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Baby Pornograph por jotaceh

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Notas del capitulo:

Hola a todos :D

Espero que se encuentren muy bien y que todos sus sueños se estén cumpliendo !!!

Bueno... aquí les traigo un nuevo capítulo... espero que lo disfruten...

¿Saben? Todavía quedan algunas sorpresas por leer... así es que estén atent@s ;)

DE TODOS MODOS... me gustaría hacerles una pregunta...

Sucede que ya estoy planificando la siguiente historia... SÍ... seguiré escribiendo después de finalizar BP jajajajja 

Por ello, es que me gustaría que me ayudaran a elegir entre dos historias que tengo en mente... Se las comento a continuación... (solo es una aproximación, no les comentaré lo central, porque después se pierde la gracia jajajaja)

FANFIC 1: 

Lo principal es que trata sobre lo bueno que tenemos en el interior... Será en tono de comedia, sin nada de drama... o sea, que no llorarían xD peeeeero, tengo pensado que sería bastante TIERNO, CUTE, KAWAII... o como quieran decirlo, por lo que no harbía LEMON :P 

 

FANFIC 2:

Se centra en las apariencias, en las caretas que creamos para atraer a los demás... además de tratar el tema de la pobreza en latinoamérica... Esta historia contaría con comedia, pero no sería tan habitual como en Baby Pornograph... contaría con más drama y con MÁS LEMON ajajjaaj porque si supieran el Seme que he imaginado xD se darían cuenta el por qué xD aunque es taaanto lemon como en BP :P

Así es que quiero saber su opinión, ¿cuál de las dos prefieren? 

PD: no acepto un AMBAS ¬¬ quiero que elijan irremediablemente una de las dos... SIIIII señor@s... les conozco y sé que más de un@ diría que escribiera las dos historias jajajajaj xD

CAPITULO XXX: Sólo se necesita apoyo.

Me duele la cabeza y los ojos, es que no pude dormir en toda la noche. Pensé en todas las consecuencias que me traería el poseer VIH desde mis trece años, siendo la peor aquella que viene de la mano con la desgracia de Diego. No me podría perdonar el haberle arruinado la vida al hombre que amo. Primero fue la culpa por impedirle encontrar trabajo y ahora, destruir su salud a causa de una relación casual con un chico del colegio. ¿Qué me responderá cuando le cuente sobre mis dudas? ¿Me abandonará como castigo? ¿Debo decirle la verdad o debo esperar a confirmar si realmente poseo el virus? Esas y muchas otras preguntas bombardearon mi cabeza con inseguridades, fue demasiado trabajo y al final, no pude dormir. Ahora veo cómo los primeros rayos del sol invaden temerosos en mi cuarto. Nunca quiero ir a clases, solo que ahora realmente no me siento capaz de hacerlo.

Mientras combatía con mi consciencia sobre ir o no al colegio, irrumpe Natalia en mi cuarto. -¿Estás despierto?- Me pregunta aun cuando recién ha observado mis ojos abiertos. –Acabo de llegar de una fiesta y me he encontrado con Matías durmiendo en el sofá… usando tu ropa… y eso me pareció muy extraño… supongo que no son amantes… ¿verdad?- Me dice un tanto incrédula, como si temiera que me enojara por insinuar aquella conjetura. Claro, ella no sabe toda la historia detrás de cómo conocí al chico de los ojos celestes, solo imagina que somos amigos y nada más. La miro detenidamente por unos minutos, esos en los que ella comienza a impacientarse por saber lo ocurrido. ¿Debería decirle la posibilidad de haberme contagiado con VIH? Ella es toda mi familia y si realmente estuviera enfermo, necesitaré de su apoyo, pero me da mucho miedo, no quiero verla sufrir por mi culpa.

Finalmente no aguanto y comienzo a llorar como no hacía desde la muerte de Cata. –Lo que sucede es que… es que… posiblemente… me he contagiado… con el VIH…- Le digo entre sollozos, tiritando por el pánico que me da el estar confesándole mis pesares. El cuarto se repleta de un silencio sepulcral, mi hermana se ha quedado congelada y no me responde nada. Quiero saber si se ha enfadado, si está triste, si desea golpearme, cualquier cosa es mejor que esta indiferencia, esta paz tan inquietante que me tiene en vilo.

-¿Has tenido relaciones sexuales?- Me pregunta luego de un largo tiempo de espera. Debo reconocer que mi primera reacción fue reír. El hecho de tener tanta experiencia en aquel ámbito y que aun así Natalia crea que soy virgen, me parece de lo más cómico. ¿Cómo puede creerlo luego de saber que estoy de novio con un veinteañero? ¿Acaso piensa que solo nos hemos besado y nada más? –Bueno… tampoco soy un niño y ya sabes que estoy con Diego, entonces… no puedes seguir creyendo que sigo conservando mi lechuga… pero, sucede que antes de formalizar mi noviazgo, yo… tuve un idilio con Matías y ahora él… me acaba de confesar que tiene ese virus y… cabe la posibilidad que me haya… infectado…- Le digo de una sola vez todo lo sucedido, no quiero seguir ocultándole nada más. Nuevamente se crea un incómodo silencio. Ella mira a través de la ventana cómo las nubes se mueven por el cielo, frágiles y raudas mientras son embelesadas por la majestuosidad del Sol matutino. Espero a que reaccione, solo que eso me termina impacientando aún más. Me escondo entre las frazadas de mi cama, ante el miedo que me da su futura reacción. Nunca le he visto enojada, solo que la noticia amerita que ocurra lo impensado. Al rato escucho cómo la puerta se cierra, mi hermana se ha marchado sin decir palabra alguna, sin responderme ni confortarme como tanto lo necesito.

Su lejanía sólo produce que las lágrimas no cesen de transitar por mi rostro, humedeciéndolo y sumergiéndome en un profundo vacío. La he perdido para siempre. O eso es lo que pensaba, porque al rato abre nuevamente la puerta para dirigirme enérgicamente la palabra. –Vístete… tenemos que ir al doctor ahora mismo.- Salgo de mi escondite entre las frazadas y la veo con una tenida nueva, peinada y sin todo el maquillaje con el cual llegó, se ha arreglado para salir. –Tenemos que saber ahora mismo si tus inquietudes son reales… Pase lo que pase voy a estar a tu lado, te cuidaré y juntos saldremos adelante, ¿entendido?- Me dice convencida, como si nunca lo hubiese dudado. Claro, ¿cómo no pude confiar de su amor? Ella nunca me ha fallado, siempre ha estado en los momentos en los cuales más la he necesitado y ésta no será la excepción. Me levanto apresurado y corro a sus brazos, para dejar morir mi llanto en su pecho. No sé qué haría sin ella, es uno de los pilares fundamentales de mi existencia.

-Lo primero que tienes que saber es que no es lo mismo VIH que SIDA. El primero es simplemente el virus. Puedes ser portador de él y gracias a los tratamientos adecuados, impedir que se genere la última fase de la enfermedad, que es el SIDA. Éste es cuando el virus ya ha eliminado todas las defensas de tu cuerpo y los otros virus, los oportunistas, pueden ingresar a tu cuerpo fácilmente… No está bien dicho que la gente muere de SIDA propiamente tal, sino que lo hace de las otras enfermedad que desencadena el virus, a veces, un resfriado mal cuidado puede llevarte al deceso. Con los avances actuales y descubriendo el contagio tempranamente, es posible llevar una vida normalmente, e incluso, llegar a un estado de indetectable, que es casi como si te hubieras sanado… primero que todo, ¿ha transcurrido más de tres meses desde la posible relación peligrosa?- Son las palabras que la doctora Jáuregui me dice tranquilamente. Imaginé que se alarmaría por mi edad, que me daría un terrible sermón por mi irresponsabilidad, incluso que sacaría una biblia y me diría que me iría al mismísimo infierno. En realidad, la mujer es bastante comprensible y realiza su trabajo con un profesionalismo ejemplar. –Nunca he tenido relaciones sin preservativos, y creo que jamás se ha roto durante al acto… pero puede que me haya contagiado al realizar sexo oral o por la saliva… ¿esas posibilidades existen verdad?- Le respondo luego de un buen rato de conversación médica. Percibo la inquietud de Natalia al oírme hablar de aquella manera, parece que todavía no puede creer que su pequeño hermano se haya iniciado en el sexo. –Para ser sincera, el condón no es cien por ciento efectivo, por lo cual puede que haya cierta probabilidad de contagio por dicho método… Ahora bien, es muy poco probable el contagio vía oral, ya que el líquido preseminal o vaginal no contiene gran concentración del virus, al igual que la saliva… junto ello, deberías haber tenido una herida en la boca por donde la secreción hubiese podido ingresar a tu torrente sanguíneo… Según estudios, es poco posible la infección de VIH mediante dichas vías- Esta mujer es Dios, porque sabe mucho del tema y me da tanta seguridad que cada vez tengo menos miedo, tal vez no esté enfermo realmente.

¿Les había dicho que le temo a las inyecciones? Pues esa es la verdad y cuando la enfermera de la doctora me saca una muestra de sangre, siento cómo toda la energía de mi cuerpo se detiene, mi corazón colapsa y mis manos comienzan a sudar. Es la peor sensación de todas. Me gusta que cosas puntiagudas ingresen a mi cuerpo, pero no precisamente en forma de jeringas. La regordeta se lleva mi preciada sangre para realizar los exámenes, dentro de dos semanas estarán los resultados y durante dicho tiempo deberé mantenerme sereno, no vaya a ser que termine internado en un centro psiquiátrico.

Lo único bueno de la visita al hospital, es que falté a clases. El camino de regreso a casa lo paso abrazado a mi hermana, no quiero despegarme en ningún momento de ella, como cuando era pequeño y todo me daba miedo, así mismo estoy ahora. Al llegar a nuestro departamento, debemos enfrentar la realidad de Matías. Le han echado de su hogar y no tiene dónde más ir, todavía no le he dicho aquello a Natalia, más que mal es ella la dueña de casa. Contemplamos al muchacho sentado en el sofá, recto como una tabla, nervioso como novio antes del matrimonio. –He ordenado la sala, lavé la losa sucia de la cocina y barrí un poco el suelo…- Nos dice sin siquiera saludar, como queriendo recalcar que no es un mal allegado. En aquel momento veo a la actriz pornográfica observando detenidamente a Della Rovere, no ha sido necesario contarle las penurias que ha debido sortear para comprender su situación. –Puedes quedarte todo el tiempo que quieras… En este hogar siempre habrá cabida para un amigo.- Y así es como queda zanjado el asunto y es que el corazón de esta chica es tan enorme, que no cabe en su delicado pecho.

Para ser sincero, hace mucho que no veía el departamento tan limpio, quizás deberíamos contratar al chico de ojos celestes como sirviente. La mayor de las sorpresas nos la llevamos a la hora de almuerzo, cuando Matías cocina unos deliciosos ñoquis. -¿Cómo no podría cocinar este tipo de comida si mi padre nació en Florencia?- Nos dice al reconocer la impresión en nuestros rostros.  En realidad creía que todo lo que sabía hacer era jugar al fútbol y tener sexo, más que eso, imaginé que su cerebro no sería capaz. Es extraño que gracias a una desgracia venga a conocer mejor al muchacho, quizás qué otros trucos más tenga debajo de la manga. Si hubiese conocido esta faceta escondida de él, ¿me podría haber enamorado?

-¿Trajiste tu uniforme escolar contigo?- Pregunta de pronto Natalia, cambiando rotundamente el tema sobre lo duro que fue para Matías vivir todo este tiempo en la calle. El chico reconoce que perdió todo en un robo, durante los primeros días como mendigo. –Pues entonces te compraré uno nuevo… debes seguir estudiando, seguir con tu vida como si nada hubiese sucedido… Mañana mismo iremos con la doctora Jáuregui para comenzar con el tratamiento médico, ¿ok?- Sentencia tajantemente la mujer, no dejando posibilidades para refutarla. Sinceramente quiere ayudar a Della Rovere, no se podría perdonar que perdiera su vida sin luchar, especialmente siendo tan joven. El ver aquella escena me conmueve de sobremanera y es que la generosidad de mi hermana no tiene límite, estoy tan orgulloso de ella. El chico de los ojos celestes también lo siente así y es que no puede evitar llorar, se siente acogido por alguien que no conoce mucho, querido por aquellos que no son su familia. Una nueva esperanza ha llegado a su vida y la ha conseguido de un lugar que jamás hubiese imaginado, de la misma chica con quien quiso acostarse desde un principio y que por lo cual, terminé chantajeándole para intimar con él. ¿Se acuerdan de todo ello? Pues sí, no lo olviden.

Luego de comer escuchamos el timbre, soy yo quien va averiguar quién busca. Resulta ser Kevin quien se ha preocupado por mi inasistencia a clases. –Pensé que ya te sentías mejor y que no faltarías más, ¿qué ha sucedido?... Te traje mis apuntes para que te coloques al día…- Me dice mientras le hago pasar. Pareciera que se ha impuesto convertirse en mi amigo, porque la forma en que me habla y sus acciones, demuestran una verdadera preocupación. Me siento bien recibiendo su fraternidad, solo que mientras pienso en ello, recuerdo que él también estuvo involucrado con Matías, ¿podría ser que esté contagiado? Me sumerjo en mis divagaciones mientras Bolingbroke queda sorprendido al ver a Della Rovere aparecer de la cocina. -¿Qué haces tú aquí?... ¿No estabas resfriado?- Es lo primero que pregunta al no encontrar una solución aparente para sus inquietudes. Veo en los ojos celestes de aquel muchacho las mismas interrogantes que a mí me están aquejando, tan solo que él se atreve a actuar. Serenamente se lleva al rubio al balcón para comentarle lo sucedido y las sospechas que nos están rondando. Me quedo en la sala mientras les veo platicar a través de la ventana. El cambio en el semblante de Kevin es sorprendente, todo el mundo se le viene encima, tal como debí verme yo al saber sobre el VIH. Se terminan abrazando debido a lo impactante de la noticia. Es una noticia que nadie esperaba, una bomba que puede destruirnos la vida a todos por igual.

Cuando mi supuesto primo se mejora de la impresión, nos sentamos los tres en la sala para platicar claramente sobre lo sucedido. – Mucho antes de conocerlos a ustedes dos, conocí a una chica llamada Oriana durante una fiesta, como era costumbre, terminé en la cama con ella… pero estaba tan borracho que se me olvidó utilizar condón... Hace dos semanas ella se acercó a mí, me buscó para contarme que le habían diagnosticado VIH y que quería contárselo a todos aquellos que podrían haberse contagiado también… No recuerdo bien, pero parece que a ella la infectó un antiguo novio, el mismo que la engañó con una prostituta, que es el inicio de toda esta cadena… Atemorizado me realicé los exámenes y para mi desgracia, dieron positivos. Obviamente necesitaba el apoyo de mis padres, por lo que les comenté lo ocurrido, solo que no recibí la ayuda que esperaba de ellos, al contrario… decidieron echarme de su casa… argumentaron que era un peligro para mi hermanita menor, que en cualquier momento podía contagiarla y que finalmente, todo lo que me sucedía es culpa de mi inmadurez… Así me quedé en la calle y pasé los últimos días durmiendo a la intemperie. Tenía miedo de aceptar lo que me había sucedido, hasta una noche que soñé con la sonrisa de Renato… tenía que decirte que también podías correr riesgo y por eso vine hasta tu casa… Jamás imaginé que tu hermana me apoyaría de esta manera, de la forma en que mis padres no lo hicieron…- Es la sincera confesión de Matías, quien ya no es capaz de seguir llorando y simplemente se resigna a narrarnos su experiencia. De reojo veo la reacción de Kevin, quien sigue perplejo ante la situación en la cual se encuentra. Repentinamente me invade una energía nueva, una que jamás había experimentado. Se presenta justo ahora la sensación de grupo, de una unidad que se ayuda en los momentos difíciles, repletando mi pecho de convicción y bondad. Abrazo a estos dos chicos para sentirles cerca, parte de mí y de esta situación de la cual saldremos juntos, batallando como buenos guerreros. -¿Cuándo se lo contarás a Diego?- Es la pregunta del rubio que rompe toda la magia reinante. Claro, la escena era tan perfecta que debía ser interrumpida. Se me había olvidado por un momento que él también puede estar involucrado. ¿Cómo se lo digo? Me muero del miedo tan solo al imaginar su reacción.

Al otro día irremediablemente tuve que regresar a clases, sin embargo esta vez fue diferente, porque el trayecto al colegio no lo hice solo, sino que con mis dos nuevos mosqueteros. Los tres tenemos miedo de nuestro futuro, por eso es que somos buena compañía para los demás, así las penurias parecen no ser tan graves. Los profesores son igual de aburridos que siempre y yo no les tomo atención como es costumbre. Ahora menos que nunca puedo estar atento, imágenes de Diego enfadado, alejándose de mi lado, llegan a cada rato a mi cerebro, aquejándome y haciéndome más difícil reunir el coraje para contarle mis sospechas. Seré el único responsable de destruirle la vida… bueno, en realidad tampoco es que le he violado, él también lo ha hecho con consentimiento y es mayor de edad, algo de responsabilidad posee ¿no? De todos modos muero de pánico al imaginar cómo reaccionará.

Camino hacia el baño luego de almorzar. Es extraño observar a Kevin mientras comparte con Matías. Le invade un aura nueva, mezcla entre miedo y amor. Le ama todavía, no ha podido olvidarle aun cuando ha sido rechazado en variadas oportunidades, a la vez que teme por haberse podido contagiar de VIH por su culpa. Cualquiera pensaría que por su personalidad, ahora estaría derrumbado o culpando al de ojos celestes por su infortunio, sin embargo ha tomado la situación de una manera madura. ¿Qué estará pasando por su mente?

Mis divagaciones son interrumpidas por una discusión al fondo del pasillo. Curioso, camino hasta el lugar para averiguar qué acontece. -¿Cómo sabes que no necesitas de una verga? A todas las mujeres les gusta y no creo que tú seas la excepción… Eres tan femenina, que no puede ser verdad que seas lesbiana… Tal vez no has conocido al hombre indicado, quizás yo pueda curarte… ¿no lo quieres intentar?- Es lo primero que escucho. Se trata de uno de los nuevos profesores, esos que han sido contratados hace poco luego de la purga ocurrida tras el suicidio de Dieter. El hombre se dirige galantemente a Adriana, la antigua bailarina que sigue siendo mi maestra de lenguaje. No hay que ser genio para enterarse que la pobre está siendo acosada por aquel cavernícola. ¡Pero qué par de piernas se gasta! Me encantaría saltar sobre ellas, claro… si es que no estoy enfermo… y si no estuviera de novio con Diego… En fin, es solo una forma de decir. No es feo, debo reconocerlo, solo que su forma de hablar denota su falta de intelecto, es un completo atrasado, uno muy sexy, solo que imbécil.

Pronto veo cómo reacciona la mujer. Se acerca lentamente a aquel enorme varón, mirando fijamente su pecho para luego tocarle delicadamente. El profesor sonríe victorioso, como si hubiese conseguido encantarla, solo que al rato, siente como las delicadas manos de Adriana aprietan con ferocidad sus huevos. Siento compasión por el hombre y es que hasta a mí me da dolor, prácticamente quiere exprimir aquel par de testículos. –Escúchame bien pedazo de mierda… estoy felizmente enamorada de mi esposa y ningún musculoso calentón vendrá aquí a decirme si estoy bien o no… supongo que adoras a este par, por lo que te lo advierto… si vuelves a seducirme, tomaré el cuchillo más afilado del casino escolar y te arrancaré de cuajo esta carne que te cuelga… Prometo que te dejaré una preciosa vagina… así y quizás puedas gustarme aunque sea un poco… ¿comprendes bastardo?- Y por un segundo siento como si fuese yo a quien le fueran a cortar los testículos, créanme que debe ser horrendo experimentarlo. Ya advertido, la profesora decide dejarle atrás, supone que no le molestará más. Como estoy conmocionado, no atino a retirarme y termina descubriendo que la estaba espiando.

-Sabía que ese cretino no podía traer nada bueno…- Es lo primero que comenta Adriana tras contarle lo que me ha sucedido con Matías. Al verme, la mujer se dio cuenta de inmediato que algo me aquejaba, así tuve que sincerarme con ella. Estamos sentados en una banca apartada, debajo de un sauce que ha comenzado a verdear hace poco. La primavera está llegando lentamente, dejando atrás al frío invierno. En aquel lugar me sinceré y le pedí consejo a la bailarina, es que ella conoce más que nadie a Diego, sabe cómo reaccionará cuando le cuente mis sospechas. –Es tu novio… te ama y jamás te dejará abandonado. Es la persona más fiel que hay, es peor que un perro amaestrado, jamás renunciará a su amor, aun después de saber que pudiste haberle contagiado el VIH… Si fuese así, lo más probable es que no se derrumbará, porque querrá que ambos salgan adelante juntos… ¿En serio sigues sin confiar en Recabarren? Si es la persona más terca de esta mundo, no te va a dejar tan fácilmente…- Es el consejo que finalmente me da la pecosa. Aquellas palabras me hacen entender lo equivocado que estaba y es que tiene razón, siempre desconfío de sus reacciones, siendo que nunca me ha defraudado. Así decido que debo reunirme con él después de clases, no aguanto más, debo decirle la verdad cuanto antes.

Camino de un lado hacia el otro, he llegado antes de lo citado y ahora espero impaciente la llegada de mi novio. Me encuentro frente a la pileta central de esta plaza, una de las tantas que decoran la ciudad y que siempre sirven de punto de reunión para las parejas citadinas. De pronto unas manos tapan mis ojos y una voz aparece a mi espalda. -¿Quién soy?- Dice Diego tratando de fingir la voz. No tengo ánimos de aquellos juegos, por lo que simplemente me volteo y sin decir palabra alguna le beso con toda la intensidad que mi amor puede generar. –Que romántico estás hoy… pues creo que es el día perfecto, tengo una buena noticia… ¿Sabes? He sido contratado en el colegio Fernández de Castro, gracias a ti volveré a dar clases, a hacer lo que más disfruto en este mundo, ¿no es genial?- Me dice mientras dibuja una amplia sonrisa en su rostro, demostrando lo dichoso que se siente. Un fuerte vacío se crea en mi interior al saber que arruinaré toda aquella felicidad al revelar mi secreto. Sin embargo, no daré mi brazo a torcer, le diré aquello que tanto me aqueja. -¿Qué sucede amor? ¿No estás feliz por mi contratación?... ¿Te ha sucedido algo malo?- La alegría en su rostro se desvanece inmediatamente, se preocupa al ver la seriedad en mis facciones. Acaricia mis mejillas a modo de tranquilizarme. Este es el momento, debo reunir coraje y decirle todo de una vez. –Yo… sucede que… Matías tiene VIH… entiendes lo que eso significa ¿verdad?- No me atrevo a contarle claramente, por lo que solo atino a decirle aquellas palabras. Nuevamente encuentro aquel silencio, el mismo que viví con Natalia. ¿Qué está sucediendo en tu mente? ¿Qué va a hacer con nuestro amor? 

Notas finales:

Gracias por leer!!!!

Nos leemos.... en los comentarios jajajaja xD

 

O..... En el próximo capítulo :P


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