La luz entró por la ventana levantando, en primer lugar, a Youngmin quien estaba abrazado a Donghyun, al igual que su hermano. Aprovechando la ocasión de que su señor dormía, comenzó a rozar, con sus dedos, la mano de su hermano, el cual despertó ante el contacto esbozando una gran sonrisa. “Buenos días” fue lo que sus labios transmitieron sin necesidad de emitir palabra alguna.
Poco a poco el roce de sus manos cambio, pasando a estar agarrados con los dedos entrelazados, querían besarse, como estaban acostumbrados a hacer cada mañana, pero el cuerpo de su señor en medio de ambos se lo impedía.
Podrían haber estado así todo el día, pero Donghyun abrió sus ojos, lo que hizo que se separasen rápidamente.
Como estos últimos días, tras levantarse, se ponían una camiseta blanca y un pantalón largo, color gris, mientras que su señor, a diferencia de los demás días, no se colocó su traje gris, sino uno negro completamente elegante, con una corbata azul marino.
DH: Hoy tengo una reunión importante en el trabajo, mientras tanto quiero que os encarguéis de limpiar toda la casa y hacer la comida.
No dio siquiera tiempo a que alguno de los gemelos se atreviese a replicar esa orden, cuando Donghyun se marchó. Podían rebelarse y no hacer nada de lo ordenado, pero sabían que de hacerlo otro castigo les caería. Comenzaron limpiando la habitación en la que dormían, posteriormente pasaron a la habitación de al lado, siempre se habían preguntado por qué habiendo dos dormitorios, les hacia dormir juntos, si mantuviesen relaciones sexuales lo entenderían, pero no era el caso.
Al entrar, por primera vez, a ese dormitorio se dieron cuenta de que había ropa de mujer en la habitación y perfumes, en un pequeño tocador situado a la derecha nada más entrar. Mil preguntas se pasaron por la mente de los pequeños al igual que mil teorías inconcluyentes, hasta que finalmente terminaron por pensar que Donghyun tubo una mujer,y que esta se marchó, cosa que no les sorprendía puesto que a sus ojos cualquier persona que compraba a otra para aprovecharse, era alguien que no merecía ser feliz ni amado.
Una vez terminaron con la limpieza, realizaron una sopa de verduras y unos filetes de cerdo, a pesar de que la cocina estaba repleta de alimentos era lo único que sabían cocinar. Era extraño que unos esclavos dominasen cualquier tipo de cocina puesto que nunca se les permitía acercarse a la comida, sin embargo, ellos siempre observaban como su “cuidadora”, como llamaban a la persona que se encargaba de alimentar y vigilar a los esclavos, les hacía todos los días la misma comida, sopa de verduras y filetes de cerdo, esto último solamente tenían permitido comerlo una vez cada dos semanas.
YM: Hermano..¿crees que nos matará?-preguntó repentinamente.
KM: ¿Qué? ¿quién? ¿ por qué?
YM: Donghyun...una vez se entere ...de..
“no se enterará” interrumpió Kwangmin abrazándolo, “no lo permitiré”.
YM: Coloquemos la mesa, pronto estará aquí
KM: No me gusta tener que servir a alguien
YM: Es mejor que aquel trastero..
KM: Puede, oh vaya ¡está lloviendo!
Ambos se asomaron a la ventana viendo como una pequeña lluvia se iba transformando en una gran tormenta, cada vez hacía más frio por lo que decidieron, una vez puesta la mesa, encender la chimenea, no sabían si tenían permitido hacerlo, pero nuevamente prefirieron hacer lo que ellos consideraban bueno, ignorando las consecuencias que pudiese tener.
A las 14:30, la puerta se abrió, entrando Donghyun el cual se dirigió al salón, encontrándose con ambos gemelos arrodillados frente a la chimenea, sin decir palabra subió a la habitación, cambiándose y poniéndose un pijama color verde, una vez se había cambiado y secado las partes que se había mojado, como consecuencia de la tormenta, bajó nuevamente al sofá. Los gemelos comenzaron a intentar apagar la chimenea, por miedo a la reacción de su señor, pero para sorpresa de ambos, este simplemente se sentó en la mesa y les hizo una señal con su dedo para que se sentasen.
Una vez sentados, Kwangmin rellenó el plato de Donghyun hasta el borde, mientras que para el suyo y el de su hermano solo vertió un cucharón, esto era lo que normalmente le servían.
DH: Es curiosa la forma en la que pensáis y actuáis
KM: ¿Por qué lo dices?
DH: No os serviís más de un cucharon de comida por miedo, pero os atrevéis a encender la chimenea sin permiso
YM: No es por miedo
DH: ¿Entonces?- dijo mirándole con una pequeña sonrisa.
KM: Ya basta, por qué tienes que ser tan arrogante- tras esto se levantó de la silla mirando fijamente a Donghyun, quien se levanto también “Siéntate” dijo con una mirada que asustaría al mismo diablo.
No sabía por qué en ese momento sintió que de no obedecer algo terrible sucedería, por lo que se limito a obedecer, quedando sentado y en silencio en la mesa con la cabeza bajada.
El resto de la comida se desarrolló sin ninguna conversación, una vez finalizado ambos gemelos quitaron y limpiaron la mesa.
DH: Acercaros
Ambos obedecieron quedando frente a Donghyun, el cual estaba sentado en un gran butacón.
DH: Quiero besaros.
¿Qué? De verdad habían oído bien, como se atrevía a pedirles eso, quién se creía ese viejo, ambos eran menores de edad, por no hablar de que eran hombre, aunque ya tenían más que advertido por el resto de esclavos, la cantidad de fetichistas y depravados que había por el mundo.
KM: No
DH:jajajajajajajajajajajajajaja, realmente sois únicos.
Se levantó sin previo aviso, besando la mejilla de Youngmin, quien quedó paralizado al no esperarselo, Kwangmin enrabietado se dispuso a golpearle pero sus manos fueron agarradas recibiendo también un beso en su mejilla.
DH: Sin duda alguna, hice bien en compraros.