Su cuerpo se sentía pesado, pequeños espasmos le recorrían entero, intento moverse pero le fue imposible.
Una luz le cejo, y un hombre mayor a él se encontraba sentado sobre su estomago, una sonrisa retorcida acompañaba el rostro blanquecino, con completo terror admiro los ojos negros, trato de revolverse pero sus extremidades no quisieron obedecerle, las manos frías del otro le comenzaron a recorrerle con morbo, intento gritar pero su voz no salía, la desesperación comenzaba a invadirle, observaba parte de su pequeño cuerpo suplicando por una reacción.
La risa del hombre resonó en sus tímpanos.
Abrió los ojos de golpe sentándose de forma apresurada en la cama, poso una mano en su pecho tratando de que su respiración se tranquilizara, sentía una capa de sudor frio en su frente y su cuerpo temblar con coraje.
– Una pesadilla…
Murmuro en un hilo de voz.
El leve movimiento a su lado le hizo dirigir su atención al rubio que reposaba en su cama, hecho un ovillo dormía con el rostro pacifico.
Recordó que al ver como caía inconsciente le desato, le tapo con una sabana para recortarse a su lado y dormir dándole la espalda.
Se levanto para sentarse a la orilla de la cama pasando una mano por sus cabellos.
–Despierta
Sin delicadeza alguna aparto la sabana mostrando parte de la desnudez del más chico.
Se revolvió y abrió los ojos con pesadez para fruncir el seño dispuesto a molestar quien había detenido su sueño pero recordó todo de golpe y se sentó alejándose lo más posible del mayor en la cama.
–No te acerques
La voz del rubio resonó salvaje haciendo sonreír al azabache.
–Los efectos al fin se fueron.
Dijo mas para sí observando cómo se tapaba el rubio con la bata abrochándola, recayó en el tobillo hinchado de este, le rozo con la pálida mano observando cómo se tensaba y apartaba con una patada que esquivo tomándole del mismo logrando sacarle una mueca de dolor.
– ¡Maldito!
Le presiono con saña logrando que se le abalanzara enzima dándole un puñetazo en la mejilla, furioso le dio vuelta colocándolo en el colchón se coloco sobre su espalda torciéndole un brazo hacia atrás, aplastándolo con todo su peso.
–¡Quédate quieto! –Grito sin éxito al ver como seguía forcejeando aun debajo del.
–¡Quítate!
–Tsk
Con su mano libre tomo las esposas dispuesto a ponérselas pero el rubio paro al instante.
– Así está mejor –Susurro al oído del rubio satisfecho pasando su lengua por este.
Naruto se regaño mentalmente al disfrutar de la acción del mayor.
– Dime porque me trajiste aquí.
Sasuke le ignoro observándole el tobillo.
–Primero curemos eso.
El rubio sintió como el agarre aflojaba y el peso del otro se alejaba.
Naruto se giro sintiendo la mano del azabache acariciar y palpar la zona afectada, sus mejillas se sonrojaron al sentir un pequeño beso de este sobre la hinchazón.
–Basta…
Sus ojos se hipnotizaron por los negros, de nuevo esa mirada le traspasaba, en un momento creyó conocer esas pupilas desde antes.
–Solo es una torcedura.
Trago fuerte al creer la voz gutural levemente enronquecida.
–¿Quién eres?
Sasuke alzo una ceja ante el cambio en Naruto que le observaba como si tratara de recordar algo.
– Soy Sasuke Dobe
La mente de Naruto se coloco en blanco y una punzada en su cabeza le hizo llevarse una mano a la frente, el mayor se acerco rodeándole por los hombros al observarle cerrar sus ojos.
–Naruto, reacciona.
–¡Naruto!
La blancura de su mente se disperso como niebla observando a un joven de 14 años observarle preocupado en una llovizna.
– Dobe ¿Estás bien?
Ojos azabaches, cabello negro azulado, piel marquesina, vestido con un pantalón corto blanco y camisa azul eléctrico sin mangas con gorro, su ceño fruncido mientras le hablaba de su cabello se escurría agua hasta golpear las gotas en su rostro.
–Teme, duele.
El chico suspiro en alivio.
–Te comportas como de 5 a tus 13 te advertí del agua.
Se sobo el brazo derecho donde había caído con todo su peso alzándose con lentitud del pavimento, alejando al mayor de su encima.
–Torpe
– ¡Teme!
–¿Te-Teme?
Sasuke le rodeo con los brazos apoyándolo en su pecho.
–No puede ser.
Se dejo caer en el sofá de sentón con su cabello rubio suelto cayéndole por la espalda.
–¿Hablas enserio Itachi? –Sus ojos azules se fijaron en la figura enfrente del.
–Hablo enserio Deidara. –Se cruzo de brazos apoyado en la pared.
–Pe-Pero…
–Madara volvió y quiere al rubio de los senju.
–¡Esta desaparecido!, ¿Qué piensas decirle?, ¡conociéndolo no te dejara hablar y te matara!
Se alzo del sofá molesto apretando los puños.
Itachi se acerco al rubio apartándole el rebelde mecho de su ojo y deposito un beso en la frente.
–Todo estará bien.
Sus brazos rodearon el pequeño cuerpo y este le correspondió.
–Es imposible, ¡¿Por qué me haces esto?!
El rubio le empujo apartándole de su cuerpo.
–Porque no me puedo resistir a ti.
Sasuke le sonrió de lado.
–¡Tu mataste a mi padre!
–¿Estás seguro?
–Fueron los Uchiha…
Sasuke se alzo poniendo la mano enfrente del esperando que la tomara.
–Primero tomemos una ducha.
Naruto dudo pero un extraño calor inundo Su pecho.
–¿Por qué no te recuerdo?
Tomo la mano del mayor dejando que lo dirigiera a la ducha.
Entraron en el pequeño baño, Naruto reacio se quito la bata apoyándose en el lavabo, Sasuke se deshizo de su ropa para tomarle de la cintura y ayudarle a bañarse, coloco buena temperatura al agua y se adentraron.
Sasuke tomo shampoo pasándolo por el cabello rubio dando leves masajes, enjuago y hizo los mismo consigo para pasar a enjabonarse y después a Naruto, sus dedos rozaban la piel canela junto a la esponja.
Naruto se mantuvo alerta pero Sasuke solo se limito a lavarle.
Una vez terminaron salieron y se secaron, caminaron de regreso a la habitación Naruto se sentó en la cama, Sasuke saco ropa de su armario, un simple jean de color negro entubado y camisa manga larga negra del mismo tono junto a unos converse blancos.
–Supongo que esto te quedara.
Le tiro una camisa blanca y un short azul que el rubio se coloco observando cómo le quedaba flojo el conjunto.
Naruto hizo un puchero y Sasuke sonrió sacando un botiquín se acerco al rubio agachándose a la altura de su tobillo.
–Entonces…
Comenzó Naruto observando cómo sacaba una pomada y la untaba masajeando en su torcedura.
–Te conocí cuando tenía 13 años gracias a mi madre amiga de la señora kushina.
Naruto reacciono ante el nombre de su madre.
–¿La señora Mikoto es tu madre?
Le miro con los ojos entrecerrados observando un increíble parecido entre ella y Sasuke.
–Asi es…
–¿Ella?
–Murio hace 3 años
Naruto se calló y observo el techo.
–Es el mismo tiempo que mis padres llevan… tu sabes.
Sin atreverse a terminar la frase sintió como una venda comenzaba a serle colocada.
–Ellos no murieron fueron asesinados.
–Lo se…
Su voz se entre corto.
–Mi madre también…
–¡¿Qué?!
Dirigió sus zafiros al otro que le observaba ya finalizado el tratamiento alzarse guardando el botiquín en el ropero.
–Fueron asesinados por el mismo hombre, Madara Uchiha.
–Tu…
–Tío.
Termino la frase presionando la madera de la puerta del ropero para cerrarla.
–El –Continuo– Asesino a tus padres, eso lo sabes, tuviste un accidente después de conocernos a los 15 años, tu memoria se perdió casi en su totalidad pero Sarutobi decidió borrarme de ella, al menos el tiempo que duro nuestro noviazgo.
–¡¿Cómo?!
Naruto se sonrojo violentamente.
–En fin, Madara asesino a mi madre después de intentar violarme sin éxito.
Los ojos azabaches se oscurecieron y escondieron bajo su flequillo, el rubio le miro con preocupación.
Naruto se alzo cojeando se acerco a él y le tomo por el hombro.
Sin previo aviso Sasuke le abrazo por la cintura colocando su rostro en su pecho, Naruto le acaricio los cabellos.
–Sasuke yo…
–Deja mostrarte la locura del placer y el amor Naruto, déjame hacerlo de nuevo.