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Volverás a ser mio, Naruto por Bad boy x3

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Notas del capitulo:

Hola chicas y chicos fiesteros XD

Aquí les traigo un nuevo capítulo, espero les guste, porque a mí me da mucho orgullo este capí. Intriga!

Capítulo 11 – Duelo de miradas


“Así que… ¿Ahora andas con ese niño? ¿Él es tu nuevo novio o qué? ¿Qué tiene ese de especial?” fueron las únicas palabras que salieron de la boca de Naruto apenas Sasuke se percató de su presencia, la molestia del rubio era más que evidente, hasta su mismo ceño fruncido lo delataba, pero al azabache no le importaba en lo más mínimo el enojo ni la molestia de Naruto, así que el pelinegro, evitando cualquier tontería, no le contestó con ninguna palabra y entró a su departamento, dejando atrás al rubio de ojos azules. Ese gesto de ignorarlo, solo puso más colérico a Naruto, quería una maldita explicación ya mismo, toda la noche conteniendo sus celos… ya no podía aguantarlo más. “Sasuke Uchiha, no me vas a dejar hablando solo como idiota” dijo levantando un poco la voz, entró al departamento y de inmediato cerró la puerta casi azotándola, mirando como Sasuke caminaba hacia su propia habitación, el rubio de cabello alborotado lo siguió, no quería dejarlo escapar de ninguna forma.


-      ¡Por lo menos háblame Sasuke!


-      ¿Para que tú sigas hablando puras idioteces? Tú mismo lo dijiste, te dejaré hablando solo como el idiota que eres –contestó el azabache, deteniéndose en la puerta de su habitación.


-      ¿Por qué me tratas así?


-      Porque te lo mereces Uzumaki.


-      ¡Teme! ¿Ahora me vas a llamar por mi apellido? ¡Eso es demasiado formal!


-      ¡Pues no te voy a tratar de otra forma, adiós!


El chico de cabellos oscuros entró en su habitación, pero al intentar cerrar la puerta notó que Naruto la estaba obstruyendo, la puerta no se cerraría si había algo impidiéndoselo. “Déjame cerrar la puerta, no quiero estar escuchando más de tus tonterías” dijo Sasuke con un tono ahora más frustrado en su voz.


-      Solo quiero que me respondas lo que te pregunté cuando regresé ¿Ahora ese chico es tu novio?


-      Eso no te debe de importar, son mis propios asuntos.


-      ¡Pero si me importa! Ese pequeño idiota me las va a…


-      NO quiero que le toques ni un solo cabello a Kiba –Sasuke tomó a Naruto por el cuello de su camiseta, con una postura amenazante y hostil.


-      Eres un teme, yo no lastimaría físicamente a ese…


-      NUNCA le hagas nada a Kiba, no quiero que le hagas daño de ninguna forma ¿me entiendes?


-      Ah, claro, a él si lo defiendes con todas tus fuerzas… y a mí hoy me trataste como a basura.


-      Me da igual eso –El azabache soltó a Naruto- solo no te le acerques a Kiba… y si lo haces…


-      ¿Qué cosa?


-      Será la última vez que me veas en tu vida… o la última vez que veas algo en tu vida, cualquiera de las dos.


-      … -Naruto se quedó callado y pasmado.


-      Ahora adiós.


Sasuhe Uchiha empujó con su mano el pecho de Naruto, haciéndolo retroceder involuntariamente, ahora sí pudo cerrar la puerta de su habitación, para al fin poder descansar, si las cosas con Naruto ya estaban mal, ahora todo estaba peor. “Maldito dobe con sus malditos celos… si le hace algo a mi Kiba se arrepentirá” pensaba el pelinegro mientras se desvestía. Mientras que en la otra habitación del departamento, estaba el chico de ojos azules golpeando con fuerza su cama, era la única forma no destructiva de desquitar su frustración “¡Hoy ha sido un día de mierda, todo me salió mal!” pensaba mientras arremetía a la cama con sus golpes… Ya al cabo de un rato, luego de cansarse te hacer tanto berrinche, Naruto solo pudo sentirse preocupado… “Acaso… ¿Realmente lo estoy perdiendo?” pensó mientras que el silencio reinaba en la oscuridad de la noche.


 


Y así, los días pasaron lentamente, días en los que Naruto Uzumaki y Sasuke Uchiha no se dirigían la palabra, ya fuera por el enojo de uno o por el orgullo del otro, pasaron varios días sin hablarse, apenas y se veían en el departamento, habían veces en las que ni siquiera coincidían para comer al mismo tiempo y si es que lo hacían, uno comía solo en la cocina y el otro en el living o en su propia habitación. Era cierto, en más de una ocasión chocaron sus miradas, pero esas miradas no expresaban afecto ni cariño… al menos al no hablarse evitaban los momentos incomodos. Pero lo que pasaba en realidad, lo que ellos sentían, se lo guardaban para ellos mismos, Sasuke quería olvidarse de Naruto, evitar cualquier recuerdo de su niñez con el rubio, esquivar cualquier pisca de cariño u amor hacia el Uzumaki, hasta se le había pasado por la mente la idea de hacer sus maletas e irse, no volver a ese departamento y verle la cara… pero no, esa no era la mejor idea, al menos… si no lo hacía era por dos cosas, la primera razón era porque en ese lugar podía ir con la mayor tranquilidad del mundo a sus clases de la universidad, pues el campus estaba realmente cerca y la otra razón y principal… tenía a su lindo Kiba en la puerta de al frente, ese chico con lindos colmillos y cabello alborotado y castaño en serio que le alegraban el día, bastante.


En cambio Naruto… él no estaba nada lejos de ser complicado, su orgullo le decía que dejara ir a Sasuke, que el azabache era solo un teme, un pequeño pececillo en un mar  repleto de chicos, tanto era su orgullo que podía estar todo el día sin hablarle a Sasuke, aguantando todo lo que quería decirle… pero en el fondo… contra todo lo que habría pensado Naruto, contra viento y marea él… solo quería recuperar la atención de Sasuke. Es muy gracioso como el destino juega con nosotros y en el caso de estos dos chicos, sus papeles se habían invertido, cuando Sasuke volvió a ver a Naruto, lo que quería era recuperar el amor del rubio, revivir ese amor de la infancia, tal vez un “volverás a ser mio”… Pero ahora, las cosas eran distintas, Sasuke tratando de olvidarse de Naruto y este último secretamente solo deseaba al azabache… como dije, el destino puede ser muy divertido, otras veces cruel y en algunas veces… mejor dejaré que ustedes mismos lo descubran…


Con el pasar de esos días ya había llegado un nuevo fin de semana, un nuevo viernes por delante y como muchas otras personas, Sai también tenía planes para el inicio del fin de semana, él y Sasuke estaban caminando juntos por el campus de su universidad, conversando de meras trivialidades, era viernes por la tarde y el cielo apenas y empezaba a oscurecer.


-      Y dime señorito Sasuke Uchiha ¿Tienes planes para hoy?


-      ¿Planes? Sabes que yo casi nunca tengo planes, no soy la persona más ocupada del mundo… aunque siempre lo diga como excusa.


-      Oh amigo, si tan solo todas las chicas que rechazas supieran lo que me estás diciendo ahora mismo… -pronunció Sai con un poco de ironía.


-      Sé que no lo dirás… el punto es que, no tengo planes ¿Por qué preguntas?


-      Si fueras tan listo como pareces, ya deberías saber que te voy a invitar a una fiesta, una amiga de Ino va a hacer una fiesta hoy en su casa y…


-      Las fiestas no son lo mío –hablo Sasuke interrumpiendo al otro pelinegro.


-      ¡Eso no importa Sasuke! Tienes que salir y divertirte de vez en cuando.


-      Mmm… no lo sé, dejémoslo en un tal vez –pronunció sin mucho interés.


-      Oh vamos, no seas tan amargado, ni siquiera serás el violinista de Ino y yo, puedes llevar a alguien si tú quieres, no hay problema con eso.


-      Ya veo…


-      ¿Entonces… que dices? –sonrió Sai.


-      Supongo que sí iré… tengo a alguien.


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Al fin la hora de salir del trabajo había llegado, por fin Naruto podría quitarse ese molesto y elegante traje de camarero y ponerse su ropa tan comoda. “Malditos fines de semana, es cuando el café se llena más que nunca, ¿No saben que un chico de mi edad no puede trabajar tanto? ¡Me estreso demasiado!” decía refunfuñando Naruto mientras salía por la puerta trasera del café que ya estaba por cerrar. La noche ya había llegado a toda la cuidad, Naruto apenas había caminado hasta la esquina de la acera, cuando un auto más que familiar se estacionó a su lado. Naruto se sorprendió un poco al verlo ahí, hace ya varios días que no lo recogida del trabajo. “Sube” dijo el pelirrojo con un tono de voz más que relajado, Naruto sonrió y obedeció, subiendo al asiento de copiloto de aquel vehículo flotante.


-      Hace tiempo que no venias por mí, Gaara.


-      Pues ya estoy aquí, pequeño zorrito –respondió el chico más pálido.


-      Jajaja ¿Y vamos a ir a algún sitio divertido?


-      Pues hay una fiesta en la casa de Sakura, estaba pensando en ir ahí.


-      ¡Sakura Haruno! Hace tanto tiempo que no veo a esa perra… sí quiero ir, seguramente me ha extrañado –expresó el rubio mientras sonreía.


-      Muy bien entonces, primero vamos a mi casa para cambiarnos estas fachas.


-      ¡Acelera!


El pelirrojo empezó a conducir rumbo a su hogar, parecía que todo estaba listo para una noche de locura y diversión, mientras escuchaban música en el auto y Naruto bailaba como tonto en el asiento de copiloto, parecía que el chico de ojos azules estaba feliz de por fin ir de nuevo a una fiesta, de hecho, Gaara no se iba a aguantar las ganas de preguntarle sobre eso.


-      Oye sexy boy –habló el pelirrojo- ya era hora que aceptaras ir a una fiesta, hace varias semanas que no ibas a ninguna, ya me estabas preocupando.


-      Bah, no te preocupes por eso, ya ni me acuerdo porqué deje de ir a las fiestas.


-      Así se habla, vamos a romper todo esta noche.


-      Lo dices en un tono tan serio que me asustas –bromeó el rubio.


-      Oh bebé, no tengas miedo, seré muy amable contigo.


-      Siempre dices eso, idiota –Naruto se mordió el pulgar en forma de coqueteo.


Al parecer, el típico Naruto fiestero ya había regresado.


 


Ya avanzada la noche, Gaara y Naruto por fin llegaron a la casa de Sakura, la gente más importante y popular llega tarde a una fiesta y Naruto podía ser el alma de cualquier fiesta en un dos por tres. Al entrar en la casa ya podían ver a varios chicos y chicas con el alcohol algo subido de tono, otros con las hormonas muy alborotadas y cosas así, era lo más normal del mundo. Con todo el volumen alto de la música y pasando entre las personas llegó hasta ellos una chica bonita y de cabello rosado, la cual se abrazó directamente del cuello del rubio con tres marquitas en cada mejilla “¡Naruto Uzumaki, maldito zorro, hace mucho que no te veía en ningún lado, te golpearé por hacerme extrañarte tanto!” dijo ella con mucha euforia, Naruto también estaba alegre de ver a Sakura, eran amigos desde hace ya mucho tiempo y también fieles compañeros de fiestas.


-      Gaara, debo darte un enorme beso por haberlo traído de su escondite ¿Dónde estaba este estúpido? –dijo la chica.


-      Oye ¿A quién le llamas estúpido eh?


-      Ay Narutín, sabes que te lo digo de cariño, si yo te amo.


-      Jajaja, yo también te amo perra –le contestó Naruto.


-      Aún no están ebrios y ya empezaron con eso de “te amo” par de tarados.


-      Awww, no te pongas celoso Gaara, también te amamos a ti –Sakura estaba a punto de abrazar al pelirrojo.


-      No me toquen, que se me arruina el estilo.


 


Al pasar los pocos minutos, Naruto y sus amigos empezaron a tomar sus bebidas de chicos grandes, haciendo que con cada sorbo se vuelvan más desinhibidos. Como siempre, Naruto empezó a bailar, cosa que llamó mucho la atención de las personas a su alrededor, empezando a animarlo. Varios minutos pasaron y con cada segundo que se sumaba, Naruto se recordaba “Aún eres el alma de la fiesta, eres el mejor” el chico de ojos azules se sentía realmente bien consigo mismo, tanto así que ya habiendo pasado más de una hora dentro de una sola habitación, volviéndolos locos de euforia a todos dentro, el guapo Uzumaki decidió tomarse un pequeño descanso e ir a traer más bebidas a la cocina, una para él y otra para Gaara. Como era de esperarse, toda la casa estaba llena de gente, claro que la gran mayoría estaba en la misma habitación en la que estaba Naruto, pero en su camino a la cocina, Naruto se topó con varias parejas amorosas, sin importar si eran parejas del mismo sexo o no, todas se besaban con la misma pasión, cosa que Naruto solo prefirió ignorar y pasar de largo sin hacer mucho caso. Al llegar a la cocina nuestro rubio se cruzó con un azabache y con su novia de cabello rubio… ¿Sasuke? No, definitivamente no era Sasuke, aunque por la oscuridad del ambiente se podían confundir un poco ya que se parecía en ciertos aspectos. A la rubia sí la conocía, era Ino, una amiga de Sakura, “No sabía que ella ya tenía novio, vaya suertuda” pensó Naruto, notó que la pareja llevaba consigo cuatro vasos, cosa que extrañó un poco a nuestro zorrito.


El Uzumaki preparo la bebida sirviéndola en dos vasos, con un poquito más de alcohol esta vez, la noche siempre es joven… y acto seguido se vio cruzando nuevamente la casa para regresar donde sus amigos, pero… esta vez sí prestó algo más de atención. Eran Ino y su novio, estaban conversando con dos chicos sentados en un pequeño sofá individual. “Aquí tienen sus bebidas chicos” dijo la rubia alcanzándoles dos de los vasos a Sasuke y a Kiba. Naruto se paralizó, eran ellos… ¡Eran ellos dos! Y además Kiba estaba sentado en las piernas de Sasuke, como si fuera su pequeño príncipe… Nuestro rubio no se movió ni un centímetro, tenía que verlo todo por sus propios ojos.


-      No le pusieron mucho alcohol ¿verdad Sai? Mi cachorrito es aún muy joven.


-      ¡Sasuke! Ya tengo 14 años, ya puedo tomar alcohol, ya soy mayor de edad.


-      Ya lo sé, pero no quiero verte muy borracho luego, pequeño genio –le contestó Sasuke.


-      Ay ustedes son tan lindos… Kiba no te olvides que a los 14 también es legal que hagan el amo…


-      ¡Ino! –interrumpió Sai- lo siento, ella suele decir esas cosas cuando se pasa de copas.


-      Amorcito, pero solo digo la verdad… tú también dame un beso –insistió la rubia


-      Bueno, bueno… pero vamos a un lugar más privado –pronunció Sai en voz baja- luego nos vemos chicos.


El azabache y su linda novia salieron pasando de largo a Naruto, que hasta el momento había pasado inadvertido, algo realmente sorprendente. Ahora estaban Sasuke y Kiba solitos, mirándose a los ojos y sorbiendo de sus vasos, para finalmente sonreírse. La cercanía de estos dos era muy íntima, literalmente el más pequeño estaba sobre el mayor, sentado en sus piernas, acurrucado al pecho del azabache.


-      Sasuke… me gusta mucho como me miras.


-      Solo veo a un tierno cachorrito –le respondió.


-      Cada que me llamas así me derrites, en serio.


-      Entonces vamos a derretirnos juntos.


Acto seguido, el pelinegro tomó del mentón a Kiba y sin pensarlo dos veces le dio un beso en la boca, un beso que se volvía cada vez más profundo y apasionado… tanto así que cuando Naruto los vio fundirse en ese beso se le derramaron algunas gotas de los vasos que traía, por primera vez en muchos muchos años, Naruto quería que la tierra se lo comiera, no podía creer lo que sus ojos azules veían… Sasuke, su Sasuke entregándose a otro chico.


-      Ahh… -gimió Kiba al separarse del beso.


-      Cada vez nos estamos besando mejor –sonrió Sasuke.


-      Sip y… en realidad, Ino tiene razón… ya sabes, ya estoy grande.


-      Kiba… creo que ya no debes tomar tanto, este es tu último vaso.


-      ¡Ay! Yo solo decía, no te enojes.


-      Claro que no me enojo… solo que, tengo que aguantarme mucho para decirte que no, especialmente ahora.


-      ¡Oh! –le brillaron los ojos- ¡Bésame!


 El castaño con colmillos tomó del cuello de la camisa a su chico y le plantó un beso, cerrando sus ojitos para concentrarse mejor en el beso tan caliente y mojado que le quería dar a su novio. Sasuke se sorprendió por el beso repentino, pero igual le gustaba, ya estaba por cerrar sus ojos para concentrarse en el beso cuando escuchó un pequeño quejido y era una voz familiar, fue ahí cuando lo vio… Naruto estaba a solo unos cuantos metros de ellos, observándolos, apretando sus puños haciendo que todo el alcohol de los vasos que traía se derramaran en el suelo y con una cara de enojo mezclada con… ¿tristeza? A Sasuke Uchiha solo le tomó dos segundos decidir… cerró sus ojos y se fundió en el acalorado beso de su cachorrito. Naruto ya había visto demasiado, no podía soportar que Sasuke lo ignorara por completo, soltó ambos vasos ahí mismo y se fue a paso furioso al baño, tenía que lavarse sus manos ahora pegajosas.  Y lo peor de todo… es que la noche siempre es joven…


Nuestro chico Uzumaki no fue él mismo el resto de la noche, ya no era el alma de la fiesta, ya no era el centro de atención… solo podía pasar desapercibido porque casi todo el mundo en la fiesta estaba más que ebrio, Naruto ya no volvió a bailar ni a descontrolarse, solo podía estar ahí, tomando vasos y vasos de alcohol y observado a sus amigos reírse y bailar y a muchas personas quedarse dormidas en cualquier parte de la casa. Ya a las cuatro de la madrugada, todos los que no estaban casi desmayados ya se estaban retirando, por suerte existía ya el piloto automático, que aunque a la mayoría de la gente no le gustaba por la lentitud en la que avanzaba el auto, en los casos de cuando uno esta ebrio y no puede conducir, venía perfectamente esa aburrida función. En la gran habitación que hace poco era una gran sala de baile, los únicos despiertos eran Naruto, Gaara y una que otra alma de por ahí, el pelirrojo se divertida tomándoles fotos a todos los pobres tontos desmayados en el suelo, mientras que Naruto solo podía mirar hacia la puerta principal… Sasuke y sus amigos ya se estaban yendo.


-      No te preocupes Sasuke, los dejaremos en su hogar primero, para algo sirve el piloto automático –decía el azabache de cabello más corto.


-      Gracias… ya veo que ninguno está apto para conducir nada… ¿Ino estará bien?


-      Claro que sí, solo vomitó dos veces, no pasa nada… Ya vamos y que no se te caiga tu noviecito.


-      Nunca –Sasuke cargaba en sus brazos a Kiba, que estaba dormido.


Ino iba caminando tambaleándose ayudada de su novio, saliendo ya de la casa, seguidos por Sasuke y el pequeño en sus brazos. Naruto en ningún momento apartó la mirada de ellos, y antes de salir por la puerta Sasuke volteó y miró a Naruto… sus miradas chocaron nuevamente y sin demorar mucho, Sasuke rompió ese encuentro de miradas, volviendo a mirar al frente y finalmente salió por la puerta, sin soltar nunca al menor que dormía en sus brazos.


“Entonces… era verdad todo este tiempo” susurró Naruto para sí mismo. El rubio se cansó, estaba harto de ese duelo de miradas que Sasuke siempre ganaba gracias al poder de su indiferencia. Pero si nuestro zorrito quería dejar de estar de llorón por Sasuke entonces tenía que tomar al toro por las astas… “Si Sasuke tiene a su mocoso para darle amor, yo tengo a mi chico malo” pensó de inmediato. Naruto sonrió, era la oportunidad perfecta para quitarse a Sasuke de la cabeza, un guapo Gaara a pocos metros estaba esperándolo.


-      Hey lindo Gaara, parece que esta fiesta terminó –dijo Naruto al acercarse.


-      Pues sí… todos están inconscientes, hasta Sakura –volteó a ver a la pelirosada tumbada en el suelo- deberíamos llevarla hasta su habitación ¿no crees?


-      Pues podríamos hacer eso… o podríamos dejarla dormir cómodamente aquí e ir nosotros dos a su habitación.


-      Naruto… ¿quieres seguir con la fiesta en una cama verdad zorrito? –sonrió Gaara con perversión.


-      Ya lo dijiste pelirrojito, vamos allá.


Sin pasar más de tres segundos, ambos chicos ya se estaban besando de una forma salvaje y muy acalorada, sin separarse ni un momento subieron las escaleras y llegaron a la bonita hitación de Sakura, casi arrancándose sus prendas llegaron hasta la cama, mientras sus manos no dejaban de manosearse con lujuria. “Espero ahora sí decirle adiós al idiota de Sasuke y hola al Naruto de siempre” pensaron ambos chicos al mismo tiempo.

Notas finales:

¿Y ustedes que piensan? ¿Narutín se olvidará de Sasuke tan rápido? Solo les puedo decir que hay mucha más drama por venir, oh sí baby :3

Recuerden que si dejan un review o comentarío estan ayudando a cuidar la capa de ozono y también les da aliento a menta <3

Nos leemos pronto!


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