Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Midori no Rescue por Cliosan9

[Reviews - 20]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠


Holas que tal chicos y chicas lindas, les taigo aquí el capítulo final de este fic. Muchas gracias a todas las personas que le dieron una oportunidad,  a quienes leyeron el doujinshi para comentar aquí, estoy feliz que les gustara mi adaptación de esta historia, espero haber alcanzado sus espectativas tambien con este capítulo final. Muchas gracias por seguirme y comentar. en fin gracias :v 


Por ahora no tengo ningun proyecto one piece, pero estoy escribiendo en KnB por si alguien tambien le gusta el fandom. Sin más cháchara les dejo el capítulo


♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠  

LA CONCLUSION


Seguían apareciendo uno detrás de otro, no sabía cuánto tiempo ya había estado en ese edificio. Cada piso era más problemático que el anterior, ellos advirtieron de su presencia y salieron armados, el solo llevaba sus katanas, si bien eran una buena arma y bastante silenciosa es muy difícil competir con armas de fuego, ahora solo se valía de su habilidad y habilidad para poder burlarlos y asesinarlos. Caían desplomados en el piso de manera casi automática cuando les cortaba el cuello y seguía avanzando. Él no había salido ileso, ya tenía algo de 4 roses de bala que le empezaban a escocer y algunos cortes, esto había hecho que estuviese empezando a desangrarse y la conciencia empezaba a perderse por el esfuerzo que hacía.


¿Cuántos pisos faltan?


Se preguntó a sí mismo, ¿había sido buena idea ir de buenas a primeras piso por piso? Ya no estaba seguro, ni tampoco importaban cuántas vidas iba tomando, había dejado de contarlas en el piso dos. No importaba mientras pueda terminar esa misión y poder regresar a su costado. Ah, tenía hambre, mucha hambre y sed por sobre todo, el sabor metálico de la sangre en sus labios sólo le hacían extrañar con más fuerza el sabor de la comida de Sanji. Es ahora cuando se da cuenta que hubiese sido buena idea tomar el bento que le había ofrecido.


Descansó un poco, tiene una herida en la pierna, que ha mermado en su velocidad pero para los lentos esos acostumbrados a disparar a lo bobo, no era ningún problema haber sido ralentizado, sus katanas harían todo el trabajo. Llegó un punto donde ya no podía sostenerse, ellos seguían llegando y llegando y ya tenía el brazo izquierdo perforado, en cualquier momento uno de ellos saldría y le dispararía de manera certera, había dejado de ser una amenaza. Dos balas más en su pecho que le hacen escupir sangre. Se culpa a sí mismo, de todo el tiempo que tal vez le hizo perder a Sanji, lo ama realmente lo ama, pero puede que si no lo hubiese conocido ya hubiese aprovechado el tiempo para conocer una bella señorita y ya tuviese un niño de 10 años. Zoro toma aire dificultosamente, le duele respirar profundo pero aun así suspira sonoramente, una década es demasiado, nunca se había interesado por nada tanto tiempo que no fuesen sus espadas, quería ser un gran espadachín todavía no lo había logrado, después de todo no estaría allí lamentándose si así fuera. Podría renunciar a todo ahora mismo, sólo con un último deseo: Quería verle de nuevo una última vez.


*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º


Sanji corre en busca de la dirección que le han pasado, no es difícil ubicarlo, después de todo es un gran edificio iluminado con luces de neón algo estrambóticas. Servía como lugar de oficinas, no imaginaba que esa sería una cede de una organización enemiga a la de Zoro, obviamente también Yakuza. Las lunas están polarizadas y no se ve el interior, al entrar todo su panorama cambia, en recepción yacía un cuerpo con el teléfono descolgado otro más tirado en medio del pasillo. Zoro ya había comenzado y siguiendo el rastro de sangre que se dirigían a las escaleras, lo más probable era que ya habría estado subiendo. Quiso ir detrás de el en su ayuda, pero hubiese desperdiciado el tiempo, confiaría en la habilidad de Zoro y le daría una mano con los peses gordos, que según lógica cliché de Yakuzas se encontraban en el último piso. No se hizo problemas para encontrar un ascensor, espero un rato hasta que esta bajó justo con uno de ellos quien salía nervioso de alguno de los pisos superiores. Sin atisbo de duda lo mató destajándole el cuello, su manera de pelear era otra, pero ahora no debía dudar en usar sus preciadas manos o no, estaba en juego la vida de la persona quien más amaba, así que después podía maldecirse. Subió hasta el piso más alto y en efecto tenía razón, el jefe se encontraba con algo de 4 guardaespaldas con automáticas quienes esperaban  cerca de la puerta. Acorralados como estaban solo atinaron a pedir ayuda a otros grupos aliados pero por la voz de desesperación del hombre se podía deducir que nadie iba a venir a rescatarlos. Se valió de sus largas piernas para aparecer detrás de uno de los hombres, lo degolló y con la mano que aun sostenía la automática empezó a disparar a todo y todos  usando el cuerpo como escudo. Ultimo piso hecho, ya habían destruido al rey ahora solo quedaba comerse a los peones.


Bajó y encontró un escenario parecido, había muy poca gente, pero la que estaba allí estaba esperando emboscar a Zoro en las escaleras, que casi no repararon en su presencia, rápidamente usando la pistola automática disparó a todos, hubo fuego cruzado durante unos minutos hasta que escuchó el sonido metálico de la pistola retrayéndose señal de que le faltaban balas, sin demorar corrió hacia su enemigo asesinándolo. Penúltimo piso hecho.


Siguió bajando de pisos, utilizando las técnicas que había aprendido cuando vivía con su padre, sin piedad, sin misericordia, fría y calculadoramente con el fin de sobrevivir. Fue cuando le vio, le había clavado la Wakizashi en la cabeza de un hombre, cuando escuchó a alguien desear la muerte, primer disparo, salió corriendo velozmente, al otro lado del pasillo, vio como Zoro era apuntado con una pistola, este estaba en el suelo, con un aire de resignación, no sabía si la sangre sobre él era suya, pero buscando entre los cadáveres encontró rápidamente una pistola cuya bala se instaló en la cabeza de aquel hombre repugnante.


Zoro lo miraba con los ojos abiertos en sorpresa, se limpió la sangre del rostro y rio para sus adentros, era la primera vez que veía esa expresión en él, y bueno quien lo esperaba, probablemente él se había resignado a morir, vio su cuerpo mal herido y se maldijo por no haber terminado antes.


-Vine a recogerte – dijo intentando regular su respiración por la agitación. – Sabía que este era el tipo de mundo en el que vivías por lo tanto estaba preparado para el día en que te irías para nunca volver


Su voz iba quebrándose cada vez, mientras que paso a paso se acercaba al cuerpo maltrecho del peli verde. Sus pies cansados del esfuerzo y ahora relajados por el alivio de verlo con vida se desplomaron como plomo en el piso y lo abrazó, como si la vida se le fuere en ello.


-Pero… es obvio que lo odiaría… idiota.


Sanji no pudo suprimir sus lágrimas, aunque había estado luchando para que estas no salgan. Zoro aun en su sitio, seguía estático por la impresión, lo había deseado tanto de corazón volver a verlo, pero ¿Cómo había llegado allí? Había aparecido por el lado contrario a donde él venía significaba que ¿Había matado a todos los de los pisos superiores? Los ojos del peli verde se enfocaron en los cuerpos tirados detrás del rubio, no había manera de que él lo hubiese hecho, podía ver la sangre brotar desde la escalera ubicada  varios metros frente a él. ¿Había dejado que sus manos se manchen? No pudo articular ninguna de esas palabras, sintió la humedad de las lágrimas del rubio en su hombro y lo abrazó, mal herido como estaba hizo el esfuerzo por rodearlo con sus manos.


-Tenía que verte – dijo con la voz casi apagada.


-Sí, debes estar feliz idiota. – sintió que el cuerpo que abrazaba se empezaba a desplomar. Lo sujetó y lo cargó en su espalda, Zoro estaba mal herido y era de primera necesidad tratar sus heridas.


Vio a los hombres detrás suyo, todos aquellos a quienes había matado, no se arrepentía ni un poco. Había renegado de su padre, pero si él no le hubiese enseñado a pelear no hubiese sido capaz de proteger a su persona más preciada.


*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º


Había pasado una semana y Zoro había despertado solo para comer un poco y tomar agua. Estaba siendo medicado y era mejor que durmiese. Su cuerpo para alegría de todos se estaba recuperando con gran rapidez, teniendo en cuenta las heridas recibidas. Sanji lo había llevado de nuevo a la organización quienes con médicos personales le salvaron la vida, esa era la primera parte del trato, si Vivian no debía llevarlo a un hospital, estarían esperando con médicos esa noche. Y aunque el Oyabun pensaba que no iba a ser posible vitoreó cuando vio al rubio llegar cargando a Zoro en su espalda.


La segunda parte del trato era sencilla, él también cumpliría un tiempo de “pago”, con eso refería ser su subordinado por plazo limitado. El jefe había visto un gran potencial en Sanji y no se equivocaba al haberle dado ese tipo de trato, necesitaba sobretodo guardaespaldas (ahora que el peliverde ya no perecía a ellos) para que lo proteja ya que un oyabun de la región de Kanto venía a visitarlo. El rubio por otro lado había pedido permiso ilimitado a Zeff, este de alguna manera logró comprender y no lo presionó queriendo preguntar.


Sanji toda las tardes iba a saber la situación de Zoro, estuvo durmiendo en la misma habitación que le habían designado al ahora ex yakuza, casi a las 2 semanas fue cuando pudo estar despierto durante más tiempo, no pudo evitar esbozar una sonrisa cuando vio a Sanji a su lado, no reparó donde estaba, solo se perdió mirándole. Conversaron poco, pero aún tenía miedo de hacerle las preguntas que habían rondado su cabeza desde ese día.


Al mes Zoro ya estaba completamente recuperado, aun tenia algunos dolores pero eran ya nada comparado a como había llegado. Estaba algo molesto con sus hermanos y también con su jefe, no había arriesgado su vida bajándose todo un edificio de otra organización con el propósito que le dejen salir para que ahora el que estaba pagando era Sanji. El rubio intentó calmarlo y le explicó el trato que había hecho, sólo duraría un mes más hasta que el jefe de Kanto se retirase. Zoro cada noche durmiendo junto a Sanji en aquella habitación quiso preguntar, abría la boca y balbuceaba algo, pero tenía un sentimiento de culpa al haber sido la causa para que Sanji se corrompiera.


-No es tu culpa Marimo – le dijo un día de la nada – Yo decidí hacerlo y no me arrepiento de nada.


Esas palabras fueron suficientes para calmar su corazón. Hasta que ese día llegó. Carros grandes con lunas polarizadas se instalaron en la puerta de esa casa, hombres trajeados con lentes oscuros bajaron mirando a todo lado para verificar que nada se les pasase. Fue cuando Sanji sintió devolver el estómago, había hecho un trato y no había marca atrás, pero lo último que deseaba era que su padre bajara de aquel auto y lo reconociera. Y como no hacerlo, habían pasado 10 años, aunque con canas y más arrugas su rostro seguía allí al igual que Sanji que en ese mismo tiempo sus facciones se habían acentuado en su adultez más seguía manteniéndose casi igual que antes.


-Esto es una gran sorpresa -  dijo el padre de Sanji ni bien entró al recibidor.


Los demás no entendían a que se refería el jefe de Kanto, pero decidieron ignorarlo y lo guiaron al salón principal donde el oyabun los esperaba. Sanji como correspondía se sentó atrás de este último como uno de los guardias personales de los cuales también estaba Zoro y aquellos muchachos que había intimidado cuando entro a la fuerza en esa casa.


-Sabía que tenías buenos hombres, pero tener a un Kuroashi es una gran hazaña.


-¿Kuroashi? – el oyabun tardó un poco en unir cabos. El apellido del jefe de Kanto también era Kuroashi eso significaba que…


-Ha pasado mucho tiempo hijo.


-Lo mismo digo, padre.


Todos presentes se quedaron de piedra. Incluyendo obviamente al ex jefe de Zoro y el mismo peli verde quien miraba al viejo y miraba de nuevo a su amante, era sutil pero allí estaba el parentesco, los mismos ojos azules y aquel cabello rubio que con el tiempo se había vuelto cenizo. Recordó que Sanji siempre había evitado hablar de su pasado, de antes que llegara al restaurante y todo encajó. Su rara no aversión a la sangre cuando recién lo conoció, aquella frase tan única cuando admiró su katana, el hecho que hubiese podido sobrevivir asesinando a todos aquellos de los pisos superiores, era el hijo directo de un Yakuza de alto rango, Sanji con toda certeza había sido entrenado en el arte de la muerte desde temprana edad. ¿Qué había pasado? No era momento de preguntar.


-Esto es una sorpresa, bueno debo decirle que tiene un buen hijo.


-Demasiado diría yo – el ambiente se había vuelto tenso. – Si estás aquí y yo intento algo contra tu jefe, ¿me matarías?


-Hice un trato y puse mi palabra incondicional que obedecería a toda costa. ¿Qué harías tú?


-Jajajaja si, ese es mi hijo. Me alegro que estés bien. – dijo con una voz realmente de alivio. La reunión se comenzó y no se hizo ningún otro comentario personal o del pasado, pero Sanji sabía que su padre lo había perdonado y aunque aún el no aceptaba todo de la Yakuza, ese hombre seguía siendo su padre.


Al día siguiente en la noche el padre de Sanji regresó a su ciudad, le dedicó un “cuídate” para después volver a montarse en aquellos autos 4x4. Había terminado su deuda y la de Zoro también. El oyabun era alguien de palabra y los dejó salir de la organización, no los molestaría, más aun había logrado hacer buenos tratos con el padre de Sanji. Ahora libres como estaban, Zoro dejó de preguntarse por el pasado del rubio, tal vez le habían sucedido cosas malas, pero de ahora en adelante iba a dedicarse a que sólo le ocurriesen cosas buenas a su cocinero.


-grrrrr – el estómago del peli verde sonó de manera audible.


-Aún tengo guardado tu bento de excursión en el refrigerador, Marimo.


-¿En serio? A eso ya le habrá salido raíces, hazme un poco de tu arroz  frito. Vamos cocinero del amor, regresemos a casa.


 


 


FIN

Notas finales:

♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠


¿Y que tal les gusto? espero que si. adore ese doujinshi y lo seguire adorando siempre, me transmitió tantos fees y espero haber hecho algo parecido con todos uds. si pueden se pasan a dejarme un review aunque sea solo para tirarme tomates? Yo soy del tipo de finales felices super bobos y romanticones, y por allì creo que lo advertí? XD sinceramente estos dos se merecen mas amor. Adios, nos vemos en otro FIC.


Clio ::off::


♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠  


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).