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EXTRA. Cap 9.5 “El recuerdo de una Navidad perdida.” por Usami Masamune

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Notas del fanfic:

Capitulo extra del fanfic "Un deseo a una estrella.”  Especial por Navidad

Notas del capitulo:

Este capitulo lo hice porque ya se acerca la Navidad, ademas de que no he actualizado por varias razones pero la más importantes es que este cap se lo dedico a una gran loca amiga mia jajajaque cumple años hoy.

Espero que sea de su agrado

EXTRA. 9.5  “El recuerdo de una Navidad perdida.”


Por fin había acabado aquella reunión y esperaba que Takano no lo hubiera esperado como sucedió toda la semana, no entendía exactamente que sentía hacia él pero lo hacía feliz, tan feliz que creía un sueño aunque se tendría que casar con An-chan sin que la amara. Tomó su bolso e ir directamente a casa, se dirigió hacia el ascensor hasta llegar al primer piso pero su pesadilla, no más bien lo que deseaba desde su corazón era  ver a Takano pues su trabajo y los preparativos de su boda lo consumieron en los últimas semanas.


—¿Qué haces aquí?—Sus mejillas se tiñeron y su corazón latía solo con él. Siempre desde que lo conoció su corazón no parada de latir y sus días eran tan alegres solo de ver aquellos ojos avellanas. Sintió unas manos tan cálidas rozar sus manos para agarrar su bolso.


—Yo lo llevo—Cuando lo veía no podía  pensar claramente, se dejaba llevar por esa voz, esas manos, esas sensaciones tan amables…


Ambos caminaron hasta el auto de Takano, sabía perfectamente a donde irían pues el día siguiente era domingo además desde que se vieron hace unos momentos ambos se necesitaban.


—“Estos sentimientos acabaran matándome”—pensó Ritsu apretando su abrigo, su corazón dolía, su mente confundida desde que supo de él. Lo que hacía estaba muy mal pues le mentía a An-chan dando falsas esperanzas de un amor que nunca llegara pues su corazón y su amor le pertenecía al hombre que conducía a su lado. Tarde o temprano terminarían con Takano, su amor no era lo suficiente fuerte para acabar con los planes que creo una vez, siempre pensó que algún día se enamoraría de An-chan y haría feliz a sus padres y a él mismo, no tendría el valor para dar marcha atrás a su destino tan triste.


—“Soy un idiota, un total idiota. En algún momento nos separaremos pero no creo olvidarlo”—Varias veces intento romper con Masamune aun así no pudo pues no quería olvidarlo a su primer y único amor y que este lo olvidara, sería tan doloroso, una vida llena de soledad, nadie podría ocupar su lugar en esta vida y en ninguna.


—¿En qué piensas esta vez Ritsu?-Takano se había dado cuenta al ver el rostro triste de Ritsu que no dejaba una conversación entre los dos, era cierto que tenía una relación complicada que no permitía  estar juntos, su relación era prohibida, un juego sin salida.


—Nada


—¿Estás pensando en terminar nuestra relación?— dijo Masamune—“¿Cómo puede adivinar mis pensamientos?”—Se dijo para si mismo Ritsu. En aquellos momentos quería dormir soñando que Takano y él podían estar juntos, sin ataduras, una relación verdadera, sin mentiras era lo que más anhelaba desde su corazón.


—Nunca he dicho eso—Era verdad aquello, jamás lo había dicho solo pensado. ¿Entonces como lo supo? ¿Acaso era su alma gemela? A veces quería creerlo, quería ser feliz.


—¿Sabes que hemos llegado desde hace varios minutos?—Ritsu se quedó perplejo, reviso la hora en su celular para cerciorarse de que aquello era cierto, efectivamente había pasado una hora.


—Vamos—Takano salió del auto y atrás venia Ritsu con el rostro mirando el suelo del estacionamiento tomando con sus manos el bolso.


—¿Tú-tú me amas de verdad?-Solo por un momento necesitaba escuchar un seguro “Si” de parte del de cabellos azabache, uno verdadero.


—Más de lo que tú crees—Ritsu por un momento puedo sonreír  con una pequeña risa de felicidad inalcanzable para los oídos de Takano, una felicidad infinita —“Desearía que siempre estemos juntos no como ahora, sino una pareja de verdad”—Una lágrima recorrió el rostro de Onodera sin sollozo alguno.


—Gracias por amarme—Era lo único que creía darle, no distinguía que más palabras necesitaba para explicarle lo que sentía.  Ambos entraron al ascensor acompañados de un silencio que solo tal vez les decía que los sentimientos eran mutuos.


—No sé porque me das las gracias si yo debería dártelas—Por fin habló Takano juntando su mano con la de Ritsu, sus corazones latían por el otro hasta que el ascensor se detuvo en el piso deseado. Ambos bajaron del ascensor e ir caminando al departamento de Takano.


—Solo quiero dormir. ¿Puedo?—El departamento ordenado como siempre solía estar, el olor de Takano lo inundo al ser abrazado—“¿Cómo puedo amarlo demasiado?”—Takano alzo su rostro alcanzó a ver esos ojos, esmeralda con avellana respectivamente.


—No creo dejarte ir nunca…Ritsu, asi que puedes llorar si no somos lo suficiente fuertes—Sus labios se juntaron dejando caer lágrimas de Onodera, se abrazaron sin despegar sus labios hasta que el oxígeno se los permitió.


—Debes descansar—Ritsu asintió, entrelazados e las manos y abrazados caminaron hasta la habitación. El sueño se apoderaba de Ritsu. Ambos se recostaron abrazados dejando transmitir su calor.


—Te amo—Takano besó las hebras castañas, cerrando lentamente sus ojos con los de Ritsu soñando un momento juntos, uno que parecía tan verdadero, una simple ilusión.


***


—¡Feliz cumpleaños Masamune!—dijo emocionado un Ritsu de 10 años abrazando a Saga, su mejor amigo que acababa de pasar por la puerta principal—No es para tanto—Saga se separó un poco después de ser abrazado. Todavía no estaba acostumbrado del todo a las muestras de cariño de parte del castaño.


—Claro que si, después de todo yo quiero a Masamune—Saga solo se limitó a sonreír, aunque no supiera Rtsu, lo había hecho feliz por aquel momento, sentirse especial para alguien era algo que nunca se lo espero pero ahora lo tenía, a Ritsu y su amistad.


—Vamos chicos—Misumi les hizo señas para que se acercaran a la mesa principal donde se distinguía una pastel con merengue blanco y fresas alrededor de una pequeña frase escrito con mermelada “Feliz cumpleaños.


—Se ve delicioso—Masamune se sentó enfrente del pastel esperando que pusieran las velas de cumpleaños hasta que Misumi las coloco sin borrar la frase.


—¿Te gusta?—Ritsu veía el pastel más feliz—“Se supone que yo debería estar mas feliz en este día”—pensó Saga viendo una sonrisa del castaño que parecía esconder algo con sus manos dentro del abrigo por el frio de aquel 24 de diciembre de aquel invierno.


—Si me gusta—Saga movía su rostro tratando de alcanzar a ver ese pequeño regalo sin embargo Ritsu no se lo permitía con un puchero en su rostro. —Déjame verlo—Solo recibió un simple “no, hasta que partas el pastel”. Ante esto Saga se resignó a la espera de su regalo.


Misumi prendió las velas comenzando a divertirse y alegría. Eso conformaba un cumpleaños de Saga Masamune desde hace un par de años con la llegado del pequeño Onodera. Saga recibió algunos regalos de parte de varios sirvientes que le tenían un cariño, Misumi y por último el de ojos verdes que esperaba a ser hasta el final.


—¿Dónde están los señores Onodera?—No recordaba haberlos visto a su llegada pues se acercaba la Navidad para estar con su hijo repletos de regalos.—Tuvieron un pequeño compromiso pero regresaran dentro de uno hora con los regalos para el joven amo—Misumi sonreía como siempre con su rebanada de pastel.


—Masamune…to-toma—Ritsu le extendía en sus brazos con un notorio sonrojo y nerviosismo un pequeño regalo envuelto con un papel dorado que se preguntaba lo que había dentro del empaque.


—Gracias—Tal parecía que por dentro, el regalo más esperado, era el de Onodera, Saga de solo saber que Ritsu siempre lo recordaría en su corazón era feliz.


—Ábrelo—Takano rompió aquel papel dorado y ver un pequeño libro, más bien un cuento, el favorito de Ritsu, nunca se había imaginado que le regalaría aquel libro que alguna vez Misumi se lo regalo a Ritsu que desde entonces lo había leído por varios años.


—¿Estás seguro?—Aquel libro delgado era demasiado especial para Ritsu que le causaba dudas si realmente se lo daría como obsequio, no quería ver al castaño triste sin el libro pues a decir verdad no entendía porque ese libro era muy especial pues escucho de la propia Misumi que era inigualable ese libro que no existía otro parecido y que la historia les hacía algo familiar al leerlo lo cual les causaba más intriga.


—Por algo te lo estoy dando—Saga asintió y le sonrió levemente, rozo con sus dedos el contorno de aquel libro, se sabía el cuento de derecho y al revés que llegaba a pensar que existía algo detrás de la historia romántica que la envolvía.


La estrella de amor—pronuncio Masamune débilmente mirando el título del cuento, cuando escucho el sonido de pequeñas campanas del reloj marcando la media noche y el inicio de la navidad.


—Creo que debemos entregar regalos—Misumi que traía puesta un gorro de navidad acerco una gran bolsa roja llena de regalos coloridos y distintos tamaños para todos los que habitaban en la mansión Onodera. Desde los sirvientes hasta los señores Onodera que acababan de llegar se reunieron y dar los regalos.


—¡Empecemos!—Misumi sacaba un regalo de la gran bolsa verificando el nombre y llamando, todos emocionados viendo que contenía aquel regalo, las risas y sonrisas no se hicieron esperar en el gran salón alrededor del pino  de navidad lleno de esferas y luces haciendo un ambiente de felicidad.


—Para…Ritsu—Onodera se acercó a Misumi y tomar el regalo encontrando un pequeño adorno, un conejo llamado Twinkle que tenía alas y una varita.


—Es lindo—Sonrió con una risita por el regalo-


—¿Masamune-kun te quedas a dormir? Ya es muy tarde para dejarte vagando por ahí—hablo Misumi con una par de mantas para dormir.


—Sí, no hay problemas—Saga se levantó de aquel gran sillón de la sala para irse a dormir a unos cuartos de invitados pero al subir las escaleras escucho una tierna una voz.


—Masamune hoy te dormirás conmigo—Había veces en donde Ritsu era muy directo con él aunque no importaba lo quería tal como era y siempre iba ser así. Ambos caminaron a la habitación, cuando llegaron Ritsu dejó su regalo en una mesita justo a la ventana.


—Por cierto, ¿Qué te regalaron?—dijo Ritsu con una sonrisa viendo el regalo que Saga sostenía entre sus manos. Ritsu sabía perfectamente que contenía aquel regalo pues él mismo lo eligió solo quería saber si realmente era del agrado para Masamune.


—Una taza—Saga sacó una taza que tenía un dibujo de un lazo rojo, era  “el hilo rojo” que decía un “Por siempre juntos.”


—Ya sé que tú me lo regalaste—La cara de Ritsu enrojeció al ser descubierto en tal situación, la vergüenza y el frio de aquella lo hacía temblar haciendo desaparecer el sueño que tenía hace unos minutos. Cubrió su cara sonrojada con sus manos cubiertas con guantes rojos.


—¿Có-cómo lo…sabes?—Su voz temblaba sin querer quitar sus manitas de su rostro cuando sintió unas manos tratando de separarlas queriendo ver su rostro.


—Solo tú me regalarías esto—Saga beso tiernamente la frente de Ritsu logrando separas su manos y luego le sonrió dejando su taza a lado del regalo de Ritsu—Vamos, debemos dormir, es muy tarde—Ritsu asintió, ambos se pusieron su respectiva pijama para irse a dormir sin antes ver desde su cama como la nieve caía de cielo donde se podía admirar el espectáculo desde la gran ventana de la habitación.


—El próximo año me esforzara aún más—hablo Ritsu dándole la espalda a Masamune cubierto por las mantas para estar calientitos en aquellas noche.


—Lo estaré esperando—respondió Saga cerrando lentamente sus ojos al igual que los de Ritsu. —Buenas noches Ritsu— Fue lo único que contesto antes de quedar profundamente dormido.


***


Takano abrió pesadamente sus ojos recordando lo que para él le parecía un extraño sueño pero que lo sentía tan real como que estaba al lado de Ritsu. Takano acaricio el rostro de Onodera aun sin comprender el sueño. Sabía que nunca había visto a Onodera antes de conocerlo en la editorial, ¿entonces cómo era posible?


—Buenos días— dijo bostezando Ritsu, se notaba que quería dormir aún más pero tenía que regresar antes que los demás se enteraran dónde estaba. Lo que Takano no se esperaba es que Onodera tuvo el mismo sueño que él. ¿Un sueño tan real o simple una realidad que parecía un sueño? Puede que nica lo recordarían aquella navidad aunque sin pensarlo estaba gravado muy adentro de sus corazones. Eso era un recuerdo de una Navidad perdida.

Notas finales:

Espero que la peseen de lo mejor y creo que no podre actualizar hasta el proximo año. ¡FELIZ NAVIDAD Y PROSPERO AÑO NUEVO A TODOS! que lo pasen de lo mejor.


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