Ya había transcurrido una semana desde entonces, donde la tención ya se había relajado un poco, pues era un alivio que mas que estar inconsciente, estuviese cuerdo, la sola idea de que estuviese durmiendo por el resto de su vida era una idea desgarradora para cada uno de los familiares y amigos.
Normalmente se la pasaban lo más que su tiempo les permitía estar junto al muchacho, que parecía prestar más atención a estos, sus compañeros y amigos ganaron su confianza demasiado rápido, al estar todos los días sin falta unas cuantas horas, haciendo conversaciones como si se encontraran en alguna reunión casual, y como era normal, haciendo y diciendo completas sandeces, logrando llenar de risas aquella deprimente habitación. Cabe resaltar que al inicio el chico solo les miraba atento mientras hablaban, mas se notaba que no comprendía absolutamente nada de lo que decían, las locuras de Usoop, los acosos de Candevish con Bartolomeo, el comportamiento tsundere de Sanji, El sadismo y sarcasmo de Robin y Nami, los arranques de celos de Sabo y los acosos por parte de Marco y Ozz a Ace; al inicio sus expresiones eran limitadas, pero poco a poco se mostraban, como sonreír, era nuevo todo aquello, pero las acciones de aquellos a su alrededor le dibujaban una sonrisa en el rostro; cuando logro reír por primera vez se asusto, echándose a llorar. Con el tiempo experimento mas emociones, como por ejemplo, cada vez que venía cierta enfermera se escondía en las sabanas, pues ella le sacaba sangre para los análisis, mas el asociaba dolor ante su presencia.
-Sabes que día es hoy?- Pregunto el moreno al chico, que no respondió absolutamente nada – Oh claro, como lo vas a saber- Dijo añadiendo un golpe a su frente con la palma de su mano; como era costumbre se quedaba como menos una hora todos los días, cuando no había nadie de su familia o amigos, hablaba de cualquier cosa, más claro era difícil para el iniciar una conversación, después de todo era de esas personas que no solían hablar mucho, pero se esforzaba, pensaba que quizás hablando con él, lograría asimilar algunas cuantas palabras, o adquirir conocimiento de algunas cosas, pero parecía que no le comprendía, siempre era lo mismo, hablaba y hablaba pero el chico solo le miraba fijamente, se notaba que no comprendía, pero mostraba interés en querer comprenderle, le observaba atento con una sonrisa en sus labios – Bueno quizás ni recuerdes en que día, mes, año, época estamos-
-Hoy- Articulo
-Eh?- Giro su rostro a mirarle
-Día… ¿Qué es hoy? … Día- Dijo, mostraba cierta frustración al no saber si se daba a entender
-¿Quieres saber que día es hoy?- Intento atinar si a eso era a lo que se refería, a lo que asintió con la cabeza – Bueno no es que sea muy importante, pero estamos a mitad de diciembre… -
-¿Qué es Diciembre?-
-Es un mes… emm… como explicarlo… Diciembre tiene Días; días dentro de Diciembre- Se sentía extraño hablando de esa manera pero no hallaba manera de explicar aquello
-Fin, ¿Diciembre Fin?-
-Claro, todos los meses tienen un inicio y un fin, pero Diciembre representa el fin de todo un año- Explico
-¿Qué hacer en fin?-
-Eso depende de cada mes… Pero en diciembre al ser fin de año, se hace una gran fiesta en todos los países. Comida, familia, juegos artificiales, diversión- Intento explicar
-¿Diversión? ¿Qué es diversión, significado?-
-Pues veras- Le costaba como nunca explicar aquello, era una persona fría en emociones, inmune a ellas, o eso pensaba – Es cuando estas feliz, cuando te ríes mucho, y no quieres que aquello se acabe-
-Entonces yo estar feliz contigo- Sonrió, eso le hizo sonrojar y llorar al futuro medico -¿Por qué llorar? Llorar es triste…-
-No, es solo que… estoy feliz- Sonrió
-¿Llorar feliz? Confuso…- Dijo, pues asociaba el sentimiento de llorar con la frustración y tristeza, con aquellos sentimientos desagradables, llorar por estar feliz le era inédito.
-Quizás con el tiempo lo entiendas- Respondió
-Yo quiero… entender…- Dijo
-Quizás las recuerdes…-
-¿Recordar? Que es- Pregunto, Law intento pensar en algo, pero, no sabía cómo describir aquello, le era difícil, era como describirle a un ciego como era algún color en especifico
-Emm… saber lo que sucedió en el pasado… - Respondió, ahora le quedaba más claro que nunca, si fuera maestro se moriría de hambre, era pésimo para eso
-Difícil…- Dijo frustrado
-Se que soy pésimo pero…-
-Es difícil recordar…- Le interrumpió, al parecer si entendía, pero parecía más frustrado por no recordar nada
-No deberías frustrarte, a veces no recordar algunas cosas seria preferente –
-¿Eh? ¿Por qué?- Pregunto, como podía decir aquello el chico enfrente de el, después de todo se frustraba por no lograr recordar nada, sentía unas ansias enormes por saber todo.
-Veras, por ejemplo… Mis padres eran personas importantes, poseían mucho, y como es lógico hay quienes van tras aquello, mi padre murió durante un atentado en su contra, y mi madre ante la depresión cayó en el alcoholismo durante varios años, los cuales tuve que soportar hasta que ella misma se suicido- Expulso, lo decía como si fuese algo normal
-Perdón…- Se apeno por hacer que el chico recordase algo terrible, ahora le quedaba bien que no todos los recuerdos tenían que ser necesariamente bonitos; ahora sentía más ansias de saber de su pasado
-Descuida, no me ofende en lo absoluto, les agradezco de cierta manera a mis padres, pero no recuerdo alguna muestra de afecto; el tiempo se encargo de tapar aquellas heridas ocasionadas por ese poco afecto que tenia; recordarlo solo me frustra en cierta manera… pero luego pienso y no me arrepiento de lo que sucedió, si paso es porque así fue, no puedo hacer nada para cambiar el pasado y de hecho si tuviera esa oportunidad no lo haría-
-¿Por qué?- La mentalidad del moreno era difícil de entender, quería una respuesta razonable a aquello
-Porque si no hubiera pasado aquello… jamás te hubiera conocido- Sonrió, esto hizo que las mejillas del muchacho se tiñeran de un colorado, y se preguntaba ahora el porqué aquella reacción tan extraña, sentía sus mejillas arder, su corazón golpear con fuerza, y en el estomago mariposas, que sensación tan curiosa experimentaba, y todo por culpa de aquellas palabras, definitivamente las palabras eran poderosas para hacer a una persona sentir algo. Inclusive su mente estaba en blanco no tenía idea de que decir – P…Perdón… creo que me deje llevar- Se disculpo agachando la mirada al ver la reacción del menor
-¿Eres, mi amigo?- Pregunto con interés, le importaba saber que habían sido, y esas fueron las palabras que salieron directas de su boca, pues lo sentía como tal, pero ¿y si no? Que más pudieron ser.
-Emm, si, fuimos amigos…- Respondió tratando de reprimir sus sentimientos el moreno.
-¿Lo seguimos siendo?- Insistió.
-Claro que si- Respondió de nueva cuenta, a lo que el pelinegro sonrió, aunque no le satisfacía en absoluto, pero aquellas palabras lograron llenar algo.
-Nombre… ¿Tu nombre?- Dijo quería saber el nombre del chico, le daba pena siquiera recordar a sus amigos
-Trafalgar Law – Respondió
-Law…- Pronuncio, y por más que intentaba no lograba asociar nada a aquello
-Si- Acertó, sentía extraño que le llamar así, extrañaba aquel apodo infantil, aunque le aborrecía, hoy le extrañaba – Um, ya es tarde, será mejor que me retire – Dijo poniéndose de pie
-Está bien-
-Nos vemos mañana- Le dijo y ambos sonrieron, sin más el moreno salió de aquella habitación.
-Me pregunto si realmente éramos amigos…- Se dijo, pues pudo notar algo en aquellos ojos grises cuando le llamo amigo, era algo inquietante, como que si y a la vez no; era algo desesperadamente dudoso. Miro a su alrededor y su mirada se entristeció al notar la soledad, no sabía de su pasado pero sentía que no le gustaba estar solo, porque no se imaginaba que en el pasado le gustara, poco a poco fue quedándose dormido.
En la salida del hospital Law miro su reloj de mano y vio que eran las 7:59 pm. Hizo un gesto de desagrado y miro hacia el edificio con una mirada de anhelo, le gustaría pasar más tiempo con el chico, pero las visitas eran limitadas, no podía hacer mucho al respecto; sin mas volvió a su casa, y una vez en la entrada se encontró con alguien inesperado
-¿Kid?- Dijo el moreno al ver a este
-Yo- Saludo este poniéndose de pie, pues estaba sentado en la banqueta
-Es raro verte por estos rumbos ¿Qué te trae por aquí?- Pregunto
-La verdad no mucho, solo quería venir a hablar de cosas, como en los viejos tiempos- Dijo, pero el moreno le lanzo la mirada de pocos amigos –Oye puede que quizás no nos hayamos llevado bien, pero quiero intentarlo-
-No servirán tus esperanzas-
-Deja tu agresividad que solo he venido a pasar un rato-
-Está bien- Se resigno sacando las llaves y abriendo la puerta, cediéndole el paso para que entrara primero
-Linda casa- Elogio – Aunque se me hace demasiado sencilla para tus gustos-
-Así está bien, no necesito mas- Respondió, mientras le guiaba hacia la sala, una vez estuvieron sentados frente a frente, parecían no saber cómo comenzar
-¿Que ha sido de tu vida Law?- Inicio
-Pues la verdad, no mucho, todo ha ido normal, una vida aburridamente normal-
-Jeje ¿normal? Tu no conoces el significado de la palabra normal- Rio – O es que acaso ya cambiaste-
-Si he cambiado no lo sé realmente, supongo que eso solo lo deciden las personas con las que he convivido, quizás sea demasiado arrogante de mi parte, ¿Por qué no lo haces tú?-
-Hmmp, lo haría si recordase algunas cosas- Al decir esto el moreno bajo la mirada, al parecer aquella frase no le había sido muy divertida –Oí, a que se debe esa cara-
-Quisiera decir que no es nada, pero efectivamente no lo es…- Pauso mientras dio un hondo respiro y elevo el rostro cubriendo sus manos
-Se te nota agotado-
-Ni lo imaginas-
-¿Trabajo?-Preguntando si daba a la razón del malestar del chico
-Quisiera que fuera eso-
-¿Estudios?-
-Tampoco-
-¿Entonces?-
-Digamos que es una persona muy importante para mí-
-Ya se ¿novia?- Interrumpió
-Algo así- Respondió y antes de que el pelirrojo soltara uno de sus malos chistes – Pero digamos que él no se acuerda de mí, de hecho hace unas semanas ni se enteraba de mi existencia-
-¿Se pelearon?-
-Estábamos separados hace ya varios meses, la verdad a pesar de la distancia ambos sentíamos lo mismo el uno por el otro, pero por una estupidez mía. El orgullo de ambos se interponía entre los dos, aunque no lo culpo, le hice mucho daño cuando estábamos juntos… soy una escoria- Se dijo así mismo con un tono de asco
-¿Y entonces al final que paso? ¿Ella se fue con otro?-
-Yo diría “él”, y no, ese no es el caso-
-¿El?- Dijo algo incrédulo, no lograba tragarse aquello, en el poco tiempo que llevaba junto al moreno juraría que era etero, pero en esos momentos era el mismo quien le decía lo contrario, lo que le hizo dar un sobresalto
-¿De qué te sorprendes? Es muy normal esto, en estos días, ¿no?- Justifico
-Bueno si, pero la verdad me sorprende saliendo esto de ti-
-Las personas cambian Kid-
-Bueno eso me queda más que claro- Afirmo – Me gustaría decir que he cambiado… ¿Qué crees tú?-
-Pues- Pauso y a la vez una leve sonrisa se mostro en su rostro – quizás si hayas cambiado después de todo… -
-Mmm… me gustaría saber como era antes, pero sé que una palabra me describe… un maldito…-
-Quizás haya algo de razón en eso- Interrumpió – Pero si miraras más atrás de eso, en aquel entonces, podría decirse que te admiraba-
-¿Qué es en serio?-
-Je no solo yo, Killer también, eras fuerte pero noble, rígido pero flexible, eras una rara mescla de cosas en aquel entonces-
-No entiendo, dices cosas sin sentido, ¿eres acaso alguna clase de poeta?- Dijo y de nuevo aquel semblante tan solitario volvió – Oi, no es necesario que te pongas así, ¿acaso he dicho algo malo?-
-No, es solo que esa persona… solía escribir versos para mi…- Dijo con tristeza – Pero, fui muy malo con él, le trate mal, restregándole sus letras en la cara, como si los sentimientos de aquella vez fueran una burla-
-¿Pero por qué hiciste esa estupidez? A qué viene esa metida de pata-
-Irónicamente mi intención era protegerle-
-¿De ti?-
-Yo diría más bien de los que se encuentran a mí alrededor-
-¿Tu familia?-
-Podría decirse… pero ni así… no fui capaz de protegerlo-
-Es una verdadera pena- Dijo el pelirrojo con expresión seria – ¿No ha hecho nada la policía?-
-No han encontrado nada que logre vincular los hechos con alguien, todo es un completo enigma; que Luffy estuviera allí es un completo misterio… Me pregunto si Doflamingo me estuvo vigilando este tiempo, de ser así… oh demonios- Dijo cubriendo su rostro eran muchas dudas y muy pocas las respuestas
-¿Ese chico recuerda la causa de e porque estaba en ese lugar?-
-No, un oficial le interrogo luego de haber salido del coma pero no logro sacar nada; espero con el tiempo logremos obtener algo que nos lleve al paradero de ese sujeto-
-Que tan seguro estas de que es Doflamingo-
-Estoy completamente seguro que es el. Ese hombre es capaz de muchas cosas, incluso pasar por encima de las personas a quienes dice amar-
-Quizás en el pasado sabía la razón de tu odio hacia aquel hombre, pero actualmente no sé nada-
-Oh es verdad, perdón- Dijo al captar las palabras, pues hablaba como si Kid ya estuviese enterado de todo – Pues, al inicio… ¿recuerdas a Corazón?- Pregunto
-Realmente no; lo único que sé es que ese fue el hombre que te adopto- Respondió
-Bueno, la verdad yo con él me llevaba muy bien, podría decirse que lo adoraba aunque jamás le mostré mis sentimientos por él, supongo que era algo embarazoso de presenciar con la actitud que el poseía- Dijo con una sonrisa el moreno – Ahora me arrepiento de no haberlo hecho. Pero bueno el fin es, que Dofflamingo es el hermano mayor de Corazón, la verdad el siempre se ha mostrado interesado por el bienestar de toda la familia, pero no son más que artimañas para ocultar realmente el monstruo que es- Pauso – Siendo un chico adoptado era lógico que mi familia no me viera como un miembro más-
-¿Seguro? Por lo que me has dicho era como si te aceptaran como un miembro más-
-Eso era aparentemente pero en el fondo Dofflamingo jamás me acepto ni lo hará al no tener la sangre de la familia Don Quijote en mis venas. Solo Corazón; él fue el único que mostro ese afecto real hacia mí, pero las consecuencias a eso fueron realmente caras… ante el desagrado de los dos hermanos referente al tema, supongo que… - Pauso sin encontrar las palabras para continuar, tener que explicar aquella situación que no comprendía del todo se le dificultaba
-¿Me estás diciendo de Dofflamingo mato a Corazón?- Intento deducir el pelirrojo, tras armar cada frase que el moreno decía; Law le miro en acierto – ¿Realmente crees eso? Se me hace absurdo que dos hermanos que se aprecien terminen en pleito por algo tan absurdo-
-Posiblemente, pero la mente de Dofflamingo es tan impredecible-
-¿Se lo has preguntado?-
-¿Disculpa?-
-Quiero decir, si es algo tan incierto porque no se lo preguntas tu mismo-
-¿Quieres que me mate?-
-No, solo digo, se me hace demasiado acusar a alguien de algo grave sin tener pruebas- Explico
-No comprendes- Ladeo el rostro
-Vamos Law, ¿Qué tal si te equivocas?-
-Si no es el, ¿entonces quien más pudo ser?-
-Sabes esto me está empezando a fastidiar- Intento cambiar de tema a lo que el moreno concedió – Veras, han pasado muchos años desde que hablamos por última vez; para ser sincero no recuerdo cuando fue la última vez- Dijo con las mejillas rojas
-Que buen chiste- Dijo el moreno recostando su cuerpo en el respaldo del sofá – Como sea, no lo veo tan mal, prefiero empezar desde cero-
-Que raro, pienso lo mismo- Rio el pelirrojo – Aunque sabes, últimamente he tenido pesadillas…- Comento pero el moreno no dijo nada, en lugar de eso solo le miro esperando a que continuase – Veras, la verdad no les daría importancia a un montón de alucinaciones creadas por mi mente; pero el problema con estas es que las siento tan reales-
-¿Qué es lo que sueñas?-
-Oscuridad, gritos, llanto… cosas realmente horribles, no he podido dormir en días-
-Quizás tus recuerdos estén volviendo- Comento
-¿Crees eso posible?- Dijo un tanto curioso
-¿Y por qué no? Después de todo ya han pasado varios años desde el accidente; se que fue fatal, pero es posible que algunos factores estén influenciando en tu memoria-
-Gracias Doc.-
-Idiota-
-Jajaja tu actitud seria me da risa- Reía el pelirrojo, el moreno se quedo con la palabra en la boca, pues iba a contestarle pero se resistió – Tengo miedo… de recordar todo aquello, se que habrá cosas buenas, pero sé que habrá más cosas por las cuales avergonzarme, después de todo este es el castigo por haber llevado esa vida de mierda- Paso su mano por su cabellera intentando disimular su nerviosismo
-Puede ser, pero recuerda que el pasado nos define a cada quien, no digo que se te juzga por las malas acciones de tu pasado, me refiero a que aquello te enseñara a no cometer los mismos errores-
-Lo sé- Dijo con frustración – Pero… tengo miedo de afrontarlos, es algo que no podre borrar jamás-
-Aprende a vivir con ellos, es la única manera de seguir adelante- Dijo severo – Yo no puedo enmendar lo que hice – Dijo refiriéndose al accidente de Luffy – Y las consecuencias claras están, lo único que me consuela es que no lo perdí en definitiva, se que aun puedo enmendar ese error, no espero que me perdone por lo que hice y sonara arrogante decir que solo lo hago para sentir menos culpa, pero la verdad quiero intentar el tiempo perdido por muy tonto que se oiga-
-Hablando del chico ese, su hermano… el mayor-
-¿Quien? ¿Ace-san?- Respondió
-Cuando lo vi, sentí mi interior retorcerse, algo realmente malo le hice… pero por más que lo pienso mi cabeza duele, no encuentro lo que quiero, pero tengo la sensación de que me arrepentiré si lo descubro… es tan contradictorio- Dijo en un hondo suspiro
-¿Te encuentras bien?- Decía un chico de rubia cabellera, quien vestía con un suéter blanco y shorts negros
-¿Kasaai-sama?- Dijo la chica de azulada cabellera
-¿Uh? Viví-san, cuánto tiempo- dijo el chico ayudando a levantarla, pues había caído al suelo al estrellarse contra el chico
-¿Kasaai-sama que le trae por aquí?- Pregunto
-Pues la verdad… estaba buscando a Rebeca-san para ir a la disquera-
-¡¿Enserio?!- Exclamo con un brillo en los ojos
-Si jeje, no me esperaba encontrarme contigo-
-Yo menos, pero me alegra- Sonrió
-¿Ibas a alguna parte?- Pregunto
-Pues si le soy sincera no… he estado demasiado deprimida últimamente y quería despejarme- Confeso
-Umm… en ese caso ven conmigo- Dijo tomándole de la mano – Caminemos por la plaza mientras esperamos a Rebeca-san – Sugirió, la chica asintió “Es verdad ya han pasado semanas desde que salimos de vacaciones y tengo bastante de no volverle a ver… me gustaría que sonriera mas…” Pensaba el chico. Caminaron por varios minutos y después se detuvieron en una banca; la chica miraba las aves que vagaban por el suelo – Pensé que esto te animaría- Dijo el rubio entregándole un cono de nieve
-Gracias…- Dijo
-No hay de que, después de todo, te miras hermosa mientras sonríes- Dijo, la peli azul estaba colorada, siempre que estaba con su ídolo su corazón latía como un verdadero fan; sentía demasiada suerte de haber conocido al chico
-Es usted muy buena persona conmigo- Sollozo
-Tranquila, como te dije lo más bonito en ti es tu sonrisa, no tienes porque llorar- Alentaba
-Tiene razón… perdón, es solo que a veces me deprimo de la nada, ya es algo normal… aunque la verdad tratare de ser más fuerte que antes- Sonrió
-Me parece bien-
-A veces me gustaría ser tan libre como las aves… ¿usted que cree? A de ser hermoso poder volar, sin ningún obstáculo-
-Puede que así se vea… pero el viento es un obstáculo, la verdad siempre hay obstáculos, pero como vez, las aves aprenden a vivir con ese obstáculo, e inclusive sacan provecho de él en algunas situaciones- Dijo, la verdad el mismo se daba risa, hablaba como Luffy y eso le hacía sonreír
-Dice cosas muy hermosas-
-¿Tú crees?-
-¡Hola! ¡Perdón el retraso!- Se escucho gritar a una joven de rosada cabellera que se dirigía hacia ellos
-Rebeca-sama- Dijo la chica parándose al mismo tiempo que el rubio. Los tres chicos charlaron un rato para después entrar a la disquera; allí Viví observo como ambos chicos grababan sus voces para algún disco, la voz de ambos era algo bello de escuchar, amaba escucharles, pronto tomaron una pausa ambos chicos le hicieron una seña de que entrara con ellos -¿Qué sucede Rebeca-sama, Kasaai-sama?- Pregunto
-Ven a cantar con nosotros- Dijeron
-¿Eh?- La alma se le iba del cuerpo, no creía lo que escuchaba y más aun cuando eran ellos dos
-Viví-san no seas tímida- Dijo la peli rosa que le tomaba de la mano llevándola a donde estaba el micrófono.
Paso la tarde, hasta que finalmente estuvo todo listo, sin más las dos chicas se despidieron y partieron, se les miraba a ambas felices, eso le alegraba al rubio, ahora pelinegro, pues solo se había vestido así para pasar desapercibido, además siendo sugerencia de su manager. Sin más se encamino rumbo a su casa
Mientras en la ciudad eran las 4:00 pm. Donde dos chicos se encontraban en el parque
-Ace-kun…. Sal conmigo…- Dijo el chico de roja cabellera con las mejillas coloradas pero con aquella flama en sus ojos
-¿Qué!?- Expulso en un grito el pelinegro -¿Cómo? ¿Por qué? ¿Ahora?- No sabía que pregunta formular ni cual sería la indicada
-No… no lo malinterpretes…- Dijo el ruso extendiendo los brazos – Yo… yo solo, quiero decir, veras ¿recuerdas el favor que te pedí el día de la feria?- Pregunto a lo que el pelinegro pensó
-¿Qué? ¿ese es el favor? Sabía que debí decirte que no-
-Y yo sabía que te negarías- Rio el chico – Pero veras, míralo de esta manera, si ambos salimos sería favorable-
-¿A qué te refieres?-
-Si afirmas salir conmigo delante de Leonid dejara de hostigarte-
-No creo que tu hermano se trague esa mentira- Desaprobó
-Es lo suficientemente tonto para hacerlo- Justifico – Además… quizás así te quites de encima al enfermo ese- Dijo esto desviando la mirada al suelo y con una mueca de desagrado
-¿Marco?- Pregunto, Ozz solo guardo silencio – Vamos, no es para tanto, se que Marco-san es raro pero en el fondo es un buen chico-
-¡¿Eso quiere decir que te gusta?!- Exclamo casi con las lagrimas de fuera – No sabía que te gustaba ser acosado sexualmente- Dijo anotando quien sabe que en una pequeña libreta
-¡No es eso! ¡Y deja de hacer suposiciones erróneas!- Dijo a la vez que le daba un coscorrón al pelirrojo – No comprendo cual es la obsesión con eso del “gustar” la verdad me agradan como amigos y detesto ver que se peleen-
-Me mandas para la Friend Zone- Dijo depresivo en la esquina de una banca
-Ozz-san no malinterpretes- Dijo pero fue interrumpido por el pelirrojo a tomarle por los hombros y mirarle fijamente
-Si no te decides por uno esto no parara, yo no pienso rendirme tan fácilmente ante Marco-san y estoy seguro que él piensa lo mismo; no pienso ceder ante el… a no ser… que al final tu le correspondas, será doloroso para mi asumir eso, pero hasta ese entonces no me quedara otra opción mas que aceptarlo. Mi único anhelo es ser el motivo de tu felicidad, pero si yo no logro serlo no me importa con quien al final de cuentas estés, si es con Marco-san o con mi hermano yo solo deseo verte feliz, aunque eso signifique que reprimir mis sentimientos…- Decía histérico
-Ozz-kun escucha- Le calmo – Si te soy sincero mis sentimientos aun no pueden definir aquello que tú sientes, me encantaría sentir lo mismo que tú sientes por mi pero, desafortunadamente no es así- Dijo pero fue interrumpido por los labios del pelirrojo que le apreso en sus brazos; la mente del pecoso estaba que estallaba del alboroto, pensaba que estaba mal aquello. Con las fuerzas que le quedaban se separo haciendo distancia – ¿¡A que se debe eso!?- Dijo ahora siendo él, el histérico
-Solo quería comprobar algo- Sonrió
-¿Eh?- No comprendía
-Realmente tus besos me estremecen- Se sonrojo levemente, pero el pecoso mas al escuchar esto
-Es imposible razonar contigo- Se quejo
-Pero dime Ace-kun, ¿me ayudaras en lo que te pido? Te prometo que será solo Leonid el que se entere de esto- Imploro
-Porque siempre me arrastras en tus locuras- Se quejo y Ozz rio pues le había dado un sí – ¿Qué hacemos?- Pregunto curioso, quería estar prevenido para las locuras que pasaban por la cabeza del chico
-Jeje no tan rápido- Explico – Primero lo primero, una cita-
-¿Qué?- Realmente se arrepentía de seguirle la corriente
-Jaja es para conocerse mejor… aunque la verdad no es necesario a estas alturas, pero me gustaría empezar de esta manera, que te parece mañana en este lugar a las 2:00 pm ¿Tienes planes para mañana?-
-No que yo recuerde- Dijo
-Bien, entonces mañana te espero aquí- Sonrió –Gracias Ace-kun – Dijo reverenciando
-Para no es necesario que hagas eso- Le detuvo – Esta bien mañana te espero aquí- Dio media vuelta – Hasta mañana – se despidió dejando al pelirrojo solo; Ace sentía que era demasiado aquello que pedía el chico y se regañaba a sí mismo por acceder a los caprichos del muchacho, se sentía estúpido, pero, sentía que era necesario, por alguna razón sentía que Ozz necesitaba aquello, cuando accedió a lo que pedía podía sentir alivio en los ojos esmeraldas del chico, pero ¿Por qué? ¿Qué era lo que le estaba sofocando?
Y así como se dijo en la mañana Ace daba vueltas como loco por la habitación de los nervios
-Jajaja ¿no me digas que ya te arrepientes? ¡Demasiado tarde!- Dijo el demonio que veía desde la cama ver al pecoso de aquí para allá
-¡No te burles de mi!- Pidió sonrojado, pues quizás Sasha tenía razón – Además… ni se te ocurra seguirme-
-Jajaja no te preocupes Ace-kun parece que alguien mas quiere quitarme el puesto de protegerte- Pego una risotada el ser alado
-Hoy amaneciste de muy buen humor- Dijo con el rubor a más no poder – Porque no vas a molestar a alguien más-
-Eres el único que me ve, los demás solo correrían, al único que puedo joder por ahora es a ti- Explico levitando de donde estaba para acercarse – Bueno cambiando de tema, como hoy no iras al hospital iré yo- Dijo
-Gracias…-
-No tienes porque agradecerme, al igual que todos ese chico también me preocupa-
-Crees… ¿qué vulva a recuperar sus recuerdos?- Pregunto con tristeza
-La verdad no lo sé… pero estoy seguro que lo hará mas pronto de lo que imaginamos, ese chico es listo, además los tiene a ustedes- Alentó – Bueno mejor no te quito más tiempo y será mejor que te vayas que ya se hace tarde- Dijo a la vez que se desvanecía – Yo me marcho al hospital – Resonó la voz en la habitación. Ace suspiro por el pesar de lo que vendría, y sin más se encamino hacia el destino, bajo por las escaleras y paso por la sala donde para su desgracia se encontraba su tía y su madre charlando
-¿Vas a salir Ace?- Dijo su madre
-Umm si…- Respondió algo nervioso
-Uh, ¿por qué mejor no vienes a charlar con nosotras? Después de todo tengo mucho de no verte ¿Qué seria más importante que ver a tu Tía?- Dijo en tono arrogante la rubia
-Tía tengo un compromiso y se me hace tarde- Trato de evadir
-¿Qué tipo de compromiso?- Pregunto ahora su madre, Ace se sentía entre la espada y la pared, no se sentía capaz de mentirle a su propia madre, si había algo que odiaba eran las mentiras
-Una… una cita…- Dijo en tono bajo como queriendo que no le escucharan
-¿Es eso lo que escuche cierto?- Dijo la rubia con los ojos bien abiertos – Rouge tu hijo tiene una cita- Chillo a lo que la otra mujer miro perpleja a su hijo
-Que bien, Ace… en ese caso no te quito tiempo y ve- Dijo la mujer
-¿Es linda? ¿Te gusta? ¿Cuántos años tiene? ¿Desde hace cuando se conocen?- Janne le bombardeaba con un millar de preguntas, las cuales Rouge se hacía pero se mordió la lengua, pero para mala suerte del pecoso su Tía no lo haría, en definitiva que la actitud de su querida Tía era idéntica a la de su hermano rubio
-Este… yo…- Se ponía colorado, no sabía por cual pregunta empezar
-Jajaja olvídalo Ann-chan, vas con prisa ¿verdad? – Dijo Janne – Ve- Ante esto Ace solo reverencio y salió deprisa de allí
-¿Por qué de repente le dejaste ir?- Dijo Rouge
-Su mirada me respondió todas las preguntas… vamos estoy segura que tu también lo sentiste- Sonrió
-Si… pero a lo que me refiero ¿Por qué no indagar más a fondo?-
-No lo creí necesario, después de todo es joven – Suspiro
-Mamá, Tía ¿Han visto a Ace?- Pregunto el rubio que entraba junto a Tatch , quien saludo
-En estos momentos salió- Respondió su madre
-Oh que pena- Dijo el castaño – Bueno, será en otra-
-¿Saben a donde fue?- Pregunto el rubio
-Está en una cita- Respondió Janne a la vez que le daba un sorbo al té
-¡¡ ¿Qué?!!- Exclamaron los dos chicos
-¿Cómo? ¿Con quién? ¿Dónde?- Decía el rubio
-No lo sé, no dijo a donde iba- Respondió Rouge
-¿Hace cuanto se fue?- Pregunto el rubio
-Hace unos momentos- Respondió la rubia
-Todavía puedo alcanzarlo- Dijo motivado el rubio
-Oi, oi no sabemos ha donde fue, ni que camino tomo- Dijo el castaño
-Claro que lo encontrare… soy su hermano… claro que lo encontrare… ¿Quién fue? ¿Quién es la persona con la que saldrá?- Decía tremendamente colérico el rubio
-No lo sabemos- respondieron las dos damas
-¡Marco!- Exclamaron ambos hombres a la vez que salían corriendo del lugar
-Sabias que esto pasaría ¿verdad?- Dijo Rouge que miraba a la mujer a su lado tan tranquila
-Jeje digamos que algo así- Respondió con una sonrisa sínica
-¿Te han dicho que a veces das miedo?- Dijo mientras una gotita resbalaba por su nuca
Mientras en el parque acordado se encontraba Ozz descansando en una banca, cuando escucho que alguien se le acercaba, allí se encontraba Ace que finalmente había llegado, vestía una camisa blanca y unos vaqueros negros con unos tenis del mismo color del pantalón
-Hola- saludo el pecoso
-Hola Ace-kun – Salto de alegría al verlo – Creí que no vendrías- Suspiro de alivio
-La verdad lo pensé muchas veces- Respondió
-Qué bueno que no fue así- Dijo – Bueno como sea, ¿qué te parece si empezamos? – Extendió la mano; Ace solo le miro, sin saber que hacer – Vamos no seas tímido, toma mi mano- Guiño el ojo izquierdo lo cual tenso al pecoso
-¿Es necesario?-
-Pues, es algo que en una cita normalmente hacen, ¿no?- Dijo el pelirrojo y sin más Ace entrelazo su mano con la de Ozz – No te pongas tan rojo como mi cabello Ace-kun – Rio el pelirrojo
-No digas locuras… estoy bien- Dijo y giro el rostro
-Mira Ace-kun traje una cámara- Dijo mostrándola
-¿Y eso para qué?-
-Pues… me gustaría tener recuerdos de este día…- Explico
-No es por nada pero eso me suena muy masoquista… quiero decir, si al final no correspondo tus sentimientos, estos recuerdos solo serán dolorosos- Manifiesto Ace
-Puede ser, pero quiero disfrutar el momento mientras sea posible- Respondió – ¿Qué te parece si caminamos por la ciudad?- Propuso
-Me parece buena idea- Dijo. Y así fue, ambos caminaban por las calles, cosa que no le causaba tanta incomodidad al pecoso, la única objeción que tenia era que el chico no le soltaba para nada la mano y le era demasiado embarazoso; aunque lo meditaba y se decía que no había porque apenarse después de todo en estos tiempos era algo normal. Mientras a la lejanía dos chicos observaban boqui abiertos la escena
-A él no le debe importar mucho su vida como para invitar a mi precioso Ace a salir- Decía con un leve tic a causa de contener la ira y una siniestra aura emanando de el
-Vaya entonces Ace no mentía cuando decía que su hermano era realmente posesivo- Dijo Tatch al ver al rubio quien le dedico una de sus miradas asesinas haciéndole helar la piel
-Pensaba observar un poco e irme pacíficamente, pero, parece que habrá un cambio de planes- Dijo para sí el rubio – Si le hace algo a Ace… ¡Lo destrozare!- Dijo apretando los puños
-Oi relájate es solo una cita, además Ozz no parece ser mala persona, estoy seguro que lo último que quisiese es hacerle algo mal a Ace- Explico lo que pensaba el castaño
-Uh ¿acaso piensas pagar por los errores de otros?- Dijo malévolo para después dedicar una mirada más a la pareja – Estúpido pelirrojo por cuanto mas seguirá tomando la mano de Ace… ¿Cómo lo destrozare más tarde?- Se decía, Tatch solo podía reír de las locuras que decía el rubio, además de preguntarse cómo se vino a envolver en aquella situación tan extraña, sin mencionar que Ace tenía mucho que explicarle
Mientras el castaño lidiaba con el rubio los otros dos chicos se habían detenido en un café, donde estuvieron unas horas, al salir se sentaron en una banca perteneciente a una pequeña plaza cerca de un centro comercial; Ace no soportaba tanta presión, demasiadas miradas sobre ellos le hacía perder el aliento
-Sabes Ace-kun tengo la extraña sensación de que alguien nos sigue- Decía mirando a todas partes – Pero bueno seguro es mi imaginación ante los nervios- Repuso – Ace-kun… ¿me das un beso?- Pregunto con aquella sonrisa tonta, pero Ace quedo inmóvil, ambos se miraban con ansiedad y ambos se encontraban sonrojados, en definitiva ni uno de los dos sabia como lidiar con aquello, después de todo los besos que había recibido Ace siempre eran robados nunca fueron porque él lo deseara, por lo cual no sabía cómo debería comenzar, además Ozz estaba en las mismas, puesto que quería ser lo más dulce posible pero su instinto era salvaje, no tenia iniciativa, no sabía cómo podría hacerlo de la mejor manera. Así que como típicamente una pareja de novatos miraron a su alrededor y observaron una pareja de jóvenes acaramelados que decían quien sabe cuántas cursilerías empalagosas antes de darse un apasionado beso; los dos chicos se quedaron en shock quizás esa no era la manera en que ellos preferirían empezar, era demasiada azúcar para digerir
-No creo poder- Dijo el pecoso mirando al suelo con las mejillas sonrojadas, era demasiado para el
-En ese caso… deja que yo lo haga…- Dijo el pelirrojo a la vez que le tomaba del mentón para mirarle y quitar parte del flequillo de sus ojos, pero solo logro esto, pues antes de que lograse besarle una tapa de un bote de basura dio en su nuca – ¡Oww!- Se quejo ante el repentino golpe que le hizo perder el equilibrio momentáneamente
-¡¿Te encuentras bien?!- Dijo Ace al escuchar el quejido del ojiverde quien se frotaba la cabeza y miraba hacia atrás
-Creo que si… pero… ¿cómo fue que esto vino a dar aquí?- Indico a la tapa de metal que se hallaba en el suelo
-¿Lo habrá arrojado alguien?- Propuso
-Sería lo más probable, ¿pero en qué demonios piensan? Por poco y pierdo la conciencia del golpe-
Mientras los chicos hacían suposiciones de cómo había llegado eso allí, en la primera esquina de esa calle se encontraba el castaño reteniendo por los hombros al colérico rubio que amenazaba con salir a moler al pelirrojo
-¡Maldito Ozz, no te sobrepases!- Bramo Sabo
-Tranquilo si lo vez ahora parecen no intentar nada de eso- Indico – Además, no creo que era necesario exagerar, solo era un inocente beso-
-¿Inocente? ¡Lobo disfrazado de cordero!-
-No pasa nada solo es un beso- Dijo a la vez que daba un beso rápido al rubio que se petrifico al reaccionar - ¿Vez?-
-¡¡Cabronazo!! ¡¿Es que quieres morir?!- Exclamo mil veces mas colérico el rubio zarandeándolo del cuello de la camisa con extrema violencia, ahora se maldecía el castaño por no pensar antes de actuar; sin duda la ira asesina del rubio recaía en esos momentos contra él. Después de una buena golpiza por parte del ojinegro, ambos se encontraban en busca de los dos tortolos pues les perdieron de vista sin mencionar que ya era tarde. Mientras a unas cuantas cuadras lejos de allí ambos se detuvieron cerca del parque de deporte
-Ozz-san… hay algo que no me has dicho- Dijo el pecoso llamando la atención del pelirrojo
-¿Qué?-
-Hay algo que te preocupa pero no quieres decírmelo- Explico – Has actuado extraño desde ayer, además esto de una cita se me hace ridículo-
-Como siempre me lees tan claro, veo que es imposible ocultarte algo- Suspiro mirando hacia el cielo – Veras… hace unos días… mi madre llamo, diciendo que me había conseguido una entrevista matrimonial-
-¡¿Eh?!-
-Si lo sé, es terrible, pero mi madre quiere aquello… según es hija de un empresario importante de Francia. Has de comprenderme, ¿Verdad?-
-Desafortunadamente, los hijos de familias de poder se ven obligados a casarse con los herederos de otras familias poderosas… lo lamento…-
-No tienes porque disculparte Ace-san – Sonrió, pero en su mirada se encontraba un destello de tristeza – Al contrario soy yo quien tiene que pedirte disculpas por meterte en todo este lio jeje veras cuando mi madre me llamo, la única forma de evadir aquello seria que yo tuviese a alguien ya a mi lado; fue cuando decidí decirle que ya me encontraba comprometido con otra persona-
-¿Le dijiste que era yo?- No pudo evitar esa pregunta
-Jeje claro- Ante la respuesta el pecoso se sobresalto – Además mi madre siempre ha sabido acerca de mis sentimientos hacia ti… aunque…-
-Quiso comprobar que lo que decías era verdad, ¿no es así?- Dijo a lo que el pelirrojo asintió – Es por eso que llevabas esa cámara-
-También tenía otro motivo… quería una experiencia a tu lado, aunque fuese una vez, aunque fuese falso; quería ver y sentir como seria estar a tu lado de aquella manera - Decía mientras de sus ojos bajaban las lagrimas – Creen que las cosas funcionan tan simples… solo tengo que ir, puedo ir un millón de veces y encontrar un millón de buenas personas- Temblaba de la impotencia que sentía
-Comprendo cómo te has de sentir Ozz-san – En ese momento Ozz le mira y se acerca poco a poco hasta estar a pocos centímetros del rostro del pelinegro quien simplemente cerró los ojos esperando aquello pero en lugar de eso Ozz le abrazo
-No quiero obligarte a sentir algo que no sientes, no quiero que des besos carentes de honestidad; tampoco deseo que hagas eso por lastima…- Sollozaba en el hombro del chico que le abrazo al instante
-No lo malinterpretes, eres mi más preciado amigo ¿Cómo podría darte la espalda en un momento como este?-
-Eres muy bueno Ace-kun aceptaste mi loca petición a pesar de ser irrazonable… Gracias por todo… pienso confesarle a mi madre mi mentira, después de todo no gano nada al mentirle, tarde o temprano todo se revela-
-¿Pero acaso estas dispuesto a sobreponer el orgullo de tu familia por encima de tu felicidad?-
-¿Es a caso que me queda otra opción?-
-Deberías intentar convencer a tu madre, atarte a aquello es demasiado cruel-
-Es suficiente…- Dijo al mismo tiempo que se ponía de pie – Se que ser hijo de alguien importante es de lo peor… intentare hablar con mi madre, vendrá mañana a Japón; estoy dispuesto a dar batalla pero me temo que no quiera escucharme-
-Pero si tu madre se ve que es una persona que escucha-
-No con migo, es totalmente diferente, es más cerrada cuando se trata de mi… pero… aunque mi destino sea ese… supongo que está bien- se forzó a sonreír – Se que por lo menos serás feliz ya sea al lado de Marco-san – Fue interrumpido por una bofetada por parte del chico
-Escúchame Ozz está bien que te preocupes por los demás pero entiende que en estos momentos deberías pensar más en tu propia felicidad… por favor… no vuelvas a hablar de esa manera, no vuelvas a sonreír de esa manera tan dolorosa…- Los sentimientos del pelinegro salían a flote –Si necesitas mi ayuda es claro que te la daré, no te dejare solo- Dijo al poner sus manos sobre los hombros del chico quien le abrazo. Era demasiado para Ace ver al chico en ese estado tan depresivo, ya que desde que le conoció siempre había sido una persona tan radiante como el sol, jamás mostraba debilidad, era difícil reconocer a aquella persona con la que tenia ahora mismo en frente
-Buenos días, con tu permiso voy a entrar- Se escucho en la entrada de la desolada casa, donde entro un chico de cabellos oscuros
-Hey Joseph por fin llegas- Saludo Bellamy al ver al chico entrar, guiándolo hacia la sala
-Bueno no se para que rayos me quieres aquí pero bueno- Dijo el muchacho una vez se sentaron
-Tranquilo, no es nada de estudios, después de todo ya son vacaciones; siéntete tranquilo por una vez en tu vida- Dijo a la vez que su teléfono sonaba – Disculpa una llamada- Dijo y contesto, hablo por unos minutos y después colgó – Era un familiar que…- Dijo pero fue interrumpido
-Está bien, no te he pedido explicaciones no tienes porque decírmelas- Dijo son el rostro sin expresiones que poseía
-De a cuerdo señor rarito- Se burlo
-Aunque hay algo que te quería preguntar… ¿sabes si últimamente ha estado fallando la línea telefónica?-
-¿Umm? Pues que yo sepa no- Respondió
-Ya veo-
-¿Eh? ¿No piensas decirme porque?- Se quejo
-Está bien déjate de tus berrinches- Contesto – Pues veras… últimamente alguien ha llamado, la verdad desconozco el numero y yo siempre he tenido la costumbre de no responder a números que no conozco, pero este ha estado insiste e insiste así que pensé que quizás era una persona que buscaba a alguien, fue allí donde le conteste para explicar que se equivocaba de numero, pero… me tacharas de loco o mentiroso, pero… nadie contestaba… posiblemente la línea este mal, bueno al menos eso es lo que quiero creer…-
-Qué extraño… justamente Law me había llamado para comentarme algo de eso-
-Pues la verdad es muy raro- Pero después rio – ¿Aunque se puede saber porque te llamo?-
-¿Insinúas que no soy útil?-
-A lo que me refiero es a que información podrías tener tu que sirviese, además si son fallas de las compañías móviles, es mejor a que ellos resuelvan el problema- Dijo a la vez que el sonido de una alarma del celular le interrumpía – Es otra vez ese número – Dijo mostrando el numero en la pantalla del teléfono- Me encantaría saber qué es lo que quiere pero la verdad no se escucha nada- Dijo en eso el Bellamy le arrebato el artefacto siendo contestado por este
-¿Hola?- Dijo el rubio y permaneció unos momentos en silencio esperando a alguien quien hablara, pero ante la falta de respuesta de este comenzó a exclamar – ¿Hay alguien allí? Responda, ¿qué es lo que quiere? ¿Está buscando a alguien?- Pero no logro nada, al contario la llamada se corto
-Lo vez esta situación se está volviendo desesperante- Comento el chico
-¿No dirás aterradora?- Dijo entregándole el celular
-Sea lo que sea, no me gusta para nada. Bueno mejor me retiro solo venia a ver como estabas- Dijo poniéndose de pie
-¿Qué? ¿Solo a eso? Quédate un poco mas- Dijo tomándole del brazo y sentándolo en sus piernas, el chico soltó un quejido al sentir su espalda recostarse - ¿Qué sucede? –
-No es nada…- Intento evadir, pero el rubio no mostro comprensión a eso, más bien inmediatamente le desvistió – ¡¿Pero qué haces?!- Protesto intentando zafarse
-Joseph… ¿Qué te sucedió?- Dijo tras mirar la pálida espalda del chico cubierta de moretones
-No… no es nada…- Intentaba evadir como fuera
-Por favor sé que esto no te lo hiciste con una caída, esto lo hizo alguien ¿Quién?- Suplico
-Bien- Suspiro – Quien hizo esto no fe ni más que mi Tío-
-¡¿Qué?! ¿Pero que siente?- Expulso con rabia
-La verdad no se encuentra en sus cabales- Explico – Hace un tiempo mi padre falleció… sé que es algo doloroso para la familia… pero, realmente la muerte de mi padre le afecto en gran parte a él, no lo sé… era una persona ordinaria, pero después paso a ser un alcohólico-
-Pues deberías hacer algo al respecto-
-La verdad desde el incidente este, no le he vuelto a ver, si soy sincero me preocupa…-
-Bueno que se le puede hacer…- Suspiro
-Bien con tu permiso me retiro- Dijo tratando de ponerse de pie, pero el rubio le retenía, mirando la poca cooperación que mostraba el moreno le miro con fastidio, pero observo que el chico le miraba demasiado extraño - ¿Te sientes bien?- Dijo y en eso e chico le abrazo, el pelinegro al instante se sonrojo al sentir el rostro de Bellamy en su piel – Oye, he dicho que no pasa nada, déjame ir- Protesto mas los labios del moreno le callaron, los ojos de Joseph estaban bien abiertos del asombro, jamás había experimentado esa sensación, pero en esos momentos sentía una vergüenza indescriptible, quería alejarlo, pero a la vez no; solo espero a que aquella sensación se acabara. Una vez Bellamy se separo del rostro del chico - ¿Por qué hiciste eso?-
-No…. No lo sé….- Respondió, la verdad ni el mismo lo entendía, solo siguió aquel impulso, sentía que tenía que hacerlo
-En ese caso no lo vuelvas a hacer- Declaro a la vez que se ponía de pie
-¿A dónde iras?- Pregunto sin detenerlo
-Volveré a mi casa- Respondió al mismo tiempo que se vestía
-¿No me habías dicho que estabas solo?-
-Si lo estoy, mi abuela y mis hermanos fueron a visitar a mi madre y hermano, no estarán durante un tiempo-
-¿No te sientes muy solo?-
-No…-
-¿Por qué mejor no te quedas conmigo?- Propuso, y el chico le miro – Bueno solo digo, si no quieres no-
-Lo pensare- Sonrió, fue entonces que el moreno se levanto y se dirigió hasta estar frente al chico y sin decir nada retiro aquel cristal que cubría los ojos del pelinegro, este le miro dudoso, pues si mal no veía el rubio estaba sonrojado – Ah, es verdad… es la primera vez que me miras sin gafas
¿Verdad?- Sonrió, Bellamy no sabía que responder, la verdad siempre había tenido curiosidad de ver aquellos ojos, creyó que tras el cristal se escondían unos ojos tristes, pero era todo lo contrario, el color era un color miel oro, eran grandes y transmitían energía
-Me hubieras dicho que tenias un rostro bonito- Comento
-¿Eh? ¿Y porque habría de habértelo dicho? Realmente dices cosas sin sentido- Se giro dándole la espalda – Mejor ya me marcho- Dijo al quitarle los lentes de las manos y dirigirse a la puerta
-Permíteme acompañarte- Dijo el rubio – Igual tengo que ir a una parte así que me gustaría acompañarte- Pidió, el pelinegro simplemente asintió
Mientras en el hospital eran las 5:00 pm y ya habían cancelado las visitas, el moreno salía rumbo a su casa le pesaba la cabeza había sido un día demasiado agitado, la charla que tuvo con Kid le había dado mucho que pensar, además de que había puesto de acuerdo con Bellamy para hablar en su casa; pero sin duda lo que más le alteraba los nervios fue lo que ocurrió en la visita
FlashBack*
-Te veo luego- Dijo el moreno al mismo tiempo que colgaba
-¿Qué es eso?- Pregunto el pelinegro
-Esto… es un celular, sirve para llamar a diferentes personas…- Explico
-Umm… no hay nadie…- Dijo
-¿Cómo que no hay nadie?-
-No hablas con otra persona… es silencio del otro lado…- Quería explicar pero no sabía cómo - … Hay una mala persona del otro lado…- Decía como si estuviese recordando algo pero muy leve, su rostro mostraba frustración al no poder explicar lo que quería
-¿Acaso acuerdas algo?- Se paro incrédulo
-No lo sé, siento miedo…- Dijo confundido llevándose las manos a la cabeza – Me duele la cabeza… - Dijo
-Está bien Luffy, no te esfuerzos demasiado; esperemos a que los recuerdos vengan solos ¿sí? – Dijo el moreno al mismo tiempo que una enfermera entraba
-Disculpen que los interrumpa pero ya se termino el tiempo de visita- Dijo la joven
-Si, gracias- Dejo el ojigris a la muchacha que se retiro – Bien, entonces me voy… nos vemos mañana – Dijo
-¿Te vas a ir?- Pregunto descontento
-Si, además probablemente los demás se enojen conmigo pues parce que excedí mi tiempo y no les di chance de verte- Dijo trotando su nuca
-De acuerdo-
-Descuida, mañana volveré…- Dijo a lo que el chico le sonreía. Sin más salió de la habitación
Fin FlashBack*
-Quiero aclarar mis dudas… y sé que Bellamy me puede responder algunas… estoy seguro- Se dijo a sí mismo el futuro medico. Sentía un odio indescriptible hacia aquel hombre de rubia cabellera, pero quizás Kid tenía razón, sea cual fuera la verdad quería descubrirla; estaba consciente de que posiblemente sería algo peligroso, pues dada a la magnitud del accidente le quedaba claro que era una persona capaz de cualquier cosa y eso le hacía hervir la sangre, en definitiva le corría todo el sufrimiento que había recibido. Muy en el fondo tenía el presentimiento de que aquella persona era la responsable de la muerte de Cora-san y el accidente en el Instituto.
Mientras tanto en la residencia del cocinero
-Ese Trafalgar se paso- Se quejaba el cocinero
-Si lo sé, pero que se le puede hacer, después de todo el es el más indicado para abarcar ese tiempo, está tratando de ayudar a Luffy y eso no me molesta- Dijo el peli verde
-Lo sé, pero ¿acaso no te molesta? Nosotros también queremos verle- Dijo refiriéndose a todos sus amigos
-Si… ya deja de quejarte…- Dijo mientras le daba un beso en la frente – No me gusta que hagas tantos corajes no es bueno para la salud-
-Bueno ya- Se quejo dándole la espalda, y luego sintió los brazos del moreno rodeándole; le abrazaba tiernamente
-Pero no te enojes conmigo- Reprocho en su oído, Sanji inmediatamente se sonrojo
-No… no estoy enojado contigo- contesto – Perdón…- Se disculpo
-Jeje sabes que te perdono todo- Susurro besando el cuello del chico
-Está bien pero tampoco para que te pases de listo- Reprocho zafándose del agarre – Sabes lo sensible que soy en esa zona ¿verdad?- Repelo y el moreno sonrió – Demonios deja de jugar con migo-
-Jejeje perdón pero no me pude controlar- Reía – Bueno será mejor que me marche antes de que salga tu padre y vea al su yerno jajajaja-
-Je sí que tienes el valor de decir eso- Dijo malévolo - ¿Entonces porque mejor no entras?-
-Sera en otra… pero claro que lo hare Sanji- Dijo el moreno al dar media vuelta – Te veo mañana- Se despidió
En una de las calles de la cuidad Ace se dirigía rumbo a su casa, al final logro tranquilizar a Ozz; tenía fe en que la madre del chico le escucharía, después de todo tenía tiempo de conocerla y sabía que era incapaz de obligar a sus hijos a cualquier acto forzoso. Además al final del día las cosas no terminaron realmente bien…
FlashBack*
-Oh, veo que aquí estaban… por fin los encuentro- Se escucho al voz que irritaba a cualquiera y al dirigir sus miradas a aquella persona acertaron de quien se trataba
-Leonid…- Dijo el pecoso y sin que nadie se lo pidiera se acerco a este para sostenerlo de las manos
-Mi querido Ace-san, por fin te encuentro; por alguna razón escuche que tenias una cita con el incompetente de mi hermano- Dijo, “Este tiene oídos hasta en el infierno ¿o qué?” pensó el pecoso
-¿Qué yo qué?-Rugió el pelirrojo poniéndose como barrera entre su hermano y el pelinegro
-No es de tu incumbencia, piérdete- Dijo el chico engreído
-Claro que es de mi incumbencia, idiota-
-¿Tienes algún problema?-
-¡Sí! ¡Con tu cara!- Exclamo ambos estaban que echaban chispas, pero salieron de su cólera al ver al pelinegro reír; la verdad le era increíble cómo era posible que Leonid pudiera hacer cambiar de actitud a Ozz en un instante, paso de su sentimiento de preocupación y pesimismo al mismo sentimiento salvaje y agresivo, sin duda ambos tenían un orgullo muy grande como para mostrarse derrotado frente al otro.
-¿Qué sucede, Ace-kun?- Pregunto Ozz
-Se ríe de tu estupidez- Respondió el menor
-¿Qué? Vuelve a decir eso y te enteras- Advirtió
-E dicho que…- Fue interrumpido
-Está bien, los dos dejen de estar peleando. Son hermanos deberían de llevarse bien al menos una vez- Interrumpió el pecoso
-Es imposible llevarse bien con el- Indico al pelirrojo quien le fulmino con la mirada. Ace suspiro, sabía que sería una tarde agitada
Fin FlashBack*
-Ace- Escucho su nombre
-Marco- Dijo este al verle
-¿A dónde vez?- Pregunto
-Voy de regreso a casa- Respondió
-Oh… ¿Puedo acompañarte?- Pregunto
-Claro- Y así ambos comenzaron a caminar, al inicio había un silencio pero fue el rubio quien decidió iniciar la conversación
-Sabes, tengo una duda respecto a algo ¿Puedo preguntar?-
-Si no le veo inconveniente-
-Bien… es respecto a Kid- Expulso, Ace no pudo evitar sentir aquel sentimiento tan desagradable de nuevo, pero hacia todo lo posible por que Marco no lo notase, no quería romper la amistad que tuviese con el maleante pelirrojo
-¿Qué sucede con él?-
-Veras, cuando los presente, actuaste de manera muy extraña; me intrigo, después de todo yo estoy seguro que no se conocen ¿O me equivoco?-
-No, tienes razón- Media las palabras no quería que algo se le escapase
-Desde ese entonces espere a que me dijeras el motivo, no quería presionarte, pero… como vez no he logrado obtener respuesta, es por eso que te lo pregunto, espero no incomodarte-
-Para nada… la verdad es que en ese momento me… sentí mal- Excuso
-¿Seguro? Siento que algo me ocultas…-
-¿Ocultar, yo? no… que va, no lo haría…-
-Está bien- Suspiro – La razón por la que quería que le conocieras… es… él fue el chico que llamo la ambulancia aquella vez-
-¿Eh?- No comprendía
-El día del accidente él era el único que me ayudo, si no fuera por él no sé como hubiera acabado todo; desde ese día me sentí muy agradecido por haberme ayudado con aquello-
-Oh… ya veo…- Dijo el pecoso, ¿Acaso estaba de broma? El destino sí que le jugaba duro, ahora resulta que quien le destrozo aquella vez le había salvado, ¡Que ironía! Pensaba realmente estaba pensativo, al principio lo tomaba como alguna reprimenda del destino, pero después logro calmarse. Quizás estaba siendo demasiado injusto, después de todo no tenia porque actuar así, ya había escuchado del trágico pasado del chico sería muy injusto sentir aun ira hacia él, aunque claro no estaba dispuesto a perdonarle del todo.
-¿Ace?- Pregunto al verle muy ido - ¿Te encuentras bien? Ves a esto es a lo que me refiero… hablo de Eustas y actúas así de extraño, estoy seguro que me ocultas algo… dime que es- Pidió deteniéndose tomando de las manos al pelinegro
-Ya te dije que no es nada…- Respondió, ciertamente este “juego” ya le estaba cansando ¿Por qué no le decía de una buena vez aquello?
-Ace… ¿Qué sucede?- Dijo al ver como de los ojos azabaches del chico rodaban las lagrimas, al mismo tiempo que se dio cuenta las retiro de inmediato “Maldición, ¿es que aun no lo supero?” pensaba el pecoso
-Lo siento… pero me gustaría dejar eso para otra ocasión…- Respondió “¡Ya basta de preguntarme cosas que no quiero recordar!”
-Está bien, por lo menos mis sospechas son ciertas… si no me lo dices tú, me lo dirá el- Dijo severo
-¡¿Qué?! ¿Cómo puedes decir eso? ¡Él ni siquiera recuerda nada!-
-Pues en ese caso hare que lo recuerde, a no ser que seas tú quien me lo diga- El rubio sabía que estaba siendo demasiado duro, pero quería saber que se escondía, no le agradaba para nada que el chico llorara; tendría que haber pasado algo realmente malo para lograr hacerle sollozar. Detestaba verle así, además sabiendo que le estaba haciendo recordar algo que posiblemente no quería
-Marco, deja de ser así de injusto…-
-No lo tolero… no tolero que tengas que sufrir tu solo en silencio-
-¿Acaso crees que no has sufrido demasiado? No tienes porque interesarte en los problemas de los demás-
-Me interesas, eres la única persona por la cual daría todo ¿Es que no te queda claro eso?-
-Pero Viví-san-
-Ella ya no está conmigo- Dijo dolido
-¿Eh?- Sentía que se enteraba de algo que no debió preguntar, aquella conversación se convertía en algo desagradable
-Así es… ella ya no esta conmigo…-