Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Baby Pornograph por jotaceh

[Reviews - 432]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola a todos!!!!! :3

Espero que se encuentren super duper hiper bien :D Muchas gracias por sus comentarios :D y bueno.... antes de leer el capítulo u.u quisiera pedirles un favor... ¡¡NO ME MATEN!! Sé que muchos de ustedes se enojarán u.u pero la vida es así...a  veces da... a veces quita... y bueno... si no sucedieran penurias de vez en cuando... :/ las historias, como la vida, serían muy aburridas... Bueno... solo digo eso u.u

A leer!!!

CAPITULO XXII: Atacando al enemigo.

¿Esto significa estar enamorado? Usualmente cuando te gusta alguien quieres estar a su lado todo el tiempo, da igual si dejas de lado lo que quieres o lo que anhela la otra persona, no importa porque la relación es netamente física. Me gusta tu cuerpo y es solo eso lo que nos une. Sin embargo el amor es distinto, no es que desees solo satisfacer sus deseos, sino que adoras hacer feliz a la persona que ha robado tu corazón, es eso todo lo que buscas en esta vida. Diego sacrificó mucho para convertirse en profesor, él disfruta mucho enseñarles a jóvenes como yo y ahora que se ha involucrado con uno de sus alumnos, este sueño se ha visto mermado. Si seguimos juntos ¿qué deberá hacer? ¿Dejar de impartir clases y olvidarse de ser maestro? Dudo mucho que Recabarren pueda ser feliz de esta manera y su desdicha, es la mía propia. ¿Luchar por el amor? Sí, soy capaz de eso, batallar por lo que anhelo contra todos quienes quieran separarnos. Soy capaz incluso de noquear a la señora Laura,  pero ella no es el problema, no es el hecho que ella me haya venido a visitar lo que me ha convencido de separarme de mi amado, sino que a quien debería destruir para seguir con esta relación, es al propio Diego. ¿Eses el precio que deberé pagar para ser feliz? ¿La infelicidad del hombre de mi vida? Ese no es el precio que quiero pagar.

Siempre he estudiado en el Instituto General y en él he aprendido cómo es el mundo exterior. Si una comunidad entera llevó al suicidio a un pobre chico extranjero ¿qué es capaz de hacer con un profesor enamorado de un alumno? Lamentablemente es así el mundo y desde niño he debido comprenderlo, porque no es necesario imaginar un cuento de hadas, esas siempre han sido invenciones de soñadores insulsos. Incluso no debo ir muy lejos para enterarme de cómo es la vida de un adulto. Mi padre me quería abandonar por haber causado la muerte de su amada. Natalia tuvo que sacrificarse desde adolescente para criarme, gracias a ello nunca ha podido conocer a un hombre que la ame de verdad y ahora está enredada en las mentiras de aquel estúpido padre de Kevin. Catalina ha sufrido desde el nacimiento por el mero hecho de ser diferente y tuvo que prostituirse en las calles al no ver otra forma de subsistir. ¿Dieter? Ya ni siquiera es necesario nombrarlo. ¿Cómo puedo desear que Diego termine de la misma forma? ¿Acaso tendrá que terminar de la misma manera que Natalia? No, los cuentos de hadas no existen, el mundo es una película pornográfica, satisfacción de tus necesidades sin importar el resto, sin diálogos ni sentimientos de caridad por nadie, ya que lo único que importa es el bienestar propio. Sabiendo que Recabarren es una buena persona, un excelente maestro, ¿alguien podría dejar de lado nuestra relación para emplearlo como docente? Claro que no, porque es más importante el qué dirán, lo ofuscados que estarán los padres de familia por tal inmoralidad. No Diego, no quiero ese final para ti.

Su mirada se pierde en la inmensidad de la nada, no puede dar crédito a lo que acaba de escuchar y tratando de contener las lágrimas, me hace la última de las preguntas. -¿Por qué?- ¿Acaso no es claro? Frente a mí se encuentra mi novio, quien ha escuchado todas mis razones para dar por terminada nuestra relación. Me gusta ser directo y en vez de crear una mentira, prefiero decir la verdad. Estamos dentro de una cafetería, los amplios vidrios que nos separan del gélido ambiente externo se encuentran empañados por el calor que emanan las teteras. La fragancia de los pasteles y del café recién preparado se entremezclan a nuestro alrededor, abrazándonos con su dulzura, embriagándonos con su perfección. –Porque te amo- Es todo lo que le respondo y es que es la verdad, todo lo hago por él, por verle feliz haciendo lo que le gusta. Acaricio su mano sobre la mesa y como por arte de magia, la pena contenida en su interior comienza a inundar sus ojos, las lágrimas transitan furiosas por su rostro. Mi pecho se contrae al verle tan afectado, sin embargo no puedo consolarle, aquello sería peor aún. Me levanto de la silla y sin decir más me marcho de la cafetería, dejándole atrás para que mi presencia no siga arruinando su vida.

Hace un par de días estuvo su madre en mi casa señalándome todo aquello que él no quería revelarme. Todo este tiempo lo dediqué a pensar la mejor manera de alejarme, fue una tortura, aunque imaginar su sufrimiento era mucho más doloroso. Camino por las frías calles de la gran ciudad, recorro cuadra tras cuadra buscando mi edificio, aquella estructura que me cobija a diario y que ahora parece el refugio perfecto para desahogarme. Cuando por fin crucé la esquina de mi barrio me encuentro frente a frente con una escena dantesca. ¡A no, ahora sí que le parto el hocico! -¡Desgraciado! ¡O le quitas las manos encima a mi hermana o te meto este palo por el culo!- ¿Llorar? No, eso es para débiles, yo desahogo la tristeza golpeando a alguien y quién mejor que aquel vejestorio que quiere quitarme a Natalia. Gritando como desquiciado tomo una varilla de metal oxidado que encontré en el suelo y corro hasta aquel que osa a abrazarla, consolarla cuando él es el principal causante de sus tristezas. De pronto me encuentro con aquellos cuatro ojos observándome con sorpresa, los dos quedan pasmados ante mi feracidad y cuando estaba a punto de cumplir con mis amenazas, unas manos poderosas me toman por la cintura, deteniéndome al instante. ¡Qué hombre más forzudo es este! Quedo sorprendido con la virilidad de quien ha impedido una masacre. – ¿Esos son modales de un jovencito bien educado? ¿Acaso yo te he enseñado a ser tan grosero?- Escucho un voz enojada proveniente de mis espalda, una muy fina para ser de un cuerpo tan grande. ¿Cata eres tú? Y lo que pensé era un machote musculado, resultó ser mi amiga quién al verme tan ofuscado desde su salón de belleza, decidió salir al rescate para impedir que ocurriera una desgracia. ¿La fuerza se la dará Luchito? ¿O va al gimnasio sin decirle a nadie?

-Ya te lo he dicho antes, no dejaré que Natalia siga trabajando como actriz erótica, por ello es que he movido mis influencias para lograr que la despidan… Podrá buscar empleo como vendedora, promotora, cajera o aquello que se le ocurra, sin embargo siempre estaré allí frustrando sus intentos, ocupando el poder que me entrega el dinero… ¿De qué van a vivir si no tienen para comer? Entiéndelo, ella estará mucho mejor a mi lado, no tienes cómo poder ganarme… Por ahí hay muchas familias que podrían ocuparse de ti, te prometo que conseguiré una que pueda entregarte un futuro prometedor… Si ella se queda conmigo, todos seremos felices… ¿Aun así seguirás convenciendo a Natalia para que me rechace?- Cata me ha liberado de su agarre una vez me he calmado y justo en aquel momento, don Benjamín ha aprovechado para contarme lo sucedido. Mi hermana se encuentra triste, llorando desconsolada al enterarse que está cesante y quizás ya no pueda mantenernos. Aquel desgraciado está aprovechando su debilidad para acercársele, sin siquiera sentir descaro y es que él es el causante de sus problemas. Ahora se dirige a mí para convencerme, con aquella expresión tosca, con su ceño fruncido y observándome con desprecio, como si fuera una especie de ser infrahumano. La ira hace hervir mi sangre y cuándo estoy a punto de tomar nuevamente la varilla oxidada, mi amiga se adelanta y con toda la furia que aquel cuerpo de señorita puede generar, ocupa el palo para machacar el lujoso automóvil con el cual se desplaza el padre de Kevin. El vehículo que estaba estacionado frente a nuestro edificio, pronto se encuentra con el capó hecho trizas y el parabrisas roto a más no poder. Su dueño se queda perplejo ante el ataque de furia de Cata, inmovilizado contempla como es destruido progresivamente su propiedad. -¿Ves cómo ha quedado tu carro? Pues si sigues dañando a mis amigos pronto será tu rostro… ¿Sabes a cuántos he dejado deformes? Y mírame, sigo libre… Así es que métete todo el dinero que tengas y te lo introduces en el orto,  porque no permitiré que les hagas daño, ¿entendiste? Y será mejor que te vayas, porque hace una semana que no me tomo mis hormonas y aparte de salirme barba, me coloco muy agresiva…- Temiendo por su integridad, don Benjamín decide marcharse y dejarnos en paz, aunque en su rostro se muestra resentimiento, esta humillación nos la hará pagar.

Finalmente entramos al departamento, Natalia se encuentra notablemente devastada y es que se preocupa por el hecho de estar desempleada. ¿Cómo aquel hombre puede decir que está enamorado de ella cuando le hace daño? Cata nos acompaña, se da cuenta que no seré capaz de consolar a mi hermana. –Niña, no te preocupes, yo puedo ayudarles mientras encuentras un trabajo que aquel imbécil no pueda fastidiarte…- Dice la estilista mientras acaricia la espalda de la muchacha. Ella simplemente la observa con resignación. Usualmente rechazaría la ayuda y es que es muy orgullosa, pero ahora estamos en una situación complicada y cualquier cooperación es bienvenida. Sin ánimos, mi hermana decide recostarse, me encantaría decirle algo para alentarla, tan solo que mi alma sigue marchita luego de dejar a Recabarren, no soy la persona indicada para alegrar a nadie.

Luego de ver como entra a su cuarto sin más energías que las necesarias para mantenerse en pie, Cata se dirige a mí. -¿Y a ti que te sucede? Usualmente no eres tan agresivo, ¿acaso discutiste con Dieguito?- No hay nada que pueda ocultarle y ya ha sido mucha suerte la de haberla engañado todos aquellos días mientras pensaba en cómo terminar mi relación. Así le narro todo lo sucedido, desde la visita de doña Laura hasta cómo he dejado llorando a mi novio en aquella cafetería, hace tan solo minutos. Su rostro se descompone poco a poco, algunas veces disgustada, otras comprensivas, aunque la mayoría muy triste, tanto como si le hubiera dicho que su madre se ha muerto. Ya no hay palabras que decir y me quedo callado, esperando el veredicto de la pelirroja. Aquella sentencia no llega y simplemente me abraza fuertemente, como si buscara triturar cada uno de mis huesos. Sintiendo el calor de su cuerpo impregnándome, destroza cada una de mis corazas. Viéndome indefenso doy rienda suelta a mis sentimientos y aunque no quería, comienzo a llorar de la misma manera que lo hizo mi amado. ¿Por qué todo tiene que ser tan difícil? A mis sollozos luego se unen los de la estilista, quien se muestra sumamente afectada, colocándose en mis propios zapatos. –Lo siento, es que aparte de colocarme agresiva sin las hormonas, también me dan ataques de depresión… Ya me he tomado todo el helado de doña Panchita…- Me susurra al oído intentando despejar el llanto, aunque le es difícil y todo lo que escucho debo descifrarlo antes de comprender.

-Me siento orgullosa de ti, ¿sabes? Quizás has sido muy precipitado, en algún lugar no deben ser tan conservadores como en el Instituto General y pueden contratar a Diego, sin embargo el hecho de sacrificarte por el amor de tu vida, de darte cuenta que el amor no solo nace en tu corazón sino que también depende de la felicidad del otro, dan cuenta de lo mucho que has madurado a su lado… ¿Cuántos años te quedan de colegio? ¿Cuatro o cinco? Ese tiempo pasará rápidamente y no te darás cuenta cuando puedas estar con él sin remordimientos, sin hacerle daño…- Concluye mi amiga luego de nuestro ataque de llanto conjunto. Me hace sentir un tanto mejor, aunque nada me saca de la cabeza que este país aún no ha crecido lo suficiente, que todavía seguirán discriminando y que no hay un lugar donde Recabarren pueda conseguir empleo estando de novio conmigo.

La noche llega repentinamente y aunque intento dormir, los pensamientos agolpan incesantemente mi cabeza. Primero pienso en lo triste que ahora debe estar mi amado y lo mucho que estoy yo también, es que aunque he intentado ver películas pornográficas, estoy tan triste que no me ha causado nada. ¡Prometo que jamás me había sucedido! Recuerdo los momentos a su lado, las risas, los besos, las felaciones, los sémenes que eyaculó y esto causa que vuelva a llorar. Cuando por fin saco a Diego de mis pensamientos, otro sujeto irrumpe sin compasión. Así el rostro tosco y malhumorado de don Benjamín aparece como una pesadilla. No se detendrá hasta tener a Natalia, aquel desgraciado es un egoísta, solo quiere saciar sus pasiones con una bella joven como mi hermana, teniéndola en un departamento mientras vive con su esposa e hijo, escondiéndola mientras para todo el resto es una santa paloma. ¿Qué puedo hacer para impedir que nos separe? Pienso lo que queda de mañana sin éxito.

“Todo lo que ha dicho mi madre no tiene fundamento… Lucharé hasta conseguir trabajo y cuando lo haga, no tendrás más impedimentos para estar a mi lado. Te raptaré si es necesario.” Es lo que dice un mensaje que Diego me envió a las cinco de la mañana. Tal parece que tampoco pudo conciliar el sueño y luego de pensarlo mucho, llegó a una conclusión: luchará por aquello que desea. Anhelo que se haga realidad, tan solo que si consigue empleo ahora no será por sus cualidades, sino que por el hecho de ya no estar a mi lado. Lamentablemente aún importa mucho lo que el resto piensa de alguien, aquello puede destruir la vida de un inocente, incluso de alguien con tanto dinero como los Recabarren. ¡Esperen! ¡Ya sé qué debo hacer para detener al padre de Kevin!

Cuento los segundos para salir de clases, y es que todo lo que he planeado desde que leí el mensaje de Diego lo haré al finalizar mi jornada de estudio. Si aquel bastardo quiere jugar, pues lo haremos, y no sabe las tácticas que puedo emplear. Cuando suena la campana guardo todas mis pertenencias en la mochila y salgo de la sala raudamente. Corro por el patio, no tengo tiempo para nada, pero cuando más problemas tengo, más sujetos llegan a arruinar mi vida. De pronto me encuentro frente a frente con Arturo, quien me detiene afirmándome de los hombros. Usualmente ataca en grupo, es un miedoso incapaz de soportarme la mirada, tan solo que ahora se ha convertido en un matón solitario. –Los rumores se esparcen sin dificultades y a estas alturas lo que sucedió en el matrimonio de esas asquerosas lesbianas lo sabe todo el mundo… Todos en el colegio, incluso fuera de él, hablan sobre el indecente idilio entre el profesor Recabarren y tú, ese que incluso le obligaste a reconocer en público… ¿No te vergüenza corromper a gente decente como el maestro? ¡Eres un inmundo!... Ya no me importa si todos estás averiguando quienes atosigábamos al aquel negro. Te haré pagar por lo que has hecho… ¿Entendiste?- Me dice mientras cada vez aprieta con más fuerza. El dolor es tolerable comparándolas con las palabras que emanan de aquella boca pestilente.

A mi mente llegan los recuerdos de aquellos días en que Arturo era el mejor alumno en matemáticas, en que Diego siempre le felicitaba y hablaban en los recreos. Aquella conexión que incluso llevó al antiguo profesor a presentarme como este imbécil delante de sus padres la vez que los conocí. ¿Será por ello que se ha enfadado tanto? –Haré hasta lo imposible por impedir que sigas meneándole el trasero al maestro…- Sigue con sus amenazas mientras frunce el ceño, como si la idea de verme intimando con su ídolo le diera arcadas. –No sabes las maneras en que le mamé…- Le digo saboreando cada sonido, deleitándome con la repulsión que se genera en su rostro. Lo provoqué y a raíz de ello me golpea salvajemente en el estómago, tanto que llego a perder la respiración por un par de segundos. La mirada se me nubla y debo recostarme en el suelo para recobrar el aire, mis piernas simplemente sucumbieron. Viéndome desvalido y derrotado, se marcha victorioso, sin antes demostrarme con creces su triunfo. Su saliva escurre por mi rostro, gallarda y haciendo alarde de su poderío. Arturo acaba de escupirme y sonriendo ante aquella imagen, la de su enemigo postrado en el suelo y humillado, decide marcharse,  ya ha hecho lo que deseaba.

Si hay algo que he aprendido, es que no debo mostrarme débil ni siquiera un minuto. Buscando fuerzas de flaqueza, logro levantarme y mientras me limpio la cara de aquella esencia inmunda, me dirijo al muchacho que ya ha dado unos cuantos pasos, dándome la espalda a estas alturas. -¡No te preocupes, ya hemos terminado! Ya no soy el novio de tu querido maestro… Tal vez… Ahora si puedas estar a su lado… Porque para cualquier persona cuerda, lo que acaba de suceder… es fruto de los celos. ¡Claro! Por eso siempre eras tan atento en clases de matemáticas, por eso eres tan buen alumno, porque querías impresionar a Diego… debido a los sentimientos que has creado hacia él…. ¿Y entonces es verdad? ¿Qué detrás de cada homofóbico hay un homosexual reprimido?- No me compadezco de su suerte, y grito con voracidad cada una de las palabras. Se detuvo en seco para escuchar mis conclusiones y es tanta la impresión, que ahora le veo convertido en una estatua de sal, inmóvil y es que por supuesto, tengo razón.  Camino para encontrarle y golpeándole suavemente en la espalda, inyecto en su alma la última gota de mi veneno. –Si quieres puedo enseñarte como chupar una verga… Te hará falta para conquistarlo…- Y viendo sus facciones descompuestas, me marcho victorioso y es que esta vez no fue necesidad golpearlo, ahora el inteligente fui yo.

He liquidado a uno, ahora me falta el mayor de mis enemigos. Navegando en internet encontré la dirección de las oficinas de Benjamín Bolingroke y justo allí es donde ahora me dirijo. Usualmente la gente tiene miedo de hacer un escándalo, de hacer el ridículo y que todos se burlen. Pues yo soy la excepción y es que me da igual lo que el resto piense de mí, ellos no me ayudarán cuando enferme, ni me alimentarán cuando tenga hambre. Decidido a tomar el toro por las astas, ingreso a aquel edificio de cristal, finamente decorado, con vistosas estatuas en aquel hall de entrada. Nadie sospecha de un niño, tengo apenas trece años y gracias a ello logro evadir la seguridad para tomar el ascensor. Subo hasta el piso trece y allí comienzo con mi espectáculo, esperando a que la rata salga de su escondite.

En frente tengo el mesón imponente de una secretaria, quien comienza a observar extraño tras cada paso que doy hacia ella. ¡Mentalízate! Pienso en todas las situaciones dolorosas que he vivido, solo una acapara mi mente y es que todavía sufro por haberme separado de Diego. Reúno esos sentimientos y logro llorar, las lágrimas raudamente acaparan la piel de mi cara y cuando me encuentro frente a la mujer ya parezco un pequeño bebé sollozando de pena, conmoviendo todo corazón femenino. –Usted… usted… ¿Podría… ayudarme?...- Es lo primero que digo, haciendo uso del rostro infantil que aún poseo. Logro ver cómo la secretaria se conmueve ante mi presencia y luego de un rato, muchos otros ejecutivos que trabajan en aquel piso, se acercan hasta el temeroso infante que solloza quizás por qué razón. –Lo que sucede… es que… mi mamá trabaja para don Benjamín Bolingbroke… Ella es sirvienta y como somos pobres, vivimos en su mansión… Él siempre ha sido un buen hombre, casi un padre para mí… tan solo que hace poco mi mamá enfermó y necesitamos mucho dinero para su tratamiento… Yo le pedí ayuda al patrón, pero él me pidió algo a cambio…- Y dejando la situación en suspenso, me percato que más de veinte personas están a mí alrededor escuchando mi historia. Las mujeres lloran al igual que yo debido a la pena, mientras los hombres muestran su rostro acongojado, intentando no sollozar. –El comenzó a… tocarme… aquí… y aquí…- Apunto a mi pene como también a mi trasero mientras las facciones de todos los presentes se desfiguran debido a la noticia, su jefe resulta ser un violador. –Me dijo que… cuando estuviera preparado para… hacer algo más… le avisara… que solo así nos ayudará a mi madre y a mi…- ¡Bingo! Ya todos han mordido el anzuelo y solo hace falta el transcurso del tiempo para que el rumor se expanda por la empresa y el mundo. Él tiene dinero, pues yo tengo mi brillante boquita.

El ascensor se abre y todos comienzan a murmurar, es que quien acaba de llegar es precisamente el centro de todas las especulaciones. El padre de Kevin camina en medio de todos sus trabajadores, quienes lo observan con desaprobación, impresionados con la maldad que puede brotar de aquel pelo cano. Yo por mientras sigo llorando, a la vez que la secretaria me abraza y consuela como si simpatizara con mi situación, protegiendo al pobre pequeño que debe ser víctima de la pasión de un desgraciado. -¡Es un cerdo asqueroso!- Grita la mujer cuando ve llegar a don Benjamín. El hombre no entiende nada hasta que se percata de mi presencia, mientras sigo actuando me observa con desagrado, ya sabe que le estoy atacando. Furibundo me levanta de un brazo y me arrastra hacia su oficina, despertando la ira de los presentes. -¡Violador!... ¡Sucio animal!...- Entre tantos otros insultos que hacen que mi alma se eleve por los cielos, aparte de director creo que debería convertirme en actor.

Nos encierra en su amplio despacho y con ferocidad me obliga a sentarme en un elegante sofá. Me enfrenta mirándome detenidamente a los ojos, como si estuviera a punto de asesinarme. -¿Qué estás haciendo? ¿Acaso inventaste que te violo? Pero que imbécil eres, solo con unos exámenes podemos comprobar que es mentira, ¿así es como quieres derrotarme?- Dice con convicción, delante de los actos infantiles que acabo de cometer. ¿Acaso me crees tan tonto? Pues no. –Una demanda se demora mucho tiempo, mientras tanto puedo vender la noticia a los programas de televisión, ¿a quién crees que apoyará la gente? ¿A un pobre chico violado? ¿O a un millonario con rostro poco amistoso? Puede que después todos sepan que fue mentira, pero… soy todavía un niño. No iré a la cárcel y de todos modos, mientras surjan las dudas tu credibilidad se arruinará tanto que las acciones de tus empresas se desplomarán en cuestión de instantes… Podrás demostrar la falsedad de mis acusaciones, tan solo que será muy tarde y mis actos ya te habrán hecho perder mucho dinero.- No me intimida y le demuestro que puedo llegar a ser inteligente. ¡Oh por Buda! Ahora que lo pienso es lo más sagaz que he dicho en mi vida… para no tomar atención en clases he aprendido bastante. ¿Será que a través del sexo se me transfirió algo de la inteligencia de Diego? ¿Habrá sido su semen? No es hora de sacar conclusiones, todavía debo contemplar el rostro inmuto de este hombre, lo he dejado perplejo.

Me levanto del sofá para quedar a su estatura, esta es mi sentencia final. –Deja de meterte en nuestras vidas… podré ser joven y pobre, pero créeme que si he vivido todos estos años ha sido porque he aprendido a luchar… Los pensamientos son más poderosos que el dinero y puedo destruirte mucho… ya sabes… mientras más alto estés, más fuerte es la caída… tú querido, eres muy fácil de botar… ¿Le devolverás el trabajo a Natalia?- Le pregunto con seriedad, a lo que el hombre debe respirar hondamente para hacer frente a la situación. Me da la espalda mientras comienza a caminar por el despacho. Medita impaciente, como si se hubiera dado cuenta de algo importante. –No pensé que fueras tan astuto… Está bien, supongo que debo rendirme… Tú ganas, ya veo que me harías perder mucho dinero… Si hay algo que admiro en alguien, esa es la determinación… Y tú la tienes…- ¡Por fin! He pisoteado a un gigante, le he ganado y he protegido a mi hermana. No dejaré que nadie me separe de aquella mujer, la amo y no permitiré que nadie se aproveche de su ingenuidad. 

Notas finales:

Bueno... espero que les haya gustado :P

Nos leemor pronto!!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).