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Composición: Veintisiete días. por akasugg

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Notas del capitulo:

Hallo mis bellezas.

Kami, les juro que me han dejado una gran sonrisa con sus reviews. Me han dejado tan contenta que he decidido esmerarme todo el día escribiendo el segundo capítulo.

Si no se entiende algo de este me dicen y yo respondo cualquier cosa.

:) Peliajopado, es el apodo que Goku decidió ponerle a Vegeta gracias a su pelo con jopos verticales.

Les suplico que lean la nota del final.

Empezamos.

La canción de la segunda parte en nuestro primer día va a ser All Those Friendly People de The Funeral Suits (https://soundcloud.com/thefuneralsuits/funeral-suits-all-those?in=thefuneralsuits/sets/funeral-suits-lily-of-the)

Discutiendo con el peliajopado.

Goku, día 1.  Parte 2.                     

 

Estados Unidos esta prendido en la pecaminosidad, son los pueblos pequeños los que realmente te dan la serenidad que inconscientemente sueñas. Mis padres prepararon la mudanza hacia uno de estos lugares antes de lo esperado. Eran tiempos difíciles en nuestro país, así que dejándolo todo atrás, dos japoneses comprometidos se acoplaron al sur de Arizona junto a su familia.

Lo admito, vivir en Chitina al lado de mis padres durante 13 años ha sido un completo privilegio.

De todas formas, no se puede mantener una gran charla sobre estos recuerdos del pasado, menos estando en mi país de origen buscándome a mí mismo.

Por alguna razón inconcreta encontré todo lo que pertenecía a mi idea de la combinación perfecta en la mirada de Vegeta, la cual transmitía profundidad y rudeza, pero al mismo tiempo era el espíritu sereno en esos ojos templados lo que más me agradaba. Su pelo era muy cómico, es como si apropósito se hubiera untado dos botes de pegatina. Era una forma de llama vertical y me gustaba, me gustaba mucho su estilo.

¿Qué?

El ojinegro frunció los labios, parecía realmente enojado.

 

–    Has traído otro vagabundo – exclamo – mierda, la casa es de los dos. No solo es tuya ¡Aprende a respetar mis decisiones joder!

–    Es solo un niño, y necesitaba dormir.

–    Lo siento, pero no puedes quedarte – dijo mirándome.

 

Palidecí y me enoje un poco, por fin contaba con la oportunidad de descansar cómodamente y este gilipollas me la quita.

 

–    V-Vegeta…

–    Dije que no Tora – cada vez el tipo incrementaba su actitud.

–    Mira, solo será una puta noche. Dormirá en el tercer piso, no será de ningún problema y yo me encargare de que se largue mañana por la mañana.

–    Claro, te ha parecido lindo y por eso te lo quieres acoplar en la casa.

–    Calla de una vez y acepta mi propuesta.

–    No.

–    Por favor – ambos (Tora y yo) cargábamos un puchero colgando en los labios – además, ¿Acaso no está precioso? Es una monada, te vas a terminar encariñando.

–    P-p-pero que car – antes de terminar con su vocabulario, Vegeta dirigió su mirada hacia mi mientras un muy notable  sonrojo se hacía presente en mis mejillas – y-yo no te v-voy a permitir este tipo de chantajeó Tor, he d-dicho que no.

–    La casa es de los dos.

–    Exacto – asintió cabizbajo – ahora tú, insecto, fuera de acá pequeña mierda.

–    ¡A CALLAR VEGETA! GOKU SE QUEDA A DORMIR Y PUNTO.

 

Intercambie un susto con el mayor y este me fulmino con su mirada.

 

–    Goku – repitió mi nombre – ¿Qué pensaron tus papas al ponerte ese nombre? Es ridículo.

–    No te quedas atrás Berenjena – sonreí orgulloso de mi comparación, Tora pego de gritos en una carcajada.

–    El muchacho tiene agallas B-berenjena ¡Jajaja! Buena esa, no sé cómo es que no te has enamorado de esta criatura amigo – comento abrazándome y despeinando mis cabellos.

–    Maldito insecto, si no fuera por el monstruo que tengo a la par estarías en la calle suplicando por comida.

–    Hey, basta, el monstruo eres tú Berenjena.

–    Deja de llamarme por ese estúpido apodo. Y ya está la cena, ¿Nos acompañas mocoso?

–    Está bien, gracias. Sí.

 

Un furioso muchacho se retiró de la habitación dejándonos  solos a Tora y a mí.

 

–    ¿A qué se refería con “Has traído otro vagabundo”?

–    No le gusta convivir con personas de la calle, nada más.

–    Okay.

Mientras el sentimiento de incomodidad reinaba yo me refundí en un lugar propio de la casa, los otros dos fueron a servir la mesa. Un olor maravilloso era el que desprendían los ornamentos de cocina. Con la mayor confianza que logre añadir a mi mente dirigí mi anatomía a la mesa de comedor y me senté en una de las sillas.

Todos comíamos en silencio y poco a poco los halagos se hacían presentes en la mesa. Era una idiotez confesar que Vegeta cocinaba demasiado bien.

 

–    Ustedes – yo aliviané el entorno tomando la iniciativa de una plática – ustedes, ¿Son amigos desde hace mucho?

–    Desde la secundaria – respondió Tora.

–    ¿Y los dos tienen la misma edad?

–    No, – continuo el – Vegeta es como el viejo amargado de nuestro dúo dinámico, cumplió los 22 esta semana.

–    Oh, ahora debo llamarte señor Berenjena.

–    Me das mucha gracia insecto, já já já.

–    Calma que siempre se debe conservar el sentido del humor ¿No es así lindo?

–    Si – susurre – y, ¿Trabajan en algo? Digo, su casa tiene muy buena pinta, sus empleos les deben exigir mucho.

–    Pues tenemos un negocio a varios kilómetros de acá, es un café-teatro.

–    Interesante.

 

El resto de la cena surgió bastante bien, las risas toscas de Tor se combinaban con las melodiosas del peliajopado, el tiempo paso de lo más agradable pero la charla empezó a fallar gracias a mi estúpido cerebro.

 

–    Deben tener pareja, ¿No? Los dos son muy amigables – interrogue con una sonrisa sincera.

–    Veras Goku – dijo Vegeta tomando el ultimo sorbo de su refresco – mi querido compañero es viudo.

–    V-veg no te apresures  con el tema.

–    Debía comentarlo si no queríamos momentos incomodos.

–    ¿Enserio eres viudo? – pregunte afectado – Debe ser algo muy triste.

–    Si, me case a tu edad, pero mi esposa sufrió de cáncer en el corazón y falleció unos meses después de casarnos.

­–    Woah, mi mamá también murió a causa de eso. Es terrible.

–    Una total tragedia.

–    ¿Tu que cuentas mocoso? ¿Alguna chica?

–    No, no, las chicas no son algo de mi tema si estamos en tiempo de confesiones.

–    Que valiente – sonrío Veg – enserio, eres muy valiente con el simple hecho de rondar por las calles completamente solo, tienes suerte de toparte con Tora, a él le gusta mucho ayudar y así, es un amor de persona.

­–    Calla, me sonrojas, cuéntanos de ti Goku, ¿A dónde vas? ¿Tienes metas o alguna ambición?

–    En realidad, no me dirijo hacia algún lugar – antes de continuar pensé muy bien mi respuesta – se puede decir que paseo por Japón para encontrarme a mí mismo, después de que cumpla con eso de seguro sabré a donde dirigirme. Siempre me interesaron las artes marciales, me han dicho que tengo un alto potencial.

–    Vaya, vaya, Berenjena, tú y el pequeño deberían programar algún combate. A ti te agrada mucho eso de pelear como fiera ¿Me equivoco?

–    Eres una mierda – le ofendió enojado.

 

Sin previo aviso unos sonidos muy extraños comenzaron a resonar con gran estruendo en la casa, se parecían al rechinar de varias mecedoras al mismo tiempo.

 

–    A dormir.

Notas finales:

Auf wiedersehen, a todos les mando un beso enorme, y por cierto, si, Goku es uke ósea jjaj.

Si a mí internet no le baja la salsa subiré mañana (te creas) con el día número 9 de esta historia.

Hey, para tener una mejor conexión autora-lectores podemos intercambiarnos los whatsapp.

Los amodorea,

Sugar.


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