Del cómo alguien puede ¿cambiar?
Harry se encontraba (igual que todas las mañanas) en la ducha debajo del agua fría que salía en abundancia del grifo, últimamente ese parecía su lugar favorito con todo y agua fría, ya que era lo único que podía calmar a su amiguito después de que los involuntarios, pero no menos placenteros, sueño con Draco lo atacaran. ¿Desde cuándo había comenzado a llamarle Draco? Sabía que se casaría con el tarde o temprano pero la idea de pasar su vida atado a ese rubio seguía sin agradarle demasiado, Draco no era un persona con la cual se podía hablar ¡en todos sus años de escuela sólo lo había insultado!
Aunque tú nunca intentaste hablarle tampoco susurró una molesta voz en su cerebro, que quizá, sólo quizá tenía razón.
Era un rubio prepotente, egocéntrico, estirado y borde, y por ello le había sorprendido tanto que en el encuentro accidental del Gran Comedor no había sido Draco el primero en insultarle, más bien había detenido la pelea que seguramente se formaría porque las ganas que tenía de moler a golpes al Zabinni…
ーCompañero ¿estás vivo? Llevas como dos horas en la ducha…ー La voz preocupada de Ron se escuchaba al otro lado de la puerta, haciendo que Harry cortara sus pensamientos y cerrara la ducha.
ーSí, ya salgo.ーComentó apresurado mientras tomaba una toalla y se cubría, para luego abrir la puerta del baño.
ーPensé que habías muerto o algo.ー
ーNo exageres Ron.ー
ーÚltimamente actúas más raro de lo normal.ー Declaró divertido el pelirrojo y Harry no podía negar que su amigo tenía razón.
ーSólo un poco.ー El moreno se rió mientras caminaba hacia su cama y se comenzaba a colocar el uniforme.
Luego de estar vestido Harry salió de la habitación con Ron en dirección al Gran Comedor, el moreno no pudo evitar sentirse un poco decepcionado al no encontrarse con Draco sentado en la mesa de las serpientes y dicha decepción duró hasta la cuarta hora de clases, la cual compartían con las serpientes.
A Harry Potter se le ocurrió una grandiosa idea mientras entraba sonriente al salón de pociones, ya que ocupaban mesas en parejas, el se sentaría con Draco para comprobar de una vez que el rubio seguía siendo el mismo insufrible de siempre (aunque en el fondo el deseara que no). Dicha sonrisa se ensanchó al ver a Draco sentado solo en una de las mesas en el fondo, solo.
Sin pensarlo dos veces se dirigió hacia él y se sentó en el banquillo vacío a su lado.
ーEstá ocupado, Potter.ー Harry, por primera vez en tanto tiempo, escuchó al rubio diciendo su apellido sin malicia alguna, con un tono tranquilo e incluso un poco hipnotizante. Harry se encogió de hombros antes de responderle.
ーNo veo a nadie.ー
Draco soltó un suspiro lento. ーComo prefieras.ー
El moreno enarcó una ceja, definitivamente no era la respuesta que esperaba. No lo había insultado, en absoluto. Tomó una bocanada de aire y sólo hasta ese momento se percató de lo bien que olía el rubio y la pequeña, rayando en lo frágil, que era su apariencia.
ーSi te vas a quedar ahí, espero que no estropees la poción.ー Murmuró Draco con voz divertida, haciendo sonreír al moreno.
ーNo lo haré, Malfoy.ー Harry se encontraba confiado, ahora era mucho más decente en pociones. Después de esa frase el profesor Snape entró en el salón de tan mal humor como siempre y con un pase de su varita apareció en el pizarrón el nombre de la poción a realizar junto con los ingredientes y pasos para lograrla de manera eficiente.
ーNo quiero errores, comiencen.ー La voz neutra de Snape recorrió el salón haciendo que los alumnos comenzaran a trabajar en sus pociones.
ーEntonces, ¿qué esperas para buscar los ingredientes?ーLe exigió Draco a Harry mientras se miraba las uñas.
ー¿Por qué no vas tú?ー
ー¿De verdad quieres que todos babeen por mi culo cuando me levante?ー Harry cayó en cuenta de que definitivamente no quería eso, así que frunció un poco las cejas y fue a buscar todo lo anotado en la pizarra yendo y viniendo de la despensa hasta traer todos los ingredientes.
ーGracias.ー El moreno se quedó de piedra, Malfoy agradeciéndole a un ser vivo? Rayos.
ーNo hay problema.ー Respondió Harry revolviéndose un poco el cabello.
ーComencemos entonces.ー
El moreno observaba maravillado la habilidad que tenía el rubio para seguir las instrucciones perfectamente e incluso corregirle mientras lo hacía, como en ese mismo instante.
ーLe haz hachado de más.ー Increpó el rubio.
ーNo, las instrucciones dicen 5mlー
ーLe has puesto más de 5ml.ー
ーQue no, los he medido.ー
ーClaro, pero cuando nos explote en la cara la poción como a Longbottom no digas que no te advertí.ー Malfoy hablaba de manera sorprendentemente calmada, pero ahí estaba, un ligera insulto implícito a Neville, Harry sabía que el rubio no había calmado.
ーNo te metas con Neville.ー El moreno tenía su instinto protector al máximo.
ー¿Meterme con él? Pero sí yo le adoro.ー Draco habló mirando directamente a los ojos a Harry, demostrándole que no mentía. El moreno, de sólo pensar el hecho de que a Draco le gustara Neville le hizo apretar sus puños. ーAunque no puedes negar que el pobre es un desastre en pociones, pero trabajamos en ello.ー Harry desvío su ira centrándose en lo que había dicho el rubio.
ー¿Trabajan en ello?ー Inquirió curioso el moreno.
ーSí, doy clases de pociones.ー Respondió Draco como si fuera obvio.
Harry parpadeó lentamente, esa era su oportunidad de acercarse más al rubio para conocerlo.
ー¿Me darías clases de pociones?ー
ーNo te creías lo suficientemente capacitado hace unos minutos?ー Preguntó el rubio con su típico arrastrar de palabras a Harry por primera vez le pareció gracioso.
ーNunca se puede saber demasiado.ーRespondió en un encogimiento de hombros. Draco como toda respuesta le dedicó una radiante sonrisa, haciendo que el corazón del moreno diera un vuelco.
Y así transcurrieron el resto de la clase, charlando de cosas comunes, como si fueran conocidos de hace años (aunque desde un punto de vista sí lo eran). Snape pasó revisando las pociones de todos los alumnos, destacando que la poción de Malfoy con desgraciadamente Potter era perfecta.
Apenas Snape dijo que había concluido la clase Draco tomó sus cosas y salió del salón a toda prisa dejando atrás suyo a un moreno confundido e interesado porque el rubio había cambiado después de la guerra. Con esos pensamientos Harry tomó sus cosas y se dirigió muy sonriente a su siguiente clase.
«Ese mismo día pensé que Draco había cambiado después de la guerra, lo que no me imaginaba, es que nunca lo había conocido bien.»