Lips to divide up. 7
A la mañana siguiente, cuando Taehyung se despertó; estaba en su cama, con la misma ropa que Baekhyun le había comprado. Gruñendo y frunciendo el ceño, se levantó de la cama y se encaminó al baño.
Se dio una larga y regrescante ducha, se quedó bajo el chorro de agua hasta que ésta comenzó a enfríarse. Salió con unos pantalones de deporte y una camisa floja. Secandose el cabello fue a la cocina, donde se encontró con un platillo que consistía en un par de sandwiches de jamón y un vaso de jugo de naranja.
Buscó con la mirada a Hoseok, pero no lo encontró. Suspirando, se sentó en un taburete y se dispuso a comer lo que el pelinegro le había dejado. Contando con un par de horas, pero ya que el silencio de su departamento lo oprimía, terminó de comer y se cambió de ropa.
...
— Llegas muy temprano, Taehyung — el rubio forzó una sonrisa. Se sentía bastante aturdido en su departamento, tanto, que trabajar todo el turno le parecía lo más adecuado por el momento.
Sentado en una silla alta, tras el mostrador. Taehyung sacó un libro y se dispuso a leer un poco, para aullentar el aburrimiento. Hasta que escuchó la puerta ser abierta. Sisieando, volvió a su libro.
— Taehyung...
El chico dejó el libro y bajó de la silla para salir detras del mostrador. Ignorando a Hoseok, miró por unos segundos a Jin y Yoongi. Esta vez, no había risas por parte del moreno y Hoseok, sólo una tensa atmosfera.
— Por aquí, por favor — con el rostro inusualmente serio, Taehyung guió a los tres a una mesa cerca de la ventana. Una vez que Jin y Yoongi se sentaron les extandió el menú —. Cuando deseen ordenar, pueden llamar...a otro mesero.
— Taehyung — el chico se detuvo, sin mirar a Hoseok.
El pelinegro se acercó y extendió su mano para toca al rubio. Taehyung dio media vuelta y alejó de un golpe con el dorso de su mano, la mano de Hoseok. Impidiendo que lo tocara, se alejó un paso mientras negaba.
— Alejate de mí.
Giró sobre sus talones y se alejó de la mesa. Hoseok miró a sus amigos. Jin rió y ladeó su cabeza de un lado a otro. Yoongi se estiró peresozamente.
— Será por las malas, entonces — murmuró el moreno a Yoongi.
Jin y Yoongi rieron e hicieron una exclamación llena de alegría antes de chocar sus manos y comenzar a murmurar cosas para que Hoseok no los escuchara y terminara hechando a perder sus planes.
...
Luego de una semana de no ver a Hoseok, Taehyung comenzaba a creer que el chico lo había dejado en paz. Se sentía extrañamente vacío al no tener las exasperantes risas y comentarios de Jin, así como las miradas coquetas de Hoseok.
Desistió de aquello y se dedicó a sus estudios, tal y como lo hacía cuando no conosía a Hoseok. Difícilmente y se podía consentrar en sus clases. Había tirado un par de tazas en su trabajo la tarde pasada.
Al salir se encontró con Jin y Jungkook. El menor estaba sentado en el cofre de su jeep blanca, abrazando a Jin por la espalda y recarcando su menton en su hombro, el moreno estaba en medio de las piernas del menor, con los brazos cruzados, mirando a Taehyung con diverción.
Jin se despegó de Jungkook. El menor bajó del auto y ambos se encaminaron a Taehyung. El rubio los miró a ambos, listo para huir se era necesario.
— Hola, Tae.
Antes de que Taehyung dijera algo, Jungkook ya le había quitado la carpeta que cargaba esa mañana. Murmuró una disculpa y lo miró con culpa, antes de alejarse unos pasos para quedar detras de Jin.
Lo siguiente que Taehyung supo era que estaba siendo cargado como costal de papas sobre el hombro de Jin. Movió los brazos y golpeó repetidas veces la espalda de Jin. Gritó y se removió todo lo que pudo, pero el agarre de Jin era más fuerte.
Luego de removerse por más tiempo, sintió que Jin lo bajaba hasta que sus pies tocaron nuevamente el suelo.
— Ya princesa. Te necesito adentro — dijo antes de aventarlo al interior de un aula de baile.
Taehyung entró y se volvió a Jin y Jungkook. Caminó para salir de la sala de baile pero Jin jaló la puerta.
— Ustedes necesitan hablar — esas fueron las últimas palabras que esuchó de parte de Jungkook. Luego la puerta se cerró en sus narices.
Rendido, sin teléfono, sin carpeta. Adentro de una sala de baile. Miró a su alrededor y se congelo cuando alguien se removió en el único sofá.
Hoseok se removió, un dolor de cabeza se instaló en ella. Miró a su alrededor hasta que dio con Taehyung, tenso y parado a medio salón. Con eso supo la respuesta a lo que estaba sucediendo. Jin.
— Oh, no.
...
— ¿Crees que van a estar bien? — Jungkook se removió en la silla alta del bar. Jin lo miró y se acercó al chico.
— Vamos, ángel, ambos necesitaban hablar — Jungkook frunció el ceño.
— Si, pero no drogando a tu mejor amigo — Jungkook frunció el ceño a su novio.
— Fue un sedante. Él necesitaba dormir un poco — corrigió Jin. Jungkook se palmeó la frente.
— ¿No crees que Taehyung pueda matar a golpeas a Hobii?
— Nah — Jin negó y le sirvió un poco de vino a Jungkook —. Hoseok puede con él.
Tomó un trago del vino de la copa de Jungkook, se acercó al chico y lo beso. Jungkook se relamió los labios una vez que Jin se separó. Le dejó un sabor a uva y alcohol en sus labios.
— Drogastes a tu mejor amigo.
— Lo dormí.
— ¿Qué hubieras hecho si no hubiese tomado aquel café?
— Lo habría golpeado hasta que se desmayara.
— ¡Jin!
El moreno sonrió antes de jalar al menor y darle un profundo y ansiado beso. Jungkook sonrió y rodeó el cuello del mayor para acercarlo más a él. Dejó que el moreno recorriera toda su boca.
Jin gruñó y jaló al menor para dejarlo sentado encima de la barra y quedar en medio de sus pienas, sin dejar de besarse. Se separaron jadeando, con los labios rojos y ligeramente hinchados. Se volvieron a besar un par de veces más, mientras que las manos de Jin viajaban por dentro de la camisa del menor.
Concentrados en lo que estaban haciendo, Jin con las manos dentro de la camisa del menor, mientras que Jungkook estaba con las piernas enroyadas en la cintura del moreno. Concentrados y comenzando a pasar a otro nivel de toqueteos. Todo hasta que un silvido de impresión los sacó de su seción de besos.
Separandose, Jin no se alejó de Jungkook hasta que ambos vieron a Yoongi y Jimin, ambos parados en la entrada de la barra del bar.
— La barra es para tomar, no para...manosearse — comentó un Jimin sonriente. Yoongi frunció el ceño y miró a Jin.
— ¿No se supone que Hoseok estaba contigo? — Jin se rascó la nuca.
— Si...sobre eso... esta con Taehyung.
— ¡¿Dejaste a mi amigo con Hoseok?! — Yoongi detuvo a Jimin antes de que se le fuera encima a Jin.
— Lo drogaste — aseguró un sonriente Yoongi. Jin negó.
— Yo sólo lo sede.
— Sí, porque yo te conseguí las pastillas — agregó, ganandose una mirada furiosa de parte de Jimin.
— Ellos lo agradeceran algún día. Deben amarnos — Jin y Yoongi chocaron las palmas de sus manos y rieron victoriosos.
Jin miró el reloj pegado a la pared. Suspiró antes de soltar a Jungkook. No iba a dejar a Hoseok y Taehyung en esa sala de baile.
— Voy a sacarlos de ahí.
— Yo voy contigo — Jungkook bajó de la barra y se encaminaron rumbo al coche del mayor.
Minutos despues de que Jin y Jungkook se fueran, Jimin yacía sentado en el regazo de Yoongi, peinando su cabello rojizo, mientras él más alto acariciaba su cintura. Ambos cállados y pensativos. En la misma cosa.
— No escuche que el coche arrancara — mumuró el menor.
Ambos se miraron a los ojos por unos segundos, luego se levantaron al mismo tiempo y corrieron fuera del local entre las pocas personas que comenzaban a entrar al bar.
Jimin jadeó antes de que Yoongi le tapara los ojos. Ambos desviaron la mirada del auto. Ya era muy poco común que ambos se ofrecíeran por cualquier cosa.
Jungkook estaba encima del regazo de Jin, con una pierna a cada lado de las caderas del moreno, Jin estaba sin camisa y, por lo que se alcanzaba a ver, sus manos viajaban por lugares privados del cuerpo del menor. Mientras que la ropa de Jungkook comenzaba a escacear.
Suspirando, los dejaron en su burbuja de calor. Yoongi alejó y guió a Jimin a su motocicleta y se encaminaron a la escuela de Taehyung.
Al llegar, no fue difícil localizar la sala donde estaban encerrados; era la única que estaba iluminada. Se acercaron y escucharon un quejido. Luego un golpe y luego un grito. Finalmente abrieron la puerta y Taehyung salió disparado a la salida.
— Vamos, bebé, no seas así — ahí estaba otra vez el apodo de Taehyung.
— Déjame en paz — Taehyung bufó. Hoseok se apresuró a abrazar a Taehyung por la cintura.
— Te llevo a tu casa — ofreció. Taehyung lo miró por unos segundos. Un chofer no le venía mal.
— Está bien.
Se sonrieron y pasaron ignorando a un Jimin confundido y Yoongi. Ambos miraron el pasillo por donde se alejaban. Hoseok llevaba su brazo aferrado a la cintura de Taehyung, mientras el rubio lo codeaba en las costillas.
Siguieron a sus amigos, sonrieron al ver que habían aclarado el mal entendido. Y Hoseok volvía a sonreirle coqueto a Taehyung, éste seguía siendo el mismo de siempre.
— Ash, eres nefasto Hoseok.
Eso era lo último que dijo Taehyung antes de ser besado por Hoseok.