Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Composición: Veintisiete días. por akasugg

[Reviews - 23]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Perdón mis gatitos, Hallo, me ha ido de mal en peor con esto de las fiestas, enserio lo siento al no actualizar en toda la semana. Feliz navidad y año nuevo atrasados.

Siempre digo que actualizare un día y termino haciendolo un siglo despues.

Por cierto, para responder una pregunta así algo importantucha: amo + adoro = amodoro. Me despido con ese pequeño cariño ya que pues si no fuera por ustedes lindúsús lectores esto no se continuaría de costumbre.

 Un beso a todos, ¡Rebasamos los 500 leídos! *black moon appear and disappear*

Empezamos con esta weá,

La canción de nuestro décimo día se llama I Feel Love, originalmente es de Donna Summer pero en la fic la escucharemos en un cover producido por Plantains (https://soundcloud.com/leonardotorreti/plantains-i-feel-love)

Desacuerdo en la vereda; me gustas.

Goku, día 10.

 

Papá solía contarme una historia antes de dormir, donde protagonista era bueno pero al mismo tiempo la maldad lo carcomía todo el tiempo, lo llamaban Son Goku: el gigolo. Se trataba de una persona con psicosis maniática-depresiva, mejor conocida como bipolaridad. El mote me ha quedado más que merecido. Goku. Mi hermano, Raditz detestaba cuando se me llamaba así y fue hace tan solo unos años que entendí el porqué.

A los ojos de las demás personas suelo ser alguien completamente hipócrita, y no es mi culpa, suelo cambiar mi actitud mediante la situación. Lo que se presentaba en estos momentos era grave, el malhumorado que se encuentra justo a la par mía me agrada mucho.

No sé si me gusta, tal vez sea algo pasajero.

El desgraciado me ha invitado a salir y yo gustoso obviamente acepte.

Es un día realmente hermoso, el Sol nos muestra toda su potencia e irradiación, una brisa profunda y refrescante se hace presente arrastrando consigo misma varias hojas secas provenientes del parque en el cual mi cita planeo acoplar un picnic.

Yo llevaba sobre mi hombro izquierdo una mochila en donde se encontraban emparedados y algunas frutas, Berenjena se encargó de los refrescos que estaban en un diminuto y no tan pesado congelador.

Caminamos por horas sobre una vereda y la maldita hambre empezaba a reinar en mi organismo.

 

–    V-vegeta, – susurré al chico de cabellos en punta algo tímido – ya es tarde, ¿No sería mejor pasar por una hamburguesa y ya? Digo, tengo hambre.

–    Madre mía Kakaroto eres una pequeña cotorra.

–    ¡Pasemos por una hamburguesa!

–    Tor nos puede matar a ambos si gastamos el dinero en una patética hamburguesa cariño – me dijo serio mientras fruncía su ceño como de costumbre.

–    Coño.

–    ¿Ahora eres español? – pregunto sarcástico mirándome fijamente, los dos reímos – Oye, en serio, ¿De dónde eres? Te noto algo extranjero.

–    Nací aquí.

–    ¿Aquí en esta calle? Kawaii.

–    Deja de bromear tonto.

–    Hace unos días me tratabas como un hijo de perra y ahora solo te atreves a llamarme tonto.

 

Su mano rozo con la mía  suavemente y el mayor se atrevió a sujetarla delicadamente  acariciando mi meñique con su grueso pulgar. Eran movimientos sencillos; algo cliché que te mantenía en un jodido transe.

 

–    N-n-no es un favoritismo cualquiera como el que tengo hacía Torie – arrastre con cinismo – es simplemente una metida de leña que tuvimos en el principio ¿No? Eres demasiado orgulloso para admitir que me has tratado con una discordia espantosa.

 

Oraciones al azar rodeaban por mi mente y todas se juntaban para crear diálogos tan inhabituales como este.

 

–    Aun no sé cómo pude aceptar tu propuesta – finalice.

 

Era lo único que se me dio la gana de pronunciar  para romper el tacto que antes se había provocado y adelantarme unos pasos delante de él como toda una zorra respetable. Este tipo me estaba confundiendo demasiado, diablos, esta actitud tan melosa departe mía es odiosa.

 

–    Te gusto – murmuro Vegeta – y mucho.

–    Púdrete.

–    Y la actitud de diva presumida vuelve a aparecer en nuestro niño intelectual – exclamo sonriendo.

–    Claro, claro, tú me provocas de la peor manera posible, vamos bien y me cambias a una actitud diferente.

–    Vamos, ayer no creo que pensabas tanta mierda de mí.

–    Bien, si quieres que hable cosas realmente maravillosas de ti lo hago – sollocé, esto me recordaba a las discusiones  en mi casa – pienso que eres muy hermoso y tu carácter me agrada, tienes esa fuente dominante en ti que me mantiene curioso por descubrirnos más, apre-

–    Deja de llorar como una niña.

–    ¡Vegeta!

–    Okay, Okay – se rio en mis narices con cierta extravagancia – lindo, ¿Crees que te estoy cediendo paso para conquistarme con halagos baratos? Eres del tipo 2 ¿Cierto?

–    Bastardo. No sé de qué hablas Berenjena – me temblaba la voz y apretaba fuertemente mi muñeca para suavizar el dolor que por dentro desataba una tormenta voraz, al mismo tiempo fregué mis ojos quitando los restos de lágrimas.

–    ¡Tu maldito apodo no suavizara el asunto! – grito enojado, parando el caminar y ganando miradas de algunos ciclistas también personas de adorno – Mi madre fue psicóloga. Creo que sabes perfectamente a que me refiero.

–    Me has descubierto, pero estoy más jodido que un simple 2, es un diagnostico con… Ciclotimia.

–    Woah – susurro con mucho asombro – c-como Gok- ¡Es por eso que te llamas así! ¿Cierto? Igual, no te veo mucho el parecido, Son Goku era rubio y puto.

–    Me considero un puto.

–    Ya veo, entonces debes regalarte con cualquiera, no precioso. No creo que seas así, te veo mucho más inocente que eso, tienes 16 años por favor.

–    ¿¡POR QUÉ TODO EL MUNDO PIENSA QUE SOY UNA CRÍA INOCENTE?!

 

Un límite realmente incomodo carcomió la escena.

 

–    Calma – suspiro acariciando mi espalda – es solo que, ouch, no has vivido ni la mitad de tu juventud divina y ya te consideras un puto, me enfade. Vale unos metros más y llegamos así que apresúrate.

–    Lo soy – aclare apenado pasando la mochila a mi hombro derecho, exhausto le seguí el paso a Veg.

–    ¿Eres qué? ¿Bonito? Pues sí, lo eres.

–    No estoy bromeando – susurre sonrojado – yo trabajaba en un p-

–    Llegamos.

–    ¿Sueles interrumpir todo el tiempo que te plazca? – bufe bajando las cosas en lo que se asemejaba a un pico en las alturas – Te salva el hecho de que esta vista es espectacular.

 

Ambos extendimos una angosta manta a cuadros verdes y esparcimos la comida en lugares aleatorios alrededor. La conversación se aliviano por unos minutos, y un gesto sorpresivo marco presencia.

 

–    Tú si me gustas Kaka, y mucho.

 

Mi esfuerzo por mantener todo en claro fallo, recosté mi cabeza en su sien, acto seguido de dos fuertes manos aferrándose a mi cintura. Todo se asemejaba a un ambiente relajado como en un principio, las hojas ya no eran arrastradas si no que nos caían en la cabeza a cada uno. El terreno solitario se rellenó de sentimientos compartidos entre un adolecente y un joven platónicamente enamorados.

 

–    ¿Cuál es tu color favorito? – pregunte sin pensarlo.

–    Me acabo de confesar ante ti  y tu preguntas sobre mi color favorito. Rojo.

–    Amarillo.

–    ¿Algún instrumento?

–    Contrabajo – la anatomía del ojinegro dio un pequeño salto de asombro – lo sé, igual ya no toco como antes ¿Tu?

–    Guitarra.

 

Preguntas con respuestas nos llevaron a un camino del conocimiento.

 

–    Lo nuestro – aclare mi garganta – no puede ser.

–    ¿¡Ah?!

–    Tú no me gustas, solo me agradas, como una compañía.

 

Notas finales:

No me odien por ese final improvisado jjsdfk, ahre.

Auf wiedersehen, equis ho equis ho.

Los amodorea con el jart,

Sugar.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).