Se acercó silenciosamente, llevaba una bandeja con un rico desayuno para el pelinegro, la dejo con cuidado sobre la mesa de la sala, Kurogane dormía profundamente, lo sabía porque su respiración era acompasada y lucia tan tranquilo… tenia los labios levemente entreabiertos…
-…- iba hablar pero prefirió no hacerlo, no quería turbar su sueño, lucia bastante cómodo a pesar de dormir en el sillón, tal vez ya se había acostumbrado el pobre pues desdé el accidente él dormía en la habitación del moreno y éste lo hacía en la sala, realmente Kurogane era muy amable con él… Lentamente se fue acercando, no sabía que era lo que hacía, pero quería hacerlo, se inclinó hasta quedar muy cerca de la cara del ojisrojos, muy cerca, tan cerca que podía sentir su aliento, sus labios se acercaron a milímetros de los del moreno… pero, se apartó de inmediato antes de concluir lo que sus instintos le gritaban, no podía creer lo que estaba haciendo ¡le iba a robar un beso al pelinegro mientras dormía! eso no estaba bien, pero… miró de nuevo sus labios, deseaba tanto probarlos, aunque fuera solo un poquito…
Si, tan sólo un poco…
Volvió acercarse, esta vez lo haría…
-hum… Neko- murmuró Kurogane dormido
-…lo siento- susurró Fye y luego se dispuso a dejar a sus labios rosarse con aquellos tan apetecibles…
-¡¡te tengo!!- gritó Kurogane de pronto dándoles la vuelta y cayendo al suelo con el rubio sorprendido debajo de él
-¡¡…!!
-¿Fye? Yo…- se dio cuenta de la “incomoda” situación en la que se encontraban, además de que estaban muy, muy, muy pero muy cerca -…
-…- sus mejillas iban tomando lentamente un adorable color carmín
-yo, estaba soñando, y… lo siento ¿te asuste?- preguntó un tanto perdido en la profundidad de aquellos ojos
-…n-no- dijo apenas pudiendo susurrar, sentía el calor del cuerpo del moreno que lo cubría por completo, un mar de sensaciones todas desconocidas para él se apoderaban de su cuerpo…
-Fye…- susurró su nombre, sentía unas incontrolables ganas de… besarlo ¿por qué? No le importaba, nunca se detenía a analizar la situación, él era así, simplemente seguía sus emociones, y eso mismo haría ahora, lentamente sus labios bajaron hasta los del rubio
-…
No le detenía y eso para el moreno era una aprobación, sus alientos chocaron y cuando estaba a punto de cerrar la unión… el sonido del teléfono les interrumpió haciendo que cada uno soltara un respingo
-¡eh! Y-yo…- Kurogane se apartó para responder, Fye se quedó quieto en el suelo, con el corazón latiéndole con fuerza, asimilando todo lo que había pasado y tal vez, sólo tal vez, con la esperanza de que el moreno regresara y continuara donde se habían quedado…
-¿diga?... sí, soy yo… en verdad, Fumma… te lo agradezco… sí claro que me interesa, voy para haya- entonces colgó el teléfono –tengo que salir, tal vez tarde un poco- dijo sin verlo mientras corría a su cuarto para cambiarse de ropa
-¡p-pero…!- dijo mientras se incorporaba
El moreno se detuvo al escuchar al rubio -¿si?
-y-yo…- bajo la mirada –le había preparado el desayuno para que lo comiera en la cama (en el sillón)
-comeré en la calle, descuida- sin más se fue a su cuarto
-…- miró con tristeza su desayuno, se había esforzado mucho, inclusive se levantó más temprano, por lo menos, deseaba que Kurogane lo probara…
Después de alistarse bajó corriendo las escaleras, pero antes de continuar su camino hacia la salida se detuvo al ver al rubio con la mirada gacha.
-¿Fye?- el rubio le miró -¿estás bien?
-… mn… s-si- sonrío para el pelinegro levemente
-bien, regreso después- se despidió y fue directo a su auto, Fumma era un compañero de su escuadrón, al parecer le tenía algo interesante sobre el caso del “Neko” y esta información era confidencial, pero Fumma le conocía bastante bien y aunque sabía que Kurogane ya estaba fuera del caso no descansaría hasta dar con el Neko, por ello estaba dispuesto a ayudarlo, lo cual el moreno agradecía enormemente.
Llegó a un restaurante algo apartado, pues no sería conveniente que los vieran juntos.
-hola, Fumma- dijo en cuanto llegó a la mesa donde un pelinegro de ojos rojos le esperaba
-Kurogane, cuanto tiempo
-te agradezco por esto
-descuida… bueno, a cambio ^^ puedes pagar mi almuerzo
- ¬.¬ está bien, ¿qué me tienes?
-primero pidamos algo de comer, ¿vale?
Pidieron su orden y una vez que les sirvieron Fumma le pasó unos papeles.
-¿qué es esto?
-mira por ti mismo ^^
El moreno comenzó a leer…
-mira la foto de atrás
Al hacerlo el moreno sonrío… vaya, vaya, lo entendía, era perfecto…
-“The diamond prince” ofrecerá una exposición abierta al público para mostrar sus finas obras hechas con diamantes y joyas en diferentes formas, como puedes ver se ofrecen una gama de caprichosas figuras las cuales venderá después de la exposición, tan caprichosas como “esta”- dijo Fumma señalando la foto que aun sostenía Kurogane.
-es perfecta, claramente dice su nombre en ella, una figura de oro en forma de gato adornada con las más finas piedras preciosas, un lujo bastante alto
-sí y también claramente es una trampa
-el oficial Yamanaka ya se dio cuenta de cómo trabaja Neko ¿eh?
-tú se lo habías dicho ya, pero no te creyó, ese sujeto (Neko) no actúa por el simple hecho de hurtar, tiene perfectamente seleccionado lo que quiere, sí te hubiera escuchado desde un principio tal vez el diamante amatista seguiría con su actual dueña
-pero Yamanaka es así- dijo Kurogane, por culpa de Yamanaka estaba fuera del caso
-bien, nuestro plan es mantener vigilado este objeto, estar camuflados y ya dentro en la misma habitación que el Neko de oro, para cuando venga nuestro amigo…
-… “apuntarle todos al mismo tiempo sin darle elección de hacer ningún movimiento”, es mi plan, el que quería que hiciéramos con el diamante.
-sip, pero si falla, tú tienes que capturarlo, con ese tipo no fio ni con planes infalibles, es el Neko de quien hablamos después de todo, y es muy evidente que intentaremos capturarlo usando este artículo, es muy obvio.
-sí, pero aun así él ira- dijo Kurogane seguro
-tan idiota le crees
-no, no es idiota, por eso el plan que había planeado no funcionara, por qué sabrá que se trata de una trampa- sonrío –es entonces cuando yo actuare, Neko es mío, yo seré quien le capture
-por ello acudí a ti, sé que no funcionara el plan de aquel oportunista, pero la verdad yo no creo que se presente
-es muy orgulloso, por eso vendrá, no le gusta que se nadie se burle de él
-lo conoces muy bien ^^
-es que… es muy parecido a mí- murmuró para sí
oOoOoOoOoOoOo
Se encontraban viendo televisión, Kurogane esperaba una noticia en especial…
“… y en otras noticias, The diamond prince, ofrecerá una exhibición de sus últimas obras éste sábado por la noche…”
Las imágenes de algunas de las obras ahí presentadas aparecieron en pantalla, la del Neko de oro también, sonrió, el anzuelo estaba puesto, la distracción también, esa serían sus compañeros de escuadrón con su antiguo plan, y él, sería la pieza clave para capturar al Neko, lo conocía tanto que podía adivinar sus movimientos…
Cuando sus compañeros le rodearan apuntándole, seguramente el usaría alguna bomba de gas, sabrá que no se arriesgaran a disparar así pues podían herirse entre ellos, mientras la confusión Neko aprovecharía para escapar sin esperarse siquiera de que él lo estaría esperando, es un plan perfecto que no puede fallar.
Por su parte el rubio miraba atento la bonita imagen del Neko de oro, le parecía muy tierna pero demasiado extravagante… aun así, no sabía que pero, había algo en esa imagen que llamaba mucho su atención… como sí sintiera alegría y a la vez deseo, no podía comprenderlo, era ilógico pensar que alguien como él pudiera siquiera tocar algo tan valioso como eso… ¿en verdad era tan ilógico?... no es que fuera imposible… sin darse cuenta una de sus manos se estiró como queriendo alcanzar la pantalla
-¿Fye?- preguntó el moreno extrañado
-¡¡eh!!- Fye se sorprendió de su propia acción –yo… sólo pensaba, que es muy bonito
-claro que lo es, es hermoso, hm- dijo mientras maquilaba sus planes, ya quería que fuera sábado…
OoOoOoOoOoOo
-Fye!!!!!!!! ^^ - gritó Mokona feliz saltando a los brazos del rubio
-Moko-chan ^^
-Mokona está feliz de hacer una pijamada con Fye- volvió a hablar la albina muy contenta.
-cuídenlo, ¿de acuerdo, bruja, bollo?- ordenó el moreno
-si, si, ¿con quién crees que estás hablando?- dijo Yuko indignada
-porque sé precisamente con quien hablo es porque te lo digo ¬.¬
-atrapa a los malos Kuoro-sama!!!!!!!- dijo Mokona emocionada
-c-cuídese mucho, por favor- pidió el rubio un tanto preocupado
-descuida, es lo que hago después de todo- le sonrío y se fue.
…
…
Kurogane llegó al lugar, se posiciono en un lugar estratégico, y esperó…
esperó…
esperó…
y esperó…
Sin embargo y para sorpresa de todos, Neko no apareció esa noche…
¿qué había pasado? No lo entendía, lo conocía perfectamente, debió de haber ido por el Neko de oro… no podía ser posible, acaso ¿de nuevo se burlaba de él?
-tsk, maldito