Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

FAVORITO (Jo Twincest) por Monnyca16

[Reviews - 102]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

CAPÍTULO 11


“Molestia”


—La mejor forma de demostrar que nos queremos es esa, Youngminie. —Kwangmin suspiró por tercera vez, dándole dos palmaditas al pecho de Youngmin. Se hallaba sentado a horcajadas, meciéndose energéticamente sobre su pelvis, como si cabalgara mientras Youngmin, aún acostado boca arriba, se ocultaba el rostro con el antebrazo —. Tú y yo hasta el final —canturreó enardecido, dando más brincos en Youngmin, quien tensaba el abdomen cada vez más.


«Molestia, una maldita molestia»  meditó Youngmin. Había sido su error.  No debió de haberlo dejado entrar pese a su tierno “holis” al principio. Ahora deseaba dormir y no podía. Tenía a un niño sobre su pelvis, meneándose y diciendo tonterías. Sin embargo, no podía simplemente lanzarlo al suelo.


Si lo hacía Kwangmin podría llorar y no perdonárselo nunca jamás. El problema principal era ese, angustiarse por si Kwangmin llegaba a enojarse con él.  ¿Por qué le importaba tanto ese aspecto? No era justo ni necesario hacerlo. Kwangmin ni siquiera era de su familia…no. «Nunca» Youngmin  nunca lo volvería a ver como un familiar. No estaba en sus planes y no se sentía cómodo nombrándolo como hermano.


Kwangmin era un completo desconocido, pero aun así tan frágil que muy en el fondo temía herirlo.


—Youngminie…—susurró el chiquillo, inclinándose lo suficiente para descubrirle el rostro —. ¿Ya te dormiste?


Youngmin  no dormía, pero por primera vez en su vida se hizo el dormido. No estaba seguro de si se veía creíble o no, tampoco sabía si Kwangmin le creería. No obstante, todo funcionó como lo esperó. Kwangmin hizo un puchero bastante audible, brincó mucho más escandalosamente, esta vez sobre su entre pierna, y lo dejó de molestar.


El rostro de Youngmin estaba a punto de sonreír por completo, pero se detuvo al sentir que Kwangmin lo miraba fijamente. Sentía su mirada, el calor de su respiración contra sus labios y su enojo. Kwangmin era tan caprichoso…


Youngmin se removió hasta acostarse de lado, simulando todavía estar dormitando. Y Kwangmin le creyó, pues se acostó a su lado, dándole la espalda para posteriormente agarrarle el brazo y envolverse en él, como siempre.


Youngmin respiró hondo.


***


A la mañana siguiente, Kwangmin removía a Youngmin para despertarlo.


—Te compré las malditas almendras con chocolate, ¿qué eso no es suficiente para que me dejes dormir? —gruñó, recordándole que desde hace días le había comprado infinidad de bolsas para que comiera en las madrugadas. Seguía soñoliento y por un breve momento había olvidado lo del beso…


—Youngminie…


«El beso» pensó. No creía a Kwangmin capaz, pero al parecer pretendía molestarlo todo el tiempo.


—Youngminie , ¿y mi beso?  —murmuró —. Youngminie…


La molestosa voz aturdía sus oídos. Ya no lo soportaba más, añadiendo que tenía menos de un minuto escuchándolo esa mañana. Se le revolvió el estómago.


—Youngminie…


—Kwangmin, no estoy de humor y nunca lo estaré si sigues molestándome —dijo con mucho esfuerzo. Su boca se sentía excesivamente pesada —. Ríndete, no te besaré.


—Los besos levantan los ánimos. ¡Te levantaré el ánimo, Youngminie!


—¡No! —gritó el otro, acostándose boca abajo esta vez—. ¡Largo de la habitación!


—Pero Youngminie…


—¡Largo! —gritó a como pudo, saliendo esta vez de su escondite —. ¡Que te vayas!


Al mirarlo a los ojos, notó que Kwangmin lucía espantado.


—¡Largo, maldita sea! ¡Vete!


Kwangmin parpadeó dos veces, ladeó la cabeza y abrió la boca, todavía sin creerlo.


—Pero es sólo un beso, Youngminie… ¿Por qué no…


No pudo terminar su pregunta, Youngmin lo interrumpió:


—¡¿Entonces por qué no me besas tú y terminas de una vez con todo esto?!, ¡Joder, Kwangmin!, ¡Maldita sea!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).