Lips to divide up. 11
Genial, las cosas empeoraban para Hoseok con aquel rubio alto y de complexión atlética que tenía de la mano a Taehyung mientras el más bajo sonreía encantado. Bufó al ver la excelente situación. Optó por dar su lado odioso.
— Genial, Namjoon ¿por qué contrataste a este tipo? — Namjoon sonrió y enarcó una ceja a su amigo. Negó lentamente a su molestia. Kris miró al chico y le restó importancia. Parecía molesto, pero eso poco le importó.
— Creí que estabas en China — dijo un Taehyung ignorante a la situación y a la mirada de odio de Hoseok a Kris. El más alto se concentró en el chico.
— Sí, lo estaba hasta un mes atrás, volví a Seúl.
Hoseok lanzó una maldición antes de salir a grandes zancadas de la oficina de su amigo, más cabreado que nunca con Namjoon por no hacerle caso para despedir al rubio alto.
Taehyung vio a Hoseok salir de la oficina a paso airado. Miró por unos segundos la puerta por donde el chico había salido con prisa. Luego simplemente lo volvió a ignorar y centrarse en Kris.
Amaba que el más alto hubiese regresado porque le encantaba la compañía de éste. Pero había algo que ya no estaba igual a cuando Kris se fue. Taehyung lo sabía y quizás Kris también lo sentía de ese modo.
Taehyung sonrió y dejó de lado su creciente confución. La cual empezaba a darle dolor de cabeza.
— Kris; ya conoces a Jimin —señaló a su amigo, éste sonrió y abrazó al rubio por unos segundos —. El es Jungkook, otro más de mis mejores amigos. Jungkook, el es Kris, mi ex — el menor estrechó la mano con el más alto y luego dio un pequeño abrazo rápido.
Jimin salió al ver pasar a Yoongi. Despidiéndose de Kris, aunque ya que no era necesario, lo vería todos los días de ahora en adelante. Luego se fue siguiendo a su ocupado novio.
Kris rió en voz alta, y abrazó a Taehyung por la cintura y a Jungkook por encima de sus hombros. Aunque Kris apenas conocía al chico, éste se veía triste y cansado. Aquello no pegaba con su rostro angelical.
— Vamos chicos; salgamos y distraigamos nuestro cansados traseros.
Aquello hizo reír a Jungkook por primera vez desde que piso el bar. Kris tenía sentido del humor, le agradecía por eso. Rieron y se encaminaron fuera de la oficina.
Al pasar por el salón principal, se encontraron con Hoseok sentado en una silla alta del bar, con un vaso de vodka en su mano. Yoongi estaba con Jimin, hablando seriamente con Hoseok, sus amigos se veían estresados y tensos.
Jungkook detuvo sus pasos, Kris y Taehyung lo limitaron. Jin caminaba perdido en su teléfono, ignorando todo a su alrededor. Mirando la pantalla y el suelo.
— Yoongi, encontré lo que me pedis... — sus palabras callaron al levantar la mirada y encontrarse frente a Jungkook.
El moreno contuvo el aliento al ver al chico, su chico; más pálido de lo normal, con ojeras en sus ojos y éstos rojizos y con ligeras marcas de lágrimas. Aquello le rompió el corazón.
Frunció el ceño al ver el brazo de Kris en sus hombros. Miró al más alto con furia y odio. Taehyung se quejó internamente, no era bueno tener el odio de los dos amigos en un sólo día.
Se soltó de Kris y se apresuró a hablar antes de cualquier movimiento por parte de un molesto, y celoso, Jin.
— Jin, cómo estás — costurreó. El moreno lo miro y enarcó una ceja ante lo obvio en las palabras de Taehyung —. Sí...ya entendí. Bueno, te presentó a Kris Wu. Mi ex — enfatizó la parte de "mi ex" para evitar cualquier mal entendido con Jungkook y él.
Jin ignoró al rubio y se reusó a dejar de mirar a Jungkook. El menor lo miraba de la misma manera; ambos queriendo decirse todo y nada con la mirada.
Jin quería cortar distancia y abrazar al chico. Pero no sabía que hacer con el rubio abrazando los hombros de Jungkook. Aquello seguía haciéndole hervir la sangre. Nadie tocaba a su chico.
Taehyung suspiró y aventó a Jungkook un paso adelante. El menor lo miró con miedo, quería negarse, pero también deseaba estar un momento con Jin. Quería llenar el vacío con el moreno por un momento.
Taehyung murmuró algo al oído de Kris y éste se encaminó a la salida.
— Ustedes deben hablar — Taehyung cortó las intenciones de habla del menor —. Chicos, ustedes son más que pareja desde mucho antes que me conocieran.
— Taehyung, yo no quiero que Hoseok te lastime más — murmuró el menor. Taehyung asintió y agradeció por su apoyo.
— Lo sé, y te agradezco por eso. Pero los problemas de Hoseok y míos, no tienen que parar en ustedes chicos — señaló al pelinegro sentado en un taburete —. Somos lo bastante grandes para saber en que lío nos metemos.
Aquello pareció hacer entender a Jin. Taehyung miró el rostro pensativo del moreno como algo bueno.
— Quiero que hablen — miró a Jungkook y luego a Jin —. No quiero ver más lágrimas por esta noche.
Masculló una despedida antes de salir corriendo, bajo la mirada atenta e Hoseok, en dirección a donde Kris lo estaba esperando. Dejando a Jungkook con un mundo de tristeza al ver al moreno frente a él. Un nudo se formó en su garganta impidiendole hablar.
Se miraron por interminables segundos. Hasta que una lágrima se escapó de los ojos del menor. Jin dio un paso delante. El menor se adelantó y corrió hasta chocar con su pecho y abrazarlo firmemente.
Jin levantó a Jungkook entre sus brazos, el menor enredó sus piernas en la cintura del moreno y hundió su rostro en su cuello mientras el mayor lo llevaba a la sala para calmarlo.
...
Yoongi miró la escena con una sonrisa ladina deslizándose en sus labios. Así, se solucionaba un problema. Desvió la mirada. Hoseok, perdido en su vaso de vodka. La sonrisa de Yoongi desapareció.
— Tú — arrebató el vaso de las manos de su amigo —. Debes encontrar un pasatiempo.
— ¿Cómo?
— Hasta que no aceptes que estas enamorandote de Taehyung debes pensar en algo más. Trabaja, distrae tu mente.
Hoseok gruñó al ver su vaso de vodka muy lejos del alcance de su mano. Odiaba que Yoongi se metiera en los problemas de su cabeza, pero para eso era su amigo. Su metiche amigo y su hyung.
Se levantó y salió del bar, encaminandose a ver a la única persona que podía aclarar sus pensamientos.
...
Jungkook estaba sentado sobre el regazo de Jin, con una pierna a cada lado de las caderas del moreno. Sintiéndose en casa y con una paz encantadora, suspiró y se acomodó mejor encima de Jin. El moreno lo tenía abrazado y cubierto con una manta.
Jin se dedicó a observar el rostro cansado y ojeroso de Jungkook. El menor nunca había lucido tan cansado como ahora. Se sentía culpable por el estado del chico. Después de todo, fue él quien pintó la raya apoyando a su mejor amigo. Aún cuando sabía que el menor tenía la razón.
— Ángel, perdóname — murmuró. Luego besó la mejilla mojada del menor y se aferró más al chico.
— Es tu amigo, Jin. Es tu deber decirle que está mal — respondió en un susurro el menor. Jin se removió y Jungkook se alejó.
— Es mi amigo, amor. No puedo hacerle eso.
— No quieres, pero es tu deber como el mejor amigo, decirle que está mal — Jin hizo un mohín.
— Creo que para eso está Yoongi — respondió. Jungkook empujó al mayor hasta hacerlo ceder en el sofá. Sentándose sobre el mayor a horcadas, se inclinó lo suficiente para tomar los labios del contrario entre los suyos.
El moreno recibió gustoso el beso y lo intensificó al morder el labio inferior de Jungkook. El menor gimió y se pegó más al mayor, cediendo su peso al cuerpo del moreno. Las manos de Jin se hallaron hasta quitar su chaqueta de cuero y levantó la camisa del chico con delicadeza, dejando a la vista su torso blanco.
Siguieron besándose hasta que su respiración falló, se separaron agitados y con los labios rojos e hinchados. El menor sonrió y quitó la camisa del mayor y se volvió a pegar a él.
La puerta fue abierta abruptamente. Jungkook se sobresaltó y Jin se aferró al cuerpo del menor. Ambos desviaron la mirada a la puerta donde se encontraron con una chica menuda y de cabellos color castaño claro.
— Ughh...chicos follando en la sala — fingió arcadas y asco —. Jin, ¿dónde está Hobbi? — Jin miró a la chica y entrecerró sus ojos.
— ¿Para qué lo quieres? — la chica bufó.
— Lo voy a atar a una cama y violarlo, contento — Jin se encogió con una mueca de asco —. Idiota. Yoongi me dijo mi chico había hecho una estupidez y vine en cuanto pude.
Jin bufó y rodó los ojos. Sintió a Jungkook levantarse y volverse a colocar la camisa y su chaqueta de cuero. Él se volvió a poner su camisa mientras la chica esperaba con una ceja enarcada.
— Yoongi... — murmuró —. Hoseok no ha hecho nada malo.
La chica arqueó una de sus delicadas cejas y se recargó en el lumbral de la puerta. Jungkook se alejó y miró a Jin con el rostro impasible.
— No has cambiado de opinión. Me voy — salió de prisa, dejando a un anonadado y dolido Jin. La castaña lo observó y suspiró.
— Problemas de pareja — Jin asintió, aunque las cosas eras más complicadas que una simple discución de pareja.
— Es más complicado que eso, Hara — Jin suspiró y se pasó una mano por el cabello. Hara miró al chico y se sentó a un lado de él.
— Jungkook debe estar molesto contigo por algo, ¿no lo crees?
— Él piensa que consiento mucho a Hoseok — Hara pareció pensar las palabras del moreno por unos momentos.
— Eso es cierto. Tu trabajo como el mejor amigo, casi hermano, es decirle a Hobbi que está haciendo mal.
Jin rió por lo obvias que sonaban las palabras de la chica. Eran casi las mismas que Jungkook le había dicho. Quizás y lo hacía, pero lo hacía desde mucho tiempo atrás. Desde niños.
Hara abrió los ojos al darse cuenta de todo el royo por el que Yoongi la había llamado. Bufó. Hoseok estaba causando problemas nuevamente con sus tontas aventuras de noche. Se puso de pie y miró a Jin con su ceño fruncido.
— Hoseok y sus problemas.
Hara tomó su bolso y dio un golpe en la nuca de Jin. El moreno se quejó pero se quedó callado ante la molestia de la chica.
— ¿Sabes que estas echando a perder tu relación con un chico maravilloso que puede remplazarte de un día para otro? — Jin no respondió.
Sabia que Hara tenía razon, pero por alguna razon, deseaba creer que Jungkook aun lo queria tanto o mas que hace cuatro años atrás. Despues de todo, Jin lo amaba más que su propia vida.