- Hinata realmente ha hecho mucho por ti, Naruto. Le pidió a Sakura que si yo la podía ayudar a conquistarte, realmente siento que va por buen camino. ¿Por qué no consideras en darle una oportunidad? –Dijo Sasuke, mientras iban caminando a ningún lugar en específico.
- Realmente aprecio mucho todo lo que hace, pero simplemente no puedo corresponder a sus sentimientos. –Dijo Naruto, algo decaído.
- ¿Por qué no, dobe? Estoy seguro que serás feliz con ella; como yo lo soy con Sakura.
Esa, esa fue la gota que derramó el vaso.
- ¿Sabes, Sasuke? Hace mucho tiempo que te he querido decir mi mayor secreto, que a pesar de ser tú, mi mejor amigo, no sabes. Pero tengo miedo, de que por éste secreto, te alejes de mí. –La voz de Naruto realmente se escuchaba triste.
- No digas estupideces, Naruto. Nunca me alejaría de ti, eres como mi hermano. Así que anda, dímelo. –Sasuke daba todo de sí para darle ánimo.
- Bien, aquí voy… no le puedo dar corresponder los sentimientos a Hinata, ni a ninguna mujer en particular, porque… soy gay, Sasuke. Me gustan los hombres. –Dijo Naruto, con cierto temor.
- Wow, realmente no me esperaba esto, es algo impactante. Pero no me malinterpretes. –Dijo al ver la notablemente triste cara de Naruto- no por esto me alejaré de ti. ¿Eres mi amigo, no? Se supone que los amigos se apoyan en todo.
- Gracias, Sasuke.-Dijo Naruto con una sonrisa.-
- Entonces… como no te puede gustar ninguna mujer, ¿te gusta un hombre?
- Naruto sólo atinó a sonrojarse.- Bueno, si…
- Mhm… -Sasuke lo miró burlonamente.- ¿y? ¿Quién es el afortunado?
- Es un secreto, lo siento.
- Oh, vamos Naruto. –El de piel blanca lo miró algo decepcionado.- Somos amigos, casi her… -NO LO DIGAS, NO LO DIGAS- …manos, podrías confiar un poco más en mí.
- No es que no confíe, es sólo que es difícil.
- No seas así, Naruto. Yo te cuento todo, ¿Por qué tú no a mí? –Y ahí empezaba, sabía que terminaría diciéndoselo tarde o temprano. Sólo suspiró.
- Te lo diré, pero antes, necesito que me prometas que nada cambiará entre nosotros.
- ¿Por qué habría…
- Sólo promételo. –Interrumpió Naruto.-
- Lo prometo. –Dijo decidido el pelinegro.-
- Me gustas, Sasuke…
>SN<
Nada era fácil para Naruto, él sabía, él estaba consiente que su mejor amiga, casi hermana, Hinata; estaba enamorada de él. Llevan muchos años de conocerse, unos seis quizá, pero él en toda su jodida viva, o más bien en los jodidos años que llevaban de haberse conocido, sólo la vio como una persona a la cual había que proteger de cualquier posible peligro. Nunca en su vida se hubiera imaginado que aquella tímida chica estuviese enamorada de él, si una persona anexa se lo hubiera dicho no lo habría creído, e incluso se habría reído. No había que ser un sabio como para darse cuenta de los sentimientos de ella por él; pero Naruto es un despistado. Si no hubiera escuchado esa conversación que tuvo ésta misma, con su otra amiga, Sakura. No lo habría imaginado jamás.
-Flash back-
Se encontraba caminando a alguna plaza cercana, le encantaba ver la naturaleza y escuchas a los pájaros cantar. Cuando a lo lejos ve a Hinata y Sakura hablando muy animadamente, la primera se encontraba totalmente roja; él, como el curioso que era, quiso saber de qué hablaban sus dos amigas.
Por lo que a paso lento y decidido, se acercó. Pero nunca en tu jodida vida se imaginó escuchar aquello.
- Hinata, ¿a ti te gusta Naruto, verdad?- Preguntó Sakura, con una risa burlona.
- ¡¿Qué?! ¿Cómo… tú…? –La chica realmente era un tomate humano.
- Eres demasiado obvia, bueno, quizá no tanto, Naruto no se ha dado cuenta, es un despistado.
- Yo… por favor no le digas esto a nadie, Naruto me gusta desde hace algún tiempo, es más, puedo hasta decir que estoy enamorada de él, pero aún no me atrevo a decírselo, esperaré el momento indicado.
- No te preocupes, Hinata. De aquí no saldrá nada.
-Fin flash back-
Después de escuchar aquello, todo tenía sentido, Hinata en algún momento se había vuelvo más cariñosa con él, pero no le dio importancia, y siguió con su vida.
Naruto realmente no estaba preparado para cuando Hinata se le declarara en persona, esperaba que ese día nunca llegase.
No sabía qué mierda hacer, no es que Hinata no fuera de su gusto, es más, se atrevía a decir que la susodicha era bastante guapa. Sólo había un pequeño inconveniente, él, él era gay; y peor aún, ya estaba enamorado de alguien.
Le costó mucho aceptar su homosexualidad, se negaba a hacerlo, se negaba a sentir mariposas en el estómago cada vez que veía a esa persona especial. Fue difícil aceptarlo, jodidamente difícil.
Tuvo que pasar por esto solo, no podía contarle a Sakura ya que sería sumamente raro decirle “¿Sabes? Me di cuenta de que soy gay y que me gusta tu novio” no, definitivamente no.
Con Hinata tampoco podía contar, por razones obvias.
¿Con sus padres? No, no tenía. Habían muerto en un accidente hace años, por lo que él, a la edad de diez años, quedó bajo custodia de su abuelo; pero éste por cuestiones de trabajo se tuvo que ir de la ciudad.
Y con Sasuke, su mejor amigo, menos aún, ya que de esa persona, Naruto estaba profundamente enamorado.
No se podía enamorar de alguien que le amaba con su corazón, pero si lo podía hacer de una persona sumamente imposible, que tenía novia, que es hombre; y para rematar era su mejor amigo, con el cual había estado prácticamente toda su vida… ¿vida?
¡Qué mierda de vida!