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천사 (angel) // exo por ggalaxies

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Notas del fanfic:

Sulay / Baekyeol / Kaisoo / Hunhan / Xiuchen / Taoris

Notas del capitulo:

Junmyeon sabe que algo está mal cuando se levanta tarde por la mañana, pero supone que vale la pena.

Junmyeon debió de habérselo esperado - la sorpresa, el cambio, que algo ocurriría, en cuánto se despertó tarde aquél día para el trabajo. Porque eso nunca pasaba y jamás había ocurrido desde que tenía diecinueve años - excluyendo aquélla vez en la que sus ''amigos'' (entre comillas porque, realmente. Prácticamente le habían arruinado la vida aquélla noche) lo llevaron a un bar famoso en la parte más rica de todo Seúl porque aparentemente el chico se la había estado pasando encerrado en su oficina, con la nariz entre libros y los ojos pegados a su computadora por meses. Junmyeon no mentiría - aquélla acusación era verdadera, pero se quejó, aclarando que por eso mismo nunca había llegado con demora al edificio y que por eso mismo estaba en el lugar en el que estaba en la compañía (y quizás con un poco de ayuda de su padre). Sus amigos sólo ríeron y lo arrastraron a la mesa más cercana a la pista de baile, le sirvieron unos cuantos (muchos) tragos de alcohol y lo dejaron ahí hasta que intentara vomitar todos sus intestinos (sin mucho éxito). Decir que Junmyeon decidió que jamás volvería a ir a un bar al despertar con dolor de cabeza y la visión borrosa es poco.

Junmyeon también se prometió a sí mismo que jamás volvería a demorarse en el trabajo - las miradas que había recibido de parte de sus trabajadores al llegar a su oficina con el cabello desordenado y la corbata mal puesta fueron suficientes para decidir aquéllo - sin agregar el hecho de que se había sentido culpable por Mr. Kim - dueño de la empresa y orgulloso padre del castaño. Aquéllas promesas no habían sido rotas en más de diez años, así que cuando Junmyeon se despertó por la mañana - veinte minutos más tarde de lo normal, no pudo hacer nada pero sentir culpabilidad e imaginarse los ojos tristes de su difunto padre por lo que acababa de hacer. 

Claro que Junmyeon no tuvo bastante tiempo para remordimientos en la mañana - todavía tenía que bañarse, hacer de desayunar y llegar a la empresa, que quedaba al otro lado de la ciudad. 

Junmyeon suspiró hondo, poniéndose el calcetín de manera incorrecta por la tercera vez en la mañana. Ahora que era el jefe de la compañía la presión no era tan grande - pero estaba ahí, un sentimiento bien conocido para Junmyeon en la punta de su estómago. Era fácil adivinar que algo malo ocurría - ocurriría, porque la última vez que sintió aquéllo, resultó con la llegada de un niño de cinco años a su casa con una carta de parte de su madre en una mano y su maleta en la otra. 

Ahora, Junmyeon no sabía realmente si aquéllo había sido malo o no. Claro que fue un poco impactante saber que tenía un hijo - de su propia sangre - pero con el tiempo el castaño comenzó a sentirse agradecido de tener al pequeño en su vida. Era difícil de creer que era su hijo hasta para él. Todos sabían cuán enamorado Junmyeon había estado de su esposa como para tener un hijo fuera de su matrimonio, y, siendo honestos, el pequeño de cinco años no se parecía en nada a su supuesto padre - todo delicado y ojos redondos y grandes y simplemente hermoso. Mientras Junmyeon era cejas y ojos pequeños y nariz grande - Junmyeon en pocas palabras, era extraño, y, a decir verdad, en lo único que se parecían era en la estatura. Otro de los motivos por los que Junmyeon había dudado que el pequeño fuera suyo era el hecho que, bueno, tenía cinco años, y la muerte de su esposa había sido hace cinco años en ese tiempo, sin mencionar el embarazoso hecho que sólo había tenido relaciones sexuales con ella, o al menos, eso creía él.

Claro que todas sus dudas fueron aclaradas cuando leyó la carta que el niño de ojos redondos y cejas perfectamente arqueadas apretaba con fuerza en su mano. Había dicho con voz alta y defensiva que su madre le había pedido que la cuidara por ella, y que no se la daría. Decir que persuadir al pequeño de dársela fue difícil, es poco. 

La carta contaba la historia de la mujer - la madre de su hijo - con él. Contaba la historia que Junmyeon trataba de olvidar: de una noche en un bar y después en el apartamento de Junmyeon. Un error, así le llamaba la mujer al pequeño (aunque su verdadero nombre era Baekhyun, decía en la carta). Junmyeon no recordaba nada porque la chica se había marchado antes de que se pusiera el sol - no quería que el castaño llorase al verla, como lo había hecho antes de hacer el amor, por el verdadero amor de su vida que se había ido hace unos meses antes. La carta terminaba diciendo que se enteró de su embarazo unos meses después de aquélla noche, lo había estado buscando por cinco años y finalmente lo había encontrado gracias a una foto en el periódico, y que no intentara buscarlo - ya estaría muy lejos de Seúl cuando leyera la carta. Firmada por Taeyeon con lo que parecía y eran lágrimas - Junmyeon prefirió ignorarlas.

Cuando Junmyeon le preguntaba a Baekhyun cómo era su madre, él sólo le contestaba que era hermosa.

Junmyeon suspiró hondo, recordando la memoria y recordando a un desorientado y regordete Wu Yifan soltando su vaso de leche en cuanto vió al chico menor en la puerta de la entrada.

Definitivamente no había sido algo malo, decidió Junmyeon. Pero, ¿esto qué signficaba? ¿que recibiría una noticia extramente encantadora de nuevo? ¿recibiría, acaso, a otro pequeño? El castaño rió entre dientes, imaginándose a otro chico en la casa. Definitivamente, ahora sí, se volvería loco. 

Junmyeon, al decidir que su corbata combinaba lo suficientemente bien con su camisa y que su cabello lucía espectacular y ordenado, bajó por las escaleras y se dirigió a la cocina, dando un pequeño salto al ver una figura sentada en una de las sillas del comedor.

''¡Oh! ¿Yifan? ¿qué haces despierto tan temprano?'' Junmyeon preguntó, dirigiéndose al refrigerador después de mirar de reojo al chico: tenía el cabello desordenado, los ojos entrecerrados y un cereal enfrente de él. Sus mejillas estaban siendo aplastadas por sus manos, y parecía que estaba peleando contra Morfeo y estaba perdiendo. Junmyeon rió.

''No es... temprano,'' Yifan contestó, voz ronca y casi inaudible, ''Son las ocho de la mañana. Y es Kris, papá.''

Junmyeon alzó una ceja, maldiciéndose en silencio y apurando en hacer el (gran) desayuno que solía hacer los Sábados por la mañana.

''Yah, Kris, deja de comer ese porquerío de azúcar y coge el jugo de naranja del refrigerador, por favor.'' El castaño pidió, regresando su mirada a los huevos revueltos en el sartén una vez que vió a Kris asentir con la cabeza.

''¿Por qué te has levantado tarde hoy?'' Kris preguntó, más despierto que antes.

Junmyeon no sabía cómo contestarle a eso.

''Yo- no sé. Ayer me dormí temprano, ¿qué no?'' Dijo, preguntándose más a sí mismo que a Kris, quién se encogió de hombros.

''¿Luhan ya se ha ido a la tienda?'' Junmyeon preguntó, tratando incómodamente entablar una conversación con el adolescente, que se encogió de hombros, y comenzó a jugar con su tazón de cereal.

''Supongo que lo visitaré antes de irme al trabajo...'' Murmuró, mirando de reojo a Kris.

Kris... ¿cuándo había comenzado a ser así la relación de ambos? ¿Había sido siempre así? Junmyeon no lo sabía. Solía pensar que era su etapa de rebeldía - el no-me-importa-nada que todos los adolescentes vivían antes de madurar, pero, ¿lo era, realmente? Junmyeon hizo una mueca, esperando que Kris no lo viera hacerlo. El castaño terminó de cocinar el desayuno y sirvió dos porciones grandes en dos platos distintos, para después colocarlos en la mesa y ver cómo Kris devoraba, hambriento, el suyo.

Junmyeon comenzó a jugar con un vaso de jugo de naranja - que Kris le había puesto anteriormente en la mesa de granito (como todos los días), antes de llevárselo a la boca. Sonriendo al pensar en los buenos hijos que tenía: Kris era callado y bocafloja - pero era amable y el reflejo viviente de su madre, Kyungsoo era el hijo que todo padre podría desear en tener, Baekhyun era adorable, su hijo más pequeño y su joya más-

''¡Baekhyun!'' Junmyeon gritó, ahogándose con el jugo de naranja en proceso. Sus ojos estaban como platos y estaban dirigidos hacia el menor, que lo miraba confundido desde la entrada de la cocina - adorablemente frotando su ojo izquierdo con pereza. 

''Baek... ¿cuántas veces te he dicho que no estés vestido de esta manera? ¿¡Quién te compró esos shorts, de cualquier modo!?'' Preguntó, mirando espantado al castaño, que vestía una playera demasiado grande para él y shorts pequeños (a Junmyeon le gustaba pensar que eran shorts, de cualquier manera).

''¿Esa es mi playera?'' Kris preguntó, parpadeando dos veces.

Baekhyun sólo rodó sus ojos dramáticamente y se sentó a un lado de su gigante hermano, tomando un plato y un tenedor para comenzar a comer.

''No es nada, ridículo. Chen me los compró de cumpleaños, ¿a que son adorables, pa?'' Preguntó, sonriendo tímidamente.

''¿Chen te ha comprado eso? Baek... sabes que el único motivo por el que te digo que uses cosas más... decentes en la casa, es porque Chen está viviendo con nosotros mientras encuentra un departamento que le sea económico-''

''Eso y el abuelo de al lado que usa vinoculares para ver a Kyungsoo en su habitación-''

''Baekhyun,'' Junmyeon reprimió, mirándolo con los ojos entrecerrados. ¿Cuán tarde estaba ahora para el trabajo? El castaño suspiró hondo, ya no importaba. ''Sabes que no hablamos de eso aquí porque hace sentir a Kyungsoo incómodo.''

''¿Me hace sentir incómodo qué?'' Preguntó Kyungsoo, saliendo de dónde-sea-que-estaba y asustando a Junmyeon en el proceso - los ojos del chico estaban más grandes que nunca y sus ojeras también, haciendo a Junmyeon preguntarse si siquiera durmió la noche anterior.

Junmyeon tronó su lengua, ''No es nada importante, Soo. Mejor ven a comer pronto, que la comida se va a enfriar.'' Dijo, cruzándose de brazos y apuntando a Baekhyun.

''Ahora, Kim Baekhyun - lo que dijiste es un poco... revelador. ¿Chen te ha comprado los... shorts? ¿Por qué?'' Junmyeon preguntó, juzgándolo sin esconderlo y haciendo reír al pequeño. 

''Paaaapi, no es lo que crees-''

''¿¡Qué esperas que crea!? Entendería si viniera de Luhan, tu hermano. Pero, ¿Chen? Explícame por qué debería creer que tú y él no están en una relación a mis espaldas, Baek. Ahora que lo veo, los dos han estado muy cerca últimamente...'' Junmyeon terminó, murmurando, aún cruzado de brazos y pensando con las cejas fruncidas.

''Ew,'' Se escuchó detrás de él, y Junmyeon tuvo que hacer lo mejor que pudo para no saltar y soltar un sonido no... muy masculino de su boca. Baekhyun inevitablemente rió, y Kyungsoo inevitablemente lo golpeó con su tenedor.

''¿Podrías no ponerte detrás de mí, como... nunca jamás?'' Junmyeon preguntó, ojos grandes y asustados.

''Ya, ya, viejo- perdona- oh, ¿eso es tocino?'' El estudiante de universidad preguntó, acercándose más a Junmyeon.

''¡Yah, Chen!'' Junmyeon gritó, alejándolo con los puños.

Chen rió, tomando un pedazo de tocino en el proceso y llevándoselo a la boca, ''¿Estás seguro que no eres de la edad de Lulu, Junmyeon? Ah... tan infantil...'' El universitario murmuró, sacudiendo su cabeza. 

''De cualquier manera, voy a ir al café para ver a Luhan, después iré al mercado por unas cosillas, ¿se te ofrece algo, Junnie?''

Junmyeon suspiró hondo, negando con la mano, y mirando de reojo a la mesa, donde tres de sus cuatro hijos comían perezosamente.

Junmyeon sonrió ante la imagen - era algo a lo que estaba acostumbrado a hacer. Esos niños... sus hijos, Junmyeon estaba orgulloso de llamarlos suyos. Kyungsoo estaba hablando animadamente con Baekhyun sobre un anime que había descubierto la noche anterior (por eso las ojeras, Junmyeon decidió) y Kris comía silenciosamente mientras escuchaba a los dos chicos con una expresión inlegible en el rostro. Eran niños extraños, sin duda alguna, pero eran perfectos para él, y lo querían como si fuera su propio padre y-

''¿No deberías irte al trabajo, papá?'' Kyungsoo preguntó, mirando a Junmyeon desde su silla. Junmyeon cerró sus ojos.

''Mier...'' 

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Junmyeon terminó yendo al café donde Luhan trabajaba - no porque quería (aunque  quería ir a verlo) pero porque gracias a los ángeles que tenía como hijos no pudo almorzar nada realmente. Así que ahí estaba - una hora tarde para el trabajo y esperando en la fila para obtener su té verde y un bagel- no- ¿una crepa? Junmyeon no se decidía aún.

''Buenos días, bienvenido a nuestra tienda, ¿puedo tomar su orden?'' Una voz demasiado conocida y animada sonó enfrente de él, que se detuvo en cuanto lo miró a la cara.

''Hey, pa, ¿lo mismo de siempre?'' Luhan preguntó, alzando ambas cejas antes de escribir en una libreta pequeña el pedido para Junmyeon.

''Ah- sí, pero que ahora sea una crepa, ¿vale? Ya sabes dónde voy a estar, ¿no?'' Junmyeon le preguntó, sonriéndole antes de irse en busca de su mesa.

Era la mesa más alejada del café, estaba enfrente de la ventana empañada y era de un solo asiento: era perfecta para Junmyeon. Cuando el castaño no tenía mucho trabajo llevaba sus papeles al café y trabajaba ahí, tomando descansos entre sorbos y mordiscos a su comida, mirando a la gente en la calle una que otra vez para distraerse del mundo. Era verdad que Junmyeon no disfrutaba mucho de las tiendas de café - un día llegó a amarlas, pero ahora el simple olor de la bebida lo hacían sentir mareado y hacer que su pecho se comprimiera - le recordaban al pasado, y, aunque no era uno malo, era doloroso mirar atrás, era verdad que Junmyeon odiaba las tiendas de café, pero esta era una verdadera excepción.

Junmyeon alzó la vista cuando vio un par de piernas enfrente de él, brazos cruzados y cabello rubio. Y sonrió, al ver la sonrisa infantil de su hijo mayor, Luhan. 

''¿Qué haces tan tarde aquí, papá? ¿Pensé que trabajabas éste sábado?'' Luhan preguntó, arrastrando una silla a la mesa de Junmyeon, para después sentarse y mirarlo con ojos cuestionantes.

Junmyeon sonrió, ''Sólo... me he dormido un poco más de lo normal.''

Luhan asintió - era algo extrañadamente único de parte de su padre: ambos lo sabían, pero no dijo nada más.

''¿Cómo te ha ido hoy en el trabajo, Lu?'' Junmyeon preguntó, esperando impacientemente por su orden.

Luhan se encogió de hombros.

''Eh, okey... ya sabes- lo mismo de siempre. Adolescentes pidiéndome mi número, chicos extraños preguntándome si sé dónde está la tienda de té de burbujas...'' Luhan sonrió mientras hablaba, y Junmyeon asintió, aclarándose la garganta.

''Eh, Lu, ¿sabes cuándo estará mi pedido? Sé que ha pasado poco tiempo pero llevo más de una hora de retraso...''

''No seas impaciente, papá. Yixing te va a traer el almuerzo en unos minutos - sólo espera un poco más, ¿sí? Unos minutitos no te van a afectar tanto en el trabajo.'' Luhan dijo, rodando los ojos y jugando con las servilletas de la mesa.

Junmyeon quería corregirlo: decirle que un sólo minuto afectaba en su trabajo, pero sólo asintió y miró curioso a Luhan.

''¿Quién es Yixing?'' 

''¿Uh? ¿Hola? ¿Yixing, el mesero?'' Luhan dijo, sonriendo, ''Ha sido mesero desde que tengo memoria, papá. Probablemente ha estado aquí más tiempo que yo... Pobre...'' 

''¡Oh, mira, es él! Trae tus cosas ya, ¿ves lo fácil que es ser paciente?'' Luhan le sonrió a su padre, saludando a quien aparentemente y era Yixing, con la mano para que se acercara.

Junmyeon no pudo hacer nada pero mirar al chico al que Luhan llamaba Yixing - se veía joven, cansado y triste - pero portaba una sonrisa en el rostro que podría engañar a cualquiera, su cabello era negro y oyuelos eran visibles cuando sonreía, sus pasos felices pero lentos y pesados. Yixing definitivamente hacia voltear cabezas, Junmyeon decidió, riendo para sí mismo, y extrañado cuando los pasos de Yixing comenzaron a hacerse más lentos, más débiles, extrañado cuando el plato de comida que llevaba en la mano se resbaló de su mano y cuando sus pies parecieron fallarle, casi cayéndose al piso - si es que Junmyeon no lo hubiera sostenido antes. 

Junmyeon parpadeó dos veces - no sabía exactamente cómo había sido tan rápido para alcanzar al chico antes de caerse, pero se había alegrado de haberlo hecho. Junmyeon intentó sostener mejor al chico, fallando un poco al considerar que era más alto que él, y volteando la cara para mirarlo de frente.

''Ey... ¿Estás bien?'' Junmyeon preguntó suavemente, buscando algun gesto de dolor en la cara de Yixing.

Yixing sólo tosió - agachando aún más el rostro y haciendo que su cabello tapara la mayoría de este. 

El corazón de Junmyeon se rompió una vez más al sentir una sensación de déjà vu recorrer todo su cuerpo. Esto... no debía de pasar de nuevo. No de la misma manera.

''¿Yi- ..xing-ssi?'' La voz de Junmyeon se rompió en el proceso de decir su nombre, pero su cuerpo fue lo suficientemente fuerte para cargar su peso y el del otro chico hacia uno de los sillones más cercanos del café.

''¿Yixing-ssi?'' Junmyeon repitió, y esta vez el pelinegro respondió, levantándose de golpe y haciendo una reverencia ante el castaño.

''Y-yo... ¡Lo siento, señor!'' Yixing exclamó, ojos cerrados y mueca en el rostro, ''N-no volverá a pasar yo-''

''No te preocupes, por favor no hagas eso aquí...'' Junmyeon le sonrió, buscando a Luhan entre la multitud, ''¿Luhan, podrías limpiar el desorden? Creo que tu compañero está un poco... cansado.''

''¿Y tu comida...? Papá ya casi es tu descanso y no has llegado al trabajo aún...'' Luhan preguntó, preocupado.

Junmyeon sacudió su cabeza.

''Está bien, realmente no estoy tan hambriento- ahora, ¿puedes ir por eso, Lu, por favor?''

Luhan asintió, retirándose y dejando a los dos solos.

''Aniya- yo- yo puedo hacerlo... señor,'' Yixing dijo, mirando hacia abajo, ''¿E-Esa era tu comida? Yo- se la pagaré, ¡lo juro!'' El pelinegro dijo, haciendo una reverencia de nuevo.

''Eh, ¡Yixing-ssi, detengáse!'' Junmyeon pidió, ''Y por favor no me diga señor, me hace sentir un poco viejo...'' 

Yixing le sonrió tímidamente.

''Sí, señ- digo... ¿joven?'' Yixing dijo, confundido.

Junmyeon sólo rió, ''Mi nombre está bien, Yixing-ssi.''

''Junmyeon.''

''¡Okay, Junmyeon-ssi! L-le prometo que le pagaré el desayuno y comerá a-algo antes de irse de aquí...'' Yixing asintió a su nombre y dijo tan rápido cómo había terminado de hablar el castaño.

''Oh eso- claro que sí, pero de eso se encargará Luhan, no tú,'' Junmyeon le dijo, sonriente, ''No necesitas hacer nada de eso, ¿de acuerdo? Sólo descansa un poco y, ¿podrías decirme qué hora es?''

Yixing asintió y sacó un celular pequeño y delgado de su bolsillo. Un poco ruborizado, dijo la hora.

''Oh- bueno... ya no hace falta ir a la oficina,'' Junmyeon rió, y Yixing le sonrió con culpa en el rostro.

''Ey... está bien,'' Junmyeon dijo, ''Valió la pena.'' Valió la pena, Junmyeon pensó, al ver la sonrisa débil de Yixing y las manos temblorosas del pelinegro. 

Todo valió la pena.

Notas finales:

Huehuehue, ¡editado! Aún no me gusta la versión nueva pero... meh. Espero les haya gustado.


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