A Luhan le gusta pensar en sí mismo como una persona que sabe perdonar.
Pero en realidad no es más que una persona tonta.
Después de ser atraído por la larga lista de los días festivos y la rutina de su horario habitual, Luhan se había convencido de ser un maestro de preparatoria. Él no sabía sobre la soberbia de los estudiantes de preparatoria, él no se enteró hasta que su primer curso de chicos estuvo junto en pocos minutos.
—Jodidos adolescentes—, Luhan había llorado a su mejor amigo mientras ellos se iban a cenar esa noche. Había pasado un mes desde entonces y Luhan aún tenía “problemas” con sus alumnos.
YiFan palmeó la espalda de Luhan torpemente, en desacuerdo con la afirmación de Luhan.
— ¿No estás exagerando? Enseñamos más o menos las mismas clases y todos son bastante buenos, ya sabes lo emocionante que puede ser la educación física y cómo puedes hacer para que los estudiantes se distraigan.
—Lo dices porque eres un maestro de educación física muy, muy intimidante, por si crees que no me he dado cuenta. —Responde Luhan secamente mientras da manotazos a YiFan. —Por otro lado, a pesar de que no soy muy alto, tampoco soy muy bajo…—se dio palmadas a los lados de su cara. —Ésta cara de bebé tampoco está ayudando.
— ¿Sabes qué? Creo que es ese chico, el que te molestó hoy. —YiFan respondía después de reflexionar por unos minutos.
Con mucha furia, Luhan apuñaló los palillos en el plato de fideos y lentamente respondió:
— ¡No! ¡Nunca me vería afectado por ese mocoso! No es totalmente su culpa, son todos los niños malos en general.
YiFan puso los ojos en blanco en respuesta. Los dos se conocían desde que eran niños, y Luhan era tan testarudo y orgulloso como siempre. El hecho de que él se negara a admitir que un chico de preparatoria era el causante de su miseria era prueba de ello.
Por supuesto que el chico era el causante del mal humor de Luhan; ese estudiante en particular lo había estado provocando desde el primer día de clases. Sin embargo, la actitud molesta del chico había aplicado sólo en Luhan: YiFan siempre enseñó a ese niño en su clase de educación física, el estudiante nunca causó ningún problema aunque lo aturdía la mayor parte del tiempo.
—Entonces, ¿qué fue lo que hizo esta vez? — YiFan preguntó mientras sorbe sus fideos. Luhan entrecerró los ojos y YiFan puso los ojos en blanco. —Bien, ¿qué hicieron los estudiantes esta vez?
—Pues, — Luhan se acomodó en su asiento expresando su enojo con los palillos. —En primer lugar él– quiero decir, los estudiantes, ¡Están todavía llamándome por ese estúpido apodo! Se supone que me llamen maestro, no ‘Pequeño Lu*’ ¡Y entonces él– quiero decir, los estudiantes, tuvieron el descaro de llamarme lindo! ¡No soy lindo! ¡Soy varonil! Él– quiero decir, los estudiantes incluso piensan que es una buena idea esperarme en una esquina después de clases para ver mi estatura y…— La cara de Luhan se pone roja, y YiFan no sabía si era porque él realmente estaba enojado o porque la salsa picante había sido demasiado para Luhan.
—Luhan, ¡加油*! — YiFan exclamó apretándole las mejillas con sus manos ridículamente grandes. Ya había renunciado a ser capaz de ayudar a Luhan, y Luhan realmente no esperaba mucho de su mejor amigo de todos modos. Luhan ya estaba feliz de que el otro hombre estuviera sentado frente a él escuchándolo con paciencia cuando él hablaba una y otra vez.
Luhan sólo podía reírse de la forma ridícula que usaba YiFan de consuelo, mientras esperaba interiormente que los estudiantes finalmente pudieran darle más respeto, porque si ellos le faltaban al respeto a Luhan le estaban faltando el respeto a YiFan. Sin embargo, le faltan las quejas de los alumnos a YiFan, él sabía que le faltaban al respeto en un principio y no fue fácil controlarlos, incluso después de un mes del año escolar.
Luhan tragó lo que sobraba en su copa, como si la copa estuviera llena de alcohol en lugar de té, y la estrelló de nuevo sobre la mesa. Debió de seguir el consejo de su padre; y hubiese terminado de estudiar ingeniería en la universidad.
♦
Además de ser una persona tonta, era un hecho que Luhan era conocido por ser una persona testaruda y orgullosa. Es por eso que había omitido varios pequeños… detalles cuando él se quejaba con su mejor amigo.
Así es como la historia realmente fue:
—Buenos días, clase. —Luhan había saludado tímidamente y fue exaltado al escuchar un coro de ‘Buenos días’ proveniente de sus alumnos. Había empezado a tomar asistencia y fue aún más feliz cuando vio a todos sus estudiantes sentados en sus pupitres en silencio. Con mucha alegría, Luhan cerró el libro de asistencia y comenzó a hablar sobre los temas de siempre; “casa de mantenimiento” antes de terminar la clase.
Sin embargo, su actitud alegre inmediatamente se fue a la mierda cuando la puerta del salón de clases de repente se abrió. Todos los ojos, incluyendo los de Luhan, se volvieron al recién llegado y Luhan ya podía sentir su sangre hervir. Era el estúpido mocoso–
—Qué agradable tenerlo finalmente con nosotros, Sr. Oh. —Luhan habló con una sonrisa forzada mientras editaba el estado de asistencia en el libro de asistencias. El estudiante le dedicó una rápida sonrisa a Luhan mientras caminaba por la parte delantera de la clase para llegar a su asiento.
—Buenos días, Pequeño Lu. —Varias risitas se escucharon de los estudiantes y Luhan tuvo que resistir el impulso de lanzar su libro de asistencia a la cabeza del estudiante.
‘Soy varonil, maldita sea.’ Luhan pensó mientras se limita a responder forzadamente. “Buenos días.” Hizo una sonrisa igual de forzada. ‘¿Cómo te atreves a llamarme así sólo porque eres más alto que yo, estúpido mocoso?’
Para la suerte de Luhan, el resto de la clase continúo sin incidentes. El estúpido mocoso decidió guardar silencio y escuchar al maestro por primera vez, pero la forma en que su mirada se enfocaba y bloqueaba a Luhan, hizo que se sintiera algo desconcertado e hizo que Luhan retrocediera ligeramente. Por ahora, Luhan ya debió de haberse acostumbrado a él, pero todavía no puede evitar sentirse nervioso con la mirada del mocoso.
Cuando la campana sonó y finalmente la clase había terminado, Luhan salió del aula y luego dejó escapar un largo suspiro que no sabía que estaba conteniendo. Dejó que sus hombros se relajaran mientras se dirigía a su oficina por el material necesario para su siguiente clase, e ignorando el hecho de que tenía que volver al salón en unas horas para darles clases.
♦
La hora del almuerzo finalmente llegó y Luhan había salido con éxito del salón tan pronto como había llegado. Además de ser el profesor de matemáticas favorito de los estudiantes (“¡Yo estoy diciendo la verdad! No tiene nada que ver que los estudiantes me hayan elegido porque soy el maestro menos estricto ¡De verdad!”). Que también fue el go-to de matemáticas. Como resultado, se estableció un club de matemáticas para disminuir su carga de trabajo: todo lo que tendría que hacer era sentarse cómodamente mientras miraba a los estudiantes y respondía cualquier pregunta que los estudiantes-tutores no supieran cómo responder. Aunque él no consiguió mucho tiempo en privado, ver a los estudiantes y sus rostros aliviados cuando encontraron la respuesta a los problemas lo hizo sentir que todo valía la pena.
Hoy fue uno de esos días raros, sin embargo, Luhan tiene que tener un almuerzo privado. Al llegar a su salón, Luhan tropezó en él sólo para descubrir que estaba vacío salvo por tres estudiantes – los estudiantes tutores designados para ese día. Luhan debería haber adivinado: la mitad del periodo de matemáticas acababa de terminar ayer y nadie en su sano juicio podría siquiera pensar en tocar las nuevas tareas de matemáticas. Después de cinco minutos de haberse sentado y charlado trivialmente con los estudiantes tutores, Luhan se despide de los tres estudiantes.
Al principio, Luhan había querido encontrarse con YiFan durante su periodo de almuerzo, pero pronto recordó por qué YiFan había estado demasiado emocionado por la mañana. Iba a ser un evento corto dirigido por un consejo de estudiantes durante el almuerzo para celebrar que los exámenes habían terminado, y se les pidió a los maestros unirse a los eventos o incluso simplemente pisar el lugar y supervisar. Luhan había colocado sus deberes del club de matemáticas en su mente y olvidó por completo el consejo estudiantil, a diferencia de sus compañeros maestros.
Como resultado, Luhan estaba solo.
Incluso los pasillos estaban muertos en silencio, salvo por el ruido sordo de la música que se estaba reproduciendo en el gimnasio. Él había contemplado ir a ver los acontecimientos, pero al final decidió no ir. No sabía cuándo iba a conseguir otro periodo de almuerzo tranquilo y apacible, así que se dirige a la dirección opuesta del gimnasio. Cuando llegó al patio, encontró una mesa de picnic sola en las sombras y se dejó caer de inmediato. Abrió la tapa de su lonchera y comenzó a comer en silencio.
Pero era demasiado tranquilo para Luhan. Sacó su celular, enchufó los auriculares y se puso a escuchar música. Era embarazoso pero Luhan amaba los grupos de Idols y su más reciente obsesión era un grupo llamado EXO. Sin embargo, debido a sus exámenes parciales y su apretada agenda de docente general, Luhan no había tenido mucho tiempo para sus ataques de Fanboy. Además, EXO había sacado su nuevo álbum y Luhan no había tenido tiempo de escuchar su música.
‘Jongdae-ah.’ Luhan dejó de comer al escuchar la voz de su vocalista favorito. ‘Tu voz, ahg.’ Estrelló su cara con la mesa de picnic cuando la hermosa nota de Jongdae llegó a su fin. ‘Baby Don’t cry, realmente es el mejor tema del disco – Oh Dios Mío.’ Luhan estaba tan inmerso en su momento de Fanboy, que no se dio cuenta de la presencia que había detrás de él.
No fue hasta que un par de manos llegaron a él y le quitaron los audífonos, haciendo que Luhan se diera cuenta de que no estaba solo. Pero antes de que pudiera reaccionar, él estaba siendo estrangulado – el desconocido había sacado los auriculares de Luhan por atrás y los cables se separaron, clavándose en el cuello de Luhan. Él se asusto y movió la cabeza frenéticamente, se sintió satisfecho cuando escuchó un gemido de dolor. Justo cuando estaba a punto de saltar de su asiento para hacer frente a su asesino, se dio cuenta de quién era. Un ceño fruncido adornó su cara.
—¿Qué quiere, Señor Oh?
—Ow, —se quejó Sehun. —Eres tan malo, sangsaengnim. —Había una mirada lastimosa en el rostro de Sehun, pero Luhan hizo todo lo posible por ignorarlo. —Parecías solitario, así que decidí acercarme.
—¿¡Intentando asfixiarme!? —Luhan pregunta con incredulidad. Sehun simplemente sonrió tímidamente mientras se sentaba a la izquierda de Luhan.
—Lo siento, Pequeño Lu, calculé mal tu altura. Pensé que eras más alto, pero supongo que no es así. —Luhan tuvo que clavar sus uñas en la palma de su mano con el fin de evitar abofetear al mocoso.
—Déjame en paz. —Luhan respondió, sin importarle lo infantil que sonaba en ese momento.
—Vamos, no seas así, Pequeño Lu. —Sehun canturreó, Luhan terminó su almuerzo. —¿Puedo tener un poco? —Cuando no obtuvo ninguna respuesta, Sehun envolvió su brazo derecho sobre el hombro de Luhan y agarró la mano que sostenía el par de palillos. El hombre mayor trató de tomar represalias, pero la fuerza del chico de dieciocho años de edad no era una broma.
—¿¡Qué cojones quieres comer!? —Luhan exclamó mientras seguía luchando. Sehun ignoró a su maestro y comenzó a guiar el último trozo de carne a su boca. Con mucha desolación en sus ojos, Luhan observó como la carne entró a la boca de Sehun, sus labios rosados envolviéndose alrededor de los palillos con fuerza para que pudiera disfrutar de la salsa que quedo en los utensilios. Cuando los palillos habían salido de la boca de Sehun, estos estaban limpios excepto por la capa brillante de saliva.
Luhan había sido todo menos tonto, él también se había dado cuenta de cómo las acciones del menor eran exageradas. En lugar de ello, lo único que podía hacer erar mirar con los ojos bien abiertos y su mandíbula floja, mientras trataba de luchar contra el rubor que se arrastraba por sus mejillas.
‘¿Cómo puede tener los labios tan bonitos un hombre?’ Pensó, todavía congelado por lo audaz que era Sehun (a pesar de que él no se dio cuenta).
— ¿Hay algo en mi cara? —La expresión altiva trajo a Luhan a la realidad.
— ¿¡Q-qué estás haciendo!? —Luhan había gritado. Gracias a Dios su almuerzo había terminado, el odiaba con pasión compartir su comida. El mocoso estúpido simplemente sonrió tímidamente.
— ¡Gracias por la comida, Pequeño Lu! —Sehun sonrió mientras se levantaba. Luhan suspiró con alivio… — ¡Oh, me olvidé de comer el postre! —Y luego un par de labios se habían pegado a los de Luhan.
Sehun se escapó riendo cuando Luhan empezó a gritar de agonía con el rostro rojo.
♦
Y fue por ese chico pervertido que Luhan está sentado en un restaurante por la noche con su mejor amigo, manteniendo la expresión de rabia mientras tragaba agua como si fuera alcohol. ¡Si por lo menos no tuviera que volver a la escuela, él podría haber estado bebiendo sus malditas penas en este momento!
Pero, por desgracia, la realidad de Luhan era que él es maestro y uno muy responsable. Los dos terminaron de comer y fueron a pagar, ya que no podían quedarse más tiempo. Mañana por la mañana, a pesar de que sería un día libre, que sin duda tiene bolsas oscuras debajo de sus ojos, iba a resistir hasta el final del día.
Las calles estaban casi vacías en el momento en que los dos habían bajado del metro para volver a su barrio.
—Hasta luego, amigo. —YiFan bostezó mientras ajustaba la bolsa de lona en su hombro con mucha facilidad. Luhan maldijo para sus adentros al otro por ser profesor de educación física y su cambio de mochila desbordante, que incómodo. —No te dejes violar por el camino; a ese chico le gustarías más si fueras virgen. —Luhan resopló y tiró su recibo arrugado a la frente del estúpido YiFan antes de rodar los ojos.
—Cállate, al menos yo no estoy siendo presa de todas las niñas de la escuela. —Luhan contesta con cara seria. En realidad, ahora que él se consideraba un ‘anciano’ para los estudiantes (a pesar de que estaba muy lejos de alcanzar la marca de los treinta años de edad), la idea de ser perseguido y admirado por las chicas de preparatoria, parecía que entonces sería la felicidad entera. Él gimió cuando YiFan se rió en voz alta, sus grandes manos palmearon el hombro de Luhan lastimosamente.
—Vete ya, cara de culo. Espero que Zitao pueda encontrarte una chica para que se comprometan, y después ella te termine.
—Hey, hey, no seas tan malo. —YiFan se rió antes de decirle adiós a Luhan y caminar en dirección contraria.
A pesar de que el camino de regreso a su apartamento es corto, Luhan no podía dejar de tener una extraña sensación molesta en el fondo de su mente. Aceleró el paso, las palabras de YiFan sobre ser violado hacían eco en su mente. Maldijo a YiFan por enésima vez en ese día. Nerviosamente, él lanzo una mirada hacia atrás por encima del hombro. A pesar de que las calles estaban vacías, Luhan no pudo evitar sentir un poco de miedo.
‘Hombre en alto, Luhan.’ Había tragado mientras contemplaba si echarse a correr. No se vería muy varonil, pero él también llegaría a casa más rápido, y además ¿quién iba a estar allí para verlo? ‘Mi asesino, ¿quién es?’ Se estremeció ante la idea, pero de inmediato se iluminó cuando vio que el mercado de convivencia de 24 horas estaba justo en la vuelta de la esquina. Su corazón se relajó cuando llegó a ella y entró sin pensarlo dos veces. ‘Sólo tengo que calmar mis nervi–'.
—Hola, Pequeño Lu. —Luhan inmediatamente giró sobre sus talones al ver al estúpido mocoso delante de él. — ¡Espérame! ¡Yo te acompaño a tu casa! —Luhan vaciló, y eso fue todo lo que necesitó Sehun para terminar de pagar por sus bocadillos y para ponerse al día con su tutor. —Uoh, Pequeño Lu, yo no sabía que a los maestros les gustaba pasar un buen rato tan tarde. —Sehun había comentado cuando él y Luhan empezaron a caminar.
Por mucho que odiaba pasar tiempo con ese mocoso, Luhan se alegró de que él ya no estuviera solo y vulnerable. Si pasaba algo malo, Luhan ya no moriría solo, por lo menos. También necesitaba eso para mostrarle a Sehun que Luhan era un adulto maduro y sereno, y que sin duda no estaba afectado por el beso de hace apenas unas horas. Los besos no eran nada para Luhan (incluso si ese fue su primer beso a su edad).
—Cállate, ¿no deberías de estar estudiando en este momento? —Luhan había respondido. Ya no estaba en la escuela y Luhan no necesitaba ser formal y tener una personalidad correcta delante del alumno, aunque el estudiante no solía tratar a Luhan como trataba a los otros profesores.
—Soy un chico en crecimiento, a diferencia de alguien. —Sehun miró a Luhan y el hombre mayor resistió las ganas que tenía de estrangular al adolescente. —Necesitaba pasar por aquí para comprar algo de comida y leche. De todas formas, ¿dónde vives? —Luhan, a regañadientes, le dijo a Sehun la dirección de su apartamento.
Sorprendentemente, Sehun también vivía en esa dirección. Luhan dejó escapar un suspiro de alivio al escuchar eso, sus posibilidades de ser asesinado sangrientamente se redujeron. Lo que es aún más sorprendente fue la cantidad de civilidad de su conversación durante su caminata de regreso. A pesar de que la actitud malcriada de Sehun enfureció a Luhan, que parecía no tener fin, pronto se acostumbró a ella. Los dos habían continuado sus bromas y su conversación. Y antes de que se dieran cuenta, llegaron al edificio del apartamento de Luhan.
—Dirígete directamente a casa ¿entendido, niño? — Luhan había dicho mientras rebuscaba en su mochila sus llaves. Sehun resopló ante el apodo.
—Lo que sea, es un trayecto corto. Yo vivo a una cuadra de todos modos, como bien podría ir a casa a dejar todas estas cosas. —Luhan empujó el hombro de Sehun suavemente por el insulto y movió su mano en forma de adiós. Tan pronto como terminó de abrir la puerta, sintió unas manos aferrarse a sus hombros, lo agarró fuertemente. Él fue hecho girar por la fuerza sólo para descubrir que tenía la cara de Sehun a pocos centímetros de la suya.
— ¿Q-qué está mal? —Luhan tartamudeó mientras trataba de ocultar su miedo. Él no se iba a dejar hacer por ese maldito mocoso.
—Olvidé mi recompensa por escoltarte hasta tu casa.
Y lo besó de nuevo, ¿por qué Luhan se había empeñado en permanecer como un molestó adulto así…?
Cuando sus labios finalmente se separaron, Sehun tenía una sonrisa brillantemente encantadora para Luhan (“Que obviamente no hizo que mi corazón latiera más rápido, ¡Te importa!”) recogió su bolsa de comida que había dejado en el suelo y se alejó de un sonrojado Luhan mientras él iba silbando alegremente.
Ni que decir, Luhan odia a los niños altos de preparatoria.