Camino con paso firme, con una leve sonrisa en su marmoleado rostro, tras pasar el largo pasillo rodeado de cuadros y pinturas llego a la sala donde su padre le esperaba sentado en un enorme sillón de tono achocolatado, toda la casa en monocromático y tonalidades azuladas, frente a el en un pequeño e individual sofá una chica de cabello rosado atado en una coleta, miro al menor cruzando sus piernas descubiertas hasta el muslo por una falda de tono blanco que conformaba su vestido de tirantes armonizando y resaltando sus ojos verdes.
– ¿Qué hace ella aquí? –Su voz resonó con molestia.
–Ha venido a decir que te vio por Hebi. –El mayor se alzó mostrando su intimidante figura.
Sasuke coloco una mueca de desagrado y miro a su padre.
– ¿Planea de nuevo convencerte de comprometerla conmigo?
Su mirada fue de nuevo a la chica que se mantenía con expresión dolida.
–Mide tus palabras muchacho.
– ¿Esta vez la lastima no fue suficiente Sakura?
Sakura se alzó con lentitud colocando sus manos juntas en su frente.
–Yo solo veo por tu bienestar Sasuke-kun.
Frunció el ceño.
–Solo eres una molestia…
–¡Basta!. –La voz de Fugaku se alzó logrando callarle.
–Se cuidarme perfectamente y lo sabes.
Dirigió su mirada carbón ante su padre, observo su figura dura y madura.
–¿Qué es lo que hacías ahí?
–No es de tu incumbencia, pero podrías preguntarle a ella aunque estoy seguro que apenas me vio pasar y corrió hacia acá…
–¡Te equivocas Sasuke-kun, te vi con Orochimaru y los rumores de que el menor Uchiha se alía con el no han parado de esparcirse, querrán asesinarte más aparte de los Senju!.
–No estoy aliado con esa serpiente rastrera si eso quieres saber.
Un estruendo en la parte superior de la casa extraño a los Uchiha, pero el grito que le siguió de alguna sirvienta de la mansión les hizo correr escaleras arriba.
Apenas llegaron, una joven de cabello castaño rizado con ojos color miel estaba tirada en el pasillo, la puerta del cuarto del Uchiha menor abierta y con las sabanas desacomodadas.
–¿Qué fue lo que paso? –Sakura pregunto tras Fugaku.
–Habla –Pidió Fugaku a la chica en shock que se levantó lentamente.
–Pensaba por la habitación del joven Sasuke cuando abrieron la puerta y un rubio con un arma me aventó y corrió.
– ¿Rubio? –Sakura mostro confundida.
–No sé de quién se trataba señorita…
–Mierda…
Mascullo Sasuke corriendo dentro de la habitación observando que el arma recién conseguida no estaba en la mesa de centro donde la había colocado, el maldito de Orochimaru le había dicho que la droga lo mantendría hasta el día de mañana atontado.
–Zorrito travieso…
Cojeando se detuvo de un árbol cercano, todo estaba oscuro y no podía ubicarse gracias al sedante, una punzada en su tobillo le hizo maldecir al caer desde un segundo piso por una ventada del pasillo, ahora recriminaba el ser tan imprudente.
–Hola lindura ¿Necesitas compañía?
Naruto rodo los ojos cuando el hombre se posó a su espalda respirando en su nuca morbosamente, una mano se intentó colar bajo su bata, furioso se dio la vuelta encarándolo con el arma y el viejo palideció ante el cañón frente a él.
–Tranquilo –Coloco las manos al aire.
–Necesito tu dinero y ropa.
El hombre asintió.
–Sasuke.
–Saldré a arreglar el problema –Se dirijo con calma a bajo para salir deteniendo el discurso de su padre desapareció entre al pasillo.
Bajo las escaleras, se dirigió a la salida rosando con su mano la arma bajo se camisa al costado.
–Das muchos problemas, rubio…
Cerro la puerta tras de sí y camino en busca del chico, se dirigió a dos cuadras a la derecha para ver como un tipo osaba tocarlo, se acercó dispuesto a deshacerse del pero se detuvo al mirar como el menor le amenaza con el arma y asustando al viejo.
–Creí haberte dicho que no hicieras ruido.
Naruto se tensó y dirijo el arma esta vez al azabache a su espalda haciendo que el viejo corriera despavorido, Sasuke miro al menor divertido.
–No te servirá de nada descargada…
El rubio quiso correr pero se vio acorralado entre el árbol y el cuerpo del moreno, comenzó a forcejear pero el otro para su mala suerte le superaba en fuerza.
–¡Déjame en paz!, ¡No te conozco!
–Pero yo a ti si…
El rubio le miro con desconcierto pero duro poco al sentir los labios de Sasuke sobre los suyos, sintiendo que la fuerza le faltaba sus brazos se colocaron en el pecho del mayor comenzaba a faltarle el aire.
El Uchiha deshizo el beso para alivio del otro.
– ¿Por qué te mostraste sorprendido ante mi apellido?
–Ustedes mataron a mi padre –Escupió con odio Naruto. –Suéltame
–Minato Namikaze…
– ¿Qué es lo que quieres? Yo no estoy metido con la yukaza.
Los ojos azules se mostraban molestos.
Sasuke no contesto y le tomo del brazo con brusquedad, le arrastro hasta el auto que poseía frente a su casa le metió y arranco ignorando los gritos del menor que pedía ayuda pero nadie le hacía caso.
–Déjame ir no diré nada al viejo –Trataba de convencerlo desde el copiloto una vez vio que salían de la ciudad hacia donde no había nadie. –Te daré lo que quieras, lo convenceré de que te de lo que quieras.
El carro dio vuelta adentrándose en la zona desierta hasta una casa apartada a varios kilómetros rodeada de vegetación.
–¿Qué piensas hacer?
El carro se detuvo, Sasuke bajo abrió la puerta de su lado y le saco a la fuerza, Naruto gimió al resentir la herida en su tobillo.
Se adentraron en la casa pequeña hasta la habitación donde le lanzo con brusquedad a la cama, Naruto se apoyó en un brazo viendo al otro buscar algo en el ropero, pronto saco unas esposas, se sobresaltó y gateo en la cama, fue tomado por la pierna arrastrándole y después por el brazo para esposarle ambos brazos sobre la cabeza con la cadena de las esposas pasando tras el barrote de la cabecera horizontal.
– ¡No!
Su bata fue abierta y Sasuke mostro satisfacción al ver que no poseía ropa interior.
La vista era simplemente deliciosa, su cabello rubio rebelde se movía al compás del pequeño, su rostro mostraba desesperación, frustración, vergüenza y miedo, las marcas de sus mejillas enmarcadas en un tono rosado, su tersa piel canela, sus dos botones rozas que bajaban y subían junto a su pecho con su errática respiración, el vientre con leves músculos marcados, la estrecha cintura, las largas piernas, su sexo de tono acaramelado…
Se posó sobre él y aspiro el aroma dulce mas no empalagoso de sus cabellos.
Deposito un leve beso en sus rosados labios y lamio la mejilla logrando encender más el color de ambas, continuo con su ello ante la rabieta del otro dejando algunas marcas y lamiendo toda su extensión, su cuerpo comenzó a calentarse, la temperatura de la habitación le asfixiaba.
–No más…
Mordió su clavícula logrando un quejido, su mano derecha acaricio su pecho para bajar por su vientre hasta el miembro dormido que envolvió entre sus dedos comenzando a masturbarlo lentamente.
– ¡Ah! No…
Sus dedos envolvieron los testículos comenzando a masajearlos, su lengua marco con saliva el camino hasta su pequeño pezón que envolvió con sus labios succionando logrando hacerle gemir, lo jalo con sus dientes y paso al otro para estimularlo con su lengua.
Naruto apretaba el barrote de la cabecera con frustración, podía sentir la lengua escurridiza en su pecho y la mano de Sasuke tocar tortuosamente su miembro, su respiración de agito cuando depositando besos en su vientre paso su ombligo con su lengua para fingir envestidas.
Soltó un gemido audible cuando un dedo presiono la punta su glande.
–Sa-Sasuke… –Soltó inconscientemente
–¿Te gusta?
Se sobresaltó al sentir el aliento chocar con su miembro.
Sin dejarlo contestar beso la puta del miembro del menor para lamerla después lentamente.
–¡Ah!.
Naruto mordió su labio inferior para evitar soltar su voz.
Sasuke sonrió lamiendo toda la extensión del miembro del rubio, repartió lamidas en el tronco y lo succionaba de arriba abajo, observando que Naruto evitaba ser escuchado, desabrocho sus pantalones y los bajo junto a su bóxer dirigiendo su mano a su propia erección y comenzando a masajearla soltó un jadeo al atenderse logrando captar la mirada del ojiazul.
–¿Qu-Que?
Mordió su glande y después trago la punta del mismo succionando aumentando el ritmo en su propia mano.
–¡Espera! ¡Ah!
Naruto gimió al sentir como tragaba entero su miembro haciendo que una corriente eléctrica y placentera le envolviera.
Sasuke con su mano libre masajeo los testículos, pasa sacar el miembro del rubio de su boca y pasar su lengua a estos, y chuparlos.
Sus ojos se cristalizaron sus manos se aferrando con más fuerza a la cabecera cuando una de sus piernas fue alzada y le separan uno de sus glúteos para sentir la lengua de Sasuke pasar por su rosada entrada.
–¡¿Qué hac-ces?! ¡No!
El carnoso musculo se abrió paso entre los pliegues del anillo simulando envestidas.
Un hilillo de saliva escapo de la boca del Uzumaki ante el mar de sensaciones que se volvieron placenteras.
Sasuke abandono la entrada y volvió a tragar su miembro succionando con fuerza y haciendo un vaivén rápido.
–¡Ahh!
Naruto arqueo su espalda al culminar en la boca del azabache mientras este trago todo a la par que también liberaba su semen, se apartó y relamió los labios al ver el rostro del pequeño.
El Uzumaki sintió que los ojos azabaches le traspasaron, trababa de regular su respiración.
Sasuke subió su ropa interior y sus pantalones.
Naruto se sintió bastante cansado y callo dormido no sin antes insultarle.