Su vida no era precisamente lujosa, tenía un trabajo modesto que le daba para vivir y ahorrando podía darse de vez en cuando un pequeño capricho, vivía en un pequeño departamento en una zona un tanto peligrosa de la ciudad, pero estaba bien para él, porque no necesitaba de un enorme departamento, un auto último modelo y un guardarropa de diseñador si tenía muchas cosas más importantes.
Así cómo tampoco podía ofrecer mucho al resto del mundo, pero lo poco que tenia era lo que más valía en el universo, un amor verdadero y franco, que no pedía castillos, pero podía entregar los más puros sentimientos.
Y siempre que le preguntaban porque no buscaba un mejor trabajo, o aceptaba la oferta de SiWon de trabajar para él, respondía con una sonrisa sincera en sus labios.
- ¿De sirve el dinero cuando necesitas un abrazo sincero?
No tenía una meta bien establecida en el futuro, para él las cosas que pasaran, eran necesarias para algo más, no necesitaba de una brújula para andar por la vida, solo necesitaba caminar por los miles de terrenos que podría toparse, esperando con toda la paciencia del universo a que su persona especial se diera cuenta de su existencia y lo abrigara en un abrazo cálido, haciéndolo olvidarse de ese frío constante que sentía.
Observó con cuidado su rostro pálido, su cabello oscuro y aquella sonrisa traviesa que aparecía siempre que algo se le metía en la cabeza, jamás sabría de las noches eternas observando la luna y las estrellas preguntándose si algún día podría ser lo suficientemente brillante como para opacar al resto de las luces que perseguían a KyuHyun.
Nunca sabría de sus lágrimas enjuagadas por la lluvia cuando sus sentimientos se desbordaban y rompían sin consideración alguna el muro que con esfuerzo construía.
Y por supuesto, jamás conocería de ese dolor tan intenso cuando se quedaba atrás viendo como KyuHyun llamaba a SiWon con aquella sonrisa alegre pintada en sus labios bonitos, no, esa clase de sentimientos jamás serian conocidos por KyuHyun.
- Deberías dejarlo todo y fugarte conmigo- le dijo en alguna ocasión mientras ambos observaban las estrellas tirados sobre el pasto de la casa del menor.
-Es una propuesta muy tentadora-murmuró en respuesta, apresando la pequeña mano del menor, quedándose de nuevo sumidos en el silencio.
¿Es que acaso KyuHyun no era capaz de ver todo lo que JongWoon estaba dispuesto a brindarle a cambio de su amor? ¿Es que era tan poca su capacidad para brillar en la oscura vida del menor que no lo notaba más allá de un amigo incondicional?
Cerró sus ojos un momento recargándose en la barra del café donde trabajaba, cada día se volvía más difícil controlar el latido de su corazón cuando el menor le sonreía, cada día era más complicado no probar sus labios suaves a la vista, cada día le era un poco más imposible aguantarse las ganas de apresar entre sus brazos al menor.
Deseaba tanto que Kyu notara su potencial, y lo liberara de ese constante dolor que agobiaba su alma dulce, le daría todo de él, incluso más que eso, estaba dispuesto a renunciar a todo con tal de obtener aquel amor imposible, solo pedía que dejara a SiWon, que lo dejara por él.
Aquella tibia noche de primavera se encontraba siendo arrastrado por el menor hacia un pequeño bar al final de la calla donde trabajaba, se sentaron y brindaron por la madurez que estaba llegando a sus vidas, por esos pasos tan esperados por la sociedad que lentamente estaban dando, por cumplir lentamente sus sueños.
Un suspiro apenas perceptible abandonó los labios de JongWoon, tan enamorado que se encontraba del menor y éste jamás se daría cuenta de ello, pensó perdiéndose en su mundo, sin darse cuenta de la mirada que el menor le regalaba, donde se podía ver en sus pupilas una llama de esperanza danzando por la atención del mayor.
Ya lo había decidido, si no podía tener al menor en su vida como algo más que su amigo, caminaría aquella ruta predispuesta para él en soledad, dejando que las tormentas venideras solo le afectaran a él y que los ríos de sentimientos fluyeran sin retenerles.
Esa mañana la nieve caí sobre la ciudad y entonces recayó que el tiempo pasaba demasiado rápido últimamente, se cubrió mejor con el enorme cárdigan que portaba, dejando que sus manos se calentaran de a poco con la taza de café que sostenía, hasta que su puerta fue aporreada.
¿Quién podría ser en plena nevada el 25 de diciembre?, se preguntó, su familia estaba muy lejos de la ciudad y sus amigos estaban con sus familias, se levantó del sillón abriendo la puerta encontrándose de frente con un sonrojado KyuHyun quien jadeaba suavemente.
- ¿Kyu?-preguntó ladeando su cabeza, extrañado, tenía entendido que el menor pasaría esas fechas con SiWon en Londres.
KyuHyun levantó la vista y le regaló la sonrisa más hermosa que sus ojos habían captado, haciéndolo sonrojarse leventemente.
-Lo hice-dijo recuperando de a poco el aliento.
- ¿El qué?-preguntó completamente perdido.
-Lo dejé, dejé a SiWon-dijo antes de abrazarse con fuerza al tibio cuerpo de mayor quien se estremeció con fuerza- lo dejé por ti, solo por ti.
- ¿Q-Qué?-logró formular sin poder creer lo que había oído, abrazándose al menor, haciéndolo pasar dentro de su pequeño apartamento.
- Que lo dejé, estaba a punto de subir al avión cuando me dije a mi mismo que no quería vivir más una mentira, así que lo dejé en el aeropuerto y vine hacia acá lo más rápido que pudo, para decirte que te amo tanto que estoy dispuesto a renunciar a todo por tenerte a mi lado y no dejarte ir nunca.
Los ojos de JongWoon estaban muy abiertos y su corazón latía tan rápido que se sentía mareado, el menor lo veía expectante sin soltarlo verdaderamente, esperando alguna palabra de su parte.
-N-No sé cocinar-fue lo único que pudo soltar y se sintió tan idiota, mil veces había imaginado lo que le diría al menor si el dejaba a SiWon por él, pero en el momento nada salía de su garganta y su mente no podía creer lo que pasaba.
-No importa-le dijo acercando sus rostros- siempre podremos vivir de las sopas instantáneas y las comidas recalentadas-dijo y lo besó con suavidad, pasión y ternura, dejando que aquel beso contestara todas las interrogantes que atosigaban sus corazones.
Y de eso ya han pasado varios años…