Lips to divide up. 2
Taehyung se alejó de los brazos de Hoseok. Limpió sus labios con un gesto de asco antes de incrustar la palma de su mano en la mejilla del pelinegro.
Jin silvó al presenciar la escena. Su amigo era finalmente golpeado por alguien, lo gracioso era que era golpeado por un chico y no una chica como Jin lo suponía. Taehyung tenía agallas, eso bastaba para caerle bien.
Hoseok se llevó una mano a su mejilla roja y tibia por el golpe. Luego soltó una carcajada que confundió a Taehyung y a Zelo, quien se mantenía callado a un lado del rubio. Mirando asombrado lo que sucedia.
El pelinegro de piel blanca era un verdadero bombon, pero tal y como su amigo le había dicho; el chico era un idiota. Y debia caerle en verdad mal a Taehyung. Su amigo no era de los que regalaban golpes a cualquier persona que se le pusiera en frente.
— Hombre, te lo dije, pagame — Hoseok se incorporó y extendió una mano a Jin. El moreno frunció sus labios antes de sacar un par de billetes verdes y entregarselos al pelinegro.
— ¿Qué significa esto?
Jin y Hoseok se miraron entre si al escuchar la pregunta de Taehyung. Jin dio un suspiro antes de contestar, alejandose del rubio, en caso de que se lanzara para golpearlo igual que a su amigo.
— El chico compartido y yo hicimos una apuesta amistosa — Taehyung arqueó sus cejas y colocó sus manos en su cadera. Pasiente, intentó no irse encima de Jin.
— ¿Qué quiere decir? — Hoseok bufó.
— Jin apostó que si te besaba me responderias — el rubio apretó sus dientes y dio un paso al frente. Jin sonrió nervioso y retrocedió —. Yo aposte que posiblemente y me golpearias por ello — Hoseok sonrió —. Gané yo.
Taehyung vio la linda sonrisa que le dedicó el pelinegro. Murmuró algo inaudible para los presentes y pasó de Hoseok para encaminarse a su jeep. Se detuvo cuando pasó a un lado de Jin. Se giró y golpeó su espinilla con la punta de su zapato.
Jin dio un salto y soltó un aullido adolorido mientras se tocaba la parte afectada con sus manos. Hoseok dejó escapar una escandaloza risa al ver a su amigo golpeado. Se movió veloz al ver que Taehyung le aventaba una piedra en su dirección.
— Cuando apuesten sobre mí, haganmelo saber par de idiotas — miró a ambos antes de volver a golpear a Jin en la espinilla sana.
En un parpadeo, Taehyung ya estaba sobre su jeep y en camino a su ansiado departamento silencioso y libre de patanes. Con el ceño fruncido pasó a lado de un risueño y divertido Hoseok, sin importarle que la camioneta pasara cerca de él.
Zelo soltó una risita divertida. Acomodó su mochila sobre su hombro antes de volverse a los chicos-patanes-guapos vestidos de negro.
— Creo que en verdad los odia — les dijo cuando Jin se acercaba al Dogge de su amigo.
— ¿Por qué lo dices?
— Jamás había golpeado a alguien — los señaló a ambos —, y hoy los golpeó a ambos.
Hoseok sonrió y observó el portón por donde Taehyung había desaparecido unos segundos atrás. Zelo sonrió y negó con su cabeza.
— Eso lo hace más interesante.
Dio media vuelta y se adentró en su Caliber negro. Jin se acercó a Zelo cuando éste sacaba su móvil y tecleaba en la pantalla con una sonrisa brillante.
— ¿Quieres dar una vuelta por ahí?
Zelo rió por lo bajo antes de sacar unas llavez de su bolsillo trasero. Negó con una sonrisa a las palabras de Jin.
— Novio. En camino. Ahora.
Jin miró al chico caminar hasta perderse. Bufó y se adentró en el coche de su amigo, quien tecleaba su teléfono con una sonrisa. Volvió a bufar y apresuró a su amigo antes de que lo siguieran rechazando en esa escuela.
...
El timbre del silencioso departento de Taehyung llevaba segundos de ser tocado con mucha insistencia. El rubio sólo deseaba una tarde libre de escuela y trabajo, metido en una interesante lectura hasta que el timbre rompió toda concentración en su interesante libro.
Gruñendo por lo bajo, Taehyung ignoró su falta de camisa, y con una camiseta, fue a atender la puerta. Con su ceño profundamente fruncido abrió la puerta para encontrarse con un par de ojos profundos e irritantes.
No pudo evitar que una ola de frío y temor le recorriera cada espacio de su cuerpo.
— ¿Debo comenzar a tener miedo ahora? — Hoseok rió y negó.
— Jimin me dijo donde vives — Taehyung entrecerró los ojos y apretó los dientes. Definitivamente golpearia a su mejor amigo por hacerle esto en su amado viernes.
— Ya golpeare a Jimin cuando lo vea. ¿Tú qué quieres?
— Que rudeza, yo vengo con buenas intenciones — fingió tristeza, a la cual Taehyung arqueó una de sus cejas.
— Ajá, y yo soy de labios compartidos — Hoseok bufó.
— No es mi culpa que me hayas empaquetado con el nombre equivocado, bebé.
— Si claro, dime que es lo que quieres — el chico rodó los ojos.
Hoseok sonrió. Sacó una bolsa de tras de él. Taehyung miró la bolsa con un gesto interrogante, le dio una mirada al pelinegro que claramente le decia: "¿y eso a mí qué?" Hoseok rodó los ojos y extendió la bolsa al chico.
—¿Eso para qué es?
— Ropa. Hay una fiesta en el bar hoy, y vendras conmigo.
El rubio soltó el aire a modo de risa. Hoseok frunció el entrecejo al ver al chico volverse a su sala y aventar la bolsa en uno de los sofas rojos de piel. Vale, comenzaba a pensar que Taehyung lo tomaba en broma. Aquello no le agrado.
Nadie lo tomaba en broma.
— Vamos. Es para hoy, bebé — el rubio lo miró con una ceja enarcada y una sonrisa burlona.
— ¿En verdad crees que voy a ir, de nuevo, a ese bar lleno de promiscuos que se la pasan follando como conejos en el baño?
— Sip.
— No sucederá, chico compartido — movió su mano para expresar su respuesta negativa.
Hoseok se contuvo de bufar. Taehyung era mas difícil y complicado de lo que ambos, Jin y él, habían supuesto. Eso lo hacía más divertido y exitante. Todos terminaban cediendo a él tarde o temprano. El rubio no sería la diferencia.
Pero Taehyung tenía razón. Él iría a ese bar y las personas no se detendrían a charlar con él. No con su complexión delgada y fina, con unos labios finos y de color rosa pálido. Si, Taehyung tenía razon: el chico no encajaba, para nada, en ese ambiente.
— Me debes lo del golpe.
Hoseok quería al chico esa noche en el bar. No estaba muy acostumbrado a rogar ya que, normalmente, las chicas caían a sus lados como abejas atraidas a la miel. Pero Taehyung no era de esa forma. Y eso lo estresaba y lo intrigaba.
— Tu apostaste sobre mí. Tenía todo el derecho de golpearte — el rubio se encogió de hombros.
— Como sea, ven conmigo — Hoseok gritó internamente al ver que el chico volvía a enarcar una de sus cejas y colocaba sus manos en jarras. Recurrió a lo único que su mente le decia. Mentir —. Jimin queria que te llevara.
Para su sorpresa, Taehyung suspiró y se pasó una mano por su cabello y tiró de ellos con frustración.
— ¿No me dejaras en paz hasta que te acompañe, verdad? — Hoseok asintió. Quizó bailar ahí mismo cuando vio a Taehyung rodar los ojos y agarrar la bolsa con ropa.
El rubio se giró y se encerró en su pieza, sin decirle nada a Hoseok, lo dejó en la sala parado mientras él tomaba un baño y proseguía para ponerse la ropa. Suspiró sonoramente cuando se vio al espejo.
Unos jeans azul oscuro, que podría pasarse como negros, una camisa azul rey con estampado a un costado y una chaqueta negra de cuero. Un estilo tan diferente, que no iba con él. Se sentía
todo un brabucon idiota.
Salió del cuarto y se encontró con Hoseok tendidó un su sofa rojo, mirando una fotografía suya con Jimin en su último año en la escuela superior.
— Vamonos.
Hoseok se apresuró a levantarse y guiarlo fuera del edificio. Sonriendo por lograr su cometido.
....
Cuando llegaron al bar, seguía siendo lo mismo; parejas adheridas a la pered por doquier. Taehyung se removió incomodo una vez que estuvieron dentro y "Sexy beach" de David Guetta resonó en sus oídos.
— Debo ir por unos asuntos, ahora vuelvo.
Taehyung se apresuró a tomarlo por su sueter negro, se aferró firmemente a la manga que había logrado coger del cuerpo del chico. Oh, no. Hoseok no lo dejaría en medio de ese mar de gente sudorosa.
— Tú me has traído, llevame con Jimin o me largo de aquí.
Hoseok sonrió mientras se daba la vuelta y tomaba ambos hombros. Le regaló una intensa mirada antes de hablarle fuerte por la música.
— Creeme, me costó mucho sacarte de tu casa. Pero volveré en un minuto, lo prometo.
— Perdona que dude de ella — Hoseok se mofó y desapareció entre el mar de gente antes de que el rubio pudiera decir algo más.
Luego de unos instantes de que Hoseok se fuera, Taehyung se comenzó a sentir inquieto y ansioso. La paciencía no era su fuerte, pero hacía la lucha. Siguió esperando hasta que sintió un cuerpo pegarse más de lo necesario al suyo.
Listo para alejarse, sintió como le rodeaban la cintura debajo de la chaqueta de cuero. Su cuerpo se tensó y apretó sus puños para girarse en cualquier momento en que pudiese.
— ¿Quieres bailar presioso?
Taehyung se quedó quieto. Sin decir nada. Su boca se abrió en indignación cuando sintio que el tipo le tocaba descaradamente el trasero.
Definitivamente golpearía a esa persona por tocarlo sin su permiso. Pero otra cosa segura, asesinaria a Hoseok por volverlo a taer a esa clase de bares.
¿Fiesta? Que se joda la fiesta y Hoseok. Él iba a salir de ahí mismo en ese instante antes de que terminara siendo una huella más en las paredes del baño del bar.
— Vamos precioso.
El amarre en su cintura se aferró más a él y sintió una punzada de miedo cuando lo hizo caminar en direción a los baños en lugar de la pista de baile, la cual estaba abarrotada de personas, combulsionando en un estilo de baile. Pero Taehyung no prestó atención a ello.
Sólo centró su atención en que aquel hombre lo guiaba a los baños, apesar de que él ponía resistencia.
¿En qué problema se había metido? Pensó antes de aferrarse al marco de la puerta, lo único que quedaba para que fuese metido a los baños y lo follaran como si fuese un conejo.