Lips to divide up. 4
— Entonces, ¿me estas invitando a tu departamento para tener sexo?
— No es lo que yo dije.
— Pero es lo mismo. Quiere decir que yo acabare entre tus sabanas.
Hoseok soltó la cintura del chico y sonrió quitado de la pena. Taehyung le devolvió la sonrisa antes de pegarse al pelinegro y besar sus labios, mientras sus manos recorrían desde su cuello y bajaban por su pecho. Luego se apartó.
— No lo creo — le respondió. Hoseok borró la sonrisa de su rostro y lo miró con el ceño fruncido.
— ¿Por qué no? — Taehyung se alejó y levantó dos dedos de su mano derecha.
— Dos razones. Una: yo no soy un chico que le guste andar abriendo las piernas con cualquiera que conosca en una semana. Y dos: te dije que me dejaras en paz. Y no lo hiciste.
— Pero ya me besaste — Hoseok levantó sus manos. Exasperado con el chico.
— Que comparta mis labios no quiere decir que comparta mi cuerpo.
Sonrió victorioso y pasó de Hoseok para encaminarse a su jeep, no sin antes tomar su libro. Llegaría tarde a su trabajo, de nuevo. Y le esperaba un gran regaño por eso.
...
— Es la tercera vez que llegas tarde, Kim. No quiero que esto vuelva a suceder.
Taehyung suspiró cuando vio su amargada jefa volver a su oficina. Se acomodó su moño negro y tomó la carta del menú cuando escuchó la puerta abrirse.
— Buenas tar...des — su sonrísa y su poco buen humor se esfumó al escuchar unas risas provenientes de Jimin, Jin y Hoseok. Los tres acompañados por Yoongi y un chico pálido de rostro angelical.
— Dijo buenas tardes — murmuró Jimin entre risas, a la cual se sumó Hoseok y Jin.
— No hables muy fuerte o te escuchará.
— Shhh...está frente a nosotros.
Taehyung enarcó una ceja y los miró fulminante. Miró al chico a lado de Jin, éste sólo se encogió de hombros y le regaló una sonrisa a modo de disculpa por las risas de sus dos amigos y su novio.
Taehyung le respondió el gesto y salió del recividor para guiarlos a una mesa en la esquina más alejada del establecimiento. Mientras escuchaba los cuchicheos de Jimin y Hoseok o las risas entrecortadas de Jin. Ingnoró aquello y siguió con su trabajo.
Al llegar a la mesa tomó las cartas y se aseguró de golpear con una la cabeza de Jimin, también golpeó a Jin en la pierna con el talón de su zapato y se aseguró de darle un fuerte codazo en el costado a Hoseok mientras pasaba para sentarse.
Los tres chicos se quejaron mientras Taehyung sonreía con inocencia y escuchaba las risas de Yoongi y Jungkook. Extendió las cartas a cualquiera de los chicos y se fue por unos minutos antes de que aquellos ordenaran.
El rubio entendió que la presencia de Hoseok era como una venganza por decirle que no. Bufó al pensar aquello. Sólo le decía que el pelinegro era un bebé por comportarse de esa forma.
Las dos horas que Jimin y los demás pasaron ahí, fue una verdadera tortura para Taehyung. Hoseok y Jin nunca dejaron de reirse, mientras Jimin murmuraba cosas a Hoseok y Jin. Su día se alegró aun más cuando recivió un mensaje.
Lo abrió y quiso gritar al leer el texto.
" TaeTae, mi mamá no quiere tenerme en su casa mañana, así que pasare a tu casa. Nos vemos. Te quiere tu primo"
Y con eso, Taehyung se la pasó quejandose por el resto de su turno hasta que logró su salida. Subió a su jeep y codujó hasta el bar para ver a Jimin. Sip, su amigo, prácticamente vivía a lado de Yoongi.
Al entrar al establecimiento, le sorprendió ver el lugar ligeramente lleno. Y apenas raspaban las 7 pm. Volvió a ignorarlo hasta que se topó con Jin saliendo de una habitación, también pasó de él y siguió su camino al segundo piso.
— Hola, bebé — la voz cantarina de Hoseok resonó en el lugar. Taehyung lo miró con el ceño profundamente fruncido. Malhumorado caminó rápido.
— Hey...
Hoseok lo miró raro. El tono del chico había sido molesto y desganado. Movió la boca y se giró para ver a Taehyung.
— ¿Hey? — Taehyung bufó y rodó los ojos, se giró para ver a Hoseok.
— ¡Hey! — estendió sus manos e imitó una sonrísa y un tono más animado y feliz. Luego volvió a fruncir el ceño y seguir su camino rumbo a su amigo. Hoseok fue tras él.
Abrió la boca, sorprendido cuando Taehyung le cerró la puerta en sus narices. Mohíno, dio media vuelta y dejó que el chico hablara a gusto con Jimin y Yoongi, aunque seguramente Jungkook también estaria dentro de la pequeña sala.
— Jimin, necesito tu ayuda — vociferó el rubio al entrar e ignorar la escena de su amigo y Yoongi —. Deja a tu chico y hasme caso.
— ¿Qué es tan importante como para que el gran Taehyung me pida ayuda? — Taehyung enarcó una ceja.
— Mi primo viene mañana. Todo el día — Jimin hiso un gesto de ardor.
— Sí, eso es bastante malo.
— Lo sé. Ayudame con eso, por favor — por primera vez, Taehyung hizo una carita de perrito remojado. Jimin rió y decidió apiadarse de su amigo, después de todo ¿qué sería de él sin Taehyung?
— Claro que te ayudare.
Taehyung le sonrió antes de asentír, feliz por no pasarla solo con su desquiciado primo mayor. Jimin siempre le ayudaba las veces que podía con su primo. El chico era un loco imperactivo, el cual en pocas ocaciones lo visitaba.
Taehyung dio media vuelta y salió de la sala para darle el espacio que Jimin quería con Yoongi. Despistado, continuó caminando por el pasillo hasta bajar las escaleras, deteniendose en cada una. Mirando con atención las paredes de color azul oscuro con pedazos de espejos pegados a la pared en formas de ondas.
Miró al techo y se encontró con diferentes formas: soles, lunas y estrellas; las cuales resaltaban cuando las luces de color neon se encendían. Se le hacía curioso la forma en que las paredes tenían escarcha plateada, la cual hacía brillar las paredes.
Siguió caminando hasta llegar al bar lo miró con atención por primera vez. La pista de baile era amplia, mientras que las mesas redondas con taburetes altos y con tapizados de piel color roja. En todo el techo habían estrellas fosforecentes, a exepción de la pared arriba de los estantes de licor. Ésta tenía una frase:
"Labios compartidos"
— ¿En que piensas, bebé? — Taehyung volteó y vio de reojo a Hoseok a su espalda, mientras el pelinegro rodeaba su cintura. El chico ladeó ligeramente su cabeza cuando Hoseok acomodó su mentón en su bombro.
— ¿Qué significa aquello? — señaló con su dedo índice la frase de la pared. Hoseok le siguió la mirada.
— El dueño la coloco ahí. Jin y yo no le entendimos a que se refería, pero no quisimos quitarlo. Es una frase historica del bar.
— Yo creí que era tu lema y el de Jin — Hoseok dejó escapar una carcajada.
— No creo que Jin tenga más aventuras. No desde que está con Jungkook.
— ¿Jungkook?
— El chico con cara ángel — Taehyung asintió. Recordaba que Hoseok lo había mencionado el dia que los conoció.
Se dio media vuelta y rodeó los hombros de Hoseok. Se acercó y lo besó lenta y profundamente mientras apretaba su agarre sobre el cuello del pelinegro. Sintió que éste lo hacía caminar hasta que el sonído de la música se hiso menos audible y continuó retrocediendo hasta tener su espalda pegada en una pared. Hasta que se separaron con las respiraciones agitadas y los labios rojos.
Hoseok bajó sus manos y dejó que se colaran en las bolsas traseras del pantalón blanco de Taehyung. El chico sonrió y volvió a besar al mayor, profundizando el contacto al instante en que su lengua delineó su labio inferior.
— Estas muy participativo, bebé — murmuró a milímetros de sus labios. Taehyung sonrió y lo besó de forma rápida.
— Bueno, estoy aburrido.
— ¿Entonces te divierto?
— No — respondió el rubio con una sonrisa —. Tus labios me entretienen. Mucho.
— Te divertire todo lo que quieras.
Se sonrieron antes de volver a besarse con fuerza. Hoseok elevó al rubio y éste enredó sus piernas en la cintura del pelinegro. Siguieron besandose hasta que el cabello de Hoseok estuvo desordenado, al igual que la camisa roja de Taehyung.
— Digo que deberiamos ir a mi departamento — Taehyung rió y se removió entre el agarre de Hoseok, lo suficiente como para que el chico lo bajara y él se despegara de la pared. Cuando sus pies tocaron el suelo, se giró al mayor y negó con su dedo índice.
— La respuesta sigue siendo no — Hoseok hizo un puchero.
Ambos se quedaron en silencio. Hoseok volvió a abrazar a Taehyung por las caderas. El rubio cerró los ojos y recargó su frente en el hombro del pelinegro. Mientras sostenía sus manos en los brazos del contrario.
— Aunque, demuestrame que puedes ganarme. Convenceme — susurró en el oído del pelinegro. Hoseok apretó más las estrechas caderas de Taehyung.
— ¿Cómo?
— No debes compartirte. Con nadie. Por dos meses — se acercó y dejó un beso en el cuello de Hoseok.
— Es un gran sacrifició — le contestó —. Y... ¿qué ganaré yo?
— Si ganas. Sólo si logras ser mío. Solo mío por dos meses...
— ¿Si?
— Me ganaras a mí. Por una sola noche.
Hoseok dejó escapar una risa travieza. Alejó a Taehyung de sí, para verlo de frente. El rubio le sonreía confiado. Hoseok suspiró y volvió a atraer al chico a sus brazos.
— ¿Qué dices?
— Acepto — le respondió. Buscó los labios de Taehyung y los reclamó en un beso fuerte y posesivo, sus manos se hicieron camino hasta debajo de la camisa del rubio.
— Ya eres mío, Hoseok. Firmaste centencia — bromeó el rubio.
— Tu serás mío en dos meses.
Le recordó mientras lo volvía a levantar hasta hacerle enredar las piernas en su cintura. Luego lo volvió a besar con fuerza. Ambos olvidandose que el bar estaba bastante lleno.