Lips to divide up. 13
Taehyung llegó corriendo hasta el bar, donde Hoseok estaba sentado, riendo con Jin y Hara. El pecho del rubio se hundió al ver al pelinegro reír igual a como era. Mientras que a él no le había dedicado ni una sola sonrisa torcida.
Taehyung se acercó al chico y jaló la manga de su jersey negro. Lo levantó y se lo llevó caminando, mientras Hoseok se dejaba hacer, lo siguió hasta que el rubio lo sacó del bar y lo hacía caminar unas calles más.
— Perdóname, Hoseok — Taehyung se detuvo al instante y se giró para ver al chico — Perdóname. No sé que hacer para que no estés molesto conmigo.
— Yo no estoy molesto contigo, Taehyung — el chico bufó ante la mentira del pelinegro.
— Mientes. Tú nunca me llamabas Taehyung; siempre me decías bebé.
— Sólo deja las cosas así como están, Taehyung. Será mejor para los dos.
— ¿Qué me quieres decir?
Hoseok suspiró y se acercó a Taehyung, tomándolo de la cintura, lo apretó contra su cuerpo. Su mano libre se colocó en detrás de la nuca del rubio y lo atrajo a su boca, reclamando en un beso necesitado. Ansiado en casi una semana por parte de ambos.
Taehyung gimió al sentir la lengua del pelinegro colarse en su boca, devorandolo por completo. Disfrutó el beso y se pegó más a Hoseok, recargando sus manos en los antebrazos del chico,mientras su lengua jugaba hambrienta con la del contrario.
Hoseok intentó aplazar el momento, deseando tener más tiempo al rubio entre sus brazos. Sintió una gota fría caer y recorrer su mejilla. Ignoró aquello y se dedicó a besar a Taehyung y saborear sus dulces labios hasta que sintió su respiración fallar. Se separó, succionando de manera dulce el labio inferior del rubio.
Sintiendo que más gotas caían hasta hacer un aguacero, con ellos mirándose fijamente, parecía no importarles que el agua los mojara. Queriendo abrazar unos segundos más a Taehyung, Hoseok se negó a sí mismo y se obligó a apartarse un paso del rubio.
Taehyung sintió al instante la falta de los brazos de Hoseok en él. El frío entró a paso rápido entre su ropa haciéndolo temblar y abrazarse. Miró a Hoseok con una expresión ligeramente dolida. El pelinegro lo miraba con ojos tristes. Empapado y con frío, intentó acercarse una vez más a Hoseok. El pelinegro negó con su cabeza y se volvió a alejar.
— ¡¿Por qué?! — preguntó el rubio, con voz quebrada. Hoseok miró a otro lado — ¿Por qué te alejas de mí? — Taehyung no pudo reprimir una que una lágrima callera por su mejilla, siendo borrada por las gotas de lluvia que caían.
— Debimos hacer esto desde el primer día en que nos conocimos — murmuró el de ojos profundos.
— ¿A qué te refieres?
— Tú sabes bien a que me refiero, Taehyung. Debí hacerte caso cuando me lo pediste — volvió a murmurar el mayor. Taehyung negó cuando entendió las palabras. Se volvió a acercar al pelinegro y extendió sus manos. Lo tomó por las mejillas y acercó su rostro al suyo.
— No... — negó con la voz ahogada —. Yo no quiero alejarme de ti.
Hoseok soltó un suspiro tembloroso. Dejó caer su frente sobre la del rubio y cerró sus ojos por unos segundos. Disfrutando la cercanía con el chico. Quería besarlo por un largo tiempo, pero en vez de eso se volvió a alejar, soltándose de el débil agarre de las manos de Taehyung sobre sus mejillas.
— Debes dejarme — masculló, deseando que el sonido del agua estrellándose contra el asfalto se llevará el sonido de su propia voz.
— No.
— Tienes que hacerlo, bebé — sus hombros calderón rendidos —. Escucha: tienes a Kris contigo ahora. Es tu ex, y yo no puedo contra un ex.
Taehyung negó con la confusión en su mirada. Se acercó nuevamente a Hoseok, el mayor se volvió a alejar al mismo tiempo que Taehyung volvía a dar un paso. El rubio se desesperó.
— ¿No has pensado que yo no quiero estar con Kris? — Hoseok desvió la mirada. Por supuesto que lo había pensado. Pero prefería pensar que Taehyung tenía una buena compañía con el rubio más alto.
— Él es una mejor persona. Lo mires por donde lo mires, es mucho mejor que yo.
— Pero yo quiero estar contigo y no con él.
Aquello le dolió en el pecho. Hoseok no quería aquello.
— Escucha, Taehyung, entiende; estar conmigo te hace daño — el rubio iba a responder y contradecir sus palabras, pero Hoseok lo cortó —. Te vuelves algo que no eres. Y detesto pensar que es por mi culpa.
— No es cierto.
— Claro que lo es — insistió —. Siempre que estas a mi lado estamos peleando, molestos el uno con el otro. Siempre hay algo malo entre nosotros. Y ese algo soy yo.
— ¿No has pensado que el que funciona mal soy yo? — Hoseok río en voz baja.
— Simplemente no funcionamos bien el uno con el otro. No sé tú, pero yo me rindo.
Taehyung se horrorizó con las palabras de Hoseok. Siempre había querido que el chico lo dejará en paz, pero que el mismo Hoseok se lo dijera de frente. No era algo lindo. Con ello arrastrando algo que no había pensado y se había aferrado a negarse.
— Lo siento, Tae. Yo...te dejo en libertad — Hoseok fingió una sonrisa —. Se feliz con alguien que te merezca, bebé — dio media vuelta y comenzó a alejarse.
Ahogado por el llanto retenido en su garganta, Taehyung corrió hasta ponerse frente a Hoseok, haciéndolo detenerse. Puso sus manos sobre el pecho del contrario y recargó su frente sobre el pecho de Hoseok, justo donde latía su corazón.
Taehyung sintió una calidez abrazando a Hoseok de esa manera. Quizás Hara tenía razón. No. La chica tenía toda la razón. Taehyung lo sabía, pero trataba de negarse la idea, pero no soportaba el hecho de que Hoseok lo estuviera dejando ir.
Dolía. Y ahora sabía porqué.
— Me gustas — le dijo. Aferrandose más al jersey del mayor. Hoseok se congeló y sintió algo cálido expandirse por su pecho —. Me gustas, Hoseok. Y no me importa que discutamos, ese es nuestro encanto.
Hoseok quiso creer y confiar el aquellas palabras. Deseó poder aferrarse a ellas. Pero, por primera vez, era tarde para algo. Alejando a Taehyung, lo miró y se acercó lo suficiente para besar su frente.
— Lo siento, Tae. Es tarde.
Lo soltó y pasó de Taehyung para seguir su camino sin un punto fijo. Sintiendo doler su pecho como nunca. Por primera vez, Hoseok sentía dolor por dejar a alguien. Aquello era triste. Siguió caminando y dejando que lado lluvia lo empapara.
Taehyung se quedó ahí, bajo el agua, mirando a Hoseok alejarse con sus hombros caídos y a paso lento y carente de su encanto diario. Quiso dar un paso para volver a alcanzarlo, pero sus piernas parecían estar adheridas al suelo. Siendo imposible caminar, se quedó mirando a Hoseok alejarse.
Ignorando la lluvia que lo mojaba más, estaba chorreando agua por cualquier parte de su cuerpo. Incluyendo había comenzado a llorar, el cual no se notaba por el agua que empapaba su rostro.
Sintió que dejaba de mojarse. Miró con expresión perdida a un lado suyo y se encontró con Jungkook y Jimin, uno a cada lado de él. Jungkook extendió su paraguas para que el cuerpo del rubio dejará de mojarse.
Vaya momento para una despedida, pensó Jungkook. Con lluvia y la temperatura que comenzaba a bajar rápidamente. Si no secaban a Taehyung, el rubio podría enfermar. Jungkook miró a donde los ojos de Taehyung parecían mirar, pero enorme encontró nada más que la calle vacía.
— ¿Qué pasó? — Taehyung sólo pudo sollozar y abrazarse a si mismo — ¿Pelearon otra vez?
Taehyung negó cabizbajo. Podía sentir las lágrimas que aún recorrían sus mejillas frías. No quería estar ahí, necesitaba estar lejos. Lo bastante lejos como para pensar. Aclarar sus pensamientos y sus emociones rotas.
— No. Él... — Taehyung hizo un gesto de dolor al recordar las palabras de Hoseok —, él me dejó ir.
— ¿Y no era eso lo que querías? — las palabras de Jimin hicieron eco en su cabeza.
— Ya no...
Respondió a como pudo. Sollozando al decir las palabras, aferrando sus manos a su pecho, intentando contener inútilmente el dolor que sentía en éste. Dio un paso para alejarse. Necesitaba un momento en soledad. Sintió a Jimin y Jungkook dar un paso tras él.
— No — los detuvo. Sus amigos lo miraron con preocupación —. Quiero estar solo por un momento.
Tomó todo de él fingir una sonrisa triste y decaída. Luego se volvió a encaminar a paso lento a donde quedaba su departamento. Aunque éste quedaba bastante lejos del bar, no deseaba ir en su Jeep o en taxi. Quería caminar por un largo, largo tiempo.
Caminando con la mirada agacha, Taehyung ignoraba las miradas raras que le regalaban las personas al verlo caminando bajo el agua.
Se sentía vacío, algo importante empezaba a faltarle. El dolor en su pecho parecía crecer con cada paso que daba y se alejaba más del bar. Parecía cegarlo al grado de tropezar con cada dos pasos que daba. Cada paso que se alejaba, dejaba atrás a Hoseok.
Aunque el chico lo hubiese dejado ir, él aún se negaba a hacerlo con el pelinegro. Muy tarde había escogido el tiempo para decirle que le gustaba. Se había llevado mucho tiempo negándose a si mismo algo que ya sabía.
"Te dejo en libertad". Aquellas palabras le dolían más que nada. No recreaba que algo lo hubiese herido de esa forma antes. Nada hasta Hoseok. Y, de alguna forma, dejarlo en libertad era algo a lo que su corazón se negaba con fiereza.
Le gustaba ver la sonrisa coqueta del pelinegro, sus ojos brillantes y llenos de alegría. Le encantaba saborear los besos y los abrazos que habían compartido en el bar, fuera del Instituto; le gustaba todo de Hoseok.
Necestitaba sentir los brazos del pelinegro, abrazando como solía hacerlo. Necesitaba tener sus labios sobre los suyos, aunque fuese por unos segundos.
Aquellos pensamientos sólo lograban atormentarlo más de lo que ya estaba. Se detuvo en un parque a unas calles de su departamento. Se sentó en una de las bancas, sin importar que se siguiera mojando.
Por primera vez, se sintió más solo que nunca. Necesitado de un abrazo cálido y un beso tierno. Taehyung sabía los brazos y los labios que necesitaba. Necesitaba una mirada tierna y brillante que iluminara su vida.
— Te necesito conmigo — lloró con más dolor.