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At Gwanghwamun [KyuMin] por SamStarElf

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Notas del capitulo:

Hola linduras... primero...

 

FELIZ NAVIDAD!!!

 

y segundo a Leer!!!

Él me mira sorprendido pero asiente. Tomo su mano y lo dirijo a la van que me espera en el estacionamiento.

 

El transcurso del camino es muy silencioso. Ninguno de los dos cruzamos miradas, aunque aún mantenemos nuestras manos entrelazadas.

 

Ya en mi apartamento suelto su mano. Le indico que se siente en uno de los muebles de la sala.

 

-Minnie…

 

-lo siento. –interrumpe. Él mantiene su cabeza gacha mirando la alfombra que cubre el piso de la sala, sus brazos apoyados en sus piernas. –yo…

 

-la amas. –esta vez yo lo interrumpo.

 

-…

 

-¿La amas? –vuelvo  a preguntar.

 

-sí.

 

Mi respiración se detiene por un momento. Llevo una mano a mi pecho intentando aplacar el dolor que emerge de este.

 

-desde… cuando…

 

-Kyu…

 

-¿Desde cuándo? –alzo mi voz.

 

-hace 3 años. –me levanto caminando al comedor que se encuentra a solo unos pasos de la sala.

 

3 años… 3 años viviendo una mentira, compartiendo a SungMin.

 

-no… -él nunca fue mío.

 

-¿Por qué? –me giro para verlo.

 

-…Kyu… yo…

 

-alguna vez me amaste SungMin… acaso algún sentimiento fue real.

 

-claro que fue real. –se levanta y camina hacia mí. –todo fue real. –me mira desesperado. –Yo te amo KyuHyun… yo…

  

-¡Cállate! –lo empujo contra la pared del comedor. Aprisionándolo con mi cuerpo. –cómo puedes decirme eso. Me engañaste por 3 años Min… ¡3 malditos años! Si no fueron más. –fijo mis manos a cada lado de su cabeza.

 

-…Kyu…

 

-¡Basta! Ya no puedo soportarlo… cómo pudiste Min. Yo… mis sentimientos fueron reales. Cuando te decía que te amaba, que éramos solo nosotros y que el mundo podría irse al infierno si no lo aceptaba, era cierto. Yo hubiera dejado mi carrera, Super Junior… incluso enfrentado a mi padre solo por ti SungMin.

 

-…yo…

 

-no ahora me escucharás. –alzó su mentón para que me vea. Un escalofrío recorre mi cuerpo cuando veo que está llorando. Siempre odie verlo así. –yo te amo. –Min apartó su rostro. –yo…

 

-¡No! –me empujo logrando apartarme.

 

-¿Qué? –lo veo caminar a la sala. Dando vueltas hasta que me mira con una expresión colérica.

 

-cómo puedes ser tan egoísta Kyu. No piensas en los demás. Si dejas Super Junior ¿Qué ocurriría con los chicos? No piensas en ellos. En DongHae… esto… es lo que siempre ha deseado. Leeteuk hyung… sabes cuanto sacrificó para que nosotros lleguemos hasta donde estamos ahora. Hyuk ¡Oh Dios! Su vida es el grupo. Solo basta verlo preparando nuevas coreografías, desvivirse por bailar y cantar mejor… todos… absolutamente todos. –SungMin empieza a llorar cubriéndose el rostro. –qué pasaría si el grupo se arruina solo por tu capricho. –vuelve a mirarme. –tú tienes a tu familia, yo la mía al igual que Siwon… nosotros no necesitamos el dinero que nos da esta profesión. Pero ellos sí.

 

-¿Capricho? –repito. –crees que todo esto es un maldito capricho SungMin. –me acerco a él. –Yo te amo ¡Maldición! Te he amado todo este tiempo. Desde que ingresé a Super Junior te amé. -¡Mírame! –ordeno.

 

Agarro en cabello de su nuca acercando su rostro al mío.

 

-no me amas… todo… todo lo que pasamos. Tantas noches en mis brazos… fueron mentira. Todo el amor que te ofrecí no basto… ahora solo vienes y me dices que te vas a casar. Que me has engañado durante 3 años… acostándote con ella.

 

-suéltame…

 

-di que no me amas y te dejaré.

 

-… no… no… te…a…

 

-nunca has sido bueno mintiendo Minnie.

 

-…ky…

 

Junto nuestros labios.  Min intenta alejarme, deslizo mi lengua por su labio inferior intentando adentrarme a su boca. Se tensa ante mi acción para después aferrarse a mis brazos permitiéndome la entrada a su cavidad. Recorro con mi lengua todo a su paso, conozco cada recoveco de su boca, cada centímetro de él- suelto su cabello y aferro mis manos a su cintura atrayéndolo a mi cuerpo, deseando poder fundirnos en un solo ser.

 

Apretó su trasero provocando que un gemido escape de sus labios. Lo alzo haciendo que sus piernas queden enroscadas en mi cintura.

 

Seguimos besándonos. Camino a tientas por el pasillo hasta llegar a mi alcoba. Lo acuesto delicadamente en mi cama quedando sobre él.

 

-Kyu…

 

-Shh! –beso de nuevo sus labios. –no digas nada… por favor…  no… -Min acaricia mi mejilla sonriéndome.

 

-bien.

 

Min me mira por un momento y se sujeta de mi cuello empezando a besarme delicadamente, solo una caricia sin llegar a profundizar. No sé porque el beso me sabe tan amargo. Es como si sus labios tuvieran veneno que desea matar mi alma… mi amor por él.

 

Le detengo alejándome un poco para quitarme la camisa. Lo vuelvo a besar a mí modo, disfrutando de su sabor, esta vez es un beso lento y melancólico. Ambos sabemos que quizá, esta sea la última vez que podamos amarnos. Alejo esos pensamientos y me levanto para deshacerme de mis pantalones junto con mi ropa interior. Observo a Min sentarse intentando quitarse su camisa pero lo detengo.

 

-¿Qué?

 

-yo lo hago. –beso su nariz.

 

Con delicadeza le quito la camisa volviendo a recostarlo. Me deleito de la visión de su pecho desnudo. Me acerco tomando en mi boca uno de sus pezones, delineando con mi lengua todo su contorno, succionando hasta que se ponen erectos. Hago lo mismo con el otro, deleitándome con los gemidos que salen de los labios de Min.

 

Abandono esos hermosos botoncitos rosa dejando un camino de besos por todo su torso hasta llegar a su ombligo, meto mi lengua en este.

 

-Ah~… Kyu~

 

Min sujeta mi cabello, se encuentra en el límite, pero yo se la única forma de hacer que pierda el conocimiento, sé que partes tocar para aumentar su placer.

 

Rápidamente desabrocho su pantalón, me alejo un poco para tomar la basta del pantalón y lo retiro dejándolo solo en bóxer.

 

Debería ser pecado que existiera alguien como Min… la sola imagen que presenta en este momento haría a cualquier hombre correrse.

 

Me acerco de nuevo quedando cerca de su miembro, paso mi lengua por el eje de su pene sobre la tela, humedeciéndola, sintiendo el dulce olor almizclado de Min.

 

-Kyu~

 

Bajo la cinturilla del bóxer lentamente dejándolo completamente desnudo. Paso mis dedos por sus piernas sintiendo la suavidad de su piel. Beso su ingle hasta llegar a su pene, paso mi lengua por las gotas de presemen que se divisan en el glande.

 

Saboreo cada parte de su longitud antes de meterlo por completo en mi boca. Me deleito de cada gemido de Min mientras saboreo su pene con parsimonia al tiempo que masajeo sus testículos.

 

-Kyu~… yo… me correré. –inmediatamente me alejo

 

-no todavía.

 

Tomo la botella de lubricante del cajón de la mesita de noche. Destapo el frasco vertiendo el líquido en mis manos, unto un poco en mi pene y el resto lo ocupo en mis dedos, deslizo uno en el interior de Min, sintiendo como se estremece ante mi toque, masajeo suavemente hasta insertar un segundo dedo.

 

-Kyu~… te necesito…

 

Observo a Min detenidamente, él se encuentra jadeando con sus mejillas sonrojadas y sus pupilas dilatadas por el placer.

 

Saco mis dedos y lo vuelvo a besar. Esta vez es un beso apasionado y salvaje, nuestras salivas se escurren por nuestras bocas por el frenético acto. Lentamente lo penetro sin dejar de besarlo mientras Min rodea mi cadera con sus piernas, dándome más acceso. Gimo cuando estoy completamente dentro. Cuantas veces lo hemos hecho y aun así cada vez que lo poseo el placer nunca disminuye al contrario parece que nunca tengo suficiente de él. Su interior abraza mi pene como si presintiera que es quizá la última vez que podamos estar unidos tan íntimamente.

 

-mue… muévete…

 

Comienzo con envestidas lentas, no deseo que esto termine, no quiero alejarme de ti. Tantas veces que criticaba a Min por querer hacerlo lento y ahora yo estoy haciendo exactamente eso.

 

-Kyu… más rápido…

 

Min coloca sus manos en mis glúteos empujándome, haciendo que lo penetre más fuerte.

 

-Ah~ -gemimos ambos al unísono.

 

En ese momento perdí el control envistiéndolo salvajemente, dejando que la pasión y el deseo sucumban. Min entierra sus uñas en mi espalda mientras yo hago lo propio sujetando su cintura.

 

Luego de unos minutos llegamos al clímax gritando el nombre del otro. Me deslizo fuera de Min abrazándolo, sintiendo su aroma y calor…

 

 

 

 

Siento la cama moverse pero me mantengo con los ojos cerrados fingiendo dormir. Sé que Min se está yendo… el frío que percibo a mi costado lo afirma.

 

Por  varios minutos no se escucha ningún movimiento. Una mano cálida aparta el cabello de mi rostro.

 

-lo siento… KyuHyun… esto es lo mejor para ti… para todos…

 

Deseo abrir mis ojos pero me contengo. Estoy seguro de que si lo hago Min se irá, al menos ahora su voz es igual a la de antes, no tiene ese matiz frío e indiferente de todos estos días.

 

-nunca te mentí Kyu… jamás fingí algún sentimiento. Todo… absolutamente todo fue real… te amo. Te amo tanto que duele saber que sufres por mi causa. –escucho a Min suspirar. –te amo Kyu… esto es lo mejor. –otra voz se volvió fría.

 

-yo también te amo Min. –abro los ojos observándolo.

 

-Kyu…

 

-y no creo que sea lo mejor. –me levanto dirigiéndome al baño para limpiarme. –será mejor que te vayas Min. –digo antes de cerrar la puerta.

 

-Kyu…

 

-amos sabemos que esto fue una despedida… sabes… estoy sorprendido por mi actitud hasta ahora. Después de ser tan jodidamente celoso con cada persona que se te acercaba, no sé cómo puedo estar tan tranquilo ahora…

 

-Kyu…

 

-¡Cállate! –alzo la voz. –quizá sea porque… porque en el fondo siempre supe que el único que se comprometió en esta relación fui yo. –cierro la puerta notando que contenía la respiración. Me miro en el espejo. Mis brazos tienen las marcas de las manos de Min. –así que este de verdad se terminó.

 

Por un momento me parece escuchar a Min llorar afuera, pero es imposible… a él no le afecta nada de esto. SungMin se casará.

 

 

.-.-.-.-.-.-

 

-¿A dónde vas? –miro a Hae.

 

-iré a despejarme un poco.

 

-KyuHyun…

 

-tranquilo Hae hyung… estoy bien.

 

-no lo estás. Me imagino en tu situación y no sé. Estaría desesperado. No sé cómo puedes estar tan calmado.

 

-… ni yo lo sé… solo acepté la realidad.

 

-tonterías. Deberías convencer a Min para que desista de ese absurdo. Porque no lo raptas en su boda.

 

-Hae… no es un maldito cuento de hadas. No seas infantil… mejor dime ¿Qué ocurre con Hyuk?

 

-no me hables de él.

 

-DongHae.

 

-¡Es un idiota!

 

-si lo es.

 

-¡Oye! Solo yo le puedo llamar así.

 

-como digas.

 

Me despido de Hae luego de intentar convencerme de raptar a Min y no sé que ridiculeces más. Salgo de la compañía. Subo a mi auto. Quizá si me hace falta algo de aire fresco.

 

Luego de un largo viaje al fin llego. Me bajo del auto y miro alrededor. Dejo el lugar caminado… cavilando todo lo ocurrido… cuanto falta 2 o 3 semanas para que ocurra ese fatídico suceso.

 

De repente siento algo que cae en mi cabello. Sacudo mi cabeza y veo una pequeña hoja que cae. Ahí finalmente levanto mi cabeza y veo todos los árboles cerca de la carretera. Sus hojas ya han cambiado de color. Reviso todo el lugar y me doy cuenta de dónde estoy.

 

Gwanghwamun…

 

Sigo caminando, recordando tantas memorias que existen en este lugar. Momentos en los que todo era felicidad.

 

Nos habíamos acostumbrado a juntos resplandecer tan brillantemente en los escenarios, las fans enloquecían con cualquier demostración de afecto que nos dábamos. Si tan solo supieran el amor que nos teníamos, si es que fue en verdad amor alguna vez. Resultaba tan natural para nosotros abrazarnos o tocarnos, ya que en la clandestinidad compartimos más que simples roces.

 

Pero ahora solo somos extraños, todo parece tan lejano, ahora ni siquiera nos vemos fuera del espectáculo. El aire se vuelve tenso cada vez que estamos juntos en un lugar. Todo se ha vuelto tan diferente… tan distante.

 

Recuerdo que en sus brazos sentía que el mundo era mío. Que era capaz de hacer cualquier cosa siempre y cuando SungMin estuviera a mi lado, porque él era mi mundo, mi vida, su sola sonrisa hacia que todo lo malo desapareciera, iluminaba la oscuridad a mí alrededor.

 

Ahora tengo que decir adiós. Adiós a los días infantiles a su lado. Adiós a todos sus gestos tiernos y su maldita fascinación por el color rosa. Adiós a sus besos en la mañana, incluso sus absurdos celos cuando hacia algún programa. Todo esto ya no será más mi rutina diaria.

 

Sigo caminando aun si saber a dónde me dirijo. Hoy en día como un tonto estoy en este lugar, recordando a alguien que nunca volverá.

 

Aquellos tiempos en los que era feliz, solo por el hecho de tomarlo de la mano y caminar juntos o simplemente quedarnos en casa abrazados viendo una película, disfrutando del calor de nuestros cuerpos… de nuestra compañía.

 

Un sonido me saca de mis pensamientos, miro hacia atrás, por un instante parece que te veo de pie. Cierro los ojos con fuerza y vuelvo a enfocarme.

 

nada…

 

Ahora mi mente comienza a imaginarte.

 

-será que tu ausencia me llevará a la locura Min. Tal vez no sea una mala idea. Si enloquezco al menos seré feliz imaginándote… viviendo en un mundo dónde no me abandonas para casarte con otra persona. Dónde no le regalas tus dulces sonrisas a ella,

 

No sé si vivir en este mundo. Un mundo donde solo existes para buscar a esa otra persona, a tu alma gemela, tu amor. Que pasa con los que la encuentran y la pierden en el camino, no es eso peor que nunca haberla encontrado, acaso no es mejor así. Al menos no sabrás lo que es tenerle entre tus brazos, amarlo. Lo peor es saber que tuve a Min todo este tiempo, haberme acostumbrado a tenerlo y ahora…

 

-ya no estás. –le susurro al viento.

Notas finales:

Y que os pareció, intentaré subir la última parte el viernes :DDD

 


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