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La Puerta Del Frente por tomateconlechuga

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Notas del capitulo:

Hoooooolaaaaa!!!!! Me raptaron y llevaron a un concierto de orquesta D: Pero i'm back B) y he vuelto con el link de una canción muy genial B) 

https://www.youtube.com/watch?v=IXTMDLbaIeg

-¿Do-dónde estamos?-Pregunto en la oscuridad, aferrando con fuerza a Katherine que no podía controlar sus temblores-¿Hola…?-Mi voz fue devuelta por el eco, la habitación estaba vacía-Bueno, aquí no hay nadie-Dimos media vuelta en dirección a la puerta. Giré la manilla, pero ésta no respondió, lo hice con mayor fuerza, forcejeé. Nada-Está… cerrada.

-¿Cerrada?... ¿Cómo? –Preguntó en un hilo de voz, forcejeando ella misma con la puerta. Ésta no se movió un centímetro.  

-Bufé molesta, la bromita me gustaba cada vez menos-Voy a… Tratar de llamar a Alicia para que nos saque de aquí…

-Ajá…-Dijo en un temblor de voz.

 

  Saqué mi celular y encendí la pantalla, el brillo blanquecino de la pantalla del desbloqueo molestó mi vista, haciéndome entrecerrar los ojos, mi ánimo estaba cada vez peor. Podía escuchar la respiración agitada de Katherine, vaya que es asustadiza. Miré las barras, sin señal… Genial, simplemente, genial. 

  Iba a guardar el celular, cuando algo en el techo, iluminado a causa de la pantalla, me llamó la atención por el poco tiempo en que lo vislumbré. Abrí la aplicación de linterna y una potente luz blanca inundó mi pantalla. Apunté al techo, observando una mancha mugrienta, para después comenzar a mover la luz por todo el salón.  Katherine con mucha dificultad ahogó un grito, mientras yo me quedaba plasmada observando en un punto fijo de la pared opuesta.

 

-¿Qué… mierda…?

 

 

 

                                                          ~Un día antes~  

 

 

  Echada en mi cama, con un short de pijama naranjo fosforescente y una playera holgada y mi cabello húmedo y goteante, observo el blanco, blanco techo de mi habitación cuando ya son… las nueve y media de la noche. Observé a través de la ventana y vi las luces amarillas de los faros de luz distribuidos por toda la cuidad.

  Mañana tendré el gran recorrido del terror con Katherine, mañana podré salir por la ciudad con Katherine, mañana voy a ser tan feliz. Observo el suelo, lleno de revistas y periódicos locales, marcando ciertas páginas en que había lugares que creo son buenos para una cita.

 

-Ni siquiera has tenido una cita antes…-Dice la voz lesbiana.

-No, cállate.

 

  Bueno, esta será mi primera cita y supongo que la suya también… así que quiero que todo salga bien, que sea algo lindo. Sonrío como tonta, esta noche se me va a hacer eterna, presiento que el sueño no me acompañará hasta que salga el sol y sea demasiado tarde para tratar de dormir. Da igual, no puedo caber en mi propia emoción.

 

-Open sesame… (We’ve places to go) We’ve people to see… (Let’s put’em on hold) there’s all sorts of shapes, that l bet you can make… when you want to escape, say the word…

 

  Mi celular, a un costado, comienza a sonar. Aw, amo tanto esta canción… Dije que se la dedicaría a la niña que me gustase algún día… Adivinen qué niña es y quién es la que está llamando. Sonrío, es algo inevitable, tan sólo ver su nombre me hace sonreír.

 

-Buenas noches, apartamento 408, Gabriela Wotton, ¿en qué puedo servirle?

-¿Sí? Hola, me gustaría pedirle el favor de abrir la puerta de su apartamento,  es algo importante…

-Sonreí, lo cual era tonto, porque no me estaba viendo-Voy enseguida…

 

  Me levanté de la cama con ánimo, olvidando ponerme algún zapato y que tenía el cabello goteando agua, abrí la puerta con una sonrisa en el rostro, cruzando la sala de estar, dejando un rastro de agua a mi alrededor. Me puse en frente de la puerta principal, mirando a través del ojo de buey teniendo una visión panorámica del pasillo y su figura, esperando pacientemente a que abriera. Sonreí, aw, soy tan feliz.

 

-Corrí el cerrojo y abrí la puerta, encontrándome con su figura, mucho menor que yo-Eh… hola.

-Me miró de pies a cabeza y se sonrojó-Lo siento… no sabía que te habías bañado… Mejor hablamos por teléfono.

-Eh, no importa…  Ya estás aquí, ¿qué sucede?

-¿Sigue en pie lo de mañana?-Pregunta entre emocionada y preocupada.

-Por supuesto, ¿me perdería una cita con la chica que me gu- mi vecina?

-Ibas a deci-

-Mi vecina, mi vecina… Las personas que viven cerca de ti son tus vecinos…-Acaricio su mejilla con el dorso de mi mano-Una muy linda vecina- Su sonrojo es muy lindo, me encanta, me encanta ponerla nerviosa e incómoda, siempre pasa cuando coqueteas con una hetero-Ajá… perdón, te presento mi yo lesbiana.

-Eh…-Se apoya en el marco de la puerta-Tienes el cabello mojado, deberías secártelo o te resfriarás. Además esta ciudad es muy fría casi todo el año…

 

  Me quedé mirándola, apoyándome en el marco de la puerta, quedando aún más cerca de ella. Mi cabello estaba dejando gotas en el piso flotante a mi alrededor y estaba comenzando a tener frío.

  ¿Les digo algo? Ella me gusta, me gusta en serio y demasiado. Es muy linda, me es muy linda y es curioso; porque conozco a personas que son más lindas que ella, pero hay algo… esta niña tiene algo que… no lo sé, nadie puede ser como ella.

 Siento el sonido de las gotas de agua cayendo contra el piso, y sólo puedo verla y perderme en sus ojos. Aaaah… me es tan perfecta, tan linda y… es la única que quiero. Agh, sólo a ella, de verdad sólo a ella. El hecho de verla, de escucharla, de tener una cita con ella me es el cielo, el simple cielo…

 

-¿A… qué hora quieres que esté en tu apartamento?-Digo con la mirada perdida en su rostro.

-No lo sé… ¿a las siete?

-Siete, got it-Le guiño un ojo-Ahora yo… voy a… secarme el cabello, nos vemos mañana.

-Nos vemos…

 

 

  Nos quedamos ahí, una frente a la otra, mirándonos sin mover un solo músculo. Ambas seguíamos apoyadas en el mismo lado del marco de la puerta, mirándonos. Alcé las cejas, en modo: “¿Vas a moverte?” Y ella retrocedió y retrocedió, de espaldas a su puerta, sin dejar de mirarme… Se veía graciosa, se veía preciosa. Me sigue mirando hasta que golpea su cabeza contra la puerta cerrada, causando mi risa.

  Se sonroja, qué linda. Tantea la manilla de su puerta y la abre, sin dejar de mirarme. Entra en su apartamento, comenzando a cerrar su puerta ¡Es ahora o nunca! Cruzo en dos zancadas de mi puerta a su puerta, abriéndola y… Esperen, ¿por qué hacía eso?

  Me quedé frente a ella, pisando parte de su apartamento, sujetando la puerta para no cerrarla. Debería empezar a pensar un poco más antes de hacer las cosas.

  Se me queda viendo con los ojos abiertos. Yo… Doy media vuelta y cierro mi puerta sin mirar a atrás.

 

-Apoyo mi espalda en la puerta, suspirando toda roja, comenzando a deslizarme hasta sentarme en el piso-Jo… der…

-Si sigues así, nunca le gustarás…-Dice Anais de pie frente a mí. Su figura parece muy grande desde esta perspectiva.

-Suelto un bufido-¿Ahora te resignas?

-Ñe… en vista y considerando que te deja hacer esas cosas… Acercarte, abrazarla y ¡qué va! Tener una cita… esa chica se te está ofreciendo en bandeja de plata y tú no te das cuenta.

-¿Qué? No, no…-Me pongo de pie, riéndome-Buen chiste, Anais… te recuerdo que ella es hetero, es menor, es ingenua, inocente, tierna, linda, preciosa, perfecta y viola-

-Entiendo, entiendo… Da igual, tú también lo fuiste en algún momento. Mira, he estado hablando con Catalina… ¿quieres saber qué me ha dicho de Katherine?

-Vamos a mi habitación, ¿quieres?-Wiiii, qué emoción poder decir eso. Ahora es mía, sólo mía, no la comparto con nadie, mi espacio, mis reglas.

-Mira… Voy a contarte una historia… Una vez que estaba con ella en el receso del almuerzo, le dije: “Oye, ¿y qué opina Katherine de Gabriela?”  ¿Y sabes lo que dijo?

-No.

-Ssshh, no hables. Dijo: “Bueno, la otra vez estábamos hablando y me dijo que la encontraba ‘genial’, que le encantaba estar con ella y abrazarla y que siempre le sacaba una sonrisa” De acuerdo, ¿eso no te da a entender nada?

-No.

-Que te calles. Bueno, ahora no me mates… Pero le dije: “Gabriela es lesbiana y está interesada en Katherine. Mucho. Demasiado. Ya no la soporto, así que, ¿tiene alguna oportunidad?”

-¿¡Qué mierda hiciste!?-Le grito enojada, abalanzándome sobre ella en mi cama.

-¡Que te calles y déjame terminar! ¿Sabes qué dijo? ¡¿Sabes qué dijo?, maldita lesbiana pedófila, gótica, pervertida! ¡Dijo que sí! ¡Que sí, maldita pedófila con suerte! Dijo que Katherine no era lesbiana, pero que siempre que alguien te nombraba, le brillaban los putos ojos y sonreía sin razón ¿Sabes qué más dijo? ¡¿Lo sabes, lesbiana de mierda?!

-No.

-¡Joder, no hables! Dijo que una vez le preguntó que qué pasaba contigo y, ¿sabes lo que le respondió? ¡Le dijo que la ponías nerviosa! ¡Que le daba un, cito: “no sé qué”! ¿¡Sabes qué  significa!?

-no.

 

 

  No quería escucharla, así que me concentré en el primer pensamiento que me vino a la mente… ¿Qué me voy a poner para la cita? Me dirigí a mi armario y saqué todo lo que había ahí, lanzándolo a la cama, sobre Anais.

  ¿Qué podía usar? Tomo lo primero que veo y ¡ah!, pantalones negros. Revuelvo un poco más y ¡ah!, otro pantalón negro. Okey, meto mi mano en todo el revoltijo y ¡ah!, una sudadera negra. ¿Por qué soy tan gótica? No sé cómo lo hago en verano. Mientras Anais habla la voy cubriendo y cubriendo de más ropa ¡que sigue siendo negra! Ya en serio, ¿nada rojo al menos? Los otros tipos de matices son la ropa escolar y no pienso ir con eso a una cita.

 

-¿Qué haces?-Me preguntó cabreada.

-¿Qué voy a ponerme mañana?

-Mmm… veamos…-Revuelve un poco entre la ropa-¿Por… qué tienes… esto?

 

  Realmente, al llegar acá no me preocupé de lo que puse en mi armario, por eso fue un tanto inesperado ver un disfraz de vaca, una muy mala imitación, considerando que la cabeza falsa estaba enterrada en la montaña de ropa.

 

-Ah… eso… Verás… no tengo ni puta idea-Lo lancé a la otra punta de la cama-Creo que de todas formas no podría usarlo mañana.

-¿Y por qué tienes… esto?-Me mostró un traje de látex y negro, encabezado por unos cachitos de diabla negros y terminaba en tacones de aguja-¿Hay algo respecto a tu vida sexual que no me hayas contado?

-¡No, no…! ¡Pffff! ¿Vida sexual? ¿Qué eso?-Río incómoda quitándoselo de las manos y arrojándolo lejos-Me-mejor sigamos buscando…

 

  Entre el revoltijo de cosas absolutamente negras, no encontré nada que no me pusiera todos los días. A excepción de un smoking, un disfraz de gallina, un traje de baño y, para añadirá al conjuntito de látex que Anais encontró, un látigo.

 

-¿Estás segura de que no hay-?

-¡Nada!-Dije incómoda.

-Vale, vale… pero si quieres mi consejo, no trates de violártela en la primera cita.

-Jajaja… ¿cómo crees? Ni siquiera había pensado en eso… -Nota mental: no llevar el látigo.

-Habías pensado llevar el látigo, ¿verdad?

-¡Puta telepatía de gemelas!

 

  Tomé unos pantalones cualquieras para darme vuelta y mirarme en el espejo de cuerpo completo. Realmente era una mera excusa para darme vuelta y ocultar mi rostro con la marca roja de la vergüenza en mis mejillas. Es que ¡agh! ¡No pienso sólo en sexo! ¡Es sólo que-! Uy, estos pantalones no se ven nada mal… podría usar esa blusa negra a cuadrillé de manga larga y las botas...

  ¡Agh, tengo la idea perfecta! Comienzo a revolver toda la montaña de ropa, ¡es como el Everest! ¡Aja! Encuentro los shorts negros y apretados, no me pregunten por qué tengo esta cosa. Junto con unas medias y unas botas altas… ¡Ja, di-vina!

  Ah no, esperen… me falta la parte de arriba… ¡Ah, no importa! No creo que le moleste si sólo voy con brasier-

 

-No, ni lo pienses.

-¡Me estás asustando! ¡Deja de leer mi mente!-Le muestro mi conjunto-¿Qué crees que debería llevar? Tal vez de esas sudaderas con estampado que tengo por alguna parte…

-No, no… Mira, usa esta-Me pasa una sudadera con cuello de v-Y encima, como un abrigo, la blusa cuadrillé, ¿ves? ¿Qué harías sin mí? ¡Soy la diosa de la moda!

-Ya, ya…-La empujo hasta la puerta de mi habitación-Gracias, gracias… en serio.

-¡Pero hey! ¿No vas a pedirle consejos a tu hermana más experimentada en estas cosas?

-Anais, ¿eres virgen? Pues yo no, no de cierta forma al menos. Así que, experiencia en ciertas cosas, tengo… y mucha-A  punto de cerrar mi puerta, vuelvo a abrirla-Ah y por cierto… sí, el conjuntito de látex lo compré en una sex shop con identificación falsa.

-¿¡Qué mier-!?

 

  Cerrar la puerta en las narices de alguien es algo que siempre he querido hacer. Y ahora que acabo de cerrársela a Anais, sonrío involuntariamente, se siente tan reconfortante. Quiero dejar en claro que ella nació primero y siempre lo ha presumido… Siendo que mucha relevancia no tiene. Me sigo mirando al espejo, con los shorts negros encima, con mis botas de cuero, con la sudadera y la blusa. Seee… me veo bien. Miro mi cabello aún húmedo, de verdad podría resfriarme pero no tengo la disposición para secarlo.

  Lo importante es mi actitud, me pongo de pie correctamente frente al espejo, sacándome el mechón del rostro y dejando a la vista la cicatriz en mi ojo. Me tapo rápidamente el rostro, no importa, lo importante es sonreír. Vamos, muestra tu mejor sonrisa…

 

-¡Ay, castigo de Dios!

 

  Dejo de sonreírle al espejo al ver esa sonrisa tan horriblemente forzada. No importa, estoy segura que mi sonrisa es mejor cuando me la produce Katherine. Ah… ella, ¿cómo se vestirá para mañana? Ya me la imagino con pantalones verdes y la sudadera morada. Aunque por otra parte… Miro en mi cama el conjunto de látex… Tal vez… No, no, no, no, no, no, no… Aunque por otra parte… ¡Ya! Suficiente.

  Anais está exagerando. Puede que nunca haya tenido una cita, puede que no sé cómo comportarme, puede que apenas conozca la ciudad, puede que ella es hetero, puede que todo resulte mal… Pero…

 

  Tres minutos y un latigazo después…  

 

-Te estaba esperando…-Me dice Anais sentada, acariciando un peluche.

-Oye… ¿Pooooor… qué estás acariciando un… peluche?-Risa, no salgas.

-Porque no tenemos un gato de verdad…-Dice enojada, acariciando el peluche.

-Pero Anais… ni siquiera es un gato, es un osito de felpa…

-Agh, no importa-Lanza el peluche lejos, a un rincón de su habitación.

 

  De hecho, creo que nunca he entrado en la habitación de mi hermana hasta ahora. El escritorio es rosado, lleno de papeles del informe que yo también debería estar haciendo, en un mueble frente a su cama tiene la televisión, junto a la ventana tiene un espejo de cuerpo completo, una alfombra rosada y circular en el centro de la habitación, cortinas moradas y las paredes llenas de posters de grupos coreanos y una pizarra pequeña, tapada con una funda.

 

-No sabía que te gustara esa música…-Okey, no conozco a mi hermana… y eso que somos gemelas, eh.    

-No le prestes atención a los posters y pon atención a las lecciones que te voy a dar… Te presento…-Cruza la habitación hacia la pizarra y con un ¡voilá! La destapa en donde se puede leer en mayúsculas-¡LAS LECCIONES DE PRIMERA CITA! ¡Tadá!

-Me estaba preguntando para qué era la pizarrita…  

-Tsk, no hables en mis clases -Carraspea-Lección número uno: Puntualidad. A las mujeres nos gusta ese pequeño toque de llegar siempre a la hora, por supuesto; ustedes llegan a la hora y nosotras nos tomamos nuestro tiempo y los retrasamos, así funciona… Por ende, si ella te dice que llegues a cierta hora, debes estar ahí puntualmente… Pero no esperes lo mismo de ella, ¿okey? Okey, lección número dos…

-Hablas como si no fuera mujer…-Murmuré por lo bajo.

-¿Dijiste algo? Como sea, lección número dos: Apariencia. Las mujeres decentes no esperan encontrarse con alguien mal vestido, con la camisa mal abotonada, o la ropa sucia y con arrugas, ¿entiendes? Así que te quiero arreglada, con el cabello bonito, derecha, sonriente y la ropa bien puesta ¡Muy bien, lección número tres!: La caballerosidad. Pequeños detalles como cederle el paso, abrirles la puerta, pagar la comida y tratarla con dulzura son cosas que te hacen ganar puntos con una chica, así que más te vale ser todo un caballero. Muy bien, lección número cuatro: La atmósfera. Como sabrás, debes tener planeado dónde llevarla en la primera cita; no puedes llevarla a un lugar común y corriente. Idiotas de los que no quiero hablarte me llevaron en la primera cita a partidos de rugby en Inglaterra y no volví a hablarles porque, ¿Quién rayos quiere que tu acompañante grite en tu oído? Entonces; el lugar al que llevarla, el ambiente y, sobre todo, tu actitud. Los silencios incómodos son horribles, así que muéstrate interesante. Ahora tienes lo básico, así que; es tiempo de mejorar tu postura.

  Se me acercó con un libro grueso y en primera instancia lo puso sobre mi cabeza, no pasaron dos segundos y ya había chocado con un estruendo contra el suelo. Esta vez echó mis hombros hacia atrás, haciendo notar mis pechos y después volvió a poner el libro sobre mi cabeza, esta vez duró cinco segundos para volver a caer contra el suelo. Anais gruñó, y yo reí incómoda. Volvió a ponerlo sobre mi cabeza. Esta vez se mantuvo ahí hasta que di un paso y cayó sobre su pie ¿De verdad esto es necesario?

 

-¿De verdad esto es necesario?-Digo recogiendo el libro.

-Me lo arrebata y lo pone frente a mis ojos-Has botado a Don Quijote tres veces-Dice enojada.

-Lo aparto de mi vista-No necesitaba un zoom… Creo que en todas tus mágicas lecciones de primera cita se te olvidó un factor importante… Soy una mujer, ¿por qué debería comportarme como un hombre?

-Eh, porque eres uno, daaaah.

-Hm…-Tomo el borde de mi shorts junto a mis bragas y lo echó un poco hacia adelante para ver mi intimidad-Nop, lamento defraudarte, pero lo que hay aquí demuestra que soy mujer.

-No, idiota… Mañana tendrás que asumir el rol de un hombre. No en la apariencia al menos, pero sí en el comportamiento, en la manera de ser y de qué hacer, ¿entiendes? Porque ella adoptará el rol de la chica dulce y adorable que todos aman y que no mataría a una mosca. Bueno, a ese tipo de chicas dulces y sumisas…-Aaah… sumisas, sí que quiero que sea sumisa-Por favor ahórrate los pensamientos de sexo, quieres-Puta telepatía-Como sea, a ese tipo de niñas le gustan los hombres atentos, ¿entiendes? Pero no significativamente sensibles, sólo un poco cariñosos y simpáticos, que congenien.   

-Mira, creo que esto aún no te ha quedado claro… Quiero gustarle… sien-do-u-na-mu-jer ¿Entiendes? No quiero tener que comportarme como un hombre… o parecer un hombre, para gustarle. Esa no es la idea. Entiendo que tengo cierta personalidad que no es especialmente femenina, pero estoy consciente de ser mujer y me gustaría… ser yo misma, comportarme como yo misma y no tener que forzar ser algo que no soy… Ella me gusta tal como es; yo también puedo llegar a gustarle siendo lo que soy. No soy perfecta, pero…-Me está viendo con una sonrisita-¿Qué sucede?

-Nada, es sólo que estoy feliz de que al menos tengas la certidumbre de que puedes ganarte a esa chica…

-Claro que la tengo, después de lo que me dijiste, ¿cómo no hacerlo? Es sólo que se me hace complejo. Además, ¿cómo no sabes que ella tiene un lado macho vikingo?

-¡Oh, no!-Comienza a carcajearse-¡Créeme! ¡Pfff Jajaja! No lo tiene… Si lo tuviera, no se interesaría en ti. Ella es… femenina y pequeña. Tú eres grande y la proteges. A ella le gusta, a ella le gustas.

 

  Ahora era mi turno de reírme ¿Yo, gustarle? No, no… no por ahora al menos. Sé que tengo la oportunidad de gustarle, ahora que lo sé iré con todo. La quiero, a ella y a nadie más. Haré lo que sea para gustarle pero, ¿ya haberle gustado? No, no tan así. Está en la etapa de confusión, cuando no entiendes qué sientes o qué está pasando. Está bien, puedo hacerlo, en esos momentos de confusión es cuando debo actuar. Puedo hacer esto, sé que puedo… ¿Puedo?

  Pierdo mi vista en el espejo, veo mi cuerpo lejano en el reflejo. No me veo nada mal. Me encorvo, sí… pero es algo que puedo mejorar ¿Y mi mechón en el rostro? Está bien, me da un aire misterioso, no es como que se me vea mal. Me gustaría preguntarle… si en serio tengo una oportunidad. Todo sería un poco más fácil.

  “¿Te gusta mi aspecto? ¿Te atraigo? ¿Te gusta mi manera de ser? ¿Te gusta que te abrace y me apegue a ti?” Son cosas que simplemente no puedo preguntarle porque ni ella tendría una respuesta, ni ella lo sabe.

 

-Gracias por los consejos, pero… sólo seré yo misma-Sonrío involuntariamente.

-Quiero que me aclares… ¿qué esperas con ella? ¿Qué es lo que esperas conseguir?

-Gustarle.

-¿Y entonces? ¿Pedirle ser tu novia? ¿Sabes si a su papá le molestaría? ¿Y qué pasa con papá? Con el nuestro, ¿cómo crees que reaccionará cuando se entere que te gusta la niña del frente?

-¡Oh, por favor! ¡Es tiempo de que él madure! No puede seguir odiándome por algo tan tonto como ser lesbiana, no es nada malo ¡y lo sabes!

-Sí, sí lo sé, ahora baja la voz… Escucha, es un tonto, sí. Pero no te odia por eso, no como tú crees al menos, es sólo que le cuesta afrontarlo…

-No es una jodida excusa para rechazarme… ¡No es una excusa para nada de lo que ha hecho desde que se lo dije!-Me estoy enojando, cálmate-A mamá no le hubiese molestado; ni a ella ni a ti… Sólo a él, él es el único que no puede perdonarme por algo tan infantil e inmaduro-A la mierda la compostura-¡¿Escuchaste?! ¡Maldito homofóbico al que llamo padre! ¡Escucha! ¡Soy tu hija! ¡Un ser humano! ¡No un maldito fenómeno! ¡No es nada malo! ¡Soy exactamente igual a como era antes!

-¡Ssshh! ¡Ya basta!-Me tapa la boca-Cálmate, quieres… Agh, mira, hablaremos de esto otro día. No puedes estar de mal humor en una cita. Así que ve a secarte ese cabello ¡Son las diez! ¡Ve a secarte el maldito cabello ahora!-Estoy ahí de pie con mi expresión de frustración-

¡Ahora!

-¡Oh, está bien!-Salgo furiosa de su habitación, pegando un portazo y entrando a la mía, pegando otro portazo.

 

-Oye, tranquilaaaaa-Dice la voz lesbiana, apareciendo en mi hombro.

-¡Aaaaagh! ¡Tú cállate, maldito producto de mi imaginación!-Digo tomando su pequeñísimo cuerpo entre mis manos para apretarlo y estrangularlo.

-¡Hey, hey! ¿Qué pasa aquí?-Dice mi consciencia apareciendo en mi otro hombro.

-¡No me hagas matarte a ti también!

-Okey, okey… yo… ya… me estaba yendo-¡Puf!

-¡Relájate, lesbiana!-¡Puf!

 

  Me recuesto en mi cama, notando que mi cabello aún está un poco húmedo. Uuuuuy, qué malota soy, no me lo secaré ¡y no me importa lo que los demás digan! Tomo mi teléfono y ¡Ah, felicidad instantánea! Tengo mensajes de Katherine en WhatsApp. Que emoción. No, esperen, rayos… con todo el alboroto no sentí el teléfono sonando… Me los mandó un poco después de entrar a su apartamento.

  “holi n.n”

  “recuerda secarte el cabello, no quiero que te resfríes :c”

 

  Ay, si esta niña es tan adorable. Hasta se preocupa por mí, es tan linda… No, en realidad no lo hace, sólo que soy la única con la que puede ir al recorrido.

  Muy bien, depresión mode: on. Aunque por otra parte, si sólo fuese por eso… no me hubiese invitado a una cita, ¿no?

 

-No.

-Ya, no hables.

 

“Eres muy tierna n.n”

 “Pero no quiero secármelo mami :c”

 

  Espero ansiosa a que esté en línea. Su última conexión fue un poco después de enviarme los mensajes ¡Waaa! Me siento culpable. Vamos, conéctate, estate en línea… Te espero, tengo todo el día… Vamos, sé que te llegó el jodido mensaje. Ah, voy a llorar ¡Conéctaaaaateeee!

  ¡Sí! ¡Se conectó! ¡Sí, ya lo leyó! ¡Sí, está escribiendo!  

 

  “Pero te vas a resfriar u_u”

  “Y ya no tendremos ni cita ni el recorrido TT-TT”

  “Y no quiero que te resfríes u.u”

  “Así que sécatelo ;)”

 

  Ay, si es tan linda. De acuerdo, hazte la interesante, déjale el leído (#porunmundosinleídos), hazte la desentendida y que tienes mejores cosas que hacer. Ahora que lo pienso, tengo muchos contactos de Inglaterra a los que les dejé el visto y nunca les volví a hablar. Miren, aquí está Thomas, me dijo que me vería el año pasado alrededor de agosto y nunca fui. Con un “hello” sería suficiente. Ahora de vuelta a Katherine.

 

  “Pero, pero… :c”

  “No me voy a resfriar, lo prometo ;)”

  “Ahora ambas nos vamos a dormir, para mañana tener mucha energía. Bye, bye n.n”

 

  Muy bien, es su turno de dejarme el leído ¡Eso es cruel! ¡Sólo yo puedo hacer eso! Vamos, responde, veo que estás en línea y… se desconectó, genial. Me haces sufrir.

  ¡Y volvió a conectarse! Y me está escribiendo…

 

  “Bueno :c”

  “Si te resfrías me ayudas con la tarea de matemática n.n”

  “Duerme bien”

 

  “Okey :3”

 

    No entiendo por qué todos me tienen tan poca fe. No voy a resfriarme. Simplemente voy a recostarme en mi camita así, con el cabello húmedo. No importa, mañana será un excelente día, debo dormir y descansar… 

 

  Y a la mañana siguiente…

 

-Tienes fiebre… 40 grados. Bien hecho, Gabriela

-No me molestes, quieges-Me sorbo la nariz que está roja y llena de mocos, además de estar hablando de forma ridícula-¡Agh! ¿Pog que me tenía que pasag esto?

 

  Bueno sí, me enfermé un poquito ¡Pero sólo un poco! Bueno no… estoy recostada en mi cama con una fiebre de 40 grados y una toalla con agua helada en la cabeza. Me duele la cabeza, me sorbo la nariz, me cuesta ver y respirar. Son las ocho de la mañana y siento que voy a morir. De acuerdo, era verdad, sí me podía enfermar, pero… ¿¡Por qué justo hoy!?

 

-Anais… ¿Debegía cancelag la cita?-Vuelvo a sorberme la nariz.

-No, no puedes Gabriela, el recorrido es sólo hoy.

-Pego…-Me sorbo la nariz-Pego no puedo vegla así

-Pues tendrás que hacerlo. Por ahora quiero que te quedes recostada todo el día mientras te busco algo para que se te destape la nariz y dejes de hablar así… ¿Me escuchaste? Des-Can-Sa ¿Okey?

-Okey.

-No te levantes por nada del mundo, ¿okey?

-Okey.

-Aunque Katherine te haya dicho que la vayas a ver… NO lo hagas, ¿okey?

Okey.

-Bien…-Va retrocediendo hacia la puerta sin dejar de verme-No te levantes…

-Okey.

-Cierra la puerta y la vuelve a abrir para asomar su cabeza para verme y después la cierra definitivamente.

 

Y cuatro segundos después…

 

  Me pongo de pie enérgicamente mientras me quito la toallita de la frente y me pongo un abrigo y pantuflas de perrito. Veo el mensaje que me llegó de Katherine de: “quieres dar una vuelta a las ocho y cuarto:3?” Pfff, cariño, iría contigo incluso si tengo el ébola y tuviera que caminar junto a ti con una mascarilla. Le respondo un “Está bien, te veo en el pasillo” Me visto rápidamente con algo simple pero  lo suficientemente abrigador. El clima es horrible, las nubes cubren todo rastro de luz solar, nada más que luz tenue. Hasta por la ventana se podían sentir las ráfagas de viento revolviendo las hojas secas en el suelo ¡Ah, ¿por qué a mí?!

  Después de verme en el espejo y sí, me veo un tanto decente… comienza la… Misión Imposible (TomateconLechuga recomienda escuchar el tema en esta parte)

  Otra vez me pongo los lentes de sol y voy de puntillas hasta mi puerta y giro la manilla lentamente hasta abrirla, lo suficiente para que mi delgado cuerpo pueda pasar. Me apego a la pared, observo a ambos lados y comienzo a caminar a través de éste ¡Y el momento del clímax! Cuando la puerta del baño estaba entreabierta y sé que Anais está ahí. Turururuuuu, entonces me asomo y la veo hincada dándome la espalda ¡ahora! Y doy un largo paso del porte de la puerta y entro a la sala de estar. Observo a ambos lados, sin homofóbicos en la costa y en tres zancadas, abro la puerta principal ¡Jaja! ¿Misión Imposible? ¡Pfff! Fue completamente posible.

 

-¿Por qué tienes los lentes de sol?-Me pregunta Katherine mientras la puerta de su apartamento sigue entre abierta.

-Aaah… Pog que le da mejog apagiencia y ambiente a mis geniales movimientos de espía.

-¿Por qué estás hablando así?-Se me acerca-¡Oye! Tu nariz está roja… y te están llorando los ojos ¡Te enfermaste!-Me pone la mano en la frente-¡Y tienes fiebre!

-¿Qué? No, no… Bueno sí, un poco, pego no impogta, ya se me pasagá paga cuando sean las siete-Me sorbo la nariz-¿Vamos?

-¡Tú no vas a salir! ¡Estás enferma! Oye...-Se deprime un poco y baja la cabeza-No podemos tener una cita así…

-No, no, no, no, no, no… Sí puedo, te pgometo que voy a estag bien paga la tagde, ¡lo jugo!-Pero sigue decaída, con la vista baja. Le pongo ambas manos en sus hombros-Hey… en segio, estagé bien paga ese entonces, tendgemos una cita, la mejog cita que tendgás en tooooda tu vida y luego igemos al gecogido del tegog y… Nos mogigemos de miedo juntas… ¿Okey?

-Levantó el rostro sonriéndome-¡Okey!... Ahora-Me dio media vuelta hacia mi puerta-¡Ve a recostarte!

-Jajaja… Okey, okey… ya voy, nos vemos a las siete…

 

  Suspiro involuntariamente a través de la puerta, dentro de mi apartamento. Me sorbo la nariz cada cinco segundos, mi rostro está rojo, me cuesta respirar, toso involuntariamente… ¿Cómo rayos lo haré para la cita? Anais, haz un milagro.

  Fui a mi habitación y me recosté en mi camita… El día apenas ha comenzado.

 

 

Notas finales:

Well, i know that getting you alone, isn't easy to do TT-TT Okey asdfasdf, eso n.n see you!


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