Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

FAVORITO (Jo Twincest) por Monnyca16

[Reviews - 102]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

CAPÍTULO 12


“Harto”


Sus ojos brillaron como nunca antes. Kwangmin tragó saliva, removiéndose en su sitio. No podía cavilar lo que acababa de escuchar. Youngmin le estaba dando permiso para besarlo tan abiertamente que…


Sinceramente no era lo que Kwangmin esperaba del más grande. Él ansiaba que Youngmin tuviera iniciativa y que lo cuidara durante ese momento. Quería sentirlo muy íntimamente, por eso estaba tan inseguro ahora.


¿Cómo se suponía que iba a besar a Youngmin? No tenía un plan. Su cabeza daba vueltas, quería vomitar y sentía muchas cosquillas  en el estómago. Era una sensación que apenas experimentaba desde que convivía con Youngmin. Se sentía extraño, ansioso, desesperado y vulnerable.


Y lo más misterioso e intolerable era que le gustaba cómo se sentía ahora; parecía más vivo, como si por fin se abriera al mundo, a sus deseos y emociones. Tenía curiosidad, más de la imaginada.


—¿Youngminie? —Abrió los ojos lo suficiente para sacarle un gruñido a Youngmin —. ¿Yo? ¿Besarte? ¿Yo?


Los tensos labios de Youngmin se afinaron imposiblemente mucho más. No podía creer lo que oía. Su ceja se alzó.


—¡Vamos, Kwangmin! —vociferó ya bastante exasperado—. ¿Qué no querías hacer una escenita como esta? Te lo estoy permitiendo, adelante…acaba con esto de una vez por todas y olvidemos este desplante. ¡Porque lo vamos a olvidar, esto sólo será el resultado de tu curiosidad! —dejó en claro, encarándolo con furia contenida.


Se notaba a simple vista que Kwangmin lo tenía harto en todos los sentidos. Sus ojos brillaban, furibundos, y sus cejas se hallaban fruncidas. Youngmin estaba a punto de estallar. Y Kwangmin comenzaba a ponerse molesto de igual manera.


—¡Deja de mirarme así! ¡Odio cuando me miras así!


—Vaya, por fin odias algo de mí…—murmuró con los dientes apretados, casi rechinando. Las venas de su cuello se remarcaron de pronto —. ¡Si lo odias tanto entonces deja de joderme y lárgate de aquí!


—¡No! ¡Dime, Youngminie! ¡Dime, ¿entonces qué debería  hacer para que me demuestres tu cariño?! —espetó con todas sus fuerzas, exigiendo respuestas a cuestionamientos que no tenía previstos—. ¿Qué debería hacer para que me tomes en serio?


Youngmin volteó la cara, se iría de la habitación, no obstante, Kwangmin lo detuvo, acorralándolo hasta tenerlo cerca y sin escapatoria. 


—Eres una completa molestia. ¡No puedo aguantarte un momento más! ¿Cuándo piensas irte y desaparecer para siempre? ¡Largo, Kwangmin! ¡Lárgate, maldita sea!  —rogó con todo su aliento, notando cómo su estómago se revolvía hasta dejarlo desganado. Discutir temprano lo debilitaba en demasía, lo difícil era dejar de estar encabritado. Youngmin parecía un cerillo que podía encenderse en cualquier momento y Kwangmin ya lo sabía, pero esta vez lo miraba más de cerca.


Las pestañas del más chico se mecieron lentamente ante su parpadeo. No podía mirar a Youngmin, los ojos le ardían. Se sintió herido e indefenso, demasiado ofendido para responder. Estaba seguro de que las lágrimas le saldrían en cualquier instante.


—¡Y todavía  que te permito saciar tu curiosidad, ¿te quedas ahí?! —volvió a exigir, buscando molestarlo una vez más. No tenía idea de por qué, únicamente las palabras salían de su grotesca boca y no podía detenerlas debido a la furia —. Ni robar un insignificante beso puedes, mojigato.


Los ojos de Kwangmin inmediatamente se alzaron en busca de los contrarios y al chocar miradas, las manos quietas de Kwangmin cobraron vida para ir en contra de Youngmin y soltarle una bofetada.


Youngmin ladeó el rostro ante el violento gesto, agarró la muñeca de Kwangmin con evidente tosquedad y sin importarle nada ni nadie, se acercó lo necesario para besarlo sin amabilidad. Lo besó con eminente cólera contenida, una necesidad de terminar con lo que debió de haber empezado minutos antes.


El impacto de ambas bocas fue tan precipitado y violento que Kwangmin abrió los ojos, percibiendo cómo los tensos labios de Youngmin en lugar de acariciarlo, lo lastimaban. El rostro de Kwangmin se movió de izquierda a derecha al mismo tiempo que Youngmin gruñía, entonces apenas tuvo oportunidad, se separó de aquello que fue su primera y repulsiva experiencia antes de que Youngmin metiera la lengua en su boca.


La misma mejilla de Youngmin fue asaltada con otra cachetada y para cuando levantó la vista, Kwangmin se había marchado. En un arranque, tomó lo más cercano a su mano y lo lanzó directo a la puerta, quebrándolo a su paso. Su pecho se infló y un quejido evacuó de entre sus todavía apretados labios. Había hecho llorar a Kwangmin nuevamente.


 

Notas finales:

Nos leemos luego, espero pronto, esto se pone bueno :v


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).