque discutieron, no significa que ya no sean novias-Dice dando un salto hacia mi cama y rebotando, echándose cuán larga es, ¿eh… sí, adelante?-Ah, sí, por cierto, te debía, esto…-Y yo me acerco para que me lo entregue, y me da una cachetada, ¡auch!-Eso es por hacerle eso a mi hermana. Y esto-

-¡No!-Y la esquivo, echándome para atrás-¡No otra vez!

-No, no, esto de verdad es algo…-Y saca una bolsa de dulces –Los Frutilocos Dulces del Doctor Frutiloco.

-Los… ¿qué?

-Son unos dulces que comíamos de pequeñas, todos y cada uno, ácidos como jamás podrás encontrar otros. Vienen en naranjo, amarillo, verde, azul y rojo, y todos hacen que tengas una explosión en la boca. A Katherine le encantan-Y me lanza la bolsa-Ahora, no te confundas: estoy muy enojada contigo, de verdad, te dije… que si le hacías daño, te haría la vida imposible-Y se truena los nudillos-Pero sé que Katherine está siendo irracional e impulsiva para variar, y aunque me guste o no…-Dice mirándome con odio-Te quiere, Iugh-Y hace como arcadas-Sólo dale la bolsa e intenta conversar con ella, no puede resistírseles.

-Wow… digo mirando la bolsa, que tiene la figura de un señor con los pelos de punta y un delantal, con uno de los dulces en forma de triángulos en la mano-Gracias, eso es muy lindo de tu parte-Y entonces algo en mi mente hace clic-¿Cuál es el truco?-Digo desconfiada.

-Esto-Y me da otra cachetada-Eso es por parte de papá…

-No diré que no me lo merezco…

-Eso sí-Dice con precaución-Por favor, por favor… no hagas una estupidez como ir a tocar a la puerta de nuestro apartamento o algo por el estilo, por favor, por favor… yo ahora voy a ir al Súper con papá, pero te juro que si se te ocurre…-Ir a tocar a su puerta, qué buena idea, nunca se me hubiese ocurrido-Además ella pega súper fuerte y no creo que…-Sí, ir y decir: “Hey, te traje tus dulces, nena, no puedes negárteme”-Y papá está un poco enfadado aún y…-Dios, Gabriela Wotton eres la genia más grande del universo entero-¿Entendiste?

-¿Ah? Eh, sí, no hacer estupideces, golpea fuerte, no acercarme a tu padre, entendido.

-Sí, y ten cuidado con la gata Kathy-Dice zanjando el asunto y yendo a mi puerta.

-Exacto, sí, Ka… Espera, ¿qué?-Pero ella ya se había ido-Mierda… Okey, plan B.

 

-¿Cuál es tu plan B?-Pregunta interesada mi voz lesbiana.

-Ya lo verás…

 

 

PLAN B.

 

 

-Gabriela, lárgate-Me dice a través de la puerta.

-Vamos, sólo quiero hablar, me merezco al menos eso, sabes perfectamente que no lo hice a propósito.

-Aun así, vete, tengo que estudiar.

-Estudiemos juntas-Digo esperanzada.

-No.

-Okey, no quería llegar al extremo de las amenazas, pero tengo unas fotos de ti desnuda que no tengo ningún problema en- ¡Auch!-Y es ahí cuando recibo el segundo golpe en la nariz del día-¡Era broma, era broma! ¡Dios, aaaaauch!-Creo que estoy sangrando otra vez-Por Dios, niña, sólo quería traerte esto-Y le paso la estúpida bolsa de Los frutolocos… del señor… ah, ¿cómo era?

-¡Los Frutilocos Dulces del Doctor Frutiloco!-Dice emocionada, arrebatándomelo de las manos, llena de felicidad, olvidando su enojo hacia mí.

-¡Eso mismo!-Digo igual de feliz.

-Y luego me mira, y creo que recuerda que me odia, porque pone su mano en el pomo de la puerta-Gracias-Y amenaza con cerrármela en el rostro, pero la detengo firmemente con una mano. Oh, no, ya me hartaste.

-Hablemos.-Digo en mi tono serio y enojada, y puedo ver como su rostro sede de a poco, oh, oh, logré asustarla-No aceptaré un no como respuesta.-Pero ella sigue sin decir nada-Bien, entonces supongo que tendré que decir mi monólogo y nada más: no voy a tomarme el tiempo de explicar qué fue lo que realmente pasó, porque al parecer, ya lo sabes-Y sede aún más-No veo razón para que estés molesta conmigo, no fue mi culpa, y en el nombre de Dios, ¿cómo rayos iba a saberlo? Nunca lo hubiese visto venir-Y sede aún, pero aún más, cayada y apenada-Y ya estoy cansada de que me dejes en este horrible y estúpido tira y afloja tuyo, “¿eres mía?”… ¿eh?, ¿qué significa? ¿De dónde vino? ¿Qué es exactamente lo que quieres? No has salido de mi cabeza ni por un segundo desde hace más de un año, me has torturado en todos los sentidos posibles y has dado vuelta mi mundo, exactamente… ¿qué más quieres?

-Idiota.-Y recupera todas sus fuerzas e intenta cerrar nuevamente la puerta. Pero no, ya colmaste mi paciencia-¡Y si lo has pensado y analizado tanto!-Grita ya cansada-¡¿Se te ha ocurrida siquiera responder?!

-¿Eh?-Pregunto confundida, y ambas detenemos el forcejeo, y ella abre la puerta toda enojada, sí…-¿Responder?

-Responder, analizaste absolutamente todo acerca de mi pregunta excepto cuál sería tu respuesta-Toushe…-Dios, es que es cansador que-

-Pero no, lo siento. Así que con un solo paso entro a su apartamento y cierro la puerta de un golpe, poniéndole seguro, tomándola de los brazos, golpeándola contra el sofá y besándola. “¿Qué?” Se preguntaran ustedes. Pues sí, besándola. Pero no, no tiernamente, no. Sin cariño, sin delicadeza, sin amor. Tomando fuertemente su barbilla y obligándola a abrir la boca, dejarme meter mi lengua en ella y lamer por todas partes. Sentir sus dientes intentando morderme para soltarla, mis dedos apretando su mandíbula. Sin amor. Separarme de ella dejando un rastro de sangre en mis labios y un hilillo de saliva entre nosotras-Lo siento, aguanté todo lo que pude…

-¿Qué crees…?-Dice enojada, extasiada, molesta, al borde de golpearme, con el ceño fruncido-Eres una…-¿Qué soy? No alcancé a oírlo, sólo la tomé de la cadera y la subí a mi hombro, y me la llevé así a su habitación y la lancé a su cama mientras ella se recuperaba y yo le ponía seguro también a esta puerta-¿Qué haces?

-Bien, la cosa es así-Digo tranquilamente, acercándome a ella-¿Recuerdas cuando nos conocimos y salí corriendo detrás de ti? ¿Recuerdas todos mis intentos, mis frases, mis esperanzas, mis confusiones? ¿Recuerdas cuánto amo besarte, abrazarte, tocarte? ¿Recuerdas cuánto me encanta hablar contigo sobre el destino y los universos paralelos, y dramas existenciales, sobre ponnys y vampiros? ¿Lo recuerdas? Bien-Y me echo sobre ella, mirándola amenazadoramente-Pues también recordarás lo fácil que es hacerme perder el control…

-Gabriela, si me dejaras…

-Uy, ¿ahora quieres hablar?-Digo molesta-No. Me niego.-Y vuelvo a besarla y a tomarla de la barbilla. Gabriela está enojada. Katherine intenta separarme con sus manos, oponiéndose, resistiéndolo, pero a la vez dejándose llevar lentamente siguiendo mis movimientos. Eso, ¿ves lo fácil que es todo?  Y sus manos caen finalmente rendidas, rodeándome en un abrazo y atrayéndome hacia ella-Je…

-Te odio tanto…-¿Molesta, enojada, divertida o lujuriosa? No lo sé, sólo vi un fulgor en sus ojos, una media sonrisa y sus labios rojos e hinchados de tanto morderlos.

-Eso está bien…-Por instinto le acaricio el labio con cuidado-Tengo amor para ocultar tu odio.

-Me rodea por la nuca, haciéndome nanay con los dedos, ay no, muero, y me atrae a ella-¿Has intentado verlo desde mi perspectiva?

-¿Ah… eh…?-Okey, esperaba otra reacción-¿Perspectiva? ¿Tuya? Sí, eh, yo…

-Lo sabía…-Bufa cansada, mirando a otra dirección-Esta increíblemente linda niña sale corriendo detrás de mí en la escalera y me habla, yo no sé qué rayos pensar y no sé por qué me pone tan nerviosa. Esta increíblemente linda niña hace muchos esfuerzos por hablar conmigo, y yo no entiendo nada, porque… es tan agradable estar con ella. Esta increíblemente linda niña es cariñosa y atenta, amo cuando me abraza-Y rueda los ojos, como si estuviese narrando la historia de una telenovela mexicana-Amo todo de ella y no entiendo por qué lo hago, sus ojos y su sonrisa, sus manos siempre tan frías, cuando pierde su mirada en el vació, su racionalidad, su pseudo timidez mezclada con su increíblemente enorme personalidad extrovertida-Gracias, gracias, no se molesten-Así que descubro que esta chica me gusta-Y pone cara de fingida sorpresa-Pero esto es malo, porque, ¿cómo sé que no es así con todo el mundo? Después de todo, sé que ha estado con mucha gente y tiene mucha experiencia, ¿qué tengo yo entonces? Supongo que nada, así que paso muchos meses sabiendo que sólo sería un capricho de esta niña sin corazón-Hey, que las radiografías mostrasen un agujero negro no es mi culpa-Así que tarde o temprano se aburriría. El problema es que me sigue gustando más y más, y no puedo detenerlo, y todo da un giro en 180° cuando nos besamos, y todo se detiene y parece más simple. Y esta niña me dice que me quiere, aunque sé que es capricho-¡Hey! Qué cruel-Pero intento disfrutarlo e intento decirle cómo me siento, y al parecer ella se siente igual, y mi felicidad es enorme al saber eso. Así que confío plenamente en ella… hasta que la veo besarse con la persona que más desprecio en todos tus estúpidos universos paralelos-Okey, Katherine se enojó-Y aun así cuando me explicaron lo sucedido, no evita que doliera, y mucho… idiota.-¿Era siquiera necesario?-Y me pregunté, y me sigo preguntando: ¿si la necesito tanto en mi vida, con sus charlas y su cariño físico… realmente me necesita ella? Así que ya contéstame de una vez-Y me aprieta la nuca, auch, auch, auch, auch-¿Eres mía? Y no me digas que es posesivo, porque sé que tú también quieres esa sensación de pertenencia conmigo.

-Mmmh…-La miro fijamente, mientras ella traga saliva, supongo que sospechando una respuesta formulada en su cabeza-Aaah… tonta-Y le doy un beso en la frente-Dios, pensé que era más grave, y yo que ya había supuesto tener que ser violenta…-Y me levanto y me siento en el borde de la cama, sobándome la nuca-Realmente, debes dejar de tener esos dramas telenovélicos en la cabeza, eh.

-Te estaba hablando en serio-Dice exaltada, levantándose de un golpe-¡Tómatelo en serio!

-Lo hago.-Y adopto mi tono serio de forma automática-Es sólo que creí que la respuesta era obvia. Aaaah… Estas cosas no pasarían si… 1. Las alemanas dejaran de meterse conmigo, y 2. Me dijeras las grandes inquietudes que tienes en la cabeza.-Recojo los dulces que quedaron en el suelo y abro la bolsa, sacando un tierno triángulo azul lleno de cristales un poco raros-Qué tan ácidos serán… ¿En qué iba? Ah, sí; verás, sí, lo soy… y antes de que me mires fijamente y me preguntes “¿De verdad?”, sí, de verdad-Prediciendo los movimientos de la presa-No quiero decir que no podría vivir sin ti, porque sé que podría. El problema, mujer sin piedad, es que ahora que sé lo que se siente querer a alguien de verdad, no quiero dejar de hacerlo…-Y miro a otro lado-Así que… como prueba de mi amor, me meteré cinco de estos a la boca de una vez-Y saco un puñado de dulces.

-¡No!-Grita alarmada, tirándolos de mis manos, lejos, como si fuesen pastillas de cianuro-¡No, ¿quieres morir?!

-Okey… sólo uno entonces-Y la bombilla hace: ¡clin!, en mi cabeza. Oh, oh, tengo una idea-O… o… abre la boca un poco, eso, muy bien-Y le pongo uno de los dulces entre los dientes, acercándome con cuidado para morder un pedazo y comenzar a besarla, aaaah… Dios sabe que extrañaba esto-Okey, ácido, ácido, ácido…-Voy a morir, tranquila, respira, no te ahogues…

-Te lo dije-Intenta calmarme dándome palmadas en la espalda.

-¡Aaaah, Jesús santísimo de la trinidad!-Y me lloran los ojos-Okey, ya pasó, ya pasó…-Y me recuesto rendida sobre la cama, como si acabara de tener un orgasmo múltiple-Nunca más, mami, nunca más… Entonces, después de mi deliberada muestra de amor, ¿estamos bien?

-Se me queda un laaargo periodo de tiempo viéndome. Di que sí, di que sí, di que sí, di que sí…-Algo parecido a bien.

-Rayos.-Okey, no entremos en pánico-Si golpeo a la alemana esa, ¿me perdonas la vida?

-No es por ofenderte ni nada, pero viendo cómo te ha dejado ella y yo… no creo que seas capaz de manejarla…

-¡Aaaaah!-Y me pongo la mano en el pecho indignada-Para tu información, ella me atacó por la espalda, además… no voy a golpearte, me odiaría por siempre.

-Excusas y más excusas-Aaah, extrañaba ése tonito risueño y su sonrisa-No puedes negar que golpeo fuerte-Y me muestra su casi inexistente músculo del brazo.

-Eso es-

 

 

   ¿Saben lo que fue? Nadie lo sabe, ¿saben por qué? Porque en dos segundos mi vida cambió drásticamente y de manera inesperada cuando… una bola negra se me lanzó encima y comenzó a hacerme daño en la cabeza y a resbalárseme por el cabello… sí, suena raro y probablemente lo leyeron dos veces, pero es cierto. Y de un momento a otro estuve girando por todo su cuarto intentado quitarme la masa desconocida de la cabeza mientras sentía rasguños en mi rostro y mi cabeza en general… y gritaba como una loca enferma.

 

 

-¿¡Qué es esto!?-Preguntaba sacudiendo mi cabeza para todas partes-¡Ya, quítate!

-¡Ay, es Kathy, cuidado!-Me grita intentando ayudarme. Mientras la bola negra… peluda y que comenzó a hacer esos ruidos de gatos molestos se agarraba de mí sujetándose de mi rostro.

-¿¡Quién!? ¡Ay, ¿qué importa?! ¡Sólo quítamela!

-¡Eso intento!-Y comenzó a seguirme en círculos mientras yo corría por todo su apartamento para quitarme a la bola de pelos salvaje y violenta de mi rostro-¿¡Dios, de verdad odias a los homosexuales de esta cruel forma?!

 

 

*Mientras, en el cielo*

 

 

-Dios, ya deja que esa pobre chica deje de recibir tanto martirio.

-Jamás. Debo mantener el estereotipo de que odio a las personas con distintas preferencias sexuales y religiosas y que dar limosnas en la Iglesia te permite venir a mi reino…

-Pero por favor, estamos en el siglo XXI, ya supéralo…

-Lo hice en la Edad Media, lo seguiré haciendo ahora…

 

 

 

 

-¡Auch!-Digo cuando el algodón remojado en alcohol me toca al piel-Tengo una mejor idea, ¿y si me das otro tipo de alcohol en vez de este? Como por ejemplo… vodka.

-Vamos, tengo que desinfectarte los rasguños-Dice implorándome.

-¿Cómo? Si están por todas partes, mejor échame el frasco de alcohol directamente… ¡auch!-Digo cuando vuelve a tocarme con el algodón-Okey, me rindo, saca esas fibras vegetales de mi rostro… ¿qué gato es ése de todas formas?

-Es Kathy-Dice mirando para atrás como esperando haberla invocada y que volviera a… matarme-La recogimos de la calle hace un par de días y… bueno, creo que escapó de un lugar en que la trataban muy mal, es muy violenta.

-Vaya, ¿en serio? No lo noté… A eso se refería Catalina con “cuidado con la gata Kathy”…-Digo por lo bajo. Entonces suena la puerta en la sala de estar y pasos hacia la cocina, en donde estábamos nosotras-Hablando del rey de Roma…

-Kathy, estábamos…-Dice animado su padre, y luego me ve-Oh, tú de nuevo-Dice cortante y deja las bolsas en uno de los muebles.

-¿Ya se reconciliaron?-Dice Catalina saliendo detrás de la espalda de su padre.

-Eso creo…-Digo mirando dubitativa a Katherine.

-Sí, aún la amo-Y me rodea por el cuello y me da un beso en la mejilla… ¡Ah, muero! Literalmente, claro, los rasguños duelen.

-Demonios, creí haberme librado de ti…-Dice por lo bajo su padre, sacando latas de conserva de las bolsas y guardándolas en su despensa.

-Jamás se librará de mí, puedo estar aquí, allá…-Y tomo una pose misteriosa-En su baño…

-Te agradecería que no lo hagas…-Pero ¡ja!, puedo adivinar una sonrisa ahí, no lo niegue-El otro día escuchamos gritos desde su apartamento.

-Ah, sí, le dije a mi padre que estaba saliendo con su hija…

-¿Y cómo te fue?

-Maravillosamente, se puso a gritarme de pura alegría y felicidad-Sarcasmo, ¿por qué debes ser automático?-Ah… lo siento, soy muy sarcástica. No se lo tomó muy bien y luego vino el tema de mi mamá y… ah-Suspiro cansada-Ya pasará, tampoco es como que afecte mucho si está de acuerdo o no.

-Pero es tu padre.-Dice firme. Bueno, tal vez olvidé que él también es un padre.

-Pero tengo 17 años y él casi ni pasa en el apartamento, sólo le dije por formalidad… ¡Cambiando el tema!-Digo animada-¿Planean quedarse con la bola de pelos ninja asesina con garras?

-Estamos intentando convencer a papá-Catalina hablando como si su padre no estuviese-Le pusimos Kathy porque está muy cariñosa con Gabriela-Dice burlándose mientras Katherine se pone roja-Y es tan como ella… la tocas y salta y ya sabes, rasguña igual de fuerte como Kathy pega, ¿a que sí?

-Es todo un encanto-Tono de molesta, ¿dónde?-Bueno, creo que si no me voy ahora, tu padre me echará a patadas o me tirará a la gata de nuevo, así que ya me voy…

-Papi, vamos a la azotea por un momento, ¿sí?-Y Katherine me toma del brazo y me arrastra hacia él, que me fulmina con su mirada-Vamos, sólo es por un rato, no la he visto y necesito mi cuota de su cariño.

-Aaaah…-Dice sujetándose el puente de la nariz-Es magnífico tenerte devuelta, Gabriela Wotton… Ya, vayan, no se demoren mucho-Y Katherine me arrastra hacia la salida-Mándale saludos a tu padre de mi parte, dile que no tengo ningún problema con que estén juntas-Y me giña un ojo, ¡ay, qué lindo, lo amo!

 

 

  Salimos al pasillo, subimos al montacargas y llegamos a la azotea, de noche, el cielo entre nublado en el que se pueden vislumbrar un par de estrellas, las luces de los demás edificios en el centro, el sonido del tráfico, el viento sacándonos a volar… qué rico volver aquí. Caminamos en silencio hacia el borde y nos sentamos, viendo la ciudad de noche, reinas del mundo entero.

 

-¿Qué crees que tengo?-Dice sacando algo de su bolsillo.

-¿Qué?

-Adivina-Hazte la difícil, ya me acostumbré.

 

 

  Nada de adivinar aquí, me quedo viendo sus ojitos negros, esos que siento no ver detenidamente hace un millón de años luz de distancia/tiempo, recorriendo cada mínimo detalle casi imperceptible de las hebras de su iris, su pupila dilatándose, pero a quién le importa, si casi ni se nota la diferencia con ése color tan oscuro. Por un momento olvidé lo linda que es, pero ya lo recordé y me acerco lentamente para besarla con cuidado. Mi boca sabe a sangre con un poco de dulces ácidos, su labio hinchado de lo muy fuerte que lo mordí, era difícil pensar que eso pasó hoy mismo cuando lo único que reinaba entre nosotras era el odio y los malentendidos. Qué lindo era besarla de esta forma, en el mismo lugar en el que nos besamos por segunda vez.

 

-¿Te das cuenta…-Digo en su boca-que ni siquiera una alemana pudo separarnos? Nadie puede romper nuestro amor.

-Se ríe encantadoramente… jamás me aburriré de esto-Extrañaba que me hicieras reír.

-Y yo de hacerte reír-Y la lleno de besitos por todas partes-¡Me encantas!

-Te amo.

 

 

  Y esa es la historia de cómo me caí de un edificio de ocho pisos.

 

 

  Bueno no, pero estuve cerca por la sorpresa. No es que no me haya dicho eso antes, pero decírmelo de forma tan seria después de haberme dicho que me odia en el mismo día era una mezcla tan repentina de sentimientos que realmente no supe cómo reaccionar.

 

Improvisemos.

 

 

-Yo, tú, sí, los ponnys y la consciencia es… Ah…-Y finalmente la abrazo, protegiéndola del frío-Te amo mucho, Ka… Ka…-Vamos, tú puedes hacerlo-Kathy.

-No tienes que llamarme por el diminutivo si no te gusta.-Aaah… tú risa, muero.

-Es que todos te dicen así, es muy común, quiero llamarte de una forma en que sólo yo te diga-E inflo mis cachetes.

-¡Yo también quiero! Tú puedes decirme chica francesa, pero no encuentro cómo decirte-Y se amurra, ¡agh, me encantaaaaas!

-Ehm… Sí, lo siento, no se me ocurre ningún nombre… Espera, dilo de nuevo.

-¿No encuentro cómo decirte?

-Antes de eso.

-¿No tienes que llamarme por el diminutivo?

-Anda, sabes a lo que me refiero.

-Se pone roja y mira a otra parte-Te amo…

-A ver, otra vez, me encanta como suena-Le hago cosquillitas en el cuello y se retuerce-Otra, otra, otra…

-Te amo mucho, mucho, ¡tu turno!

-Te amo.-La imito y pongo rostro serio-Realmente te amo, eh. Ahora, ¿hay algún drama telenovélico mexicano que esté cruzando por tu cabeza en este momento que quisieras decirme para no pasar por esto de nuevo?

-Mmmh… No, ninguno, sólo ven aquí-Y me da un besito.

 

 

 

  Y esa es la historia de cómo todo se solucionó con Katherine, volvimos a ser tan tiernas como siempre, tuvimos una linda vida juntas, muchos hijos, geniales trabajos, una linda vida.

 

 

  A menos que... 

Notas finales:

PAM PAM PAAAAAAM


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