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De visita... por Natsuki Miu

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Notas del fanfic:

Los personajes no pertenecen son propiedad de sus respectivos autores…

Notas del capitulo:

¡Hola a todos!

Esta vez les traigo un One-shot MakoRin =D, espero que lo disfruten ^w^

Pd: los personajes no tiene una actitud un poco diferente de la que la del anime =D

Antes de leer:

Guiones consecutivos (-----): saltos pequeños de tiempo.

Puntos consecutivos (…….): saltos extensos de tiempo.

One-shot: De visita.

Capítulo 1: Recuperando el tiempo perdido.

Tachibana Makoto, un joven alto, de cabellos castaños y ojos verdes, esperaba pacientemente a que la pantalla delante de él anunciara que el avión proveniente de Australia, arribara en el terminal.

Suspiro, estaba completamente nervioso y ansioso, no había visto a esa persona hace más de un mes… quería verlo, tenerlo nuevamente en sus brazos, besarlo y recuperar todo el tiempo que habían perdido al estar separados.

-Makoto-aquel llamado saco abruptamente al castaño de sus pensamientos, haciendo que volteara, para así encontrarse frente a frente con la persona que tanto había estado esperando, su corazón comenzó a latir descontrolado dentro de su pecho y con un impulso de felicidad abrazo al chico sin importarle que el lugar estuviera repleto de gente.

-Mako… todos no están mirando-dijo el más bajo con un notorio sonrojo en su rostro al estar entre los brazos del más alto.

-Rin, te extrañe demasiado-susurro el castaño ignorando el comentario de su pelirrojo, ya que lo único que le importaba en ese momento a Makoto, era sentir la calidez y aroma de su novio, así que sin perder tiempo apoyo su cabeza en el hombro contrario aspirando la fragancia de su amado.

-Yo también te extrañe-dijo el pelirrojo sonriendo, para luego dejar caer su bolso al piso, y así corresponder el abrazo que su castaño le proporcionaba, el también quería sentir la calidez del cuerpo contrario, pero sobre todo el aroma que hace más de un mes que no sentía.

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Después de salir del aeropuerto Makoto y Rin se dirigieron al apartamento del castaño, para que el pelirrojo dejar sus cosas.

-¿Quieres que salgamos?-pregunto el castaño mirando a su novio salir de la habitación.

-Claro-contesto Rin sonriendo-pero primero quiero tomar una ducha.

Makoto sonrió, para luego caminar hacia su habitación y entregarle una toalla limpia a su novio, el cual al recibirla entro al cuarto de baño.

Al ver esto Makoto decidió preparar algo para comer, ya que su estómago comenzaba a pedir algo de alimento. Entro a la concina, preparo algo para él y su novio y cuando la comida se encontraba lista camino hacia la sala para ver la televisión mientras su novio se duchaba.

Cuando había trascurrido alrededor de 30 minutos, Rin salió del cuarto de baño y al divisar a su novio viendo la televisión, no dudo en acercarse y sentarse sobre las piernas de este regalándole un cálido abrazo, tomando por sorpresa al castaño.

-Rin…-Fue lo único que alcanzo a decir Makoto, ya que el pelirrojo atrapo sus labios en un corto y tierno beso.

-De verdad te extrañe mucho Makoto-susurro Rin al separarse solo un poco de su castaño.

Makoto al escuchar esto sonrió ampliamente.

-Yo también te extrañe…-dijo Makoto aun sonriendo.

Rin le devolvió la sonrisa dejando ver sus dientes de tiburón para luego volver a abrazar a su castaño. Makoto correspondió el abrazo gustoso de tener aquel contacto con su novio.

-Rin-llamo al sentir un cálido beso en su cuello-ahh-jadeo luego de sentir como su pelirrojo mordía sensualmente el lóbulo de su oreja.

El de orbes carmesí al escuchar aquel sonido de los labios de su novio, sonrió y siguió besando y lamiendo aquella piel que se encontraba al descubierto frente a él.

-R-Rin… sabes muy bien que me encantaría estar todo el día en el departamento, recorriendo cada centímetro de tu piel, pero…-Makoto que tenía las manos en la espalda del pelirrojo, las hiso descender hasta el trasero de este apretándolo suavemente, tomando por sorpresa al tiburón el cual dejo de besar el cuello contrario-primero quiero tener una cita contigo.

El pelirrojo al escuchar lo dicho por su novio sonrió ampliamente.

-Está bien-dijo colocándose rápidamente de pie-pero no creas que te salvaste-sonrió maliciosamente.

-El que no se salva eres tu-dijo Makoto con una sonrisa aún más maliciosa que la de Rin, para luego colocarse de pie.

Rin por su parte no agrego nada más.

-Pero antes de nuestra cita, ¿Quieres comer algo?-cuestiono mirando a su novio.

-Claro-contesto Rin, ya que la comida del avión no había sido suficiente para llenar su estómago.

-Bien-y así ambos chicos se dirigieron hacia la concina, donde Makoto calentó la comida y sirvió dos platos, para luego comenzar servirse.

El almuerzo trascurrió en un interrogatorio por parte de Makoto ya que la última vez que había hablado con Rin, el pelirrojo había tendió problemas en entregar algunos trabajos por no querer descuidar sus competencias y prácticas. El de orbes carmesí por su parte no dudo en comenzar a explicarle lo que ocurría para tranquilizar a su novio.

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Luego de terminar de comer y lavar los platos que habían ocupado, ambos chicos salieron del edificio para así comenzar a caminar hacia el centro de Tokio.

-¿Adónde quieres llevarme?-pregunto el pelirrojo mirando el perfil de Makoto, el cual caminaba junto a él.

-Tengo todo planeado-Makoto sonrió.

-¿Y puedo saber cuáles son tus planes?-volvió a preguntar Rin mirando al castaño.

-Lo sabrás a su debido tiempo-respondió el de orbes verdes sonriendo.

Rin por su parte miro al castaño y no pudo evitar sonreír, Makoto siempre lograba que ambos se divirtieran juntos.

Luego de aquello la caminata trascurrió en silencio y alrededor de 20 minutos ambos chicos se encontraban frente a un gran edificio de color azul en el cual en un cartel se encontraba con letras blancas: “Acuario”.

-Aquí es-aviso Makoto-solo tiene dos días de inaugurado-aclaro.

-Genial-Rin sonrió ampliamente le encantaban ese tiempo de lugares, en Australia visitaba casi todos los fin de semanas uno, pero junto a Makoto no había tenido la oportunidad así que ese sería un momento especial.

-Pensé que sería un momento especial, ya que no hemos tenido la oportunidad de venir a un lugar como este, y sé que te agradan bastante-se apresuró decir Makoto como si leyera la mente del pelirrojo-¿Entremos?-pregunto al ver que Rin lo observaba con una gran sonrisa de emoción y felicidad.

-Hai-contesto Rin con entusiasmo.

Y así ambos chicos entraron al amplio lugar.

-Buenos días-saludo el señor en la boletería.

-Buenos días-saludo Makoto-dos entradas por favor-pidió entregándole el dinero correspondiente por ambos boletos.

-Aquí tiene-el castaño recibió los comprobantes de pago-que disfruten el recorrido.

-Gracias-luego de decir aquello Makoto entro al edificio seguido por Rin.

Al atravesar la entrada del acuario se encontraron con una amplia habitación en la cual dos de las paredes del lugar se encontraban dos peceras de piso a techo en donde se podían apreciar arrecifes y una gran variedad de peses de distintas tonalidades, además de varias anemonas y estrellas de mar.

-Genial-Rin sonrió y no dudo en acercarse a una de los cristales para así apreciar con mayor claridad los peses de hermosos colores.

El castaño sonrió con felicidad y también se acercó al cristal, había elegido el lugar adecuado para visitar con el pelirrojo ya que se podía apreciar claramente un brillo especial en los orbes carmesí.

Cuando terminaron de observar la belleza de ambas peceras, decidieron pasar a la siguiente habitación en la cual se apreciaban esta vez tres paredes de cristal con paisajes submarinos, pero los peses eran distintos, ya que en la primer cristal al cual se acercaron se podía apreciar una anguila de color negro oculta entre los corales y  varias estrellas de mar de colores extravagantes, en el segundo cristal se apreciaba un hermoso pes león con caracoles marinos y en la tercera pecera se encontraban peses de un sinfín de colores además de varios hipocampos los cuales se encontraban sujetos a varios de los corales de colores blancos y rosas.

 -Pasemos a la siguiente habitación-invito Makoto con una gran sonrisa llamando la atención del pelirrojo que observaba con una gran sonrisa al pez león.

-Claro-contesto Rin sin dejar su tono de emoción.

El castaño sonrió, sabía que lo que venía a continuación alegraría de sobre manera al pelirrojo así que no dudo en dirigirse hacia a la siguiente habitación seguido por su novio. Al entrar a la habitación, Rin se quedó sorprendido y una gran sonrisa surco sus labios.

la habitación era un polígono gigante de cristal rodeado por agua salada y paisajes marinos en la cual  nadaban alrededor de 10 tiburones, además de varias mantarraya que se ocultaban en la arena y de vez en cuando se dejaban ver, y finalmente varios peses, los cuales no se encontraban en la alimentación de los peses de mayor tamaño.

-¿Tu sabias de esto?-pregunto Rin sin dejar de observar con emoción a los hermosos tiburones que nadaban sobre los corales.

-Porque otra razón te traería hasta este lugar-Makoto sonrió.

-Esto es hermoso-dijo con emoción el pelirrojo-gracias por sorprenderme-el rostro de Rin se tiño de un leve rojo al ver la hermosa sonrisa que le regalaba Makoto al escuchar las palabras antes dichas.

-No fue nada, quería tener un buen recuerdo junto a ti y creo que lo logre-el castaño ensancho su sonrisa al ver que el sonrojo de Rin había aumentado.

-Sí, lo lograste… es un buen recuerdo, especialmente porque es junto a ti-dijo el pelirrojo mirando los orbes verdes de su novio.

El castaño sonrió ampliamente y aprovechando de que nadie más se encontraba cerca por el momento, se acercó al pelirrojo regalándole así un tierno beso.

-Bueno, el recorrido aún no termina-aviso el castaño ensanchando su sonrisa al ver el color que había tomado el rostro contrario.

Rin aun sonrojado sonrió y decidio prestarle atención a los peses que nadaban a su alrededor, Makoto había planeado aquello para mostrárselo solo a él, para que ambos pasaran un momento inolvidable y eso lo hacía sumamente feliz.

Luego de unos minutos más junto al tanque de los tiburones, los chicos decidieron pasar a la siguiente habitación en la cual se encontraban otras especies de peses.

A los chicos les llevo unas cuantas horas más recorrer el acuario en su totalidad.

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Cuando al fin lograron recorrer todo el acuario, ambos chicos decidieron salieron del lugar.

-¿Quieres ir a otro lugar?-cuestiono Makoto observando al pelirrojo que se encontraba a su lado.

-Esta semana tengo entendido que estrenan varias películas-aviso el pelirrojo con una sonrisa.

-Entonces, ¿Quieres ir al cine?-cuestiono con una cálida sonrisa.

-Hai-el pelirrojo ensancho aún más su sonrisa.

 -Bien, el cine queda a una cuadra de aquí-aviso Makoto.

Y así Rin comenzó a seguir a Makoto hacia el lugar en donde se encontraba el cine.

Luego de una caminata, entre conversaciones animadas y varias risas por parte de ambos chicos, llegaron al cine. Rin tenía razón ya que en la cartelera del cine se podían apreciar varias películas de estreno de distinto géneros: ciencia ficción, romántica, comedia, drama, terror entre otros.

-Y-Makoto miro al pelirrojo que observaba con especial atención el listado de películas-¿Cuál película quieres ver?-pregunto, aunque enseguida se arrepintió al prestarle atención a la cartelera.

-Aquella-dijo Rin con una gran sonrisa y no dudo en acercarse a la cartelera de la película de terror “Mama”.

Makoto se quedó petrificado de todas las películas que podrían haber estrenado, tenía que estar aquella, la cual Rin había esperado con ansias.

-Rin, ¿Por qué no elijes otra?-pregunto Makoto nervioso, odiaba el género de terror.

-Mako… sabes qué he estado esperando esta película por varios meses-miro al castaño con un tierno puchero-por favor.

Makoto suspiro, tendría pesadillas por una semana.

-Está bien-contesto a regañadientes.

-Bien-Rin sonrió triunfante.

Después de aquello el pelirrojo y el castaño se acercaron a la boletería, como la función comenzaba en media hora, compraron las entradas con el tiempo suficiente para comprar refrescos y palomitas de maíz. Cuando solo faltaban minutos para el comienzo de la película, Rin tomo la muñeca contraria para prácticamente arrastrar a Makoto al interior de la sala de cine.

-Vamos Mako… la película no es tan terrorífica-el pelirrojo trato de tranquilizar a su novio, cuando ambos se encontraban sentados frente a la pantalla gigante.

El castaño forzó una sonrisa y decidio darle un sorbo a su refresco, para luego tomar unas cuantas palomitas con una de sus manos y así tratar de tranquilizar sus nervios, y en cuestión de minutos las luces de la sala se apagaron, avisando que la película comenzaría enseguida.

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La película resulto aun mas terrorífica de los que esperaba Makoto, por lo tanto se encontraba bastante asustado, por eso odiaba las películas de terror en especial la que involucraban fantasmas ya que varía de esas se basaban en hechos reales.

-Mako…-el castaño al escuchar el llamado de su pelirrojo, dio un pequeño salto en su lugar al salir de sus pensamientos-Veo que sigues teniendo miedo de las películas de terror.

-Esa era la razón por la cual quería que cambiaras de película-aclaro el castaño colocándose de pie-tendré pesadillas por un mes.

El pelirrojo rio suavemente y se dispuso a seguir a su novio hacia la salida, ya que la sala comenzaba a desocuparse.

Llegar a la entrada del cine les llevo solo unos segundos.

-No sabía que habían pronosticado lluvia-dijo el pelirrojo con una gran sonrisa y sin dudarlo salió del cine para así sentir la frescura de las suaves gotas.

-Deben haberse equivocado en el pronóstico-dijo esta vez el castaño, con una sonrisa al ver que Rin miraba hacia el cielo dejando que la lluvia mojara su rostro.

-Mako… porque no me acompañas esto es refrescante-invito el pelirrojo con una gran sonrisa.

-Bien, pero será solo por unos minutos o terminaras resfriándote-advirtió el castaño para luego salir del cine y acompañar por unos minutos a su novio bajo la lluvia.

Luego de que ambos chicos se encontraran sintiendo la frescura de las gotas sobre sus rostros y cabellos, la lluvia aumento su intensidad.

-Sera mejor que nos dirijamos al departamento o terminaremos empapados-aviso Makoto.

-Bien-el pelirrojo sonrió.

Y así ambos chicos comenzaron a correr hacia el departamento del castaño, con la intención de no quedar empapados.

 

 

Gracias a la carrera ambos chicos llegaron al edificio en menos tiempo del que se demorarían caminando, pero aquello no les había servido de nada ya que de igual forma habían quedado empapados por la intensidad de la lluvia.

-Debemos cambiarnos-dijo Makoto al entrar a su departamento-lo menos que quiero es que te resfríes-agrego.

-Está bien, pero entra tú a ducharte primero-aviso Rin entrando al departamento detrás de su castaño.

-Bien-Makoto entro a su habitación, para enseguida salir con dos toalla-Sera mejor que te seques el cabello-dijo para luego entregarle un de las toallas al pelirrojo-Saldré enseguida-y sin decir más el castaño entro al cuarto de baño.

Makoto se quitó la ropa húmeda y se metió en la regadera para enseguida dejar correr el agua caliente sobre su cuerpo helado.

Aquella ducha le hacía falta, había logrado relajar sus músculos ya que la película de esa tarde lo había dejado bastante asustado, pero gracias al pelirrojo no había tenido tanto tiempo para pesar sobre aquello.

El castaño suspiro y luego de 20 minutos se encontraba listo, salió de la ducha, seco su cuerpo y luego salió del cuarto de baño con la toalla alrededor de la cintura ya que no había buscado ropa para vestirse.

-El cuarto de baño está listo-aviso al ver al pelirrojo apoyado en la pared del pasillo con uno pantalón de buzo y una polera en sus manos-estaré en mi habitación vistiéndome si me necesitas.

-Hai-contesto Rin, para luego de sonreír entrar al cuarto de baño y así ducharse y calentar el cuerpo con el agua caliente.

El castaño le devolvió la sonrisa a Rin y al verlo entrar al cuarto de baño, este entro a su recamara para así acercarse a su cómoda y sacar una muda de ropa limpia.

Makoto se vistió lentamente, no tenía prisa ya que sabía muy bien que Rin también se demoraría. Cuando al fin estuvo vestido con un pantalón de buzo negro y una polera de color verde limón, se dispuso a secar su cabello con el secador que tenía en la habitación, lo cual no le llevo más de 10 minutos.

Salió de la habitación y al comprobar que Rin aún  se encontraba en el cuarto de baño, se dispuso a entrar a la cocina, para preparar chocolate caliente y así prevenir que su pelirrojo o incluso el contrajeran algún resfriado, coloco el agua en la estufa y salió hacia la sala mientras esperaba que se encontrara lista el agua.

-Y en otras noticias, los meteorólogos confirman que la repentina lluvia que comenzó a caer esta tarde se convertirá en una tormenta eléctrica, así que por la seguridad de los ciudadanos se les recomienda no salir de sus hogares por la intensidad de los vientos y de la lluvia-se escuchó decir luego de que Makoto encendía la televisión.

-Así que será una tormenta eléctrica-dijo Rin haciendo que Makoto diera un brinco en el sillón al escucharlo hablar tan repentinamente.

-No me asustes así-reclamo el castaño volteando para observar a Rin-o quieres que me dé un infarto-el pelirrojo rio suavemente con el comentario de su novio-y si, no me sorprende que se convierta en una tormenta eléctrica, ya que se puede escuchar claramente el sonido de la lluvia caer sobre el ventanal-agrego el castaño volteando nuevamente hacia la televisión.

Ambos chicos guardaron silencio para así poder escuchar alguna otra noticia sobre el clima y así saber cuántos días estaría así la ciudad de Tokio.

-Rin, ¿Quieres chocolate caliente?-cuestiono Makoto volteando para observar a su novio, ya que había escuchado claramente el sonido que hacia el estómago de este.

-H…Hai-contesto el pelirrojo con un notorio sonrojo en el rostro.

-Bien-el castaño se levantó de su asiento-el agua ya está lista.

Rin sonrió y aun sonrojado siguió al castaño hacia la cocina.

En cuestión de minutos ambos se encontraban nuevamente en la sala, viendo la televisión y disfrutando de una deliciosa taza de chocolate caliente.

-Este delicioso-felicito Rin al beber de su taza.

-Gracias-Makoto sonrió cálidamente, y Rin le devolvió la sonrisa.

Luego de aquello los chicos siguieron observando la televisión ya que habían encontrado una película del agrado de ambos y se había dispuesto a verla. Cuando la película termino los chicos ya habían terminado de beber sus tazas de chocolate caliente y las tasas se encontraban reposando sobre la mesa de centro.

-Sera mejor que nos acostemos-dijo Makoto al ver el reloj de la televisión, ya que este marcaba exactamente las 23:30 am, aunque no tendrían nada que hacer el día siguiente ya que según el reporte del clima seguiría lloviendo y no se levantarían temprano, aquel día había sido bastante agitado y Rin también debía estar cansado por el vuelo de esa mañana.

 -Tienes razón-el pelirrojo sin siquiera querer bostezo.

Ambos chicos se dispusieron a levantarse del sofá, pero en ese preciso momento la tormenta afecto la electricidad haciendo que el departamento se quedara a oscuras.

El castaño al ver esto no dudo en abrazarse al pelirrojo, lo segundo en su lista de odio era la oscuridad y aún más después de ver una película terrorífica como la de esa misma tarde.

-Ma…-el llamado del pelirrojo se vio cortado por una luz y un fuerte sonido propio de una tormenta eléctrica, lo cual hiso que Makoto se sobresaltara aún más e intensificara su abrazo-Mako… no tan fuerte-pidió el pelirrojo al sentir como su novio comenzaba a apretarlo un poco más.

-Lo siento-se disculpó el castaño soltando el agarre que tenía sobre el de menos estatura.

-El que se debe disculpar soy yo-dijo esta vez el pelirrojo.

-¿Por qué?-cuestiono Makoto confundido.

-Porque yo fui el culpable de que estés asustado, no debí obligarte a que me acompañaras a ver aquella película-explico-de verdad lo siento-volvió a decir.

El castaño sonrió ampliamente.

-No te preocupes de todas formas me siento seguro si estoy contigo-aclaro para de inmediato tomar el mentón contrario y besar dulce y tiernamente a su novio.

Rin no dudo en corresponder el beso que Makoto le estaba obsequiando, siguiendo los  movimientos que los labios del castaño realizaba sobre los suyos.

Ambos chicos tuvieron que separarse por la falta de oxígeno.

-E…Esto me recuerda que esta mañana me estabas provocando-dijo Makoto sonriendo con malicia.

El pelirrojo no pudo evitar sonrojarse con lo dicho por Makoto, pero a pesar de aquello, decidio sentarse sobre las piernas de su novio.

-Si lo estaba haciendo-confirmo el pelirrojo sonriendo con la misma malicia que Makoto.

El castaño sonrió de lado y antes de que pudiera decir algo, sus labios habían sido atrapados por los de su novio en un beso apasionado.

Makoto al sentir la intensidad del beso no dudo en morder sensualmente el labio inferior de Rin, este entendió de inmediato y abrió su boca, dejando entrar la lengua contraria, la cual no perdió ningún segundo en saborear cada rincón de la cavidad ajena, dejando sin aliento al pelirrojo.

Ambos se separaron por segunda vez por la falta de oxígeno.

-R…Rin, Te amo-confeso el castaño mirando los orbes carmesí.

El pelirrojo no pudo evitar sonreír con aquello, era una sonrisa de felicidad en la cual dejo ver su peculiar dentadura.

-Y…Y yo te amo a ti, Mako-aclaro Rin y así, ambos chicos volvieron a cortar la distancia entre ellos, en un beso apasionado, deseoso y sobre todo lleno de amor.

Makoto mordió suavemente el labio inferiros de Rin, haciendo que este soltara un pequeño jadeo por la sorpresa y por la corriente eléctrica que había recorrido la totalidad de su cuerpo por aquel estimulo. El castaño al escuchar aquel excitante sonido no dudo en morderlo nuevamente y al ver que su pelirrojo esta vez abría la boca, no perdió segundo e introdujo su lengua para saborear cada rincón de la cavidad ajena y así poder profundizar más el beso y también producir más jadeos, que para el eran dulce música en sus oídos.

Ambos chicos se separaron jadeantes por la falta de oxígeno en sus pulmones, pero Makoto no se detuvo a recuperar el aliento, ya que luego de separarse de los labios contrarios bajo hasta el cuello del pelirrojo comenzando así a repartir besos, lamidas y uno que otra mordida de propiedad.

Rin por su parte al sentir las exquisitas sensaciones en su cuello no pudo evitar gemir con sorpresa y placer ya que hace bastante tiempo que no sentía las caricias de su novio.

-M-Mako…-suspiro entre gemidos-s…sigamos ahh en la habitación mm-logro articular entre los pequeños gemidos que salían de su boca, y en cuestión de minutos Makoto se había levantado del sillón en dirección a la habitación mientras que el pelirrojo aferraba sus piernas a las caderas contrarias.

Para la suerte de ambos, Makoto conocía a la perfección su departamento y la falta de luz no fue un impedimento para que el trascurso de la sala a la habitación ocurrió sin percances. En cuestión de minutos el castaño se encontraba en el interior de su cuarto, depositando al pelirrojo suavemente sobre la cama, haciendo que Rin soltara el agarre que tenía alrededor de sus caderas.

-T-Te dije que de esta no te salvabas-tartamudeo Makoto con la respiración entre cortada, mientras se acomodaba sobre su novio y sus labios se curvaban en una seductora sonrisa.

El rostro de Rin se tiño de un intenso rojo al escuchar a su novio, pero a pesar de eso no dudo en pasar sus brazos por sobre los hombros de Makoto y así enredar sus dedos en las hebras castañas para atraerlo hacia él y besarlo con deseo.

Makoto no dudo en corresponder el beso, y mientras sus lenguas jugaban entre sí, no dudo en comenzar a levantar la polera que después de la ducha Rin se había puesto, el pelirrojo por su parte al ver lo que intentaba su novio se separó del excitante beso.

 -D…Dejare que me quites la polera pero tú debes hacer lo mismo-sentencio con una sonrisa orgullosa.

Makoto rio suavemente y asintió, haciendo que la sonrisa de Rin aumentara.

Y así en cuestión de minutos ambos chicos se encontraban con los torsos descubiertos dejando ver sus bien trabajados abdómenes. El castaño al ver el torso de su novio al descubierto, no perdió tiempo y recostó nuevamente al pelirrojo sobre el lecho, para enseguida comenzar a delinear un húmedo camino con su lenguas partiendo desde el cuello hasta unos de los pezones del pelirrojo, haciendo que este al sentir su tetilla ser mordida y succionada con suavidad por la boca contrario comenzara a gemir con un poco de volumen.

El castaño al escuchar los gemidos que lograba arrancar de la boca de Rin, decidio seguir con su labor por unos minutos más ya que los sonidos comenzaban a hacer que su miembro despertara.

-M-Mako…-articulo entre gemidos Rin, el castaño al escuchar aquello detuvo su labor y bajo ambas manos hasta la pretina del  pantalón de buzo negro, para bajarlo junto a la ropa interior, y así dejar al descubierto la prominente erección del de orbes carmesí-Mmm-gimió el pelirrojo al sentir como una de las manos de su novio apretaba con firmeza su miembro y comenzaba a moverla con lentitud, provocando que con cada movimiento suspiraron con mayor fuerza.

El pelirrojo al sentir aquellas caricias sobre su miembro volvió a enredar sus dedos sobre las hebras de cabello castaño para así besar los labios de su  novio, Makoto por su parte no opuso resistencia y sin detener el movimiento de su mano correspondió el beso gustoso.

Cuando llevaban algunos minutos besándose, sin que el castaño dejara los movimiento con su mano, Makoto se separó lentamente de los labios del pelirrojo y comenzó a dibujar nuevamente un camino de besos y lamidas desde estos, pasando nuevamente por el cuello, luego el pecho, el vientre y finalmente se detuvo a centímetros del miembro aun erecto de Rin, aspiro el masculino olor de su novio e irguiéndose para mirar los orbes carmesí que observaban cada uno de sus movimientos, se deshizo finalmente de las pantalones y del bóxer de Rin.

El castaño jadeo al ver a su pelirrojo completamente desnudo, además de que este lo miraba invitándolo a continuar, así que sin perder tiempo se levantó de la cama  y bajo sus pantalones junto a la ropa interior dejando a la vista su erecto miembro, el cual hace ya varios minutos  había comenzado a pedir atención desesperada. Y sin siquiera dudarlo Makoto volvió a acomodarse sobre la cama, esta vez entra las piernas de su novio, el cual al ver esto no dudo en abrir un poco más estas y así facilitar lo que vendría a continuación.

Makoto al ver esto sonrió y lamio sus dedos sensualmente (Ya que Rin lo observaba) para así lubricarlos, cuando sintió que estos estaban listos procedió a llevar uno a la entrada de su pelirrojo, causando que este se estremeciera un poco por la incomodidad, había pasado bastante de la última vez que había ocurrido un encuentro intimo entre ellos, pero a pesar de aquello Rin se relajó casi de inmediato, sintiendo como su novio comenzaba a simular estocadas, para luego de algunos minutos más introducir otro digito hasta terminar con tres dedos en el interior del de orbes carmesí. Rin comenzó al sentir las exquisitas sensaciones que los dedos de su novio le provocaban comenzó a mover las caderas al ritmo de aquella mano, avisándole a si a su castaño de que estaba listo para la penetración.

El de orbes verdes, al darse cuenta de que Rin estaba completamente dilatado y sin poder contenerse por más tiempo, retiro los tres dedos con cuidado del interior de su pelirrojo, para casi enseguida posicionar su miembro en la entrada del más bajo y con un movimiento rápido y profundo, lo penetró, aquella sensación era deliciosa, ya que podía sentir como las paredes internas de su novio se cerraban exquisitamente sobre su miembro.

-Mmm-gimió al sentirse completamente en el interior del pelirrojo-Rin, sigues siendo exquisitamente estrecho-articulo con la respiración entre cortada.

Rin por su parte al sentir como el miembro de Makoto lo llenaba completamente por dentro, solo logro gemir con fuerza, ya que a pesar del inmenso placer que sentía en ese  momento también había sentido un poco de dolor, el castaño percibió aquello y de inmediato se acercó a los labios de sus novio para así besarlo suave y tiernamente.

-R-Rin, Te amo-susurro al separase solo un poco de los labios contrarios.

El pelirrojo sonrió y le devolvió el beso con la misma suavidad y ternura con la que Makoto lo había besado.

-Y…Yo t…también te amo-susurro entre cortado haciendo que con las anteriores palabras Makoto sonriera de felicidad-y ya estoy listo, puedes moverte-afirmo con una cálida sonrisa.

El castaño ensancho su sonrisa, apoyo ambas manos sobre la cama y comenzó un suave vaivén con sus caderas, el cual a medida que los minutos pasaban se comenzaba a intensificar, ya que con cada estocada un exquisitas escalofrió recorría el cuerpo de ambos chicos, haciendo que de ambas bocas salieran infinidad de sonidos.

Makoto entre las estocadas tomo las piernas del pelirrojo y con cuidado las posiciono sobre sus hombro, y así lograr que la penetración se más directa y profunda. Rin al ver la nueva posición en la que se encontraba con su novio y sentir como el miembro del castaño llegaba más y más profundo dentro de él, comenzó a sentir suaves espasmos recorrer su cuerpo y como su piel se erizaba, estaba a punto de acabar y sus cuerpo lo mostraba, mientras que de su boca salían gemidos mucho más audibles.

-M…Mako, voy ahh acabar-logro articular Rin entre gemidos.

El de orbes verdes sintió como la entrada de su pelirrojo se contraía deliciosamente sobre su  miembro y como el semen de Rin mojaba ambos vientres, logrando que el castaño también sintiera un escalofrió recorrer su cuerpo, logrando así acabar llenando por completo a su novio.

Makoto sonrió y sin dudarlo se acercó al pelirrojo y lo beso tiernamente, mientras que su respiración se calmaba, Rin correspondió el beso. Luego de separar sus bocas, el castaño salió con delicadeza del interior del de orbes carmesí y se recostó a un costado. Cuando al fin ambos chicos recuperaron el aliento, el más alto removió las cobijas para así taparlos a ambos y sin dudarlo atrajo el cuerpo de su novio hacia el, el pelirrojo al ver esto no dudo en acomodarse entre los fuertes brazos de su castaño, dejando el pecho contrario como su almohada.

-Buenas noches Rin-se despidió el castaño al ver como su pelirrojo comenzaba a entregarse al sueño por el cansancio.

-Buenos noches Mako-contesto Rin para luego bosteza-Te amo-susurro con una sonrisa y finalmente cerro sus ojos para casi de inmediato caer profundamente dormido.

Makoto sonrió enternecido al ver como Rin al ver a su novio dormido.

-Yo también te amo-susurro aunque sabía bien que el pelirrojo ya no lo escuchaba. Makoto beso la frente de su novio y comenzó a acariciar con cariño las hebras de cabello rojo para al fin cerrar sus ojos y también caer rendido a los brazos de Morfeo.

A la mañana siguiente…

Ambos chicos aun dormían abrazados en la cama, aunque la cabellera pelirroja comenzaba a incomodarle a Makoto en su nariz, haciendo que este finalmente despertara.

Bostezo tapando su boca con su mano libre ya que con la otra abrazaba a Rin, sonrió al ver como su pelirrojo dormía apaciblemente, aferrado a su cintura. Makoto beso la frente de este para luego observar el reloj que se encontraba sobre la mesita de noche.

-Las 13:00 pm-susurro para sí mismo, para luego comenzar a salir de la cama con cuidado para no despertar a Rin.

Cuando Makoto se encontraba fuera de la cama, tomo sus ropas, se vistió con cuidado para no hacer ruido, y cuando se encontraba listo, abrió la puerta tratando de que esta no sonara, le dio el último vistazo al pelirrojo sobre la cama para asegurarse de que aun dormía y cerró la puerta con igual de cuidado.

Cuando llego al final del pasillo, la claridad en la sala llamo su atención y sin dudarlo se acercó a la ventana y al correr un poco la cortina, se encontró con que la terraza está cubierta de nieve, sonrió ampliamente lo que más le gustaba del invierno era lo que había descubierto en su terraza.

Luego de descubrir aquello y con una gran sonrisa en su rostro entro a la cocina para así preparar un rico chocolate caliente y así disfrutarlo con su novio en su habitación.

 ---En la habitación---

Rin se removió en la cama y al no sentir a nadie a su lado se despertó, restregó sus ojos con suavidad y se sentó con cuidado sobre la cama, ya que sabía muy bien que si lo así con brusquedad le dolería su espalda baja.

Observo a su alrededor y al ver que la ropa de su novio no se encontraba esparcida por el suelo, decidio sentarse sobre la cama para así vestirse y dirigirse a la cocina. Cuando Rin se había vestido con su bóxer la puerta fue abierta suavemente, dejando ver a Makoto el cual traía dos tazas en sus manos.

-Buenos días Rin-saludo el castaño con una cálida sonrisa y no dudo sentarse en la cama junto a su pelirrojo.

-Buenos días-saludo el pelirrojo devolviéndole la sonrisa.

-Aquí tienes-el castaño le ofreció una de las tazas.

-Huele bien-dijo Rin al acercar la bebida caliente a su boca-¿pero a qué se debe el desayuno en la cama?-pregunto con una sonrisa para luego darle un pequeño sorbo a la bebida caliente.

El castaño sonrió.

-Solo quería regalonearte-el castaño se acercó a Rin para besarlo en la frente-además de que también quiero quedarme en la cama todo el día junto a ti.

El pelirrojo ensancho su sonrisa.

-¿Entonces podemos seguir durmiendo?-pregunto Rin.

-Como gustes-contesto el castaño con una cálida sonrisa.

Y así los chicos entre una pequeña conversación terminaron de beber el chocolate.

Rin volvió a recostarse sobre la cama, seguido por Makoto el cual no dudo en atraerlo hacia él, besarlo dulcemente, para luego taparse y dejarse llevar nuevamente por el sueño ya que la noche anterior no se habían dormido temprano.

 

Notas finales:

¿Qué tal?, ¿Qué les pareció?... sus opiniones son lo más gratificante para una autora… =D

Espero que les haya gustado… ¡Muchos Saludos! Y gracias por leer ^w^


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