Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Lejos, no tan lejos [JiKook] por sandii_daidai

[Reviews - 7]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Bueno, estoy un poco insegura de este fic ¿Por qué? Porque nunca había escrito o imaginado algo que no fuera de los gays de B1A4 (?)


Pero por la reciente obsesión que me genera BTS, mi cabeza no piensa más que cosas de ellos~ LOL así que trate de escribir algo mono y decente, creo que no llegue a ese objetivo.

Es como muy cliché la trama, pero acéptenlo los clichés siempre enamoran~ (?)

Notas del capitulo:

Aun no se mucho de ellos, pero de lo que he visto me gusta como Kook “molesta” a los grandes y más a Jimin <3

Estaba ya harto de saludar a cada persona que pasaba a su lado; mucha de ella ignorándolo, de actuar lindo para los niños; de los cuales había recibido patadas, golpes o palabras desagradables ¿qué diablos les pasaba a los niños de ahora? Quería jalarles las orejas y darles un buen sermón. No podía, Santa no podía hacer eso. Así qué simplemente continúo riendo con su "hohoho" y aguantando su enojo.

Jimin era una persona bastante temperamental, detestaba qué se metieran con él pero para su gran suerte siempre era él blanco para bromas y burlas. Y la mayoría de veces se tenía qué guardar muchas palabras y sentimientos de rencor. Siempre su sonrisa era su único apoyo, tratando de restarle importancia a los mal intencionados comentarios de la gente. Qué más podía hacer, él era una persona “agradable” por lo cual siempre tomaba con seriedad su papel; ser agradable.

Un día antes de noche buena su madre le había pedido qué ayudara en el restaurant de una amiga, repartiendo volantes con la promoción del día. No había problema en ello, ¿qué tan difícil podría ser repartir volantes? No tenía nada especial qué hacer ese día, tendría una pequeña paga y por supuesto se lo pedía su madre por lo cual no podía negarse. Él era una persona también “amable”.

Muy temprano por la mañana Jimin se despertó gracias a la alarma de su móvil. Con los ojos achicados y aun soñando miro la hora, resoplo, dio un par de vueltas en la cama, parecía una oruga retorciéndose de esa manera, se deshizo se las sabanas con ayuda de sus pies, dio un gran bostezo y se levantó de su cama extrañando ya la calidez de la misma. Después de su sesión de higiene de 30 minutos, volvió a mirar la hora y noto que era un poco tarde, tomo su celular y se encamino al restaurant de la amiga de su Madre. De seguro su procreadora se encontraba ya ahí, porque ni la molestia se tomó de despertarlo y darle un rico desayuno, como fuera, ya tendría la oportunidad de comentárselo –o más bien hacer un pequeño berrinche-

Y como si se tratara de un profeta, “Jimin el profeta” se auto alabo mentalmente, en aquel restaurant de Fideos se encontraba su Madre con una gran sonrisa atendiendo a los comensales, si así de amable hubiera sido de al menos dejarle el desayuno en el horno. Jimin negó con la cabeza y así se esfumaron sus pensamientos. Boto su sueño, su hambre y sonrió, camino a donde estaba su madre y servicialmente comenzó a ayudarle a llevar unos platos sucios a la cocina.

 

-Jimin, pensé que nunca llegarías ¿Acaso no te dije que a las 10 abriríamos?- fue regañado por la Señora Park, la que no le despertó y no le dio de desayunar.

-Lo sé, lo sé, me disculpo, pero ya estoy aquí que es lo importante ¿no? – arrugo la nariz.

-Claro, ahora ve atrás, la Tía Jeon está desempacando los volantes que tendrás que repartir- con un movimiento de cabeza la Señora Park le señalo una puerta donde se manejaba lo administrativo del restaurant ya que las manos  estaban ocupadas con nuevas órdenes de fideos. Solo contesto un “si” y fue en busca de la Señora Jeon. 

Toco con dos veces la puerta entre abierta, solo para quien se encontrara dentro se enterara de su presencia, entro despacio y saludo a la mujer que estaba dentro de la oficina con un gran bonche de papeles en las manos. La mujer era de la misma edad que su madre, tenía una esencia de nobleza y dulzura, y por supuesto también tenía una imagen tan maternal.

 

-Oh, Jimin-ah, ya llegaste – “es obvio” pensó, pero le restó importancia a las preguntas obvias de la mujer. Ella no tenía la culpa que la humanidad hubiera inventado esas preguntas-

-Así es Señora Jeon, Mamá me ha dicho que viniera a recoger los volantes. ¿Hoy que buena promoción tenemos?- camino hasta donde estaba la mujer y tomo los volantes de sus manos, agarro uno y leyó el contenido.- Oh “Come tres Bowl de fideos picosos y la cuenta es gratis” ¡Eso es casi imposible!-

-No lo creas, aun no los he repartido y ya van dos hombres que lo han logrado, pero has de ver sus caras rojas y sus ojos llorosos, creo que aunque me valla a la quiebra este día me divertiré mucho- soltó una graciosa risa y dio un par de golpecitos en el brazo de Jimin, este también rio, que agradable era esa mujer. Cada vez que la veía le sacaba sonrisas con su sencillez.

-No será la quiebra, solo hagan más picantes los fideos y listo- Jimin sugirió de manera “inocente” tratando de mantener con vida el negocio de la Señora Jeon ante aquella promoción.

-Buena idea, eres guapo e inteligente – La Señora tomo las mejillas de Jimin y las apretó, detestaba que le hicieran eso, pero era víspera de noche buena y se lo permitiría solo por esa ocasión a la Señora Jeon.-Ah! Hablando de guapos e inteligentes –exclamo la mujer sonriente y camino a la puerta por donde había entrado Jimin, este se giró e hizo una mueca de fastidio al ver al chico recién llegado, claro sin que la Señora Jeon lo notara- Kookkie~, Jimin nos ayudara también hoy con los volantes, ¿es tan buen chico verdad?

-Claro que si- el recién llegado sonrió paso al lado de Jimin y le palmeo la cabeza. Y con ellos la flama de la ira de Jimin se encendió. Soltó un bufido y dejo los volantes sobre el escritorio, ya tenía las manos libres por si era necesario pelear. – ¿Ya le has dado el disfraz? –pregunto con un extrañó tono de diversión que a Jimin no le dio buena espina.

-¿Qué? ¿Qué disfraz? – con sus ojos pequeños miro al nuevo chico y en seguida a la mujer que sacaba algo de una caja café.

-Este Jimin-ah~- dijo melodiosamente la mujer y le puso enfrente la peor tortura que Jimin viviría ese día. Era un traje de Santa Claus, rojo, grande, polviento y sobre todo RIDICULO. – Es del año pasado, lo uso Kookkie, pero creo que este año ha crecido de mas, ya no le queda. Tenía pensado tirarlo, pero Kookkie se acordó de ti en la mañana y me sugirió que sería lindo que lo usaras tú, es talla chica, creo que es apenas justo para ti-“Lindo””Talla chica””chica” ¿Le estaba diciendo enano? las pablaras que oía de la mujer le parecían tan humillantes, si no estuviera convencido de la inconciencia de la señora Jeon ya se hubiera enojado con ella. Con quien si se estaba enojando, a quien si tenía ganas de tirarle golpes era al idiota de Jungkook. ¿Con que el sugirió la gran idea de que usara ese estúpido traje? Le dio más rabia cuando miro que el mocoso no dejaba de reírse por cada palabra que decía la Señora Jeon y como le probaba el traje por sobre puesto.

Si, JungKook, o mejor llamado “estúpido mocoso” por Jimin, era hijo de esa adorable mujer, de la Señora Jeon. A pesar que su Madre y la “Tía Jeon” (como su madre se refería a ella) fueran las más íntimas amigas desde el colegio, la historia no podía ser la misma para sus hijos, aunque enfrente de ellas, Jimin y JungKook se trataran decentemente, se llevaran bien, la realidad era otra. Jimin no soportaba a ese niño, desde pequeños detestaba verle y más que su madre le obligara a jugar con él. Y sabía de sobra que JungKook también correspondía ese sentimiento de aberración. Para la “buena suerte” de ambos incluso asistían al mismo colegio, Jimin daba gracias que el mocoso fuera menor que él por dos años, hubiera sido demasiado torturante que estuvieran en el mismo grado.

Jimin detestaba que se burlaran de él, pero lo podía soportar con otras personas, pero con él, con JungKook simplemente no podía ser ni considerado, ni agradable, ni amable. A él si quería romperle la cara. Fin.

Sin opciones, sin ayuda, con mala gana, con fastidió Jimin termino metido en ese disfraz de Santa que aun siendo talla “chica” le quedaba enorme, por supuesto no tenía una barriga como el Señor Claus, lo que hacía que se viera muchísimo más gracioso de lo que ya estaba. Oculto su cara con la tupida barba blanca, no quería que nadie le fuese a reconocer, tomo la mitad de los volantes y salió del local con el propósito de terminar de repartirlos lo más rápido para poder quitarse ese ridículo traje.

Ya pasaban de las dos de la tarde y aunque Jimin ya hubiera repartido más de una tercia parte de los promocionales aun le faltaban el restante tercio. Miro con fastidio los papeles de su mano y suspiro con pesadez, tan fácil que sería botar los volantes en el basurero, regresar al restaurant, quietarse el abochornante traje y por fin comer, pero no lo haría, le encargaron un trabajo y lo terminaría bien. Inhalo hondo, sonrió y continúo dando a cada persona que pasaba un volante. Jimin sintió que debía moverse a un lugar donde hubiera más gente, porque aunque por la avenida estaba repleta de personas la mayoría iba con prisas y ni le volteaban a mirar. Decidió ir al parque que estaba a una cuadra, tal vez allí la gente no estaría tan ocupada y le prestaría atención. Así que movió todo su ser aquel lugar y como lo había pensado la gente de allí se veía más relajada, comenzó nuevamente con su trabajo. Ya le faltaba poca propaganda que repartir pero al parecer JungKook había tenido la misma idea que él y vio que también estaba en el parque “robándole” a sus clientes. Vio como JungKook se dirigía a una pareja que estaba sentada en un banco, Jimin apresuro sus pasos para llegar antes que JungKook y darles uno de sus volantes. Lo había logrado, pero por su “entusiasmo” Jimin termino ganándose unas miradas de extrañeza por parte de la joven pareja que terminaron huyendo, y por supuesto lo que más detestaba, la risas y burlas de JungKook.



-¿Eres acaso un Santa psicópata? Créeme que si hubiera sido ellos te hubiera dado una patada para que no me acecinaras, Santa- dijo JungKook con burla.

-Cállate que esto es tu culpa – Jimin exploto y azoto en el pecho de JungKook los pocos volantes que tenía, se giró y camino con pasos pesados y furiosos.

-¿Por qué mi culpa?- JungKook no se quedó atrás y siguió los pasos de Jimin.

-Porque todo siempre es tu culpa y ya- dijo pero nunca se dignó a voltear.

-Eso es una respuesta estúpida –reprocho el más joven.

-Y tú eres estúpido-

-Mira que si hablamos de estúpidos, tú no te quedas atrás-

-Basta, deja de seguirme, idiota- Jimin freno su andar y volteo a ver al menor. – No te basta con que hayas hecho que usara este ridículo traje ahora vienes te ríes de mí y de idiota no me bajas. Y así sido por bastante tiempo ¿Qué pretendes acaso? ¿En verdad quieres que un día de estos tu cara este adornada con un morado? Porque mira que ya te lo estas ganando. Yo soy una persona muy buena, agradable, ¡AGRADABLE! Lo he sido por ya muchos años, y no te había roto la cara por que la Señora Jeon me cae muy bien, no quiero que se entere que su hijo es un idiota y que por eso le rompieron la cara. ¡Pero ya me he hastiado de verdad! ¡Aparte soy mayor que tú! RESPETAME. –y como era inevitable Jimin termino explotando, su cara estaba igual de roja que su traje por la rabia que sentía. Y la pequeña flama que se había encendido ahora estaba quemando el interior de Jimin.

JungKook solo miraba como Jimin agitaba sus brazos, fruncía el ceño con cada palabra que decía. La verdad Jungkook no se enteró de nada de lo que decía Jimin, el menor se perdió en el parloteo del mayor solo miraba como sus labios se movían cada que hablaba o más bien, reclamaba algo, a lo cual Jung no presto nada de importancia. El solo se concentró en lo que ese chico le hacía sentir. Y no, no era de gratis que le molestara, porque así de alguna forma llamaba su atención, de ese modo interactuaba con Jimin, si no lo hiciera así el mayor ni siquiera diría nombre. Cuando eran más jóvenes Jungkook, por su timidez nunca había entablado alguna conversación decente con Jimin, sus madres siempre fijaban días para verse una semana en la casa de los Park y otra en la casa de los Jeon donde los niños podían jugar, pero solo jugaban en silencio. Un día Jimin entro a la escuela media fue entonces que nunca más volvió a ir a casa de Jungkook a jugar, se veían de vez en cuando cada que sus madres se juntaban o en las “comidas familiares” pero el silencio se mantenía entre ellos. ¿Qué debía hacer Jungkook para acercarse a Jimin? Y Así de la nada las peleas entre ellos dos comenzaron, al menos ya se “hablaban”.

-¿Me escuchaste? – inquirió con enfado al notar que el menor seguramente había ignorado todo lo que le había dicho.

-Si- contestó Jungkook aun perdido en sus propios pensamientos y sentimiento.  Pero no tardo nada en encontrarse así mismo en la realidad, frente a un Jimin en medio de una rabieta, solo pudo hacer lo que su inconsciente le ordenaba. Y antes que Jimin comenzara una vez más con su perorata le callo con un beso. No duro ni dos segundos pero para JungKook había sido los mejor dos segundos de su vida. La sensación era tan nueva para Jungkook, el calor estaba en sus mejillas y un cosquilleo se sintió en sus labios, tal vez por los nervios o tal vez por la falsa barba que tenía puesta Jimin pero le encanto sentirlo. Una sonrisa de felicidad quería invadir su rostro pero no podía. –Te escuche claro, ahora muévete- le regreso los volantes que originalmente eran de Jimin, paso por un lado del estupefacto chico, una vez dándole la espalda no puedo ocultar más su sonrisa de satisfacción y travesura por el beso robado y claro la mentira dicha.

Por su parte Jimin quedo fijado al suelo de la calle ¿Qué mierda había sido eso? ¿Una nueva forma de burlarse más de él? ¿Qué diablos pasaba por la mente de ese niño, con eso no se jugaba? ¿Acaso pensaba que era de los que iba dando y recibiendo besos de cualquiera? No. Jimin no era de esas personas. Sus mejillas se encendieron, su cabeza dio vueltas, su corazón se agito. “Maldita rabia”. Su estómago sintió un vació, un vuelco.  “Maldita hambre”.

Notas finales:

Fin.~~ (?)

No la verdad no es el fin, estoy tratando de hacerle un epilogo~ aunque advierto que será muy corto tal vez y cursi de seguro.
So~~ espero recomendaciones por supuesto para el epilogo y mejorar esto <3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).