Arthur es un tsundere, y eso Alfred lo sabe.
Nunca le ha molestado ese aspecto en su pareja, porque lo ama tal como es.
Desde que se levantan a la mañana, el inglés siempre primero. Prepara el desayuno para él y lo sabe.
- "No lo hice especialmente para tí ni nada, solo come".
Alfred ríe tontamente, porque sabe que aquel acto especial, solo es para su persona. Arthur se enoja y le grita, porque cree que se ríe de él y Alfred sonríe con más ganas, porque lo ama.
- "I love you".
Arthur se sonroja y no le habla. Alfred se siente satisfecho porque pudo sacar aquella expresión en su novio.
Desayunan y se preparan puesto que tienen una reunión, Arthur ayuda al estadounidense a acomodarse la corbata, lo ayuda a estar presentable. Alfred se queja diciendo que es muy molesto y la ropa casual más cómoda. Arthur frunce las cejas y lo fulmina con la mirada; no dejará que salga como un vago. Alfred suelta una risa y lo besa.
En la junta se aburre, podría hablar y dar sus ideas pero está de malhumor. Lo han sentado separado de Arthur por si se arma otra pelea y no le gusta estar lejos de su novio. Suficiente con verlo poco tiempo por el hecho de ser países.
No puede evitar suspirar y hacer pucheros.
Mira al inglés como si fuera la cosa más interesante del mundo -Y lo es- que está concentrado en la reunión, o así se ve. Arthur clava su mirada en Alfred. El estadounidense sonríe. Arthur vuelve a mirar al frente, sonrojado. Alfred ya no se aburre.
Por la noche llegan cansados y quieren dormir. Sin embargo, no lo hacen. Llegan a la cama y Arthur lee un libro antes de dormir. Alfred juega con su cabello y no puede evitar robarle un beso.
Arthur se sonroja, pero no se queda atrás, roba otro beso mucho más profundo y Alfred se sorprende.
Tira el libro de su novio a un lado y se tira sobre él. Lo besa con pasión y Arthur responde también. Alfred besa su cuello y acaricia el cuerpo bajo él.
Ahí es cuando Arthur sonríe para él, como nunca lo hace y Alfred ama esos momentos, cuando su pareja cree que no lo ve por la oscuridad de la habitación. Cuando escucha sus gemidos y esa dulce voz diciendo su nombre, demostrándole su amor.
Lo abraza y se besan, lo marca y sonríe.
No duermen sino hasta las cinco de la mañana.
Por la madrugada, antes de despertar Arthur ve a su novio, duerme plácidamente y su rostro parece angelical. No puede evitar sonreír.
- "I love you". - Susurra y besa su frente, luego se levanta para preparar un desayuno especial para él.
Alfred sonríe, porque estaba despierto, y su corazón late como nunca. Son estos momentios los que hacen especial a su pareja. Estos detalles que lo hacen sentir la persona más amada y feli que existió en el mundo. Ama a su novio y, por cosas como estas, lo seguirá amando hasta desfallecer.
- "I love you too..."