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Notas Carmesi por Hando Kurai Tamashi

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Notas del capitulo:

Hola!! Mucho gusto en estar aquí de nuevo jeje xD

Bueno sé que últimamente he estado muy atrasada con los caps y pido una disculpa por eso T-T se muy bien que tengo un compromiso muy importante con ustedes owo

Bueno, primeramente muchas gracias por sus reviews, me alegran como no tienen idea xD me fascina saber que piensan, que les hace sentir esta historia, me da curiosidad de saber si sienten lo mismo que yo y mi compañera n.n

Hando: Bueno antes de empezar, advierto que este cap fue a mano de Asis-san owo

Asistente: Yey xD recomendaría poner alguna canción tranquila de fondo xD

Hando: TwT

Asistente: Ok, creo que publicare algunos temas en face ;D

 

Aprovechando unos saludos especiales a Lime-chan, Haru-chan, RockAniMetal, Netmica-san n.n/

 

Bueno, sin más que disfruten de este capítulo n.n y muchas gracias por leernos!!! Sin más que ruede el telón y que gire la historia! xD

 

 

 

 

 

Era un día soleado por la tarde, donde el cielo despejado dejaba al sol libre recorrer libre sus amplios campos. Debajo se encontraban aquellas instituciones en aquellos deportes competitivos, donde los jóvenes se encontraban animados en participar; la carrera de obstáculos había dado inicio donde los jóvenes corrían con entusiasmo, todo iba bien seguían el camino sin pierde alguno, claro estaba que era demasiado largo, algunos se lanzaron a correr todo lo que podían, otros sin embargo comenzaron trotando para no gastar todas las energías, después de cierto tiempo algunos se sintieron fatigados por el cansancio y desistieron. Ace no sabía exactamente en qué lugar estaría, pero no le importaba mucho, mientras el rubio y el pelirrojo no le rebasaran, pero para su mala suerte estos se acercaban velozmente casi hombro con hombro esto solo le daba la sensación de querer avanzar más rápido pero sabía que perdería sus fuerzas si se esforzaba de mas, por lo que solo mantenía un ritmo fijo, claro era obvio que el pobre aunque lo quisiera, no podía correr del todo, dado a su condición, y el golpe de la noche anterior, lo que le causaba una frustración terrible. Pronto se aproximaron a un rio, donde al parecer el primer obstáculo seria cruzar por las piedras puestas intencionalmente para que sea posible cruzarlo, Ace vio como algunos cruzaban con facilidad, y otros desafortunados caían al agua, que para su desgracia caer en ella significaba descalificación automática; el pelinegro tomo mas vuelo l ver que el primer brinco requería de gran impulso, fue entonces que al llegar a la orilla logro saltar a la primer roca, y con el vuelo adicional que llevaba logro atravesar el resto llegando rápidamente a la otra orilla, una vez llego continuo a paso de trote, pero no sin antes dar un gran suspiro de alivio, continuo algo despreocupado pero ante la curiosidad giro el rostro y logro ver como los dos chicos habían cruzado, claro ante la competitividad de ambos hubo dificultades, pues ni uno cedía al otro; el pecoso no sabía exactamente que expresión poner ante esto. Continuo el camino, aunque bajo el ritmo del paso al sentir cansancio, por alguna razón les había perdido la pista a sus “persecutores” no sabía a dónde habían corrido pues su vista no daba con ellos, mas pronto pudo lograr verles salir de unos matorrales retomando el camino, al parecer los dos discutían.

 

-No me distraigas- Dijo el pelirrojo

 

-¡Si el que me distare eres tú!- Gruño el rubio

 

-¿Es que acaso se perdieron?- Peso el pecoso – Si lo más probable es que se hayan despistado del camino con sus quejidos, vaya parecen niños de 5 años- Se quejo, pero luego le cayó el veinte – Rayos, ambos van adelante- Se lamento, lo más seguro seria que al perderse accidentalmente tomaran un atajo, Ace golpeo su frente con la palma de su mano en señal de decirse “pero que tonto” y de allí su atormentada imaginación comenzó a trabajar, el solo imaginarse las cosas que le pondrían a hacer ganase quien ganase le enchinaba la piel de los nervios y vergüenza, fue cuando decidido corrió lo más rápido que podía logrando alcanzarlos.

 

-Ace-kun que bien volverte a ver- Dijo Ozz al verle

 

-Espero estés listo para cuando gane Ace- Dijo Marco

 

-Hmmp, ya quisieras- Dijo cabreado el pelinegro

 

-Jajaja así me gusta, que no me la pongas fácil- Sonrió sádico

 

-¿Eres acaso un tipo de masoquista, Marco-kun?- Pregunto algo aterrado y confundido el pelirrojo al rubio

 

-Lo de masoquista quizás, pero pervertido le sobra, y bastante- Respondió Ace

 

-¡Depravado!- Acuso Ozz al rubio ante la respuesta del pecoso

 

-¿Con que derecho me bienes a decir eso?- Devolvió al pelirrojo Marco – No creo que pienses cosas en buen sentido si llegaras a ganar-  Tales palabras le quitaron el habla a ambos, mas el pelirrojo se coloro más de la cuenta – Je pervertido yo – Dijo irónico

 

-E… ¿Ozz?- Articulo el pelinegro al chico a su lado que salió disparado hacia el frente, al parecer el no quererle mirar a la cara le había hecho huir, y provechosamente había rebasado a varios

 

-Pobre Ozz, es increíble que le dijeras eso- Reclamo Ace

 

-Ha claro yo soy el culpable, no es mi culpa que piense lo mismo que yo, pero al menos yo no necesito que alguien me lo diga para darme cuenta de mis pensamientos lascivos-

 

-Je pues no parece, porque siempre tengo que estarte recordando lo pervertido que eres-

 

-No es mi culpa, es la tuya por provocarme- Dijo sugerente a lo que Ace solo se saco de onda

 

-Y…yo… pero si yo no he hecho nada- Protesto

 

-Solo verte hace que mis más oscuros deseos salgan a flote- Dijo malvado, esto le hizo un frio recorrerle el cuerpo, a la vez que al igual que el pelirrojo avanzo más de la cuenta, Marco solo se sonrió “Vamos Ace, cuando admitirás que sientes lo miso que yo” Pensó con una singular sonrisa en el rostro avanzando para alcanzarles. Próximamente el próximo obstáculo era cruzar una cuerda sujeta a las ramas de dos árboles, los cuales estaban sumamente altos, algunos desistieron a la idea ante el pavor a la altura otros más se aventuraron, mas uno que otro no logro llegar tan lejos, Ozz logro cruzar primero, y posteriormente Ace, que cruzo rápidamente logrando estar junto al pelirrojo y después incorporándose el rubio, se lanzaban miras de no ceder ante ni uno de ellos, para su alivio la meta ya se aproximaba y ambos corrían a más no poder, yendo parejos, estando a unos cuantos metros de la meta aparece otro rubio que les rebaso con tremenda agilidad, siendo este quien llegase primero, los tres chicos y quienes más se encontraban detrás miraron esto incrédulos

 

-¡Llegue!- Exclamo el rubio alzando los brazos cayendo rendido al suelo respirando exhausto

 

-¿Sabo?- Pronuncio Ace al rubio desparramado en el suelo

 

-Eh, Hola… Ace- Respondió el chico sonriendo

 

-Jeje bueno que se supone que aremos entonces…- Dijo Ozz a los dos chicos a su lado – Sabo-san ha llegado primero, mas sin embargo la apuesta era entre los tres, y aun así cruzamos al mismo tiempo,  ¿Eso qué significa?-

 

-Eso significa que salve mi cuello- Dijo el pecoso sentándose en el suelo exhausto

 

-Bueno no puedo decir que no- Dijo el Marco – Más es posible demostrar mi desilusión, supongo-

 

-Jaja, vamos Marco-san fue divertido de todos modos- Animo Ozz – Aunque, si llegara a tener un día entero con Ace-kun preferiría que fuera porque el así lo quisiera y no por obligación a mis caprichos- Dijo el chico cayendo de rodillas y apoyándose con sus manos sobre el suelo respirando agitadamente

 

-Supongo, pero déjame te digo que cuando se hace el difícil uno se desespera, opino – Respondió el rubio con el mismo cansancio de los demás

 

-¿Pero que tanto murmuran?- Pregunto entre risas el chico ganador aun en el suelo rendido ante el cansancio, Marco solo iba a excusar lo dicho mas sin embargo el pelirrojo se le adelanto

 

-Una apuesta por Ace-kun- Respondió Ozz

 

-¿Una apuesta? ¿A que se refieren exactamente?- Dijo el chico un poco más serio, Marco sintió frio, odiaba meterse en ese tipo de problemas, pero no era él,  el que se hundió, era el chico de cabello de fuego el que lo hundía junto a él lo cual le tenso, pues los celos del hermano de su querido amor eran lo suficientemente agobiantes como para aterrarle

 

-Una cita con Ace-kun supongo- Dijo pensándosela el chico ruso, pues no sabía cómo podría decirse a aquello que hicieron

 

-¡Portgras D´Ace! Explícame lo que este chico está diciendo- Exigió poniéndose de pie, de algún modo sus energías volvían

 

-S…Sabo… has caso omiso a lo que dice, te lo pido- Decía con nerviosismo el chico, mas su colérico hermano parecía no escucharle

 

-¿Cómo es que una cita?- Dijo al chico pelirrojo

 

-Espera- Dijo Marco interviniendo, para después decir al pelirrojo – Pudiste haber sido lo más discreto posible, sabes-

 

-Jeje Gomen- Se disculpo por su falta de delicadeza

 

-Como sea, lo hecho, hecho esta, no puedo decirle que olvide lo que dijiste-

 

-Pero claro que no- Dijo el rubio –Marco, algo me dice que estas implicado en todo este lio, ¿verdad?- Dijo  el rubio amenazante, Ozz no sabía porque pero el temor se había apoderado de él ante la actitud tan imponente del rubio, los tres se preparaban para la sermoneada de su vida más el chico se arranco a reír a carcajadas, dejándoles muy confusos – Haciendo este tipo de cosas parecen jóvenes enamorados- Dijo

 

-Pues tu sí que lo estas- Respondiendo Ace, refiriéndose a que el rubio participo dado a su novia

 

-Puede ser- Acertó – Pero la verdad se me hace realmente algo descabellado- Dijo

 

-No vas a golpearnos y decirnos quien sabe cuántas cosas deprimentes- Dijo Marco

 

-Ciertamente lo haría, pero… tenía mucho de no ver a Ace tan motivado por querer ganar, y eso me hace feliz…- Dijo con una sonrisa nostálgica – Aunque…- Pauso acercándose, dando dos coscorrones a los pretendientes del pecoso, haciéndolos tocar el suelo - ¿Cómo pudieron apostar eso? Si realmente le quieren, dejen que el elija, o al menos que este a su lado por gusto- Dijo ahora si con la sermoneada típica de él.

 

-No sabía que tenías un hermano celoso- Dijo Ozz a Ace

 

-Creo, habértelo dicho muchas veces…- Respondió el pecoso con una cara de decepción, pues parecía que le había ignorado

 

-Sabo-san- Se escucho los chillidos de la joven novia del rubio acercarse

 

-Koala-san-Saludo este a la chica que se le acercaba hasta estar frente a ellos

 

-Han estado geniales- Dijo refiriéndose a los presentes – Y felicidades Sabo-kun- Agrego

 

-Jeje gracias- Respondió el chico rubio – Bueno chicos, les dejo, Ace… cuídate- Dijo con una sonrisa y partió con la chica a un costado

 

-Eso fue raro…- Dijo el pelirrojo aun en el suelo

 

-Lo sé…- Respondió el pecoso – Pero así es el, no creo que podamos hacer mucho para remediar su forma de pensar, pero que mas da así será por siempre-

 

-Bueno, ya que esto fue un empate, supongo que queda anulado- Dijo Marco en un suspiro, Ace se hecho para atrás y suspiro de alivio

 

-¿Era tanto tu deseo por impedirlo?- Pregunto el rubio

 

-No es eso, es solo que… pensar en aquello me revuelve los pensamientos a un grado de no saber que sentir- Dijo, mas la verdad era otra “No quisiera ver a uno triste…” Pensó, le removía el pensamiento terrible de solo imaginarlo; se aterro de que su hermano se enterase, mas en el fondo se encontraba feliz de que hubiera sido él, la verdad no quería que ni uno de los tres ganase.

 

                Mientras en la ciudad, ya se llegaba la noche los rayos del sol iluminaban a muy duras penas el cielo, en una de las tantas residencias se encontraban dos chicos, al parecer se despedían de alguna reunión en especial

 

-Hasta luego Bellamy- Dijo con agradecimiento el chico de cabellos oscuros

 

-Jeje nos vemos- Respondió con una simpática sonrisa

 

-Gracias por acogerme en tu casa, si te soy sincero aun me quedan muchas dudas del porque de este encuentro tan extraño-

 

-La verdad no hay mucha explicación lógica, supongo que con el tiempo lo averiguare-

 

-Siempre diciendo cosas sin sentido- Sonrió – Pero me agrada- Bellamy quedo medio confundido al verle sonreír, pues era un chico sumamente serio, de todas las veces que le había visto sonreír no se comparaban como esa que presenciaba – Que sucede? ¿Acaso te he ofendido?-

 

-N…no…- Negó ya despistando su manera tan torpe de hablar

 

-De acuerdo, entonces nos vemos después- Dijo y se retiro, el joven chico camino durante un buen rato, pensando mucho en aquella situación tan extraña en la que se vio envuelto, la verdad no confiaba, se le hacía demasiado extraño, sentía ansias de saber qué demonios planeaba el chico, mas su mente no podía comprender la del otro. Una vez llego, cruzo el portón hacia su humilde hogar, que una vez frente a la estructura respiro profundo, tratando de disimular su cansancio, una vez listo entro a la casa.

 

-Ya llegue…- Pronuncio, avisando a quienes se encontraban dentro de la vivienda, en eso llegan unos pequeños gemelos, que corrían hacia los brazos del pelinegro

 

-Hermano, hermano- Decían los pequeños

 

-¿Que sucede?-

 

-Es el Tío Casper de nuevo-

 

-¿Que hizo?- Dijo con el semblante serio

 

-Le esta gritando a abuela- Dijo la niña, tales palabras le llenaron de angustia

 

-¿Donde está la abuela?- Pidió

 

-Está en su habitación- Dijo el niño, y en eso se escuchan fuertes ruidos provenientes del segundo piso, cosa que le hizo dirigirse rápidamente hacia arriba, donde encontró a un hombre entre unos cuarenta años, clamando quien sabe cuántas incoherencias y delante de este aquella anciana, de pie frente al tipo, pero encorvada ante el miedo

 

-¡¡Deberías ser mas considerada conmigo!!- Exclamaba el hombre en su borrachera, que a causa de esta, casi golpeaba a la mujer de avanzada edad, mas sin embargo, fue detenido por el pelinegro – ¿Qué haces? Maldito mocoso- Gruño

 

-¿Mas bien que haces tú? ¿No vez lo que estuviste a punto de hacer? ¿Cómo es posible que le levantes la mano a quien te dio la vida?- Dijo entre dientes, ante la cólera

 

-Esa mujer no es la típica madre llena de amor, siempre prefirió más a mi hermano que a mí- Decía furioso el hombre que tambaleaba un poco frente a ellos

 

-¡Estás diciendo puras incoherencias! ¡Basta de tus tonterías!-

 

-Tú también… eres el hijo de aquel hombre que amaban más que a mi… no sabes lo que es el sufrimiento, vives mimado y alejado de la realidad… quizás tu también debas sufrir- Dijo tomando al chico de la oscura cabellera

 

-¿Pero qué haces?- Protesto al sentir el trato nada agradable, que a la vez lo lanzaba contra una pequeña mesa de la habitación, cayendo este al suelo, en que después sintió un fuerte golpe en sus costillas, donde el hombre le golpeo con saña

 

-Casper entra en razón por favor- Pidió la anciana al hombre, que después giro con toda la intención de agredirla, iba a darle una patada, la cual la tumbaría al suelo, pero el chico pelinegro le detuvo de nueva cuenta, evitando que la golpeara

 

-¿Porque te interpones en todo lo que quiero hacer? No eres más que un estorbo- Dijo dando un fuerte puñetazo al rostro del chico, cayendo este nuevamente al frio piso.

 

-Solo…lo hago… para que no cometas alguna locura…- Dijo el pelinegro levantándose torpemente

 

-Hmmp… alguien como tu jamás entenderá los sentimientos que me carcomen por dentro- Dijo – Pero, ya que no has sufrido lo suficiente…- Agrego, tomándolo nuevamente por los cabellos llevándolo a rastras a la sala donde le tiro al suelo sin delicadeza alguna, el chico se encontraba confundido por tanto golpe; pego un quejido cundo sintió la lámpara golpear contra su cuerpo, el descabellado de su tío le había tirado la lámpara.

 

-¿Pero que te sucede? ¿Por qué has cambiado tanto en este tiempo?- Decía casi llorando de la rabia, mas el hombre no respondía – Ha sido un dolor grande para la familia, es normal que todos estemos tristes por ello, pero… tu en lugar de sufrir por su muerte pareces estar protestando a su recuerdo, mi padre te estimaba mucho, eran muy buenos hermanos, ¿o es que acaso solo fingías aquello?- Expulso casi sin aliento

 

-Jasón, corre- Exclamo la señora asomándose a la sala

 

-No abuela…- Dijo tratando de pararse – Mejor toma a los gemelos y enciérrate en su cuarto…- Indico

 

-Pero…- Protesto, en eso se escuchaban las voces de los niños que se acercaban asustados de todo el alboroto ocasionado

 

-¡Rápido!- Dijo desesperado el pelinegro a lo que la señora salió en desconsuelo disparada de allí para después tomar a los niños en brazos y correr a ponerse a salvo

 

-¿A dónde van?- Dijo el hombre intentando seguirla, mas el chico se le interpuso, dando a la señora tiempo para atrancar la puerta – Si tanto insistes…- Dijo dándole un puño que le derribo nuevamente, el chico era fuerte, pero no tanto como el hombre de enfrente, además de que no le cabía la idea de tener que dañar a alguien de su familia, quizás lo hacía más por respeto a la memoria de su querida abuela

 

-Si tienes que desquitarte hazlo conmigo… no metas a los demás en esto…- Dijo apoyándose con los brazos para no caer, sus lentes habían caído lejos, mas sus cabellos alborotados le cubrían un poco sus ojos

 

-Sera acaso que eres tan noble?- Dijo, pescándolo por el cuello haciéndole caer, estando siendo su cuerpo preso por el suelo y por el cuerpo arriba de el – Tienes lindo rostro, jeje lo más seguro es que andes de perro con las personas – Dijo casi escupiendo las palabras. Jasón solo sentía como su garganta se cerraba de la ira, quería llorar de la impotencia, sabía que él no era de esa clase de persona, mas su propio Tío lo tachaba de ofrecido, no sabía si sentirse triste, ofendido ó enojado; solo le levantaba falsos, los cuales les herían por mas falsos que fuesen; se controlaba a sabiendas de que no era más que un pobre hombre ebrio, cegado por la ira y el dolor “ Siempre pensando lastimosamente por los demás, un día moriré preso por este humilde razonamiento” pensó intentando tomar aire

 

-Por favor… Para…- Imploraba desesperado, ante esto sintió su cuello liberado, rápidamente sus pulmones inhalaron desesperados por aire;  se encontraba aun tendido en el suelo intentando recuperarse, mas no tuvo oportunidad alguna, el hombre lo tomo de tal forma de mantenerlo boca abajo, para después desgarrarle la camisa, dejando su descolorida espalda expuesta, y una vez así, el joven sintió un intenso dolor en esta, aquel hombre le agarro dando con el cinto en ella, dejando el recorrido marcado por aquel trozo de cuero. El primer azote le arranco un grito después de la inesperada acción; tras los próximos mordió fuertemente su labio inferior y cubrió su boca con sus manos, se reusaba a gritar por más doloroso que fuese, no quería que su abuela saliera preocupada por sus gritos, no quería que saliera alguien lastimado, mas poco le importaba lo que lo sucediera a él.

 

-Tsk…- Se quejo el hombre – Que aburrido eres- Dijo – Si no gritas no tiene sentido. Me voy…- Dijo ya despreocupado saliendo de la sala, Josep aun se encontraba en el suelo con los ojos fuertemente cerrados, al escuchar la puerta de la entrada abrirse y cerrarse, dio un respiro de alivio y sus ojos lloraron, de su boca salía un hilo de sangre pues el mismo se abrió una herida tras la fuerza que aplico para negarse a exclamar; el pobre lloraba en silencio. Dentro de un momento se escucho la puerta de la habitación de al lado abrirse, al darse cuenta de que era la anciana retiro rápidamente la evidencia de su dolor y respiro tratando de estar lo más normal posible.

 

-¡Josep!- Dijo la anciana acercándose al chico que a muy duras penas se posicionaba en pie

 

-Descuide estoy bien- Dijo el chico – Abuela, no deje salir a los gemelos de su habitación-

 

-Tranquilo les dije que no salieran pasar a lo que pasara… pero mira como estas, ese hombre no tiene perdón- Dijo acercándose, Josep no tardo en caer al no soportar el cansancio

 

-Ahgg!- Soltó un quejido cuando su abuela le sostuvo para que no cayera al suelo, y esta al notar el malestar en el rostro de su nieto dio una mirada a la espalda del chico

 

-¡Caray! ¡¿Pero qué fue lo que te hizo?! – Exclamo preocupada – No puedo creer que Casper te haya hecho semejante daño- Lloraba – Desde la muerte de tu padre ha cambiado demasiado, a solo unas semanas de su entierro, de la nada cambio…-

 

-… Lo sé, pero que se puede hacer… las personas cambian, no podemos hacer nada contra eso- Dijo cayendo sobre el sillón cercano

 

-Espera aquí traeré algo para curarte- Dijo y salió corriendo, casi al instante regreso con medicamento e inmediatamente le atendió. Pasado un tiempo, la abuela se dirigió a la habitación de los pequeños y al ser noche les durmió, tras conseguirlo salió y se dirigió a la sala donde Josep descansaba, pero no lo encontró, asustada corrió a la habitación del chico donde le encontró sentado como siempre frente al escritorio con los libros en mano.

 

-¿Que sucede abuela?- Pregunto al verle

 

-Josep, hijo, ¿vas a estudiar?-

 

-Si…- Respondió simple, y ante la respuesta la señora suspiro.

 

-Deberías descansar- Aconsejo con preocupación – Estas mal herido tu cuerpo necesita reposo, no es bueno para ti estresarte más; no es necesario que estudies tanto… digo, al menos no en tu estado actual. Llegas de la escuela y últimamente has ido a trabajar, llegando en las noches sigues estudiando, eso me preocupa, a este ritmo enfermaras-

 

-Tienes razón…- Pronuncio decaído – Pero no tengo otra opción-

 

-No te entiendo, tu madre salió de la ciudad por el empleo al igual que tu hermano mayor, no les quedaba de otra, puesto que necesitan el dinero para mantenernos, con lo que ganan es suficiente para lo básico del hogar al igual que tus estudios y los de tus hermanos ¿Por qué no lo entiendes? –

 

-No es eso, la verdad… es que quiero quitarles un peso de encima-

 

-¿Qué dices?-

 

-Pienso que si trabajo con el dinero que gane sería suficiente para pagar mis estudios, de esa forma no les haría gastar tanto-

 

-No le veo malo el que trabajes, pero, desde que falleció tu padre, has conseguido más empleos que la verdad siento que te consumen-

 

-La verdad… lo hago por mis hermanos, quiero que ellos disfruten sin preocupaciones de las cosas-

 

-Tienes un gran corazón, pero eso a la vez me preocupa. Escúchame tienes que descansar, te lo pido aunque sea esta noche- Suplico

 

-De acuerdo, no quiero que te preocupes por mi causa- Dijo, cerro el libro y se puso de pie, allí se sentó con cuidado en la cama

 

-Josep…-

 

-¿Qué sucede?-

 

-Nada…- Dijo y se retiro

 

-Duele…- Dijo al sentir la incomodidad en su espalda al recostarse, no le quedo de otra que dormir boca abajo, “ De nada sirve cerrar los ojos y dormir tranquilamente si se pudiera decir, si al día siguiente la pesadilla volverá a estar presente” Pensó preocupado, pero por alguna razón, los recuerdos de esa tarde le vinieron a la mente y sus dañados labios esbozaron una sonrisa, a lo cual se pregunto el porqué; porque  después de aquella situación lamentable venia a su cabeza ese chico ocurrente, haciéndole reír con sus locuras, en un momento quedo profundamente dormido.

 

                Mientras en la residencia de los Portgas la familia había terminado de cenar y sus integrantes se preparaban para dormir.

 

-Jeje se nota que te la pasaste bien, ¿eh?- Se escucho la voz de su hermano adoptivo detrás de él, este se asomaba por la puerta

 

-¿Sabo? ¿A… a que te refieres?- Pregunto el pecoso tras verle, a lo que el rubio se acerco con rapidez para estar muy cerca de él, casi teniéndolo preso contra la pared

 

-No te hagas, bribón- Dijo el rubio con voz burlona

 

-Sabo- Gruño

 

-Jajaja hay Ace, no sabía que el pelirrojo ese anduviera detrás de ti, ¿Quién es él? – Pregunto

 

-Su nombre es Ozz…-

 

-Ozz, muy bien…-

 

-A que tanto alboroto, no creo que sea necesario hablar de esto-

 

-Al contrario- Dijo y le tomo del mentón – Algo me dice que Marco necesita apurarse-

 

-¿A qué te refieres?-

 

-No me hagas decir lo obvio, Ace…- Dijo con malicia, esa sonrisa picara hablaba por el

 

-C… como sea, desde cuando te interesa, deberías estar histérico viendo el modo de sermonearlos- Se liberó del agarre del rubio caminando hacia delante y detenerse

 

-Si te soy sincero, no me hace ninguna gracia que ambos anden tras de ti, pero sé que le estimas a ambos y ellos te aman, y… ante esta situación, no me queda de otra más que velar por tu felicidad, que al final eso es lo que cuenta, bueno al menos para mí- Dijo sin dejar de sonreír

 

-A veces no sé cómo reaccionar ante tu cursilería-

 

-Jaja ni lo digas-

 

-Me alegra que hayas ganado, me salvaste el cuello- Suspiro

 

-Hmmp, inocentemente. Déjame te digo que si hubiera sabido de eso de la apuesta desde un inicio habría dado oportunidad a uno de esos dos-

 

-¡¿Qué?!-

 

-Si, como lo oyes-

 

-Pero si los tres llegamos en empate-

 

-Eso se soluciona fácil… solo me hubieras dicho quien te gusta más y yo me encargo del que sobra-

 

-Sabo… y yo quejándome de Marco, eres igual, no, peor que el ¡Depravado!-

 

-¿Yo? Solo hago lo que cualquier buen hermano haría- Se excuso divertido

 

-Conozco tus viles intenciones-

 

-Jajaja te ves adorable cuando te enfadas- Rio y dio media vuelta – Perdón por molestarte, Buenas noches; veré si puedo molestar a Luffy, em digo darle las buenas noches a Luffy jeje – Y así el mediano de los hermanos salió de la habitación.

 

-Vaya hombre- Dijo Ace desplomándose en la cama, se encontraba muy cansado y su hermano no hacía más que sacarle de quicio

 

-Ehehehe pues no está equivocado- Escucho la escalofriante voz del demonio

 

-¿Escuchaste?-

 

-Hasta lo que no- Respondió, pero el pecoso le lanzo una mirada de “podrías disimular un poco, sabes” a lo que el demonio solo rio

 

-Sabes, la verdad, es que me encuentro confundido con respecto a esto, no se a cuál de los dos escoger, la principal razón que me tiene en el medio es porque han sido tantos los sentimientos que ya no se distinguir, además de que creo que siento lo mismo por ambos y eso me entristece-

 

-No te preocupes, el tiempo te lo dirá, de nada sirve quejarse ahora por una respuesta que no tienes y que sola vendrá-

 

-Está bien…- Respondió; pasaron la noche charlando, mientras en otra habitación un a platica ajena a la anterior tomaba inicio, en la habitación del más pequeño de los hermanos.

 

-Bueno, buenas noches Luffy- Se despidió el rubio ya en la puerta

 

-Sí, gracias por venir a interrogarme- Dijo el chico acostado en el colchón

 

-Ya sabes, cuando quieras- Guiño un ojo – Luffy…- Dijo más calmado – Si llegas a necesitarme dime, yo estaré allí- Dijo y se retiro

 

-A veces me confunde- Dijo para sí el chico “Tiene una personalidad demasiado cambiante, pero me da risa” Pensaba “ Ya ha pasado mucho desde aquel entonces… como extraño sus besos, sus abrazos, es increíble que todo haya acabado así… desearía que lo que ocurrió jamás hubiera pasado” Fue sacado de sus pensamientos al sentir su celular sonar, al revisar, era un numero totalmente desconocido, dicho numero tenia días llamándole más el mal presentimiento le hacía rechazar todas las llamadas, mas esa noche harto, decidió contestar – Buenas noches, ¿con quien desea hablar?- Contesto educadamente haciendo a un lado sus nervios, mas en la otra línea no se escuchaba nada –¿Hola? … ¿Hay alguien allí? – Preguntaba mas igual, nadie respondía; tras eso sintió frio en la espalda, tuvo miedo y ante esto colgó – ¿Pero que fue eso?- Dijo asustado mirando aquel numero “Ten cuidado” Pensaba su lado frio “Me pregunto quien habrá sido” “No se te hace raro? Que hayan estado días insiste e insiste en que contestaras ¿para que a la mera hora no se dignara a pronunciar palabra alguna? Esto es extraño” – Solo espero que haya sido de esos típicos números equivocados- Se dijo esperanzado.

 

                A la mañana siguiente en el instituto, las clases siguieron normalmente; en la hora de la salida, amigos y compañeros se despedían

 

-Hasta luego chicos, nosotros nos retiramos- Dijo Zoro tomando a Sanji de la mano, a lo que el rubio se coloro

 

-Jaja claro- Dijo Usoop – Bueno lo siento Luffy yo también tengo que irme- Una vez esto se retiro

 

-Luffy-san, Barto-chan y yo también estamos ocupados con tu permiso nos retiramos- Dijo con toda la cortesía el chico de rubios rizos, a lo que rápidamente tomo por los hombros al peli verde

 

-Adiós Luffy-sama- Dijo el peli verde siendo llevado casi a rastras por el rubio, Luffy les despidió; una vez solo miro hacia la dirección que usualmente tomaba para llegar y camino, pero se detuvo al escuchar la voz de su hermano llamarle

 

-Luffy, espérame- Dijo el pecoso acercándose al chico

 

-Oh, Ace- Dijo sonriente – Veo que también viene Marco- Dijo al mirar al rubio a un lado del pelinegro, este la saludo una vez se acerco lo suficiente – ¿Y Ozz? – Se le hacía raro el no  verle

 

-Se quedo tranquilizando al loco de su hermano- Dijo el rubio, cosa que les dio gracia, el pelinegro quiso preguntar el porqué, pero mejor no dijo nada.

 

-Voy hacia la casa- Dijo Luffy

 

-Si es así, entonces iré contigo… Marco, no te molestes en venir, has de estar cansado- Dijo Ace

 

-Descuida estoy bien- Dijo – Puedo acompañarte en lo que resta del camino, pero Ace negó

 

-No quiero molestarte mas-

 

-De que hablas, no es ninguna molestia- Insistió

 

-De acuerdo- Suspiro, y así comenzaron a caminar, en un descuido, se encontraron con unos amigos del rubio, que lo pescaron para conversar, cosa que los dos hermanos aprovecharon para despistarle

 

-¿Estas seguro de que no quieres que venga?- Pregunto el menor

 

-Descuida, es mejor que tome un descanso, ha gastado demasiada energía por hoy, merece un buen descanso- Respondió; ambos caminaron varias cuadras mas, cerca de un taller de mecánica abandonado una van se interpuso en su camino y de ella bajaron varios hombres, que al parecer no tenían muy buenas intenciones, los dos chicos lograron derribar a varios, mas uno logro pescar al menor en un descuido de este, tomándolo como un rehén, apunto el filo de una navaja a la garganta de este, cosa que Ace tomo como advertencia inmovilizándose.

 

-Escucha, este chico no tiene relevancia en lo que buscamos- Dijo el sujeto – Al que queremos es a ti- Ace escuchaba atento

 

-Suéltalo- Dijo el pecoso

 

-Veras, que te parece un trato- Propuso – El a cambio de ti-

 

-No lo escuches Ace- Dijo Luffy, pero el hombre le tomo con mas brusquedad

 

-Está bien- Dijo al instante, no dudaba en salvar a su hermano, en eso dos hombres lo metieron al vehículo y soltaron a Luffy con agresividad, cayendo al suelo, al recobrar conciencia inmediatamente se puso de pie, pero no había nadie, su corazón se lleno de angustia y justo antes de que pensara en algo

 

-Luffy- Escucho a sus espaldas

 

-Marco- Dijo desesperado

 

-¿Qué paso? ¿Y Ace?-

 

-Unos hombres se lo llevaron-

 

-¿Qué?- Pronuncio incrédulo

 

-Tenemos que hacer algo…- Dijo dando vueltas en el mismo lugar, intentaba pensar en qué hacer

 

-Luffy- Escucho que le llamaba una voz lejana, intento mirar a su alrededor pero no veía a nadie

 

-No contesta- Dijo Marco colgando el celular, meditando en qué hacer

 

-Luffy- Volvió a escuchar

 

-¿Demonio-san?- Pronuncio en voz baja

 

-Si- Asintió la voz – Se hacia donde se dirigen, jalare de tu mano, me dices si sientes el jalón- Dijo y Luffy sintió la manga izquierda de su suéter ser sujetada

 

-¿Porque mejor no te muestras?-

 

-Estas loco, no voy a ir volando por las calles, además ese chico no quiero pensar en cómo reaccionaría, mejor deja de quejarte y corre hacia donde sientas que te guio- Dijo y sin más el chico se hecho a correr, Marco miro al chico y sin mas fue tras el

 

-¿A dónde vas?- Dijo el rubio, pero el chico se limitaba a responder, no tenía idea de que decir; corrió lo más rápido que podía hasta llegar a la costa, allí se detuvo

 

-¿Me puedes decir porque estamos aquí?- Pregunto el rubio recuperando el aliento

 

-Puedo sentir la presencia de Ace en aquella dirección- Escucho Luffy – Lo más probable es que se encuentre en ese barco…-

 

-Como haremos para ir- Dijo el pelinegro

 

-Iré a echar un vistazo… la verdad no puedo hacer mucho en este estado salvo observar- Dijo y después quedo el silencio

 

-Oi Luffy, ¿Qué sucede?- Dijo

 

-Parece que Ace se encuentra en ese barco- Señalo, a un barco muy pequeño, y se encontraba retirado de la costa

 

-¿Esto es en serio? Pero qué rayos está pasando-

 

-Eso quisiera saber- Respondió.

 

                Mientras en aquel lugar…

 

-Parece que nos volvemos a ver chico- Se escucho la voz burlona de un hombre familiar

 

-¿Kouki?- Dijo el pecoso, y al instante el mencionado hizo presencia

 

-Oh, parece que aun me recuerdas- Dijo acercándose para tomarle del mentón y verle de cerca – Entonces supongo que aun recuerdas la humillación de aquel día, ¿no?-

 

-¿Aun no lo superas?- Pronuncio retador el pelinegro

 

-Se nota que un no comprendes la situación- Dijo para después golpearle la mejilla izquierda

 

-Siempre supe que eras basura, pero esto me demuestra que eres peor que eso- Contesto

 

-Hmmp… me divertiré haciéndote lamentar cada falta que has dicho, pero eso será después… lo que me interesa ahora, es… ¿Dónde se encuentra Kasaai-san?- Interrogo severo

 

-Ya te dije que no lo sé- Respondió, pero a tal respuesta recibió un golpe en el estomago

 

-Te lo preguntare de nuevo ¿Dónde está Kasaai?- Dijo de nueva cuenta, pero Ace se limitaba a contestar dado al golpe

 

-Que se supone quieres con el… ¿Qué tiene el que te interese?- Pregunto, quería saber el porqué de ser perseguido por ese sujeto tan vil

 

-No es nada personal, digamos que solo quiero pasar un rato agradable junto a él, además de que haciendo proyectos juntos, seria benefactorio para mi-

 

-Supuse que tus intenciones no eran nada buenas, me enferma escucharlas- Dijo y sintió a este tirar de su cabello

 

-Vaya, se nota que repudies a las personas como yo, jeje se me ocurre algo divertido ¿Por qué no pasar un rato agradable entonces? Quizás así pueda convencerte de que me digas- Dijo tras posar su mano libre sobre el pecho del chico, que le miro con desagrado

 

-Miserable…- Dijo ante la rabia, se sentía inútil, inmovilizado de pies y manos

 

-Jeje veremos si opinas lo mismo mas adelante- Dijo y lamio la mejilla del chico, estaba en desespero, no le agradaba para nada estar en esa situación. Antes que el chico se propasase, de la nada las luces comenzaron a fallar, oscureciendo el lugar por completo, los murmullos resonaron a lo largo del lugar, eran pocos los tripulantes, quienes comenzaron a correr en busca de linternas, era un grave problema estar a oscuras, sin mencionar que el sol ya se había despedido, la oscuridad reinaba, eso además de que las olas golpeaban con agresividad, en consecuencia de la lluvia, el clima se había convertido en tempestad

 

-Ace…- Escucho su nombre por parte del demonio

 

-¿Sasha?-

 

-Así es-

 

-Sasha, no puedo ver nada… ¿como es que llegaste aquí?-

 

-Eso discutámoslo después, mas importante es ver cómo salir de aquí-

 

-Lo sé pero…- Fue interrumpido al sentir a alguien jalarle del brazo

 

-¿Intentas escapar? – Se escucho la vos maliciosa del cantante – No te será fácil salir de aquí, al menos no con vida – Dijo amenazante

 

-Eso ya me lo suponía- Dijo Ace quien intentaba alejarse, pero el caminar le era imposible, lo único que podía hacer era arrastrarse

 

-Entonces no desesperes… lo he decidido- Dijo dirigiéndose hacia la luz del exterior que se asomaba por la puerta, una vez llego con Ace a rastras, le obligo a salir “ No es bueno estar en la cubierta, al menos no en este estado” pensó el pecoso al mirar sus pies y manos atadas – Si no puedo sacar nada de información de ti, tengo una segunda opción- Dijo, Ace sintió desespero, después de todo sabia a quien se refería. No solo eso, parecía que finalmente se desharía de él, no obstante antes de que eso sucediera Kouki quedo inmóvil, en unos minutos su rostro cambio de color, era como si fuese estrangulado, aunque nadie podía ver qué era lo que ocurría, Ace observaba a Sasha sujetar del cuello al hombre con la cola de demonio que poseía, al parecer en un intento desesperado porque le soltase

 

-Ace ponte en algún lugar seguro- Dijo el ser alado

 

-¿Quién… eres?- Dijo el cantante, no veía a nadie pero sentía ser estrangulado, al instante una ola embistió el barco de tal manera que logro hacer que se ladeara, entrando parte del mar dentro

 

-¡Ace!- Dijo Sasha al ver como una ola le había envuelto, soltando al hombre y yendo en busca del chico, se adentro al mar, después de todo, no le afectaba en lo absoluto estar debajo de este, desesperado miraba en la inmensa obscuridad, trato de tranquilizarse y percibió donde se encontraba el chico, una vez fijo, nado hacia él, parecía que la ola le había ello daño al arrastrarlo por la cubierta, estaba inconsciente – Ace… te sacare de aquí- Dijo y tomándolo de la cintura trataba de nadar hacia el exterior, pero le era imposible, era demasiado peso para él, sin mencionar la que la corriente era fuerte, pataleaba desesperado pero sin conseguir nada. En un instante se percato de que alguien se acercaba, fue cuando se dio cuenta de la presencia de Marco, quien se dirigía veloz hacia el pelinegro, vio como este le tomaba y sin mucha dificultad intentaba salir hacia la superficie; una vez lo logro, miro al chico inconsciente

 

-Ace… Oi Ace- Dijo pero el chico no le respondía, miro sus manos atadas y las desato, en eso opto por llevarlo a la orilla, ya que las olas se volvían cada vez más peligrosas, sentía como le golpeaban, intentando doblegarle; sin rendirse nado lo mejor que podía, hasta la orilla donde estaba Luffy, al verlos se aventuro al mar para socorrerles, ayudando a Marco a llevar al pelinegro a la orilla

 

-Ace- Dijo el pequeño al ver a su hermano inconsciente

 

-No se ve bien – Dijo el rubio, quien puso sus dedos cerca de la nariz del pecoso, pero no sintió que este respiraba, al instante dirigió su oído al pecho de este, aun latía, sin más, comenzó a darle respiración boca a boca y después presionar sobre el pecho, Luffy quería ayudar pero no sabía cómo, se sentía demasiado inútil, solo miraba como el rubio intentaba reanimarlo, pasaron varios minutos de desesperación hasta que por fin el pecoso reacciono, escupiendo el agua que había ingerido al quedar inconsciente; tosía y respiraba agitado

 

-Ace…- Dijo Luffy acercándose un poco mas

 

-Luffy… coff- Dijo mirándole – Gracias Marco…- Se dirigió a este al verle

 

-¿Te encuentras bien? ¿Te duele algo?- Pregunto el rubio

 

-No…- Dijo tratando de calmarles

 

-¡¡Ace!!- Se escucho a lo lejos la voz del pelirrojo que se acercaba desesperado, no sabía que sucedía pero al verles supo que no era algo bueno; en poco tiempo llego, tomando al chico del rostro revisándolo, como queriendo ver que todo estuviese en su lugar

 

-Ozz- Dijo Ace, no le agradaba que reaccionara así

 

-Oye dale algo de espacio- Aconsejó el rubio, pero el chico por un momento le ignoro

 

-Qué alivio- Suspiro al ver que no había pasado algo grave, y al instante volteo hacia el rubio  - Ya tuve suficiente- Dijo, y todos los presentes le miraron dudosos - Las manos de  Ace están mas frías que de costumbre, sus mejillas siempre son de color rosado y mira como lo tienes todo pálido, tus descuidos pusieron en riesgo su vida, yo no cometería las mismas tonterías que tu- Decía colérico, palabras que llenaron de pesar al rubio

 

-Ozz… estoy bien, no es necesario que hables de ese modo- Dijo Ace, al instante sintió la mirada esmeralda sobre él, observo al chico llorar y después abrazarle, parecía haber estado asustado. Marco solo miraba con tristeza, la verdad se sentía culpable de lo que ocurría, al igual que el pequeño de los hermanos. Al pasar unas horas más, ambos chicos volvieron a su hogar, donde fueron interrogados por su hermano y su novia, agradecían que sus padres no se encontraran o de lo contrario les iría peor.

 

                Sin mas pasaron las semanas desde el atentado, volviendo las cosas a como antes de lo sucedido, por lo menos para la mayoría; Luffy había recibido varias llamadas extrañas de alguna persona, era un numero que no conocía y cada día le insistía, mas el ignoraba cada llamada de este, se negaba a contestar algún numero que no conocía, además de que no tenia buena sensación. Unos cuantos días para atrás le dio por contestar ante la curiosidad, aunque también harto de que le acosasen, deseaba que fuera alguna persona buscando a otra, tenía la esperanza de arreglar eso, quizás diciendo que se equivocaba de numero, pues la verdad ya estaba harto de tanto acoso, al aceptar la llamada y contestar, extrañamente nadie le contesto, no se escuchaba nada del otro lado de la línea, sabía que alguien le escuchaba, mas ese alguien no respondía, al ver que nadie se dignaba a responder colgó asustado, parecía que alguien le estaba jugando alguna clase de broma para nada buena. Pasaron dos días y no volvió a ser molestado, pero esa tranquilidad se acabo cuando el mismo número volvió a marcar, aterrado miro el numero en la pantalla del celular, era Viernes y tenía unas horas de haber salido del colegio, y la pesadilla volvía a presentarse, consternado contesto

 

-¿Hola?- Pero nadie respondió – Se que hay alguien escuchando… dime qué quieres- Dijo irritado, en eso escucho murmullos

 

-Luffy, ¿no?- Se escucho una voz extraña al otro lado, le era difícil conocerla puesto que la voz se escuchaba distorsionada

 

-¿Qué quieres?- Pregunto cortante

 

-Jeje eso es lo de menos, se podría decir que solo quiero jugar un poco-

 

-No me gusta para nada tus bromas-

 

-Oh pero vamos, no seas aguafiestas- Dijo en tono de burla – Aunque sabes, ahora estoy en medio de un juego un tanto interesante-

 

-No estoy interesado en ello- Rechazo

 

-Oh, dudo mucho que rechaces esta oferta, pues veras, digamos que tengo a cierto amigo tuyo aquí- Amenazo

 

-A donde quieres llegar-

 

-Es un simple estudiante de medicina, supongo que ya tendrás una idea de quién es- Dijo, al instante el recuerdo del moreno vino a su mente y esto le aterro

 

-¿Qué quieres?-

 

-Es simple, estoy aburrido y requiero algo de diversión- Menciono con malicia en cada palabra sádica – Es un simple juego, solo tienes que venir por tu amigo-

 

-¿Dónde?-

 

-En la escuela a la que asistes, en el nuevo edificio que construyeron, aula 17, allí te estará esperando-

 

-Je ¿crees que soy lo suficientemente ingenuo como para acceder a lo que pides?-

 

-Oh, no lo creo, estoy seguro, a menos claro que no te importe la vida ajena- Dijo entre risas, esto le hizo sudar frio al pelinegro

 

-No te creo- Dijo consternado

 

-Es tu decisión si lo crees o no- Se escucho aquella voz – Pero una cosa se es segura… estas cerca de la institución ¿verdad? Me imagino que puedes ver el humo- Dijo a lo que Luffy miro el cielo y para su mala suerte observo que en dirección a la escuela efectivamente había humo – Hora dime si esto es una broma- Rio

 

-¿Por qué? ¿Por qué haces esto? No tienes derecho de hacer esto… ¡¿Quién eres?! ¡Da la cara! Dime porque haces esto- Dijo ya mas histérico, pero se escucho que colgó, sin pensarlo corrió lo más rápido que podía hacia la institución, donde ciertamente los edificios de la parte izquierda ardían, antes de tomar una decisión llamo al número del moreno pero este no respondía, lo mandaba a buzón, le mando mensajes explicando brevemente la situación y espero un momento pero de igual manera nadie respondió, esto le lleno de temor, en su mente pasaba lo peor – No… No quiero perderlo…- Dijo impotente, mientras sus ojos lloraban, sus sentimientos se agudizaban cada vez más, sentía un dolor muy fuerte en el pecho, podría ser la tristeza de perder a aquella persona importante –No me imagino mi vida sin el… no puedo meter a mi mente la sola idea de no verle más- Se decía impotente “Quiero ir por el” Pensó y dio el primer paso pero se detuvo, en su mente apareció de golpe aquella escena y las palabras del moreno “No te quiero ver más, si lo haces hare que te arrepientas” Tales palabras resonaban en su cabeza, impotente temblaba; pero después un pensamiento distinto se apodero de el – Al diablo sus amenazas, Si se enoja que me golpee lo que quiera pero yo iré por el- Dijo y sin más se aventuro solo hacia el edificio que ardía, dos oficiales que se encontraban parando a los civiles para su protección se vieron en la necesidad de detenerle, pero el chico no obedeció; los oficiales no pudieron hacer nada para detenerle y aun faltaban unos minutos para que llegaran los bomberos; en medio de ese infierno podía escuchar el rugir de las flamas y el chillido de las personas espectadoras del desastre -¡Torao!- Gritaba desesperado porque le escuchase - ¡¿Dónde estás?! ¡Responde Por favor! – Mas sus gritos parecían no ser escuchados por nadie “Según tengo entendido se encontraba en el aula 17” Pensó, dirigiéndose lo más rápido que podía a la aula correspondiente, pero eran tantos los obstáculos que habían que se le dificultaba el paso - ¡Torao!- Intentaba inútilmente, miraba a sus alrededores, mas solo veía el fuego consumirlo todo; sentía como el humo le asfixiaba a tal grado de sentir incomodidad al gritar, sentía que su garganta se desgarraba. Camino rápido por el corredor, y posteriormente sintió un fuerte viento embestirle, al parecer un tanque de gas que se encontraba cerca de allí había explotado, haciéndole caer al suelo, aumentando mas el mareo en su cabeza; a pesar de que el clima era fresco, sentía tremendo bochorno, el suelo ardía, el aire quemaba, la visibilidad era dudosa y el respirar se dificultaba –N…no me puedo rendir… - Se decía palabras de aliento así mismo para no decaer a la vez que se levantaba y volvía a correr a toda prisa, al girar había unos grandes escombros bloqueando el paso –Rayos…- Maldijo – Supongo que tendré que tomar otro camino y rápido – Se devolvió, para encontrar un pasillo que conectara con otros, en uno de los recorridos varias veces estuvo cerca de ser aplastado o golpeado por los escombros que caían, uno logro hacerle gran daño en uno de sus hombros, mas continuo de pie,  y así tras la corrida, finalmente llego al aula. Cansado y sofocado abrió rápidamente la puerta -¡Torao!- Exclamo, mas parecía no haber nadie allí –Hay alguien allí, hola – Dijo pero nadie respondió, a lo que después comenzó a reír, su mente se encontraba conmocionada tras el resultado de su arriesgada búsqueda, y desalentado se recargo contra la pared dejándose caer al suelo hasta estar sentado – ¿Qué es realmente lo que paso? ¿Me han engañado? Tal parece ser que si… pero, y si logro liberarse, sería lógico que tratara de salir de aquí cuanto antes, ¿lo habrá logrado? , sea cual sea la verdad, prefiero que sea la primera… deseo que todo haya sido una mentira- Decía jadeante – Normalmente… alguien en esta situación, buscaría la manera de salir de aquí… pero… ya no me quedan fuerzas…- Pronuncio desalentado, pues su vista estaba nublosa, no lograba ver con claridad, había inalado demasiado humo y este le había afectado de manera fatal – Que lamentable, y pensar que así terminaría todo… - En sus frustrantes palabras sus labios esbozaron una amarga sonrisa -  supongo que está bien…- Se dijo, se sentía sumamente exhausto y adolorido, el respirar le dolía, además, al poner más atención en sí, se dio cuenta de que había perdido buena cantidad de sangre en el camino,  “Vamos, tú no eres así” La voz en su interior sonaba “A que te refieres, no hay nada que se pueda hacer” “¿Te has puesto a pensar en el dolor de tu familia? ¿En el dolor de tus amigos? ¡No le des gusto a ese sujeto y sal de aquí!” “Suena más fácil decirlo que hacerlo… pero, tienes razón” Con las pocas fuerzas que le quedaban se levanto, y apoyándose en los ardientes muros comenzó a caminar; logro recorrer varios metros, pero después agotado  volvió a caer –No puedo…- Pronuncio, era la primera vez que se sentía derrotado “Es inútil, por más que lo quiera mis piernas no me obedecen, mis ojos duelen al igual que mi cabeza” De nueva cuenta intento pararse pero termino cayendo violentamente contra el suelo boca abajo “Torao… solo espero, que estés bien…” Fue lo último que logro pensar antes de perder la conciencia por completo.

 

                Mientras fuera del edificio la multitud y la conmoción habían aumentado, los bomberos intentaban hacer lo que podían por controlar el incendio, además de que habían salvado a varios alumnos que aun se encontraban dentro, afortunadamente hasta ahora no pasaban de heridos leves. Pronto pasaba por allí el tan ansiado ojigris que no podía creer lo que veía

 

-Por favor retroceda- Se escucho a un hombre uniformado pedir

 

-Disculpe pero que está pasando aquí-

 

-Solo es un incendio, pero se desconocen las causas de lo que lo causo, le pido se mantenga alejado de aquí por su propia seguridad-

 

-De acuerdo- Dijo, pero un mal presentimiento llego a él, fue en eso en que miro su celular y pudo observar varias llamadas perdidas del pelinegro, lo que le hizo alterarse, se suponía que el celular estaba en alta voz, juraba haberlo hecho, después de todo era raro que lo tuviese en silencio  – Disculpe, ¿no ha visto a un chico de cabello negro, ojos oscuros y una cicatriz debajo del ojo izquierdo?-

 

-Ahora que lo mencionas… un chico con esas características cruzo hacia el edificio, izo caso omiso a las advertencias y cruzo, la verdad no le he visto salir y eso me preocupa- Contesto, tal respuesta hizo que Law se alterara y sin más hizo lo mismo que el chico, partió hacia dentro de él edificio, los oficiales no lograron detener el paso del moreno, quien al estar en la entrada miro que era imposible adentrarse, por lo que no le quedo de otra más que buscar otra entrada, recorrió por el exterior buscando alguna forma de introducirse; en el recorrido, miraba atónito as llamaradas que devoraban con ferocidad los muros y todo aquello que tocaban, haciéndole estremecer y pasando por su cabeza lo peor – Luffy, espero que estés bien- Se decía, de igual forma trataba de mantener el control, pues de no ser así, actuaria indebidamente y no quería cometer errores, fue entonces que observo como una ventana permanecía abierta y parecía no propagarse mucho todavía por allí, así que sin pensarlo entro, reviso nuevamente el teléfono y se percato de un mensaje

 

                “Torao, me han dicho que te encuentras en el aula 17, pero no confió, dime ¿Dónde estás ahora?”

 

-Aula 17- Dijo y miro los letreros de los salones desgastados por el fuego – 13, 14, 15… solo tengo que seguir este pasillo- Se dijo y corrió a toda prisa – ¡¡Luffy!! – Grito desesperado – Coff, coff…- Sintió el humo entrar en sus pulmones, ante esto, cubrió su boca y nariz con la bufanda que llevaba, para evitar intoxicarse; y así volvió a avanzar gritando cada que la oportunidad se presentaba. Al llegar al destino miro dentro del aula, pero solo miro todo hecho ruinas y sintió un frio recorrerle la espalda -¿Es que acaso no habrá llegado? ¿Estará atrapado en algún lugar, o quizás se fue al ver el fraude? Sea lo que sea, que estés bien- Dijo en desespero y al salir al pasillo miro hacia ambos lados, con la esperanza de alguna señal, algo que le indicase que se encontraba cerca de él, la agonía de pensar en lo peor incrementaba, sus ojos llenos del desespero humedecían, quien diría que él, la persona más fría del planeta se encontrase en aquella situación. A pesar de la poca visibilidad, logro enfocar algo, gracias a su experiencia en medicina, pudo notar en el suelo rastros de sangre, esta parecía fresca, pero calcinada levemente por las llamas, sin pensarlo corrió en desventura sobre ellas, guiándole a su origen, a unos metros logro verle, pero había un obstáculo, algunos escombros se encontraban en su camino bloqueando la entrada, a pesar de ser pequeños eran envueltos por las llamas -¡¡Luffy!!- Grito a todo pulmón, pero el chico parecía no reaccionar a su llamado, seguía tendido sobre el suelo, impotente miraba como el fuego avanzaba poco a poco y en un desespero cruzo, no pensó mas, lo único que quería era estar con él, no había tiempo para rodear o encontrar algún atajo, era una decisión de ya –Agh – Se quejo al sentir las llamas abrazarle el pie izquierdo, había sido gran daño como para llamar su atención, pero no se detuvo, al contrario siguió, hasta estar junto al chico. Al estar cerca lo tomo en sus brazos y le sacudió con violencia, pero el chico no reaccionaba, desesperado puso su mano sobre la vena en el cuello, pudo sentir el débil latir, y lloro; no sabía si alegrarse porque aun estuviese a duras penas vivo, o porque no hubiera muerto, su único deseo era quería que no pasara por aquel infierno, no quería verlo sufrir, mas era imposible. Sin pensarlo lo cargo en sus brazos y le coloco alrededor del cuello su bufanda, con el fin de que no respirara mas ese toxico aire, corrió por los pasillos buscando alguna salida – Se fuerte Luffy pronto saldremos de aquí… saldremos, y ¿Qué te parece caminar por la ciudad como en los viejos tiempos, eh? Seguro que lo añoras al igual que yo… - Decía, como si el chico en brazos le fuese a responder, sonreía dolorosamente y de sus ojos brotaban las lagrimas – Y después, podríamos ir a tu casa con tus hermanos a cenar como la otra vez, o en la escuela, Usoop, Sanji, Zoro, Candevish, Bartolomeo, y los demás chicos les encantaría hacer una fiesta… hacer sus bromas y sus ridículos bailes… me hacen reír aunque no lo creas… Ya sé, ¿Qué te parece si vamos a la guardería y jugamos con los niños? Jugare lo que tú quieras… - Dijo y paso su mano sobre el rostro del chico – Solo quiero verte sonreír, escucharte una vez más… - Al pasar por uno de los pasillos logro ver una ventana la cual parecía no ser alcanzada por las llamas, sin pensarlo corrió a toda prisa y la atravesó, una vez fuera del brutal infierno, camino lo más rápido que podía hacia el frente de la institución, sabía que el chico necesitaba ser atendido, y encontraría ayuda allí – Quisiera decirte lo peor ha pasado… pero, eso solo se decidirá más adelante- Camino adolorido, sentía que sus pies caerían, mas luchaba por no decaer; pronto vio como unos paramédicos que se encontraban cerca les miraron y corrieron en su auxilio, fatigado se dejo caer, sin soltar al chico, posando a este en sus lastimadas piernas, a lo lejos vio al rubio y al pelinegro que miraban incrédulos aquello “Me pregunto cómo reaccionaran” Pensó, fue entonces que

 

-T…Torao…- Escucho ser llamado débilmente con aquel apodo

 

-¡Luffy!- Exclamo mirándole atónito, el chico le miraba, y con las pocas fuerzas que tenia le retiro las lagrimas que sin saberlo volvieron a brotar de nueva cuenta

 

-No… llores, o … me molestare… - Dijo pero el moreno le abrazo fuertemente, desahogando toda aquella frustración en sus sollozos y el chico también lloro – Torao baka… eres malo animando personas… sabes- Sonrió una vez este le miro – Mentiroso… -

 

-¿Eh? –

 

-Yo… sabia, que coff… coff… me mentías- Decía con la respiración exaltada – Todo este tiempo… fingiste no mostrar interés, en mi… no se las razones, pero se… que fue, para protegerme – Pronuncio y sus ojos lloraron – Estoy feliz… - Suspiro

 

-¡Perdóname! Soy un idiota, jamás debí haber dejado que esto sucediera…- Decía pero fue interrumpido

 

-Soy feliz con solo escuchar, que aun me quieres…- Sonreía - … que raro… no puedo, ver bien tu rostro… - Esto le paralizo el alma al moreno, quien sintió el malestar, al tener aun la mano del chico entre la suya, estaba pálido, y su temperatura disminuía, la sonrisa de alivio solo le duro aquel momento, estas palabras se la arrancaron de tajo – Me encantaría hacer todo aquello que mencionaste- Dijo, al parecer le había escuchado durante todo el camino

 

-Claro… hagamos todo aquello, juntos…- Sollozaba en amargura, y en su vista nublosa por sus propias lagrimas vio al chico sonreírle con aquel sentimiento de ternura

 

-Disfruta de mi parte… ¿de acuerdo?-

 

-No, Luffy ¡No!-

 

-Torao… yo… te amo…-  Dijo casi en suspiro, antes de que Law pudiera decir algo, los paramédicos llegan, separándolos

 

-Luffy, ¡Luffy!- Exclamo al sentir a aquellos hombres alejarlo del chico, estos le decían que tenían que atender sus heridas, mientras otros hacían lo mismo con el pequeño pelinegro, pero Law parecía no escucharles, su mente se concentraba en una sola cosa, Luffy

 

-Joven permítame ver esa quemadura- Insistía el médico pero el moreno se resistía, desesperadamente intentaba ir hacia donde Luffy; al ver la poca cooperación por parte del moreno, los médicos decidieron tomar medidas más drásticas, así que le sedaron

 

-Luffy, suéltenme, tengo que estar con él… olvídense de mí, el está peor que yo- Suplicaba en desespero, pero pronto sintió su cuerpo adormecer, el sedante estaba surtiendo su efecto, adormeciéndole, no quería dormir, quería observar hasta el final su pequeño amor, tenía miedo de que algo pasara en el tiempo en el que quedara inconsciente –Luffy…- Fue lo último que pudo pronunciar antes de perder la conciencia.

 

                Ya habían pasado 2 semanas y media desde aquel incidente…

 

-Ace-kun… ¿no quieres ir a tomar aire?- Pregunto el pelirrojo al pecoso, se encontraban los tres en la sala de espera en aquel hospital

 

-Descuida, Ozz, estoy bien- Le sonrió, no quería contagiar con su nerviosismo a los dos chicos que se encontraban a su lado, después de todo habían estado siempre cerca desde aquel fatídico día

 

-Oi Ace… Trafalgar siempre viene, ¿verdad?- Pregunto Marco

 

-Así es, al igual que todos los chicos… me alegra que haya hecho muchos amigos- Dijo Ace

 

-Buen don el que posee, después de todo me es muy difícil socializarme con las personas-

 

-Disculpen, nosotros ya nos retiramos – Dijo el chico de alargada nariz en representación de todo aquel grupo de jóvenes, que se encontraban un poco tensos a causa de la situación, todavía les afectaba aquello después del tiempo transcurrido, quienes se encontraban allí no eran más que Zoro, Sanji, Candevish, Bartolomeo, Boa, Nami, Robin, Franky, Chopper, además de Brook, Shanks y Mihawlk

 

-Gracias por estar aquí con nosotros- Dijo la mujer de rubia cabellera, y detrás de ella su esposo, ante esto, vieron salir a los presentes

 

-Law-san – Escucho su nombre el moreno, mas no respondió solo le miro – Ya es muy tarde, deberías regresar a tu casa- Aconsejo

 

-No lo sé- Respondió

 

-No es bueno que estés todo el tiempo aquí, mejor sal a despejarte un poco, duerme aunque sea –

 

-Posiblemente… - Dijo “Que obstinado” Pensó Sabo al ver la poca cooperación del moreno, pero contuvo sus ganas de llevarlo a rastras y amarrarlo a la cama para que no se levantara

 

-Si pasa algo, yo te aviso…- Dijo como última opción

 

-Está bien, pero prométeme que lo harás-

 

-Claro- Ya con la respuesta, se levanto del sillón y se puso en marcha a su casa – Gracias – Escucho al rubio decir

 

-Pero antes me gustaría estar un momento más con el- Dijo a lo que el rubio asintió, y así se dirigió hacia la habitación del pequeño. Una vez dentro le miro, esa tarde había hablado todo el tiempo con él a pesar de su inconsciencia, esperando alguna clase de milagro, pero nada cambio –Vamos Luffy…- Dijo, respiro y exhalo para después continuar – Estoy harto, esta situación me está hartando como no tienes idea, no solo yo, los demás también, seguro que tu también… no seas egoísta y despierta de una buena vez maldita sea- Hablaba como si el chico le escuchase –Esto del bello durmiente se ha vuelto algo irritable, ya es momento de levantarse de esa cama, venga no seas flojo… mañana te quiero levantado de esa cama, lo harás quieras o no, venga hombre; querías ser un gran novelista ¿cierto? Pues tu sueño sigue allí, nadie lo hará por ti, así que levántate y hazlo por ti mismo demonios… se que despertaras, estoy seguro, pronto esta situación solo pasara a ser una página más del libro, una mal capitulo, un día gris, pero pasara… así que andando, mañana volveré, así que más vale que me estés esperando ¿he? – Pauso – Bueno ya me retiro, descansa hoy, esta será la última noche que tendrás dormido en esa cama ¿vale? – Dijo y le beso la mejilla; después salió de la habitación.

 

-Supongo que ya es demasiado tarde, ustedes también deberían irse a descansar- Dijo el pecoso a sus dos acompañantes

 

-¿Seguro?- Dijo el pelirrojo

 

-Opino lo mismo, ¿estarás bien?- Dijo ahora el rubio

 

-Si, no se preocupen- Respondió Ace ya poniéndose de pie, despidiendo a ambos, al final les vio partir quedándose solo con su familia

 

-Ann, tranquilízate, aunque no lo demuestres estoy segura de que estas hecho un manojo de nervios por dentro- Dijo la mujer de rubia cabellera

 

-Tía Janne- Dijo y su mirada se nublo por agua – Me siento un inútil, no pude ayudarle-

 

-No sabías que ocurría exactamente, ¿qué planeabas hacer?-

 

-En ese momento, quería correr, quería encontrarlo… pero…- Confesaba ya que el resto de la familia se encontraba lejos de donde se hallaba la conversación

 

-Aquellos dos, ¿no?-

 

-… se bien que me hubieran detenido o en el peor de los casos ir tras de mí, y eso me daba miedo… que por mi culpa alguno de ellos resultara herido… mi mente era un caos, no sabía qué era lo que se suponía correcto-

 

-Pero ya todo paso… aun no sabemos exactamente que tanto daño habrá recibido Lu, pero lo importante es que todavía se encuentra con vida… eso me tranquiliza-

 

-La verdad a mi también…-

 

-Todo gracias a ese chico, ¿Trafalgar, verdad?-

 

-Si…-

 

-Siento que ese chico siente algo especial por nuestro querido Lu, ojala se recupere-

 

-Tía- Se escucho al rubio acercarse

 

-Sabo-

 

-Disculpe, si quiere puedo llevarla a su casa…-

 

-Mmm…- Miro su reloj y asintió – Esta bien… Nos vemos luego Ann…- Se despidió del pecoso y salió

 

-Ace, será mejor que vayas a descansar- Dijo Sabo

 

-Está bien- Sin más el pelinegro se retiro del lugar; al parecer quien se quedaría esa noche, seria Sabo, durmió sentado a un lado de la cama donde se encontraba el pequeño consiente, el chico le miraba como esperando a que pronto despertara, pero pronto el sueño le venció y termino profundamente dormido.

 

                A la mañana siguiente, siendo un Sábado, ocurrió lo inesperado.

 

-¿Es enserio?- Pronuncio alterado el moreno al escuchar la voz del otro lado de la línea telefónica, la noticia hizo que el alma se le cayera a los pies

 

-Si, por fin ha despertado – Decía exaltada la voz del hermano intermedio

 

-¿Cómo esta?- No pudo evitar preguntar

 

-Ha abierto los ojos, no habla… pero, ha asentido a todas las preguntas del médico con la cabeza; quiero creer que aun está un poco fatigado –

 

-Por los cielos- Decía envuelto en el sentimiento de emoción, sinceramente ya había perdido la esperanza, y sentía alivio de estar equivocado

 

-¿Vas a venir?-

 

-¡Pero por supuesto que iré!- Asintió – Ya voy para allá- Dijo y colgó, no pudo evitar suspirar de alivio y reír , a su lado se encontraba Bepo, un cachorro de pelaje blanco, el cual le miraba gustoso, pues había estado todo ese tiempo viéndole sufrir en angustia – Escuchaste Bepo, al fin despertó – Dijo el moreno al agacharse y tomarle por las mejillas, como si el perro le fuese a responder. En menos de cinco minutos partió de su hogar rumbo al hospital. Al llegar miro como estaban los amigos y familiares en la sala de espera

 

-Llegaste- Dijo el rubio, a su lado se encontraba Ace, y la mujer rubia; todos los presentes se encontraban con una sonrisa de oreja a oreja

 

-Al parecer son buenas noticias- Expulso el ojigris

 

-Todos ya hemos pasado a verlo- Dijo Janne

 

-Aunque fue por turnos, el doctor no nos permitía pasar a todos a la vez- Dijo Ace

 

-¿Puedo pasar?- Pregunto Law

 

-Claro- Respondió e rubio y le jalo de la manga de su abrigo hasta la habitación, antes de entrar miro por la ventanilla de la puerta y le observo, sonrió al verle consiente, sentía gran emoción en su interior, observo como una enfermera le hablaba, pero este no respondía, se limitaba a mirarle –Espera un poco aquí, iré primero yo- Aconsejo el güero; entro saludando, y la atención del pelinegro se centro en el nuevo visitante, pero no sonreía, su rostro era inexpresivo. Después de un breve momento, Sabo le hizo una señal al moreno, quien entro.

 

-L…Luffy- Pronuncio con una sonrisa en los labios, su voz hizo que los ojos azabaches se posaran en el, tanto el cómo los presentes pudieron observar una reacción en el chico, parecía sorprendido y confundido, sus ojos estaban bien abiertos atento al moreno, pero su rostro mostraba demasiadas dudas, y de la nada de sus ojos resbalaron lagrimas

 

-¿Qué sucede?- Pregunto Sabo a la enfermera que corrió en busca del médico – Te encuentras bien? – Pregunto a su hermano pequeño pero su mirada se encontraba todavía centrada en los ojos grises del moreno y no respondía. Pronto entro el médico quien les pidió que se retirasen, al perecer necesitaba revisarle, o hacer apuntes respecto a los distintos comportamientos que mostraba

 

-¿Le habrás hecho algo, de lo cual debas arrepentirte?- Escucho la voz del rubio sobre él, sonaba amenazante

 

-No, no que yo sepa… no se a que se deba su comportamiento- Dijo, la verdad estaba impactado, no sabía que el chico reaccionaria de esa manera “Sera consecuencia del tiempo en el que rompimos… como saberlo…” Pensaba en culpa

 

-De acuerdo…- Dijo y puso la escoba que tenia detrás de su espalda en su lugar, el moreno presentía que sería un nuevo paciente de no haber dicho aquello. En ese momento el medico salió y juntos fueron a donde se encontraban los familiares y amigos, quienes rodearon al médico, bombardeándolo con infinidad de preguntas, las cuales paro

 

-Les seré franco, es posible que no les reconozca, puede que haya perdido mucha memoria. Dado a que tanto la corteza cerebral como el hipocampo se han visto afectados. No es posible saber que queda de recuerdos en ellos, ni como volver a acceder a ellos – Todos parecían preocupados – Con suerte recuperara la memoria y el funcionamiento cerebral normal. Se recuperara pero será con el pasar del tiempo, no sabemos exactamente cuánto- Esta respuesta pareció haberles calmado un poco las ansias

 

-¿Cree que es posible poder llevarlo de nuevo a casa?- Pregunto la angustiada madre

 

-Es demasiado pronto- Dijo el moreno, sabía que aun no era medico, pero a su corta edad era un genio en la profesión – Se requiere de más tiempo para analizar su comportamiento y medir el daño causado; sugeriría que se le hicieran resonancias… y no sería mala idea traer alguna logopeda para ver cómo responde- Sin darse cuenta había pensado demasiado alto, demasiado tarde era, pues tenía las miradas sobre el

 

-Nada mal joven- Elogio el doctor – Te ves muy joven para ser un medico ¿Estudias medicina?-

 

-Si- Asintió

 

-Lo que dice el joven es sensato, el paciente se quedara por una semana más… dependiendo de los resultados se decidirá si se queda más tiempo aquí- Dijo el médico. Pasaron las horas y poco a poco se fueron los presentes, ya mas aliviados con la buena noticia, lo peor ya había pasado, solo restaba esperar

 

-Law- Dijo el rubio acompañado por el pecoso

 

-¿Qué sucede?- Pregunto

 

-Como hemos supuesto, es posible que Luffy reciba tratamiento aun saliendo del hospital, y hemos hablado con nuestros padres… estamos de acuerdo en que seas tú el médico-

 

-¿Qué?- No pudo esconder su asombro – Aun no soy médico…- Protesto mas fue interrumpido

 

-Lo sabemos- Dijo el rubio – Pero tal parece que Luffy reacciona contigo de alguna manera, quizás contigo logre recuperarse más pronto de lo que el mejor medico de Japón lograría-

 

-Es demasiado, además me preocupa su reacción al verme…- Añadió

 

-Es buena señal, aunque haya reaccionado así, es mejor a nada ¿No lo crees? – Propuso Ace, permaneció un silencio profundo en aquel lugar

 

-De acuerdo- Acepto el moreno, ante la respuesta, ambos sonrieron.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Y hasta aquí le cortamos xD

Asistente: si les soy franca mi intención era cortarle desde cuando sedan a Law, ya saben mis típicos finales de cap jaja , pero como pueden notar tengo a mi conciencia que no me deja ;w;

Hando: Ejemmm… ewé

Asistente: Si esa conciencia llamada Hando ewe

Hando: uwu

Asistente: la verdad hubiera no me encontraba lo suficientemente inspirada para narrar drama como en otras veces, bueno después de todo narrar no es lo mío uwu , eso se lo dejo a Hando-chan

Hando: Ok pero es lógico que el que posee la idea es quien mejor la narra ¿no? O.o

Asistente: jeje ok, bueno digamos que estoy en un trance traumático…

Hando: o.o

Asistente: Lamentablemente estoy llena de trabajo, y como no he tenido que escribir drama… como que ya era el momento owo , además mañana comienza mi infierno (Hacer un reporte parecido a una tesis T-T ) He allí mi trauma

Hando: Bueno yo también estoy algo ocupadilla pero descuiden no pienso descuidar el fic ;)

Asistente: Ni yo, si quieren le sigo xD

Hando: Primero déjame arreglo el desastre que armaste u.u

Asistente: Gomen pero no me podía resistir xD , lo planee desde hace mucho, desde inicios del fic para ser exactos owo

Hando: Tu mente a veces me aterra owo

Asistente: Bueno, bueno cambiando de tema… quienes tenemos en face y hayan leído el ultimo spoiler… no sé cómo reaccionar, o más bien no sé como reaccionaron jeje pues los trolle bien gasho xD

Hando: es verdad ewe

Asistente: Crei que se darían cuenta de que algo andaba mal, no sé, la maniática desatrancada escribiendo esas cosas… creo que era dudoso y me extraño que no se alteraran owo no se si reírme o indignarme

Hando: Na, si quieres saber mi opinión yo creo que han de querer lincharte

Asistente: Pues será juntas

Hando: ¿y yo porque? Dx

Asistente: Recuerdas lo de culpa compartida ;D

Hando: T.T Rayos

Asistente: Bueno sin más a prepararnos para mañana que será un día laaargo =w=

Hando: =n= Ok

 

Bueno sin más chicos y chicas aquí nos despedimos, muchas gracias por leernos y por el apoyo que nos brindan n3n se les agradece bastante, incluyendo la paciencia al tolerar nuestra tardanza ;-; Por eso y por muchas cosas más MUCHAS GRACIAS!! Sin más; hasta el próximo capítulo!!! 


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