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Volverás a ser mio, Naruto por Bad boy x3

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Notas del capitulo:

Buenas, buenas!

Aqui está su buen vecino Bad Boy entregandoles capítulo nuevo y calientito, rico como el pan dulce.

Espero les guste, oh y antes de que sigan leyendo debo advertirles que este capítulo contiene lemon, así que porfa si eres menor de edad dale clic a esa X roja... ¿no lo hiciste? bueno entonces shhhh, no hagas mucho ruido.

A leer! :D

Capítulo 12 – Combatir fuego con fuego


Nada, no importa cuánto tratara de acomodarse en la cama o se diera vueltas buscando la posición más cómoda, ni siquiera ayudaba estar completamente desnudo, Naruto Uzumaki no podía dormirse, nuestro guapo de ojos azules se resignó, dio un suspiró mientras veía el techo de la habitación de su amiga Sakura, la cual cambiaba de color cada cierto tiempo y aunque eso era bastante relajante, igualmente nuestro Naru no podía conciliar el sueño, en cambio Gaara, estaba dormido muy cómodo al lado del rubio, también totalmente desnudo, habían sido casi dos horas de sexo sin parar y luego de una buena acción Gaara podía dormir plácidamente. En circunstancias normales Naruto también estaría durmiendo de la forma más deliciosa posible, pero por alguna razón y aunque lo intentara, no podía dormir, estaba cansado sí, estaba muy relajado luego del sexo, sí. Por eso mismo no se explicaba porque no podía quedarse tranquilo, una hora entera tratando de dormirse y no lo lograba.


“Esto no funcionará” susurró para sí mismo el rubio, se sentó en el filo de la cama y volteó su cabeza hacia el reloj holográfico en la mesita de noche de Sakura, “Ya son las siete de la mañana, no he dormido en toda la noche ¿Qué mierda me pasa?” pensó el Uzumaki algo confundido. Volteó a ver a Gaara, el pelirrojo estaba durmiendo sin problemas, hasta le tenía un poquito de envidia, él también quería estar durmiendo así. Naruto se puso a recordar, ya habían sido tantas veces en las que ambos chicos se quedaban durmiendo juntos luego de tener relaciones sexuales, habían sido tantas veces que el mismo Naruto perdía a la cuenta, despertar y tener al cuerpo desnudo de Gaara a su lado era una imagen muy familiar para él, entonces… ¿Por qué rayos ahora no pasaba lo que normalmente pasaba?


De tanto pensarlo a Naruto le empezó a doler la cabeza, “Que mierda, creo que me estoy complicando mucho, tal vez solo tengo insomnio” pensó y se volvió a recostar en la cama junto al pelirrojo, esta vez se acercó más a Gaara, lo abrazó como si abrazara a su zorrito de felpa, obviamente no era lo mismo, pero se sentía bien. “Ahora sí, esto está mejor” pensó Naruto mientras se relajaba y cerraba los ojos… “Rayos Sasuke, si no fueras tan idiota tú serías el que estuviera en esta cama conmigo “Naruto abrió los ojos de inmediato, ese pensamiento suyo… se negaba a creer que estaba pensando en Sasuke en un momento así, supuestamente ya se debía haber olvidado de Sasuke… supuestamente.


-      Mmm… -Gaara se estaba despertando- Buenos días baby.


-      Shhh, duérmete mi pelirrojo sexy –le respondió Naruto.


-      ¿Tú qué haces despierto? ¿Qué hora es?


-      Pues ya son las siete.


-      Entonces aún es temprano ¿hoy tienes trabajo?


-      Sí, pero es en la tarde, mañana si estaré libre.


-      Ya veo, yo mañana estaré fuera de la ciudad, tengo unas cosas que hacer –bostezó el chico pálido- vamos a seguir durmiendo.


-      Mmmm… espera.


-      ¿Qué ocurre bebé?


-      Ahora que lo pienso… mejor llévame a casa, quiero dormir en mi cama… ya sabes para no llegar tarde al trabajo de mierda.


-      Ah, bueno, vamos entonces.


Naruto se separó del pelirrojo para sentarse en la orilla de la cama, mientras que Gaara se ponía de pie y se daba un buen estirón, sin dudas el pelirrojo era un chico muy atractivo, con un cuerpo delgado y bien formado. “¿Vamos a tomar una ducha con agua caliente?” preguntó Gaara con coqueteo en sus palabras, Naruto solo lo pensó por unos instantes… “Mejor para la próxima, en serio quiero llegar a casa, tengo mucho sueño” respondió, dejando algo sorprendido al chico más pálido.


Varios minutos después, ambos chicos estaban ya vestidos y dentro del auto de Gaara, en camino al hogar de Naruto, no iban conversando como siempre o escuchando música juntos, Naruto se hacía el dormido para que su excusa de estar con mucho sueño fuera lo más creíble, mientras Gaara conducía, Naruto sentado en el asiento de copiloto con los ojos cerrados, pensando en algunas cosas… “Debo estar loco… de pronto me dieron unas ganas tremendas de ver a ese tarado del Teme” pensaba mientras fingía dormir “Pero nada tiene sentido, hace casi nada tuve sexo con el chico más sexy de la ciudad, con el que sabe todos los puntos débiles de mi cuerpo y… ¿a quién engaño? El sexo de hoy me gustó pero no fue tan delicioso como otras veces… y ahora solo tengo ganas de ver a Sasuke, en serio debo estar volviéndome loco” Naruto abrió lentamente los ojos, se estantía cansado, en verdad cansado.


-      Veo que  no puedes dormir ¿eh?


-      Me acabo de despertar –respondió el rubio.


-      Bueno… ya casi llegamos.


-      Está bien.


En menos de cinco minutos ya habían llegado a su destino, Naruto se bajó del auto muy rápido como si tuviera muchas ganas de ir al baño, “Muchas gracias por todo chico hermoso, en serio me divertí” dijo Naruto despidiéndose de Gaara y se fue a subir a su departamento, ni siquiera le había dado un beso en la boca al pelirrojo como despedida, Gaara hizo una mueca de incomodidad y volvió a encender su auto para marcharse.


Al fin, Naruto ya estaba en la puerta de su departamento, estaban a punto de ser las ocho de la mañana ¿estaría Sasuke despierto? Aún era un misterio, así que lo mejor era no hacer ruido. El chico Uzumaki abrió la puerta con su llave electrónica y entro a hurtadillas en el departamento, todo parecía muy normal, no había nada fuera de su lugar, el rubio sonrió, con un poco de suerte se podría colar a la habitación de Sasuke para verlo, Naruto siguió caminando, atravesando el pasillo con cautela, una vez en la puerta de la habitación del azabache, abrió la puerta y los vio… Sasuke y Kiba durmiendo juntos, ambos acurrucados en la cama del mayor, Naruto retrocedió un paso, verlos a los dos juntos en una cama, era algo que no se quería creer, aunque lo estaba viendo con sus propios ojos: Sasuke estaba con el torso desnudo, solo usando unos boxers negros, abrazando a Kiba por la espalda, el cual solo estaba usando una camisa de Sasuke como pijama, hasta le quedaba grande ¿acaso ese chico estaba usando ropa interior? Naruto no quería saberlo… y eso no era todo, además de estar ambos en una posición tan cómoda, el pequeño castaño dormía abrazando a Dino Daki, el muñeco de felpa de Sasuke.


Verlos a los dos en esa imagen tan… tan ¡Romántica! Fue demasiado para Naruto, no quiso verlos más, no quiso gritar ni despertarlos, solo quería dormir, olvidarse de todo eso, salió de la habitación de Sasuke dejando que la puerta se cerrara y caminó hasta su propia habitación, al llegar lo único que hizo fue tumbarse sobre la cama, había sido un día muy largo… Naruto solo esperaba estar lo suficientemente exhausto como para dormir, en serio lo necesitaba.


 


Varias horas después Naruto despertó de golpe “¡Aléjate de mi novio!” dijo en voz alta justo al despertar, parecía haber tenido una pesadilla o algo parecido, nuestro rubio estaba muy agitado, pero al darse cuenta que estaba en su habitación empezó a calmarse, al mirar por la ventana se dio cuenta que el sol estaba bajando poco a poco en el cielo ¿Cuántas horas se había quedado dormido? Naruto salió lentamente de su cama, poniéndose de pie, caminó hasta fuera de su habitación, vio que en el living no había nadie, “Genial, estoy solo de nuevo, como todos los días” pensó y acto seguido entró en la cocina, entonces Naruto se sorprendió, Sasuke estaba ahí, sentado en la mesa tomando una taza de café, Naruto se puso nervioso, se acercó lentamente hacia la mesa.


-      Buenas…


-      Buenas tardes –contestó Sasuke- no sabía que estabas aquí.


-      Estaba durmiendo en mi habitación, llegué en la mañana.


-      Ah bueno… -Sasuke no miraba al rubio, bebía de su tasa con total calma.


-      ¿Has estado aquí todo el día?


-      Sí… pero ya me voy, iré a ver una convención de arte –se puso de pie- ¿No deberías estar trabajando?


-      Hoy me toca a las seis de la tarde.


-      Pues ya son las cinco y un poco más, deberías apresurarte.


-      Rayos… ¡Y ni siquiera he almorzado!


-      Tú nunca cambias… -Sasuke pasó de largo a Naruto- Adiós.


Solo unos instantes después, se escuchó la puerta del departamento cerrarse, eso había sido muy raro… Sasuke y Naruto habían hablado ¡Habían conversado luego de varios días! ¿Acaso Sasuke se había vuelto loco como para hablarle de nuevo? ¡Eso ya no importaba! Una sonrisa nació de los labios de Naruto, pero de pronto se acordó que tenía que ir a trabajar. “Tendré que comer algo en el camino, no puedo llegar tarde otra vez” pensó el rubio, apresurándose a entrar en la ducha. Por suerte, el sábado Naruto solo tenía que trabajar en el horario nocturno, solo cuatro horas de trabajo y sería libre, durante esas cuatro horas Naruto estaba con una actitud positiva, hasta podía ser amable con las viejas que se quejaban de que los postres tenían demasiada azúcar, al parecer volverle a hablar a Sasuke en serio lo había animado, y de hecho… se le había ocurrido algo muy bueno cuando llegara la hora de regresar a casa.


Ya era las diez y media de la noche, Naruto traía consigo una rebanada de tarta de durazno, la había traído especialmente para Sasuke, al abrir la puerta de su departamento tenía una muy bonita sonrisa, pero rápidamente la sonrisa se esfumó. Encontró a Sasuke y a Kiba tumbados en el sofá mirando al holo-televisor juntos, Sasuke abrazando a Kiba por la espalda de nuevo ¿Pero qué significaba eso? Y además, de pronto escuchó unos ladridos, era el perrito de Kiba que le estaba olfateando los zapatos al rubio.


-      Hola Naruto –saludó Kiba- Akamaru también te está saludando.


-      ¿P-Pero que hacen ustedes aquí? –habló Naruto.


-      Es que cuando llegamos de la galería de arte queríamos pasar más tiempo juntos –dijo el castaño abrazando a su novio.


-      Fueron juntos a esa galería… debí haberlo sabido.


-      No sé de qué te sorprendes… y cierra la puerta, que Akamaru se puede escapar.


Sin pensarlo mucho Naruto obedeció, cerró la puerta del departamento y entró con ese trozo de tarta en sus manos, parándose frente a los noviecitos.


-      Hey, no podemos ver la película, quítate –dijo Sasuke.


-      No… te traje esta tarta de durazno, ahora cómetela –Naruto extendió sus manos entregándole la tarta al azabache.


-      Waoh, eso huele muy rico –habló el castaño.


-      ¿Tú la quieres? A mí no me gusta la tarta de durazno.


-      ¡Sí! Gracias, eres el novio más bueno que hay –Kiba abrazó al mayor.


-      ¿Pero qué? Pero yo te traje ese postre para ti Sasuke –dijo molesto el Uzumaki.


-      Sí… ya me la diste y ahora yo se la doy a mi novio, gracias por el postre.


-      ¡Sí, gracias, está rico! –pronunció el castaño mientras masticaba.


¡Era el colmo! Naruto no podía aguantar tremenda falta de respeto, tremenda escena de amor de parte de ellos dos, tremendo trato de novios y los ladridos del perrito que correteaba entre las piernas de ambos chicos sentados en el sofá. Naruto contuvo su ira y sus celos… decidió irse a su habitación ¡Tenía que pensar en algo nuevo! ¡Aún quería olvidarse de Sasuke! Especialmente ahora que lo veía tan feliz con el mocoso de novio y además presumiendo su relación frente a sus ojos azules, el Uzumaki no iba a tolerar más o se olvidaba de Sasuke o se vengaba de él, lo que ocurriera primero.


Al día siguiente, en la mañana, Naruto regresaba a su hogar luego de haber ido de compras, o bueno, luego de haber ido a comprar ramen para el almuerzo, Sasuke se había ido con el niñato de su noviecito a correr y hacer ejercicio, hasta se habían llevado al ruidoso cachorro de Kiba, mientras que Naruto caminaba por el pasillo del edifico estaba pensando “No sé qué rayos le ve a ese mocoso ¿acaso le gusta porqué es más joven que yo o qué?” refunfuñaba en su mente, hasta que al llegar a la puerta de su hogar, vio que Konohamaru salía de su propio departamento, cuando el más joven notó a Naruto le sonrió muy alegre, siempre le encantaba ver a su Nii-chan.


-      Hola Kono…


-      ¡Naruto nii-chan! ¡Por fin te veo de nuevo! –habló con mucho entusiasmo el más joven justo antes de abrazar con fuerza al rubio.


-      Jajaja, ¿Cómo estás?


-      Más o menos, me tienes muy olvidado nii-chan.


-      Lo siento, es que he estado muy ocupado… ¿A dónde estás yendo ahora?


-      Oh es que no hay nada para almorzar e iba a comprar algo.


-      Bueno… yo compré mucho ramen instantáneo, puedo compartirlo contigo.


-      ¡Nii-chan es el mejor! Gracias.


-      De nada hermoso –Naruto le acarició el cabello al pequeño.


-      ¿Vamos a mi depa? Quiero estar a solas contigo –se dibujó una sonrisa traviesa en la carita de Konohamaru.


-      Sip, vamos.


Ambos adolescentes entraron en el departamento del chico de bufanda y ni bien cerraron la puerta empezaron a besarse, al principio eran besos suaves, pero con el pasar de los segundos esos besos dulces se convirtieron en besos apasionados y muy calientes. “Naruto nii-chan, quiero terminar lo que dejamos pendiente ese día” dijo Konohamaru sin separarse mucho de los labios del mayor. Naruto lamió con lujuria los labios del más pequeño, tal vez acostarse con Gaara no era la mejor opción para olvidarse de Sasuke… ¡Debía combatir fuego con fuego! Y Konohamaru era la mejor opción, un chico de quince años con las hormonas alborotadas y más que listo para la acción, ambos chicos eran ya mayores de edad, pero eso no le quitaba a Konohamaru ser un “mocoso” y eso era lo que quería Naruto, acostarse con ese mocoso tan hermoso.


Las manos de Naruto se concentraron en manosear todo el pequeño cuerpo de Konohamaru, cosa que a este lo hacía templar por lo excitado que estaba, le encantaba sentir las manos expertas de su Nii-chan acariciándole la espalda y las nalgas. Mientras ambos se besaban con muchas ganas iban caminando hacia la habitación y una vez dentro Naruto se quitó la camisa, dejando ver su torso hermoso y sus abdominales, una vista que provocó que al menor se le hicieraagua a la boca “Oye pequeño, sé que aún es temprano para almorzar, pero ya quiero darte tu postre favorito” dijo Naruto tocándose la erección que tenía por sobre la ropa.


Varios minutos después, ambos chicos estaban completamente desnudos, habían besado y saboreado cada centímetro de sus jóvenes cuerpos, se estaban disfrutando uno al otro y a ambos les encantaba, Naruto ahora se encontraba sentado en la orilla de la cama de Konohamaru, sosteniendo la cabeza el menor, que estaba subiendo y bajando entre las piernas del chico de ojos azules. Konohamaru disfrutaba demasiado lamer y saborear el pene de su Nii-chan, era un pene hermoso, grande y largo, justo como a él le encantaba, con un sabor tan rico y saladito… el pequeño llenaba de besos ese miembro tan duro y caliente, para luego metérselo en la boca desde la punta, tratando de meterlo hasta su gargantita. Naruto no podía dejar de gemir ante las atenciones tan deliciosas de su “hermanito” en serio que le estaban dando una muy buena mamada, nuestro rubio disfrutó por varios minutos de la boquita de Konohamaru hasta que sintió que se iba a venir, no iba a desperdiciar su semen en solo una mamada, así que separó a Konohamaru de su pene.


-      Mmm… nii-chan estaba comiendo muy rico ¿Qué pasa?


-      Quiero tu culito –dijo directamente.


-      Waoh… lo que tú quieras –sonrió el menor dándose media vuelta.


El Uzumaki vio ese traserito tan bello, con las nalguitas redonditas, era una vista fabulosa, tomó al pequeño de las caderas para acercarlo a su pene, poniendo su miembro caliente entre las nalgas de Konohamaru “Ahh… eso se siente muy grande nii-chan” susurró de una forma muy erótica, Naruto empezó a frotar su pene entre esas nalgas tan suaves, siento como a veces la punta de su pene chocaba con el ano de Konohamaru, esa sensación lo ponía a mil, mientras escuchaba los dulces gemidos del más joven, le estaba gustando mucho dominar a ese mocoso tan lindo, unos instantes luego de estarse frotando tan plácidamente, el glande de Naruto empezó a entrar en el hoyito del menor.


-      ¡AHH! ¡Nii-chan!


-      Oh fuck… estás tan apretado.


-      ¿Te gusta Naruto nii-chan? –dijo en un gemido.


-      Sí, esto me encanta bebé –pronunció para luego morderle el cuello.


-      ¡Ahh, sí! ¡Tómame Naruto!


Sin rechazar esa petición, el Uzumaki hundió su pene en el culito de Konohamaru, haciendo que los dos gimieran de puro placer, el pequeño temblaba mientras el mayor empezaba con unas buenas embestidas, tener a su hermanito sentado en sus piernas era muy delicioso. Estuvieron teniendo sexo en esa posición por un muy buen rato, Konohamaru no quería que el pene de Naruto saliera de él en ningún momento, en serio le encantaba tenerlo dentro, era un placer inexplicable, por eso daba saltitos sin parar, solo bastó el pasar de unos minutos para que nuestro lindo castaño llegara al climax, sin siquiera tocar su pene llegó a eyacular chorritos de semen, que mancharon el suelo, Konohamaru gimió mucho a la hora de eyacular, sintió pequeñas corrientes eléctricas recorrerle todo su hermoso cuerpo. Mientras que el mayor disfrutaba de como apretaba el culito del castaño, era tanto ese placer que de pronto sintió que estaba a punto de venirse, y ahora sí quería expulsar todo su caliente semen, pero con una pequeña sorpresa.


-      Ahh… ¡Ah! No pares nii-chan –pedía el pequeño entre gemidos.


-      Ya me vengo…


-      ¡Porfa hazlo!


-      Aquí va… -Naruto sacó su pene de un solo impulso, eyaculando fuertemente sobre las nalgas y la espalda de Konohamaru.


-      ¡Ahh! Que caliente.


-      Sí, mucha leche para ti.


-      Naruto  nii-chan ¿Por qué no eyaculaste dentro de mí?


-      Jeje, porque eso haré la próxima vez que tengamos sexo –sonrió con complicidad.


-      ¡Qué lindo, está bien!


Ambos adolescentes se regalaron un profundo beso en la boca, en serio lo habían disfrutado mucho, algunos minutos después ya estaban dentro del baño dándose una ducha con agua caliente juntos. Naruto decidió quedarse a almorzar con Konohamaru, la verdad es que después del sexo sí le había dado hambre.


Naruto preparó el ramen instantáneo y se sentó con su lindo hermanito a almorzar, ahora se sentía muy refrescado, pudo pasar un par de horas disfrutando y sin pensar en ningún momento en Sasuke, “Así que seguramente esto es lo que siente Sasuke cuando está con su mocoso… Hey, y si yo… ¡cómo es que no se me había ocurrido antes! Ya tengo la venganza perfecta” pensó Naruto con mucha emoción, ahora estaba ansioso por poner en marcha su nuevo plan. Al terminar de comer se despidió de Konohamaru, no sin antes darle un buen beso en la boca y manosearlo un poco antes de irse, y ya una vez fuera del departamento, se puso en camino hacia la cuidad, pero antes tenía que hacer una llamada… “¿Hola Mamá? mami bonita necesito que me hagas un favor” decía el rubio mientras agradecía a la suerte de que su madre fuera doctora. Era hora de combatir LITERALMENTE fuego con fuego.


 


Sasuke Uchiha regresaba a su hogar junto con Kiba y el perrito Akamaru, los tres habían estado todo el día afuera, habían almorzado juntos en un restaurante donde dejaban entrar mascotas y habían paseado hasta el cansancio, ahora Kiba casi se caía del sueño, en serio había sido un larga y muy bonita tarde.


-      Muy bien cachorritos, ya llegamos a casa.


-      Muchas gracias Sasuke, hoy lo pasé súper bien contigo, todos los días lo paso súper contigo, te quiero.


-      Y a mí me encanta cuando eres así de cariñoso conmigo Kiba –le regaló un beso en la mejilla.


-      Ahora si nos vamos a dormir, Akamaru y yo estamos cansaditos –terminó de hablar en un bostezo.


-      Ya me di cuenta, hasta mañana cachorrito mío –dijo el pelinegro para luego darle un piquito en los labios a su novio.


-      ¡Nos vemos! Ten una rica cena en la noche.


-      Adiós.


Kiba y su mascota entraron a su departamento y cerraron la puerta, Sasuke con una sincera sonrisa en su rostro abrió la puerta de su hogar y entró, encontrando el living muy ordenado “Que raro, pareciera que el huracán Naruto nunca pasó por aquí” pensó el Uchiha, ya en la intimidad de su departamento Sasuke empezó a caminar hacia su habitación, pero una pequeña figura hizo que se detuviera de inmediato.


-      Hola ¿Quién eres…? ¡Espera! ¿Tú eres Sasuke?


-      N-Naruto… -el pelinegro casi no se lo cree.


-      ¡Eres tú, eres tú! ¡Regresaste a mí!


Esa pequeño cuerpo de niño de 13 años fue corriendo hacia Sasuke y le dio un fuerte abrazo. ¡Naruto tenía el cuerpo de un niño de 13 años! Sasuke estaba confundido por la repentina impresión, tanto así que se dejó abrazar sin dudar ni alejarse, mientras que Naruto sonreía con mucha satisfacción, su linda presa caería en sus pequeñas y tiernas garras.

Notas finales:

Y aquí termina el capítulo de hoy, gracias po... Espera ¿qué? ¡¿Aquí termina?! Pero queremos saber como rayos Naruto rejuveneció y muchas cosas más!

Pues para saber todo eso tendremos que leer el próximo capítulo, no se preocupen, las cosas se pondrán muy divertidas por aquí xD Oh, antes de irme les recuerdo que pueden dejar un review/comentario si lo desean, es gratis y te mantiene super sexy owo

See you later!


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